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9/7/24

Marte Ferrusola: Un empresario mientras trabajaba, se puso al teléfono. Tras unos minutos de conversación se quedó lívido. Acababa de hablar con Marta Ferrusola, quien, tras identificarse como esposa del presidente de la Generalitat, le propuso encargarse de la ornamentación floral del nuevo negocio. La oferta no le interesaba, pero no sabía cómo decir que no a la mujer de Jordi Pujol. Era difícil dar la negativa por respuesta a la entonces primera dama de Cataluña. Así que por temor a una suerte de castigo divino con aplicación terrenal se plegó a la voluntad de Marta Ferrusola... Fue una mujer sin la que resulta difícil entender hasta qué punto caló en la sociedad catalana ese fenómeno de abducción colectiva llamado pujolismo. Ferrusola fue sobre todo la matriarca de una familia de controvertidos límites éticos y morales... Ferrusola mantuvo –a través de la empresa Hidroplant– contratos de mantenimiento de jardinería con los departamentos de Economía, Medio Ambiente, Presidencia y Gobernación de la Generalitat. La sombra de Ferrusola no se quedaba ahí, se extendía a toda la sociedad catalana gracias a ese fenómeno llamado pujolismo. Hasta el mismísimo Josep Lluís Núñez mediados los noventa y siendo presidente del Barça cedió para que Hidroplant se encargara de colocar césped en el Camp Nou, lo que acabó en un auténtico fiasco... bajo su sombra protectora, casi todos sus hijos fueron o adjudicatarios de encargos de administraciones públicas o intermediarios de ellos

"Corrían los años noventa cuando un emprendedor que contaba con varios negocios logró poner una pica en un club exclusivo. Un día mientras trabajaba sonó el teléfono. Tras unos minutos de conversación se quedó lívido. Acababa de hablar con Marta Ferrusola, quien, tras identificarse como esposa del presidente de la Generalitat, le propuso encargarse de la ornamentación floral del nuevo negocio. La oferta no le interesaba, pero no sabía cómo decir que no a la mujer de Jordi Pujol. Era difícil dar la negativa por respuesta a la entonces primera dama de Cataluña. Así que por temor a una suerte de castigo divino con aplicación terrenal se plegó a la voluntad de Marta Ferrusola, que ha fallecido este lunes a los 89 años. Fue una mujer sin la que resulta difícil entender hasta qué punto caló en la sociedad catalana ese fenómeno de abducción colectiva llamado pujolismo. Ferrusola fue sobre todo la matriarca de una familia de controvertidos límites éticos y morales que acabó sus días afectada por una enfermedad de Alzheimer, según un dictamen forense de marzo de 2021. El juez la procesó por considerarla uno de los cerebros financieros de la familia, pero la causa contra ella quedó archivada por demencia severa.

Casada en 1956 con Pujol, no soportó jamás que se pusiera en entredicho la honorabilidad de ella o de sus hijos por poco claros que fueran sus negocios. Hasta que el tripartito de izquierdas llegó al poder, Ferrusola mantuvo –a través de la empresa Hidroplant– contratos de mantenimiento de jardinería con los departamentos de Economía, Medio Ambiente, Presidencia y Gobernación de la Generalitat. La sombra de Ferrusola no se quedaba ahí, se extendía a toda la sociedad catalana gracias a ese fenómeno llamado pujolismo. Hasta el mismísimo Josep Lluís Núñez mediados los noventa y siendo presidente del Barça cedió para que Hidroplant se encargara de colocar césped en el Camp Nou, lo que acabó en un auténtico fiasco. Cataluña era para Marta Ferrusola una extensión del Palau de la Generalitat gobernado por su marido. De su sentido patrimonial del poder y del país da idea la frase con la que anatemizó al Gobierno de Maragall, tras desalojar a CiU del poder: “Es como si entran en tu casa y te encuentras los armarios revueltos, porque te han robado”

Hasta entonces y bajo su sombra protectora, casi todos sus hijos fueron o adjudicatarios de encargos de administraciones públicas o intermediarios de ellos. Algunos Pujol-Ferrusola incluso formaron parte de delegaciones catalanas en viajes oficiales de su padre. Cualquier comisión de investigación parlamentaria al respecto se cortó de raíz hasta finales de los noventa. Cuando el fenómeno creció y se convirtió en políticamente amenazante para el mismísimo president, Pujol trató de ponerles coto. Era demasiado tarde. Ni los consejeros de Presidencia a quienes encomendó la tutela de los chicos fueron capaces de embridarlos. Marta los protegía y se erigía en matriarca frente a un Jordi Pujol con complejo de culpa por la dejación en aras de la política de su papel de padre de familia. El president era incapaz de imponer en casa la autoridad que ejercía sobre la sociedad catalana. Cuando en 2015 –un año después de la confesión de fraude continuado al fisco– Marta Ferrusola acudió al Parlament. Allí sostuvo que sus hijos estaban en una situación precaria a pesar de los escándalos económicos que les rodeaban. “Van con una mano delante y otra detrás”, sentenció. Siempre cultivó la idea de que la famosa deixa del avi Florenci no era más que un simple viático –un raconet– por si el régimen de colectivizaciones volvía a Cataluña.

Esa defensa de lo que consideraba poco menos que un derecho natural de su familia la llevó a mantener actitudes misóginas con las mujeres que rodeaban a su marido. No fueron fáciles sus relaciones con Carme Alcoriza, durante 40 años secretaria de Pujol. Ramon Pedrós, que durante un decenio fue jefe de prensa de Pujol, asegura que el president no viajó nunca a Cuba porque su esposa no lo hubiera acompañado a lo que consideraba un paraíso de perversión y vicio. Ferrusola intervenía activamente para tratar de evitar divorcios y, en general para poner coto a la que consideraba vida licenciosa de algunos de los consejeros de su marido, una receta con la que, por cierto, no triunfó mucho con sus propios hijos. Con todo, la derecha catalana la consideraba un referente. “Això es una dona”, le gritaban los seguidores de CiU a Marta la noche del 29 de abril de 1984 cuando compareció con su marido en el balcón del Majestic después de que la coalición obtuviera una de sus mayorías absolutas. Sus incondicionales la veían como la evidencia del triunfo de la tradición catalana frente al feminismo: madre de familia, intachable ama de casa, atenta con su marido y emprendedora con los negocios.

Su vertiente de creyente presidió buena parte de su actividad pública. En 1990 asistió a la beatificación de 11 mártires de la Cruzada “fusilados por odio a la fe”, en una de las hornadas de santidad que Juan Pablo II puso en marcha. Tampoco le dolieron prendas en compartir patio de butacas con Jorge Fernández –el ministro del Interior del PP que pasados unos años hablaría con su ángel de la guarda– en la solemne canonización de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Con esta manera de entender el cristianismo no tiene nada de extraño que apadrinara el alumbramiento público de la Fundación Provida, opuesta al aborto. Tanta trascendencia y respeto por la tradición católica contrasta con la frivolidad con la que empleaba el alias de “madre superiora” en sus comunicaciones con la dirección terrenal de la andorrana Banca Reig, que llamara a su hijo mayor –Jordi– “capellán de la parroquia” y que los millones fueran “misales”.

En el terreno político, mantuvo una estrecha relación y supervisión de los proyectos de su marido. Cuando la noche del 21 al 22 de mayo de 1960 supo que la policía acabaría llamando a la puerta de su domicilio, le dijo a Pujol: “Ahora es el momento de quedarse”. El que luego sería president de la Generalitat fue condenado por los tribunales de la dictadura a siete años de prisión, de los que cumplió tres. Ferrusola siguió políticamente a su marido y militó desde primera hora hasta su disolución en Convergència Democrática. Fue decisiva en la defenestración de Miquel Roca de CDC –en la que participó su hijo Jordi– y también en la entronización de Artur Mas como delfín. De José Montilla, el socialista que relevó a Pasqual Maragall en la presidencia de la Generalitat, no le gustaba que se llamara José. El castellano siempre fue una china en el zapato nacionalista de Marta, que fue beligerante con una inmigración que creía con la infiel misión primero de sustituir el catalán por el castellano y luego de derribar campanarios para erigir minaretes. Compartió puntos de vista xenófobos con el líder histórico de Esquerra, Heribert Barrera. “El problema es que las ayudas solo sirven para los inmigrantes que acaban de llegar (…) que sólo saben decir dame de comer”, dijo en 2001 en Girona. Su marido apostilló que lo expresado por su esposa en un lenguaje “muy franco y muy directo” es lo que pensaba “la gran mayoría de ciudadanos”. A pesar de las diferencias, la simbiosis Pujol-Ferrusola fue tolerablemente perfecta."                 (Francesc Valls, El País, 08/07/24)

21/11/23

La familia Pujol mantiene operativo a día de hoy el entramado 'offshore' que usó para cobrar comisiones ilegales

 "El expresidente catalán Jordi Pujol y el resto de miembros de su familia mantienen en funcionamiento en la actualidad el entramado societario offshore con el que blanquearon las comisiones ilegales que cobraron durante décadas. Los agentes cifran en 3.000 millones de euros la fortuna que el clan logró amasar. A pesar de que ya han pasado nueve años desde que salió a la luz el escándalo la familia aún no ha devuelto el dinero. (...)

El Debate ha podido verificar que las sociedades que usaron para desviar mordidas aún continúan en activo excepto un pequeño porcentaje cuyo dinero está bloqueado por la Audiencia Nacional. Estas sociedades se encuentran en los paraísos fiscales de Panamá y Bahamas y también en Estados Unidos y Reino Unido. La gran mayoría de estas compañías son tapaderas a nombre de testaferros pero también hay mercantiles que figuran a nombre de los Pujol. De los ocho hijos del clan, el mayor de todos, Jordi Pujol Ferrusola es, según los investigadores, el que mayor capital logró sacar fuera de España.

 Una de las sociedades que aún continúan operativa es la panameña Ipromar Ocean SA, considerada una de los brazos societarios desde donde entraban y salían las mordidas. Esta empresa fue constituida el 13 de noviembre de 1996 y en estos momentos cuenta con un capital de 200.000 euros. Si bien el objeto social de la empresa es la comercialización de marisco, los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional siempre consideraron la mercantil una tapadera para el desvío de comisiones. Pujol Jr. figura como uno de los propietarios de la empresa. El resto, tal y como figura en los informes policiales, son empresarios que actuaban como pantalla para mover el dinero en la sombra.

 Otras de las empresas que usó la familia Pujol para mover el dinero oculto son Molamol Headquarters Corp e Isla Quesito Headquarters Corp, ambas radicadas en Bahamas. Los investigadores, cuando desvelaron la existencia de ambas empresas, determinaron que en realidad se trataba de sociedades instrumentales que eran usadas para, a su vez, controlar fundaciones panameñas que ocultaban más dinero y para abrir y cerrar cuentas bancarias en Suiza. Para la UDEF la creación de estas sociedades tenían como finalidad evadir impuestos y blanquear capitales. Una de las pruebas en las que se apoyan es que fueron constituidas días antes de las operaciones sospechosas que nutrían de fondos económicos las offshore. La primera sociedad de Bahamas lleva consigo la identificación «1533775B» y la segunda «148192B».

Los agentes que continúan investigando la fortuna de los Pujol en el extranjero han detectado recientemente que una de las sociedades británicas que también participó en el lavado de activos y que hasta ahora continuaba en funcionamiento, llamada Brantridge Holdings Limited, ha sido cerrada. Detrás de la mercantil, de nuevo Jordi Pujol Jr. Los registros británicos han dado parte a los investigadores que el 7 de febrero de 2023 Brantridge Holdings Limited fue clausurada de manera abrupta. En la ficha de la compañía, activa desde 2005, figuraba el primogénito del expresidente catalán con la profesión de «inversor privado». (...)
 
La Fiscalía Anticorrupción pide 9 años de cárcel para Jordi Pujol y hasta 29 para su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola. Para el resto del clan las penas van de los 14 a los 8 años. La Abogacía del Estado, en cambio, no se dirige contra el patriarca, pidiendo 25 años de cárcel para su hijo mayor y entre 4 y 17 años y medio para los demás. El primer instructor del caso, José De la Mata, dio por acreditado que parte de esas «actividades corruptas» que habría cometido la familia coincidieron en el tiempo con la Presidencia de Pujol, aunque se habrían prolongado más allá de su salida del cargo, generándoles «cantidades millonarias» que desvinculó de la herencia familiar del abuelo Florensi Pujol esgrimida por los acusados.
El juez situó el origen del dinero en los pagos ilícitos realizados por terceras personas, en su mayor parte vinculadas a empresas, que hacían entregas millonarias a la familia, disimuladas bajo estructuras societarias y utilizando paraísos fiscales. Y ello a cambio de una «contraprestación» que pasaba por que los Pujol ejercieran concretas influencias para adjudicaciones y concesiones a lo largo y ancho del espacio geográfico catalán."            (Alejandro Entrambasaguas  , El Debate, 11/11/23)

6/11/23

Catalunya no se merecía… a los Pujol... “Esa frase de ‘lo sabía toda Barcelona’ tenemos que decirla —asegura Pilar Rahola sin pestañear— (…) Al final te hacías una especie de blindaje mental”. Y concluye: “Millones de catalanes decidimos no mirar. Bueno, si todos los hacen…”

 "España necesita conocer su historia inmediata y que le pongamos cara, afrentas y delitos a algunos de los personajes que han formado parte de nuestro país estos últimos años. Son muchos los nombres de empresarios, banqueros, futbolistas, cantantes… que tienen una trayectoria digamos que no demasiado clara, pero los documentales requieren su tiempo y no siempre es fácil dar con la información. Así, primero ha sido uno sobre Jesús Gil, El Pionero; más tarde otro sobre Juan Carlos I, Salvar al Rey; y ahora se está emitiendo uno sobre el clan Pujol, La sagrada familia

Han tenido el acierto de titularlo David Trueba y Jordi Ferrerons, artífices de los cuatro episodios. Y es que, los catalanes lo sabemos bien, pocas familias tan “auto percibidas sagradas” como los Pujol. Tan sagrada se asumían que Marta Ferrusola en su comparecencia ante el Parlament tuvo a bien enfadarse por la afrenta que estaba recibiendo su familia al ser interrogados en una comisión parlamentaria. Una ofensa que, a su juicio, “Catalunya no se merece”, ahí es nada. 

¡Catalunya estaba siendo agraviada por intentar demostrar presuntamente que los Pujol no eran trigo limpio! Y es que el clan de los Pujol hizo de Catalunya su casa, como bien sabía Marta, y, como buena ama de casa, debía manejar la economía para que su prole —no olvidemos que los Pujol son familia numerosa, siete hijos— no pasara penurias.

“¿Es que yo no podía tener una empresa por ser hijo del President de la Generalitat?”, se sorprende Josep Pujol, único hijo que aparece en el documental, a la vez que, asegura que los investigaban fruto de “un recelillo típico de la época”. Y el caso es que algo de lo que ahora se puede hablar sin ambages —”los cargos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, falsedad documental y evasión fiscal” que pesan sobre la familia Pujol—, ha sido durante años, demasiados, un secreto a voces. “Esa frase de ‘lo sabía toda Barcelona’ tenemos que decirla —asegura Pilar Rahola sin pestañear— (…) Al final te hacías una especie de blindaje mental”. Y concluye: “Millones de catalanes decidimos no mirar. Bueno, si todos los hacen…”. 

Y así fue cómo, poco a poco, millón a millón, misal a misal —según la terminología de la matriarca— se fue construyendo lo que ha acabado siendo un patrimonio ilegal de más de 40 millones según la Fiscalía, y la fosa política de un personaje como Jordi Pujol que ha acabado muerto civil y políticamente, así como desacreditado para pasar dignamente a la historia tras reconocer su tenencia de dinero en el extranjero con excusas que nadie cree.

 Y sí, en el documental también parece claro que para huir de ese “ustedes tienen un problema, y ese problema se llama 3%”, que soltó un Pasqual Maragall a quién le habían tensado demasiado las cuerdas, se prendió la mecha de la independencia. Una maniobra política realizada con una ingenuidad que, a decir de Nuria de Gispert, evidenció que vivíamos en un “Estado fuerte y que tenía una maquinaria que no la podía romper nadie”. Pero ninguna maniobra ha podido evitar que la Fiscalía solicite una pena de cárcel de 9 años para Jordi Pujol y entre 8 y 29 para sus siete hijos."                      (Carmen Domingo , El País, 19/12/22)

10/10/23

Así empezó todo. El germen del nacionalismo catalán, elevado a la categoría de negocio, arrancaba de la mano de un clan familiar, los Pujol que, tras años de impunidad, y con una causa abierta por corrupción en la mesa de la Audiencia Nacional, conocerán, por fin, en las próximas semanas, la fecha de un juicio durante el que el tribunal central revisará los negocios personales del que fuera presidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol, beneficiándose de ello cuando todavía lo era, y sus hijos

 "(...) Según ha podido saber El Debate, los trámites procesales necesarios para elevar a la Sala de lo Penal de la AN la instrucción del juez Santiago Pedraz tras decretar el magistrado la apertura de juicio oral contra los procesados, están a punto de concluir.

Una serie de problemas técnicos, que impedían acceder a parte de los archivos aportados por la defensa de la icónica familia independentista, han dilatado, más de lo que hubiera sido deseable, el último impulso procesal del 'caso Pujol'. Pero una vez subsanados, «es cuestión de un par de semanas» que todo esté listo para que se designe el ponente del tribunal y se fije fecha para la vista, han confirmado las fuentes consultadas.
 
Jordi Pujol i Soley, expresidente de la Generalitat de Cataluña reconoció públicamente, en julio de 2014, que había ocultado a la Hacienda española, durante más de 30 años, los depósitos de dos cuentas en el extranjero: una primera en Suiza y una segunda en Andorra. Lo hizo obligado por las circunstancias, tras darse a conocer ciertas informaciones bancarias del clan catalán a raíz de los documentos sustraídos por el exempleado de uno de los bancos donde se albergaban los fondos.
 
Para evitar posibles repercusiones legales y aprovechando la ocasión que les brindaba la amnistía fiscal del entonces ministro popular Cristóbal Montoro, los Pujol decidieron regularizar de manera voluntaria un total de cuatro millones de euros. Aunque Pujol aseguró que el origen del dinero era un legado fuera de testamento que le había dejado su padre Florenci, en la causa judicial consta que en la cuantía, de unos 850.000 euros en los años ochenta llegó a multiplicarse de manera tan exponencial como milagrosa hasta llegar a los ocho millones de euros, en 2010.

«Organización criminal»

Las cifras no podían explicarse de una forma razonable y así lo entendió el magistrado la Audiencia Nacional inicialmente asignado a las pesquisas, José de la Mata, quien inició la instrucción de una causa que, a lo largo de este mes, sentará a Jordi Pujol y a sus siete hijos en el banquillo. Hasta el punto de que, ante lo escandaloso de los números, el auto de procesamiento de toda la familia al completo– excepto la matriarca Marta Ferrusola que, por la grave demencia que padece, ha quedado excluida –habló de organización criminal.
 
El primogénito, Jordi Pujol Ferrusola llegó a ingresar en prisión en diciembre del 2017 por mover parte de los fondos por los que estaban siendo investigados. Además, atesora el dudoso honor de ser el primer miembro imputado de la familia por cohecho y tráfico de influencias por la concesión irregular de varias estaciones de ITV en Cataluña.
Oriol Pujol, por su parte, ha recurría en paralelo, la decisión del juez Manuel García Castellón de no investigar la 'operación Cataluña' en el marco del caso Villarejo. No en vano, intentaba ser admitido como perjudicado en la macrocausa que afecta al excomisario jubilado ya que, a raíz de las pruebas desglosadas en el mismo, éste podría haber estado involucrado en ciertas prácticas de dudosa legalidad para revelar los hechos que desvelaron partes de la trama de corrupción contra su familia que, ahora más que nunca, está más cerca de conocer la fecha elegida para la primera, de las varias sesiones que les llevarán al banquillo."                 (María Jamardo, El Debate, 24/09/23)

20/3/23

Ha muerto Millet... Una época ha terminado. La del país de las maravillas de las familias del poder local... Millet confesó que había formado parte de la trama de corrupción que, con el Palau como pantalla, conectó a Ferrovial con la Convergència de Jordi Pujol... el Govern adjudicó la concesión para construir la Ciudad de la Justicia... un 22% del total previsto ―57.860 millones de euros de los 263 totales― le correspondía a Ferrovial... El 4% de ese 22% eran casi dos millones de euros... los gestores del Palau se quedaban un 1,5 de dicha comisión. En este caso, 726.000 euros. Nada que no hubiese ocurrido desde hacía más de un lustro

 "La Ciudad de la Justicia fue el último lugar donde se vio a Fèlix Millet. Si sus años dorados no pueden explicarse al margen del modernista Palau de la Música, vinculado a su tradición familiar y a la dimensión civil del catalanismo, su caída se refleja en aquel otro conjunto arquitectónico donde siete edificios de forma prismática albergan dependencias judiciales. Su biografía los conecta. No solo porque en 2017 él confesó allí que había formado parte de la trama de corrupción que, con el Palau como pantalla, conectó a Ferrovial con Convergència. 

Hay más. Lo que cuadra el círculo de esa conexión se compactó, precisamente, durante la construcción de la Ciudad de la Justicia. ¿Nos atrevemos a cruzar el espejo? Porque podemos contemplar solo a aquel personaje grotesco encerrado en su círculo de codicia. Pero si lo atravesamos, alrededor del hombre que falleció el jueves, puede vislumbrarse un caso prototípico de los mecanismos de adaptación a la política de una gran empresa en un momento clave de nuestra historia reciente.

“Páseme estos papeles a limpio”, dijo a su secretaria la mano derecha de Millet en la gestión del Palau. Le dio unas notas mecanografiadas y ese viernes 17 de febrero de 2006 ella empezó tecleando el título: Adjudicación ciudad judicial. Las cifras que allí aparecían cuadraban con otro documento redactado en septiembre de 2003. El contexto es clave, eran días de decadencia del imperio. Un par de meses antes del fin de la última legislatura de Pujol como president y cuando faltaban dos semanas para empezar las vacaciones de verano, el Govern de la Generalitat adjudicó la concesión para construir la Ciudad de la Justicia.

 Como se consigna en ese documento, un 22% del total previsto ―57.860 millones de euros de los 263 totales― le correspondía a Ferrovial. La legislatura acabó el 23 de septiembre. El contrato de adjudicación está fechado el 25. En 2006 el compinche de Millet hizo números. El 4% de ese 22% que se pagó a la constructora eran casi dos millones de euros. La mayoría de ese dinero debía llegar a Convergència. Ferrovial hacía una donación al Palau que firmaban intermediaros de los directivos y los gestores de la entidad musical, a cambio, se quedaban un 1,5 de dicha comisión. En este caso, 726.000 euros. Nada que no hubiese ocurrido desde hacía más de un lustro.

Son documentos que la Policía incautó en 2009 y constan en el Informe elaborado por la Oficina Antifraude, incluido como apéndice en el Dictamen de la Comisión de Investigación del Parlament que se celebró a mediados de 2010. Pero cuando dicho dictamen se hizo público, en Cataluña la política estaba en shock. A la lobotomía que el Tribunal Constitucional le hizo al Estatut plebiscitado, y que se dio a conocer entonces, le había seguido una multitudinaria manifestación independentista que cambiaría el paradigma del catalanismo. 

Medio año después, con Artur Mas en la presidencia, se tomó una decisión que pasó demasiado inadvertida, pero resultó determinante: la abogacía de la Generalitat se retiró de la acusación. Y así, como dijo el director del Palau encargado de la auditoría para esclarecer el caso, el consorcio del Palau, del que forma parte la Generalitat, pasó de víctima a encubridor. Cuando en 2017 el caso se juzgó en la Ciudad de la Justicia y Millet ya era el apestado número uno de Cataluña, los delitos de los intermediarios de Ferrovial habían prescrito.

Una época había terminado. La del país de las maravillas donde las familias del poder local se reencontraron en el Palau para asistir a las bodas de las dos hijas de Millet. Entre 2000 y 2002. Se levantaron las butacas de la platea y parte del edificio se habilitó como discoteca. No faltó nadie del mundo conservador catalán, de las elites políticas y económicas, entonces aún bien conectadas con Madrid. Tampoco quiso perdérselo el presidente de Ferrovial, por supuesto. Las facturas del bodorrio Millet las pasó al Palau, pero no dudó en quedarse la parte de la fiesta que pagaron sus consuegros."                   (Jordi Amat, El País, 19/03/23)

24/2/23

Retorno a Pujol... Jordi Pujol siempre estuvo aquí, pero sufrió un eclipse en la memoria colectiva de Cataluña durante una década... Se mantuvo la pátina de respeto porque a la familia -a la familia en general, como en Sicilia- se le acaba perdonando todo... Es lo que tiene el nacionalismo de los sentimientos; puede sancionarte, robarte, cancelarte, hacerte la vida imposible…pero no cree hacerlo por nada tan material como la apropiación indebida y el fraude sino por algo tan inconsútil como el sentido de pertenencia, la identidad o las ansias de ser algo sin parangón en la historia

 "Jordi Pujol siempre estuvo aquí, pero sufrió un eclipse en la memoria colectiva de Cataluña durante una década. Fueron los años volcánicos que siguieron a su confesión de 2014, cuando el fantasma del “avi Florenci” entró en escena y se descubrió lo que todos sabían pero nadie se atrevía a señalar. El viejo President hacía trampas en el juego participativo de corrupción y reparto que había durado veinte años. Se mantuvo la pátina de respeto porque a la familia -a la familia en general, como en Sicilia- se le acaba perdonando todo. Lo que vino a suceder luego fue un a modo de “Retorno a Brideshead” de Evelyn Waugh. Sin embargo no era una novela sino una realidad sin pizca de talento más allá del arte de someter a una sociedad con las artimañas que él mismo había fabricado. Un hipócrita contumaz como rey del juego.

Cautivo y desarmado el ejército pujoliano siguió ganando la batalla. Ninguno de los corruptos convictos y confesos asumió su responsabilidad. Todos y cada uno lo hicieron por defender el indeclinable derecho de familia, es decir, “la patria catalana”. Por Cataluña ya se había hecho rico Cambó y la letanía siguió hasta esa señora inmune al ridículo llamada Laura Borràs. En el medio hubo de todo; un festín con algún fiambre memorable y digno, del que sus herederos hicieron buena pitanza.

Para afirmar que “el Procés” ha terminado habría que precisar antes cuándo empezó, que sería el mejor modo de llegar a la conclusión de que no ha pasado nada porque nadie considera haberse equivocado, ni menos aún ser un golpista desenfadado. Es lo que tiene el nacionalismo de los sentimientos; puede sancionarte, robarte, cancelarte, hacerte la vida imposible…pero no cree hacerlo por nada tan material como la apropiación indebida y el fraude sino por algo tan inconsútil como el sentido de pertenencia, la identidad o las ansias de ser algo sin parangón en la historia.

Deberían importarnos una higa las palabras emotivas y menos aún el juicio postrero de los historiadores; una falacia. Para los sentimientos el tiempo no aclara las cosas sino que las complica y siempre aparece quien descubre las buenas intenciones ocultas en Hitler o Stalin, qué no dirán del amor por Cataluña de Jordi Pujol padre, Jordi Pujol hijo, Artur Mas el de Ítaca, el abacial Junqueras, o el autoexiliado Puigdemont. Si va bajando usted en la lista del escalafón podrá llegar hasta el funcionario abrevador del erario público. Nadie en Cataluña se ha preguntado nunca por qué desde el President de la Generalitat hasta los “mossos de esquadra”, pasando por “consellers” y asesores de a puñado, todos ellos se remuneran a sí mismos con cantidades muy superiores a las de sus homólogos españoles. Habrá que entender que es porque tienen una idea tan alta de Cataluña que se la cobran en euros.

Si Jordi Pujol menudea las apariciones en público después de años de silencio es porque su mundo sigue y no se ha extinguido como cabría suponer de un líder letal para la sociedad catalana. Ni la economía, ni la cultura parecen echar cuentas de la degradación que supuso su largo reinado. Menos aún la política. Desde Artur Mas a Pascual Maragall le emularon y por eso subieron unos grados el horno; la pieza amenazaba gusanera y tenían menos tiempo para hacerla servir. Olvidamos que fue Felipe González quien distrajo el asunto de Banca Catalana para poder cobrárselo algún día. Lo mismo repitieron Aznar y Rajoy, solo Zapatero y Sánchez por necesidades de supervivencia pasaron de socios a cómplices; lo uno y lo otro.

¿Y ahora, qué tenemos? Variantes del pujolismo, unos con más calorías que otros, pero todos seguidores de las vías que marcó el Padrino. No es nada personal, solo negocios, por más que los recubra ese velo de romanticismo sentimental que nos sale cuando contemplamos las cuitas de aquel Marlon Brando de Coppola, achacoso y febril, tratando de mantener su imperio delictivo. La torticera ambición de retirar el castellano del espacio público desde la infancia no es más que la consecuencia del fracaso de la inmersión lingüística que convirtió en sufrimientos individualizados lo que no era sino una represión social supremacista. Incluso han logrado convertirlo en principio obligatorio para sobrevivir en una sociedad inclinada a la servidumbre de los sentimientos que cotizan en bolsa.

¿En qué se diferencia el president Aragonés del aspirante Illa? En “el tarannà” que dirían por aquí; en la actitud. Esta sociedad que se miraba en espejos socialdemócratas o liberales, o eso decían, se deslizó hacia el catalanismo como coartada identitaria. Cambian los tonos pero la canción pegadiza sigue la misma, por eso si echamos la mirada a los cánones culturales percibiríamos que las personas son idénticas pero diversifican sus disfraces y a algunos les da por creer -es menos incómodo- que los tiempos se clarifican. 

Los frágiles iconos mediáticos no se desdicen del ayer. Tan solo varían sus posturas. Se puede pasar de la CUP al Círculo de Economía con la mirada puesta en Illa, como en el caso de Josep Ramoneda. De escribiente promotor del editorial acrisolado “La dignidad de Cataluña” a Podemos, sin que se mueva un pelo ni una coma, caso de Enric Juliana. O dar un salto de la crianza servil con Lluis Prenafeta, -jefe de la fontanería del Padrino y fundador de la nunca citada “Cataluña Oberta”- a vocero del palatino “El País” como Jordi Amat. Son los aquilatadores de lo políticamente correcto. No pasa nada, ni nadie les va a señalar si no es con argucias metafóricas orsianas -si se entiende demasiado, complíquelo-.

Pocos signos tan simbólicos como la candidatura de Xavier Trías a la alcaldía de Barcelona. Este médico de la política siempre estuvo allí, como el dinosaurio de Monterroso, pero ahora se aparece como las esencias de antaño sin la pestilencia del Palau, el secreto de familia. Volver a Pujol sin disimular que nunca se ha ido. Nada del PDCat, solo el viejo embrujo del seny autocomplaciente. La batalla de Barcelona del próximo mayo tiene mucho de Juegos Florales que esconden una realidad viciada, en la que los contendientes hacen ejercicios sobre un caballo que no es otra cosa que nuestros propios lomos. Por eso se han sumado todos con aviesa complicidad a considerarle un adversario que da el tono. Los Comunes de la izquierda institucional, los socialistas disociados en el último minuto, la Esquerra que hace como que gobierna y la derecha hirsuta que ni sabe quién será su candidato. Todos a una se felicitan por volver a lo de siempre. "                     (Gregorio Morán  , Vox Populi, 18/02/23)

8/2/23

Jordi Pujol (hijo) se embolsó 5,3 millones por el vertedero de Vacamorta... Ahora, la Generalitat tendrá que invertir 188 millones para extraer los 3,5 millones de toneladas de basuras depositadas ilegalmente

 "Este pasado mes de diciembre, la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC) ha emprendido los trabajos de vaciado y restauración del antiguo vertedero de Vacamorta (Baix Empordà), que fue clausurado definitivamente por orden judicial en 2014. Según las previsiones de Isaac Peraire, director de la ARC, la tarea de extraer y tratar los 3,5 millones de toneladas de basuras que hay en este vertedero se prolongarán hasta el año 2041 y tendrán un coste de 188 millones de euros.

Esta factura, que, en definitiva, acabaremos pagando todos los catalanes, es la “mierda” que nos deja uno de los múltiples negocios que hizo Jordi Pujol Ferrusola, aprovechando que su padre fue presidente de la Generalitat (1980-2003). El vertedero de Vacamorta formaba parte de un gran proyecto, impulsado a finales de los años 90, para construir tres grandes depósitos privados de residuos en las comarcas de Tarragona, Girona y Lleida.

De los tres vertederos previstos por Jordi Pujol Jr. y sus socios en este negocio -los empresarios Gustavo Buesa y Josep Mayola- solo hay un en funcionamiento, el de Tivissa (Ribera d’Ebre). El de Vacamorta está cerrado y el que estaba previsto en Alcarràs (Segrià) no acabó prosperando.

Para obtener los permisos necesarios de la Generalitat, este grupo contaba con la plena complicidad de Felip Puig -amigo de la infancia de Jordi Pujol Jr.-, que fue consejero de Medio Ambiente (199-2001) y de Política Territorial y Obras Públicas (2001-3) cuando se tramitaron los permisos. El objetivo de Jordi Pujol Jr. no era la explotación directa de estos vertederos, sino que su negocio era la obtención de las licencias y, después, dar el  “pelotazo”, traspasándolas a la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC).

El antiguo hombre fuerte de FCC en Cataluña, Jordi Piera, era quien, desde la sombra, estaba detrás de esta trama corrupta. FCC acabó comprando el 80% del vertedero de Tivissa por 15,9 millones de euros y el 80% del de Vacamorta por 13,1 millones de euros.

De estas dos operaciones, Jordi Pujol Ferrusola obtuvo un beneficio personal de más de 10 millones de euros: 5.298.921 millones por el de Tivissa y 5.287.129 por el de Vacamorta. Para cobrar estas comisiones usó las sociedades “pantalla” Active Translation SL y Nordic SpA, constituida en Dinamarca por la sociedad instrumental Rakestone Ltd., domiciliada en el “paraíso fiscal” de la isla de Man, con el objetivo de esconder su identidad y eludir el pago de impuestos."               (elTriangle, 15/01/23)

28/7/22

El editorial “La dignidad de Cataluña” se convirtió en el ariete político de una Convergencia postpujolista... Trataba de ocultar el agujereado tapiz donde Jordi Pujol hacía de padrino y su especial secretario de fondos y promociones, Prenafeta, ejercía similar papel al de Bárcenas en el PP... La diferencia es que a Bárcenas no se le ocurría justificar su rapiña por la “dignidad de España”, mientras que Prenafeta se consideraba el alma de la Cataluña modélica... Cataluña vive un proceso en el que las dosis de nacionalismo son diversas pero cubren el panorama de lo visible, empezando por el mediático. Frente a una sociedad cada vez más alérgica a la dogmática identitaria... La dignidad de Cataluña está tan deteriorada que los nuevos albaceas del erial posmoderno dan en pensar que el futuro caerá del cielo... Les queda la pasividad de los camellos; seguir la ruta y aguantar en la senda que ni ellos mismos sueñan alcanzar. La hipocresía que les amamantó desde adolescentes

 "Si hubiera que poner un jalón en la batalla del catalanismo por mantenerse como dominante de la vida política y social de Cataluña sería obligado referirse a un editorial, publicado en 2007, con un engolado título, “La dignidad de Cataluña”. Lo habían redactado en primeras nupcias dos personajes de trayectorias sinuosas; un notario asentado, el aragonés López Burniol, que había saltado de una obsesiva inclinación por redactar “cartas al director” a convertirse en espeso recitador de los lugares comunes patrocinados por sus clientes. La otra pluma del manifiesto no fue otro que un periodista, hoy ubicuo tertuliano, Enric Juliana, que adquirió maneras como corresponsal en el Vaticano tras una efímera travesía por “Bandera Roja” y el PSUC, referentes de la izquierda antifranquista.

 “La dignidad de Cataluña” se convirtió en el ariete político de una Convergencia postpujolista, entonces capitaneada por un buscavidas con riñón cubierto, Artur Mas. Bastó que toda la prensa catalana se sumara al envite que retaba a la España constitucional y a todo aquel que dirigiera su mirada hacia la corrupta trama que rodeaba al poder en Cataluña. Trataba de ocultar el agujereado tapiz donde Jordi Pujol hacía de padrino y su especial secretario de fondos y promociones, Prenafeta, ejercía similar papel al de Bárcenas en el PP. Los dos Luises, Prenafeta y Bárcenas, coetáneos, ilustran una época y un modo de hacer política. La diferencia es que a Bárcenas no se le ocurría justificar su rapiña por la “dignidad de España”, mientras que Prenafeta se consideraba el alma de la Cataluña modélica, hasta el punto de ejercer de promotor de talentos mediáticos y literarios que a día de hoy tienen buen cuidado de no incluirlo en sus currículos.

Cataluña vive un proceso en el que las dosis de nacionalismo son diversas pero cubren el panorama de lo visible, empezando por el mediático. Frente a una sociedad cada vez más alérgica a la dogmática identitaria subsiste sin embargo en los medios de comunicación, en la tropa que abreva en las redes y cómo no, en la clase política de últimas rebajas. Plantear un 25% de castellano en la enseñanza pública se entiende como una provocación para los rescoldos del espíritu pujoliano que lo empaña todo. “Las esencias, nos quieren robar las esencias; ellos, que son iguales, mientras nosotros somos diferentes”. 

La hipocresía, que es la marca de la casa del catalanismo, instituyó que lo válido para los demás no tiene por qué ser para ellos. Cabe recordar aquel arrebato cínico –“A partir de ahora cuando se hable de honradez hemos de hacerlo nosotros”- dijo el President en discurso muy celebrado. Adaptada a los tiempos no otra cosa es que la presidenta del Parlament, Laura Borrás, rechace dimitir tras su incontestable entrega de fondos públicos a un amigo, por lo demás reincidente y traficante. Le piden seis años de cárcel, pero no va con ella ni tampoco con el daltónico Parlament. La misma letanía.

 La cultura en Cataluña podrá ser un erial de mediocridad, como otras, pero tiene el rasgo identitario del abrevadero. Laura Borrás fue durante años directora del Instituto de las Letras Catalanas; como antes su colega Quim Torra. El gremio del talento sólo emite el ruidito gruñón de los gorrinos cuando pujan por hacerse con su ración de pitanza. Ni una muestra de dignidad, ni siquiera vergüenza por aquella machada de la Feria de Frankfurt, donde se contabilizaron 680 talentos de la cultura, a pan y mantel. Ni los chinos hubieran osado tan oficial y numerosa corte del ingenio.  

Si hay algo que causa perplejidad para quienes seguimos el anodino mundo de la cultura catalanista -en tiempos más oscuros se denominaba sin empacho “cultureta”- es su desvergüenza. Nada los ruboriza. Son inmunes a la dignidad mínima exigible en una sociedad abierta y responsable de sus actos y tropelías. La subvención institucional, que mejor habría de denominarse “promociones del Virreinato”, abarca el ámbito de una lengua surgida para expresarse y hacerla viva, y no para convertirla en pasaporte de la mediocridad y la servidumbre.

Agotada la cantera del catalanismo convergente la izquierda institucional ha venido a cubrir el vacío. Los herederos del mundo imaginario de la catalanidad ya no tienen nostalgias del pujolismo, pero han quedado las flores secas del cementerio, una singularidad del paisaje político catalán. Enviciados en la política como modo de vida, la izquierda institucional que procedía del PSUC -los comunistas catalanes- se ha convertido en la tropa ideológica de los únicos que pueden concederles un lugar a cargo de los presupuestos. La fantasmal familia de los “Bandera Roja”, el grupo que fundarán Alfonso Carlos Comín, padre del independentista de Waterloo, y Jordi Solé Tura, con el objetivo de radicalizar a los comunistas en los años 70, ahora son los floreros del PSC, de los Comunes de Ada Colau, o de la CUP arrebatada de los barrios altos. El que fuera último secretario general del PSUC, Rafael Ribó, “Síndico de agravios” en la traducción autóctona, cumplió su papel de palanganero de la catalanidad independentista, a muy buen precio y con regalías.

 La dignidad de Cataluña está tan deteriorada que los nuevos albaceas del erial posmoderno dan en pensar que el futuro caerá del cielo en forma de un joven empresariado tecnológico, ajeno a los avatares de un presente turbio. Son tan iguales que se aferran a la lengua “propia” como el único clavo donde colgar su fracaso político. Nada importante, salvo que han conseguido convertir una tierra fructífera en un desierto sin oasis. Les queda la pasividad de los camellos; seguir la ruta y aguantar en la senda que ni ellos mismos sueñan alcanzar. La hipocresía que les amamantó desde adolescentes."              (Gregorio Morán   Vox Populi, 16/07/22)

8/7/22

Jordi Pujol, la última entrevista: dijo que no era ni había sido nunca independentista. Puede que eso sea cierto, pero también es indudable que abonó la estrategia secesionista de Artur Mas y de su desaparecido partido en el 2012... Con la misma contundencia también niega ser un corrupto, ahora bien, Pujol lideró un proyecto político manchado fuertemente por la corrupción, de la que él era conocedor como máxima autoridad de Catalunya, que enriqueció a muchas personas, empezando por dos de sus hijos, y devaluó las instituciones del autogobierno... lo más lamentable de la entrevista es el persistente tono victimista. Esa es la peor herencia del ‘pujolismo’, el hecho de haber contribuido durante décadas a envenenar el sentimiento de los catalanes con una retórica rencorosa

 "Tras cuatro temporadas, el periodista Josep Cuní se despidió la semana pasada de su programa matinal en Ser Catalunya con una interesante entrevista a Jordi Pujol. (...)

Pero parece que Pujol se prestó creyendo que se trataba de una despedida al unísono con uno de los periodistas que más veces le había entrevistado en su larga etapa de ‘president’. Porque para él, con 92 años y consciente de sufrir ya algunos lapsus de memoria, seguramente sí sea su última entrevista. El diálogo con Cuní fue rico en titulares y permitió ver a un Pujol que intenta reescribir su pasado con la esperanza de que al final se imponga una lectura positiva sobre su legado que orille, como mínimo, la falta de ejemplaridad pública de su familia, de la que él reconoce sentirse culpable.

 Argumentalmente repitió algunas de las afirmaciones expuestas en su testamento político, ‘Entre el dolor i l’esperança’, libro-entrevista a cargo de Vicenç Villatoro que publicó el año pasado. La primera fue que no era ni había sido nunca independentista. Puede que eso sea cierto, en el sentido de que nunca lo creyera posible, pues su realismo político es innegable, pero también es indudable que abonó la estrategia secesionista de Artur Mas y de su desaparecido partido en el 2012. 

 Tras su confesión sobre el dinero que tenía en el extranjero, en julio del 2014, políticamente quedó fuera de juego, pero fue una revelación que no hizo más que evidenciar que la voluntad de tapar los sucesivos casos de corrupción (desde el caso Palau, en el 2009, hasta la trama de las ITV que protagonizó Oriol Pujol, a mediados del 2012) constituyó otro de los alicientes para el salto independentista de CDC. 

 Ahora bien, por encima del famoso 3% y la corrupción de los Pujol, en el orden de los factores del ‘procés’ aparece la oportunidad para Mas de librarse de la dependencia del PP en el Parlament y de abrir un horizonte utópico frente a la crisis que permitiese aglutinar un movimiento de corte populista. Cuestión diferente es que se le fuera de las manos y acabara en un fracaso absoluto en el 2017.

 Con la misma contundencia que Pujol afirma que no haber sido nunca independentista, aunque dejó que sus seguidores alimentasen ese sueño y lo utilizasen como aprendices de brujo, también niega ser un corrupto porque “nunca cobró una peseta”, le dijo a Cuní. Démoslo por bueno también, al margen de la causa judicial pendiente, y de lo raro que resulta esa herencia de su padre, depositada en el extranjero, de la que fue excluida la hermana y de lo que nada se supo hasta que la policía dio con ella en Andorra. Ahora bien, Pujol lideró un proyecto político manchado fuertemente por la corrupción, de la que él era conocedor como máxima autoridad de Catalunya, que enriqueció a muchas personas, empezando por dos de sus hijos, y devaluó las instituciones del autogobierno.

 Por último, lo más lamentable de la entrevista es el persistente tono victimista, al tiempo que España aparece siempre como culpable de “intentar ahogar” a Catalunya. El paralelismo actual con Rusia como país imperialista fue particularmente insultante y lo peor es que Cuní no tuvo reparos en elogiar en diversos momentos la lección de historia que estaba ofreciendo Pujol. Establecer un hilo de continuidad entre los reyes asturianos y su juramento de recuperar Toledo, capital del reino visigótico peninsular, con la esencia de la España democrática y europea es delirante.  

Esa es la peor herencia del ‘pujolismo’, el hecho de haber contribuido durante décadas a envenenar el sentimiento de los catalanes con una retórica rencorosa. Pujol lamenta que hoy Catalunya esté triste y desordenada tras la etapa convulsa del ‘procés’, y reconoce la poca talla de nuestros gobernantes, sin preguntarse si el ‘pujolismo’ no está en el origen de todo ello."           (  Joaquim Coll, El Periódico, 05/07/22)

13/5/22

Corrupción en Cataluña: en Cataluña nos encontramos una variable sin equivalentes en otros lugares... Las críticas, las acusaciones o las investigaciones por corrupción han sido presentadas sistemáticamente por los afectados como ataques al autogobierno catalán

 "Al analizar las prácticas corruptas en Cataluña nos encontramos una variable sin equivalentes en otros lugares. Con frecuencia las irregularidades en las instituciones catalanas se han pretendido esconder con pretextos políticos. Las críticas, las acusaciones o las investigaciones por corrupción han sido presentadas sistemáticamente por los afectados como ataques al autogobierno catalánJoaquim Bosch (2022)

La cita del magistrado es una “verdad como un templo”, sin discontinuidades en tiempos recientes, buen motivo para recomendar su libro: Joaquim Bosch: La patria en la cartera. Pasado y presente de la corrupción en España, Barcelona. Ariel, 2022.

No está de más hablar de un tema de siempre que sigue siendo de rabiosa actualidad (Laura Borràs), sabiendo además que, contra toda lógica e información contrastada, algunos colectivos y “personalidades” siguen insistiendo en que eso de la corrupción es cosa de los españoles, de sus partidos y organizaciones, que nada tiene que ver con las incorruptibles instituciones y los molt honorables de .Cat. Observemos que apenas se habla ahora de la corrupción aléfica de Jordi Pujol (y familia) cuyas apariciones públicas se enmarcan siempre en aplausos entusiastas y reconocimientos.

En el ámbito catalán, como señala Bosch, existen serios problemas de ejemplaridad pública a los niveles más altos. Lo demuestran las investigaciones judiciales pero también los estudios internacionales. El Instituto de Calidad del Gobierno de la Universidad de Gotemburgo “publica un prestigioso índice anual sobre calidad institucional de los gobiernos subnacionales, en el que se valoran las estructuras gubernativas de las distintas regiones europeas”. En el caso de España, según el índice de 2021, “el territorio con peor percepción de control de la corrupción es Cataluña, seguida de Canarias, Andalucía y Madrid.

Recordemos algunos casos que probablemente sigan en nuestra memoria:

  1. En el caso Pallerols se investigó el enriquecimiento de cargos de CiU y la financiación de uno de los socios de la coalición nacionalista, UDC. Los hechos probados de la sentencia señalan que Pallarols, propietario de unas 80 academias formativas ocupacionales, recibió entre 1994 y 1999 unos 6 millones de euros de la Generalitat catalana, para impartir cursos de formación a trabajadores en paro. En el acuerdo fraudulento se establecía que debía transferir a UDC el 10% del dinero recibido.
  2. En el caso Casinos de Catalunya, se investigó la presunta financiación ilegal de CDC. En 1990 un directivo, Jaume Sentís, presentó una querella contra el presidente de la entidad, Artur Suqué, convergente y amigo íntimo de don Jordi, al que se acusaba de desviar 3.000 millones de pesetas (¡tres mil millones!), de las cuales 1.000 millones habían servido para financiar para la financiación ilícita de CDC.
  3. El caso del molt ex honorable se inició ya en los primeros años de la transición “ante los los indicios de irregularidades sobre la gestión de Jordi Pujol en Banca Catalana. Cuestionar las posibles actuaciones fraudulentas se convirtió en un ataque a Cataluña, en lugar de representar una exigencia ética imprescindible”.
  4. Recordemos que el juez instructor de la Audiencia Nacional que ha investigado el origen del dinero oculto, la herencia que Pujol dijo haber recibido de su padre, Florenci, no ha constatado la existencia de ninguna transmisión hereditaria.

Sumemos a lo anterior el caso de las ITV (Oriol Pujol), el caso Palau (Millet-CDC), el caso Pretoria (Prenafeta, Luis Andrés García, Bartolomé Muñoz), el expolio de la Asociación Catalana de Municipios por parte de su secretario general (Josep María Matas) y del jefe de los servicios jurídicos (Francesc Xavier Solà), ambos convergentes. Según hechos probados en sentencia de 2017, ambos se apropiaron de cerca de un millón de euros.

Y así siguiendo y siguiendo. Recordemos también (y recordémoslo a otros) que a diferencia de lo que ocurría en otras comunidades y en el conjunto de España, aquí se hablaba del “oasis catalán” y muchos, muchísimos, propagaban la buena nueva: nosaltres no som com els altres, nosaltres no som d’eixe món, de atrevían a decir.

¿La situación ya no es esa, todo ha cambiado, no hay de qué preocuparnos? ¿Firme y generalizado propósito de enmienda?

Manos levantadas, por favor, quienes así lo crean. No hay manos levantadas."             ( , elTriangle, 27/04/22)

8/3/22

Pujol fue el instigador y diseñador de toda la trama corrupta familiar. La razón: la familia Pujol eran unos unos advenedizos... las familias de abolengo hacían notar a Pujol que cuando perdiera el poder político regresaría a la clase media... así que tejió un entramado empresarial para perpetuar la influencia familiar y pasar a formar parte del poder real de Cataluña... una trama corrupta que no es ni comparable con la corrupción latinoamericana y está casi emparentada con la africana

 "Para los catalanes que acumulamos años a nuestras espaldas el presidente Pujol es una parte viva de nuestra memoria colectiva. Entró de presidente de la Generalitat cuando yo tenía 17 años y salió cuando ya había cumplido la cuarentena.

 El dominio que ejerció Pujol en el espacio político y social en Cataluña durante este tiempo es un caso único en el mundo democrático. No era solo el presidente, era el líder y referente indiscutible del país. Un caso de liderazgo digno de estudio de cómo un líder político ha sido capaz de abducir transversalmente a todo un país. Recuerdo haber coincidido por motivos profesionales con el president Pujol en tres ocasiones. No las olvidaré nunca. 

A pesar de mi recelo como politólogo al líder político quedé, como casi todo el mundo, fascinado por el personaje. Campechano y seductor a la vez que robusto intelectualmente y con amplitud de miras. Dominante y ególatra pero cariñoso y atento con sus interlocutores. Un tipo único.

 El primer elemento que no encaja del Pujol corrupto es que no hay duda que ha sido siempre un hombre austero en su modo de vida. Estoy convencido que jamás se interesó por el dinero ya que su único alimento vital era el poder y el reconocimiento social. ¿Cómo es posible que un líder político tan frugal en lo económico haya cobijado una trama corrupta tan espectacular que no es ni comparable con la corrupción latinoamericana y está casi emparentada con la corrupción africana? El argumento de que era la familia que lo empujaba y que él lo toleraba a regañadientes no se sustenta de ninguna de las maneras. 

 Obvio que la madre superiora era una mujer de armas tomar, pero Pujol era a la vez el obispo, el cardenal y el Papa y no hay madre superiora ni esposa que le pudiera hacer sombra. Mi hipótesis es que Pujol fue el instigador y diseñador de toda la trama corrupta familiar. La razón de esta ambición económica en una persona tan sobria es que partía del principio de que el poder y la influencia real no residía en la política sino en la fuerza económica de una familia.

 Recordemos la Cataluña de la época: la Cataluña de las mil familias o de las cien grandes familias barcelonesas que dominaban el país. En este contexto, la familia Pujol eran unos parias, unos advenedizos que se habían colado en la élite social y económica por la vía de la política. Estas familias de abolengo no despreciaban ninguna ocasión para hacer notar a Pujol que era un advenedizo social y que cuando perdiera el poder político regresaría a la clase media, que era su origen y destino. 

El president deseaba perpetuar su poder familiar por la vía más funcional: poseer la suficiente fuerza económica para poder tejer un entramado empresarial con medios de comunicación bajo su dominio para poder perpetuar la influencia familiar y pasar a formar parte de lo que él consideraba el poder real de Cataluña.

Si tomamos este elemento como punto de partida, todo lo que ha sucedido es más fácil de comprender. Pujol fijó su ambición y su estrategia y dejó la gestión de la cleptomanía pública a su familia. Ni tenía tiempo ni sentía fetichismo por el dinero ya que para él era solo un instrumento y nunca un fin. Y todo se le escapó de las manos ya que la familia anhelaba el dinero para mejorar su confort económico. Ferrusola ejercía de legitimadora del latrocinio: el país debía compensar el inmenso sacrificio familiar por y para Cataluña.

 El hijo mayor era el gestor, el director ejecutivo del fondo familiar. El dinero embrutece y es muy difícil sustraerse de su encanto sin exhibirlo ni disfrutarlo y llevar un elevado tren de vida que generó todo tipo de sospechas.

Pero todo lo relatado hasta ahora no es especialmente grave ni excepcional, ya que forma parte de la naturaleza humana: ambición de poder y avaricia económica para mejorar el bienestar familiar. Lo realmente relevante es que las instituciones de un país, el sistema de partidos políticos en el marco de una democracia, los medios de comunicación y las élites empresariales y sociales no ejercieran sus funciones de control y de reequilibrio tanto a nivel formal como informal. No hay ninguna duda que todos estos actores sabían lo que ocurría y durante veinte años nadie movió un solo dedo. (...)

Ahora ha llegado el momento de juzgar a estos dos personajes relevantes de lo que era una joven democracia. Pero sería un error limitarnos a esperar los resultados de estos procesos judiciales, que creo que nos van a dejar un decepcionante aroma, ya que solo se juzgará la punta del iceberg. Tenemos que acometer un proceso de revisión mucho más amplio que analice por qué en España y en Cataluña han fallado todos los correctores políticos, institucionales, mediáticos y sociales que han tolerado durante muchos años las andanzas delictivas de estos dos próceres de la patria."               

(Carles Ramió es catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la UPF. El País, 25/06/21)

23/2/22

Tras siete años de ostracismo, el Gobierno catalán rehabilita a Pujol en un acto con otros expresidentes... Utilizar la acción exterior de Cataluña y el debate sobre Europa para rehabilitar públicamente a un corrupto declarado. Hay cosas que no cambian, por mucho que los partidos se cambien de nombre.

Susanna @susannasegovia

 Utilitzar l'acció exterior de Catalunya i el debat sobre #Europa per rehabilitar públicament a un corrupte declarat. Hi ha coses que no canvien, per molt que els partits es canviïn de nom. #NeoConvergents

10:02 a. m. · 22 feb. 2022
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"Tras siete años de ostracismo de Jordi Pujol de los actos oficiales de la Generalitat, el expresident ha reaparecido este lunes, junto a casi la totalidad de sus sucesores, en la clausura de un ciclo de conferencias sobre el futuro de Europa. 

 Pujol, a la espera de ser juzgado por blanqueo de capitales y asociación ilícita, se había alejado de la vida pública como expresidente tras confesar que tenía un patrimonio oculto en Andorra y cuyo origen nunca ha sido aclarado.

Pujol renunció a todas las prebendas derivadas de ostentar la presidencia de la Generalitat. Una de ellas era el tratamiento de “muy honorable”, que es vitalicio. En la presentación del acto, coorganizado por el departamento de Acció Exterior —en manos de Junts per Catalunya— y las instituciones europeas, se utilizó el término “señores” para referirse al fundador de la extinta Convergència, José Montilla, Artur Mas, Carles Puigdemont (que participó por videoconferencia) y Quim Torra. Se evitó así tener que hacer diferencias protocolarias más allá de denominarles presidents.

Después de decidir alejarse voluntariamente de los focos, en el verano de 2014, las veces en que Pujol se ha dejado ver en grandes eventos públicos se cuentan con los dedos. La última había sido el pasado mes de noviembre, cuando asistió a un debate sobre financiación autonómica organizado por el Ara. Iba como oyente pero terminó pidiendo intervenir para asegurar que había pedido el concierto económico durante la Transición. “Perdonen. No asisto a actos públicos y menos hablo, pero esto lo he vivido directamente”, dijo entonces.

 Este lunes no ha dado ningún tipo de justificación sobre su presencia en la mesa redonda, celebrada en el paraninfo de la Universidad de Barcelona, aunque sí ha hecho una confesión. “Me da vergüenza explicarles y les pido benevolencia. He preparado unas notas pero no las encuentro”, ha revelado el exdirigente, de 91 años. En una intervención llena de divagaciones aunque sin perder el estilo con que gobernó durante 23 años, ha recordado su espíritu europeísta desde los “16 años”, leyendo informaciones sobre Winston Churchill y sus llamamientos entonces a una Europa unida tras la guerra. Y también ha alertado del papel de Rusia, que cree que actúa “por miedo” al verse amenazada ante los valores que representa la Unión Europea.

Entre el público del acto estaban, entre otros, el empresario David Madí y el exsecretario de Relaciones Internacionales de CDC, Víctor Terradellas, ambos investigados en el marco del polémico caso Voloh. El exvicepresident y lider de ERC, Oriol Junqueras, también ha participado en una mesa redonda previa a la de los expresidentes. En la agenda del Govern del pasado viernes no figuraban los detalles del acto.

Pujol también ha tenido unas palabras especiales para Puigdemont y ha alabado su “acción sostenida a nivel de toda Europa por la causa de Cataluña”. El eurodiputado, por su parte, ha asegurado que el “marco de Europa” es la única posibilidad de que sobreviva “una nación pequeña”. Mas, en su intervención, ha defendido a la UE “pese a todas las incomprensiones respecto a hechos que suceden”.

 Montilla no ha asistido a la reunión porque tenía reunión consejo de administración de Enagás pero envió un videomensaje abogando por una ”integración política y económica y de unidad fiscal”. Torra ha vaticinado que “la única manera” en que el catalán sea oficial en la UE será cuando Cataluña sea un estado. La consejera de Acció Exterior, Victòria Alsina, ha abogado en la clausura del evento porque las instituciones europeas se doten de un mecanismo para facilitar la permanencia en la unión de las las naciones que aspiran a convertirse en un Estado."                 (Camilo s. Baquero, El País, 21/02/22)

2/11/21

Albert Soler: Todos los partidos del Parlamento catalán son botiflers (traidores). Todos, salvo JuntsxBlindar o como se diga hoy, que lo único que quiere es blindar a Laura Borràs para que no tenga que dejar el Parlament por las acusaciones de corrupción... Es natural que se resista a dejar el cargo... Si la justicia considera corrupción destinar el dinero público a ayudar a amigos, es que la justicia no tiene corazón y es legítimo desobedecerla... Laura Borràs no está en política por cuestiones de ego, sino por razones altruistas, como la de ayudar a los seres queridos... Antes, los buenos catalanes decían que preferían ser robados por los nuestros que por los de fuera, ahora ya no es que lo prefieran, es que les encanta...

 "Todos los partidos del Parlamento catalán son botiflers (traidores). Todos, salvo JuntsxBlindar o como se diga hoy, que lo único que quiere es blindar a Laura Borràs para que no tenga que dejar el Parlament por las acusaciones de corrupción. Si los demás partidos fueran catalanes de verdad y no unos vendidos al españolismo, entenderían que, cuanto más corrupta sea la segunda autoridad de Catalunya, mejor representa a la Catalunya actual.

 Una Borràs blindada no desentonaría en medio de Tigers y Panzers en la batalla de Kursk. Es tal su talla que, según la fiscalía, antes de ser nombrada presidenta del Parlament ya se esforzaba en cometer fraude, falsedad documental, malversación y prevaricación, sabiendo que todo ello le impulsaría a las más altas cotas políticas en un lugar como la Cataluña postproceso. Con un currículo así, no se entiende que todavía no sea presidenta de Catalunya, está claro que el escaño en la tribuna del Parlament le queda pequeño. 

¿Quién representa mejor que ella, un proceso que ha servido sólo para conseguir prebendas y cargos, para enriquecerse y vivir como pajarás? Si, Dios no lo quiera, Laura Borràs tiene que abandonar el escaño, nos costará encontrar un sustituto de peso similar.

 Es natural que se resista a dejar el cargo. Quizás el sueldo de 155.000 euros tiene algo que ver, pero debe pesar más el poder ayudar a amigos, repartir contratos, en fin, sentirse un poco como un hada protectora, ella es generosa por naturaleza. No por nada, sus devotos aseguran que esta mujer vale su peso en oro, aquí creo que exageran.

 Si la justicia considera corrupción destinar el dinero público a ayudar a amigos, es que la justicia no tiene corazón y es legítimo desobedecerla. 

- ¡Contratos! ¡Tengo contratos pequeños, de los que no necesitan concurso! Venga, que me los quitan de las manos. 

 Si en Catalunya es normal desviar dinero a gente que conocemos sólo de referencias y vive en Waterloo, para que juegue a revoluciones imaginarias, más lógico es beneficiar a amigos y conocidos, que utilizarán el dinero en cosas más tangibles. Laura Borràs no está en política por cuestiones de ego, sino por razones altruistas, como la de ayudar a los seres queridos. Sin descuidar su persona, que la generosidad comienza siempre por uno mismo, al menos entre los de JuntsxPasta o como se llamen.

 El reglamento del Parlamento está claramente obsoleto. Un reglamento que insta a retirar el escaño a los diputados acusados ​​de corrupción, no puede tener cabida en Catalunya, o cualquier día JuntsxAfanar o como se llamen, podrían encontrarse sin representación, lo que sería un atentado contra la democracia: muchos catalanes quieren tener unos representantes políticos que, además de engañarles, hagan lo que quieran con el dinero público. Antes, los buenos catalanes decían que preferían ser robados por los nuestros que por los de fuera, ahora ya no es que lo prefieran, es que les encanta."           (Albert Soler, Diari de Girona, 29/10/21)

26/10/21

Jordi Pujol o el deshonor de Cataluña... Pujol no solo supo construir una estrategia de agitación para enfrentarse a la Justicia, sino que consiguió que una mayoría de la Audiencia de Barcelona decidiese no juzgarlo. Esto es ejercer el poder: hacer que los otros hagan aquello que a ti te conviene

 "«Los príncipes son compañeros, si no dueños de las leyes; el poder que la justicia no ha ejercido sobre sus cabezas, es razonable que lo ejerza sobre su reputación y sobre los bienes de sus herederos, -cosas que a menudo preferimos a la vida-.» Michel de Montaigne

Han pasado siete años desde que el expresidente de la Generalitat emitió su mendaz confesión sobre la fortuna oculta en paraísos fiscales, durante más de treinta años, proveniente de un inverosímil legado de su padre, acompañada de un presunto arrepentimiento, demandas de perdón y voluntad de expiación.

Al conocerse la noticia, en 2014, apenas hubo reacciones airadas en Cataluña. La más extemporánea fue el iconoclasta derribo de una estatua que representaba a Pujol encaramado en lo alto de un pedestal, y que en un acto de egolatría propio de los regímenes totalitarios fue inaugurada por el propio representado. Del impacto emocional de la noticia se pasó al silencio y al olvido, como si nada hubiera ocurrido.

Hasta que de forma sigilosa Pujol fue haciendo apariciones públicas. Primero de forma ocasional hasta alcanzar el paroxismo al convertirse en nonagenario. Los exégetas hicieron esfuerzos por desentrañar su personalidad, tal que si fuera un jeroglífico indescifrable. Sobre su obra de gobierno se derramaron los elogios necesarios para convertirla en ingente, aunque Cataluña, comparativamente, hubiese progresado menos que España, Madrid o Barcelona en el mismo plazo de tiempo.

No hay que olvidar que Pujol lograba holgadas victorias gracias a que la mitad de los electores no se sentían impelidos a votar en unos comicios catalanes. Ejercía un poder omnímodo, cuasi por asentimiento, lo que el presidente Tarradellas vaticinó como una «dictadura blanca», con la aquiescencia de la oposición socialista que bendecía sus ensoñaciones identitarias mientras que una élite de la burguesía catalana buscaba refugio en un ‘capitalismo clientelar’ o de ‘amiguetes’ sin precedentes en nuestro país y que dio lugar a una corrupción propia, ‘made in Cataluña’, con reiteradas imputaciones a miembros del gobierno o dirigentes del denominado ‘sector negocios’ de su partido. Amordazó a los medios de comunicación hasta tal punto que -salvo alguna excepción en un semanario irreverente al inicio de su mandato- nunca desvelaron a la opinión pública un caso de corrupción. Ni uno solo.

El definitivo enjuiciamiento de Pujol, de todos sus hijos y de los colaboradores necesarios para la comisión de los delitos que permitieron, según el fiscal, un enriquecimiento de todos ellos aprovechando el cargo de presidente de la Generalitat, ha acelerado su práctica rehabilitación pública. En Cataluña, está hoy más vigente que nunca lo que decía Hanna Arendt: «Lo que define a la verdad factual es que su opuesto no es el error, la ilusión ni la opinión, sino la falsedad deliberada o la mentira».

En el imaginario colectivo se ha implantado un corpus hermenéutico. Hay explicaciones endógenas que hacen de lo sucedido un simple error humano, un borrón sin importancia en la hoja de servicios de Jordi Pujol. Su delito fiscal, no se sabe si «por miedo, por desidia, por ligereza, por debilidad» (según declara en su reciente libro de conversaciones) estaría justificado por su exclusiva dedicación a la misión que tenía encomendada como padre la patria. Se le exonera, también, trasladando la responsabilidad de la corrupción a sus vástagos, alegando un imposible desconocimiento de sus fechorías, así como su autoproclamada incapacidad para ejercer como padre. Tampoco faltan quienes convierten a su esposa, Marta Ferrusola, en una figura shakesperiana, el ‘deus ex machina’ de todo lo sucedido.

La alardeada exigencia ética de líder nacionalista, su inveterada condición de predicador con sus arengas de moralina barata, finalmente le habría jugado una mala pasada, aunque no cese de repetir la letanía de que «No soy un corrupto. No soy un corrupto…», convertida ya en un sonsonete, ni deje de compararse con Helmut Kohl, el canciller que logró la reunificación de Alemania pero que cayó en desgracia por un caso también de corrupción. A pesar de su inusitado interés por pasar a la Historia, incluso su propio cuñado Francesc Cabana ya ha sentenciado que «La Historia no absolverá a Jordi Pujol».

Por si todo ello no bastara siempre se puede recurrir al malvado ‘Estado español’. El origen sería la famosa entrevista televisiva que le hizo Jordi Évole en 2012, en que Pujol se declaraba partidario de la independencia en un hipotético referéndum de autodeterminación. Sería, a fin cuentas, una maniobra del Gobierno del Partido Popular para tratar de frenar, a través de una mala praxis policial, el llamado ‘procés’ independentista. De ahí el ‘pantallazo’ de sus cuentas en Andorra, y el convencimiento general en Cataluña de que no podrán demostrarse las acusaciones allí vertidas a causa de los años transcurridos y de que al final la cosa acabará en nada, o casi nada como ya ocurrió con Banca Catalana.

Es un precedente nada desdeñable. La respuesta del nacionalismo al enjuiciamiento de Pujol fue una demostración de fuerza ante la aún débil democracia española, tras el fallido golpe de estado del 23-F. La inhibición como inculpado de Pujol, tras sus bravatas de que «a partir de ahora de ética solo hablaremos nosotros» proclamadas desde el balcón de la Generalitat ante una multitud enfervorecida, le concedió un régimen de absoluta impunidad con la condescendencia de los sucesivos gobiernos de España, hasta el punto de convertirse en un auténtico virrey de Cataluña, tal como reza el título de una hagiografía.

También lo es para los actuales líderes del independentismo, como escribe recientemente el politólogo Albert Aixalà en la revista de pensamiento en catalán, ‘Política & Prosa’: «Pujol no solo supo construir una estrategia de agitación para enfrentarse a la Justicia, sino que consiguió que una mayoría de la Audiencia de Barcelona decidiese no juzgarlo. Esto es ejercer el poder: hacer que los otros hagan aquello que tú quieres, aquello que a ti te conviene. No solo los tuyos sino también los demás».

El día que finalmente se inicie la vista oral no serán solo Pujol, sus hijos y el resto de los implicados quienes se sienten en el banquillo de los acusados, sino que también lo hará Cataluña, aquella que Pujol moldeó a su antojo y semejanza y que nos ha llevado hasta la actual situación de ruina económica y fractura social, al colapso total."                     

(Manuel Trallero es escritor y periodista. Revista de prensa, 18/06/21; fuente: ABC, 18/06/21)

6/8/21

Más de dos mil personas han salido contagiadas en Cataluña de los festivales de música... pero Rahola dice que defiende a los festivales a pesar de los contagios, cree que esos 2.000 infectados "es muy buena relación"... pura miseria moral... ni Bolsonaro ni Trump dejaron tan claro su desprecio por las personas

 "Rahola defiende a los festivales a pesar de los contagios. La periodista cree que los más de 2.000 infectados "es muy buena relación"

 La periodista Pilar Rahola ha defendido a los tres festivales de música celebrados el pasado mas de julio en Cataluña después del estudio presentado por el Departamento de Salud, que ha detectado el doble de contagios de los previstos en los festivales y ha cifrado en 2.279 el número de positivos entre los asistentes en el Vida, el Canet Rock y el Cruce -842 personas infectadas más entre los asistentes que los que serían esperables en personas de las mismas características en los catorce días posteriores a los festivales-.

Rahola, que ha compartido varias paellas con la directora del Canet Rock, ha remarcado en el programa Todo es mentira de Cuatro que "conozco mucho el trabajo que hace Gemma Recoder y la gente de los festivales" y ha subrayado que "han sido pioneros en toda España a poner todas las restricciones posibles".

La escritora ha destacado que "los tres festivales lo hicieron con el apoyo del Procicat y de los médicos y creo que es importante destacar que el mismo Departamento de Salud, que ha hablado de los dos mil y pico casos, ha dicho que de ninguna forma los festivales han estado supertransmissores".

Finalmente, ha asegurado que "probablemente hay más transmisión en el ocio nocturno o en cualquier actividad pública en el verano porque hablamos de una proporción de 80.000 personas que ha derivado en dos mil infectadas, 800 más de los previsibles". "Es muy buena relación", ha concluido."             (e-notícies, 04/08/21)             

 "Bonaventura Clotet decía que los festivales "son seguros". Más de dos mil personas han salido contagiadas.

 El doctor Bonaventura Clotet defendió el pasado 27 de junio durante el Preguntes Freqüents de TV3 que los festivales de música al aire libre eran "seguros". Los datos facilitados hoy por el Departamento de Salut indican que más de 2.000 personas salieron contagiadas de covid, el doble de las previstas por la Generalitat.

 Bonaventura Clotet, sin embargo, afirmó que "ahora tendremos la suerte de poder tener conciertos como el Cruïlla, como el Canet, como el Vida". "Son seguros porque ya lo hemos demostrado antes mi grupo de investigación clínica", aseguró.

"En grupos de centros como el Palau Sant Jordi se juntaron cinco mil personas y con los cribados previos de los tests se pudo descartar que entraban personas infectadas y por tanto se pudo evitar la infección en aquellos grupos cerrado. Pues mucho más sencillo en el ambiente abierto que serán estos conciertos de verano”, añadió."               (e-notícies, 03/08/21)

 "La directora del Canet Rock cuestiona el estudio de Salud.

 La directora del Canet Rock, Gemma Recoder, una habitual en las paellas de Carles Puigdemont; ha cuestionado en una entrevista en El món a Rac-1 el estudio que presentó ayer el Departamento de Salud sobre el impacto de los festivales de música en la quinta oleada de la epidemia. "No me parece que los datos sean rigurosos", ha sentenciado.

Recoder ha lamentado que Salud "nos avisa media hora antes de que harán una rueda de prensa y no nos dan los datos". En este sentido, ha criticado que "no pudimos discutir, ni hablar, ni comparar" y ha denunciado que los datos están "mal explicadas". "Pediría que se explicara mejor", ha reclamado.

También ha expuesto que el epidemiólogo Oriol Mitjà "explica que la transmisión ha sido ínfima y que son más importantes los beneficios de hacer un cribado que los 800 positivos, que ponemos en duda, porque la gente que va a un festival también a un cena o una fiesta..."

Gemma Recoder ha recordado que "durante el tiempo del estudio había 8.000 contagios diarios en Cataluña" y ha dicho que los resultados de los estudios muestras "un porcentaje bajísimo". En este sentido, ha lamentado algunos titulares de prensa porque, según ella, los datos "están muy mal interpretadas".

La portavoz del Canet Rock ha defendido que "lo hicimos bien" porque "seguimos todas las pautas que trabajamos muchísimo con las tres consejerías y que nos ha llevado un trabajo increíble". Además, ha compartido "bastante" la opinión dada por el director del Cruïlla, Jordi Herreruela, que se ha mostrado "muy enfadado" y "ofendido" con Salud. "No son los datos que esperábamos, no las damos como buenos porque no son rigurosos ni válidos", ha sentenciado.

Herreruela ha dicho que "esta presentación hace un daño enorme al sector y, como mínimo, hay que ser rigurosos". "El proceso para llegar a hacer estos festivales lo hemos hecho conjuntamente con tres consejerías y la presentación de ayer fue precipitada, no compartieron los datos con nosotros, no nos informaron previamente y, tal como se han presentado los datos, se ha dado una imagen totalmente distorsionada y nos toca pedir a Salud que rectifique", ha remachado.

Finalmente, el máximo responsable del Cruïlla, que tiene previsto mantener un contacto con el conseller Josep Maria Argimon, ha puesto "en duda" todo el estudio porque "todo es una fotografía distorsionada que no podemos aceptar como buena y que nos indigna".             (e-notícies, 04/08/21)

29/7/21

La familia Pujol como organización criminal... Jordi Pujol creó en Catalunya un Estado clientelar-patrimonial en el que lo público se confundía con lo privado. En el centro se encontraba su clan. Alrededor de éste se fueron formando una serie de círculos concéntricos... unas tres mil personas dependían directamente de la "organización" para subsistir

 "Un juez instructor acusó hace un año a la familia Pujol de ser una organización criminal y el pasado abril la Audiencia Nacional desestimó el recurso interpuesto por el clan contra esa y otras imputaciones. Todos los Pujol están procesados menos Marta Ferrusola, exonerada por razones de salud mental.

Con el recurso, el clan quería hacer recaer toda la responsabilidad en Jordi Pujol (jr.), a quien parece irremediable que condenen. Pero la Audiencia Nacional reitera que todos los miembros de la familia se lucraron. Sostiene asimismo que actuaron de manera coordinada entre sí, abriendo y cerrando cuentas de forma sincronizada o transfiriendo fondos entre las mismas. Crearon, además, sociedades offshore para ocultar los fondos y blanquearlos después. En el auto del juez instructor constan las "fundaciones instrumentales de nacionalidad panameña" de las que son beneficiarios cinco de los hermanos y Marta Ferrusola. El 16 de junio el Juzgado Central de Instrucción resolvió abrir juicio oral al expresidente de la Generalitat y sus siete hijos.

Estoy habituado a que una organización mafiosa se denomine "familia" desde que vi "El Padrino". Pero es la primera vez que me entero de que a una familia se la considere (jurídicamente) una "organización criminal" (lo que no significa que no haya ocurrido antes).      

Pujol creó en Catalunya un Estado clientelar-patrimonial en el que lo público se confundía con lo privado. En el centro se encontraba su clan. Alrededor de éste se fueron formando una serie de círculos concéntricos. Según algunos cálculos unas tres mil personas dependían directamente de la "organización" para subsistir en su día a día.  Sus cargos, empleos, subvenciones, negocios, o concesiones, estaban en manos de la familia Pujol-Ferrusola. Se formó también otro círculo más amplio, cuyas dimensiones no se conocen, integrado por las personas que realizaban ocasionalmente "negocios" con alguno de los miembros del clan o recibían favores puntuales de ellos.

El poder del estado catalán fue manejado como si fuera un patrimonio privado. Y a la inversa: la actividad empresarial privada fue tratada como si fuera un asunto público durante el proceso por el caso Banca Catalana. Pujol convirtió el intento de encausarle en un ataque contra Catalunya.

El periodista Alfons Quintà fue quien hizo saltar el escándalo de Banca Catalana a la luz pública. Publicó en El País un artículo muy documentado del que fue coautor. Tenía una segunda parte preparada, pero ésta fue vetada por Juan Luis Cebrián, director por entonces del periódico, tras recibir una llamada del gobernador del Banco de España, Mariano Rubio. Cebrián le mandó a éste una copia del texto que tenía sobre su mesa. También se la hizo llegar a Francesc Cabana, secretario del consejo de administración de Banca Catalana y cuñado de Jordi Pujol. Les dijo que no lo publicaría de momento.

 Todo eso se cuenta en "El hijo del chófer", una biografía psicoanalizada (no novelada) de Alfons Quintà, escrita por Jordi Amat. El autor presenta al periodista como un individuo muy perturbado, marcado por el abandono de su padre. De ahí nacería su resentimiento contra todas las demás personas que le dejaron en la estacada a lo largo de su vida. Tenía clavada con chinchetas una tarjeta de cada una de ellas en la pared de su estudio. Una de las personas asaeteadas era Jordi Pujol. Le odiaba por la cancelación del proyecto de la Enciclopedia Catalana en 1971. En ese momento lo estaba financiando Banca Catalana y se había convertido en una empresa ruinosa. Todos los redactores de entradas de la enciclopedia fueron despedidos, entre ellos Quintà.

También cuenta que tiempo después de la publicación del artículo sobre Banca Catalana, en abril de 1982, Cebrián y Polanco decidieron apear a Alfons Quintà del proyecto de crear una edición catalana de El País. Le traspasaron el encargo a Antonio Franco, entonces director de El Periódico de Catalunya, quien tuvo que darle la noticia a Quintà. Esa misma noche Pujol llamó por teléfono al periodista para fijar un encuentro. En la reunión le insinuó que estaba pensando en él para el proyecto de crear una radiotelevisión pública catalana. Se dio un quid pro quo, que en ningún momento se explicitó, pues ambos conocían los arcanos de la política: tenía que dejar de escribir sobre Banca Catalana. Poco tiempo después, Pujol le encargó formalmente que montara la televisión pública catalana, tv3, haciendo bueno el dicho “mantén cerca a tus amigos, pero aún más a tus enemigos”. Un ejemplo paradigmático del tipo de cooptación clientelar que practicaba el President.

Los hechos por los que se encausa ahora a la familia Pujol-Ferrusola por constituir una "organización criminal" constituyen una secuencia que se inicia en 1990.

De acuerdo con el auto de procesamiento, ese año Jordi Pujol Ferrusola empezó a ingresar flujos de dinero de origen presuntamente ilegal en una cuenta de Andorra. Luego repartía esos fondos entre las diferentes cuentas de la familia. Las imposiciones se realizaban mayormente en efectivo para no dejar rastro. Estamos hablando de ingresos que oscilan entre uno y 175 millones de pesetas. Posteriormente se crearon sociedades offshore para ocultar los fondos. En el auto se identifican varias fundaciones panameñas de las que eran beneficiarios cinco de los hijos de Jordi Pujol y Marta Ferrusola. Finalmente se realizaban operaciones de blanqueo para "aflorar" esos capitales. Como ya se ha señalado, el juez consideró a todos los miembros de la familia participantes activos de la trama. Por eso acusa a la familia de constituir una organización criminal.

Jordi Pujol Soley no aparece como titular de ninguna de las cuentas en el principado, pero el auto afirma que:

"Jordi PUJOL SOLEY dispuso de un contrato bancario en la entidad ANDBANK. (…) En esta cuenta corriente figura como titular con carácter formal Jordi PUJOL FERRUSOLA. Existe documentación (…), que revela que los saldos depositados en la misma serían propiedad de Jordi PUJOL SOLEY, ejerciendo su hijo Jordi PUJOL FERRUSOLA exclusivamente de fiduciario, razón por la que formalmente consta como titular" (p.74).

Varios medios de comunicación se han preguntado por qué la familia Pujol-Ferrusola montó ese tinglado y por qué lo hizo en ese momento precisamente. Se suele sostener que el propósito era la conservación del estatus económico y social del clan una vez que Pujol abandonara la presidencia, aunque algunas voces de la "opinión publicada" han elaborado variables de esta explicación que son auténticas tonterías. Era un momento de pugna en Convergència entre los partidarios de Roca y los de Pujol, por lo que el liderazgo del President estaba siendo puesto en cuestión. Pero hay que señalar también que Jordi Pujol no se arruinó con la quiebra de Banca Catalana -como ocurrió con otros accionistas y muchos clientes-. Ocultó sus acciones y las vendió posteriormente a la entidad que adquirió "su" banco.

El "¡enriqueceos!" de Carlos Solchaga expresaba el Zeitgeist o espíritu de la época. Eran los tiempos en que triunfaban gentes como Javier de la Rosa, o Mario Conde. Jordi Pujol Ferrusola ensayó la vía del "pelotazo" asociándose con Lluis Prenafeta y Artur Mas, pero parece que no tenía madera de tiburón de las finanzas, razón por la que presuntamente puso en marcha una vía alternativa para cumplir con el mandato del inefable ministro "socialista".

Pero más allá de las coyunturas y la integridad (o falta de ella) de personas y familias, la corrupción se ha convertido en algo inherente al modo de funcionamiento actual de las instituciones públicas. Eso no exime de responsabilidades jurídicas y morales ni a los corrompidos ni a los corruptores, pero exige indagar cuáles son los factores que convierten la corrupción en algo sistémico si se quiere combatirla con éxito.  Una de las causas está relacionada con la financiación de los partidos políticos, que necesitan cantidades crecientes de dinero para sufragar las campañas electorales y sus aparatos. El margen de discrecionalidad de que disponen los poderes públicos es otro de los factores, especialmente cuando sus decisiones tienen una gran trascendencia económica. Dos ámbitos son especialmente relevantes a este respecto y aparecen asociados a la mayoría de los casos de corrupción: el urbanismo y la contratación administrativa.

No es nada nuevo. Lo que sucede ahora es que múltiples prácticas que antes hubieran sido consideradas corruptas se encuentran legitimadas bajo el manto de la llamada "gobernanza". Parafraseando una frase que dijo Obama a propósito de los "Papeles de Panamá": muchas veces el problema es que lo que hacen es legal."               (José A. Estévez Araujo, Mientras Tanto, 30/06/21)