Sin embargo, también ha querido destacar las “grandes ventajas” de “este exilio en parte voluntario de 20 años fuera de Cataluña”.
“Aprendí una cosa que es la única cosa que intentaré pasarle a mis nietas, aprendí que cuando un pueblo con una identidad muy fuerte se encierra en sí mismo, se niega a recibir las interacciones de otras culturas y de otros países, se va asfixiando, cada vez fabrica menos neuronas y acaba muriéndose en las manos de otro”, ha concluido." (lavozdebarcelona.com, 28/04/2011