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20/7/23

«Lo diferente y lo común puede venir muy bien a españoles y portugueses»

 "Estudió economía y periodismo. Doctor en ciencias sociales por la Universidad de Salamanca. Especialista en iberismo y relaciones de España con Portugal, y Brasil. Autor, con José Antonio González Alcantud de El nuevo iberismo (Almuzara) e Iberotropicalismo, con Gilberto Freyre (Massangana). Coordinador de EL TRAPEZIO.

¿Nuevo iberismo: lámina de agua superficial o calado profundo?

Indudablemente, el iberismo tiene un elemento vertical y otro horizontal. Estudiando antropología y habiendo viajado un poco, percibí las posibilidades que había en torno a este concepto para analizar, con enfoque interdisciplinar, la historia de la Península ibérica y de territorios que hablan en español y portugués. El iberismo, normalmente se suele asociar a un movimiento liberal del siglo XIX, para unificar España y Portugal, pero se ha utilizado de diversos modos. Según el país, la región, la ideología…, la gente ha visto en este concepto algo importante. Un cierto primitivismo, por un lado, por aquello de los íberos, y también como algo transversal, de diferentes civilizaciones, de gestionar pluralidades. Término que se utiliza hasta en Brasil, con una perspectiva más antropológica y geopolítica, lo cual resulta interesante.

¿Son España y Portugal una realidad económica más inter-penetrada, amalgamada, de lo que aparenta?

En la práctica ya existe lo que los iberistas antiguamente querían, una unidad de mercado a nivel peninsular. El nivel de los intercambios es muy alto. Se dice que España exporta más a Portugal que a toda América latina. Desde el punto de vista comercial, económico, las relaciones son super-intensas. Cosa que no se compadece políticamente, mediáticamente, culturalmente… No estén al mismo nivel. Existe esa unidad, que forma parte de la Unión Europea. Cuando adquirimos cualquier producto, vemos que la información de uso viene en portugués y español. Algo que indica que hay una compenetración, pero es verdad que a escala corporativa sí que falta más cooperación y alianza entre empresas, y que las empresas portuguesas operen en España. En Portugal siempre ha existido un punto de miedo a la excesiva presencia de intereses españoles, pero han sabido equilibrarla. Hubo en Galicia un debate sobre las empresas que se deslocalizaban en el norte de Portugal, aprovechándose de algunas ventajas comparativas, pero también funciona un cierto fair play de no competir en la euroregión.

Estuvo en boga lo del “Eje atlántico”, entendido como unos territorios necesitados de ayuda por, digamos, su carácter periférico en la UE ¿No está siendo superado ese concepto por una realidad que, con la globalización, coloca a la Península como un hub estratégico, como dice Jaume Reixach?

La Península ibérica ocupa un lugar estratégico en el mundo. Una suerte, como decía Pessoa, que junta el Mediterráneo con el Atlántico. Eso contribuye a liderar estos espacios geopolíticos, con un papel relevante en el comercio. Lisboa es una salida natural al Atlántico, las relaciones con África están adquiriendo especial potencial, y está nuestra relación natural con Iberoamérica, que es donde están los próximos de lengua y cultura. Para España es también muy importante conjugar bien los corredores, con una visión conciliadora, integrada, con una visión amplia. Un grupo de gente está haciendo ahora un foro del Sudoeste atlántico, que es esa conexión de Madrid con Lisboa. Pero todas las conexiones son importantes, como el eje cantábrico, que es otra ramificación. Pensar a lo grande es importante, porque muchas veces en la política española nos hemos reducido a un ombliguismo absurdo. 

Acaban de reunirse de nuevo Sánchez y Costa en Lanzarote ¿Qué va más rápida la colaboración institucional entre España y Portugal o las cosas a ras de tierra?

Lo gubernamental está muy bien. Estoy leyendo las memorias de Fernando Morán, exministro Exteriores, que vivió en Portugal, hablaba portugués, era iberista… Dice que se avanzó mucho, pero que faltó coordinación para llevarlo a espacios exteriores, como la UE. Ahora ya tenemos esa coordinación, que se recoge en el nuevo tratado de amistad, que es bastante ambicioso. Se han creado comisiones de enlace entre ambos gobiernos, a escala multinivel. Uno de los problemas que tenemos es que Portugal tiene que relacionar al otro lado de la frontera también con las Comunidades Autónomas, lo que genera una cierta disfuncionalidad. Se está formulando una estrategia de desarrollo, porque la “Raya” es una de las fronteras europeas que no aprovecha sus potencialidades, y se ha quedado como algo despoblado. Hay una alianza y se buscan narrativas. Saramago es una de ellas. Hace unos años, esto estaría vetado en Portugal. Se trata de una alianza entre dos Estados, con algunos órganos en común, que llevan el seguimiento. Se ha avanzado, pero falta rellenar todo eso.

Acabo de ver La sequía, una serie muy iberista, que se desarrolla entre Cáceres y Lisboa ¿Es un signo de que en el plano cultural también se están dando pasos?

Los gobiernos han decidido también impulsar la colaboración en el plano cultural, con agendas comunes. Pero, de manera natural, en el ámbito privado y gracias a las redes sociales y el desarrollo de las plataformas audiovisuales, ya se produjo una colaboración entre Galicia y Portugal. Aquí entra en juego la intercomprensión, que también se puede aplicar de manera muy fácil, porque se pueden mantener conversaciones, cada uno en su lengua nativa.  En esas series ya no se hacen doblajes, sino que habla cada uno en su lengua o cambian, como es la realidad. Todo lo cual está ligado al concepto de Iberofonía, que es el conjunto de 800 millones de hablantes en español y portugués.

Estos días era notica la presencia de dos diseñadores de moda riojanos que se abren camino en Portugal, donde dicen que están encontrando mucho apoyo…

Los portugueses siempre han tenido mucha habilidad en el manejo de las relaciones internacionales, se les han dado bien los idiomas; están muy presentes en el acceso a fondos europeos, facilitan las inversiones… Nosotros percibimos que, en Portugal, sí, somos extranjeros, pero también nos sentimos en casa. Esa ventaja de los diferente y lo común, le puede venir muy bien a los españoles, y viceversa. Hasta el punto de que ni nos damos cuenta de ello, porque se integran rápidamente y lo aprovechan bien.

¿El turismo, quizás más de España a Portugal que viceversa, ha sido una vía de conocimiento especialmente relevante de los países?

También hay un flujo relevante de portugueses hacia el Mediterráneo, a Benidorm… A Badajoz y Salamanca se va y vuelve en el mismo día. Aunque de maneras superficial, el turismo si que tiene efecto de conocimiento mutuo, superación de prejuicios sobre Portugal, como país pobre, decadente. Tiene algo de verdad el tópico de que España y Portugal se daban la espalda, pero también ha habido siempre minorías culturales, intercambios como el propio contrabando de la “Raya”, entre los dos países. El iberismo también ha tenido una pose muy intelectual. Escritores, periodistas… han sido iberistas. Cosa que no lo han sido sus funcionarios públicos, hombres de Estado. Pero, con el marco europeo, el turismo, las redes sociales… los prejuicios históricos se están diluyendo. Con prudencia, cautela, respetando a cada parte… Ya estamos en un terreno en el que no habíamos estado, desde hace siglos.

Naturalmente, Extremadura, Andalucía, también Castilla y León y, sobre todo, Galicia resultan más próximas a Portugal ¿Cataluña, Euskadi, Valencia… (con excepción de Andorra, donde son mayoría los trabajadores portugueses) son quizás más ajenas a él y, en consecuencia, tierra de misión para le iberismo?

Me consta, que estos territorios de trata muy bien a los portugueses. Hay 0aralelismos muy fuertes, y es cierto que el Gobierno Vasco visita de vez en cuando al embajador de Portugal. Y Cataluña han tenido una vinculación cultural, institucional, empresarial muy fuerte con Portugal. Está bien que las comunidades autónomas mantengan relaciones bilaterales, en cuestiones de interés común. El iberismo nos ayuda a fomentar los consensos internos en España, y gestionar pluralidades. En ese sentido, una España federal es buena, pero con Portugal no podemos utilizar esa terminología federalista, equiparando Portugal a las autonomías españolas. No se trata, ni mucho menos, de que Portugal renuncie a su soberanía. Se podría hablar de crear una tercera identidad, pero no de incorporar Portugal a España. El paraguas es el dualismo estatal, algo que no se puede reducir, ni inconscientemente, a un federalismo que puede llevar a un reduccionismo federalista, sin más. Ya estamos en un marco jurídico iberista. Algo, de lo que forma parte EL TRAPEZIO, que se creó para fomentar esa opinión pública ibérica."            (Entrevista a Pablo González, Peru Erroteta,  elTriangle, 25/06/23)

17/2/20

El alcalde de Oporto propone la formación de Iberolux, una fusión de España con Portugal... asegura que la frontera entre Galicia y el norte de su país ya no existe...

"Iberolux, la unión de España y Portugal en un nuevo ente al estilo del Benelux, es la propuesta del alcalde de Oporto, el independiente Rui Moreira (Oporto, 1956). Alcalde de la ciudad desde 2013, presidió el fin de semana pasado la celebración del Cities Forum 2020 en su ciudad

 En ese contexto pidió una colaboración más estrecha entre los dos países. “Durante decenas de años vivimos de espaldas, con enormes desconfianzas. Felizmente, esa realidad ya no existe hoy”, declaró a la agencia Efe. “Hablamos un idioma que no es el mismo, pero que lo entendemos; tenemos un espacio iberoamericano que es esencial para ambos países; falta hacer el trabajo de construir el Iberolux”.


En la vida diaria, Moreira ya dirige una ciudad que practica diariamente el iberoluxing. El mayor número de turistas son españoles, y no solo gallegos. Los catalanes, por ejemplo, llenaron la Fundación Serralves con ocasión de la muestra inédita de Miró; los madrileños aumentaron también sus visitas a raíz del fichaje de Casillas por el primer equipo de la ciudad; los aeropuertos de Vigo y de Oporto se usan indistintamente por españoles y portugueses, según la conveniencia de horarios, rutas y hasta climatología. “Son buenos turistas, pues les gusta hacer compras, comer y beber”, añadió el alcalde.


Bélgica, Holanda y Luxemburgo constituyeron una unión aduanera, llamada Benelux, en 1944, antes de la fundación de la UE, y la ampliaron en 1958 a una unión económica mediante un tratado. La idea de una unión hispanoportuguesa dentro de la UE no es original ni nueva, pues data del siglo XVIII, aunque sin —como se ve— prosperar. Así como muchos intelectuales la han proclamado abiertamente —de Fernando Pessoa a José Saramago o Lobo Antunes, por parte lusa, y de Unamuno a Ortega y Gasset—, también muchos políticos —en la intimidad— cuentan las ventajas de esa unidad

 Sin embargo, nunca ningún partido político —ni de un lado ni del otro de la frontera— se ha atrevido a concurrir a las elecciones proponiendo la formación de un Iberolux o una Iberia. La única excepción ha sido el Partido Ibérico, formado en 2015 en Castilla-La Mancha para concurrir a las elecciones, sin éxito alguno. Entonces el fundador ya dijo que la iniciativa no partía de los Estados, "sino del sentimiento de unión de los ciudadanos".

 Moreira quiere reverdecerlo con el nombre de Iberolux. “El proyecto europeo está vivo y con buena salud y tiene ahora nuevas apuestas”, añadió el alcalde, como sería que los dos países del sur de Europa avanzasen con una cooperación más estrecha. Para él ya no existen fronteras entre el norte de Portugal y Galicia, una comunidad en donde, al igual que en Extremadura, estudian portugués miles de escolares españoles. “Un argumento más para la creación de Iberolux”.      (Javier Martín, El País,  05/02/20)

21/1/19

El Proceso ha acabado con lo que se había ganado en Cataluña después de la crisis, lo ganado el 15-M -digamos así- que llegó al Ayuntamiento de Barcelona. El factor nacionalista ha dividido esta base social. Hemos conseguido la 'proeza' que el cinturón de Barcelona, ​​que históricamente votaba a la izquierda, ahora vota Ciudadanos, que es un partido de la derecha cruda y pelada. Esto es muy lamentable...

"(...) ¿Como viste, desde tus corresponsalías en Alemania y en Francia, la evolución del proceso independentista catalán? Y como lo veían ellos desde allí?

Lo veían con mucha sorpresa. Era la misma sorpresa que provocaban los viajes de Pujol en Berlín, que yo viví hace años. Los alemanes, que son muy cuadrados, no entendían por qué en uno de los países más descentralizados de Europa, en una de las regiones más ricas y con mayores competencias, aunque quisieran más. 

Cuando todo esto se desarrolló hacia un enfrentamiento, los alemanes decían: "Y por qué no se ponen de acuerdo?". Conociendo como conozco Cataluña, yo entendía que había cosas que a los alemanes se les escapaban, una mezcla compleja entre varios factores: un sentimiento nacionalista antiguo, frustrado por una serie de situaciones; un elemento institucional de protoestat catalán, que deseaba avanzar en esta vía, y también el intento de un partido corrupto, Convergencia, de solucionar su problema. 

Todo ello mezclado creaba una bola -en la que cada uno podía discutir cuál de las partes era más decisivamente, pero el resultado era una protesta impresionante en las calles, acompañada de una acción institucional desde arriba. 

Una mezcla entre revuelta o protesta popular, y revuelta del Estado, de un aparato del Estado dentro del mismo Estado español, la Generalitat.

 ¿Como lo ves ahora que vuelves a vivir en Cataluña?

Yo no soy nacionalista; hay que ir con este tipo de confesiones por delante. Me intento concentrar en las cosas que me parecen significativas en el cuadro europeo y mundial. 

Y creo que esto de Cataluña no es significativo, no tendrá influencia en ninguno de estos dos ámbitos. Sí que tiene influencia en la política española, pero -a la vez- la política española tiene poca repercusión en estos marcos europeos y mundiales que me interesan. 

Por lo tanto, este ámbito lo observo poco y sin pasión, porque no soy nacionalista. Al contrario: a mí me gusta España. Me gusta España incluso con sus defectos. A la hora de pensar una utopía, antes de que la utopía de una Cataluña independiente, a mí me atrae más la utopía de una federación ibérica que incluyera Portugal. 

Una federación que, gracias al peso de Portugal, y mediante la interacción de otras partes de esta España plurinacional, lograra desmontar el peso de Castilla en el conjunto de la Península. Crear una convivencia ibérica un poco diferente. Esto es una utopía que me gusta más, y que algunos autores portugueses y algunos locos hispanos comparten.

¿Por qué te gusta más esta utopía?

Porque creo que sería una buena plataforma para definir unas relaciones con América Latina menos turbias que las que tenemos ahora, y también con nuestro entorno mediterráneo, el entorno del Magreb. Y, por supuesto, con nuestro entorno europeo, al que no podemos dar la espalda.

¿Crees que partidos como los Comunes o la CUP tienen algún equivalente a escala europea?

No sigo con mucho detalle la cocina interna de estos partidos de izquierdas. Sobre los Comunes puedo decir que el Proceso les ha partido. Yo sostengo la teoría, muy discutida por amigos independentistas, que el Proceso ha acabado con el que se había ganado en Cataluña después de la crisis, lo ganado el 15-M -digamos así- que llegó a la Ayuntamiento de Barcelona. El factor nacionalista ha dividido esta base social. 
Hemos conseguido la 'proeza' que el cinturón de Barcelona, ​​que históricamente votaba la izquierda, ahora vota Ciudadanos, que es un partido de la derecha cruda y pelada. Esto es muy lamentable. Se ha hecho fuerte la derecha en Barcelona, ​​se ha hecho fuerte la derecha en Madrid y se ha dividido una gran parte de la sociedad catalana entre partidarios y adversarios.
 Se trata de un marco temático con muy poca perspectiva de progreso. Pero esto es mi opinión: hay gente que tiene esta emoción nacionalista, que lo ve al revés, que considera que sólo por esta vía se podrá progresar.

¿El Gobierno actual de Cataluña es comparable con algún otro nacionalismo europeo -o movimiento- que hayas visto durante tu carrera periodística?

La analogía más negativa que se me ocurre es, por ejemplo, el caso de Polonia, donde el "establishment 'polaco está absolutamente convencido de que la catástrofe aérea de Smolensk, en la que murió el presidente Kaczinsky y la plana mayor de la Estado polaco, es un complot. Y mira que conocemos los detalles más completos, entre los que que Kaczinsky y sus colaboradores animaban el piloto del avión que se la jugara aterrizando entre una niebla espesa.
 Pero es igual: todo ello ha desembocado en la convicción oficial que aquello fue un complot. Es una convicción compartida por decenas, cientos de miles de polacos y que forma parte del sentido común de los medios de comunicación. Se trata de algo parecido a aquel 11-M de Atocha en España, en el que la derecha española y los medios de comunicación de Madrid, años después de los hechos, aunque insistían que había sido un atentado de ETA.
 También se me ocurre el caso de Hungría, donde el principal "problema" es la inmigración, en un país que no la tiene. Los ingredientes que configuran, en parte, la situación del Proceso, me recuerdan mucho estas irracionalidades. O lo que "Europa nos reconocerá", o que el Estado consentirá -cualquier Estado y nuestro en concreto- que una parte muy importante de él se separe y no pase nada.
 Yo creo que el nacionalismo no está reñido con la irracionalidad o el sentido común, ¿verdad? Por ejemplo, recuerdo que la tesis de Josep Fontana era que no hay independencia sin sangre. El problema del precio nos lleva a preguntarnos muchas otras cosas.

¿La transición de Rajoy a Sánchez ha supuesto un cambio en la posición que juega España dentro de la Unión Europea?

No creo que haya cambiado mucho. Sánchez es un político de una debilidad estratosférica. No aportará nada. Y esto es un drama, porque el escenario portugués del Bloco de Esquerda era el escenario más optimista, pero me temo que los socialistas españoles no serán capaces de eso [en Portugal el partido socialista gobierna con el apoyo del Bloco de Esquerda y del Partido Comunista]. (...)"
                                    (Entrevista a Rafael Poch,  Javier Borrás, Crític, 08/01/19)

10/10/18

La mitad de los españoles a favor de una unión con Portugal, ¿qué pasaría?

"Según se desprende de una encuesta de ElectoPanel, la mitad de los españoles serían partidarios de emprender un proceso de unión con nuestra vecina Portugal. Los resultados de esta encuesta han sido los siguientes: Formar una confederación ibérica (48%), más colaboración pero independientes (28%), seguir igual (11%) y NS/NC (13%).

En primer lugar, debemos definir el término confederación. Una relación de esta índole mantiene la soberanía de los estados que la integran y la relación de su existencia viene dada por la persecución de ciertos fines comunes. Se acuerdan ciertas limitaciones en su libertad de acción y establecen un mecanismo conjunto de consulta o deliberación.

A partir de este punto, nos preguntamos qué sucedería en este tipo de relación política entre ambos países ¿Y si nos dirigimos hacia la Confederación Ibérica? ¿Cuáles serían los puntos a favor y en contra a partir de los actuales diseños de los respectivos países?

Para hacer un ejercicio de supuesta Confederación Ibérica podemos reflejarnos en el sistema político de Suiza y sus competencias que son tan altamente descentralizadas, o incluso más, que las de España. Suiza se forma por tres entidades político-administrativas: la Federación, 20 cantones y 6 semicantones, y unos 2.255 municipios, denominados “comunas”. En este caso la Confederación Ibérica estaría formada por dos cantones/estados: el Reino de España y la República Portuguesa.

 

La Confederación Ibérica y sus impuestos


La Constitución de Suiza confiere a los cantones plenos poderes en materia de impuestos, con excepción de aquellos casos que expresamente se reserva para la Federación. La Administración cantonal/estatal recauda los impuestos estatales y aquellos federales que les han sido encargados. Esta técnica se utiliza para todos los impuestos directos y para los impuestos federales sobre el consumo (IVA y otros), la Administración federal se ocupa de la recaudación y administración.

Adoptando este modelo, la Confederación Ibérica diseñaría y recaudaría los impuestos indirectos, especialmente el IVA, impuestos sobre gasolina, alcohol, tabaco, etc. En el caso del IVA, **los tipos generales para España y Portugal están fijados en el 21% y el 23% respectivamente. Los tipos reducidos y superreducido son para España del 10% y del 4% y para Portugal del 13% y del 6%.

Por lo tanto, para los españoles y con un sistema confederal equiparable a Suiza, cederían a la Confederación Ibérica el diseño de los tipos del IVA que se mantendrían igual o bien se incrementarían (en ningún supuesto se reduciría).

En relación a los impuestos directos, la competencia para recaudar impuestos directos es una competencia paralela. Tanto la Confederación como los cantones y las municipalidades tienen capacidad para recaudar impuestos directos sobre la renta, por lo que previsiblemente parte del IRPF y del Impuesto de Sociedades de los Presupuestos Generales del Estado iría a parar al presupuesto de la Confederación.

Es no significa que los actuales tipos del IRPF y el Impuesto de Sociedades se modificaran finalmente para el contribuyente. En Suiza, La Confederación puede percibir impuestos directos de una tasa máxima de 11,5% sobre los ingresos de las personas físicas y de una tasa máxima de 8,5% sobre el beneficio neto de las personas jurídicas, el resto está corresponde a los cantones y municipios.

Mirándonos en el espejo de Suiza, los tipos generales del Impuesto de Sociedades probablemente se mantendrían. Desde la Confederación podría establecerse un mínimo del 15% y un máximo del 30%. Hoy por hoy, ambos países tienen tipos generales superiores al 20%: España (25%) y Portugal (21% para empresas residentes y 25% para no residentes).
También se establecen tarifas, la Confederación toma en consideración la carga constituida por los impuestos directos de los cantones y municipios.

 

¿Cómo se utilizarían los dineros recaudados por la Confederación Ibérica?


Asimilando la relación descentralizada en Suiza, uno de los puntos más importantes es la compensación financiera vertical (Federal-Cantones) y horizontal (entre cantones). Se establecen reglas para las transferencias de la Federación a los Estados. En este caso los Cantones con pocos medios propios reciben importantes transferencias federales.

Estas transferencias tienen dos atribuciones: Compensación de cargas y compensación de recursos. Las transferencias por la compensación de cargas vienen dados por motivos sociodemográficos (edad de la población) y por motivos geográficos (Cantones con importantes regiones alpinas en sus territorios). La compensación de recursos básicamente se trata de distribución de la renta para reducir las desigualdades.

También hay otro ejemplo que puede ser una referencia a tener en cuenta. Con la reunificación de Alemania se emprendió una serie de transferencias desde la Alemania Occidental y la Alemania Oriental fruto del notable atraso económico por la implantación del modelo soviético y para su reconstrucción. Por esas razones, se puso en marcha el llamado Impuesto de Solidaridad, que supone un 5,5% del impuesto sobre la renta.

El nivel de salario en España y Portugal muestran un amplio diferencial. Atendiendo al coste laboral estimado de ambos países que refleja el Eurostat, el coste laboral hora sería 21,2 euros, mientras que la vecina Portugal mantiene sus costes laborales en 14,1 euros. La diferencia en términos absolutos es de 7,1 euros y en términos relativos un 50%.

Como hemos visto en los ejemplos, uno de los objetivos de la Confederación sería hacer frente a las diferencias existentes, la Confederación utilizaría su recaudación para realizar transferencias a Portugal y reducir la disparidad de rentas que puedan existir entre ambos países.

Si bien en la encuesta se refleja un apoyo a la Confederación con Portugal, probablemente si en este planteamiento se viera una pérdida importante de los ingresos en especie que realiza el Estado en forma de servicios públicos o bien un incremento notable de impuestos, quizá las percepciones se alterarían sobre los beneficios de la Confederación Ibérica frente el actual Reino de España.

 

España y Portugal ya se encuentran integradas dentro de una Confederación


A pesar de que pueda ser deseada por muchos, una confederación formada por España y Portugal se enfrentaría hoy a diversas dificultades para su formación, pues existe un marco superior, la Unión Europea. Por ello, los objetivos comunes no deberían presentar choques de legislaciones pues prevalece la legislación supranacional.

Actualmente tanto España como Portugal ya forman parte de una Confederación, la Unión Europea. Y ya han cedido un buen grado de soberanía dentro del marco europeo, que ha suscitado muchos recelos entre los socios y ha aupado los populismos en Europa

Con el inicio del euro, ambos países renunciaron a la soberanía monetaria en favor de las políticas diseñadas por el BCE, en favor de cumplir una estabilidad presupuestaria y unos límites en la relación deuda pública sobre PIB.
Todos esos objetivos que se han terminado incumpliendo y fruto de las tensiones presupuestarias se ha rescatado a Portugal e intervenido a España (sector bancario español) a cambio de ciertos cumplimientos de objetivo déficit y reformas estructurales.

Sobre la redistribución de renta comentada en una supuesta Confederación Ibérica, cabe recordar que desde Europa, ya existe una redistribución de la renta amplia. Por ejemplo, en el caso de España tiende a recibir más de lo que aporta. Según los datos de 2016, la contribución total de España al presupuesto de la UE es de 9.564 millones de euros, mientras que el gasto total de la UE en España es de 11.593 millones de euros.

De ponerse en marcha la Confederación, el PIB resultante sería de algo más de 1,3 billones de euros, España no mejoraría su posición política dentro de la UE, pues seguiría siendo el cuarto socio. Pero la Portugal integrada en esta nueva administración política tendría una mejor capacidad para los planteamientos políticos de la UE ya que actualmente es la decimocuarta economía de la UE."                (  , El blog salmón, 29/09/18)