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7/4/08

La financiación del león...

“Llama la atención la rotunda afirmación del conseller de economía de la Generalitat cuando afirma que "los diputados del PSC harán lo que se decida en Catalunya". (…)

A la hacienda catalana le preocupa el hecho de que su autonomía financiera se cubra con los ingresos procedentes de los tributos ligados a la actividad económica y ésta última muestre, en la actualidad, síntomas de estancamiento. La desaceleración de la actividad inmobiliaria, además, la sitúa en una posición delicada. De ahí que vaya exigiendo que deba aplicarse un modelo de negociación bilateral y que se deba aplicar la Ley Orgánica del Estatut, por el que se garantiza una inversión proporcional a su participación en el producto interior bruto del Estado.

Esta visión de la política ya no asombra.

el primero es que el PSC incluye en sus propuestas la equiparación progresiva entre los ingresos de la Generalitat y los que proporciona el sistema de concierto, a imitación del cupo vasco; y la segunda es que un incremento de la financiación catalana tendría implicaciones adversas muy significativas tanto para el Gobierno como para el resto de las comunidades.

El debate, como puede suponerse, está servido. Desde una posición contraria a la Genenalitat se explicita que "si aplicáramos un sistema de cupo como el que goza en la actualidad el Gobierno vasco para Cataluyna, se reduciría hasta en un 17% la capacidad del Gobierno para mantener el nivel actual de servicios públicos en el resto de las CC AA de régimen común", como bien apunta Ángel de La Fuente. Y si aplicáramos el mismo esquema para el resto de la CC AA que contribuyen de forma positiva al Fondo de Compensación Inter-territorial, la financiación del resto de las CC AA de régimen común se recortaría en un 20%.” (Fernando González Laxe: financiación autonómica. El País, ed. Galicia, Galicia, 05/04/2008, p. 4)

16/10/07

Del ser gallego, siendo lo que se es, mientras se pueda

“Sin querer ser exhaustivos, podemos incluir entre los rasgos del ser gallego los siguientes:

1.Ser gallego significa estar dotado de una complejidad psicológica notable. Oscilamos desde la exaltación abierta de nuestros sentimientos hasta el otro extremo, el cerrarnos en nuestras propias coordenadas. En principio somos reservados y seguros, pero enseguida, expresivos.

2.Tenemos una fe especial, pues creemos en el más allá, aceptando las normas tradicionales, y también compartimos creencias basadas en las supersticiones, construidas y trasmitidas en las leyendas.

3.Somos expertos en el arte de la relativización. Dominamos las "zonas grises", de la misma forma que poseemos los rasgos más adecuados para ser elásticos y poliédricos, características no practicadas en otras culturas.

4.Estamos dotados de una gran carga telúrica, por lo que somos acérrimos defensores del medio ambiente y de los valores que encierran la tierra, el mar, el aire y el fuego.

5. Solidarios hasta el final y generosos con el próximo (incluso con el desconocido), ejercitamos un gran desarrollo de los conceptos de ayuda, cooperación y hospitalidad.

6.Previsores en los cálculos económicos antes de adoptar decisiones. De ahí, nuestra capacidad de asumir riesgos y de atesorar riquezas materiales e inmateriales. Somos grandes estrategas de la gestión y del posicionamiento.

7.Nuestras relaciones sociales afirman y solidifican tanto las instituciones familiares como los círculos de amistades. Estos dos ámbitos gozan de las mayores dosis de legitimación y de respeto. Romperlos resulta peligroso.

8. Atesoramos claves y códigos propios que trasmitimos de generación en generación. Reforzamos nuestra identidad diferenciadora frente a las inercias globalizadoras que intentan la homogeneización y la estandarización.

9.Gran capacidad de resignación, lo que no invalida la fortaleza y la energía de la acción frente a la injusticia, la agresión o la alteración de lo que llamamos "o noso".

10.Orgullosos de ser como somos, de pertenecer a un país y de defender "o noso" en lo tocante a cultura y tradiciones, estamos dotados de gran capacidad de resistencia, llegando incluso al enfrentamiento en dicha defensa.

Espero haber reflejado a unos cuantos, no a la totalidad de los gallegos, ya que pocos admitirán que lo aquí descrito es verdad y constata la evidencia. Sólo aspiro que los que lean el artículo se sitúen en el "yo de la aceptación". Después ya escucharé el "yo de la afirmación". (FERNANDO GONZÁLEZ LAXE: ¿De quién somos siendo?; El País, ed. Galicia, Galicia, 13/10/2007, pp. 34)

O séase, nuestra antropología viene siendo una carga telúrica, que relativiza la compleja fe de los códigos propios, resignando "o noso" previsoramente en la economía de la familia y de la amistad. Pos bien...