"Como era de esperar y muchos habíamos anticipado, los acuerdos con la derecha nacionalista catalana para la investidura de Pedro Sánchez han mostrado muy pronto que no conformaban una auténtica mayoría y que implicarían cesiones impropias del progresismo del que hacen gala PSOE y Sumar.
Me referiré solamente a la de proporcionar datos oficiales “para que cada administración calcule sus propias balanzas fiscales”, según han expresado fuentes del gobierno
Estas balanzas son un cálculo orientado a determinar a quién perjudica o beneficia la liquidación de todas y cada una de las partidas de los Presupuestos del Estado. Un cálculo con el que los nacionalistas catalanes buscan demostrar que “España les roba”.
Se trata de un instrumento que prácticamente no se realiza en ningún otro país del mundo porque no permite obtener resultados concluyentes. No hay ningún criterio que pueda determinar con objetividad a quién beneficia o perjudica lo que ingresa o gasta el Estado, de modo que el resultado será siempre completamente diferente según el método de cómputo que utilice quien haga la balanza. Se podría “demostrar” que España “roba” a Cataluña, o lo contrario. Lo explicaron muy bien Josep Borrell y Joan Llorach en su libro Las cuentas y los cuentos de la independencia.
¿Si el Estado invierte en una carretera en Andalucía sólo nos beneficiaremos los andaluces? ¿Acaso no vendrán turistas o empresas catalanas que serán igualmente beneficiados? ¿Llevar el AVE con dinero del Estado a Cataluña sólo beneficia a los catalanes? ¿Cómo determinar a quién beneficia o perjudica el gasto en defensa o administración de justicia?, ¿seguro que a todos los habitantes por igual? ¿Acaso son los territorios quienes pagan los impuestos y se puede comparar, entonces, lo que para cada uno de ellos supone la carga fiscal?
Las balanzas fiscales nunca proporcionan resultados que puedan ser asumidos como ciertos y objetivos y lo único que producen es ruido y confusión. Sólo sirven para que demagogos y supremacistas como la derecha nacionalista catalana vayan diciendo que los demás se quedan con su dinero.
Es lamentable que el gobierno del PSOE y Sumar ceda en este tipo de
chantajes. A mi juicio, lo progresista no es contribuir a la disputa
irracional, al enfrentamiento y la insolidaridad, a una pugna entre
administraciones en la que ninguna llevará razón. No representa progreso
alguno que los partidos de izquierdas den combustible y munición a la
derecha supremacista catalana. Se convierte él mismo en pirómano. Yo
creo que lo progresista sería afirmar que se rechaza el uso de las
balanzas fiscales como arma arrojadiza de unos españoles contra otros,
porque no ayudan a plantear los problemas que tenemos de inequidad
territorial en un clima de igualdad y respeto y con datos objetivos. O,
en todo caso, negociar y acordar su elaboración conjunta con criterios
de cálculo consensuados, pero no echar a pelear entre ellas a las
comunidades autónomas.
Empieza mal este gobierno y terminará peor si sigue cediendo ante un
chantaje que pudo y, a mi juicio, debió haber evitado desde el
principio." (Juan Torres López, blog, 12/01/24)
Pues a mi no me importa en absoluto. Tarragona, Girona y Lleida son las otras tres divisiones de la Nacion Catalana. Si no generan suficientes recursos, Barcelona tiene que acudir a apoyarlas. A quien no hay que apoyar ya nunca más son esas regiones españolas que nada tienen que ver con nosotros pero que están a la sopa boba.
No se trata de que te importe o no, sino de que vuestros argumentos se vuelven contra vosotros. El día que los de Barcelona se “sientan” distintos del resto de los catalanes ya tienen un argumento “válido” para decir que les “chupan la sangre” y que mantienen a vagos y reclamar la secesión.
Cualquier infraestructura, mejora social etc. en el resto de Cataluña repercute en Barcelona y lo mismo pasa con España respecto de Cataluña y viceversa. O con la Unión Europea. También los franceses y los alemanes pueden decir que quieren que su dinero vaya para sus respectivas naciones y no para los “vagos de España”. (Aquí entra Cataluña que también recibe fondos)
no crec que ciutats com tarragona, lleida i girona crein prous recursos insuficients. més que ciutats deuen ser els diferents pobles, els que possiblement provoquin alguna pèrdua econòmica. Ara bé, els barcelonins estem encantats de formar nació amb aquests pobles, que ens donen identitat i que fan que catalunya no només sigui ciment.
que les diferents zones de catalunya estiguin ben acondicionades ens beneficia també als barcelonins. que les carreteres estiguin bé, ens beneficia a tots. els barcelonins som els primers de mouren’s, als caps de setmana, pels nostres pobles i per les nostres platges. és més, cada cop més barcelonins han d’anar a viures a les rodalies. És com invertir en el jardí de casa teva. I no a la casa del veí.