"La armonización fiscal se ha convertido en el nuevo caballo de
batalla entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno central.
El acuerdo presupuestario del Ejecutivo de Pedro Sánchez con ERC
por el que se pondrá en marcha un grupo de trabajo específico para la
reforma del impuesto a las grandes fortunas y para acabar con "el dumping fiscal
de Madrid" ha vuelto a dar alas a la guerra política que la presidenta
de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha puesto en marcha contra
el Gobierno de coalición.
Pese a las críticas de la baronesa del PP en
las que asegura que el objetivo de la armonización es "robar a los madrileños",
la realidad es que los beneficios fiscales diseñados por la Comunidad
de Madrid se concentran en los contribuyentes de mayor renta y riqueza y
suponen una reducción de los ingresos públicos per cápita que, en
comparación a la mayoría de las Comunidades Autónomas, que afecta a la
calidad de los servicios públicos.
El Ministerio de Hacienda ha anunciado que la creación de la
comisión para estudiar dicha reforma fiscal integral se llevará a cabo
al margen de los Presupuestos del próximo año y se enmarcará
previsiblemente en la modificación del modelo de financiación autonómica
que se empezará a trabajar desde febrero.
Ante la beligerancia de los
ataques de Ayuso, Pedro Sánchez ha defendido que "la armonización fiscal
también se tiene que producir en determinados impuestos en nuestro país
si queremos garantizar algo en lo que estoy convencido que puede estar
de acuerdo todo el mundo, hasta incluso la señora Ayuso, y es la
igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos, vivan donde vivan".
Pero lo cierto es que la política fiscal de la Comunidad de
Madrid está diseñada para beneficiar sobre todo a las rentas más altas.
En el informe realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones
Económicas (IVIE) Madrid: capitalidad, economía del conocimiento y competencia fiscal,
financiado por la Generalitat valenciana, se recalca que "los
beneficios fiscales diseñados por la Comunidad de Madrid operan de
manera que se concentran considerablemente en los contribuyentes de
mayor renta y riqueza. Los datos indican que el 7% de los contribuyentes
con rentas superiores a los 60.000 euros se benefician del 42% de las
minoraciones de las cuotas líquidas en el IRPF".
En esta carrera emprendida por los Gobiernos del PP de la
Comunidad de Madrid destacan las rebajas introducidas en los tributos
cedidos, principalmente en el IRPF, el Impuesto sobre el Patrimonio y el
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Los investigadores del IVIE
señalan que "si se cuantifican los gastos fiscales que representan esas
rebajas, Madrid deja de ingresar más de 4.100 millones de euros anuales,
unos 636 euros menos por madrileño. Más de la mitad de esos beneficios
fiscales se concentran en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (2.663
millones de euros). También son muy importantes las minoraciones de
ingresos en el Impuesto sobre el Patrimonio (996 millones) y el IRPF
(504 millones)".
Según los datos aportados por la Agencia Tributaria sobre la
campaña de Renta de 2018, la Comunidad de Madrid tiene el menor
porcentaje la cuota líquida autonómica en el IRPF de los contribuyentes
que declaran entre 60.000 y 150.000 euros de ingresos y la segunda más
bajas entre las rentas de 150.000 y 600.00 euros.
En el informe Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2020,
elaborado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales, se pone
como ejemplo un contribuyente que obtiene únicamente de rentas del
trabajo 600.000 euros, soltero, menor de 65 años y sin hijos pagaría un
14% menos de IRPF en 2019 en la Comunidad de Madrid que en Navarra,
autonomía donde gravan más ese nivel de ingresos. Si comparamos lo que
tiene que pagar al fisco por IRPF una persona que ingrese 160.000 euros
con las mismas características anteriores, la Comunidad de Madrid es la
que menos grava de España, un 8% menos que la que más ingresa de un
ciudadano con esta renta, que es La Rioja.
Pero es en el Impuesto sobre el Patrimonio donde la comparación
con el resto de las autonomías es absolutamente disparatada. La
Comunidad de Madrid tiene bonificado este impuesto en un 100%, es decir,
no se paga nada. Una decisión de política fiscal que ha tenido efectos
en la recaudación de toda España. Los asesores fiscales apuntan en su
Panorama de Fiscalidad que "este tributo llegó a recaudar en 2008 cerca
de 2.360 millones de euros, mientras que en 2017 recauda 1.267 millones
de euros, lo que se explica por el mínimo exento de 700.000 euros que se
aplica por defecto, por la exención de la vivienda hasta la cuantía de
300.000 euros por contribuyente –ambas medidas empezaron a aplicarse en
2012– o porque la Comunidad de Madrid lo tiene bonificado al 100%".
Las diferencias que hay que pagar por el Impuesto de Patrimonio
entre Comunidades autónomas son abismales. Así, en el ejercicio que han
hecho los asesores fiscales, para contribuyentes con patrimonios de
800.000 euros, sin discapacidad y sin tener en cuenta en cuenta los
300.000 euros exentos de la vivienda habitual, en la Comunidad de Madrid
no pagará nada mientras que en Aragón tendrá que ingresar en Hacienda
1.164,37 euros, en la Comunidad Valenciana, 539,44 euros, y en Castilla y
León, 200 euros.
Donde se nota la merma de ingresos para la Comunidad de Madrid
es para los patrimonios aún mayores. Un contribuyente con 4 millones de
euros de patrimonio (las mismas características anteriores) paga con
este impuesto 59.919,56 euros en Extremadura, 36.546,37 euros en
Galicia, 22.400 euros en Bizkaia o 9.136 euros en La Rioja. En Madrid,
cero euros.
Para un ciudadano que declare 15 millones de euros de
patrimonio, tendría que pagar este año al fisco por el impuesto de
patrimonio cantidades que van desde los 418.155 euros de Extremadura a
331.444 euros en Andalucía o 68.442,6 euros en La Rioja. En Madrid no
pagaría absolutamente nada.
De esta manera, es fácil entender que los millonarios se hayan
ahorrado casi 6.000 millones de euros a no pagar nada por este impuesto
en la Comunidad de Madrid desde 2011, momento en el que el gobierno
regional madrileño aprobó la bonificación total. También queda patente
cómo el crecimiento del importe bonificado desde ese año, con 534
millones, hasta los más de 900 millones en 2018 deja patente el efecto
tractor de contribuyentes más ricos.
Es difícilmente entendible la crítica de la patronal CEOE al
Impuesto del Patrimonio, que llegó a definir como "especialmente
contraproducente", por los "significativos costes que incorpora al
ahorro, la inversión y la actividad". Aunque la realidad es que la
Comunidad de Madrid ha dejado de ingresar 6.000 millones desde 2011 y no
hay ninguna prueba que esos 6.000 millones se hayan dedicado a
inversión o actividad alguna.
Pero, además, la bonificación hace que en la Comunidad de Madrid "habrá
personas que, aun superando el mínimo exento de 700.000 euros, no
presentarán la declaración al no estar obligadas. El patrimonio medio de
los declarantes madrileños es muy elevado, alcanzando los 9.675.043
euros, muy por encima de la media de declarantes españoles, cuyo
patrimonio asciende a 3.305.039 euros".
Impuesto de Sucesiones y Donaciones
En el caso del Impuesto de Sucesiones y Donaciones todas las
Comunidades Autónomas se lanzaron a una carrera intensa por rebajar este
impuesto. Debido a esta rebaja, la Hacienda española dejó de ingresar
5.031 millones de euros, según los datos del Ministerio de Hacienda.
En la competición por la reducción de esta carga impositiva
Madrid es la Comunidad que más ha bonificado el impuesto, siendo la
autonomía que más recaudación pierde. De esta manera, la región
madrileña suma el 50% del dinero que se tendría que haber recaudado con
el Impuesto de Sucesiones, ya que ha dejado de recaudar 2.663 millones
este año. Muy lejos de los 855 millones de Catalunya, 396 millones de
Andalucía o 313 millones de la Comunidad Valenciana.
Siguiendo la simulación que hacen los asesores fiscales, si una
persona de 30 años y sin discapacidad recibe de su padre 800.000 euros
en dinero en efectivo sin un destino específico, tiene como cuota
líquida de impuesto de Sucesiones 2.000 euros en la Comunidad de Madrid,
similar a Andalucía o Murcia, pero por debajo de los 12.000 euros de
las provincias vascas, 56.000 euros en Catalunya o Galicia o los
200.122,67 euros, en Extremadura y Castilla y León. Hay que subrayar que
el tipo es idéntico en la Comunidad de Madrid que en las dos regiones
donde más se paga, pero las bonificaciones en la autonomía donde
gobierna Isabel Díaz Ayuso es del 99%.
Igualdad entre los españoles
En la carrera desbocada de Ayuso por erigirse como el referente
de la oposición, pasando incluso por encima del líder del PP, Pablo
Casado, la presidenta madrileña ha tumbado unos de los principales
argumentarios utilizados por los populares como es la defensa de la
igualdad territorial de todos los españoles. En este caso, Ayuso
reivindica la desigualdad entre Comunidades Autónomas y llega a lanzar
duras acusaciones contra los ciudadanos al asegurar que en España "hay
dos tipos de personas, los que tiran del carro y los que viven de
otros".
Con argumentos similares se ha posicionado la Confederación
Empresarial Madrileña (CEIM) y el Instituto de Estudios Económicos, el think tank
de la CEOE, en un informe financiado por la Comunidad de Madrid. La
patronal señala que "una armonización de la imposición patrimonial para
la Comunidad de Madrid supondría una pérdida de competitividad que a
medio y largo plazo implicaría una contracción mínima del 2% del PIB
para Madrid y del 0,5% del PIB nacional".
Como curiosidad, mientras que la CEOE y su laboratorio de ideas
han exigido reiteradamente la unidad de mercado de las autonomías como
elemento fundamental para impulsar la competitividad de las empresas, en
el caso de la armonización fiscal, la patronal puntualiza las bondades
de la corresponsabilidad fiscal como "forma parte intrínseca de la
naturaleza de las autonomías". En el informe La Tributación del Ahorro y su Incidencia en la Reactivación Económica desde la Perspectiva de la Competitividad Regional,
la organización empresarial insiste en que las Comunidades Autónomas
"deben tener el derecho y la obligación de ejercer la corresponsabilidad
fiscal", que es "una palanca de mejora de eficiencia del sector
público".
Sin embargo, en el informe del IVIE se destaca como "Madrid
tiene unos ingresos homogéneos per cápita de 2.515 euros, que la sitúan a
la cola de España. Estos ingresos tan reducidos no se deben al Sistema
de Financiación Autonómica, que deja a Madrid en una situación relativa
prácticamente idéntica a la media, sino al ejercicio a la baja de su
autonomía tributaria".
Estos investigadores no tienen duda en asegurar que "la
consecuencia de esos bajos ingresos públicos por habitante es un bajo
nivel de gasto per cápita, que no tiene las mismas implicaciones para
los más beneficiados de las rebajas fiscales y el resto de los
contribuyentes. Para los primeros, cuyos ingresos son altos, las
consecuencias del menor gasto son menores porque usan poco los servicios
públicos sanitarios, educativos o de protección social. Pero para los
segundos, que son la mayoría y sí que los utilizan, los beneficios de
las rebajas fiscales son menores y sufren más las consecuencias de un
gasto en servicios públicos más bajo".
Ventaja competitiva y robo de contribuyentes
La patronal, al igual que Ayuso, defiende que "Madrid es, junto
al País Vasco, la región que tiene uno de los sistemas tributarios más
atractivos del país y, por ello, ambas tienen una mejor clasificación en
el Índice de Competitividad Regional de la Comisión Europea", sin
embargo los investigadores del IVIE ponen en duda que esta ventaja
competitiva que achacan a la capitalidad: "propicia la aglomeración de
centros de decisión públicos y privados en Madrid, reforzando la
concentración de rentas y patrimonios que más se benefician de las
políticas adoptadas".
Además, recuerdan que "las rebajas fiscales de la Comunidad de
Madrid tienen consecuencias sobre el resto de comunidades con las que
compite fiscalmente: las bases imponibles que esta atrae reducen los
ingresos de aquellas. Como se trata mayoritariamente de contribuyentes
con bases elevadas, esa salida limita las aportaciones de aquellos en
los que puede apoyarse la progresividad en las comunidades de origen".
"Durante los últimos 10 años Madrid ha conseguido aumentar su
número de contribuyentes en más de 100.000 personas provenientes de
otras Comunidades españolas. Esto sucede pese a que los ingresos y
gastos por habitante de Madrid no son elevados porque renuncia con sus
reducciones impositivas a los mayores ingresos que se derivan de sus
mayores bases imponibles", recuerdan los investigadores del instituto
valenciano.
Según estos investigadores "la Comunidad de Madrid ha seguido
una política basada en una combinación de ingresos y gastos bajos que
responde a la Hipótesis de Tiebout, según la cual la estrategia fiscal
tiene capacidad de incidir en las decisiones de los contribuyentes sobre
dónde se domicilian".
Teniendo en cuenta las estadísticas que presenta la Agencia
Tributaria sobre Movilidad del Mercado de Trabajo en las Fuentes
Tributarias, Madrid habría ganado más de 103.035 contribuyentes en el
IRPF entre 2009 y 2018, desde que decidió establecer importantes
beneficios fiscales en sus impuestos personales, con el punto de
inflexión que fue la aplicación de la bonificación del 100% del Impuesto
de Patrimonio a partir de 2011.
Los cálculos de los investigadores del IVIE señalan que "si el
grupo que supera los 60.000 euros de renta, ese 7% de contribuyentes
concentraría el 93% de los -4.163 millones de euros de beneficios
fiscales de estos tres impuestos. Esto significaría una minoración media
de las cuotas líquidas de estos contribuyentes cercana a los -16.200
euros anuales, una cifra que puede considerarse capaz de incentivar el
cambio de domicilio fiscal".
En el informe Movilidad de los contribuyentes de rentas altas en respuesta a las diferencias regionales en los impuestos personales, de Fedea, se describe cómo entre 2006 y 2012 el 59,3% de las migraciones del 1% con mayor renta tiene como destino Madrid." (Raúl Sánchez, Rodrigo Ponce de León, eldiario.es, 25/11/20)