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29/1/24

Un escritor indepe se cambia el apellido 'porque soy un charnego agradecido'... y porque “el mundo sería mejor con más catalanes y menos fanfarrones españoles”

 "Jordi Galves, que no Gálvez, es un escritor y opinador del ecosistema ‘indepe’ en redes sociales. De tanto en tanto, consigue algún viral manifestando sus posturas netamente nacionalistas. En el último, explica por qué firma como “Galves” y cómo esto tiene un efecto mundial positivo.

Enfant terrible: X y YouTube

A tenor de su perfil de Wikipedia, que sospechosamente solo existe en catalán, Jordi Galves puede ser considerado como un polímata. “Escritor, ensayista, filólogo, profesor universitario”, y, lo que es más, “enfant terrible de las letras catalanas”. El ejercicio de sus letras se ha desplegado fundamentalmente en prensa procesista.

Entre una cosa y otra, se ha quedado con su perfil de X, un canal de YouTube y la reivindicación de que es una figura molesta. Su ideario es, en fin, el de un nacionalismo de alta intensidad. Monolingüismo, reivindicación de la unidad cultural de Cataluña y cosas por el estilo.

Su texto ‘Cornellà no es como Cataluña’ - que le valió una denuncia desestimada de Inés Arrimadas - es una buena muestra al respecto. Sea como fuere, después de su momento álgido durante el procés, parece que ahora va por libre. Como tantos otros, ha pasado de procesista a independentista.

Suma cero de fanfarrones

La semana pasada consideró oportuno aclarar a sus seguidores el motivo por el cual firma como “Galves” y no “Gálvez”. Entre otras nacionalistas razones, la fundamental es que “es un charnego agradecido”:

Esta adaptación de su apellido al catalán, explica, “exhibe la voluntad inequívoca de ser catalán por encima de cualquier otra cosa”. Y, efectivamente, adaptar “Gálvez” a “Galves” puede considerarse un ejemplo de voluntad inequívoca de ser catalán por encima de cualquier cosa.

Finalmente, Galves le da una dimensión ecuménica a su actitud. Señala que “el mundo sería mejor con más catalanes y menos fanfarrones españoles”. En el caso de existir fanfarrones catalanes, el total de fanfarrones en circulación no habría variado."             (e-notícies, 29/01/24)

27/10/23

Javier Cercas: Tener a un presidente como Torra, que escribió cosas terribles sobre la gente que, como mi madre, no habla catalán («Bestias con forma humana»), cuesta creer... Aún no lo he digerido... Philippe Lançon, superviviente del atentado contra Charlie Hebdo, me dijo que por mucho menos de lo que escribió Torra, Le Pen expulsó a un candidato de su partido. Si esto lo dice el presidente de la Generalitat, se convierte en normal y corriente. Hay que hacer que esto vuelva a las cloacas. De dónde nunca debería haber salido 

 "(...) Acaba de estar en el concierto de Serrat, botifler ('traidor') como usted.  

Me hace ilusión estar en el mismo bando que Serrat. Una vez hicieron una lista negra y estábamos los dos de lado. Se lo agradecí.  

¿Le han dicho alguna vez charnego?  

Que yo recuerde, nunca. Al menos cuando era joven. Ahora no sé, no tengo redes sociales. Ni siquiera leo los comentarios de los lectores en mis artículos. Lo que no entiendo es que hoy haya gente que reivindique la palabra. Lo que me dijeron mis padres, es que viniendo a Cataluña ya era catalán. Mi padre lo tenía en la cabeza. Nunca me dijo que fuera a la Hogar del Extremeño, dicho sea con todo el respeto por la Hogar del Extremeño. 

 Ahora dicen que quienes vinieron a trabajar eran colonos.  

Es un insulto. Era gente, la mayoría muy pobre, que venía a ganarse la vida. Construyeron ese país y son tan catalanes como cualquiera. Lo de colonos no se ha dicho hasta hace muy poco, en los últimos años no han sido buenos. En todas las sociedades hay xenofobia y rechazo a quien viene de fuera, pero está en las cloacas. El problema es cuando ocurre en primera fila y un presidente escribe las barbaridades que escribió Quim Torra. Hay xenofobia por doquier, pero la civilización consiste en entender que no tiene sentido. Siempre hemos sabido que puede haber algún imbécil que desprecie a los castellanos oa los negros oa los árabes, el problema es cuando esta persona es el presidente.

 Cuando en el 2000 le nombraron pregonero de Girona, un concejal de ERC escribió que no era la persona adecuada. ¿Esto duele? 

 No fue dolor. Me sentí triste, por un momento pensé que no sabía dónde vivía. Por suerte, después hubo una campaña masiva contra aquellas declaraciones, y eso volvió a las cloacas. Pero fue un mal síntoma. Luego, por desgracia, las cosas han cambiado. 

 ¿Cómo hemos llegado a esto?  

Todos lo sabemos: el proceso no ha hecho ningún bien a nadie, excepto a quienes han hecho carrera política o se han hecho de oro con él. Tener a un presidente como Torra, que escribió cosas terribles sobre la gente que, como mi madre, no habla catalán («Bestias con forma humana»), cuesta creer... Aún no lo he digerido. 

El hombre vive muy bien.  

Philippe Lançon, superviviente del atentado contra Charlie Hebdo, me dijo que por mucho menos de lo que escribió Torra, Le Pen expulsó a un candidato de su partido. Si esto lo dice el presidente de la Generalitat, se convierte en normal y corriente. Hay que hacer que esto vuelva a las cloacas. De dónde nunca debería haber salido.

 ¿Cómo lleva vivir en un pueblo como Verges, lleno de esteladas y con alcalde de la CUP?  

Me encanta vivir en ella. Para lod de Girona, el Empordà es nuestro hábitat, es donde veníamos a la playa de pequeños, con la familia. Nunca he tenido ningún problema (quizá alguno pequeño en algún momento). Tengo una magnífica relación con mis vecinos y en particular con el alcalde, que además fue alumno mío. ¿Sabe lo que pasa? La gente normal y corriente tiene mucho trabajo, no está por historias. Si el ambiente se caldea es debido a los políticos y los medios, y entonces sí, la gente puede llegar a hacer cosas de las que después se avergüenza.

 A mí me ha dicho Girona, pero alguna vez se lo he oído llamar Gerona. 

 Es que, diga lo que diga el BOE, en castellano Gerona se llama Gerona, como New York se llama Nueva York. No es una cuestión política, es lingüística. ¿El proceso es una de las cosas de las que la gente se avergonzará? Tiene usted un libro titulado «Estábamos cansados de vivir bien». Un título excelente, define qué ocurrió. Cataluña es de los lugares más privilegiados del mundo, en todos los sentidos. Es un hecho, no una opinión.

 ¿Por eso cuesta entender el proceso?  

No cuesta mucho. En Cataluña no somos marcianos, nos afectan las mismas cosas que a todos. El detonante del proceso fue la crisis del 2008, sólo equiparable a la de 1929. La crisis del 29 trajo al mundo los fascismos y la guerra. La de 2008 ha llevado al nacionalpopulismo: el Brexit, Trump, etc. El proceso ha sido nuestra forma de nacional populismo. Y después está el aburrimiento, esto es lo que liga con su libro. Habría que hacer una historia del aburrimiento.  

¿Al proceso por el aburrimiento?  

En Catalunya había muchos que se aburrían, que estaban jubilados y dijeron «ostras, ¡es más divertido hacer una revolución que dar de comer a las palomas!». Al fin y al cabo, era una revolución sin riesgo, llevó a la cárcel sólo a cuatro desgraciados. Y encima muchos han ligado gracias al proceso, han cambiado de pareja y todo.  

Si llego a saberlo, titulo el libro «Estábamos cansados de nuestra mujer».

  Todos conocemos casos. Ep, y que conste que cualquier táctica por ligar me parece legítima. Eso sí, siempre que no perjudique a nadie. Éstos han perjudicado a otra gente. ¡Qué ligue, pero ligar sin cabrear al personal! 

 Hemos despistado, Cercas. 

 Sí. Bastaba decir que España era una dictadura, que la culpa de todo la tenían los españoles, que separándonos de ellos comeríamos cada día helado de postre. Todo salía gratis, una bicoca. Un periodista muy conocido me dijo: «Nuestros abuelos tuvieron la aventura de la guerra y nuestros padres la del antifranquismo; nosotros queremos tener la del proceso».

 Una frase muy indicativa.  

Delata algo muy importante: que la memoria histórica no ha servido para nada, porque esa visión del pasado es totalmente falsa. La guerra no fue una aventura, sino una catástrofe. Y antifranquistas, aquí, hubo poquísimos. Pero poquísimos son poquísimos. Y si quieres hacer una revolución, en África tienes un filón, ve, te divertirás con tu kaláshnikov, quizá ligarás, quizá salgas en la tele y todo. Dicho de otra forma: en política soy un fanático del aburrimiento. Tiene su qué, efectivamente. Es lo mejor del mundo: yo aspiro a un aburrimiento escandinavo. Suizo, al menos. La aventura está en los libros, en el cine, en la música, con los amigos.

 ¿Lo volverán a hacer? 

 (Risotada) Se lo tiene que preguntar a ellos. Es difícil que vuelvan a darse circunstancias tan perfectas como las que se dieron. Pero la historia es imprevisible. Imagine que la guerra de Ucrania va a peor. Imagine que devuelve al PP al poder, que volverá, ya que sin alternancia al poder no hay democracia; yo nunca votaré al PP, pero es un partido democrático. Y puede que vuelva acompañado de Vox. Veremos qué ocurre entonces. De todas formas, no será fácil que la gente olvide que han sido engañados de forma tan flagrante.

 Le han acusado de blanquear el franquismo con sus libros.  

Salvo practicar la zoofilia, a mí me han acusado de todo. Pero sí: si dices que los franquistas eran personas de carne y hueso, te acusan de blanquear el franquismo. Por eso le hablaba de la visión falsificada del pasado. El fascismo triunfó porque era muy atractivo; esto es un hecho, pero, si lo dices, te dicen que lo estás blanqueando. Si dices que el fascismo era una forma de idealismo que provocó catástrofes, también lo estás blanqueando. Tienes que acatar la visión falsificada del pasado, o te acusan de blanquearlo. Ahora vengo de Montenegro, y me preguntaron por qué triunfan las mentiras. La respuesta es muy sencilla: la gente prefiere las mentiras a la verdad.

 ¿El proceso fue una gran mentira? 

 Hombre, es evidente. Ya lo reconocen incluso los dirigentes independentistas. Pero a la gente, como le decía, le gusta que la mientan. La verdad es áspera, amarga. La mentira es más fácil de contar, es guapa, agradable, sentimental… «Dime que me quieres aunque sea mentira». En el resto de España también es así, claro. En todas partes. Lo que ocurre es que, en el proceso, hemos sufrido mentiras masivas. Es una característica de los populismos. No es que hoy se mienta más que nunca: es que la mentira tiene más capacidad de difusión que nunca. 

 Hablando de verdades y mentiras: ¿qué opina de la reforma de la sedición, la malversación, etc?

 Qué cabrón es, Soler (ríe). Yo escribí a favor de los indultos, precisamente un día que me daban un premio en la sede del ABC (ríe). Con muchas dudas, lo hice, porque a veces funcionan ya veces no: mire a Sanjurjo, que fue indultado en 1932 y cuatro años después dio un golpe de estado. Pero los indultos eran algo previsto por ley. Ahora bien, cambiar el Código Penal para beneficiar a las personas que te dan apoyo político... Es más complicado. Es una medida difícil de digerir por los mismos que le han impulsado, estoy seguro. 

 ¿Quiere decir?

 Nos dijeron que reformaban la sedición para homologarnos con Europa; ahora sabemos que no es verdad, ya mí me gusta que los políticos digan la verdad. Ya sé que es difícil, pero no podemos acostumbrarnos a que los políticos mientan por sistema. Esto nunca termina bien, porque la verdad hace hombres libres y la mentira hace esclavos. Malo cuando aceptamos la mentira porque son los nuestros y los hemos votado. ¿Y respecto a la malversación? Es reformar un delito que sólo pueden cometer los políticos: se trata de políticos que salvan a políticos que han cometido delitos. Aún es más difícil digerir, sobre todo porque no tenemos ninguna garantía de que sirva de nada. 

Nunca olvidaré que, la primera vez que fui a una cárcel, me encontré a una niña rumana llorando a lágrima viva: estaba allí porque había robado un bolso. Que ahora los políticos, que son gente poderosa y privilegiada, cometan delitos con plena conciencia ya la vista de todos, y sus amigos les cambien el Código Penal a conveniencia, moralmente es difícil de aceptar. 

 ¿Entiende Sabina cuando dice que se nota cada vez menos de izquierdas?

 A mí me ocurre lo contrario: yo lo soy cada vez más, entre otras razones porque está demostrado que el socialismo democrático ha creado en el norte de Europa las sociedades más igualitarias, libres y desarrolladas de la historia. Dicho esto, no creo que todos los de izquierdas seamos buenas personas, ni que los gobiernos de izquierda no se equivoquen. En definitiva: voto a la izquierda porque tiene razón; si la tuviera la derecha, votaría a la derecha. 

 ¿No cree que la izquierda de hoy es la puritana y censora?  

Éste es un gran problema. Era fantástico cuando la puritana era sólo la derecha, porque podías joderte a gusto; y con razón: nada más siniestro que el puritanismo, porque lo que no soporta el puritano es que la gente sea feliz. El problema es que ahora también la izquierda se ha vuelto puritana.

  ¿Y no podemos reírnos?

 Debemos seguir riéndonos igual, y si nos acusan de no sé qué, ya se lo harán. Porque sin reír estamos muertos. Sin ironía y sin humor no existe inteligencia ni vida saludable. ¿Sabe lo que pasa? Que una buena causa bien defendida es una buena causa, pero una buena causa mal defendida puede convertirse en mala causa. La causa de la izquierda es justa, pero mal defendida puede convertirse en injusta. El puritanismo es una mala forma de defender cualquier cosa. Por ejemplo, la causa más justa que existe ahora mismo es la de la igualdad entre hombres y mujeres... pero debe defenderse bien, no puede convertirse en una cacería de brujas. 

 ¿O sea que debemos pasarnos por el forro el nuevo puritanismo?

 Absolutamente. 

 ¿Ha tenido tentaciones de abandonar Cataluña durante el proceso?  

No le contesto. 

 Bueno, fin de la entrevista. 

 Venga, le contestaré. Tuve. Pero mi mujer, que tiene cuarenta y cuatro apellidos catalanes, me dio una lección, otra más. «Eso es nuestro hogar», me dijo. «Si quieren, que se marchen ellos».   

          (Entrevista a Javier Cercas, Albert Soler , Diari de Girona, 31/12/22; traducción google)

17/10/23

Ya no da vergüenza sentirse español en Barcelona... el constitucionalismo, incluso el españolismo, ha salido del armario

 "Hace años era impensable ver banderas españolas en Barcelona más allá de edificios oficiales. La primera vez que proliferaron en público fue cuando la Selección ganó la medalla de oro en Barcelona 92. Por cierto, con Pep Guardiola en el equipo. Pero el proceso ha hecho que el constitucionalismo, incluso el españolismo, haya salido del armario."         (Xavier Rius, e-notícies, 13/10/23)

17/7/23

¿Cómo puede ser? ¿Nosotros también somos racistas y de ultraderecha? ¡Y ahora! ¡Pero si somos tierra de acogida! El discurso de la nueva alcaldesa de Ripoll no es ninguna novedad, sólo hace falta repasar la hemeroteca para encontrar ideas muy parecidas en CiU y sus herederos... Durante la primera década del milenio los discursos sobre la inmigración eran calcados en los de Aliança Catalana. Recordamos los carteles de Duran y Lleida proclamando que "Aquí no cabemos todos"... Luego llegó el Proceso y pareció que la inmigración y los discursos excluyentes se habían esfumado, pero de hecho se transformaron e integraron en la retórica de que aquí ya no sólo no cabían los inmigrantes, sino que también se expulsaba a los “unionistas” aunque tuvieran todos los apellidos catalanes... Junqueras salió a defender a los recién llegados por motivos utilitaristas, para ensanchar el voto... Pudimos ver la buena sintonía de los de ERC con imanes salafistas, o mítines en mezquitas con el público separado por sexos... Así que sí, que en este país ha habido y hay racismo. La particularidad que nos hace diferentes es que aquí tenemos para elegir y remover: podemos optar por el esencialismo español de Vox, el supremacismo independentista catalán frustrado por el descalabro del Proceso, o la instrumentalización utilitarista que reconoce identidad y religiones mientras se olvida de la exclusión material

 "Hace muchos años, cuando intentaba encontrar mi sitio como “escritora catalana de origen marroquí” y recién publicada mi primer libro, me vi de repente participando en una actividad que no sabía muy bien de qué iba: los parlamentos previos al Once de Septiembre en el Fossar de les Moreres.  

Asistí al acto con mi lista de requisitos imprescindibles para garantizar una buena “integración” en esta sociedad: trabajo, educación y sanidad. Confieso que me cohibieron un poco las antorchas encendidas, pero dije lo que creía que debía decir: que las personas somos de donde podemos tener una vida digna. 

El público me miró exactamente como si hablara una lengua extranjera, y cuando terminé mi parlamento se me acercó una señora, me cogió por lado y, con el rostro cargado de indignación, me soltó una retahíla acusaciones que nada tenían que ver conmigo: que habíamos venido a conquistar Catalunya, que lo que queríamos era islamizarla y que no parábamos de tener hijos. Aturdida por el fuego que ardía y por las palabras enfurecidas de aquella mujer, huí como pude de aquella escena esperpéntica.

 Por experiencias como aquella, la avalancha de incrédulos desconcertados que han venido expresando sus opiniones desde que Sílvia Orriols fue la lista más votada en las últimas municipales me resulta ciertamente sorprendente y, según cómo, un punto ridícula.  

¿Cómo puede ser? ¿Nosotros también somos racistas y de ultraderecha? ¡Y ahora! ¡Pero si somos tierra de acogida! El pecado original del catalanismo es el concepto tan elevado que tenemos de nosotros mismos, y por eso, contradiciendo todos los indicadores objetivos, pensábamos que estábamos inmunizados ante la ola xenófoba que se ha extendido por todos los países desarrollados en las últimas décadas. 

El discurso de la nueva alcaldesa de Ripoll no es ninguna novedad, sólo hace falta repasar la hemeroteca para encontrar ideas muy parecidas en CiU y sus herederos (no hace mucho que Laura Borràs y Quim Torra participaban en un homenaje a Heribert Barrera). Los atentados del 2017 aceleraron el proceso en la localidad donde se habían criado a los terroristas, pero la xenofobia ya existía antes de ese terrible mes de agosto. 

Durante la primera década del milenio los discursos sobre la inmigración eran calcados en los de Aliança Catalana. Recordamos los carteles de Duran y Lleida proclamando que "Aquí no cabemos todos". Y eso que eran unos años en los que los inmigrantes llegaban un viernes con una oferta de trabajo en origen y el lunes siguiente ya estaban en obra cargando sobre las espaldas el crecimiento de la burbuja inmobiliaria.  

El racismo más terrible que ha vivido la población extranjera en este país no es de discurso, sino de hechos concretos, de políticas que se llevaron a cabo para expulsar del país a miles de familias que hacía años que se habían instalado. Cuando con la recesión económica se acabó el trabajo, el mensaje que se difundió fue claro: los últimos en llegar debían ser los primeros que iban a marcharse y se inició una campaña de auténtico acoso contra un sector de la población que, además, estaba sufriendo la crisis de forma mucho más feroz que el resto de ciudadanos.  

El acoso alcanzó unos niveles de violencia insoportables cuando empezaron los recortes de Artur Mas; el ensañamiento con las familias recién llegadas fue despiadado: recuerdo un verano en el que se bloqueó el ingreso del PIRMI (la renta garantizada de entonces) a todos los que eran beneficiarios para pillar se les habían ido al país de origen. Nunca olvidaré las lágrimas de una tía mía que quería ir a ver a la madre a punto de morir pero temía perder la ayuda con la que vivían ella, el marido y cuatro hijos.) El resultado de ese racismo institucional y sistematizado es que a día de hoy encontramos muchas familias catalanomarroquinas esparcidas por toda Europa.

 Luego llegó el Proceso y pareció que la inmigración y los discursos excluyentes se habían esfumado, pero de hecho se transformaron e integraron en una retórica que pasó a considerarse indispensable para condicionar a la catalanidad ser independentista. Aquí ya no sólo no cabían los inmigrantes, sino que también se expulsaba a los “unionistas” aunque tuvieran todos los apellidos catalanes. 

ERC volvió a una dinámica comunitarista reavivando la figura del charnego bien integrado con la creación de Súmate, haciendo distinciones entre catalanohablantes y castellanohablantes. Junqueras salió a defender a los recién llegados por motivos utilitaristas: así tendríamos catalanes que dominan el chino, el árabe, etc.  

Los republicanos se propusieron captar el nuevo voto de los inmigrantes para ensanchar la base, y para ello les ofrecieron reconocimientos simbólicos que ellos no habían pedido en vez de hacerles propuestas programáticas, en lo que es una clara actitud de populismo dirigido sólo en este sector de la ciudadanía. 

Pudimos ver la buena sintonía de los de ERC con imanes salafistas, o mítines en mezquitas con el público separado por sexos. Lo más grave de esta deriva, sin embargo, es haber asimilado a la población musulmana a los fundamentalistas presentes en todo el territorio, un posicionamiento que comparten con la CUP. En esto no se equivoca Silvia Orriols: el islamismo lleva tiempo aquí y tiene objetivos políticos claros explicitados en congresos y publicaciones. Que las izquierdas hayan decidido ignorar el fenómeno o incluso ser cómplices demuestra que no se han tomado la molestia de conocer a fondo a los “musulmanes catalanes” y siguen confundiendo a los simples creyentes con las organizaciones que quieren capitalizar su presencia en Europa. 

Proclamar que no somos islamófobos mientras damos protagonismo mediático y político a imanes y autoproclamados portavoces de la comunidad, algunos con oscuras relaciones con el gobierno de Marruecos o con los egipcios Hermanos Musulmanes, es una contradicción que sólo se explica por ignorancia o por cinismo. Por no hablar de los derechos de las mujeres musulmanas, sacrificados sin miramientos en este entendimiento entre las izquierdas y el fundamentalismo. 

  Los derechos de las musulmanas se han sacrificado en este entendimiento entre las izquierdas y el fundamentalismo. Así que sí, que en este país ha habido y hay racismo. La particularidad que nos hace diferentes es que aquí tenemos para elegir y remover: podemos optar por el esencialismo español de Vox, el supremacismo independentista catalán frustrado por el descalabro del Proceso, o la instrumentalización utilitarista que reconoce identidad y religiones mientras se olvida de la exclusión material."                  (Najat El Hachmi , El País, 07/07/23; traducción google)

23/5/23

El 'conseller' de Salud justifica el despido de la enfermera que criticó el C1 de catalán... ha tildado el contenido de "ofensivo" hacia el procedimiento de oposiciones

Ver:  "Puigdemont exige al Govern el despido de una enfermera, gaditana, por "lingüicidio" del catalán después de que ésta se quejase de su obligatoriedad para trabajar... así que la Generalitat anuncia sanciones contra la interina... pero Xavier Rius la apoya "Bego, estamos contigo"... y acusa a la Generalitat de tener una doble vara de medir... con los insultos de TV3 (el "puta España" o que había que "oler españoles") no dice nada"   (Nacionalismodeandarporcasa, 03/03/23)

 

 "Al conseller de Salud, Manel Balcells, no le quita el sueño que se haya quedado sin trabajo la enfermera del Hospital Vall d'Hebron que criticó el C1 de catalán

Así lo han evidenciado sus declaraciones en El Matí de Catalunya Ràdio, donde ha justificado que no se le haya renovado el contrato al considerar "intolerable" que se quejase de la obligatoriedad de acreditar el nivel C1 de catalán para acceder a una plaza pública en Cataluña. 

"No era tolerable, no solo por el contenido de las declaraciones sino porque una enfermera no puede hacer un Tik Tok en horas de trabajo, con la bata, etcétera", ha expresado el consejero, que ha tildado el contenido de "ofensivo" hacia el procedimiento de oposiciones.

El hospital no renueva el contrato

El vídeo de Begoña Suárez, una profesional sanitaria andaluza proveniente de Cádiz, alcanzó la viralidad a principios de marzo y despertó reacciones negativas en redes sociales así como de instituciones como el propio Govern, que acabó abriendo un expediente contra la joven. El hospital le abrió expediente, y el propio conseller apoyó la propuesta de sanción al considerar "intolerables" sus palabras, prometiendo que llegarían "hasta el fondo de la cuestión". 

Tras las imágenes, la enfermera fue víctima del linchamiento por parte de varias figuras públicas como el expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, entre otros representantes. Finalmente, aunque no se han aplicado contra ella las medidas disciplinarias que se anunciaron en un primer momento, el centro sanitario ha decidido no renovar el contrato de la profesional.

 Algo que el consejero ha justificado este lunes: "Ha decaído el procedimiento porque ya ha completado el tiempo de contrato, no se le ha renovado porque eran suficientes todos los motivos por los que se le abrió el expediente". 

El C1, "una necesidad"

En este sentido, Balcells ha defendido que se la haya expulsado del hospital porque "la población necesita que se le pueda atender con su lengua, sea cual sea". (...)"                   (Noelia Carceller, Crónica global, 03/04/23)

 

 

8/5/23

Las multas lingüísticas a bares y empresas se mantienen cinco años después de que el TC las tumbara... pero ahora las empresas podrán canjear esas sanciones por clases de catalán

 "¿Puede acabar una queja o denuncia contra un camarero que atiende en castellano en multa? Con la actual normativa

 Con la actual normativa catalana sí. Cinco años después de que el Tribunal Constitucional (TC) rechazara las multas lingüísticas en el ámbito del comercio, el Govern las mantiene. El año pasado, la Agencia Catalana del Consumo, dependiente de la Consejería de Empresa de la Generalitat, impuso 68 sanciones, que comportaron el pago de 112.606 euros, frente a las 16 correspondientes a 2021, que se saldaron con 17.350.

 La pandemia supuso un punto de inflexión debido a la paralización de la actividad económica, pero este tipo de multas siguieron vigentes. Y se nutren en muchas ocasiones de denuncias de Plataforma per la Llengua, una entidad hipersubvencionada que incita a la delación de trabajadores que solo se expresan en castellano.

 Recientemente, el Govern anunció, en el marco de sus cien medidas para frenar el retroceso de la lengua catalana, que las empresas podrán canjear esas sanciones por clases de catalán.

 ¿Cómo es posible que la Generalitat se salte la sentencia del Alto Tribunal? Éste fue muy explícito en su sentencia de 2018: recogiendo la jurisprudencia existente, señaló que, en el ámbito de las relaciones entre particulares --y a diferencia de lo que ocurre en las relaciones entre los poderes públicos y los ciudadanos--, no puede imponerse el uso de una de las lenguas oficiales.

"Ni el reconocimiento de un derecho ni el establecimiento de un deber de disponibilidad lingüística de las entidades privadas, empresas o establecimientos abiertos al público, puede significar la imposición a éstas, a su titular o a su personal, la obligación de uso de cualquiera de las dos lenguas oficiales", advirtió el alto tribunal. Y añadía: no cabe imponer cualquiera de las dos lenguas oficiales de modo general, inmediato y directo y, menos aún, "establecer régimen sancionador alguno frente a un eventual incumplimiento de unas obligaciones individuales que nunca podrán ser tales".

 Era la segunda vez que el TC se pronunciaba sobre el Código de Consumo de Cataluña. Y aunque la sentencia detallaba cómo debía ser interpretada la norma, no anulaba los preceptos recurridos por el PP, entre ellos, el apartado 1 del artículo 128-1 --que prevé el derecho de los consumidores a ser atendidos oralmente y por escrito en la lengua que escojan--.

Evolución

Las sanciones por vulneración de derechos lingüísticos están vigentes y así lo demuestran las memorias anuales de la Agencia Catalana de Consumo. La ley fue aprobada por el tripartito de izquierdas, aunque apenas la aplicó pues a los pocos meses fue sustituido por el gobierno de Artur Mas, especialmente activo en esa materia sancionadora.

En 2010 impuso 235 multas lingüísticas que le reportaron ingresos por valor de 221.525 euros (un 5,7% del total recaudado por infracciones relacionadas con las normas de consumo). Al año siguiente se cursaron 226 por valor de 176.110 euros. A partir de ahí, las cifras bajan, pero se recuperan en 2019 --un año después de la sentancia del TC--, con 94 multas, es decir, 55.575 euros."     (Crónica Global, María Jesús Cañizares, 15/04/23)

2/5/23

Ya no les llaman ñordos... ERC canta y baila en la Feria de Abril de Barcelona... La participación de ERC en este evento ha sido criticada por parte del independentismo al considerarlo un acto español... De hecho, en esta edición no se han visto políticos del partido de Puigdemont en la Feria

 "ERC ha participado en la Feria de Abril organizando una caseta donde han comida, bebido, cantado y bailado, tal y como muestra el mensaje colgado en las redes sociales por el portavoz del partido, Gabriel Rufián.

 Los republicanos también han aprovechado el acto para la reivindicación feminista. "Estamos en la Bodega Republicana, en la Feria de Abril de Barcelona donde hoy celebramos la Fiesta Lila. Trabajamos desde todos los municipios para construir una #RepúblicaCatalana plenamente feminista, de derechos y libertades para todos!", han informado.

 La participación de ERC en este evento ha sido criticada por parte del independentismo en años anteriores, al considerarlo un acto español. De hecho uno de los más críticos han sido Junts, sus antiguos socios en el gobierno catalán, que evita formar parte. 

De hecho, en esta edición no se han visto políticos del partido de Puigdemont en la Feria. Sí que han estado tanto el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, como el líder de ERC, Oriol Junqueras, además del propio Rufián."   
             (e-notícies, 02/05/23)

21/4/23

El Gobierno de Meloni invoca la teoría conspirativa de la “sustitución étnica”... aquí lo que Pujol llama “minorització dels catalans”, sin que nadie se ría

Guillemmartnez@sociale.network @Guillemmartnez

El Gobierno de Meloni invoca la teoría conspirativa de la “sustitución étnica”, aka lo que Pujol llama “minorització dels catalans”, sin que nadie se ría.

"El Gobierno de Meloni invoca la teoría conspirativa de la “sustitución étnica” para criticar la inmigración" (Daniel Verdú, El País, 19/04/23)

3:19 p. m. · 19 abr. 2023 3.346 Reproducciones

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 "El Gobierno de Meloni invoca la teoría conspirativa de la “sustitución étnica” para criticar la inmigración.
 
El ministro de Agricultura y cuñado de la primera ministra, Francesco Lollobrigida, alerta de que si los italianos no tienen hijos, serán sustituidos por migrantes. La líder de la oposición tacha sus palabras de “repugnantes”.

El escenario, el Salón del Mueble de Milán, parecía de lo menos propicio para un incendio político de ese tipo. Pero como si hubiera sido una acción coordinada, la primera ministra, Giorgia Meloni, y el ministro de Agricultura (y cuñado de Meloni), Francesco Lollobrigida, decidieron usar términos reprobables para hablar de inmigración y demografía, uno de los temas candentes en las últimas semanas en Italia. El segundo se refirió primero a que el aumento de la natalidad es necesario para evitar “la sustitución étnica”, un término de clara connotación supremacista que utilizó sin ningún matiz. Meloni, en ese acto, remató luego el tema diciendo que no se necesitan más migrantes para paliar la mano de obra, sino que las mujeres trabajen.

La idea de sustitución étnica alude directamente a la teoría del Gran Reemplazo, de origen francés y según la cual los blancos católicos y la población cristiana europea está paulatinamente siendo sustituida por personas de origen no europeo. Concretamente por árabes y africanos. La idea, una teoría de la conspiración defendida por políticos de extrema derecha como Éric Zemmour, que obtuvo casi 2,5 millones de votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas del año pasado, es el caballo de batalla de los supremacistas blancos y uno de los sustentos intelectuales de muchos de los atentados que se han producido en los últimos años. Como el de la isla de Utoya (Noruega) en 2011, en el que Anders Breivik asesinó a 77 personas, o el de Buffalo (Nueva York) en mayo de 2022, donde murieron 10 afroamericanos.

Lollobrigida, compañero de Meloni en los años de activismo posfascista, explicó así el término que remite a la teoría del Gran Reemplazo. Hay que “construir un bienestar que permita a la gente trabajar y tener una familia, apoyar a las parejas jóvenes para que encuentren empleo. No podemos ceder a la idea de la sustitución étnica: los italianos tienen menos hijos, así que los sustituimos por otros. Ese no es el camino”, dijo el ministro.

Las palabras de ambos hay que situarlas en el momento de crisis migratoria que vive Italia y la falta de respuestas efectivas aportadas por el Ejecutivo. Durante años, Hermanos de Italia se dedicó a gritar en el Parlamento y en las redes sociales contra la gestión de los flujos migratorios de los anteriores gobiernos. Luego, en campaña electoral, se encomendaron a grandes soluciones como un bloqueo naval de las pateras que llegan a Italia. Hoy, seis meses después de comenzar a gobernar, afrontan los peores datos de la última década. Solo desde el mes de enero, han desembarcado en Italia 34.124 migrantes, casi cuatro veces más que en el mismo periodo del año pasado. Una situación que hace pensar en que se batirá el récord de llegadas de 2017, cifrado en 181.000 personas.

La oposición que lidera Elly Schlein, al frente del progresista Partido Demócrata (PD), se mostró escandalizada. “Sus palabras son repugnantes e inaceptables por parte de alguien en su cargo. Nos retrotraen a los años treinta, son palabras que tienen el sabor del supremacismo blanco”, dijo Schlein durante una manifestación en Roma contra el último decreto del Gobierno en materia de inmigración y que se apresta a aprobar el Parlamento. “Espero que Giorgia Meloni y el Gobierno se distancien de estas declaraciones, realizadas el día en que el presidente de la República, Sergio Mattarella, visita (el campo de exterminio nazi de) Auschwitz”, dijo en referencia a la visita que el jefe del Estado italiano realizaba en ese momento a Polonia.

Nadie en el Gobierno italiano ha pedido disculpas hasta el momento por usar esa terminología, que ya había sido empleada por Meloni en el pasado. “¿Pero de qué habla Lollobrigida? Hemos llegado a niveles brutales”, criticó también el ex primer ministro Romano Prodi.

Las declaraciones de Lollobrigida coinciden con algunas medidas radicales que el Ejecutivo se dispone a tomar contra la migración irregular en Italia, como la declaración del estado de emergencia y la eliminación de la figura de la protección especial para los migrantes a través del llamado Decreto Cutro [por el municipio calabrés donde se produjo hace dos meses el naufragio que terminó con la vida de 91 migrantes]. Se trata de una medida muy discutida, pero sobre todo discutible: los expertos creen que solo creará más problemas sociales. El presidente Mattarella, que desde Polonia llamó a Europa a reformar las reglas de inmigración y asilo “prehistóricas”, no ve con buenos ojos que se elimine esta figura."                               (Daniel Verdú, El País, 19/04/23)

19/4/23

Lo de la Virgen del Rocío no es un error: es una estrategia racista, clasista y supremacista. El mensaje es claro: si no eres de una determinada manera, eres inferior... Boadella tuvo que irse de Cataluña por sus sátiras. A los catalanes monolingües les molesta, incluso denuncian, que en un bar les hablen castellano. Nuestros símbolos, como la lengua, son sagrados; los del resto son vejables... El problema del gag de la Virgen del Rocío es que forma parte de una línea editorial mantenida desde hace años

"Joan López Alegre ha dit a RAC1000 Colines lo que tots els catalans de seny pensem (...)

«Boadella tuvo que irse de Cataluña por sus sátiras. A los catalanes monolingües les molesta, incluso denuncian, que en un bar les hablen castellano. Nuestros símbolos, como la lengua, son sagrados; los del resto son vejables. 
 
El problema del gag de la Virgen del Rocío es que forma parte de una línea editorial mantenida desde hace años. 
 
En el Polonia hace años que los personajes fachas, puteros o lamentables son los aspanyols o los de derechas. Insinuar que Albert Rivera es drogadicto, tratar a Elena Borbon de retrasada, hacer bromas del estilo «hablo en castellano porque así doy más miedo», realizar apología de la violencia contra la Guardia Civil, o decir que los socialistas son nazis… cuando pasa una y otra vez no es una idea de olla o un error; es una línea de trabajo que tiene por objetivo denigrar a los que no somos hijos del pensamiento único.
 
 Lo de la Virgen del Rocío no es un error: es una estrategia racista, clasista y supremacista. El mensaje es claro: si no eres de una determinada manera, eres inferior.

¡Viva la Blanca Paloma y la Reina de las Marismas!» (...)"        (Dolça Catalunya, 11/04/23)


18/4/23

¿Racismo? Solo con los de dentro... el acuerdo de partidos e instituciones para desterrar el racismo de la campaña electoral de las elecciones municipales es razonable, justo y necesario... Hacer comentarios despectivos sobre los magrebíes es, para nuestros políticos (y para cualquier persona decente), algo intolerable... pero a los que no son exactamente de aquí, pero llevan tanto tiempo que es como si lo fueran, se les puede seguir haciendo la vida imposible y someterlos a todo tipo de burlas... chotearse de los castellanoparlantes es un ejemplo admirable de la libertad de expresión... Aparentar que combates el racismo mientras no haces nada para evitar que sigan vigentes términos tan despectivos como charnegos o panchitos es hipocresía pura, sobre todo en el caso de los partidos independentistas, firmes partidarios del racismo interior y del desprecio hacia los catalanes impuros, aunque sean la mayoría de la población (Ramón de España)

 "El racismo es un sentimiento muy feo que debe combatirse con energía y decisión. Hasta ahí, (casi) todos coincidimos. Por eso, en principio, el acuerdo alcanzado por ERC, PSC, Junts x Cat, la CUP y los comunes (con el respaldo del Colegio de Periodistas, el Sindicato de Periodistas de Cataluña y el Grup Ramon Barnils, vaya tres patas pa un banco, por cierto) para desterrar el racismo de la campaña electoral de las inminentes elecciones municipales sería razonable, justo y necesario. El problema es que las preocupaciones antirracistas de los conjurados se limitan a los ciudadanos venidos de allende nuestras fronteras; a los que no son exactamente de aquí, pero llevan tanto tiempo que es como si lo fueran, se les puede seguir haciendo la vida imposible y someterlos a todo tipo de burlas, desprecios y humillaciones (véase el caso de la señora gallega que lleva toda la vida vendiendo chuches y a la que ahora insultan los indepes porque aún no ha aprendido catalán; o el de los descendientes de emigrantes andaluces o murcianos, carne de chiste malo para los siniestros humoristas de TV3, como pudo comprobarse con el gag de la Virgen del Rocío a cargo de Toni Soler y Jair Domínguez, que no era una broma sobre la religión católica, sino una muestra de odio a los andaluces en particular y a los españoles en general).

 El racismo es un sentimiento muy feo que debe combatirse con energía y decisión. Hasta ahí, (casi) todos coincidimos. Por eso, en principio, el acuerdo alcanzado por ERC, PSC, Junts x Cat, la CUP y los comunes (con el respaldo del Colegio de Periodistas, el Sindicato de Periodistas de Cataluña y el Grup Ramon Barnils, vaya tres patas pa un banco, por cierto) para desterrar el racismo de la campaña electoral de las inminentes elecciones municipales sería razonable, justo y necesario. El problema es que las preocupaciones antirracistas de los conjurados se limitan a los ciudadanos venidos de allende nuestras fronteras; a los que no son exactamente de aquí, pero llevan tanto tiempo que es como si lo fueran, se les puede seguir haciendo la vida imposible y someterlos a todo tipo de burlas, desprecios y humillaciones (véase el caso de la señora gallega que lleva toda la vida vendiendo chuches y a la que ahora insultan los indepes porque aún no ha aprendido catalán; o el de los descendientes de emigrantes andaluces o murcianos, carne de chiste malo para los siniestros humoristas de TV3, como pudo comprobarse con el gag de la Virgen del Rocío a cargo de Toni Soler y Jair Domínguez, que no era una broma sobre la religión católica, sino una muestra de odio a los andaluces en particular y a los españoles en general).

Hacer comentarios despectivos sobre los magrebíes es, para nuestros políticos (y para cualquier persona decente), algo intolerable, pero chotearse de los castellanoparlantes es un ejemplo admirable de la libertad de expresión y del legendario sentido del humor que nos distingue a los catalanes desde la prehistoria (por no hablar de nuestra encomiable simpatía). Para nuestros políticos biempensantes hay, pues, dos varas de medir a la hora de abordar el racismo: los menas son sagrados, pero a los devotos de la Virgen del Rocío o a las yayas gallegas que venden caramelos en castellano se les puede hacer la vida imposible sin sentirse en absoluto culpable ni darse cuenta de que es una muestra de racismo local deplorable (intuyo que los de la Plataforma per la Llengua que espían a los niños en el patio del colegio para ver en qué idioma se comunican no tienen ningún problema al escuchar palabras en árabe, pero se les ponen los pelos como escarpias si oyen demasiadas en castellano).

El pacto de nuestros políticos antirracistas, pues, es pura hipocresía y simple gesticulación de cara a la galería. Y es, también, una muestra de cinismo tirando a repugnante. (...)

Aparentar que combates el racismo mientras no haces nada para evitar que sigan vigentes términos tan despectivos como charnegos o panchitos es hipocresía pura, sobre todo en el caso de los partidos independentistas, firmes partidarios del racismo interior y del desprecio hacia los catalanes impuros (aunque sean la mayoría de la población). Es triste ver que el PSC ha vuelto a meter la pata en este asunto, pero tampoco constituye ninguna sorpresa, dada su tendencia gallega a no dejar nunca claro si suben la escalera o la bajan. Ya sé que es difícil resistirse a la tentación de sentirse mejor persona de lo que se es a costa de la extrema derecha, pero el acuerdo habría tenido mucha más lógica sin el PSC y los comunes: yo creo que con los fachas catalanes de ERC, Junts y la CUP la cosa iba que chutaba."             (Ramón de España, Crónica Global, 18/04/23)

17/4/23

Insultos racistas a una anciana de Lugo que lleva más de 60 años al frente del puesto de golosinas en el barrio de Sant Antoni de Barcelona por hablar en castellano... En un reportaje de BTV la entrevistaron y habló en castellano... los insultos no se hicieron esperar: "Y la zorra, tras 60 años, no dice una puta palabra en catalán"... "Algún día podremos enviar toda esta gentuza de vuelta a su país. Nos jugamos nuestra supervivencia como nación STOP GenocidioCatalán"... pues si les llega a hablar en gallego, la lapidan

 "Un reportaje de BTV sobre Milagros, que regenta un puesto de golosinas en el barrio de Sant Antoni de Barcelona, ha desatado una polémica en las redes sociales entre aquellos que la defienden y los que la insultan por hablar en castellano.

Milagros, de edad avanzada, se ha convertido en un icono del barrio ya que lleva más de 60 años al frente del puesto de golosinas. Tal y como ella misma explica, llegó a Barcelona en los años 50 procedente de Lugo.

"Venía mucha gente a Galicia en verano e iban todos muy elegantes. Y yo no tenía nada. Y un día con unas conocidas que llegaron allí les dije 'ahora me voy con vosotras a Barcelona'", relata.

Al llegar a la capital catalana primero hizo de criada hasta que posteriormente conoció al que sería su marido, que ya tenía un puesto de golosinas. Milagros, que a pesar de su edad sigue abriendo cada día su negocio, recuerda que el barrio "era el más bonito de todos, el más alegre".

Las redes sociales, sin embargo, se han llenado de críticas a Milagros por expresarse en castellano durante el reportaje. "Que no haya aprendido catalán en 60 años me cabrea mucho, es una falta de respeto a la tierra que la acogió", dice una.

 Otros reprochan a BTV que le den "bombo" a la mujer pese a no hablar en catalán". Hay quien incluso tacha a Milagros de "colona" y "catalanofóbica". "Lo que es un 'milagro' es que después de 60 años no diga ni una palabra en catalán".

 "Cuando alguien lleva más de 60 años viviendo en un lugar y no se integra en la cultura local se le puede criticar. Con los magrebíes lo teneis clarísimo", reivindican. "Un ícono de la colonización y la inadaptación castellana".

 "Y la zorra, tras 60 años, no dice una puta palabra en catalán", se afirma. "Algún día podremos enviar toda esta gentuza de vuelta a su país. Nos jugamos nuestra supervivencia como nación STOP GenocidioCatalán", se añade.

 Estos insultos han provocado a su vez una oleada de comentarios en defensa de 'Milagros'. Muchos de ellos insultan a los "nazis catalanes" que atacan a la tendera.

Uno de ellos se ha acercado hasta la tienda de golosinas para demostrar, cámara en mano, que Milagros entiende perfectamente el catalán e incluso lo habla. "Muchas gracias a todos", se despide la tendera, en catalán."         
             (e-notícies, 13/04/23)

13/4/23

Una amiga me pasó un video de un programa de TV3 donde se reían de la Semana Santa andaluza... ¿Desde qué sitio alguien puede imitar un acento asociándolo a algo atrasado y arcaico? ¿Desde qué mirada alguien puede poner a la virgen del Rocío con un muñeco en la mano, hablando en andaluz y aparentando que canta flamenco? A mí solo se me ocurre una respuesta: supremacía cultural... este tipo de burlas se inserta en una mirada etnocéntrica donde se considera que lo andaluz es algo bárbaro, arcaico e inculto

"(...) una amiga me pasó un video de un programa de TV3 donde se reían de la Semana Santa andaluza (así en general, como si Andalucía fuese todo lo mismo). En este espacio de entretenimiento aparecía una persona vestida de la virgen del Rocío, imitando el andaluz de una forma despectiva. ¿Desde qué lugar alguien que no entiende ni participa de estas expresiones culturales hace mofa de las mismas? ¿Desde qué sitio alguien pude imitar un acento asociándolo a algo atrasado y arcaico? ¿Desde qué mirada alguien puede poner a la virgen del Rocío con un muñeco en la mano, hablando en andaluz y aparentando que canta flamenco? A mí solo se me ocurre una respuesta: supremacía cultural.

Muchas personas dirán que es humor. Seguro habrá gente que sostenga que es lo mismo que los chistes de catalanes y de lo supuestamente “agarraos” que son. Sin embargo, no es lo mismo. Porque este tipo de burlas se inserta en una mirada etnocéntrica donde se considera que lo andaluz es algo bárbaro, arcaico e inculto. También se podrá apelar a la libertad de expresión y a la posibilidad de hacer bromas de todo. Y sí, podemos reírnos de la Semana Santa, podemos reírnos de lo que queramos y como queramos. Sin embargo, como dice Vasallo: “el humor, hacia dentro y hacia arriba, si no es opresión”, frase que ha usado Teresa Rodríguez para hacer su tweet al respecto. 

Por mi parte, soy la primera que hace crítica de la religión cristiana, de sus cúpulas y de las leyes eclesiásticas. Hay muchas cosas que son necesarias de revisar y reflexionar. Sin embargo, no me veo con la legitimidad de hacer mofa de algo que ni siquiera entiendo, que recae en estereotipos y que reduce la diversidad a una sola cosa. ¿Te imaginas que me disfrazo de la virgen de la Guadalupe y me pongo a imitar el acento mexicano cayendo en clichés manidos que reposan en un etnocentrismo supremacista? Pues eso. Hacer crítica de las estructuras eclesiásticas y de los poderes que ostentan, bien; reírse de un pueblo y sus formas de expresión, regular para atrás. Se permiten estas formas de hacer humor desde una supremacía cultural etnocéntrica porque existe una andaluzofobia interiorizada que genera formas de discriminación que impactan en las estructuras sociales y en las relaciones de poder norte-sur. 
Y no es solo algo simbólico, Estas formas de representar a los pueblos desde una mirada supremacista repercute en los cuerpos y las vidas de las personas. La discriminación simbólica impacta de manera directa en el mundo material. Tan así es que durante mi defensa de TFM, el tribunal ejerció una discriminación por andaluzofobia y una supremacía epistémica que casi me lleva a suspender. Esto solo por hablar del territorio andaluz desde una mirada propia y poner en tensión las dinámicas de expropiación Norte-Sur. Esto me llevó a creer que no era válida, que estaba loca y que mi trabajo no tenía sentido.

Todavía me sigue sorprendiendo la andaluzofobia existente y la falta de miramientos a la hora de analizar las opresiones estructurales dentro del territorio español. Pienso en toda la gente que dice me “voy al sur de vacaciones a disfrutar de las playas a comer rico porque es más barato” sin pensar en las razones por las que los precios son más bajos. Me sorprende que se siga viendo a Andalucía como parque temático para las vacaciones y objeto de chistes para el divertimento colectivo, sin pensar en las condiciones de violencia laboral en el sector de la hostelería o del campo andaluz. Me da coraje cuando esta falta de miramiento viene de las izquierdas que reproducen discursos andaluzofobos, olvidándose de cómo en Andalucía se está construyendo un lugar engullido por capitalismo neoliberal donde se observa un paraíso de sol para el consumo del Norte y una frontera para el sur desposeído y empobrecido. Quizá es más fácil mirar al sur para reírse y cuestionar las expresiones culturales que para señalar las dinámicas Norte-Sur. Quizá eso significaría mirarse a sí mismos, analizar sus miserias y la responsabilidad en todo esto.

Por eso, no voy a entrar en debates sobre que el humor es humor y la existencia de libertad de expresión. Ríanse de lo que quieran. Mientras se ríen están perpetuando un sistema de dominación supremacista, etnocéntrico, machista, capitalista, patriarcal, misógino, racista y colonial que impacta en la vida de las personas."                            ( Carmela Borrego Castellano, El Plural, 11 abr 2023)

11/4/23

El "lazismo", variante local del racismo... las protestas por el gag a costa de la Virgen del Rocío se equivocan de objetivo al centrar su berrinche en la parte religiosa del asunto. Para mí, lo grave del desaguisado es el componente racista de la supuesta gracia, que queda de manifiesto en la burla del acento andaluz que, por otra parte, ha sido una constante del lazismo... y que demuestra, una vez más, que el independentismo catalán exhibe un fuerte componente racista que ya se manifestaba, incluso, en la época de Franco, cuando se inventó el término charnego para despreciar a los emigrantes andaluces y murcianos... al racismo se unía el asco a los pobres, pues a nadie se le ocurría calificar de tales a los hijos de la burguesía local criados en castellano

 "Como todos sabemos, Toni Soler y su esbirro Jair Domínguez acaban de liarla parda con un gag en su hilarante programa de televisión Està passant a costa de la Virgen del Rocío en particular y de los andaluces en general. En mi opinión, las protestas, lógicas y razonables, al respecto se equivocan de objetivo al centrar su berrinche en la parte religiosa del asunto. 

Para mí, lo grave del desaguisado es el componente racista de la supuesta gracia, que queda de manifiesto en la burla del acento andaluz que, por otra parte, ha sido una constante del lazismo que se pierde en la noche de los tiempos y que demuestra, una vez más, que el independentismo catalán exhibe un fuerte componente racista que ya se manifestaba, incluso, en la época de Franco, cuando se inventó el término charnego para despreciar a los emigrantes andaluces y murcianos (como el racismo también evoluciona, en cuanto llegó la emigración sudamericana, algún desgraciado se inventó el término panchitos para describir a quienes le servían el cortado sin tomarse la molestia de averiguar que el término catalán es tallat). Con los charnegos, al racismo se unía el asco a los pobres, pues a nadie se le ocurría calificar de tales a los hijos de la burguesía local criados en castellano: Money talks, que dicen los anglos.

El humor racista es un oxímoron, pero es el único que son capaces de practicar los indepes, que solo brillan con luz propia a la hora de hacer reír cuando lo consiguen de manera involuntaria (y con harta frecuencia, por cierto). Salvo los lazis, nadie les ve la gracia a nuestros humoristas patrióticos, más que nada porque sustituir el ingenio por el odio no es lo más eficaz a la hora de suscitar la hilaridad del respetable. Como ignoran lo que es la ironía, a los graciosillos del régimen solo les queda el sarcasmo malasombra y el odio al vecino, aunque también es verdad que con eso ya van tirando para llegar a final de mes.

Pero incluso en el humor lazi hay clases sociales. Jair Domínguez, Peyu y demás reyes de la risa forman parte de la clase de tropa, mientras que gente como Toni Soler pertenece a la aristocracia económica del régimen (solo en el 2022, este sujeto nos sacó a los catalanes, vía sus basurillas para TV3, la bonita cantidad de cinco millones seiscientos mil euros). Es curioso que el primero en tratar al señor Soler como se merece haya sido su (supuesto) compañero de filas Valtònyc, al que llamaron desde el Està passant para pedirle permiso para insertar un plano suyo en alguno de sus tronchantes gags. La respuesta del mallorquinarro consistió en decirle a Soler que ni hablar de usarlo para sus lucrativos negocios y en proponerle que, cuando tuviera un rato libre, se dejara caer por Flandes para, literalmente, comerle los huevos (aunque no aclaró si por delante o por detrás, siendo esta segunda opción algo más ofensiva que la primera, pues implica que el lamedor debe introducir forzosamente la nariz en el ojete del lamido).

Reírse de la Virgen del Rocío y de lo que Machado llamaba la fe de sus mayores puede ser discutible e innecesario, pero lo peor del gag es el racismo que transpira y que es consustancial al independentismo. Conscientes de haber sido pillados en un renuncio, los diarios del régimen han contraatacado con la quema de tres muñecos (representando a Puigdemont, el chaquetero Comín y la siempre rabiosa señora Ponsatí) en el pueblo riojano de Alfaro para celebrar el Día de los Judas (tradición milenaria, por cierto). Como si fuera lo mismo ofender a toda una comunidad que a tres personajes por los que nadie, a excepción de sus fans, siente ningún afecto ni respeto.

Los lazis llaman facha a cualquiera que les lleve la contraria, cuando les bastaría con mirarse al espejo para toparse con un facha de manual y un racista despreciable. Perpetrado el desaguisado a costa de la Virgen del Rocío, lo que sigue es previsible: quejas de la Junta Andaluza que no llegarán a nada y TV3 mirando hacia otro lado con la ayuda del CAC, que no en vano está presidido por Xevi Xirgo, amanuense de Puchi, el único periodista del mundo que necesita a otro periodista para que le escriba los libros. Optar por la religión cuando lo que está a la vista es el racismo no deja de ser una manera de caer en la trampa de Soler y sus secuaces, que así pueden dárselas de laicos librepensadores cuando solo son una pandilla de malajes con un ojo en la taquilla que se lucran a costa del odio a los diferentes. Una actitud que en la Cataluña catalana está muy mal vista, siempre que esos diferentes vivan a miles de kilómetros de aquí, pues ya se sabe que los que están entre nosotros solo aspiran a nuestra destrucción."                 (Ramón de España , Crónica Global, 11/04/23)