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29/4/11

"La multitud le grita al suicida (Artur Mas) que duda en lo alto del tejado: "Vamos, salta de una vez"

"Hace unos 20 años se produjo en el País Vasco una oleada de soberanismo sobrevenido, especialmente juvenil, similar a la que ahora afecta a la clase política catalana; con la diferencia, sin embargo, de que entonces hubo en Euskadi una considerable resistencia intelectual (y senior) a dejarse arrastrar por la corriente que no se ha observado en Cataluña.

Al revés: se ha asistido a conversiones sorprendentes con el argumento de que ya no es necesario ser nacionalista para defender la independencia por motivos de interés económico. (...)

Pujol también ha votado en la consulta independentista, con el argumento de que, tras haberse pasado la vida tratando de persuadir a los que optaban por esa vía, se encuentra ahora con que "no tengo argumentos para rebatirles"; y que ya no cree posible que Cataluña pueda "conservar su identidad y desarrollar su proyecto dentro de España".

Es sorprendente que Pujol haya dejado de creer coincidiendo con el periodo de máximo nivel de autogobierno de Cataluña. A no ser que se trate de una variante de lo que observó Tocqueville a propósito de la Revolución Francesa: que la radicalización política no es tanto consecuencia de la ausencia de reformas como de la frustración que resulta de la imposibilidad de satisfacer las expectativas (o ilusiones) despertadas por promesas de cambio de difícil cumplimiento.

El Pujol pragmático que gobernó durante 23 años ha reconocido muchas veces que (como sigue sosteniendo Duran Lleida), la vía independentista es de difícil viabilidad porque, entre otras cosas, no cuenta con el apoyo mayoritario de la sociedad catalana.

Se dijo que la sentencia sobre el Estatuto era una máquina de crear independentistas, pero en las autonómicas de noviembre los partidos que lo son perdieron 9 de sus 23 escaños; se sostuvo entonces que a cambio había aumentado el número de independentistas entre los electores de CiU. Si así fuera tendría que haberse manifestado en las consultas.

Pero los resultados, con un voto favorable en torno al 18% del censo, no lo confirman, y en cambio sí refuerzan la idea de que en Cataluña existe una persistente distancia entre las preocupaciones de los representantes y las de sus representados.

Es lógico, por ello, que Artur Mas se haya abstenido de trasladar la consulta virtual al Parlamento real. Y los que le reprochan no ser consecuente con sus ideas recuerdan, diría Enzensberger, a la multitud que le grita al suicida que duda en lo alto del tejado: "Vamos, salta de una vez". (PATXO UNZUETA: Elogio de la inconsecuencia. El País, 28/04/2011, p. 13)

4/3/11

"Seis meses antes de la ilegalización de Batasuna, ETA difundió un comunicado en el que declaraba "objetivos militares" las sedes del PSOE y del PP"

"¿Qué deslegitimación de la violencia hubiera podido intentarse si la máxima autoridad vasca consideraba legítimo compensar la retirada de ETA mediante contrapartidas políticas como la autodeterminación, cambios institucionales en relación con Navarra y el País Vasco-francés y el resto del programa máximo nacionalista (y mínimo de ETA)?

De haber seguido Ibarretxe difícilmente hubiera dado Batasuna los pasos que ha ido dando para intentar recuperar la legalidad y participar en las elecciones.

Hoy tiende a admitirse mayoritariamente que la aplicación de la Ley de Partidos ha sido decisiva para esa evolución que acerca el fin de ETA, pero todavía hay sectores, no solo nacionalistas, para los que la prohibición de Batasuna vulnera el principio de participación política en condiciones de igualdad.

El 28 de septiembre de 2002, seis meses antes de la ilegalización judicial de Batasuna, ETA difundió un comunicado en el que declaraba "objetivos militares" las sedes del PSOE y del PP y amenazaba con "tomar medidas" contra los actos públicos de esos partidos.

¿Cabe mayor desigualdad que la establecida por esas amenazas, avaladas por la práctica anterior de ETA? La ilegalización de Batasuna fue, como sostiene la sentencia de Estrasburgo, una medida en defensa de la democracia y, en particular, del principio pluralista: no contra la igualdad, sino contra la desigualdad extrema que introduce la presencia condicionante de ETA.

Legitimar la democracia española y las decisiones de los tribunales es otra de las condiciones que favorecerían el fin de ETA.

Un efecto de la ilegalización fue la aparición de intereses en parte contrapuestos entre Batasuna y ETA. Un sector de la primera llegó a la conclusión de que no recuperarían la legalidad mientras la banda mantuviera su presencia.

Hay síntomas de que sus principales dirigentes y gran parte de la militancia consideran que esa presencia puede ser ya contraproducente para su causa.

Sin embargo, ETA no lo admite: no ha respondido al emplazamiento público de los firmantes de la Declaración de Gernika para que anunciara su voluntad de abandono definitivo de las armas, y en cambio ha dicho internamente que la "estrategia político-militar es incuestionable". (PATXO UNZUETA: Condiciones para la retirada. El País, 03/03/2011, p. 15)

16/12/10

Los charnegos votan más al PSOE que al PSC ¿Por qué será?

"Lo que ha llegado a su fin el 28 de noviembre no ha sido solo el gobierno de Montilla sino la política desplegada por los socialistas catalanes en la última década. (...)

Refleja el prejuicio, ajeno a la tradición catalanista democrática, de que la defensa de los intereses catalanes pasa por ignorar los de los demás españoles. Algo que no comparte el electorado: en los diez últimos años el PSC ha venido perdiendo votos en cada sucesiva elección autonómica, mientras que los ha ganado en las generales (522.000); con el detalle no menor de que en ellas la participación ha sido 11 puntos mayor. (...)

Por una parte, el independentismo explícito se ha fragmentado y perdido escaños (de 23 en 2003 a 14) y votos (de 545.000 a 360.000). Pero es cierto que un sector del electorado de CiU se considera ahora soberanista y dice en las encuestas que votaría por la independencia si tuviera ocasión. Ello explicaría el crecimiento del sentimiento independentista hasta el 25% de la población, cinco puntos más que en los años 90.

Pero la experiencia vasca indica que, pasada la efervescencia inicial, el nacionalismo institucional pierde fuerza cuando se radicaliza, y no es previsible que Artur Mas vaya a arriesgar por ese lado el poder alcanzado. (...)

La victoria de Mas ha fraguado en el último periodo, con la crisis económica de fondo, pero seguramente germinó desde mucho antes: en la sensación de desconcierto (o de irritación) del electorado socialista ante actitudes que proyectaban una imagen en la que no se reconocía.

Por ejemplo, la del encuentro del socio de Maragall, Carod Rovira, con los jefes de ETA años después de haberles exigido que se abstuvieran de atentar en Cataluña; o su actitud despectiva ante la candidatura olímpica de Madrid, y su autocrítica posterior por haber "dicho en voz alta lo que muchos catalanes piensan"; la activación de una ley que permite multar a los comerciantes que rotulen sus establecimientos solo en castellano; o el intento de cambiar todas las matrículas de vehículos de España para que incluyeran el distintivo de cada comunidad; la retirada por Maragall de su acusación del 3% en comisiones ilegales ante la amenaza de Mas de retirar a su vez el apoyo dado a la reforma del Estatut; los informes, pagados a precio de oro, sobre la almeja brillante o contra el juguete sexista.

Tal vez deberían empezar por ahí los dirigentes socialistas catalanes que se han comprometido a impulsar una reflexión a fondo sobre las causas de su derrota." (PATXO UNZUETA: Las causas de la derrota. El País, 09/12/2010, p. 23)

28/11/10

Las balanzas comerciales son favorables a Cataluña... porque siempre benefician a los países ricos...

"Desde hace muchos años el asunto de la diferencia entre lo que pagan los catalanes en impuestos y lo que reciben del Estado forma parte del argumentario catalanista. Pero la aparición reciente de un patriotismo del interés, que presenta el independentismo como una opción racional en términos de coste/beneficio, y no solo ideológica, ha situado esa cuestión en el centro del debate nacionalista.

"España, como Estado que pagamos, es un mal negocio", dijo Carod-Rovira en 2003. Un vídeo de campaña de CiU presenta a un carterista envuelto en la bandera de España, atracando a un catalán.

Es una imagen propia de la Liga Norte de Humberto Bossi: "Roma ladrona". Hace un par de años, un concejal de ICV se hizo fugazmente famoso por sacar en su blog la sarcástica consigna "adopte a un niño extremeño" (con sus impuestos).

El líder de ERC, Joan Puigcercós, lo ha expresado afirmando que Madrid es "una fiesta fiscal" y que en Andalucía "no paga impuestos ni Dios". El sábado pasado lo explicó (en la cadena SER) diciendo que la prueba de lo primero es que en Madrid hay más empresas pero menos inspecciones fiscales que en Cataluña; y sobre lo segundo, que no es sospechoso de antiandaluz porque siempre ha defendido políticas de integración de los inmigrantes. Artur Mas le reprochó su imprudencia: "Hay que ir con cuidado en cómo decimos las cosas, aunque podamos tener razón".

El ex ministro Ernest Lluch, de cuyo asesinato por ETA se cumplieron diez años el pasado domingo, sostenía que la discusión sobre el déficit fiscal es inseparable de la del superávit comercial: el saldo entre lo que Cataluña exporta a otras comunidades y lo que les compra. Ese saldo viene siendo favorable a Cataluña desde que existen estadísticas y creció un 44% entre 1995 y 2006. En 2009, Cataluña vendió por un importe de casi 52.000 millones de euros, que doblaba el de sus compras. El saldo (24.000 millones) compensa ampliamente el déficit fiscal (unos 18.000 millones, según Artur Mas), y sirve, decía Lluch, para financiar empleos en Cataluña.

Desde hace poco existen también datos fiables sobre las relaciones bilaterales entre una comunidad y cualquier otra. Se sabe así que en el periodo 1995-2007, Andalucía ha sido el cuarto cliente de Cataluña; pero visto desde el lado andaluz, Cataluña es su primer proveedor, con el 19,8% del total.

Lo que significa que Andalucía contribuye a la prosperidad de esa comunidad más que a la de cualquier otra. El saldo promedio del comercio entre ambos territorios es favorable a Cataluña en una proporción 60/40. Son datos de los informes sobre comercio interregional que desde 2004 realiza el Centro de Predicción Económica, con patrocinio de 11 comunidades autónomas.

Esos datos cuestionan el argumento de los independentistas por interés. Cataluña aporta el 15,9% de la población española y el 18,5% del PIB, mientras que absorbe el 25% del total de comercio interregional de España (suma de exportaciones e importaciones), lo que indica pujanza económica pero a las vez una fuerte dependencia del mercado español.

De ello se deduce que la aportación catalana a la nivelación de servicios y cohesión social de las comunidades con menor renta es un gasto pero también una inversión en favor de su propio progreso.

Así se reconocía hasta hace pocos años, especialmente por parte de la izquierda, que criticaba las simplezas de la derecha nacionalista al respecto: su queja porque las comunidades con mayor renta están discriminadas en relación a lo que pagan sería aplicable a un barrio residencial de Barcelona respecto a uno popular.

Pero lo insólito es que haya partidos que consideren que es una política de izquierdas el intento de poner límites unilateralmente a las políticas redistributivas del Estado." (PATXO UNZUETA: Andaluces y catalanes, El País, 25/11/2010, p. 17)

5/2/10

¿Son antipáticos los catalanes?

""La caza del catalán está bien vista en el coto español y da réditos a estos bocazas", concluía Pilar Rahola en un artículo reciente (La Vanguardia, 26-1-2010) que iniciaba con esta cita del candidato del PP a la Presidencia de Extremadura, J. A. Monago: "No hay que olvidar que quien nos ha quitado y robado la cartera y buena parte del futuro de los extremeños ha sido el Gobierno catalán".

El consejero catalán de Economía, Antoni Castells, lamentaba hace poco "la facilidad con que algunos se dedican al deporte de disparar contra Cataluña" (El Periódico, 24-10-2009). Lo decía a propósito de la distinta reacción suscitada por las compensaciones logradas por el PNV a cambio de su apoyo a los Presupuestos de 2010 y la que suele provocar cualquier contrapartida favorable a Cataluña en similares ocasiones. (...)

Esto último es cierto. Desde hace años, a los catalanes se les reprochan comportamientos que son vistos con benevolencia en los vascos. La indignación de Rahola y el asombro de Castells tienen fundamento. Sin embargo, la ola de unanimidad que afecta a Cataluña está impidiendo a sus políticos preguntarse por qué ocurre algo tan inexplicable.

Porque es posible que, más allá de la valoración política de algunas de sus decisiones, haya que reparar en el carácter francamente antipático del discurso con que tienden a justificarlas. (...)

Hereu respondió a esa irritación argumentando que él no tiene por qué "pedir permiso a nadie" para "aspirar" a la designación de Barcelona. Es posible que así sea, pero poner a competir a dos ciudades españolas para una misma candidatura, duplicando gastos y esfuerzos, no parece una buena idea; y en todo caso, ¿qué le costaba haberlo hablado previamente con el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, con vistas por ejemplo a estudiar una candidatura pirenaica conjunta? (...)

Su argumento es que Cataluña ya paga su cuota de solidaridad con las centrales que hay en su territorio, por lo que deberían ser otras comunidades las que asumieran el coste de soportarlo.

Es incoherente porque ese rechazo implica quedarse con la central ya existente pero sin las compensaciones por el ATC, cuyo nivel de riesgo añadido es infinitesimal. Pero la apelación al agravio comparativo (como la de Barreda y Cospedal en Castilla-La Mancha) es además innecesariamente antipática, especialmente por la mención a la cohesión y solidaridad "de las que tanto se habla". (...)

La idea de que el ATC es necesario pero debe instalarse fuera de Cataluña ha tenido una expresión aún más antipática en el planteamiento del delegado de la Generalitat en Tarragona, Xavier Sabaté, quien explicó a EL PAÍS (17-3-2009) que apoyaba un ATC en esa provincia, pero sólo para "residuos de las centrales catalanas". El dineral que cuesta mantener en Francia los residuos de Vandellós I lo paga la empresa nacional Enresa con un fondo constituido fundamentalmente por el recargo en el recibo de la luz que estuvo vigente en toda España hasta 2005.
Al comentario del ministro Miguel Sebastián de que en todo caso Cataluña consumía más energía de la que producía, Montilla respondió, en referencia a Madrid, que "hay otros que producen aún menos y tienen un consumo también muy elevado". Es esa obsesión por medirse permanentemente con otras comunidades lo que desarma de argumentos a los sectores de la opinión pública española que tradicionalmente se han identificado con Cataluña y los catalanes." (PATXO UNZUETA: ¿Son antipáticos los catalanes?. El País, ed. Galicia, España, 04/02/2010, p. 15)

18/12/09

La identidad catalana, la identidad española... son poco importantes para la gente... el paro, sí lo es

"El pasado domingo el presidente Montilla instaba al Tribunal Constitucional a no actuar, en relación con el recurso sobre el Estatut, "de espaldas a la opinión pública". Pero ¿a cuál? Porque si se refiere a la española, algunos sondeos publicados ese mismo día reflejaban que, por ejemplo, la mayoría de los consultados defendía el "derecho a ser educados en castellano en cualquier comunidad", poner un "límite a las competencias de las autonomías" o "reconocer como nación sólo a España" (Público, 6-12-09); en el publicado en EL PAÍS se afinaba esto último precisando que si bien el 54% de los catalanes pensaba que Cataluña es una nación, el 86% del resto de los españoles opinaba lo contrario. Una diferencia tan grande requiere explicación.

Si, como opina Enric González (EL PAÍS, 27-11-09), lo que había era un problema de financiación de Cataluña que todo el mundo reconocía, hay que concluir que se abordó de la peor manera: exigiendo desde la casuística de las balanzas fiscales poner límites a través del nuevo Estatuto a la solidaridad territorial; y con medidas como la recogida en la disposición adicional 3ª, que determina la inversión estatal en infraestructuras en función de la aportación catalana a la riqueza nacional. Todo ello, al margen de los estudios que demuestran que la prosperidad catalana está relacionada con su posición ventajosa en el mercado español. (...)

Otro punto de fricción es el de la lengua. Es cierto que el nuevo Estatuto no instaura nada que no exista ya; pero al incluir el deber de conocer el catalán, fija de manera difícilmente reversible el fundamento para prácticas entre antidemocráticas y ridículas ya en vigor, como la de poder multar a los tenderos que no rotulen en catalán.

Hay razones, por tanto, que explican esa distinta percepción de las opiniones públicas. Pero incluso esto podría matizarse: en la encuesta semestral del Centre d'Estudis d'Opinió difundida la semana pasada, el paro y la precariedad laboral son, como en el resto de España, la primera preocupación para el 45% de los catalanes; las relaciones Cataluña-España lo son para el 3,4%; y la crisis de identidad catalana, para el 0,5%." (PATXO UNZUETA: Puente aéreo. El País, ed. Galicia, España, 10/12/2009, p. 14 )

27/4/09

Los de fuera... los socialistas...

"Por una parte, la posibilidad de que partidos no nacionalistas puedan gobernar (ejercer el autogobierno) es una de las pruebas que le faltaba por superar a Euskadi para ser considerada una nación política. Por otra, es cierto que la sociedad vasca vive una situación de excepcionalidad que justifica que partidos tan distantes ideológicamente como el PSOE y el PP se unan para gobernar.

Si a partidos que representan a prácticamente la mitad de la población vasca, uno de ellos más que centenario en tierra vasca, se les considera forasteros, meras "franquicias" de formaciones extranjeras, y se les trata de usurpadores por aspirar a gobernar con el apoyo de una mayoría parlamentaria, es que todavía no existe una nación en sentido moderno: habrá comunidad, tribu, pero no nación. Una nación moderna, plural, es aquella que es capaz de autogobernarse con diferentes mayorías democráticas." (PATXO UNZUETA :Nación por excepción. El País, ed. Galicia, España, 23/04/2009, p. 18)

2/2/09

El espionaje autónomico: "espío a los de mi barrio porque son muy brutos, y hay que atarlos corto

"Si hay patriotas dispuestos al martirio por el gusto de disponer de una tasa de inflación propia y diferenciada de las de sus vecinos, ¿cómo extrañarse que haya dirigentes autonómicos dispuestos a arriesgar su alma por el prurito de contar con un servicio de inteligencia propio, aunque sólo sea para espiar a los disidentes de la propia cofradía?

La cosa viene de lejos. El 22 de agosto de 1986, el entonces presidente de Telefónica, Luis Solana, informó a Carlos Garaikoetxea de que el teléfono de su domicilio en Zarautz había sido objeto de un pinchazo.

El momento era propicio a toda clase de conjeturas, dada la ruptura latente entre los sectores del PNV que encabezaban Arzalluz, por un lado, y el propio Garaikoetxea, por otro. En declaraciones que recogía EL PAÍS un día después, el ex lehendakari (había dimitido a finales de diciembre) insinuaba claramente que el pinchazo era obra de servicios dependientes de la Consejería de Interior del Gobierno vasco: de "neófitos que empiezan a utilizar los resortes del poder recientemente adquirido" (...)

Sin embargo, la investigación judicial abierta tras las denuncias presentadas permitió identificar a los autores del pinchazo: dos agentes de la Ertzaintza y el jefe de la Red de Comunicaciones del Gobierno vasco (...)

No es difícil identificar elementos compartidos en mayor o menor medida entre estos antecedentes y lo que ahora hierve en la Comunidad de Madrid: concentración de poder en un partido, lo que crea sensación de impunidad; obsesión por el complot, que lleva a adelantarse a descubrir enemigos internos; el órgano crea la función: los departamentos de inteligencia, la necesidad de espiar; y nunca faltan subordinados dispuestos a complacer a sus jefes pasándoles dossiers personales de sus rivales; la enérgica negativa de los hechos (con amenaza de querellas) deja paso a la afirmación de que ellos los desconocían; y a insinuaciones de que es un montaje de los espiados o del mensajero." (PATXO UNZUETA: Viejas y nuevas historias de espías. El País, ed. Galicia, España, 28/01/2009, p. 11)

16/1/09

¿Por qué Batasuna está ilegalizada? Porque mata

"Un centenar y medio de periodistas de varios países se acreditaron para seguir el juicio de Bilbao. Las cuestiones invocadas por Ibarretxe y Otegi suelen ser las que más interesan a los reporteros extranjeros cuando hablan con sus colegas locales. Se extrañan (sobre todo si ya han hablado con Otegi o algún otro pico de oro de Batasuna) de que ese partido siga siendo ilegal, provocando situaciones tan llamativas como el procesamiento del presidente vasco y del principal líder de la oposición. También preguntan por qué hay ahora tanta resistencia de los partidos no nacionalistas a admitir la negociación con ETA.

Desde 1968 ETA ha asesinado a 839 personas, de las que 486 (el 58%) eran policías o militares y 353 (el 42%), civiles. Con una singularidad: entre el año de aprobación de la Constitución, en 1978, y 1995 sólo 10 (el 1,6%) de las 623 víctimas mortales eran políticos o cargos públicos; mientras que de las 93 asesinadas a partir de 1995, 26 (casi el 30%) han sido adversarios políticos: concejales (16), dirigentes o ex dirigentes de partidos no nacionalistas (5) o cargos institucionales (5).

En paralelo, grupos juveniles del entorno de ETA practican desde mediados de los noventa una violencia de acoso contra particulares que se signifiquen por su no adhesión a la causa abertzale. En el otoño de 2002, meses antes de las elecciones municipales de 2003, ETA declaraba "objetivos militares" a las sedes y actos políticos del PP y PSOE. Obligados a llevar protección policial, bastantes concejales de esos partidos dimitieron y otros muchos renunciaron a ser candidatos. [Datos tomados de los balances anuales sobre Violencia en Euskadi, de la agencia Vasco Press, y del libro La derrota de ETA, de J. M. Calleja e I. Sánchez Cuenca. (Adhara. Madrid, 2006)].

Era imposible seguir considerando legal, permitir la participación electoral y financiar con fondos públicos a un partido que formaba parte del entramado organizativo dirigido por una banda que se consideraba con derecho a eliminar a sus rivales políticos y electorales. Una vez establecida judicialmente la relación de dependencia de Batasuna respecto a ETA, la ilegalización de tal partido era difícilmente eludible: no puede haber un mínimo de igualdad de oportunidades en esas condiciones." (PATXO UNZUETA: Lo que preguntaban los periodistas en Bilbao. El País, ed. Galicia, Opinión, 15/01/2009, p. 25 )

15/1/09

Balanzas comerciales, que ponen de manifiesto ¿el beneficio de la independencia vasco-catalana para el resto de España?

"ada vez que se invoca el déficit fiscal de Cataluña como argumento para limitar su aportación a los mecanismos de cohesión territorial se recuerda que ese déficit se ve compensado de alguna manera por el superávit de la balanza comercial catalana en relación con el resto de España.

Frente a las visiones simplistas de sectores nacionalistas, Ernest Lluch, por ejemplo, sostenía que las rentas que Cataluña transfiere a otras comunidades por vía fiscal las recupera con creces al vender en ellas sus productos, favoreciendo la creación de empleos catalanes.

Más recientemente se ha querido relativizar ese argumento diciendo que el mercado natural de Cataluña no es tanto España como el Mercado Único europeo. Un dirigente nacionalista vasco lo expresaba así: "Si no nos compran en Madrid, ya nos comprarán en Luxemburgo". La discusión no tiene visos de amainar, pero puede hacerse ahora con datos más precisos: acaba de publicarse un estudio sobre el comercio inter-regional en España correspondiente al periodo 1995- 2006 que viene a cubrir una laguna estadística. Ha sido redactado por el Centro de Predicción Económica y patrocinado por 11 comunidades autónomas, entre las que figuran Cataluña, Madrid, Euskadi y Andalucía. (...)

Una primera conclusión del estudio es que todas las comunidades mantienen relaciones comerciales más intensas con el resto de España que con el extranjero, tanto desde el lado de las importaciones como de las exportaciones. (...)

Otra conclusión es que Cataluña es con gran diferencia la comunidad que registra un mayor saldo favorable en su relación con el resto de España: de más de 13.000 millones de euros en 1995 y de casi 20.000 en 2006. Las siguientes con mayor saldo positivo son el País Vasco y Galicia, con más de 6.000 millones cada una en 2006. Estas tres comunidades son las únicas que registran saldo positivo a lo largo de todo el periodo. (...)

Euskadi tuvo hasta hace poco saldos positivos también en el sector exterior, pero desde 2006 lo tiene negativo: importa más que exporta. Pero es significativa la fuerte dependencia de la economía vasca respecto al mercado español: vende (con datos de 2000) en su propio territorio el 26% de lo que produce y en otras comunidades el 42%. También es llamativo el fuerte superávit de Galicia, pese a que no figura, como las otras dos, entre las comunidades más desarrolladas.

Resulta irónico que sean precisamente las tres comunidades con mayor presencia nacionalista, incluyendo la de sectores partidarios de romper amarras con España, las que más se benefician de su relación comercial con las otras comunidades españolas.

El estudio no recoge los flujos financieros, pero hace años que el economista (y diputado socialista) Juan Muñoz, recientemente fallecido, ofreció datos indicativos del trasvase histórico, sobre todo a través de las cajas de ahorro, de una gran parte del ahorro de la España agraria a la industrial; de forma que en el País Vasco, por ejemplo, por cada 100 pesetas ahorradas en la comunidad, se invertían 180. Algo similar ocurría en Madrid y en Cataluña.

Hasta hace poco se daba por supuesto que el progreso de Andalucía, por ejemplo, o el de Extremadura, favorecía el de Cataluña, y viceversa; que los fondos transferidos por vía fiscal no sólo eran un factor de cohesión social, lo cual ya es bastante, sino un elemento de dinamización del mercado español, de cuya solvencia depende en gran medida la prosperidad de Cataluña. Había por tanto razones de equidad, pero también de interés compartido, para mantener las políticas redistributivas territoriales.

Esto ya no se percibe así por un sector de la población catalana, en parte por la discutible opción de su clase política que, en su demanda de una mejor financiación, asumió alegremente la teorización (aunque no las conclusiones últimas) del catalanismo más extremista, según la cual las balanzas fiscales probaban el "expolio fiscal" de Cataluña; de lo que deducían que la pertenencia a España "es un lastre", un "mal negocio". (PATXO UNZUETA: Lo que importa (y exporta). El País, ed. Galicia, España, 21/11/2008, p. 16)

9/12/08

El 35% del electorado catalán, favorable al Nou Estatut, quiere imponer sus decisiones al 100% del electorado español

"El proyecto del Parlament no era el resultado de una necesidad acuciante de defender el autogobierno en peligro, o de superar las insuficiencias de la Constitución, sino un "fruto del puro tacticismo: Maragall quiso presentarse más nacionalista que CiU, y CiU más nacionalista que Esquerra", declaró Duran Lleida en EL PAÍS el 12 de febrero de 2006. Y añadió que quienes habían dicho que no se podría "tocar ni un punto ni una coma" estaban "engañando a la ciudadanía".

El callejón al que condujo aquel proyecto inviable llevó a intentar reconducirlo mediante el pacto entre Zapatero y Mas: éste aceptaba modificar los aspectos más obviamente inconstitucionales, introduciendo dosis de ambigüedad e imprecisión en los planteamientos, a cambio del compromiso socialista de refrendar el nuevo texto en Las Cortes y de ciertas concesiones políticas (como la retirada de Maragall).

Lo que llegó al Parlamento español era, por tanto, un acuerdo político cuyas líneas esenciales no podían ser modificadas. Lo cual podía tener lógica política, pero su legitimidad quedaba condicionada al ulterior control de constitucionalidad: para evitar que necesidades políticas coyunturales llevaran a avalar algo que abriera paso al desbordamiento. Una vez suprimido el recurso previo de inconstitucionalidad, en los ochenta, la posibilidad de recurso a posteriori de ciertas normas es una garantía, no una amenaza. Especialmente cuando, como en este caso, su buscada imprecisión permite aplicaciones que desborden el marco que todos deben respetar.

Aunque el respaldo al Estatut en el referéndum hubiera sido mayor (fue del 35% del censo) no había manera de evitar el pronunciamiento del tribunal. Los que presionan para que no se pronuncie, oponiendo el principio democrático (votación parlamentaria y referéndum) al de legalidad, plantean, frente a un problema político difícil, uno irresoluble. Porque, ¿cuál sería el paso siguiente a cualquiera de esos referendos en contra de la sentencia del Constitucional? ¿La declaración unilateral de independencia?" (PATXO UNZUETA: Proscenio catalán. (El País, ed. Galicia, España, 04/12/2008, p. 20)

10/11/08

La tradición de que en el Athletic sólo puedan militar jugadores vascos, ¿es un residuo de la ideología xenófoba del primitivo nacionalismo vasco?

"¿No lo prueba que los ultras locales reciban al Real Madrid al grito de "españoles, hijos de puta" (aunque haya más españoles en el Athletic que en el Madrid actual)? (...)

El apellido de Aranzubía (Logroño) permitió aplicarle el ius sanguinis; también a Ezquerro (Calahorra), reforzado por haberse iniciado en Osasuna, único equipo de Primera con nombre en euskera (significa salud). Valverde (Cáceres) fue contratado del Barcelona porque había pasado por el Alavés y el Sestao: se le aplicó, con criterio amplio, el ius solis. Lo mismo que a muchos otros nacidos allende el Ebro pero recriados en Lezama, como Llorente.

Los seguidores del Athletic no necesitan que se les recuerde que se hacen trampas en el solitario, aplicando en cada caso, como el polaco de Kedouri, el criterio que resulte más conveniente; lo saben muy bien y, salvo esa minoría ultra, se lo toman con cierta ironía: sí, hacemos pequeñas trampas, ¿y qué? Sirve para mantener la tradición sin las obsesiones etnicistas que estuvieron en su origen.

No hay duda del origen nacionalista de esa práctica autárquica, pero tampoco de que desde los años 30 fue asumida por el conjunto de los seguidores e incorporada como seña de identidad compartida. La identificación con el Athletic, incluyendo esa singularidad, se fue reforzando a medida que se convertía en excepción dentro del panorama futbolístico.

Esa identificación se ha convertido en una especie de territorio protegido, a salvo de diferencias ideológicas, sociales, generacionales. Un oasis de unanimidad social en medio de un panorama de enfrentamientos múltiples. Y preservarlo ha sido un valor sobreentendido." (PATXO UNZUETA: Rajoy visita la Catedral. El País, ed. Galicia, Opinión, 07/11/2008, p. 21)

Si algo tan evidente, como que un político luzca una camiseta de un club de fútbol, se considera un insulto, es que algo falla en el razonamiento.

¿Seña de identidad compartida? Ya no etnicista, ni terrorista, ni nada de nada. Aunque los jugadores se sienten molestos porque Rajoy enarbole su camiseta, ni se pueda guardar un minuto de silencio por la muerte de un concejal socialista, socio del Athletic...

Más bien parece que esa identidad que se ha asumido, es la de la tradición etnicista, la que impide honrar a "un enemigo del pueblo vasco".

La "mayoría silenciosa" es cómplice. Siempre lo es. De la misma manera que, durante el franquismo, la clase media era cómplice de la brutalidad fascista.

Solo es cuestión de aguantar en pie, en silencia, durante un breve minuto, en homenaje a un inocente asesinado (por socialista ¿y español?). Y ya eres un demócrata...

El Athletic es nuestro

"El 24 de octubre Rajoy se fotografió en el antepalco de San Mamés sosteniendo en sus manos una camiseta del Athletic con las firmas de los jugadores, y ardió Troya: algunos de esos jugadores mostraron su enfado por lo que consideraron uso político de sus nombres, hubo cartas de protesta de socios y peñas en los periódicos acusando al presidente del club de haber roto la neutralidad y la directiva se vio obligada a emitir una nota en la que lamentaba la "utilización política" de un "acto privado" de atención a una personalidad. (...)

El mosqueo de jugadores y una parte de la afición estaba justificado, entre otras cosas, porque la visita de Rajoy a Bilbao se debía a la celebración, ese mismo día, de la proclamación como candidato a lehendakari del nuevo líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, que también aparece en la foto, al igual que el presidente del club.

Fue una torpeza de Macua, pero algunas de las reacciones estuvieron a la misma altura. El presidente del PNV vizcaíno, Andoni Ortuzar, manifestó: "Nosotros no necesitamos esa foto, porque somos de aquí". Como si Basagoiti no lo fuera por el hecho de no ser nacionalista. Y si está justificada la irritación por la utilización política de las instalaciones del club, también debió haberse manifestado cuando, el 29 de diciembre del año pasado, Carod Rovira, la consejera gallega Ánxela Bugallo y la vasca Azkarate protagonizaron el acto estrictamente nacionalista de la firma sobre el mismísimo césped de San Mamés de un manifiesto en favor del reconocimiento de las selecciones de sus nacionalidades.

La aparición de una corriente radical de oposición a Macua tiene su origen en la decisión del actual presidente de asumir, en marzo pasado, la propuesta de la Federación de mantener un minuto de silencio en todos los campos en memoria del ex concejal socialista Isaías Carrasco (que llevaba una bufanda del Athletic en la bandeja del coche en el que lo mataron).

Macua rompía ese día con la inercia de directivas anteriores de negarse a secundar iniciativas de ese tipo con el argumento de que no había que dividir a la masa social con asuntos políticos (por ejemplo, el 30 de enero de 1998, tras el asesinato del concejal del PP Jiménez Becerril y su esposa).

Argumento que no había impedido otras manifestaciones de solidaridad cuando las víctimas eran del campo nacionalista (asesinatos de Argala en 1978 y de Santi Brouard en 1984), y tampoco que los jugadores del Athletic y la Real saltasen al campo con una gran ikurriña el 3 de abril de 1999 para celebrar el Aberri Eguna." (PATXO UNZUETA: Rajoy visita la Catedral. El País, ed. Galicia, Opinión, 07/11/2008, p. 21)

"Se es vasco hai moitas posibilidades de que sexas do Athletic. Se es de Bilbao non podes ser doutra cousa. O Athletic é unha relixión, é un sentimento, unha identidade; é posible que non gostes do fútbol pero que sexas do Athletic. Falamos do único fenómeno social capaz de congregar ricos e pobres, esquerdas ou dereitas, só vascos ou vascoespañois, nenos e vellos, catedráticos ou peóns. Non hai nada que unifique o pobo coma este equipo. Quizais pode resultar difícil de comprender a súa filosofía de xogar só con vascos de nación e xogadores formados en Lezama, pero esa é a súa identidade e a especificade que fai este equipo único no mundo." (Dani Alvarez: O Athletic. Vieiros, 06/03/2009)

#1 hai 2 dias Raimundo

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Pois os vellos inmigrantes galegos de Bilbao, cóntanme que antes era o equipo dos vascos. Eles non entraban. Os ¿inmigrantes? non eran vascos.


Chámase racismo. A base desa tradición.

Non sei por que me teño que alegrar, cos éxitos dos señoritos...

Dos siareiros da Catedral, que non son quen de facer un minuto se silencia cando os asesiños feixistas matan a un galego demócrata (ou a un extremeño... ou a un vasco... traidor.

Esta tradición tan respetada inda na Catedral chámase bandolerismo feixista...

Non sei de que me teño que alegrar...

#2 hai 2 dias KRULL

Raimundo ninguén dixo que te teñas que alegrar, meu rei.

Eu por suposto alégrome moito, pois o Athletic é un dos equipos que gaña simpatías mesmo entre os que coma min non vibramos co fútbol.
... orgullo, esforzo, tradición, afición ...
Unha envexa.

E que conste que, coma Raimundo, non me alegro para nada dos éxitos dos señoritos. Mesmo, aínda que sexan galegos... eh!! Raimundo.

#7 hai 2 dias Raimundo [Valora este comentario Positivo -3 Negativo]

#2, krull, pois non, tasmpouco alegránme os éxitos dos señoritos galegos, por exemplo, nestas eleccións galegas (ou antes, no franquismo, innegábeis no asesinato).

"orgullo, esforzo, tradición, afición ...", ¿quén o nega? E tamén racismo... e feixismo (tamén innegabelmente criminal)... e aplaudido na Catedral.

Que se alegren eles... Non voume alegrar cos que se alegran das mortes dos demócratas, como se alegran os señoritos vascos (e antes, os galegos).

#8 hai 2 dias zigor_strogoff

Son fillo de emigrantes en Bilbao. Ningún señorito, ningún demagogo. Todos do Athletic. E sobre todo: todos colocamos ben o pronome, como mínimo, despois de negación.
Canta mala baba!!!

#9 hai 2 dias Raimundo [Valora este comentario Positivo -2 Negativo]

#8, zigor_strogoff, no castrapo ferrolán pos o pronome donde che peta.

E, así que todos amiguiños, todos mixturados, ricos e pobres, os de eiquí, e os de fora ¡o interclasismo nacionalista! ¡Que bonito! Eso parece...

Eu teño amigos en Bilbao. Coma todolos galegos. Algún tivo que aguantar que lle dixesen en perfecto castelán, "y tú, vete a tu tierra, que aquí no te queremos". Por decir que era unha barbaridade poñer coches-bombana rúas.

Despois de vinte anos traballando, escoitar eso...

¿Falas de mala baba?

#19 hai 4 horas e 32 minutos Pirucha

Imaxinade o Celta ou Deportivo só com jogadores galegos, portugueses, brasileiros, angolanos... sería grande.

pepmico #20 hai 28 minutos pepmico

Eu son vasco, e gosto moito do Athetic, mais coido que esqueciches que non son , ni foran vascos, todo-los jogadores. Hoje en dia tamén joga algun que outro logronhés,e no pasado algun burgalés - benvidos sejan uns e outros- e que eu saiba nin Logronho nin Burgos non son da Euskal Herria

Raimundo #21 hai 1 minuto Raimundo

#19, Pirucha, ¿e por que non con xogadores arxentinos, mexicanos, venezolanos, franceses...?

Moitos poderían ser fillos dos emigrantes galegos deses países.

¿E porque non con xogadores romaneses, ecuatorianos, peruanos, rusos, chinos...?

Moitos poderían ser emigrantes dos que viven no noso país. Coma antes os emigrantes galegos no País Vasco.

Sería mellor porque habería menos racismo ideolóxico, e menos racismo contra o inmigrante... que foi a base da discriminación do Athletic.

Era só pra xogadores vascos. Cando os emigrantes galegos non tiñan esa consideración. Hoxe a cousa xa non ten aristas, pero as tiña...

Caes na mesma trampa, Pirucha. Un xogador chinés no Celta e boa cousa. E mala cousa que non se colla a un xogador romanés (inda que sexa de Madrid), por pensare que non é galego. Discriminar polo orixen, ou pola lingua, no deporte, e en todo...

E racismo... doce, pero racismo... Era o do Athletic, é o do nacionalismo vasco...

#22 hai 1 hora e 10 minutos bertus

Aí está, equipo e seareiros. Un exemplo nun deporte cheo de mafiosos, racismo, sexismo e xenofobia. O Atheltic. Traballando desde as bases e non con golpes de talonario coma outros: http://www.elcorreodigital.com... . Velaí como tiran polos xogadores vascos -home non!- e pola canteira. Sexan negros fillos de angolanos ou sexan de orixe galega, coma o xogador do actual primeiro equipo, ARMANDO RIVEIRO.

Así que: racismo é o teu, Raimundo, que vas moito de guai e non chegas nin a chachi. Cárgaslle a culpa de toda a túa frustración e impotencia, que domina a túa mente de provinciano (del Ferrol) e colonizado, de modo inxustificado e non argumentado, ou sinxelamente mentindo, a quen non a ten. Amosando un odio irracional cara todo o que sexa vasco e catalán, e así é como chegas a dicir por estes lares que o de Guernika só foron “uns tiriños”.

Coa mesma falsa dialéctica de rico-pobre que ti utilizas actuaba a ideoloxía nazi no pobo alemán contra os xudeus: estes eran ricos (en realidade, coma os catalás e os vascos, non o eran a gran maioría) e mantiñan as súas tradicións vivas de avós a netos. Moito do pobo alemán que apoiaba o exterminio xudeu era, sen embargo, pobre.

Raimundo #23 hai 4 minutos Raimundo

#22, bertus, tómate unha tila, porque non te sigo... partes do Athletic de bilbao, pasas polo bombardeo de Guernica (Almeria foi bombardeada pola marina nazi, postos a contar bombardeos), polo colonizados do provincianismo que temos en Ferrol, polo que dís... chegas a dialectica ricos/pobres... e acabas no sufrimento dos xudeus...

¡Mi madriña! ¡Menudo lío, lioso! Júroche que me perdín, cando o do meu racismo...

Eu o que quería decirlle a Pirucha, e a Dani Alvarez, e a todolos comentaristas, e que as tradicións identitarias sonche bonitas dabondo, pro, moitas teñen raíces na exclusión, no feixismo... Coma as tivo a do Athletic, cando non querían inmigrantes.

Coma nunca a tivo o Racing de Ferrol, sempre con xogadores negros, que agora traballan pola provinciana Ferrolterra... de vellos... casados con mozas da terra (provincianas, polo que dís, pero guapas, coma tódalas mulleres ferrolás).

Sen discriminacións sociais (as dos vascos daquela).

Era o que eu quería decir... e tí ¿que dixeches?

28/10/08

La bobada del derecho a la autodeterminación

"Por su parte, el senador Anasagasti contaba en su blog su encuentro en Barajas con un empresario vasco que le recomendó dejar de lado el derecho a decidir "porque la gente está muy preocupada por su empleo, por sus depósitos, por sus pensiones".

No está el horno para bollos, podría resumirse; o para bobadas: "El derecho de las naciones a la autodeterminación parece un principio que podría llevarse a la práctica y generar soluciones únicas y especialmente vinculantes en diversas situaciones concretas de conflicto, pero no es más que una bobada".

Ernest Gellner es seguramente el más conocido estudioso del nacionalismo de las últimas décadas. Poco antes de su fallecimiento, en 1995, sintetizó en una obra breve, Nacionalismo, sus conclusiones de muchos años dedicados al análisis de esa ideología. Es en ese libro donde aparece la frase citada. Suena bien, parece una idea obvia, la autodeterminación; pero no pasa de ser "una bobada" porque no resuelve ningún problema que no pueda solucionarse por los procedimientos democráticos ordinarios; mientras que su invocación puede contribuir, y con frecuencia contribuye, a hacer irresolubles esos mismos problemas.

Entre otras cosas, dice Gellner, porque "los principios implicados en su aplicación no se respetan entre sí". ¿Por qué tiene ese derecho Euskadi y no lo tiene Álava? ¿Por qué cinco referendos contrarios a la separación son provisionales pero uno a favor sería definitivo? (PATXO UNZUETA: No estamos para bobadas. (El País, ed. Galicia, España, 24/10/2008, p. 18 )

20/6/08

¿Porqué no podemos votar los españoles la independencia del País Vasco y Navarra, quieran o no lo quieran los vasco-navarros? Saldríamos ganando...

“¿No existe un cierto paralelismo entre la actitud irlandesa en relación con Europa y la del nacionalismo vasco con España? Euskadi se ha beneficiado de un sistema de financiación diferenciado y muy favorable. Al comienzo de la Transición se planteó el dilema de si la democracia podía dar a los vascos "menos que Franco", que si bien había suprimido los conciertos de Vizcaya y Guipúzcoa -provincias traidoras-, había conservado el de Álava, así como el Convenio de Navarra. La decisión que se adoptó es conocida, y también que estuvo en parte condicionada por la intención de crear un clima sociopolítico favorable a la retirada de ETA.
Sin embargo, lo que determina el privilegio no es tanto el concierto (que atribuye a las diputaciones la capacidad para recaudar todos los impuestos) como la fórmula utilizada para fijar el importe del cupo (contribución a las cargas generales del Estado por competencias no asumidas: Ejército, Casa del Rey, etcétera). El cálculo excluye lo que debería ser contribución de las comunidades forales al Fondo de Suficiencia, que es el principal instrumento de redistribución entre comunidades.
El resultado es que el País Vasco y Navarra disponen de una financiación pública por habitante un 60% superior a la media. Esa sobrefinanciación, unida a las aportaciones directas del Estado para la reconversión industrial de los años 80, ha permitido a la economía vasca recuperar el primer lugar en PIB per cápita (30.600 euros), que había perdido desde fines de los 70.
Al mismo tiempo, el argumento de que era necesario profundizar en el autogobierno para dejar sin espacio a ETA ha permitido forzar sin apenas contestación una interpretación cada vez más nacionalista del Estatuto de Gernika. ETA no ha desaparecido, pero el País Vasco se ha institucionalizado como un territorio con unos niveles de autogobierno superiores a los de cualquier otra entidad subestatal de la UE. La respuesta nacionalista ha sido considerar superada cualquier fórmula autonómica y pasar a exigir avances en la vía soberanista hacia la independencia.” (PATXO UNZUETA: Mentalidad de nuevos ricos. El País, ed. Galicia, España, 19/06/2008, p. 18)

7/12/07

Terrorismo y nacionalismo

“Desde los tiempos de Garaikoetxea, el nacionalismo vasco viene considerando que la solución de la cuestión terrorista y la superación del "conflicto político con el Estado" son dos caras del mismo problema. Ese conflicto se define como la falta de reconocimiento de la nación vasca, que se manifiesta en la no aceptación de su derecho a la separación. Y tras constatar que hay vascos que matan en nombre de ese conflicto se deduce que el fin de ETA pasa necesariamente por el reconocimiento de la autodeterminación.” (PATXO UNZUETA: La tarea del PNV; EL País, ed. Galicia, España, 06/12/2007, pp. 16)