"El 3 de agosto el programa Tucker Carlson Tonight, espacio
puntero de la cadena estadounidense Fox, fue un monográfico dedicado a
la secesión del estado de California, movimiento en auge desde que Donald Trump
ganó las elecciones generales, en noviembre de 2016.
La Fox no es la
única cadena de televisión que ha optado por informar a los
estadounidenses sobre este movimiento nacionalista, pues CBS, NBC, ABC y
CNN también llevan buena parte del 2017 hablando de un asunto que si en
España puede resultar manido, en Estados Unidos es casi inédito.
“Buenas noches, nuestra bandera podría perder por primera vez en la
historia una estrella, la correspondiente al estado de California. Al
menos eso es lo que quieren los activistas que piden su secesión”, fue
la dramática frase con que el periodista Tucker Carlson abrió su informativo.
Efectivamente, desde que Trump llegó a la Casa Blanca, el movimiento Calexit ha dejado de ser una anécdota para convertirse en un clamor popular que empieza a ganar espacio en los medios. “Mientras todos hablábamos de Rusia, un grupo llamado Yes California
trabajaba con afán para convertir a su estado en un país
independiente”, explicaba Carlson con gesto entre atónito y asustado. De
salir adelante los planes de los separatistas, en 2018 tendría lugar un
referéndum semejante al de Quebec (1995) o al más reciente de Escocia en 2014.
Su objetivo inmediato es lograr las 585.000 firmas necesarias para
poder celebrar esa consulta electoral, tras lo cual se enmendaría la
Constitución de California, eliminando los artículos que regulan su
pertenencia a la nación estadounidense. De lograrse estos pasos, el
Gobernador de California deberá implicarse en la campaña para la
obtención de la independencia del conocido hasta ahora como “El Estado
Dorado” (sobrenombre que procede de los tiempos de la “Fiebre del Oro”).
El
primer intento de organizar un referéndum secesionista se torció debido
a las sospechas de una involucración de Rusia en el proceso y a las
diferencias irreconciliables entre los líderes del movimiento. La
segunda iniciativa, llamada “Autonomía de California del Gobierno
Federal” ―conocida popularmente como CalExit II―, es una
versión menos agresiva que la primera, pues no aspira a lograr la
independencia absoluta a corto plazo, sino un estatus de nación soberana
y plenamente autónoma, pero integrada en la nación estadounidense.
Si
el 22 de enero de 2018 se han logrado reunir las firmas que exige el
Fiscal General de California, el referéndum se celebraría, pudiendo
desembocar en la disolución de los Estados Unidos de América. La primera
potencia del mundo occidental existe como entidad nacional desde el 4
de julio de 1776, con la sucesiva incorporación oficial del resto de sus
actuales cincuenta estados, desde el de Delaware, en 1787, hasta la de
Hawái, en 1959.
¿Cuáles son las diferencias
entre el secesionismo californiano y el secesionismo catalán? En primer
lugar, la actitud de sus países respectivos respecto de la Ley, que en
Estados Unidos se aplica de manera automática. En segundo lugar, la
actitud preferente que se ha concedido a Cataluña respecto de las otras
autonomías españolas, desde la inclusión de Miquel Roca como Padre de la Constitución hasta el favoritismo de Zapatero con el Estatut.
A partir de la Transición, tanto el PSOE como el PP han considerado el
nacionalismo catalán como una parte integral de “el sistema”, acudiendo a
los partidos nacionalistas cuando su apoyo político se estimaba
necesario y claudicando ante las incesantes exigencias económicas.
Mientras en España los telediarios aluden con una frecuencia casi diaria
al nacionalismo catalán, en Estados Unidos hasta ahora los problemas
nacionalistas habían sido puntuales, pudiendo resolverse con un paso por
los tribunales.
A
lo largo de la historia estadounidense han surgido amenazas
independentistas, incluyendo la rebelión de los estados confederados
durante la guerra civil, llamada Guerra de Secesión por este motivo. En
1869, cuatro años después de acabarse la contienda, el Tribunal Supremo
decretó (en el caso Texas vs. White) que la secesión unilateral de un estado es ilegal. Su entonces presidente, el juez Salmon Chase,
dictó hace siglo y medio una sentencia histórica: “La Unión no fue
nunca una relación artificial o arbitraria; iniciada entre las Trece
Colonias, se consolidó debido a un origen común, simpatías mutuas,
principios similares, intereses parecidos y vínculos geográficos.
Fue
confirmada y fortalecida por las necesidades de la guerra, recibiendo
una forma y un carácter precisos, recogidos en los Artículos de la
Confederación. A través de estos, la Unión quedó solemnemente declarada
como ‘perpetua’. Y cuando aquellos Artículos resultaron inadecuados para
las necesidades del país, se diseñó la Constitución ‘para formar una
Unión más perfecta’. Es difícil expresar la idea de unidad indisoluble
con más claridad que con estas palabras. ¿Acaso hay algo más indisoluble
que una Unión perpetua perfeccionada?”.
California,
espoleada por la victoria de Trump, se propone poner a prueba esta
Unión perpetua entre estados que se perfeccionó con la Constitución
estadounidense. En un país hoy tan polarizado como pudiera estarlo en
los años previos a la Guerra de Secesión, está por ver si Estados Unidos
sigue siendo un país sin trastornos identitarios o si empieza a sufrir
una esquizofrenia parecida a la española." (Cuarto Poder, 16/09/17)
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