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17/3/11

"A pesar de los esfuerzos de sus publicistas ETA no es nada más que violencia... Todo su lugar en el mundo... está definido por el crimen"

"Comprendo que la derecha olvide el patriotismo, lo suyo es el patrioterismo, pero la izquierda no puede dejar de ser patriota. Y aunque tenga que tomar medidas que pueden traerle problemas tiene mayor obligación que la derecha en ser responsable y hacer lo que se debe.

Al fin y al cabo la socialdemocracia solo es posible en un Estado fuerte, porque sus seguidores esperan la ayuda del Estado, en cambio, la derecha cuenta con otros muchos instrumentos.

¿Acaso no se ha visto obligado Zapatero a tomar determinadas medidas sabiendo que eran costosas, pensando en el futuro del país? En cambio, en materia antiterrorista creo que ha optado por no molestar a la derecha. ¿Por electoralismo? Más bien por falta de valentía." (JESÚS EGUIGUREN: Pulso firme y mano tendida. El País, 15/03/2011)

"¿Por qué un presidente escarmentado habría de volver a implicarse en aventuras cuando la política antiterrorista actual le está proporcionando éxitos? Eguiguren sólo encuentra como respuesta la presión de la derecha –la misma, por cierto, que sostiene al Ejecutivo de Patxi López–; no se le ocurre que pueda ser por las lecciones aprendidas." (Fundación para la Libertad, citando a Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 16/3/2011)


"Rechazar la violencia del futuro si la hubiera no es tan difícil, porque ETA ya no lo tiene.

Pero no hay en el mundo de Batasuna la menor autocrítica sobre la violencia pasada –que sí hizo el IRA antes de ponerse a negociar–. Así, cualquier acercamiento a él con una negociación sólo conseguiría enquistarlo, en el mejor de los casos." (Fundación para la Libertad, citando a
Eduardo Uriarte, EL PAÍS, 15/3/2011 )


"1. El presidente del Partido Socialista de Euskadi, Jesús Eguiguren, publicó hace un par de días un artículo imborrable en el diario El País.

Es muy conocida la opinión que la izquierda tiene de sí misma respecto a la derecha. La vieja y tenebrosa ilusión de la superioridad moral. Pero pocas veces se habrá manifestado con semejante hinchazón retórica.

El socialista dice textualmente: «La izquierda tiene mayor obligación que la derecha en ser responsable y [en] hacer lo que se debe.» El porqué de una declamación tan tosca es sencillo: la derecha, a diferencia de la izquierda, no puede ser responsable. Su naturaleza es la irresponsabilidad.

Y es sobre este estribo que levanta el caballero Eguiguren su acusación principal: el presidente del Gobierno es un cobarde porque estando biológicamente predispuesto, en tanto que miembro del Bien, no se atreve a practicarlo. Ha dicho cobarde, pero en realidad ha querido decir traidor: traidor a su naturaleza.

Por el contrario, la valentía, como cualquier otra virtud moral está fuera del alcance de la derecha: no hay razón posible contra las fuerzas de la naturaleza. La derecha es siempre inocente porque jamás puede ser otra cosa que culpable. (...)

La posibilidad de que Sortu sea ETA, sin embargo, es por completo imposible. A pesar de los esfuerzos de sus publicistas ETA no es nada más que violencia. Todo su lugar en el mundo (y, ay, el lugar que siempre habría debido ocupar en los periódicos) sólo está definido por el crimen y la destrucción.

La posibilidad, entonces, de que alguien sea ETA pasa por su adhesión a la violencia. De ahí que la condena de la violencia fuese una condición justamente impuesta por la Ley de Partidos para permitir el acceso al rondó democrático. La ley juzga conductas. Y no intenciones. Ni naturalezas.

Esto se ve muy bien con los pederastas. No van a la cárcel por amar a los niños, sino por sus actos. Lo mismo sucede (y debe suceder) con el amor a la patria." (Diarios de Arcadi Espada, 17/03/2011)

4/3/11

"Seis meses antes de la ilegalización de Batasuna, ETA difundió un comunicado en el que declaraba "objetivos militares" las sedes del PSOE y del PP"

"¿Qué deslegitimación de la violencia hubiera podido intentarse si la máxima autoridad vasca consideraba legítimo compensar la retirada de ETA mediante contrapartidas políticas como la autodeterminación, cambios institucionales en relación con Navarra y el País Vasco-francés y el resto del programa máximo nacionalista (y mínimo de ETA)?

De haber seguido Ibarretxe difícilmente hubiera dado Batasuna los pasos que ha ido dando para intentar recuperar la legalidad y participar en las elecciones.

Hoy tiende a admitirse mayoritariamente que la aplicación de la Ley de Partidos ha sido decisiva para esa evolución que acerca el fin de ETA, pero todavía hay sectores, no solo nacionalistas, para los que la prohibición de Batasuna vulnera el principio de participación política en condiciones de igualdad.

El 28 de septiembre de 2002, seis meses antes de la ilegalización judicial de Batasuna, ETA difundió un comunicado en el que declaraba "objetivos militares" las sedes del PSOE y del PP y amenazaba con "tomar medidas" contra los actos públicos de esos partidos.

¿Cabe mayor desigualdad que la establecida por esas amenazas, avaladas por la práctica anterior de ETA? La ilegalización de Batasuna fue, como sostiene la sentencia de Estrasburgo, una medida en defensa de la democracia y, en particular, del principio pluralista: no contra la igualdad, sino contra la desigualdad extrema que introduce la presencia condicionante de ETA.

Legitimar la democracia española y las decisiones de los tribunales es otra de las condiciones que favorecerían el fin de ETA.

Un efecto de la ilegalización fue la aparición de intereses en parte contrapuestos entre Batasuna y ETA. Un sector de la primera llegó a la conclusión de que no recuperarían la legalidad mientras la banda mantuviera su presencia.

Hay síntomas de que sus principales dirigentes y gran parte de la militancia consideran que esa presencia puede ser ya contraproducente para su causa.

Sin embargo, ETA no lo admite: no ha respondido al emplazamiento público de los firmantes de la Declaración de Gernika para que anunciara su voluntad de abandono definitivo de las armas, y en cambio ha dicho internamente que la "estrategia político-militar es incuestionable". (PATXO UNZUETA: Condiciones para la retirada. El País, 03/03/2011, p. 15)

28/5/09

Partidos, nacionalismo, personas e ideas

"Ezenarro niega a las ideologías el espacio en los partidos, y a la vez pretende que tenga la misma ideología una comunidad entera cuando asume el concepto nacionalista de «Euskal Herria como sujeto histórico de derecho», esto es, como máquina de imponer ideas sobre sus ciudadanos. Los partidos deben representar a ideas y a personas. Son las patrias las que no deben representar ideologías.

La frase se la espetó Aintzane Ezenarro, la representante de Aralar, a Patxi López durante el pleno de investidura y quedó impune en la marea del debate: «Los partidos no están para representar ideas sino a personas, y aquí hay cien mil personas que no están representadas». (...)

¿De dónde se ha sacado esta mujer que los partidos no están para representar ideas? ¿Qué cauce sino los partidos -y no los gobiernos dictatoriales ni los comandos terroristas- tienen para expresarse y canalizarse las ideologías en una sociedad democrática? Un partido político que no representara ideas políticas no sería un partido político sino otra cosa (un club gastronómico o de amigos del txistu) y un parlamento en el que los partidos sólo representaran a personas sin justificación ideológica alguna sería un bloque monolítico y amorfo, la pura negación de la vida política en vez de su más alto órgano de expresión. (...)

«Todas las ideas, todos los proyectos, todas las personas...». Aquí ya se iba más lejos de la homologación pura y simple. Quedaba constancia escrita del verdadero orden de valores que existe en el cerebro del totalitarismo nacionalista, del lugar último que ocupan los seres humanos en ese orden. (...)

¡Por supuesto que se pueden y se deben ilegalizar ideas! A quien no se puede ilegalizar ni eliminar es a las personas. ¿Es que los proetarras que ponían el grito en una suerte de cielo neoplatónico pretendían que el Estado prohibiera a los individuos mismos como hacen ellos? (...)

Ésa era entonces la perversión que acaba de conocer un envés igualmente inadmisible en la cabeza de la dirigente de Aralar, que ahora, de dar a las ideas la misma categoría existencial y las mismas prerrogativas que a los individuos, se ha puesto de pronto a negar para las ideas un espacio que ciertamente deben tener en la sociedad y en la vida particular de los individuos: ideas para hacer mejor el país o la casa, ideas para la crisis, ideas para el bricolaje. (...)

Pues sí, Aintzane, los partidos deben representar a ideas y a personas. Son las patrias las que no deben representar ideologías porque éstas negarían a la parte de ellas que no las comparte, a los individuos que invocabas en tu discurso. Es tremendamente curioso que la misma persona que (en razón de su ideología, no lo olvidemos) está negando en el hemiciclo vasco a las ideologías el espacio en los partidos sea la que a su vez pretende que tenga la misma ideología una comunidad entera cuando asume el concepto nacionalista de «Euskal Herria como sujeto histórico de derecho», esto es, como máquina de imponer ideas sobre cualquiera de sus ciudadanos reducidos, por esa imposición, a súbditos de un ultraplatonismo étnico, telúrico y aldeano." (Fundación para la Libertad, citando a: Iñaki Ezkerra, EL DIARIO VASCO, 27/5/2009)

20/12/07

Se condenan las personas que matan (en nombre de sus ideas, o de lo que sea)

“ (…) Lo que más favorece la dispepsia es el escuchar un día tras otro mentiras y más mentiras, aunque las bombas vuelen juzgados y los criminales asesinen defensores de la ley. Una mentira y de las gordas gordísimas es eso de que “ilegalizar ideas no es la solución”. Vamos a ver: las ideas no pueden ilegalizarse mientras son sólo ideas, es decir cosas que tiene uno en la privacidad de su cabeza. Si las cabezas fuesen transparentes, con las ideas que tengo yo cada vez que veo a nuestras dignas autoridades en televisión bastaría por encerrarme de por vida en el más remoto penal. Pero cuando las ideas se exteriorizan, se expresan y se forman grupos políticos para defenderlas en la sociedad, claro que pueden ser prohibidas, faltaría más. Si se forma un partido que no condena la violencia antisemita porque según él “los judíos son un problema político”, será prohibido: aquí y en cualquier lugar de Europa. Si aparece un partido que no condena la violencia de género porque según él “las mujeres son muchas veces un problema en la familia”, será prohibido: aquí y en cualquier país no sometido a la teocracia islámica. Y los partidos que no condenan el asesinato de adversarios políticos o los estragos terroristas, que comprenden la lucha armada contra el Estado por razones separatistas, que apoyan o celebran a los asesinos porque aprueban la razón de sus crímenes (aunque se manifiesten paradójicamente contrarios a la violencia) deben ser prohibidos: en España y en cualquier país democrático. En caso contrario, se estaría incitando a que imitásemos esas prácticas los demás.” (Fernando Savater: Vomitorio. Basta Ya Diario Digital, 19-12-07)