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5/4/24

El PP catalán dice que para investir a Illa deberá romper todos los acuerdos con los independentistas... y Feijóo dice que gobernará con los independentistas si se reconcilian con la ley... y dicen que no hay contradicción en estos dos mensajes... En realidad, Feijóo sólo les pide que bajen el tono. Intenta atraer al electorado convergente para el 12 de mayo y envía un mensaje al PNV. Busca la quiebra de la mayoría que invistió a Sánchez

 "Alejandro Fernández dice que para investir a Illa «debería romper todos los acuerdos con los separatistas».

 El candidato del PPC a las elecciones catalanas, Alejandro Fernández, ha asegurado que los socialistas «tendrían que romper todos los acuerdos con los separatismos», en Madrid y en Cataluña, si el PSC quisiera los votos de los populares para investir a Salvador Illa después del 12 -M. En una entrevista en Antena 3, Fernández ha avisado de que «no darán alegremente la clave» del Gobierno a nadie y que, si tienen influencia, «significará el fin del proceso».

Por otra parte, después de que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, haya defendido que si se dan determinadas condiciones podrían «establecer conversaciones con Junts», Alejandro Fernández ha respondido que «hoy no se dan estas condiciones y temo que no se darán». El candidato del PPC ha añadido que no ve «incoherencia» entre su mensaje y el de Feijóo. «La sintonía entre Feijóo y servidor sobre qué hacer en Cataluña es absoluta», ha concluido. (...)"   (elTriangle, 01/05/24)


Enric Juliana Ricart  @EnricJuliana

Núñez Feijóo reitera que está dispuesto a hablar con Junts. Con condiciones, faltaría más. En realidad sólo les pide que bajen el tono. Intenta atraer al electorado convergente para el 12 de mayo y envía un mensaje al PNV. Busca la quiebra de la mayoría que invistió a Sánchez.

11:09 a. m. · 1 abr. 2024 22,3 mil Reproducciones

20/2/24

Cómo curarse en la lengua correcta... Hasta ahora, ante un médico que no hablara catalán, tal vez recién llegado de Lima, Tegucigalpa o la Patagonia, la consulta, para un lazi de pro, devenía imposible... los que nos dirigimos al médico en el idioma en que nos habla no tenemos esos problemas, pero, claro, ello se debe a que somos unos botiflers y unos nyordos... Si el médico de turno tiene el detalle de aprender catalán, mejor para todos, pero al cabo de un tiempo, todos lo entienden, que tampoco es tan difícil... Este razonamiento que a mí se me antoja tan sensato no lo es para el lazismo... su pretensión de vivir plenamente en catalán es absurda e irrealizable y puede que solo tenga éxito en algunos pueblos de la Cataluña catalana (en Barcelona es imposible)... las personas normales están acostumbradas a cambiar de idioma varias veces al día sin por ello experimentar situaciones traumáticas (Ramón de España)

 "Una de las obsesiones del lazismo es lo que en ese inframundo se describe como “vivir plenamente en catalán”. Es decir, no tener que recurrir al castellano para comunicarse con nadie nunca jamás.

En la Cataluña actual (especialmente en Barcelona), tal deseo es un capricho patriótico y una quimera que solo persiguen los nacionalistas más radicales. Los demás cambiamos de idioma 20 veces al día (yo, dependiendo de la lengua en que se me dirigen) y no experimentamos ningún trauma al respecto. La Cataluña real es bilingüe, pero la soñada por los lazis es exclusivamente monolingüe. De ahí esas quejas que suelen aparecer en los digitales del régimen de gente que se ha indignado porque ha ido al médico y este no hablaba catalán o no lo entendía o ambas cosas a la vez.

 El paciente de turno se ha pillado un rebote del quince y quiere que se entere toda Cataluña: ahí está la prensa del régimen para que su deseo se haga realidad e influya en la política lingüística de la Generalitat. De ahí que el consejero de Salud, Manel Balcells i Díaz (Ripoll, 1958, segundo apellido impuro), se haya sacado de la manga unas clases de catalán para los facultativos que ejercen en nuestra región, gratuitas y a impartir en horario laboral. (...)

Hasta ahora, ante un médico que no hablara catalán había dos opciones: cambiar de idioma o improvisar un diálogo de besugos en el que cada uno chamullara en lo suyo. La cosa solo se complicaba si el médico en cuestión, tal vez recién llegado de Lima, Tegucigalpa o la Patagonia, no entendía ni papa de catalán, momento en que la consulta, para un lazi de pro, devenía imposible (los que nos dirigimos al médico en el idioma en que nos habla no tenemos esos problemas, pero, claro, ello se debe a que somos unos botiflers y unos nyordos).

 Si el médico de turno tiene el detalle de aprender catalán, mejor para todos, pero no está obligado a hacerlo (al cabo de un tiempo, todos lo entienden, que tampoco es tan difícil).

Este razonamiento que a mí se me antoja tan sensato no lo es para el lazismo. No lo es porque sus militantes parten de un error garrafal: creer que viven en la República Catalana, en un país independiente en el que se habla un único idioma. Así pues, hay que explicarles, como a Epi y a Blas, que están equivocados y viven instalados en un error que solo puede conducirles a la depresión. La República Catalana no existe. Cataluña no es un país independiente, sino una comunidad autónoma del reino de España. Por lo tanto, su pretensión de vivir plenamente en catalán es absurda e irrealizable y puede que solo tenga éxito en algunos pueblos de la Cataluña catalana (en Barcelona es imposible).

 Aspirar a la independencia puede ser legítimo, pero actuar como si esa independencia ya hubiese tenido lugar es vivir de espaldas a la realidad y preferir la mentira a la verdad (una especialidad de nuestros nacionalistas). No hace falta que los médicos aprendan catalán. Más necesaria es una intervención psiquiátrica para todos los que se creen que en Cataluña se puede vivir plenamente en catalán. Eso solo sería posible con una independencia que, de momento, no se vislumbra por ninguna parte. Ya entiendo que la quimera puede ser más bonita que la realidad, pero tiene un problema práctico: es una fantasía.

Siguiendo el ejemplo del consejero Balcells, el aguerrido y carismático Tito Álvarez, líder de Élite Taxi, ha conseguido que se implante un examen de catalán para poder ejercer de taxista en Barcelona. Su caso es aún más delirante que el del lazi medio porque nadie le ha oído pronunciar nunca una sola palabra en catalán (igual aspira a una carrera política). Teniendo en cuenta a qué se dedican los taxistas, tal vez sería mejor darles clases de inglés, no en vano Barcelona es una ciudad turística, pero parece que eso no se le ha pasado por la cabeza ni a Tito ni a nadie.

Curiosamente, las cacicadas patrióticas de los mandamases de la salud (y del taxi) pasan casi desapercibidas. La oposición las encaja como el que oye llover. A nadie se le ocurre decir que no hace falta impartir clases de catalán a médicos y taxistas, pues para algo vivimos en un paisito con dos lenguas oficiales (la más hablada, el castellano) en el que las personas normales están acostumbradas a cambiar de idioma varias veces al día sin por ello experimentar situaciones traumáticas.

Pero ya se sabe que los políticos (y los líderes del taxi) siempre encuentran un problema para cada solución. Los taxistas, mejor que aprendan inglés. Y los médicos no deberían robar tiempo a su labor, ya especialmente achuchada y a menudo mal dirigida, para aprender un idioma que no necesitarían si esto no estuviera lleno de fanáticos que confunden sus deseos con la realidad."                    (Ramón de España, Crónica Global, 20/02/24)

25/1/24

En Europa no se enteran de nada. Rechazan que el catalán, el vasco y el gallego sean oficiales, porque es demasiado caro... Con esa extraña austeridad que no sé por qué se emperran en practicar, los europeos no van a salir nunca de pobres. Si nos dejaran a nosotros, doblaríamos el presupuesto para traducciones -132 millones anuales son una bagatela- y lo adjudicaríamos a quien se nos antojara, como siempre. Si hace falta fraccionar el contrato para que pase más disimulado y sin necesidad de concurso público, se lo encargamos a Laura Borràs, toda una experta en el tema, que ahora tiene tiempo libre... Si Sánchez y el Vivales hubieran explicado claramente a los diputados europeos que el servicio de traductores e intérpretes puede ser un gran negocio para todos, ya estaríamos celebrando su aprobación

 "En Europa no se enteran de nada. Rechazan que el catalán, el vasco y el gallego sean oficiales, porque es demasiado caro. Pues claro que es caro, de eso se trata. Esos europeos ignoran que lo bueno del asunto es precisamente que sea caro, así hay más dinero a repartir en comisiones y así van a ganar más dinero los que se hagan con el contrato, que van a ser amigos o correligionarios (o deberían serlo, a poco bien que se hicieran las cosas), en el improbable caso de que se pueda ser una cosa sin ser la otra. 

Las cosas en Catalunya funcionan así desde siempre, parece mentira que en la vieja Europa, que se creen tan listos, no hayan entendido nada. Cuanto más dinero cuesta algo, más dinero hay a repartir entre quienes lo promueven, y además es dinero público, o sea, de todos, o sea, de nadie. ¿Cabe negocio más sencillo? Con esa extraña austeridad que no sé por qué se emperran en practicar, los europeos no van a salir nunca de pobres. Si nos dejaran a nosotros, doblaríamos el presupuesto para traducciones -132 millones anuales son una bagatela- y lo adjudicaríamos a quien se nos antojara, como siempre. Si hace falta fraccionar el contrato para que pase más disimulado y sin necesidad de concurso público, se lo encargamos a Laura Borràs, toda una experta en el tema, que ahora tiene tiempo libre. Seguro que en toda Europa no hay otra como ella, por lo menos en libertad.

 Si en lugar de apelar a sentimientos nacionales que en pleno siglo XXI suenan a trasnochados, Sánchez y el Vivales hubieran explicado claramente a los diputados europeos que el servicio de traductores e intérpretes puede ser un gran negocio para todos, ya estaríamos celebrando su aprobación. Y más si tenemos en cuenta que el asunto podría ampliarse a corto plazo a otras lenguas regionales de Europa, lo que supondría mucho más gasto y, por tanto, más posibilidades de pillar cacho. 

Observen los europeos cómo en España no hemos dudado a la hora de llevar servicio de traducciones al Congreso, a pesar de que allí todos pueden hablar la lengua común. ¿Creen acaso que ha sido por romanticismo? ¿Por una idea sentimental de España? ¿Por joder? Nada de eso, simplemente porque ahí hay posibilidades de hacer caja, si aquí hacemos dinero con las mascarillas para pasear por la calle en una pandemia, cómo no vamos a hacerlo con cuantas inutilidades se nos vayan ocurriendo. ¿O se creen que Oriol Pujol se metió en el asunto de las estaciones de ITV porque de repente se interesó por la seguridad viaria? Dinero, amigos europeos, dinero.

 Hay que insistir. Una cosa es que los europeos no quieran ni hablar de la posibilidad de una republiqueta, y la otra que sean tan burros que rechacen dinero. En Catalunya, donde hemos sido capaces de inventar un 'procés' para que unos cuantos vivan bien -y a fe que con gran éxito-, no se comprende que los europeos se muestren reacios a gastar 132 millones de los que podrían sacar tajada sin despeinarse. El problema de los europeos es su falta de generosidad. Como los eurodiputados ya cobran un sueldo más que generoso, no les importan los empresarios, amigos, familiares y gente del partido que podrían beneficiarse del servicio de traducción. Deberían tomar ejemplo de Catalunya, donde siempre hay un sueldo, una concesión o un cargo a disposición de los amigos.

'Diners', 'money', 'argent', 'dinheiro', 'geld', 'soldi', así de fácil se traduce sin necesidad de intérpretes lo que significa el servicio de traducciones."            (Albert Soler, El Periódico, 15/12/23)

14/12/23

Y ahora, el que faltaba... el nacionalismo acuoso: Catalunya avisa de que actuará si hay regiones en "situación normal" que no traspasen agua... La Generalitat advierte que "hará lo que haga falta" y acudirá al Ministerio de Transición Ecológica si alguna de estas comunidades rechaza "ser solidario"... y si hace falta, enviará a los Mossos si los gallegos se hacen los remolones

 “Estamos en una situación extrema, estamos en una situación crítica”, ha asegurado este mediodía la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, sobre la sequía que atenaza Catalunya. El Ejecutivo catalán está a poco de declarar la fase de emergencia , por lo que ha argumentado que si se se llega a este nivel, una de las opciones a considerar, como ya expuso el conseller de Acció Climàtica, David Mascort es que llegue agua en barcos. “Y si otras regiones u otros gobiernos, pese a estar en situación de normalidad se niegan a ser solidarios con Catalunya, el Govern buscará todas los opciones, (…) hará lo que haga falta”, ha señalado.

 Para Plaja, “es la sequía más grave jamás documentada”. Y eso que el Govern activó en octubre del 2021 un plan especial de sequía para potenciar al máximo recursos como la desalinización o la regeneración del agua. De hecho, aragonès ha destacado ya en varias ocasiones que más del 55% del abastecimiento no es de los embalses. 

Según el Govern, una medida como esta, la de transportar agua en barcos, no tendría ningún tipo de impacto ni medioambiental, ni ecológico, ni en el día de los ciudadanos pertenecientes a esas comunidades autonómicas. “Usaremos el agua que sea sobrera en otros puntos del Estado español”, ha añadido la portavoz.

La gran cuestión a salvar del Govern de Pere Aragonès es la sequía. Es el principal dolor de cabeza de su gestión y para el cual no tienen una solución. El Ejecutivo catalán y el Parlament aprobaron medidas en el primer semestre. El PSC y Junts sometieron a un gran desgaste al president. Pero el problema continúa y los republicanos ya contemplan recibir barcos de agua de otras comunidades autónomas. Pero ha habido palabras en contra. Murcia y Baleares, por ejemplo son reacios. 

Según ha explicado la portavoz, el Govern trabaja para que ninguna actividad económica ni ningún ciudadano catalán se quede suministro de agua por culpa de la sequía, o al menos, que sus consecuencias impacten lo mínimo posible.

Catalunya sufre un déficit de lluvias de 37 meses, que impacta en la cantidad de agua acumulada en los pantanos, sobre de la cuenca interior Ter-Llobregat. Es la que gestiona la Generalitat y actualmente sus pantanos están al 38,9%, -el más bajo porcentaje de entre las comunidades autónomas-, de los cuales el 17% son del territorio que comprende Barcelona y Girona, mientras que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en manos del Ministerio, acumula el resto para Tarragona y Lleida, picnipalmente."               (Alex Tort, La Vanguardia, 05/12/23)

28/11/23

El acoso al Gobierno y al PSOE presenta un enorme parecido con el 'procés'... ambas secuencias se parecen como gotas de agua: “botiflers” / “traidores”... “piolines” / “hijo de puta”... Se pretendió la sublevación de los Mossos / se llama al Ejército a igual idiotez... Se asaltaban las sedes del PSC / se asedian las del PSOE... Se machacaba a la “premsa espanyola, manipuladora” / se ataca y persigue a periodistas que retratan los brazos en alto... Déu meu. Dios mío

  "El conato de acoso y derribo al Gobierno legítimo de este otoño de 2023 guarda intenso parecido —en dosis concentrada— con lo que apunta como su inverso, la tentativa de revertir ilegalmente el orden constitucional por el procés independentista catalán (el golpe triangular: leyes de desconexión / referéndum / declaración unilateral de independencia). Hay esas diferencias de grado, claro. Y otras: la duración. Mientras el procés se desarrolló entre 2012 y 2017, con prórroga al menos hasta 2019, el intento de abortar la investidura de Pedro Sánchez y derribar al Gobierno lleva menos tiempo. En su fase callejera más intensa, desde el pasado 3 de noviembre.

Otra es su gravedad contra el orden público. El procés fue pacífico de 2012 a 2017; poco antes y durante el referéndum ilegal hubo conatos violentos. Mariano Rajoy dice que todo se encauzó entonces, con la aplicación del 155; olvida que lo peor vino después, y solo amainó de verdad con los indultos de 2021. En octubre de 2019, los desórdenes fueron gravísimos (asedio al aeropuerto, altercados en la plaza de Urquinaona con 102 heridos...). Ahora, el cerco a la sede del PSOE en la calle de Ferraz, lleva casi tres semanas, con 76 detenidos y 45 policías heridos.

La tercera diferencia es la masividad de las movilizaciones. En su fase pacífica, el procés reunió hasta un millón de asistentes; el proceso inverso logró el sábado su récord, 170.000.

Por lo demás, ambas secuencias se parecen como gotas de agua. Su desarrollo va en círculos políticos y mediáticos concéntricos, espacios parcialmente solapados y en parte repartidos. En Cataluña: Govern-ANC-Òmnium-Tsunami-CDR. En Madrid, PP-Vox-Falange-comunidades con gobiernos de la gran derecha-altos cuerpos del Estado. Unos teorizan, otros propagan, los demás esparcen y la tropa de base sirve de carne de cañón.

El Parlament se insubordinó, y ahora grupos de jueces se rebelan a la puerta de sus juzgados... ¿Sabrán que serán objeto de recusaciones? Se buscó deslegitimar al Estado democrático (“opresor”) y ahora se acusa a una de sus instituciones de “acabar con el Estado de derecho”. Se emplean insultos de igual jaez: “botiflers” / “traidores”; “piolines” / “hijo de puta”, ese piropo de Isabel Díaz Ayuso a Sánchez. Economistas cosmopolitas brindaron por la secesión; escribidores e intelectuales exliberales juntan sus diatribas con las de la ultraderecha. Se pretendió la sublevación de los Mossos; se llama al Ejército a igual idiotez. Se asaltaban las sedes del PSC; se asedian las del PSOE. Se machacaba a la “premsa espanyola, manipuladora”, se ataca y persigue a periodistas que retratan los brazos en alto. Déu meu. Dios mío."                  (Xavier Vidal-Folch , El País, 20/11/23)

22/11/23

Joan Coscubiela: Hace ya algún tiempo que me asalta con cierta frecuencia una sensación extraña... En algunos momentos me he visto transportado en el tiempo al pasado... la llamada de Aznar a la rebelión de los aparatos del Estado, “el que pueda hacer que haga”, me resuena como si fuera el eco del “apreteu, apreteu, feu bé en apretar” de Quim Torra... Escuchar a alguien hablar de Gifré el Pelós como fundador de la nación catalana, o establecer un hilo conductor entre el Decreto de Nueva Planta con la realidad del siglo XXI, me produce la misma sensación que oír a alguien reivindicar el carácter ancestral de la nación española nacida en Covadonga, o las arengas de Aznar alertando del riesgo de nueva invasión de España por el islam... ¿se han fijado en cómo se confunden los esperpénticos personajes que brotan de las manifestaciones contra la amnistía, y los hiperventilados CDR de las manis indepes? Parecen sacados de la misma factoría y hechos con la misma horma... como cuando el PP defendía reformar el reglamento del Senado para salvaguardar la democracia... como cuando los grupos independentistas aprobaron la reforma del Reglamento del Parlament de Catalunya, también en nombre de la democracia.

 "Este es de esos artículos que te hacen perder amistades por doquier, a pesar de que les aseguro que he intentado ponerle el máximo de tacto, incluso algo de cariño.

A nadie le gusta –a mí tampoco– que le pongan ante el espejo y salir poco favorecido. Si además el espejito te devuelve el perfil como si fuera el de tu adversario, en ocasiones enemigo –que palabra tan fea–, la cosa ya cabrea. Lo comprendo.

Hace ya algún tiempo que me asalta con cierta frecuencia una sensación extraña. Cuando escucho las cada vez más crispadas arengas patrióticas o veo en medios y redes los exabruptos que las acompañan se me cruzan los cables y me cuesta identificar al emisor.

Esta percepción se ha desbordado a raíz de los pronunciamientos –en su acepción más literal de alzamiento– que frecuentan la derecha extremosa y la extrema derecha, con el argumento-excusa de la amnistía. En algunos momentos me he visto transportado en el tiempo al pasado cercano de los CDR independentistas, a raíz de la conversión de la revolució dels somriures en la reacció dels enrrabiats.

En el trasfondo de la escena, la llamada de Aznar a la rebelión de los aparatos del Estado, “el que pueda hacer que haga”, me resuena como si fuera el eco del “apreteu, apreteu, feu bé en apretar” de Quim Torra.

No se trata solo de que los discursos nacionalistas se parezcan mucho unos a otros. Ya lo dice Jorge Drexler en su preciosa milonga del moro judío: “No hay pueblo que no se haya creído el pueblo elegido” También constato que las formas con las que se defienden son en ocasiones clónicas e indistinguibles.

Por supuesto no pretendo decir que todos son iguales –me desagrada profundamente esta descalificación de brocha gorda–. Pero tampoco se trata ahora de abrir una disquisición sobre diferentes tipos de nacionalismos. Entre otras cosas porque en ocasiones se difumina la frontera y se llegan a confundir.

La mía es una reflexión más modesta. Escuchar a alguien hablar de Gifré el Pelós como fundador de la nación catalana o establecer un hilo conductor entre el Decreto de Nueva Planta con la realidad del siglo XXI me produce la misma sensación que oír a alguien reivindicar el carácter ancestral de la nación española nacida en Covadonga o las arengas de Aznar alertando del riesgo de nueva invasión de España por el islam.

Además, estoy convencido de que eso mismo les sucede a los que construyen estos marcos mentales. A unos les parece anacrónico que los tirios hablen de los tiempos de Felipe V y a otros escuchar de los troyanos referencias a las esencias de la hispanidad y cristianización de América.

Los nacionalistas excluyentes, como sucede con los intolerantes y los que promueven la crispación, siempre son los otros. Y solo se indignan frente a las salidas de tono ajenas. Quizás porque con el nacionalismo pasa como con el fútbol. Los que se comportan como hooligans fanáticos siempre son los del equipo contrario. Los nuestros, son entusiastas y fervorosos defensores de nuestros colores o de nuestra patria –cada uno la suya por supuesto–.

Y si en algún momento nos asalta alguna duda, para eso están las respectivas divisiones acorazadas mediáticas, para disiparlas. Del papel de la comunicación en la hooliganizacion del clima social ya hablaremos otro día, que si lo hago en el mismo artículo no podré ni salir a la calle.

Hablando de hooligans, ¿se han fijado en cómo se confunden los esperpénticos personajes que brotan de las manifestaciones contra la amnistía y los hiperventilados CDR de las manis indepes? Parecen sacados de la misma factoría y hechos con la misma horma.

Ambos nacionalismos coinciden hasta en lo de construir estereotipos de los otros. Yo siempre he creído que, afortunadamente, estas actitudes son minoritarias y no representan al conjunto de las ideas que defienden. Eso es lo que decían para defenderse los independentistas respecto a sus hiperventilados, mientras que a algunos de sus críticos les encantaba presentarlos como la expresión colectiva del independentismo. Exactamente igual, pero a la inversa, a lo que ahora sucede con los enfervorizados nacionalistas españoles disfrazados de constitucionalistas.

Todas estas reflexiones me daban vueltas por la cabeza de manera desordenada hasta que cogieron forma al escuchar el debate sobre la reforma del Reglamento del Senado. El portavoz del PP la defendía para salvaguardar la democracia y el portavoz de Junts la descalificó, con acierto pero con poca auctoritas, como filibusterismo parlamentario.

De golpe, se me aparecieron las imágenes del verano del 2017, cuando los grupos independentistas presentaron y consiguieron aprobar una reforma del Reglamento del Parlament de Catalunya, por cierto también en nombre de la democracia.

En aquel momento, hace seis años, se usó la astucia para sostener la ficción de la declaración unilateral de independencia. En su ingenuidad creyeron que así podían burlar los mecanismos de control del Estado, entre ellos los del Tribunal Constitucional.

La cosa tiene su gracia, vista desde hoy, claro, cuando ya se han calmado los ánimos por estos lares. Modificaron el calendario del período de sesiones para comenzar el 16 de agosto en vez del 1 de septiembre porque pensaban que así podían acelerar los procedimientos parlamentarios y llegar a tiempo del ya anunciado 1 de octubre –pónganle ustedes el nombre que quieran a lo que se hizo ese día–.

Luego no pudieron utilizar esa trampa para acelerar la tramitación parlamentaria porque no había acuerdo entre ellos sobre quién debía correr con el riesgo de desobedecer las resoluciones del Tribunal Constitucional.

Al final, como ni tan siquiera les servía la reforma exprés del reglamento, tiraron campo a través, se inventaron un reglamento que nunca existió para dar apariencia de legalidad a la aprobación de las antidemocráticas leyes de desconexión en los nefastos plenos del 6 y 7 de septiembre 2017.

Ahora la historia se repite en el Senado, aunque los protagonistas sean el PP intentando atrasar la aprobación de la ley de amnistía y Vox exigiendo su bloqueo. 

 Resulta curioso comprobar cómo ambos nacionalismos usan el filibusterismo parlamentario de manera clónica. Unos y otros –no solo ellos– aún no han entendido que en democracia las formas son también el fondo de su esencia. Y que modificar las reglas y procedimientos de las instituciones para imponer sus posiciones es una manera de degradar la democracia.

Por supuesto no se me ocurre pensar que unos y otros sean lo mismo. Aunque no solo les une el filibusterismo parlamentario. Constato que piensan y actúan de la misma manera cuando se trata de defender la nación en contra de la democracia"         ( Joan Coscubiela , eldiario.es, 19/11/23)

19/9/23

Más de diez años de procés para acabar pidiendo el catalán en Europa... ERC y Junts lo venden como una conquista histórica

"Aunque el independentismo vende la lucha por la oficialidad del catalán en Europa como una hazaña, Jordi Pujol ya lo pedía en 1986. Uno se pregunta si más de diez de años de procés fueron para acabar pidiendo esto. O si lo de hoy no deja un poco más al descubierto la gran mentira del procesismo.

La actualidad política viene marcada hoy por el debate sobre la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego en el parlamento europeo. El Consejo de Asuntos Generales de la UE aborda esta mañana la solicitud de España para modificar el reglamento lingüístico. Este mediodía, el Congreso votará también la reforma para permitir el uso de las lenguas regionales.

Junts se cuelga la medalla y advierte al Gobierno español de que la oficialidad del catalán en Europa es clave para la investidura. Sin embargo, hay muchos estados miembros de la UE que tienen serias dudas. Y es que el catalán en Europa ni es un debate nuevo, ni interesa demasiado allende nuestras fronteras.

Nada demasiado original

ERC y Junts han conseguido reubicar un viejo debate en el marco actual de la negociación con Madrid como si fuera algo rompedor. La realidad es que Jordi Pujol ya intentó impulsar el catalán en las instituciones europeas cuando España entró en la UE, en 1986. Desde entonces ha sido un sueño incumplido del nacionalismo catalán.

 Ya saben lo que ocurrió después. Convergència i Unió, acechada por la corrupción y la conflictividad social derivada de la crisis, se embarcó en la aventura del Procés arrastrando con ella a toda la sociedad catalana. El independentismo trazó una hoja de ruta que prometía declarar la independencia en 18 meses.

 Desde entonces, el procesismo ha ido de derrota en derrota, y en cada nuevo fracaso ha ido cambiando los objetivos. Primero el referéndum, luego la vía unilateral, después la mesa de negociación, el acuerdo de claridad y vuelta al referéndum y la unilateralidad. Lo que no entraba en los planes era vender lo de hoy como una conquista histórica.

No las tienen todas consigo

Campañas a favor del catalán en Europa, mensajes institucionales, peticiones de figuras relevantes como Josep Guardiola o el propio Pere Aragonès. Es evidente que han convertido este tema en una prioridad y se han empleado a fondo. Esto contrasta con el desinterés que genera la cuestión en el resto de Europa.

Aunque el catalán es la lengua minoritaria más hablada en el continente, el resto de estados lo ven como un gasto superfluo en época de crisis. A nadie se le escapa, además, que su petición tantos años después responde a la coyuntura actual en España. Es decir, al chantaje del independentismo al Gobierno a cambio de sus votos por la investidura.

El furor desatado en Cataluña deja entrever también que ERC y Junts no las tienen todas consigo. Ante la posibilidad de que sus grandes objetivos (amnistía y referéndum) acaben naufragando, presentan cualquier logro como una gran victoria. La prensa afín se encarga de explotarlo. 

Mil millones de euros

La propuesta del catalán en Europa genera dudas por varios aspectos, pero uno de ellos es el económico. El coste de la traducción y los servicios lingüísticos asciende a mil millones, el 1% del presupuesto europeo. La multiplicación de estos costes choca con las directrices actuales de la UE de máxima austeridad ante la crisis.

Lo mismo ocurre en el Congreso, donde se invertirán decenas de miles de euros para un servicio que muchos consideran innecesario. Nacionalistas e independentistas utilizarán la sesión de hoy para mostrar su posición de fuerza. Una distracción más mientras Sánchez y Puigdemont siguen negociando las cuestiones mollares."               (e-notícies, 19/09/23)

30/8/23

He leído estos días argumentos la mar de curiosos en defensa de los vigilantes que impidieron el acceso a una piscina de dos niños y una madre, porque esta llevaba velo. Hay quien sostiene que la pobre mujer no puede usar velo porque debe “adaptarse” a las costumbres de su país de acogida, al parecer ya no basta con respetar esas costumbres, ahora hay que seguirlas... O sea que si vamos a Inglaterra deberemos beber cerveza tibia y en Estados Unidos llevar un arma en la guantera (Albert Soler

 "He leído estos días argumentos la mar de curiosos en defensa de los vigilantes que impidieron el acceso a una piscina de dos niños y una madre, porque esta llevaba velo. Hay quien sostiene que la pobre mujer no puede usar velo porque debe “adaptarse” a las costumbres de su país de acogida, al parecer ya no basta con respetar esas costumbres, ahora hay que seguirlas. O sea que si vamos a Inglaterra deberemos beber cerveza tibia y en Estados Unidos llevar un arma en la guantera. Lo de las costumbres “de aquí” es algo que me tiene intrigado, y eso que soy de aquí. Hasta donde sé, aquí hay quien tiene por costumbre desayunar un cruasán, quien gusta de tener sexo de pago y quien se echa la siesta cada tarde, entre otras muchas costumbres de todo tipo, casi tantas como culos. ¿Cuál es la costumbre “de aquí”? ¿Todas ellas, y todas han de seguirlas los extranjeros de bien? No lo van a tener fácil para adaptarse, no.

Mi argumento favorito, sin embargo, es el de quienes consideran que estuvo bien impedirle entrar con velo porque este “es un signo de sumisión” (a los hombres o a la religión, en eso no hay consenso). O sea, que fue por su bien. Da igual que la buena mujer creyera llevar el velo por sus costumbres o sus creencias, los vigilantes, siempre alerta, detectaron rápidamente que era una pobre oprimida y salieron en su ayuda.

 -Aquí con velo no puedes entrar, que eso es un signo de sumisión, burra. Venga, vete para casa, a ver si así aprendes a no ser tan sumisa.

La muy desagradecida encima denunció a los guardias, que no hacían más que ayudarla a liberarse del yugo opresor. Esos amables vigilantes no son una excepción, últimamente veo a muchos “de aquí” preocupados por la situación de las mujeres árabes, por eso pretenden impedirles que usen el velo. Por su bien, naturalmente, a ver si así aprenden a no ser sumisas, que hay que ver lo que les cuesta entender que viven oprimidas, las muy jodidas.

-Oiga, es que yo uso velo porque en mi cultura nos tapamos el cabello. Y además soy creyente.

 -Tú no sabes nada, mora, tú eres una oprimida y ahora mismo te quitas el velo porque lo digo yo, que procuro por tu liberación.

Es que entre nuestras costumbres está también la de procurar siempre por el bienestar de los inmigrantes."                 (Albert Soler, El Periódico, 15/08/23)

16/6/23

El auténtico independentismo ha salido a la luz en Ripoll, dónde si no, la cuna de Catalunya. Ya estaba bien de disimular, Aliança Catalana no oculta su xenofobia ni su ideología ultra. Como debe ser... No quiero decir con ello que el Vivales no tenga también una ideología excluyente y ultra... Claro que la tiene, no vamos a quitarle méritos, pero ha cometido el error de disimularla de puertas afuera. A los lacistas que todavía quedan se les gana desde la honradez, manifestando sin tapujos nuestro odio a los no catalanes y a los inmigrantes que han venido a colonizarnos y blablablá. El Vivales pertenece a una generación anterior, olvidada ya. Hoy lo que se lleva es Aliança Catalana... En Catalunya ha vuelto a amanecer (Albert Soler)

 "El auténtico independentismo ha salido a la luz en Ripoll, dónde si no, la cuna de Catalunya. Ya estaba bien de disimular, ya estaba bien de paños calientes, de sí pero no, de revoluciones de sonrisas y de vamos a separarnos como un matrimonio civilizado. Aliança Catalana no oculta su xenofobia ni su ideología ultra. Como debe ser. El Vivales estuvo bien para pasar el rato mientras llegaban los de verdad, pero ahora que ya ni en Girona pinta nada JuntsxDesaparecer (o como se llamen hoy), asoma la nariz en Ripoll Sílvia Orriols. Las cartas boca arriba. Y brazos arriba también.

Y eso que en Girona, mi ciudad, la candidata de JuntsxFolclore (o como se llamen hoy), Gemma Geis, lanzó propuestas tan golosas como recuperar los Pastorets por Navidad y mandar una carta a cada recién nacido explicándole qué es el Tarlà (un monigote pinchado en un palo, ya se lo digo yo, ahórrense buscar en internet). Eso, en materia de cultura y para envidia de urbes punteras como París, Londres y Nueva York, que ni siquiera tienen un pesebre viviente. Por lo que respecta a la política en sí, a las cosas serias de verdad, a lo que preocupa a los ciudadanos, su propuesta estrella fue que Girona continuara siendo la “capital emocional del independentismo”. Emocional. Como lo oyen. Tan a pecho se han tomado los votantes esta audaz idea que la han votado emocionalmente, es decir, solo de pensamiento. El batacazo se veía venir pero, para asegurarlo, Geis se cuidó de que en su campaña participase en vídeo el Vivales, a estas alturas de la película un apestado del que huye cualquiera que pretenda tener futuro político. Miren a Trias en Barcelona, a quien no le ha faltado más que escupir sobre un lacito amarillo para acabar de escenificar su desvinculación de JuntsxDisimulando, o como se llamen hoy.

Ripoll sí que es la capital emocional de la republiqueta. No quiero decir con ello que el Vivales no tenga también una ideología excluyente y ultra. Claro que la tiene, no vamos a quitarle méritos, pero ha cometido el error de disimularla de puertas afuera. A los lacistas que todavía quedan se les gana desde la honradez, manifestando sin tapujos nuestro odio a los no catalanes y a los inmigrantes que han venido a colonizarnos y blablablá. El Vivales pertenece a una generación anterior, olvidada ya. Hoy lo que se lleva es Aliança Catalana que, aunque tenga nombre de compañía de seguros, ha de darnos muchas alegrías. Muchas risas, me refiero."                 (Albert Soler, El Periódico, 30/05/23)

13/6/23

Paisaje (‘lazi’) después de la batalla... La impresión que trasladan los partidos lazis es la de aquel viejo comentario irónico que rezaba: “La situación es desesperada, pero no preocupante”... De puertas afuera, eso sí, todos insisten en que siguen batallando por la independencia de Cataluña y por el cumplimiento del (supuesto) mandato del 1 de octubre. El principal problema de todos ellos es que ya no se los toman en serio ni sus propios votantes (Ramón de España)

 "Aunque intenten disimularlo, los partidos independentistas se han llevado una bofetada con la mano abierta en las últimas elecciones municipales (...)

Para hacer como que tomaba nota de los 300.000 votos perdidos en las recientes elecciones, Aragonès se ha sacado de la manga una remodelación de su gobiernillo, que es lo que suele llevarse a cabo cuando te resistes a mirar de frente a la realidad y crees que igual cuelan unos cambios apresurados y chapuceros. (...)

Si la reacción de ERC a las municipales ha sido como de no darse por enterados, la de Junts se ha revelado, directamente, cochambrosa, como corresponde a cualquier partido dirigido a distancia por un zumbado: la nueva presidenta del Parlamento catalán se ha consagrado como presidenta del Paripé Independentista, yéndose a Waterloo a hacerse unos selfis con el zumbado en cuestión y a prometerle que hará todo lo posible para su regreso a Cataluña en olor de multitudes; de Borràs a Erra, uno de esos viajes para los que no hacen falta alforjas y uno de esos cambios que no cambian nada, todo muy convergente; (...)

La impresión que trasladan los partidos lazis es la de aquel viejo comentario irónico que rezaba: “La situación es desesperada, pero no preocupante”. Se impone el business as usual. ERC sigue con su independentismo autonomista. Junts cambia a una talibana por otra y continúa obedeciendo al Zumbado de Waterloo, aunque los acabe llevando al hoyo a todos. La CUP opta por seguir chupando del bote español. De puertas afuera, eso sí, todos insisten en que siguen batallando por la independencia de Cataluña y por el cumplimiento del (supuesto) mandato del 1 de octubre. El principal problema de todos ellos es que ya no se los toman en serio ni sus propios votantes."                  (Ramón de España, Crónica Global, 12/06/23)

16/5/23

El terrorismo catalán ha sido siempre un desastre, como testifica la penosa existencia de Terra Lliure, el único grupo consagrado a la lucha armada que ha tenido que disolverse por su bien, dada la tendencia de sus chapuceros militantes a estallar con su propia bomba mientras se disponían a eliminar a alguien... A falta de pistoleros de verdad, la Cataluña lazi disfruta actualmente de algunos charlatanes que, en cuanto te descuidas, se manifiestan a favor de que, en vistas a alcanzar la ansiada independencia, si tiene que haber muertos, que los haya (siempre que no se trate de ellos)... Negados para el terrorismo, como acertadamente apuntó Arzalluz (que en paz descanse, ¡y nosotros más!), los catalanes debemos conformarnos con la lucha armada teórica de una pandilla de bocazas empeñados en enviar a los demás al matadero

 "Como dijo hace años Xabier Arzalluz, aquel gran humanista vasco, lo de volarle la cabeza a la gente mientras desayuna no es propio del carácter mediterráneo, mientras que en Euskadi se considera hasta aceptable si es por motivos patrióticos. Vino a decir el cura rebotado que los catalanes éramos una pandilla de maricones incapaces de solucionar las cosas a tiros, lo cual puede que sea cierto, pero yo me lo tomo como un elogio. 

El terrorismo catalán, ciertamente, ha sido siempre un desastre, como testifica la penosa existencia de Terra Lliure, el único grupo consagrado a la lucha armada que ha tenido que disolverse por su bien, dada la tendencia de sus chapuceros militantes a estallar con su propia bomba mientras se disponían a eliminar a alguien (se salvaron Fredi Bentanachs y cuatro más, que nunca le estarán lo suficientemente agradecidos al inefable Àngel Colom por convencerles de que lo dejaran correr).

A falta de pistoleros de verdad, la Cataluña lazi disfruta actualmente de algunos charlatanes que, en cuanto te descuidas, se manifiestan a favor de que, en vistas a alcanzar la ansiada independencia, si tiene que haber muertos, que los haya (siempre que no se trate de ellos, pues no se les ve muy predispuestos a predicar con el ejemplo). Se trata de gente como Enric Vila, Héctor López Bofill y la yaya regañona Clara Ponsatí, que siempre están animando a los demás a que se armen y pasen a la acción, dada la inoperancia de los políticos procesistas a la hora de conseguir la anhelada autodeterminación del terruño. Ansiosos por llevarle la contraria al difunto mosén Arzalluz, esta gente se declara cíclicamente a favor de las armas (recuerden el viejo eslogan: Poble armat, poble respectat), pero desde una posición social pequeñoburguesa que convierte sus proclamas en aspiraciones francamente ridículas.

No hace mucho, Enric Vila contaba en El Nacional el encuentro con un amigo lazi que se había comprado una escopeta para defenderse de moros, españoles y otras gentes de mal vivir, cosa que al ínclito Vila se le antojaba de lo más razonable. No es que el equilibrio mental abunde entre los columnistas indepes, pero lo de Vila es un caso clínico, pues no solo pensamos que está mal de la cabeza sus adversarios políticos, sino que también los (que se supone que son) los suyos tienden a considerarlo un orate: hace unos meses, se deshicieron de él en la universidad en la que, incomprensiblemente, ejercía la docencia y antes de eso, Mònica Terribas tuvo que desahuciarlo de su tertulia en Catalunya Ràdio porque conseguía la difícil hazaña de sacar de sus casillas a sus compañeros de conversación, todos ellos a cual más lazi.

Más discreto que Vila, hasta el punto de que puede llegar a pasar por cuerdo, Héctor López Bofill​​​​​​​ también está a favor del petardismo patriótico y del sacrificio (ajeno) por la libertad. El señor López, evidentemente, vive como Dios con sus clases y sus artículos, pero considera que alguien que no sea él debería dejar de practicar el adiós a las armas. En cuanto a la yaya permanentemente enfurruñada, Clara Ponsatí, es de las que creen —y no le falta razón— que la revolución de las sonrisas es un contrasentido y que, si realmente queremos ser independientes, debemos emprender la vía vasca, liarnos a tiros con el opresor y, si no hay más remedio, diñarla por Cataluña (menos ella, claro, que está tan ricamente en Bruselas dando la chapa en el Parlamento europeo cuando no le apagan el micro por pesada y absurda).

Negados para el terrorismo, como acertadamente apuntó Arzalluz (que en paz descanse, ¡y nosotros más!), los catalanes debemos conformarnos con la lucha armada teórica de una pandilla de bocazas empeñados en enviar a los demás al matadero mientras ellos se pegan la vida padre (menos el pobre Vila, cuya fama de majareta se va extendiendo y despojándole paulatinamente de cargos y prebendas). Yo creo que se podría acusar a los tres de delitos de odio, pero, dada su irrelevancia, igual es mejor dejar que sigan con sus burradas, no nos vayan a acusar de querer reprimir la sacrosanta libertad de expresión. Y hay que reconocer que, como bufones del prusés, a veces hasta te provocan alguna sonrisa, algo que no puede decirse de la pandilla de malajes que componen nuestro querido Gobierno regional."                 (Ramón de España, Crónica Global, 16/05/23)

9/5/23

La última batalla del proceso... Pere Aragonès pide una “alianza de país” para el traspaso de Rodalies (ferrocarriles catalanes)... cuando fueron traspasados en 2010 ¡Estando ERC en el Govern! Se están agarrando a Rodalies como a un clavo ardiendo, aunque realmente el servicio es mejorable, para poder vender algo a su electorado de cara a las municipales. Ahora ya no es la independencia. Es Rodalies. Como ha acabado Esquerra... dieciséis años después hemos vuelto a la línea de salida

 "¿Cómo construir una mentira? Pues a base de repetirla.

Aprovechando el caos de la última semana, en efecto, Esquerra ha vuelto a la carga con Rodalies. Es, en cierta manera, la última batalla del proceso.

Como la independencia es imposible ahora están mareando la perdiz con el Acuerdo de Claridad, Rodalies y el traspaso de Jefatura. Sucedáneos. Premios de consolación.

Rodalies es probablemente el más grave porque el proceso empezó precisamente con la reivindicación de un buen servicio.

Aquella gran manifestación del 2007 con el lema “Som una nació i diem prou!”.

O sea que, ya ven, dieciséis años después hemos vuelto a la línea de salida. Para este viaje no se necesitaban alforjas.

Desde luego yo, que soy usuario de Rodalies, no voy a salir en defensa de Renfe. A los trenes que terminan en Martorell nos dejan ahora siempre en Castellbisbal. No me quejo porque hay obras para mejorar el servicio. Pero al menos podrían cambiar el cartelito que llevan los convoyes y poner eso: “Castellbisblal” en vez de "Martorell". Un día hasta se me ocurrió sugerirlo a los del gabinete de prensa de Renfe en Catalunya. Me dijeron que era cosa de Adif. Ya ni se me pasó por la cabeza insistir o llamar a Adif. Llevamos meses así.

Pero no deja de ser curioso que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, pida ahora una “alianza de país” para el traspaso.

En el Ara, diario oficioso de Esquerra, han publicado este domingo un artículo suyo al respecto. Y, para que quedara bien claro, han hecho también un resumen a cinco columnas en las páginas de información. Parecía La Humanitat. Pero es un ejemplo clásico de cómo construir una posverdad, es decir, una mentira.

Porque el traspaso ya se efectuó en el 2010 ¡Estando ERC en el Govern!

Aragonès no puede alegar desconocimiento porque entró de diputado en el Parlament el 2006. A mí ya me sorprendió que la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, en su rueda de prensa del pasado 14 de marzo, dijera que "no se ha hecho efectivo".

No era cierto.

El gobierno central lo aprobó el 5 de enero del 2010.

"El Govern ha aprobado hoy el acuerdo firmado por la Comisión Mixta de Transferencias Administración del Estado-Generalitat que da luz verde al traspaso del servicio de Cercanías de Renfe a la Generalitat”, rezaba entonces el comunicado oficial.

"La Generalitat gestionará el servicio, decidirá las frecuencias de paso, tarifas y horarios, marcará los niveles objetivos de calidad, e inspeccionará el servicio", añadía.

Es cierto que la oposición siempre dijo que era un mal traspaso. Recuerdo al convergente Josep Rull, que llevaba el tema en CiU, diciendo que había sido “sin estaciones, sin vías y sin trenes”. ¿Pero si efetivamente era tan malo porque ficharon como consejero de Universidades al mismo consejero que entonces lo hizo?

Me refiero al entonces socialista Quim Nadal, ahora titular de Recerca i Universitats.

Por eso, se están agarrando a Rodalies como a un clavo ardiendo -aunque realmente el servicio es mejorable- para poder vender algo a su electorado de cara a las municipales.

Ahora ya no es la independencia. Es Rodalies. Como ha acabado Esquerra."           (Xavier rius, director de e-notícies, 07/05/23)

28/4/23

Leo con estupor que han propuesto la Creu de Sant Jordi a título póstumo para Juan Marsé... Cuando estaba vivo sí que hubiera valido la pena, ya que así habría podido renunciar a ella y ciscarse finamente en la madre de quienes la conceden, como está mandado y como a él le hubiera gustado... como hizo la Sardà... Para qué necesita una medalla póstuma quien dejó para la posteridad la mejor respuesta jamás ofrecida a la recurrente pregunta de por qué no escribía en catalán: «Escribo en la lengua que me sale de los cojones» (Albert Soler)

 "Leo con estupor que han propuesto la Creu de Sant Jordi a título póstumo para Juan Marsé. En mi opinión, Marsé no se la merece. No se merece esta afrenta a su memoria, quiero decir. Cuando estaba vivo sí que hubiera valido la pena, ya que así habría podido renunciar a ella y ciscarse finamente en la madre de quienes la conceden, como está mandado y como a él le hubiera gustado. Pero si se la conceden una vez difunto, no podrá devolverla y estará condenado a lucirla por toda la eternidad. Menuda cruz, valga la redundancia.

Pobre Marsé, no imagino mayor humillación, un respeto con los muertos, hagan el favor. Se empieza concediendo a alguien la Creu de Sant Jordi y el paso siguiente es colgarle la Medalla d’Or de la Generalitat. De ahí a la Cruz de Hierro no hay más que un paso. En el Parnaso donde habitan los grandes, se encontraría con Borges y Sábato luciendo la Orden de las Artes y las Letras de Francia, a Henry James con la Orden del Mérito Británico, o a Faulkner con la distinción de Caballero de las Artes y las Letras de su país.

– ¿Y eso que llevas tú qué es, Marsé? -le preguntarían.

– La Creu de Sant Jordi -respondería.

Y venga risas. Y así día tras día. No, mejor dejarle tranquilo, que con el Premio Cervantes ya le da para codearse con sus colegas del más allá.

Sin embargo, temo que el Governet tenga en cuenta la petición. Si Marsé estuviera vivo, no habría peligro de que le dispensaran galardón alguno, siendo como era un botifler, un charnego y un tipo que se ciscaba en la republiqueta. Un mal catalán, en suma, que añadía, a su pecado de escribir en castellano, el de hacerlo mil veces mejor que los afines al régimen que escriben en catalán. Una vez muerto, capaces son de agraciarle con la Creu de Sant Jordi, solo por joderle. El lacismo no perdona a los desafectos, ni aun difuntos.

 La Creu de Sant Jordi es una inutilidad, pero si te la otorgan cuando has muerto, la inutilidad es doble, eso le hurta a uno la posibilidad de devolverla, a poder ser tirándola con desprecio, aquí la tenéis, colgárosla en el culo, como hizo la Sardà (lo de devolverla, no lo de colgársela ahí). Sirve para despreciarla. Bueno, y para que al morirte te paguen una esquela con dinero público, pero si te haces una póliza de Ocaso o de Santa Lucía eso también te entra, y encima añaden un ramo de flores sobre el féretro y un pianista tocando ‘El Cant dels Ocells’. Si por alguna razón (sea por estar muerto, sea por pereza) no la devuelves, es un trasto inútil que termina en el cajón de las llaves antiguas, los tornillos, los encendedores que no funcionan y un recuerdo del viaje a Lourdes.

A Marsé no le hace falta cruz alguna, no le hacía falta cuando estaba vivo, menos falta le hace estando muerto. Hizo más él por Barcelona y por Catalunya que todos los que andan repartiendo medallas de buen catalán desde que alguien que se encontraba aburrido las inventó, allá por 1981. Para qué necesita una medalla póstuma quien dejó para la posteridad la mejor respuesta jamás ofrecida a la recurrente pregunta de por qué no escribía en catalán: «Escribo en la lengua que me sale de los cojones». Aquí termina cualquier discusión lingüística, patriótica o nacional, y además la frase encierra toda una filosofía: para qué justificarse, para qué contemporizar, para qué razonar con quien no razona y para qué intentar hacerse perdonar. Esa enseñanza vale por cien Creus de Sant Jordi."         (Salvador López Arnal, blog, 25/04/23; fuente: https://www.diaridegirona.cat/)

28/3/23

Frikismo indepe.. El ex diputado socialista Joan Ferran recopila en un libro los frikis del proceso

 "El ex diputado del PSC Joan Ferran repasa en su último libro los frikis que han jalonado el proceso. La obra se titula precisamente "El brazo friki del procés y del posprocés" (Ediciones Hildy, 12 euros) y en él desfilan personajes como Joan Canadell, Joan Bonanit, sor Lucía Caram, Bea Talegón, María Lapiedra, Toni Albà, el mosso independentista, Mark Serra, Ramón Cotarelo, Pilar Carracelas y otros.

El autor también incluye en la categoría el ex presidente Quim Torra, la periodista Pilar Rahola o el ex portavoz de Junts Eduard Pujol, el del patinete. En el prólogo, el Marqués de Carabás (seudónimo) afirma que "me duele saber que este país ha malgastado una década persiguiendo una zanahoria incomestible" y que "los vendedores de humo que durante más de diez años nos engañaron han de pagar peaje por ello".

Ferran advierte, sin embargo, que "no están todos los que son" porque "deviene imposible censar todo el esperpento, los despropósitos y el cutrerío que ha sido capaz de destilar el frikismo independentista". Entre otros recuerda que el ahora dirigente de Junts -y ex presidente de la Cambra de Barcelona- ser paseó con "una careta con el rostro de Carles Puigdemont en el asiento del copiloto de su vehículo" y que incluso lo colgó en twitter.

Que Lucía Caram, "disfruta participando en actos electorales, arremetiendo, sin piedad cristiana, contra los adversarios del independentismo” o que algunos dirigentes del proceso son "vástagos de clases acomodadas e hijos de la pequeña burguesía del país". Mientras que Rai López Calvet, entre otros, recorrió 1.300 kilómetros hasta Waterloo con "una urna del referéndum del 1-O a sus espaldas".

Finalmente recuerda también que "en las playas catalanas vimos parasoles amarillos, mochilas amarillas, camisetas amarillas, toallas amarillas, chancletas amarillas y bañadores amarillos". Ferran, que denunció en su día la "crosta nacionalista" en TV3, ha publicado también otros libros entre dietarios y recopilación de artículos.

La obra se presenta este jueves en la Casa Elizalde de Barcelona (C/ Valencia 302, entre Pau Claris y Roger de Llúria a las 19.30 horas) con la presencia del autor, Joan Ferran; el editor, Sergio Fidalgo; y los periodistas Albert Soler y Ramón de España, entre otros."              (e-notícies, 27/03/23)

22/3/23

La calle dedicada a Borrell era un peligro... Junqueras podrá visitar la Pobla sin riesgo, nada en el callejero le va a recordar a la persona que le dejó como un inútil ante millones de catalanes... se trataba era de extirpar a Borrell del callejero, por una cuestión de misericordia. Misericordia hacia Oriol Junqueras, a quien la sola visión del nombre de Borrell le trae a la memoria el infausto día en que aceptó debatir con este -en televisión y en 'prime time'- sobre economía, y debía evitarse que, paseando por la Pobla, alzara la vista, lo viera escrito, y entrara de nuevo en depresión, cuando ya casi había superado su complejo de inferioridad... Cuentan que, aquella noche, Junqueras se fue a la cama sin repetir ningún plato de la cena y sin comerse el postre, pero eso tiene que ser leyenda

 "Es una suerte que en la Pobla de Segur haya 250 ciudadanos con un mínimo de piedad, que han decidido eliminar la calle de Josep Borrell. A partir de ahora se llamará 1 d’Octubre -la calle, no Borrell, que seguirá llamándose Josep-, aunque eso da igual, como si le quieren poner calle de 7 de Julio San Fermín, de lo que se trataba era de extirpar a Borrell del callejero, por una cuestión de misericordia. Misericordia hacia Oriol Junqueras, a quien la sola visión del nombre de Borrell le trae a la memoria el infausto día en que aceptó debatir con este -en televisión y en 'prime time'- sobre economía, y debía evitarse que, paseando por la Pobla, alzara la vista, lo viera escrito, y entrara de nuevo en depresión.

En su hogar y en ERC, su partido, no hay problema, ahí todo el mundo está al quite, y en cuanto sale Borrell en las noticias apagan el televisor o recortan del periódico los artículos en que se habla del mismo. Pero mantener el nombre de Borrell en una calle era un peligro, cualquier día Junqueras podía visitar la Pobla de Segur y, al doblar una esquina, ver en una placa el nombre de quien lo ridiculizó en público; y hala, de nuevo los lloros, el bochorno y las pataletas, cuando ya casi había superado su complejo de inferioridad. Por fortuna, 250 ciudadanos ejemplares, demostrando compasión, han salido en su ayuda. El líder republicano podrá visitar la Pobla sin riesgo, nada en el callejero le va a recordar que Borrell le dejó como un inútil ante millones de catalanes.

A Junqueras, un profesor de historia del montón, lo nombraron 'conseller' de Economía por su aspecto. En Catalunya, los 'consellers' de Economía deben aparentar estar bien alimentados; quien sabe administrar las finanzas de su casa para llenarse bien el buche, sabrá más o menos sumar y restar, cosa que basta para llevar las cuentas del Governet. Junqueras cumplía los requisitos, incluso los superaba: su volumen daba, no para uno, sino para tres 'consellers' de Economía. Lo que ocurrió es que el gris historiador creyó que el hábito hace al monje, y que con el solo nombramiento quedaba imbuido de conocimiento. Así que se presentó en el plató dispuesto a debatir de números con Borrell, que es ingeniero, economista, matemático y también un poco sádico, según se deduce de cómo disfrutó masacrando a su oponente hasta dejarlo al borde de las lágrimas.

Cuentan que, aquella noche, Junqueras se fue a la cama sin repetir ningún plato de la cena y sin comerse el postre, pero eso tiene que ser leyenda. Tengo guardado el vídeo, me sirve para convencer a mi hijo Ernest de que, si no estudia, el día de mañana alguien puede hacerle un Junqueras; y después, venga a cambiar nombres de calles para intentar borrar el bochorno de la memoria colectiva y de la suya propia.

La decisión consistorial se ha tomado con retraso. Cierto que más vale tarde que nunca, pero hace ya muchos meses que el preso Junqueras está en libertad. Solo la suerte ha evitado que tropezara con la innombrable calle. Con lo bien que vivía en la cárcel, sin ninguna galería que se llamara Borrell. No es casual que el actual alcalde de la población sea también de ERC, él mejor que nadie sabía del peligro para la integridad psíquica de Junqueras que suponía la calle de Josep Borrell. Convocó un referéndum suponiendo que por lo menos un par de centenares de ciudadanos se apiadarían del líder republicano, como así fue. Nunca falta gente de buen corazón."               (Albert Soler , El Periódico, 17/03/23)

10/3/23

Cómo salvar un idioma en 21 días... Alguien en el CPNL ha llegado a la brillante conclusión de que 21 días es el tiempo necesario para modificar una costumbre, ya se trate de fumar o de cambiar de idioma... son 21 días que todo procesista de pro tiene que pasar sin autotraducirse al castellano cada vez que se topa con alguien que se empeña en hablarle en esa lengua... 21 días sin apearse del catalán serán suficientes para que todos los castellanoparlantes y extranjeros que se crucen con esos ciudadanos de pro se pongan a largar en la lengua de mosén Cinto o, lo que tampoco está nada mal, no se enteren de nada de lo que se les dice... Salvar un idioma en 21 días suena a esas ofertas propias de escuelas chungas de idiomas que te garantizan que en menos de un mes hablarás un alemán perfecto... eso sí, con esta nueva versión del viejo Plan de belleza Ponds en siete días, el pitorreo puede ir in crescendo

 "Se nota cuando algo está en franca decadencia por las noticias que genera. (...)

La idea (de bombero catalán) más reciente para combatir la represión del pérfido Estado español sale de Girona (¿de dónde, si no, ya que para algo esa ciudad es la capital de la Cataluña catalana y, según Quim Torra, ¡oh, cráneo privilegiado!, se ve obligada a hacer todo lo que Barcelona no hace por la patria?) y viene bendecida por la señora Madrenas, alcaldesa de la ciudad que apura sus últimos tiempos de mandato municipal y se suma a ideas tan brillantes como la de los 21 días que todo procesista de pro tiene que pasar sin autotraducirse al castellano cada vez que se topa con alguien que se empeña en hablarle en esa lengua. Aunque Madrenas bendice la iniciativa, esta es cosa del CPNL (Consorcio Para la Normalización Lingüística), que empezó a ponerla en práctica en noviembre del año pasado en Santa Coloma de Farners y que, tras pasar por sitios como Breda y Llagostera, hoy dará inicio en Salt (próximas etapas de la gira salvífica: Arbúcies, Blanes, Lloret de Mar, Roses, Figueres y La Bisbal). (...)

Alguien en el CPNL ha seguido la táctica habitual de Hércules Poirot (o sea, poner a trabajar a sus pequeñas células grises) y ha llegado a la brillante conclusión de que 21 días es el tiempo necesario para modificar una costumbre, ya se trate de fumar o de cambiar de idioma. Y, pueblo a pueblo, el CPNL ha puesto en marcha esa terapia con la intención, supongo, de salvar una lengua moribunda que, curiosamente, goza de muy buena salud. 21 días sin apearse del catalán serán suficientes para que todos los castellanoparlantes y extranjeros que se crucen con esos ciudadanos de pro se pongan a largar en la lengua de mosén Cinto o, lo que tampoco está nada mal, no se enteren de nada de lo que se les dice y sea imposible mantener una conversación normal. 

 Evidentemente, el CPNL no ha pensado en los castellanoparlantes que cambiamos al catalán cuando nuestro interlocutor se expresa mejor en esa lengua. No está previsto que se nos haga un homenaje ni que nos pongan en la lista para la Creu de Sant Jordi. No, la campaña va dirigida exclusivamente a esos calzonazos que, con su mala costumbre de pasar de un idioma que hablan a otro que también, están contribuyendo a la muerte del catalán. No sé qué seguimiento va a tener esta nueva idea brillante del lazismo, pero el mero hecho de ponerla en marcha ya denota una lamentable falta de ambición por parte del CPNL. Puestos a tomar medidas que no sirvan para nada, mejor hacerlo a lo grande, digo yo. ¿Por qué conformarse con 21 días de monolingüismo​​​​​​​ cuando se puede optar por él los 365 días del año? Con medias tintas no se arreglan ni los problemas inexistentes. Aunque no conozco a nadie que lo haga, sé que existen los catalanes que no se pasan al castellano ni que los maten, lo cual se me antoja una estupidez, pero, por lo menos, reconozco que exhiben cierta coherencia y se apuntan al concepto shakespeariano de establecer algo de método en su locura (es lo que hace la señora Madrenas, según propia confesión).

 Salvar un idioma en 21 días suena a esas ofertas propias de escuelas chungas de idiomas que te garantizan que en menos de un mes hablarás un alemán propio del difunto Rainer Maria Rilke

 ¿Y qué se supone que tiene que hacer el que ponga en práctica (o implemente, que se dice ahora) la medida? (...) ¿Dejará de hablar en castellano con quien solía hacerlo durante 21 días, como si todo formara parte de una extraña apuesta? ¿Se deprimirá cuando, pasados esos 21 días, compruebe que todos los castellanoparlantes con los que se cruza siguen en sus trece?

 En fin, mejor una campaña idiota que los cortes de carreteras y las ocupaciones del aeropuerto. Pero si ya entonces era difícil tomarse en serio al procesismo, ahora, con esta nueva versión del viejo Plan de belleza Ponds en siete días, el pitorreo puede ir in crescendo. A ver qué seguimiento tiene esta brillante idea. Yo pienso seguir alternando el castellano y el catalán como hasta ahora, y me da la impresión de que es lo que seguirá haciendo todo el mundo. Pero algo hay que inventarse para hacerse la ilusión de que el prusés goza de una salud de hierro. Algo, claro está, que no implique ningún riesgo de acabar ante un juez. Si lo hacen los políticos indepes, ¿por qué no puede hacerlo el lazi de a pie?"                  (Ramón de España, Crónica global, 09/03/23)

 

"Municipios de Girona promueven hablar solo en catalán durante 21 días para evitar la “mala costumbre” de pasarse al castellano.

La campaña está fomentada por el Consorcio Para la Normalización Lingüística, participado por la Generalitat y otros entes públicos.

 El Consorcio Para la Normalización Lingüística (CPNL) de Girona está promocionando entre los municipios de la provincia la campaña 21 días, una iniciativa que consiste en hablar de entrada en catalán con todo el mundo, siempre y en todas partes, durante ese periodo, para intentar cambiar lo que consideran como una “mala costumbre” de pasarse al castellano. Este es, según los responsables de la campaña, “uno de los hábitos más frecuentes en Cataluña, el de los catalanohablantes que cambian automáticamente de lengua cuando alguien les habla en castellano o, sencillamente, cuando se dirigen a alguien que por sus rasgos físicos no reconocen como un autóctono”. El objetivo es hacer reflexionar sobre este uso que se hace de la lengua, una conducta que consideran “letal” para la supervivencia del catalán. Argumentan que esto “no quiere decir que no se debe cambiar nunca de lengua”: la propuesta es hacerlo “cuando se vea que alguien no la entiende”.

El organismo participado por la Generalitat y otros entes públicos de Cataluña sostiene que, según los expertos, “21 días es el tiempo necesario para modificar una costumbre”. Por eso proponen hacer con el catalán “un gesto pequeño y repetido, el necesario, durante tres semanas a fin de que el cerebro lo adopte y lo haga suyo con toda normalidad”. En la documentación de la campaña comparan esta acción con cualquier otro hábito cotidiano que se quiera dejar atrás “como el fumar o morderse las uñas”.

Según las estadísticas, 8 de cada 10 catalanohablantes cambian de lengua, es decir, abandonan el catalán cuando alguien les habla en castellano. Esta conducta, sostienen, es “letal” para la supervivencia del catalán porque hace que desaparezca de todos los espacios y dificulta que quienes todavía no lo hablan puedan aprenderlo y practicarlo. Por eso, afirman, “hay que darle la vuelta a este hábito”. Consideran que el hecho de hablar catalán con todo el mundo significa “ayudar a quienes lo aprenden, es hacer la lengua útil y necesaria, es darle una oportunidad de seguir existiendo. Y sobre todo porque las lenguas mueren si no se hablan”. En esta línea, mantienen que “si se esconde el catalán se hace prescindible”, y la consecuencia de ello se puede ver “en las mismas calles y establecimientos de muchos municipios de las comarcas gerundenses, donde cada vez se oye menos catalán”.

Los responsables de esta iniciativa sostienen que hay que tener presente que en los últimos años han llegado muchas personas de fuera, una gran mayoría asisten a cursos de catalán, pero “es imprescindible que encuentren espacios para practicar lo aprendido fuera del aula, en la calle, en las tiendas, en todas partes; es necesario que les demos la oportunidad de utilizar la lengua”, aseguran, porque así tendrán “más alicientes para utilizarla y conocerla más a fondo”.

La campaña empezó en noviembre de 2022 en Santa Coloma de Farners, y ha seguido este año con un recorrido por varios municipios de Girona como Breda, Llagostera y Salt, donde se presenta el jueves. Seguirá, por el momento, en Arbúcies, Blanes, Lloret de Mar, Roses, Figueres y la Bisbal d’Empordà. Tiene una duración de entre tres semanas y un mes y, la intención es que todo el mundo participe para cambiar “esta mala costumbre”. Una vez terminada la campaña, “solo habrá que mantener la misma actitud, con la diferencia de que entonces ya no supondrá ningún esfuerzo”, aseguran. El Consorcio ha estado en contacto con algunos municipios de Barcelona que se han interesado por exportar esta campaña gestada en Girona."                    (Marta Rodríguez , El País, 07/03/23)

28/2/23

Hacía años, tal vez siglos, que no se veía en el mundo gesto tan heroico como el de Míriam Nogueras en el Congreso, retirando un par de metros la bandera española, sin que le temblara el pulso... los seguidores de su partido necesitaban un gesto como este, que les reafirmara que Catalunya es tierra de gente intrépida, capaz de sacrificarlo todo por la causa. Todo salvo el sueldo, claro, que aunque lo pague el pérfido estado español, eso es sagrado... Uno siempre se ha preguntado cómo es posible que un ejército tan valeroso como el lacista fracasara tan estruendosamente. Unos tipos capaces de llevar a cabo huelgas de hambre desde la hora de la comida hasta la de la merienda, e incluso de publicar de vez en cuando algún tuit contra España, estaban destinados a vencer a cualquier enemigo... bastó la orden de la delegada para que los valerosos funcionarios de la Generalitat en Girona corrieran a esconder hasta el último lacito. No se arriesgaron ni a un mínimo expediente, no sea que ello conllevara sanción económica... Una vez que Míriam se ha convertido en la Juana de Arco lacista, no puede detenerse ahí, el pueblo le va a exigir nuevas acciones heroicas, más arriesgadas en cada ocasión. Hay quien asegura que planea responder "Bon dia" cuando en algún bar madrileño de los que frecuenta el camarero la salude con un "Buenos días". Capaz la veo, que esta mujer ya ha saboreado las mieles del riesgo

 "Hacía años, tal vez siglos, que no se veía en el mundo gesto tan heroico como el de Míriam Nogueras en el Congreso, retirando un par de metros la bandera española, sin que le temblara el pulso. Se diría incluso que, en un alarde de temeridad, lo hizo sonriendo, aunque este extremo no ha podido confirmarse porque con semejante dentadura parece que sonría a todas horas. 

La portavoz de JuntsxBrindisalsol (o como se llamen hoy), despreciando su propia vida, deslizó la enseña a un costado para admiración de todos los seguidores de su partido, quienes -justo es reconocerlo- desde la huida nocturna del Vivales necesitaban un gesto como este, que les reafirmara que Catalunya es tierra de gente intrépida, capaz de sacrificarlo todo por la causa. Todo salvo el sueldo, claro, que aunque lo pague el pérfido estado español, eso es sagrado, no vamos a pedirle a Nogueras que encima de valiente sea consecuente.

Uno siempre se ha preguntado cómo es posible que un ejército tan valeroso como el lacista fracasara tan estruendosamente. Unos tipos capaces de llevar a cabo huelgas de hambre desde la hora de la comida hasta la de la merienda, e incluso de publicar de vez en cuando algún tuit contra España, estaban destinados a vencer a cualquier enemigo. La respuesta está en el bolsillo, que una cosa es estar dispuestos a todo, y la otra que ese todo incluya la mensualidad.

-Por la republiqueta estamos dispuestos a cualquier sacrificio, a perder la vida si es necesario, incluso a que la pierdan nuestros hijos. ¡Ofreceremos nuestra sangre por la causa! ¡Visca Catalunya!

-¿Y a perder la paga doble?

-Eso no, todo tiene un límite.

La sede de la Generalitat en Girona, mi ciudad, es el paradigma de esta lucha. El edificio fue convertido en un parque temático del lacismo: lazos amarillos, 'estelades', pancartas, carteles llamando a la lucha, huchas para colaborar en cajas de resistencia, estampitas de los santos líderes y no sé si escapularios amarillos que le protegen al usuario de cualquier veleidad españolista. Durante años, uno entraba allí para llevar a cabo una gestión y en lugar de en unas dependencias oficiales, creía estar en la trastienda de un bazar chino, que es donde hoy se encuentran todos esos gadgets.

Bastó hace pocas semanas un solo amago de denuncia para que la delegada del Governet ordenase la retirada de toda la parafernalia lacista. Y bastó la orden de la delegada para que los valerosos funcionarios de la Generalitat en Girona corrieran a esconder hasta el último lacito. No se arriesgaron ni a un mínimo expediente, no sea que ello conllevara sanción económica. Son revolucionarios estilo Míriam Nogueras, de los de colocar o sacar banderitas según convenga, pero también de nómina íntegra y cobrada al día. Al final ha resultado que el famoso 'Donec perficiam' ('hasta conseguirlo') con que se adornan los lacistas más valientes entre los valientes se refiere a conseguir cobrar sin problemas a final de mes.

Una vez que Míriam se ha convertido en la Juana de Arco lacista, no puede detenerse ahí, el pueblo le va a exigir nuevas acciones heroicas, más arriesgadas en cada ocasión. Hay quien asegura que planea responder "Bon dia" cuando en algún bar madrileño de los que frecuenta el camarero la salude con un "Buenos días". Capaz la veo, que esta mujer ya ha saboreado las mieles del riesgo. Y encima, lo va a hacer sonriendo."                       (Albert Soler , El Periódico, 24/02/23)

15/2/23

Dejar prácticamente sola a la pobre Laura Borràs enfrentándose a la justicia es de desagradecidos. ¿Hay acaso algo más lacista que regalar contratos y dineros a los amigos? No veo yo que haya diferencia entre fraccionar contratos para concederlos a dedo a un amigo y crear una embajada para colocar a dedo en ella a otro amigo. Por no hablar de los cientos de lacistas que se han hecho con puestos de trabajo que jamás habrían soñado... Si el lacismo fuera un movimiento solidario y, sobre todo, consecuente consigo mismo, convocaría cada día frente a los juzgados una manifestación comparable a las del 11-S, cuando aún no habían empezado las puñaladas por el dinero a repartir... con la pancarta: 'Todos quisimos ser Laura pero no todos tuvimos la oportunidad' (Albert Soler)

 "Dejar prácticamente sola a la pobre Laura Borràs enfrentándose a la justicia es de desagradecidos. En los últimos días se ha producido un goteo de lacistas desmarcándose de la acusada de fraccionar contratos con el peregrino argumento de que no se la juzga por nada vinculado al 'procés', que los trapicheos que haya podido realizar no tienen que ver con la republiqueta. ¿Cómo que no? ¿Hay acaso algo más lacista que regalar contratos y dineros a los amigos? ¿Acaso no ha quedado demostrado que la republiqueta sería una forma de repartirse los dineros los de siempre y como siempre, pero con más garantía de impunidad? La colosa de JuntsxTrullo -o como se llamen hoy- no ha hecho nada más que seguir a rajatabla las directrices de un movimiento nacido para trincar.

No veo yo que haya diferencia entre fraccionar contratos para concederlos a dedo a un amigo y crear una embajada para colocar a dedo en ella a otro amigo. Por no hablar de los cientos de lacistas que se han hecho con puestos de trabajo que jamás habrían soñado. Por lo menos al bueno de Isaías el contrato le obligaba a trabajar, ni que fuese para justificar el dinero recibido, que los colocados en embajadas, ni eso. Probablemente si ha accedido a colaborar con la fiscalía acusando a su benefactora es porque ha sabido que él tenía que currar -o por lo menos simularlo, que también requiere esfuerzo-, mientras que otros se embolsaban la pasta solo con figurar. Cómo no iba a enfadarse, después de semejante ultraje, es que parece que haya lacistas de primera y de segunda.

Si el lacismo fuera un movimiento solidario y, sobre todo, consecuente consigo mismo, convocaría cada día frente a los juzgados una manifestación comparable a las del 11-S, cuando sus distintas facciones fingían hermandad, o sea, cuando aún no habían empezado las puñaladas por el dinero a repartir. No iban a faltar zepelines con forma de la encausada a tamaño natural surcando el cielo, como en un concierto de Pink Floyd, ni pancartas con la leyenda 'Todos somos Laura”', porque las más sinceras 'Todos quisimos ser Laura pero no todos tuvimos la oportunidad' no caben en una sábana salvo que sea de la cama de la propia rea.

Siempre hay que elegir un cabeza de turco para entretener a los jueces, y esa mujer que ya desde su extraña sonrisa perenne denota pocas luces era la candidata ideal. Hasta aquí, nada que objetar, si hay que soltar lastre, no hay duda de que con Laura Borràs se suelta a lo grande. Pero abandonarla a su suerte, como a la abuela en el geriátrico, cuando ella ha sido fiel a lo que se espera del lacismo, es tener poco corazón. Difícilmente habrá en todo el lacismo nadie que tenga tan interiorizados los mandamientos de esta religión, que -como todos- se resumen en uno: “amarás al dinero sobre todas las cosas y enriquecerás al prójimo como a ti mismo”, entendiendo por supuesto que no hay más prójimos que amigos y familiares.

Y eso que ir en autobús a darle palmaditas en la espalda mientras entra en el juzgado, cuesta solamente entre 10 y 20 euros -no sé si con bocadillo de mortadela-, valía la pena comprar un billete solo para ir a pasear al zoo, donde también hay animales. Podrían juzgarla cada día y solucionarían la papeleta a tanta gente que se desplaza diariamente a Barcelona a estudiar o a trabajar, más los que no hacen ni una cosa ni otra en la administración del 'governet' y cobran a final de mes."               (Albert Soler , El Periódico, 10/02/23)