3/10/17

La secesión del estado de California es un movimiento en auge desde que Donald Trump ganó las elecciones

"El 3 de agosto el programa Tucker Carlson Tonight, espacio puntero de la cadena estadounidense Fox, fue un monográfico dedicado a la secesión del estado de California, movimiento en auge desde que Donald Trump ganó las elecciones generales, en noviembre de 2016. 

La Fox no es la única cadena de televisión que ha optado por informar a los estadounidenses sobre este movimiento nacionalista, pues CBS, NBC, ABC y CNN también llevan buena parte del 2017 hablando de un asunto que si en España puede resultar manido, en Estados Unidos es casi inédito. 

 “Buenas noches, nuestra bandera podría perder por primera vez en la historia una estrella, la correspondiente al estado de California. Al menos eso es lo que quieren los activistas que piden su secesión”, fue la dramática frase con que el periodista Tucker Carlson abrió su informativo.

 Efectivamente, desde que Trump llegó a la Casa Blanca, el movimiento Calexit ha dejado de ser una anécdota para convertirse en un clamor popular que empieza a ganar espacio en los medios. “Mientras todos hablábamos de Rusia, un grupo llamado Yes California trabajaba con afán para convertir a su estado en un país independiente”, explicaba Carlson con gesto entre atónito y asustado. De salir adelante los planes de los separatistas, en 2018 tendría lugar un referéndum semejante al de Quebec (1995) o al más reciente de Escocia en 2014.

 Su objetivo inmediato es lograr las 585.000 firmas necesarias para poder celebrar esa consulta electoral, tras lo cual se enmendaría la Constitución de California, eliminando los artículos que regulan su pertenencia a la nación estadounidense. De lograrse estos pasos, el Gobernador de California deberá implicarse en la campaña para la obtención de la independencia del conocido hasta ahora como “El Estado Dorado” (sobrenombre que procede de los tiempos de la “Fiebre del Oro”).

El primer intento de organizar un referéndum secesionista se torció debido a las sospechas de una involucración de Rusia en el proceso y a las diferencias irreconciliables entre los líderes del movimiento. La segunda iniciativa, llamada “Autonomía de California del Gobierno Federal” ―conocida popularmente como CalExit II―, es una versión menos agresiva que la primera, pues no aspira a lograr la independencia absoluta a corto plazo, sino un estatus de nación soberana y plenamente autónoma, pero integrada en la nación estadounidense.

 Si el 22 de enero de 2018 se han logrado reunir las firmas que exige el Fiscal General de California, el referéndum se celebraría, pudiendo desembocar en la disolución de los Estados Unidos de América. La primera potencia del mundo occidental existe como entidad nacional desde el 4 de julio de 1776, con la sucesiva incorporación oficial del resto de sus actuales cincuenta estados, desde el de Delaware, en 1787, hasta la de Hawái, en 1959.

¿Cuáles son las diferencias entre el secesionismo californiano y el secesionismo catalán? En primer lugar, la actitud de sus países respectivos respecto de la Ley, que en Estados Unidos se aplica de manera automática. En segundo lugar, la actitud preferente que se ha concedido a Cataluña respecto de las otras autonomías españolas, desde la inclusión de Miquel Roca como Padre de la Constitución hasta el favoritismo de Zapatero con el Estatut

A partir de la Transición, tanto el PSOE como el PP han considerado el nacionalismo catalán como una parte integral de “el sistema”, acudiendo a los partidos nacionalistas cuando su apoyo político se estimaba necesario y claudicando ante las incesantes exigencias económicas. Mientras en España los telediarios aluden con una frecuencia casi diaria al nacionalismo catalán, en Estados Unidos hasta ahora los problemas nacionalistas habían sido puntuales, pudiendo resolverse con un paso por los tribunales.

A lo largo de la historia estadounidense han surgido amenazas independentistas, incluyendo la rebelión de los estados confederados durante la guerra civil, llamada Guerra de Secesión por este motivo. En 1869, cuatro años después de acabarse la contienda, el Tribunal Supremo decretó (en el caso Texas vs. White) que la secesión unilateral de un estado es ilegal. Su entonces presidente, el juez Salmon Chase, dictó hace siglo y medio una sentencia histórica: “La Unión no fue nunca una relación artificial o arbitraria; iniciada entre las Trece Colonias, se consolidó debido a un origen común, simpatías mutuas, principios similares, intereses parecidos y vínculos geográficos. 

Fue confirmada y fortalecida por las necesidades de la guerra, recibiendo una forma y un carácter precisos, recogidos en los Artículos de la Confederación. A través de estos, la Unión quedó solemnemente declarada como ‘perpetua’. Y cuando aquellos Artículos resultaron inadecuados para las necesidades del país, se diseñó la Constitución ‘para formar una Unión más perfecta’. Es difícil expresar la idea de unidad indisoluble con más claridad que con estas palabras. ¿Acaso hay algo más indisoluble que una Unión perpetua perfeccionada?”.
 
California, espoleada por la victoria de Trump, se propone poner a prueba esta Unión perpetua entre estados que se perfeccionó con la Constitución estadounidense. En un país hoy tan polarizado como pudiera estarlo en los años previos a la Guerra de Secesión, está por ver si Estados Unidos sigue siendo un país sin trastornos identitarios o si empieza a sufrir una esquizofrenia parecida a la española."                        (Cuarto Poder, 16/09/17)

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