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16/5/22

Valentí Puig: “Ha habido una espiral del silencio con el procés”

 "El escritor Valentí Puig, en una entrevista en el canal de youtube de Xavier Rius, considera que “ha habido una espiral del silencio con el procés, que ha tenido dos efectos: reducirte al silencio, que te calles para evitar el problema. Y otro, el más terrible en el caso de un intelectual, llegar a cambiar las opiniones que expresa. El silencio es malo para la sociedad pero el camaleón es aún peor”.

Valentí Puig constata que muchos periodistas se apuntaron al independentismo pero que “algunos estan frenando porque ven peligrar su propio estatus”.

 También señala que “los símbolos del procés están desapareciendo de los pueblos, hay mucha fatiga”. “Han engañado mucho, hay gente que se siente engañada, gente que se siente estafada y gente que no ha sido tenida en cuenta”.

“Puigdemont en otros tiempos no lo cogían no de pastor de ovejas, es un ser rupestre”, ha indicado. También apunta que “parece ser que Waterloo lo pagan empresarios pero la financiación se está restringiendo”.

Por otra parte, recuerda que ”vendieron que la independencia sería un paraíso”. "Uno de los engaños más grandes del independentismo fue insistir que Alemania no dejaría que Catalunya se quedase fuera de la UE”, sostiene. "Ya está bien de esos coqueteos grotescos del independentismo con China, con Putin”, añade.

“Ha habido un choque de la Catalunya nacionalista contra el sentido de la razón. El proceso ha sido un parón sumado a una incompetencia intelectual notable y a un desconocimiento de lo que es un Estado”, considera.

Igualmente afirma que ERC es “un partido nefasto para la historia de Cataluña, pero ahora va con cuidado porque nadie quiere ir a la cárcel”. Finalmente sostiene que “hay muchos más padres en contra de la inmersión lingüística de lo que parece”.     
         (e-notícies, 13/05/22)

21/4/22

Ramón de España: Todas las reacciones en el rollo del proceso han sido pusilánimes. De una gran cobardía. Porque, cojones, eso no era Euskadi, aquí no te pegaban un tiro en la cabeza... Pero toda la gente que ha estado callada por prudencia o por no ser señalados... coño, que no te jugabas la vida... Aquí, aparte de los convencidos, ha habido el gran triunfo de la pusilanimidad. Empezando por los que mandan

 "Ramon de España suele decir que empezar hace años hablando de David Bowie y acabar hablando de Puigdemont, demuestra que va por el mal camino. Pero uno opina que esto demuestra la decadencia, no del cronista, sino de su Cataluña y su Barcelona. 

Y pensar que un día Barcelona quiso ser la Nueva York del Mediterráneo... 

Eso decíamos varios ilusos a finales de los setenta. Pensábamos que, desaparecido Franco y entrando en Europa, podríamos convertirla en una ciudad moderna. No habíamos contado con que había otros planes, que era convertirla en la capital de una nación milenaria. Éstos ganaron, y ahora tenemos lo que tenemos.

 ¿Qué tenemos? 

Una ciudad de provincias cada vez más irrelevante, por culpa de la pinza criminal entre los nacionalistas y los populistas de la Colau. Esto Barcelona, ​​que Cataluña a lo que aspiraba era a ser la Dinamarca de sur. Según el día. Algunos días tocaba Dinamarca del sur, otros Kosovo y otros Massachusetts. Dependía de cómo se levantara el Astuto.

 ¿En el libro evoca con nostalgia su Barcelona? 

Nada de nostalgia, la intención es que sea una cápsula temporal, como las que envían al espacio con un libro de Gala y un disco de Mocedades. También puede considerarse una autobiografía mediante personas y lugares interpuestos, en su mayoría muertos y desaparecidos. Cuando tienes más años detrás que delante, te da por recordar.

 ¿Había más libertad? 

Hubo un interregno entre la muerte del caudillo (sic) y la llegada de Pujol, cinco años que no se sabía qué estaba permitido y qué no, (...). Todo el mundo hacía lo que le salía de las narices. Ya desde finales de los sesenta había gente que se comportaba como si el gallego llevase veinte años muerto.

 Usted vivió la llegada del nacionalismo desde Barcelona. Imagine los que la vivimos en la Cataluña profunda. 

No quiero ni pensarlo. Pero alguna pega debe tener en Girona, para ser la capital de Cataluña catalana. El problema de Barcelona es que ha sido siempre una ciudad demasiado grande para un país demasiado pequeño. El poder nacionalista siempre le ha tenido cierta manía, porque había gente de todas partes y se hablaba demasiado castellano. ¡Había incluso extranjeros y librepensadores! Barcelona era molesta. Por eso le hicieron toda a puñeta que pudieron. Y se lo siguen haciendo.

 ¿Cómo ve de salud  al nacionalismo? 

Ahora ERC intenta volver al autonomismo sin que se note mucho, y quienes no tienen nada que perder porque están en Flandes tocándose las narices, se dedican a pedir muertos, como la vieja bruja Ponsatí. Con un poco de suerte, ERC y Junts acabarán a hostias.

 Hace poco, Rufian les acusó de jugar a James Bond. 

Confío en que con todo el lío con los rusos -la UE está en guerra con Rusia, no nos engañemos-, les jodan el euroescaño. No sé si nos los van a devolver aquí, pero ese es el peor momento para ser un Puigdemont o un Alay.

 ¿Acaso no considera Puigdemont un mesías? 

¿Qué se puede opinar de un periodista que para escribir un libro llama a otro periodista? Al estar en un lío monumental, debe decir cosas para hervir la olla y para justificar la pasta que supongo que le estamos enviando bajo mano. Pero se está convirtiendo en un personaje muy ridículo.

 Dice en el libro que «en Barcelona tenemos estupidez para dar y regalar» ¿Por qué desmerece así el resto de Cataluña? 

Se da por supuesto que también la tienen, pero el libro va de mi querida ciudad. Habría sido más divertido vivir en Nueva York en los años 30 y tratar con Scott Fitzgerald y Dorothy Parker, pero me tocó Barcelona en los 70 y tratar con Carmen de Mairena. Soy de las momias de lo que ahora llaman «régimen del 78», que se ve que fue muy malo, horroroso.

 Aparecen muchos amigos que han muerto. ¿Eso asusta?

 Es el precio de hacerse mayor. Ya tengo una edad. O dos. Tengo que acostumbrarme a ver cómo mi generación la va diñando, y confiar en no diñarla yo de un día para otro. Lo mejor es el ictus, que no avisa. Sin embargo, creo que he evitado el tono fúnebre.

 Con dosis justas de ironía y muy poco sarcasmo. 

La ironía es defensa propia. El sarcasmo es un ataque que debe reservarse para los que se lo merecen en serio. 

Como dice en un capítulo, ¿la naturaleza suele conceder más vida a los inútiles? 

Temo que existe una relación entre no servir absolutamente para nada y durar mucho. Es algo que no entiendo. Antes pensaba que llegado a una edad lo entendería todo, incluso lo que hago en el mundo.

 ¿Y qué? 

No entiendo una mierda. Sigo tan perdido como a los veinte años. Lo único bueno de la edad es que pierdes totalmente la noción de trascendencia, esto lo dejas para gente como Javier Marías. Las cosas dejan de ser de vida o muerte, porque lo que se avecina es la muerte. Se va incrementando el fatalismo, que no debe confundirse con el pesimismo.

 ¿Tenía razón Vázquez Montalbán cuando decía que la lucha de clases es compatible con una buena borrachera? 

Manolo tenía frases para justificarlo todo. Mi preferida era cuando alguien le recordaba que era comunista pero vivía como un cerdo burgués, y respondía «yo asumo mis contradicciones». Me parece admirable. Otra cosa es que estas contradicciones las asumieran también los demás. Era un personaje curioso, seguía combatiendo el franquismo cuando hacía quince años que Franco estaba muerto. En cambio, el Pujolismo, que lo teníamos delante, ni lo olió, no dijo ni una palabra.

 Todavía existen, que combaten el franquismo. Sí, es una especie que se reproduce constantemente.

 Usted viene de familia militar. ¿Debería recuperarse la mili? 

Sólo porque serviría para perder de vista a todos estos que acuden a concursos de Telecinco. Habría una desaparición masiva de gente que mejor estaría cavando zanjas que haciéndose tatuajes. Yo tardé tres meses en convencer al médico militar (...) y que me volviera a casa. Si me hubiesen convertido en una máquina de matar, lo habría agradecido, el problema es que era una pérdida de tiempo.

 Tantos años en el oficio, y nunca ha dirigido nada. 

Fui director de una revista durante un número. Era una revista mensual, y necesité un mes para darme cuenta de que no se cobraba. Dimití. 

 ¿No le gusta mandar? 

Me gusta más conspirar. Es decir, no ser la cabeza pero estar en la cuadrilla rectora. Era lo que hacíamos en la época buena de los cómics. Es como el de estar en nómina, lo intenté y no me probaba. Esto de ir cada día al mismo sitio y encontrarme a la misma gente, me deprimía mucho.

 Estuvo en el TBO. ¿Ya no existe porque lo sustituye TV3? 

Mmm... No había caído en la posible relación. TV3 se dedica a aquella asignatura que se llamaba Formación del Espíritu Nacional. Ha cumplido y sigue cumpliendo una misión de adoctrinamiento, de decirnos lo que debe hacerse para ser un buen catalán. Con una programación dirigida básicamente a ambientes rurales.

 ¿Me está mirando a mí, cuando habla de ambientes rurales? 

No se lo tome como algo personal. Pero es que estos programas como El Foraster, que envían un tío a Villamerda del Arzobispo para decir que son todos estupendos, que viven en el centro del universo y que son cojonudos... Pueblo a pueblo, irá saliendo toda la Cataluña profunda.

 Me ha parecido que volvía a mirarme, cuando ha dicho «Cataluña profunda». (Risas) 

Y cada pueblo recordará perfectamente a Quim Masferrer, el típico chico catalán, buen chaval, templado, simpático. El yerno ideal de Cataluña. Y con esto, vamos tirando.

 En el libro confiesa que jugaba al Risk. Como experto geoestratega, ¿qué aconseja hacer en Ucrania?

 Tenemos un peligro público que es Putin, debería eliminarse, directamente. Total, Rusia tampoco es tan rica, tiene un PIB inferior en Italia o España, y en España no estamos para invadir a nadie, la última invasión fue en el islote de Perejil, un gran éxito de Aznar. En Ucrania se trata de minimizar daños: Zelenski, tú no entres en la OTAN, y tú Vladimir, echa atrás, que te estás arruinando. Me cuesta mucho creer que se pueda ser tan imbécil de montar una tercera guerra mundial, porque como dijo Einstein, la cuarta la haremos a pedradas.

 ¿Tiene ya el carné del Consejo de la República? 

Al ver que no servía ni para conseguir descuento en el Bonpreu, renuncié. Por el momento no sirve para una mierda. Quizás hay que poner algo de fe.

 ¿Qué ha sido la prensa catalana durante el proceso? 

Un grupo de calzonazos, básicamente. La figura del calzonazos se sacralizó con aquel editorial conjunto, una especie de «viva mi dueño» firmado por todos los periódicos. La prensa catalana se ha dedicado, en el mejor de los casos, a no buscar problemas. Y en el peor, en recoger todas las subvenciones que ha podido. Que lo pregunten al Conde de Godó, que cuando tenía por ahí a Pepe Antich, le entraba la pasta de Convergència que daba gusto.

 ¿Y actualmente? 

Sigamos un poco igual. Es eso tan catalán del «sí pero no, no pero sí, pero hablemos...». Todas las reacciones en el rollo del proceso han sido pusilánimes. De una gran cobardía. Porque, cojones, eso no era Euskadi, aquí no te pegaban un tiro en la cabeza, en Catalunya sólo te matan de aburrimiento, de dar la tabarra. 

Pero toda la gente que ha estado callada por prudencia o por no ser señalados...coño, que no te jugabas la vida. Yo llevo años diciendo lo que me sale de las narices y nunca se me ha acercado nadie ni siquiera para romperme la cara, y espero no dar ideas. Aquí, aparte de los convencidos, ha habido el gran triunfo de la pusilanimidad. Empezando por los que mandan.

 ¿A quién se refiere? ¿Usted cree que un banquero, que es quien tiene la sartén por el mango, debe cambiar la sede de Barcelona a Valencia? 

Lo que tiene que hacer es llamar a Mas o al chapucero de turno, y decirle «¡deja de hacer el capullo! Yo no me voy a ninguna parte, te vas tú!». Es que incluso los banqueros son de quedar bien con todo el mundo, de no enfadarse, de no golpear la mesa...

 ¿Lo volverán a hacer? 

No pueden. Ya han visto cómo termina la cosa. A menos que estén realmente dispuestos a jugarse la vida, con la Ponsatí delante, haciendo de «abuela metralleta». Ahora se quejan de que estamos volviendo al autonomismo, pero la pregunta es: ¿hemos abandonado alguna vez el autonomismo? ¡Si la independencia duró ocho segundos y el principal responsable salió corriendo! Lo único que pueden hacer es mostrarse muy contrariados y muy desagradables; quedar mal en todas partes. 

A eso se dedica el niño barbudo que tenemos de presidente: «si viene el rey, llego tarde, así no le saludo y de paso quedo como un capullo con todos los demás». Ahora mismo, aparte de quedar mal y hacernos quedar mal a todos, no hay muchas opciones más. Refunfuñar y basta. 

 Refunfuñar es muy catalán. 

Es que todo lo que vaya más allá de gruñir, tropieza con el Código Penal. Y ya se ha visto que estas cosas acaban o en el trullo o en el maletero del coche."

(Entrevista a Ramón de España, Albert Soler, Diari de Girona, 17/04/22)

22/12/21

Una familia que consiguió el 25% de castellano en un colegio de Lleida: “Acabé cambiando a los niños de centro”... el nuevo colegio proporcionará atención psicológica a los menores que están afectados por la presión social... la familia acabó renunciando a la aplicación de la sentencia, cerrando un negocio y enviando a sus hijos a estudiar a 30 kilómetros tras sufrir la presión vecinal e institucional. Han pasado seis años desde entonces

 "El acoso que denuncia la familia de Canet de Mar (Barcelona) por reclamar más horas lectivas en castellano tiene precedentes. En 2015 se produjo un caso idéntico en Balaguer (Lleida) y, en aquella ocasión, la familia acabó renunciando a la aplicación de la sentencia, cerrando un negocio y enviando a sus hijos a estudiar a 30 kilómetros tras sufrir la presión vecinal e institucional. Han pasado seis años desde entonces, los menores siguen estudiando lejos de su casa y los padres han renunciado a pedir más enseñanza en castellano para ellos.

Ana Belén Moreno fue la madre que llevó la educación de sus hijos ante los tribunales. “En el parvulario vi que todo era en catalán. Me dijeron que tenía que esperarme a primero y ya vería cómo adquirían el nivel. Me habían tomado el pelo. El libro de castellano era ridículo. Siempre digo lo mismo: era como quien va el primer día de clase a estudiar chino. Busqué alternativas pero no había, y por eso acabé recurriendo a la justicia”, recuerda Moreno.

A principios de septiembre de 2015 se conoció la noticia. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ordenaba que el aula de P5 (infantil) y la de segundo de primaria —en las que estudiaban los hijos de Moreno— del colegio Gaspar de Portolà de Balaguer impartieran el 25% de clases en castellano. “Faltaba una semana para que empezaran las clases y ya me llegaban mensajes de que había amiguitos de mis hijos a los que sus familias les habían prohibido jugar con mis niños. Yo tenía un bar con un chiquiparc, el Petit Mon se llamaba. Empezaron a anularme cumpleaños contratados semanas antes”, prosigue Moreno. Rememora aquellos días como una caída hacia el ostracismo: “Era el año 2015, con todo aquel caldo de cultivo independentista, y vi que mis hijos se quedaban solos y sin amigos”.

Se convocaron manifestaciones en la puerta de la escuela. “Nos señalaron. El delegado de educación de la Generalitat en Lleida estuvo presionándome cinco horas en mi negocio, contándome las virtudes de la inmersión lingüística catalana. Llegué a temer por la integridad de mis hijos y decidí renunciar a la aplicación de la sentencia y enviarles a Lleida a estudiar en otro colegio”, recuerda la mujer.

Al final, ella tuvo que cerrar el negocio, al que ya no iba nadie. “Hoy sé que es una utopía estudiar castellano en Cataluña. Puedo estudiar en el Liceo francés pero no en castellano. La familia de Canet se enfrenta a una lucha contra gigantes, a presiones y a pasarlo mal solo por reivindicar el derecho de sus hijos”, concluye."                  (Alfonso L. Congostrina, El País, 11/12/21)

"La familia de Balaguer que pidió clases en castellano cambia de centro. La madre asegura que el nuevo colegio proporcionará atención psicológica a los menores que están afectados por la presión social.

 La familia del Balaguer (Lleida) a la que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) otorgó un 25% de clases en castellano para sus dos hijos ha anunciado esta mañana que cambian de centro escolar.

El pasado jueves, la familia renunció a la aplicación de la sentencia debido “a las presiones" que recibieron de los vecinos del municipio, aseguró entonces la madre. Ayer, los dos niños no empezaron el curso junto con el resto de sus compañeros de la escuela Gaspar de Portolà. Su progenitora se excusó asegurando que no quiere exponerlos a la presión social ni de los medios de comunicación que había en las puertas del centro. Al final se desconvocaron las protestas programadas delante del colegio y no se repitieron las imágenes del pasado 7 de septiembre cuando medio millar de personas se manifestaron defendiendo el modelo de escuela en catalán.

La madre de los menores ha confirmado esta mañana que ha cambiado de centro aunque no ha querido dar pistas de dónde irán los menores. La familia intenta así preservar la identidad de sus hijos. “No quiero que estén en el Gaspar de Portolà, creo que el colegio ha revelado los datos de mi familia y ha vulnerado los derechos de mis hijos”, denuncia.

La madre ha asegurado que el nuevo centro – del que no ha querido decir si será público, concertado o privado- proporcionará soporte psicológico a sus dos hijos, que comenzarán P5 y segundo de primaria, durante el periodo de adaptación. Un soporte que considera indispensable después de la “presión a la que se han visto expuestos estas semanas”.

Se trata de la segunda familia que abandona la escuela después de haber conseguido una sentencia del TSJC que obliga a los centros a ampliar el número de horas lectivas en castellano. El alto tribunal catalán también obligaba a la Escola Pia Santa Anna de Mataró (Maresme) a dar un 25% de clases en castellano pero ayer anunciaron que los dos hermanos de la familia demandante, al igual que la familia de Balaguer, ha cambiado de centro."                 (Alfonso L. Congostrina, El País, 15/09/21)

16/12/21

Rahola acusa al padre del niño de Canet... "Utiliza a su hijo para hacer una guerra lingüística"

 "La periodista Pilar Rahola, en un vídeo en su canal de youtube, se ha mostrado muy crítica con el padre del niño de la escuela de Canet -“el personaje éste”- que ha pedido educación en castellano para su hijo y a quien acusa de utilizar al menor con fines políticos.

Rahola también carga contra PP y Ciudadanos, de quien dice que algún día "tendrán que pagar la catalanofobia brutal que permanentemente practican". Por último, da un 'ultimátum' al conseller de Educación, Josep González Cambray: "o reacciona o dimite".

“De repente tenemos un señor que iba en las listas de Ciudadanos, asesorado por un fundador de Sociedad Civil Catalana y ex diputado de Ciudadanos que utiliza a un niño de cinco años, a su propio hijo, para hacer una batalla política de bajo techo y una batalla lingüística”.

 "Con todo, el problema no es el personaje este y el uso que hace de su hijo: el problema es que tenemos los tribunales que tenemos y que también forman parte de un instrumento de españolización muy severo", ha añadido, además de condenar que el padre "utiliza a su hijo para hacer una guerra lingüística".

Por otra parte, afirma que “esto es así: PP y Ciutadans algún día tendrán que dar explicaciones y quizás tendrán que pagar la catalanofobia brutal que permanentemente practican. Esto sí que es delito de odio”.

Por último, considera que el papel del conseller Cambray “resulta absolutamente patético” y lo define como un “consejero miedoso convertido en un simple funcionario”. "Un conseller de Educación cuando hacen lo que acaban de hacer en la escuela de Canet, o reacciona o dimite", sentencia."    
     (e-notícies, 13/12/21)

15/12/21

Gregorio Morán: El surrealismo social alcanza en Cataluña niveles supremos... Una familia en Canet de Mar exige que se cumpla la ley y que a su niño de cinco años se le enseñen también en castellano. Se desata la tromba. Alguien se ha atrevido a exigir lo evidente... Le llueven los denuestos institucionales y hay quien manifiesta su intención de apedrearlos, imagino que porque no puede incinerarlos y enviarlos directamente al exilio... La inmersión lingüística en Cataluña se explicó como una fórmula que compensaba los años de limitaciones y represión que padeció durante la dictadura. El tiempo y el poder fueron implantando otro discurso... Los hijos de quienes alegaban con toda razón poder manejarse en su lengua materna decretaron que ese mismo derecho se les debía negar a los demás. La práctica reciente de informar sobre los usos lingüísticos de los ciudadanos, desde las guarderías a las ocho universidades de Cataluña, se mueve entre la inquisición y la xenofobia independentista... Imagino, sin demasiado esfuerzo, las minuciosas investigaciones sobre ese matrimonio de osados para descubrir sus inclinaciones políticas, sociales, sexuales y hasta bancarias. Nada debe quedar sin rastrear. No dudo del aislamiento social, de la enemiga de otros padres heridos en su honor de patriotas lingüísticos

 "El surrealismo del mundo artístico es hoy una evidencia social. La realidad está preñada de sucesos surrealistas. En Cataluña alcanza niveles supremos. Una familia de Canet de Mar, un pueblo de la provincia de Barcelona, se ha convertido en referente de un happening social y político

 Otra familia, en la capital, ha perecido de la manera más cruel e ignominiosa dentro de la que fuera sucursal bancaria y ahora un local vacío con cuatro muertos y silencios ominosos. ¿Qué tienen los dos sucesos de surrealistas? Lo que reflejan de nuestra sociedad supuestamente alimentada por una información abierta que reciben personas civilizadas.

 La inmersión lingüística en Cataluña se explicó como una fórmula que compensaba los años de limitaciones y represión que padeció durante la dictadura. El tiempo y el poder fueron implantando otro discurso. No se trataba ya de normalizar nada sino de erradicar una lengua para otorgar el único derecho a otra. Los hijos de quienes alegaban con toda razón poder manejarse en su lengua materna decretaron que ese mismo derecho se les debía negar a los demás. 

La práctica reciente de informar sobre los usos lingüísticos de los ciudadanos, desde las guarderías a las ocho universidades de Cataluña, se mueve entre la inquisición y la xenofobia independentista.

 En ese marco, que contado por lo menudo daría para mucho porque nunca se opera con intereses simples sino compuestos y hay que sumar fondos muy diversos, lo evidente es que una familia en Canet de Mar exige que se cumpla la ley y que a su niño de cinco años se le enseñen también en castellano. Ahí se desata la tromba. Alguien se ha atrevido a exigir lo evidente. 

 Le llueven los denuestos institucionales y hay quien manifiesta su intención de apedrearlos, imagino que porque no puede incinerarlos y enviarlos directamente al exilio. La derecha catalanista y la izquierda servil, mayoritarias en los medios, se niegan a cumplir la ley que les demanda para que al menos un 25% se haga en castellano. Y se rompe el cuadro.

 Imagino, sin demasiado esfuerzo, las minuciosas investigaciones sobre ese matrimonio de osados para descubrir sus inclinaciones políticas, sociales, sexuales y hasta bancarias. Nada debe quedar sin rastrear. No dudo del aislamiento social, de la enemiga de otros padres heridos en su honor de patriotas lingüísticos.

 Se puede ser LGTBI y perdonarle la vida con indiferencia, pero tocar el meollo de estos xenófobos empoderados está fuera de toda duda. Todos deben hablar en catalán con sus hijos o al menos hacer como si así fuera, de ahí la importancia de averiguar si los chavales incumplen la norma en el patio o los profesores en su didáctica. En eso consiste el rasgo surrealista. Es el mundo al revés. Descubrimos que los deberes nos competen por igual pero los derechos no.

¡Y luego dirán que hay poca demanda de una enseñanza bilingüe! El matrimonio de Canet de Mar muestra la falacia del argumento. “Son casos aislados”. Recuerdo cuando se aplicaba este término a los disidentes tanto del franquismo como del comunismo. Eran singularidades a las que se escudriñaba desde sus ancestros hasta las pejiguerías de la vida cotidiana. Gracias a eso sobrevivía el sistema, porque tenía el poder de castigar y los fondos para beneficiar los silencios. Había complicidad, pero sobre todo había temor al aislamiento y miedo a las consecuencias.

La izquierda es reaccionaria cuando se pregunta con desparpajo retórico cómo combatir a la extrema derecha y jalea el deterioro de la sociedad democrática de la que se está beneficiando. Antaño todas las carencias del socialismo real, como se llamaba a aquellas dictaduras, las provocaba el imperialismo, última fase del capitalismo ¡ay! Y así medraban y sobrevivían en su aura de mediocridad. Tal que ahora, que cruzan del independentismo a los lobbys …porque el peligro lo representa la extrema derecha. Si el matrimonio de Canet de Mar se inclinara por Vox, por los Testigos de Jehová o fueran unos descerebrados negacionistas, ¿eso cambiaría en algo el peso de la evidencia?

 Cantidad de inclinaciones artísticas, como el surrealismo, se han revertido en querencias sociales. Como vivimos tiempos de mucho pasado e incierto presente han aparecido los anticuarios de la ideología. Usted puede contemplar en el terreno ideológico piezas museables en tenderetes que se sostienen gracias a la ayuda institucional, dinero público. Pero los dueños están hechos a todo, sea mercancía falsa, robada o peritada. Lo único que evitan es lo de quedarse sin clientela; eso amenazaría con la ruina. Cuidar el desván de las antigüedades es tan importante como mantener los emolumentos. El apoyo al discurso oficial catalanista de las cúpulas sindicales de UGT y CCOO es tan simple y humillante como eso.

La muerte por inhalación de humo de un matrimonio y sus dos hijos en un local ocupado del centro de Barcelona podría parecer un rasgo más de un mundo que se ha convertido en habitual. Pero en los detalles se esconde el surrealismo. A una pareja de emigrantes sin oficio ni papeles con dos niños en la edad más tierna los matan en un chamizo de fachada elegante. Un incendio con toda probabilidad provocado después de un enfrentamiento entre dos supuestos tenedores del local que cobraban varios cientos de euros por el alquiler. Lo afirma la policía que habló con ellos.

 Pero repasemos los datos y nos asombrará la cantidad de elementos que están omitidos. Los niños muertos, a los que ninguna institución que no fuera la piedad vecinal daba alimento. El matrimonio que sobrevivía desde hace tiempo y no sabemos cómo, ni siquiera su procedencia. Donde la desgracia se vuelve tenebrosa es cuando aparecen los dos supuestos encargados de cobrar la ocupación. O sea que alquilaban un local que no era suyo y que tampoco era vivienda, y hasta la Policía que investigó la tragedia dialogó con ellos. Vamos, como si se tratara de charlar con el jefe de escalera.

Nuestra mirada se quedó en los niños, una atrocidad a la que las buenas gentes respondieron con velas, muñecos y otros votos más que merecidos. ¿Y lo demás qué? Nada de cómo los muertos se convirtieron en residentes marginales, ni de los dos alquiladores del local ocupado que departieron con la Policía. Si existe una mafia dedicada a cobrar casas vacías quizá lo sepamos cuando se levante el secreto sumarial. Pero quizá no y quedará como otra variante criminal del surrealismo social. Hay tantas …y nosotros tan crédulos. El periodismo en la época de las redes espera a que se filtren los sumarios. Nadie pregunta, mientras contempla el espectáculo."             (Gregorio Morán, Vox Populi, 11/12/21)

14/12/21

Editorial de La Vanguardia: Canet, un motivo para la reflexión... Invitar a acosar a un niño de cinco años es un despropósito descorazonador... desde luego, ver a Santiago Espot comparando a la familia de Canet con los "terroristas de Hamás". "Hay españoles que anteponen su odio contra el catalán antes que proteger a sus hijos de ser señalados. Son como los de Hamás: utilizan a sus hijos como escudos"... es muy, muy descorazonador

 "La escuela Turó del Drac de Canet de Mar, un centro que, como todos los de su naturaleza, debe centrarse siempre en su misión educativa, se halla ahora en el epicentro del conflicto lingüístico catalán. En particular, después de que los padres de un alumno de P5 –un niño de cinco años– reclamaran un 50% de horas de educación en castellano, y de que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya dictase, como medida cautelar, que se impartiera un 25% del horario escolar en esa lengua (concretamente, las clases de artes visuales, plástica y psicomotricidad).

La respuesta a dicha medida judicial, avalada por el Tribunal Supremo, ha sido diversa. Ayer se manifestaron ante la escuela partidarios de la inmersión lingüística. El conseller de Educació de la Generalitat, Josep Gonzàlez-Cambray, se desplazó el jueves a Canet para expresar su apoyo a la dirección del centro (pero no consideró necesario ponerse en contacto con la familia que había cursado la reclamación). Entretanto, en las redes sociales se colgaron algunas propuestas lamentables. Entre ellas las de un integrante de las listas electorales de Junts el 14-F que animaba a dejar al hijo de los reclamantes solo en clase. O las de otros desnortados partidarios de la inmersión que animaban a apedrear la casa del niño y de sus padres o a practicar con ellos el apartheid . Entretanto, desde la derecha españolista se han anunciado querellas para inhabilitar a Cambray.

Invitar a acosar a un niño de cinco años es un despropósito descorazonador

No puede decirse, por fortuna, que opiniones de las redes como las mencionadas sean mayoritarias. Pero tampoco puede decirse que sean totalmente marginales. Ni que hayan sido rebatidas por las autoridades catalanas con la contundencia que requiere el caso. Eso es algo que se ha echado en falta. Porque es inadmisible que alguien, por irrelevante que sea, anime en público acosar a un niño de cinco años y hacerle la vida imposible. Eso es una auténtica canallada. Además de un grave error político.

Desde la promulgación en 1983 de la ley de Normalització, la inmersión lingüística ha sido en Catalunya un modelo de éxito. Así lo hemos afirmado a menudo en esta página editorial. Es más, la aceptación social de tal medida fue durante años lo suficientemente amplia como para que, en términos relativos, sufriera muy pocos ataques. Luego, el asunto se fue politizando progresivamente, hasta el punto de situar la lengua, que es ante todo vehículo de diálogo y entendimiento, en la primera línea del conflicto asociado al encaje de Catalunya en España. Otro error.

Es cierto que desde el extremo derecho del arco político español, y desde los órganos de prensa afines, se ha azuzado a la minoría que veía un problema donde la mayoría no lo veía. También lo es que el Estatut del 2006 (corregido por el Constitucional en el 2010) adjetivó como “preferente” el uso social de la lengua catalana, modificando la paridad legal con el uso del castellano, y que a partir de ahí las cosas no fueron mejor. No es menos cierto que por este camino, que lleva a las antípodas del consenso, no hallaremos más que nuevos conflictos.

El uso del catalán ha conocido mejores momentos. ¿Es eso atribuible solo a supuestos ataques externos, a fallos judiciales? ¿O tiene también parte de responsabilidad un Govern que, disponiendo de la herramienta de la inmersión lingüística, no ha sabido evitar ese declive, y que además tiene a gala incumplir los fallos judiciales sobre la lengua?

Llevar la brega política al ámbito de la lengua no será nunca una buena idea. Creerse facultado, en este marco, para pedir que se acose a un niño es un despropósito descorazonador. Lo único que se consigue con él es acreditar una pésima calidad humana y dar argumentos al rival."         (Editorial de La Vanguardia, 11/12/21)

"Un indepe compara a la familia de Canet con los "terroristas de Hamás". "Su odio está por delante de proteger a sus propios hijos".

"Conflicte lingüístic escola Canet de Mar demostra que hi ha espanyols que anteposen seu odi contra el català abans que protegir seus fills de ser assenyalats. Són con els de Hamàs: utilitzen seus fills com a escuts"

Traducción google:  "El conflicto lingüístico en la escuela Canet de Mar demuestra que hay españoles que anteponen su odio contra el catalán antes que proteger a sus hijos de ser señalados. Son como los de Hamás: utilizan a sus hijos como escudos"

 12:11 p. m. · 10 dic. 2021

 El presidente de Catalunya Acció, Santiago Espot, ha comparado a la familia de Canet de Mar que ha pedido castellano a la escuela de su hijo con "terroristas de Hamás". Según ha afirmado en Twitter, "su odio está por delante de proteger a sus propios hijos" y "utilizan a sus hijos como escudos humanos".

Santiago Espot ha publicado un vídeo ante una escuela en el barrio del Raval, Barcelona, donde explica que "aquí se habla multitud de lenguas por parte de sus alumnos", sin embargo, "en España hay una que no quiere que se hable, la lengua catalana. De esta manera evitarán que se integren en nuestro país y se conviertan en potenciales independentistas."

"Para ello utilizan sus propios hijos, como es el caso de la escuela de Canet de Mar, que permiten que una criatura de cinco años sea señalada por todos para obligar a hacer el 25% en lengua castellana", ha asegurado ."              (e-notícies, 12/12/21)

"COMUNICADO | ASEC/ASIC (10.12.2021): de apoyo a la familia de Canet de Mar que está padeciendo coacciones por haber exigido enseñanza en castellano.

 La Comisión Gestora de la Asamblea Social de la Izquierda de Cataluña (ASEC/ASIC), en fecha 10 de diciembre de 2021, decidió emitir el siguiente comunicado:

Comunicado ASEC/ASIC (10.12.2021): de apoyo a la familia de Canet de Mar que está padeciendo coacciones por haber exigido enseñanza en castellano. Ante los sucesos que están ocurriendo en la población de Canet de Mar, donde una familia está siendo objeto de señalamiento y acoso en las redes sociales, por haber solicitado que se aplique, en el colegio al que acude su hijo de cinco años de edad, la Sentencia 5201/2020, de 16 de diciembre, del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña -avalada por el Tribunal Supremo-, que establece que “en las enseñanzas comprendidas en el sistema educativo de Cataluña todos los alumnos deben recibir de manera efectiva e inmediata la enseñanza mediante la utilización vehicular normal de las dos lenguas oficiales [catalán y castellano] en los porcentajes que se determinen, que no podrán ser inferiores al 25% en uno y otro caso” de las horas lectivas, la Asamblea Social de la Izquierda de Cataluña (ASEC/ASIC) desea hacer público lo siguiente:

1) Expresar nuestra más firme condena de estos hechos, muestra de un totalitarismo que no debe tener cabida en un Estado social y democrático de derecho.

2) Mostrar a la vez nuestra más absoluta solidaridad hacia la familia que está siendo víctima de este acoso. 

3) Manifestar nuestro más total repudio hacia la actitud del gobierno catalán, que en ningún momento ha sido la de acatar la sentencia y proteger a la familia, sino la de alentar activamente la desobediencia contra aquélla. Una actitud que no solamente constituye un ataque al derecho de los alumnos castellanohablantes a recibir, al menos, el 25% de las horas lectivas en su lengua materna; sino que, también, promueve el desprecio a los Tribunales (precisamente por parte de aquellos que, como institución del Estado, deberían ser los primeros en respetarlos) y pone en un grave aprieto a los directores y resto de personal docente de los centros de enseñanza de Cataluña,  que deberán optar en el futuro entre desobedecer a la Ley o a sus superiores.

ASEC/ASIC desea dejar patente que esta campaña de acoso contra una familia no es un hecho aislado en la sociedad catalana, sino que forma parte de una dinámica más amplia, de carácter totalitario, perpetrada por una ideología, la nacional-secesionista, que apela de continuo a la “democracia”, pero que en realidad desea moldear dicha sociedad a su imagen y semejanza, por la vía de silenciar a nada menos que a la mitad (larga) de la población de Cataluña; la que no está de acuerdo con su ideario. Una dinámica totalitaria en la que se inscriben, entre otras, actuaciones como los cortes sistemáticos de la Avenida Meridiana, tolerados por el poder público autonómico y local, o el reciente ataque con pintadas a la casa del Rector de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) por haber autorizado un acto de la entidad constitucionalista S’ha Acabat!

Por último, señalar que, siempre que se produzcan hechos como los que aquí se condenan, ASEC/ASIC estará ahí para denunciarlos y mostrar públicamente su rechazo."                ( , Asamblea Social de la Izquierda de Catalunya, 10/12/21)

7/12/21

Piden hacer "apartheid" a la familia que ha solicitado clases en español... "Hacedle el vacío, el niño solo en clase el rato de castellano... Ya pueden marcharse por donde hayan venido"... Un mosso pide hacer bullying al niño que solicitó clases en castellano... y hasta un 'consultor gastronómico' pide "apedrear" la casa del niño que pide castellano en la escuela... la verdad, puestas así las cosas, no sé si no sería mejor que emigrara

 "La denuncia en las redes de 'El Turó en català!' -una cuenta de Twitter de familias de la escuela Turó del Drac de Canet de Mar (Barcelona)- a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que dicta impartir 50% de las horas lectivas de una clase en castellano ha provocado que una usuaria de Twitter pida hacer "apartheid" a la familia que solicitó las clases en lengua castellana.

'El Turó en catalán!' ha explicado que "nuestra escuela ha sido denunciada por una familia de P5A ya raíz de ello el TSJC ha dictado que las horas lectivas en esta clase deben ser el 50% en castellano". "Se ha interpuesto un recurso y de momento, y según las medidas cautelares dictadas de obligado cumplimiento, debe hacerse el 25%", han añadido en su hilo en la red.

"Apartheid a la familia que quiere destruir nuestra escuela y nuestro modelo. No son bienvenidas dado que no aman a Catalunya. Ya pueden marcharse por donde hayan venido", ha contestado una usuaria a la publicación.

Sociedad Civil Catalana ha denunciado en su cuenta de Facebook las respuestas a causa del tono de algunas de ellas. "Esto sólo tiene un nombre: totalitarismo", ha asegurado SCC en su publicación."            (e-notícies, 04/12/21)

 "El mosso independentista, Albert Donaire, que fue a las listas de JxCat en las últimas elecciones al Parlament, ha pedido hacer bullying al niño que su familia solicitó clases en castellano.

Albert Donaire ha publicado en Twitter un mensaje en el que afirmaba que "los padres del resto de familias deberían dejar al niño de esta familia solo en clase. Los niños no vuelven a clase hasta que esto no se arregle. Y eso, en cada sitio donde pase".

 No es el único tuit que el agente de los Mossos ha hecho público respecto al tema. "Este niño debe encontrarse absolutamente solo en clase", ha asegurado. "Reaccionamos o nos matan la lengua", ha añadido en el mismo tuit. (...)"                     (e-notícies, 06/12/21)

"Jaume Fàbrega, escritor y consultor gastronómico con un blog en 'VilaWeb', ha incitado a "apedrear" la casa de la familia que ha pedido clases en castellano en el aula de su hijo. "¡Me apunto a ir a apedrear la casa de este niño!", ha publicado en su Twitter.

 "Que se vayan fuera de Catalunya. No queremos supremacistas castellanos que nos odian", ha añadido en el mensaje de su tuit, en respuesta a una publicación que protestaba porque "imponen el 25% de castellano para que la familia de un niño lo ha pedido". (...)"              (e-notícies, 05/12/21)

16/11/21

Paola Lo Cascio, politóloga y de izquierdas, sufre profusa y sistemáticamente el acoso del independentismo

 "(...) Paola Lo Cascio, historiadora y politóloga y profesora de la UB, refiriéndose a las elecciones del 14 de febrero en Cataluña y en relación con el pacto firmado por las fuerzas independentistas para no pactar con el PSC para gobernar Cataluña, dijo: “…mirado con un poco de distancia, no deja de ser muy sorprendente y atípico en el panorama de las democracias consolidadas europeas que existan cordones sanitarios no con respecto a la ultraderecha --como en muchos sitios se está haciendo, con o sin papeles de por medio-- sino contra una fuerza política de la familia socialdemócrata”. Por cierto, esta historiadora, politóloga y de izquierdas sufre profusa y sistemáticamente el acoso del independentismo.

La confianza inicial del independentismo en conseguir sus fines debido a su propia situación de privilegio --el dominio de los recursos públicos, el silencio durante décadas de gran parte de la población catalana, el dominio de los medios de comunicación, la propia capacidad de organización y de movilización, o el uso de un lenguaje sistemáticamente falacioso y confuso, más pensado para la adscripción emocional que para la reflexión sensata-- se ha vuelto agresividad ante el fracaso. 

No sólo fracaso por no haber conseguido la independencia en el tiempo propuesto, también se trata del fracaso ideológico al irse desmontando, una a una, las falacias en las que se sustentaba el argumentario independentista. Todo se iba a conseguir, mediante la unión del independentismo, en pocos meses; el movimiento era pacífico; la base independentista se iría ampliando; habría un movimiento internacional de reconocimiento, el gobierno español no se atrevería a intervenir, etc.

La realidad es que hemos visto violencia física en las calles y violencia verbal en las redes. También hemos visto que progresivamente, voces no independentistas, han empezado a hablar y el acoso, inicialmente sufrido en silencio, ya se atreve a ser denunciado en público.

Aunque el independentismo siga llamando fascistas a los que no piensan como ellos, la realidad es que la izquierda ha sido especialmente perseguida por el independentismo, como demuestran los ejemplos anteriores. Fascismo es, precisamente, la exacerbación del nacionalismo, sinónimo de intolerancia, pensamiento único, intento de homogeneización de la sociedad y aniquilación del adversario y de las minorías. Pues eso, como dice el refrán popular, “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”.

 Obviamente, el independentismo tiene derecho a existir, precisamente porque estamos en una democracia. Pero de ningún modo es admisible que, en aras de su libertad, acosen a los que no piensan como ellos. En aras, precisamente a nuestra libertad, estos comportamientos antidemocráticos y fascistoides tienen que ser denunciados. 

Nuestra obligación, como demócratas, es precisamente, defender a aquellos que se ven perseguidos y acosados por sus ideas, siempre y cuando las defiendan con argumentos y con el respeto a los demás. Vivan nuestros conciudadanos valientes que, aún a sabiendas del peligro de ser acosados, se atreven a manifestar sus ideas en público, porque ellos representan la salvaguarda de la pluralidad y de la salud de nuestra democracia, continuamente amenazada, precisamente por acosadores que se organizan para perseguir e insultar a los que no piensan como ellos."          (Mireia Esteva , Crónica Global, 15/04/21)

28/10/21

Era mucho más cómodo para un cura acoger a un comando que mostrar compasión en público con la viuda. Era más cómodo porque te blindaba, te permitía no tener miedo... Uno de los implicados en el atentado de Eduardo Madina iba a su instituto. El cura de la primera comunión de Borja Sémper fue encarcelado por cobijar a un comando tras un atentado. Estaban muy cerca... La muerte estaba siempre presente. Esa era la atmósfera en la que crecimos muchos niños del País Vasco

 "Nacen en Euskadi hace 45 años, con unas horas y escasos kilómetros de diferencia, en Irun (Gipuzkoa) y Bilbao, dos meses después de la muerte de Franco. Ese año, 1976, ETA asesina a 17 personas; cuando aquellos niños cumplen los 10, son 100 víctimas, una cada tres días. Para defender la libertad, siendo aún unos chavales, se meten en política. Uno en el PP y otro en el PSOE.

 Van a más funerales que conciertos, aprenden a ligar con escolta y a consolar a los amigos que un día les confiesan que prefieren que no les vean con ellos. Borja Sémper y Eduardo Madina dan miedo porque son objetivo de los terroristas. Al primero quieren matarlo al menos tres veces. El segundo sobrevive a un atentado con bomba lapa. Su altura (mide 1,91) hace que salve la vida, pero pierde una pierna en el atentado y tiene que renunciar a una de sus pasiones, el voleibol.

 Hoy hace diez años que recibieron la mejor noticia, la que les permitió recuperar el derecho a improvisar y a las rutinas, “aspirar a una vida normal”: ETA anunciaba su cese definitivo. Una de las voces que leyó el comunicado es la de Iratxe Sorzabal, la etarra que acudió a la facultad de Sémper para intentar matarlo. Ambos celebran el aniversario de su libertad con Todos los futuros perdidos (Plaza y Janés), un generoso ejercicio de memoria personal y colectiva contra el “patente riesgo de olvido” de los años de plomo, un libro que debería leerse en los institutos.

La amenaza, el miedo y la determinación

Pregunta: El primer contacto con las consecuencias del terrorismo de Eduardo es a los ocho años, cuando su padre lo lleva al funeral de Enrique Casas. El de Borja, a los 16, volviendo de una clase de solfeo, cuando ve un cadáver en la calle y la persecución del asesino. En aquella sociedad vasca, donde explican que “la democracia llegó más tarde”, ¿el concepto de la muerte aparecía antes?

Sémper: Lo que se aprendía antes en Euskadi es que la muerte estaba vinculada a la violencia. En eso tenemos un máster. A mí me anunciaron que me querían matar, pero hasta ese momento no pensaba que me podía pasar a mí.

Madina: Cuando Borja y yo éramos niños, la información sobre asesinatos de ETA era constante y recurrente. La muerte estaba siempre presente. Esa era la atmósfera en la que crecimos muchos niños del País Vasco y afortunadamente ha quedado atrás. Fue la última anomalía democrática en Europa, persistía un terrorismo que mataba todo lo que podía.

 Pregunta: Uno de los implicados en el atentado de Eduardo iba a su instituto. El cura de su primera comunión, Borja, fue encarcelado por cobijar a un comando tras un atentado. Estaban muy cerca. ¿Sentían que eran menos que ellos?

Sémper: Siempre tuve claro que éramos más quienes estábamos contra la violencia, pero en los ochenta y noventa todo en Euskadi estaba contaminado por la persecución y tenían mucha más presencia quienes justificaban o relativizaban el terrorismo o la violencia callejera. Era mucho más cómodo para un cura acoger a un comando que mostrar compasión en público con la viuda. Era más cómodo porque te blindaba, te permitía no tener miedo.

Pregunta: Borja, cuenta en el libro que se sacó la licencia de armas y llegó a tener una en la mesilla de noche. ¿Le daba más miedo no tenerla que tener que usarla?

Sémper: (Pausa) Sí.

Pregunta: ¿Cuántos años tenía?

Sémper: Tenía 25 años y era un recurso psicológico para sentirme protegido. Sobrellevabas la situación a base de trucos y ese fue uno de ellos. Gregorio Ordóñez iba armado y lo mataron.

Pregunta: ¿Cuándo se deshizo de ella?

Sémper: No lo recuerdo. Después de que ETA dejó de atentar.

Pregunta: ¿Usted, Eduardo, se lo planteó?

Madina: No. Lo mío fue distinto porque no llegué a tener información relevante. Llegaron sin avisar.

Sémper sacó la licencia de armas después de que la Guardia Civil le informara de que habían estado a punto de matarle. La etarra llegó a la facultad, estuvo “codo con codo” con su objetivo, pero dudó de si le acompañaba un escolta y abortó el plan. El político del PP no se lo contará a sus padres hasta mucho después. Se enterarán por el libro de los otros dos intentos, cuando el nombre de su hijo aparece escrito en la tinta asesina de ETA. El 19 de febrero de 2002, la banda atenta contra Madina, entonces dirigente de Juventudes Socialistas. El joven, de 26 años, se ha levantado tarde para ir a trabajar y llueve mucho así que no mira debajo del coche. Un amigo le dirá en el hospital: “Joder, cuántas veces te avisé de que no te metas en política”. La amenaza terrorista provoca que no puedan salir solos de casa. Sémper tiene su primer escolta a los 19 años. Al principio, les da “vergüenza” ir a todas partes acompañados de esas sombras que protegen su vida. Hoy creen que sus guardaespaldas son “los grandes olvidados” del relato.

 Pregunta: ¿Se sintieron más acompañados después de la reacción ciudadana al secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco? ¿Qué cambió ese día?

Madina: El llamado espíritu de Ermua fue la contestación más masiva que hasta entonces se había conocido en la sociedad vasca y española. Mandaba un mensaje de ruptura definitiva con todo tipo de miedo y cautela. Creo que aquella energía cívica fue muy importante en la aceleración de todos los procesos de la primera década de siglo XXI y a mí me hizo sentir muy orgulloso. La sociedad vasca de los ochenta y principios de los noventa no te hacía sentir tan orgulloso, pero a partir de Miguel Ángel Blanco todo cambió. Gesto por la Paz había conseguido romper el hielo, crear el clima que hizo posible aquel salto cualitativo en términos de contestación social que supuso el asesinato de Miguel Ángel. Fue un antes y un después.

Pregunta: Borja, un guardia civil había llegado a decirle que cuando les mataban solo a ellos “el Estado podía asumirlo”.

Sémper: Sí. El Estado es muy fuerte, tiene capacidad de aguantar los ataques más furibundos, pero utilizando la retórica de ETA, aquello de la socialización del conflicto ensanchando el sufrimiento, matando primero a guardias civiles, luego a policías, ertzainas, militares, concejales, periodistas, fiscales, jueces, cocineros... terminó haciendo mucho daño a ETA.

Pregunta: Eduardo cree que se habría dedicado a la política aunque no hubiera existido ETA. Borja no lo tiene tan claro. Ambos explican que la dejaron por razones que no tienen que ver con el terrorismo. ¿Pudieron más las decepciones que el miedo?

Madina: No fueron decepciones, fue una decisión personal ante las decisiones que tomaba el PSOE. Quise tomar un camino profesional autónomo porque el proyecto que había ganado el liderazgo del partido tenía gente mejor para comprenderlo y llevarlo a cabo.

Sémper: Llegó un punto de agotamiento. No me veo preparado para la política actual. La relación con Edu no tiene tanto que ver con nuestra experiencia con la violencia como con una manera de entender la política: algo maravilloso, la vocación de compartir, de acordar. Discrepamos, pero con nosotros nunca ha sido problema. Cuando compartía una reflexión para ensanchar el debate surgían cafres a acusarte de impuro, decir que te salías del guión o que estabas vendido. En esa política yo no me siento útil.

Encuentros con ETA

Pregunta: Ambos cuentan en el libro que estarían dispuestos a hablar con ETA, pero con distintos interlocutores. Borja preferiría hablar con la etarra que le quiso matar. Eduardo, con los primeros dirigentes.

Sémper: Va por semanas. Algunas veces creo que me apetecería y otras que no es necesario, pero sí tengo alguna curiosidad, desde el punto de vista humano, por saber qué pasa por la cabeza de alguien que quiere matarte.

 Pregunta: ¿Para que le conociera, para que supiera quién es, o para hacerle preguntas?

Sémper: Para que me conociera no. Sería desde el punto de vista de la condición humana. No está entre mis prioridades, pero si se diera el caso probablemente no diría que no a ese encuentro.

Madina: A diferencia de los protagonistas de los encuentros restaurativos en la cárcel de Nanclares, cuyo icono es Maixabel Lasa, yo no siento mucho interés en los nombres propios del operativo que atentó contra mí. Sé quiénes son, les vi en el juicio en la Audiencia Nacional y no me interesan. Sí me interesa la construcción que acompañó a la ejecución de la violencia terrorista durante tanto tiempo, el entorno que fabricó aquella narrativa. Ahí sí tengo alguna conversación que me gustaría tener, pero, como Borja, no está entre las prioridades de mi vida.

Pregunta: ¿Por qué creen que el Gobierno de Rajoy zanjó los encuentros restaurativos entre etarras y víctimas? ¿Fue un error?

Madina: Recuerdo que cuando perdimos el Gobierno, a finales de 2011 y muy poco tiempo después del anuncio del cese definitivo de ETA, Alfredo Pérez Rubalcaba y yo tuvimos una conversación con la que iba a ser vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para darles nuestra opinión sobre los encuentros y decirles que aquello no hacía mal a nadie. Finalmente, se tomó la decisión de no hacerlos más. No sé si fue una muy buena decisión porque no sé verle las consecuencias negativas a aquellos encuentros que resultaban útiles para las víctimas. Yo los habría mantenido.

Sémper: Creo que eran algo objetivamente bueno porque que se produjeran o no dependía de la voluntad de la víctima y porque si perjudicaban a alguien era a la propia ETA y a su legitimación desde dentro. Probablemente el contexto político, miedos, presiones y posiciones legítimas, pero que no comparto, provocaron que esa vía se paralizara.

 Pregunta: Cuenta Eduardo en el libro que en la primera legislatura de Zapatero, durante la negociación con ETA, los diputados del PP y del PSOE no se hablaban. ¿Aquello les distanció también?

Madina: Ahí no nos conocíamos tanto. Borja estaba muy centrado en el Parlamento vasco y yo estaba recién llegado a la política institucional. Fue una legislatura de alta temperatura, el proceso de paz elevó mucho la tensión, pero no creo que sea una legislatura que los protagonistas recuerden, en lo relativo a las relaciones de los unos con los otros, con mucho orgullo. De hecho sé que hoy algunos de ellos se llevan muy bien, empezando por Rajoy y Zapatero, que tienen una relación mucho mejor ahora que entonces.

Sémper: Yo entonces estaba en el País Vasco y aunque aquel clima contaminaba algo, nuestra relación con el PSE seguía siendo buena porque seguíamos en un momento muy jodido, con ETA activa y no teníamos demasiado tiempo para enfrascarnos en ese tipo de cosas.

 Pregunta: A Eduardo, un día que había una manifestación contra el Gobierno de Zapatero, un hombre lo increpó acusándole de estar cerca de los terroristas. A Borja la ultraderecha lo llamó filoetarra. En el libro reflexionan sobre el intento de reproducir ahora aquella división entre buenos y malos vascos aplicada a todos los españoles.

Sémper: Hay un riesgo en España y en otros países de nuestro entorno a que el nacionalpopulismo copie los peores usos y costumbres de los nacionalismos periféricos para segmentar a la población española entre puros e impuros en función de una serie de requisitos que ellos mismos han establecido para considerarte español de verdad o mediopensionista.

Madina: Siempre hay quien tiene tendencia a considerarse el guardián de las purezas y quienes se creen con el monopolio de cómo ha de sentirse una nación, una patria. Es un tipo de radicalismo porque las sociedades plurales son diversas y complejas.

El presente, la bronca política

Pregunta: Otegi acaba de decir que siente el sufrimiento de las víctimas de ETA y que nunca debió ocurrir. ¿Qué importancia le dan a esas palabras?

Madina: Siempre habrá quien considere que todos los pasos son insuficientes, pero creo que este es uno muy importante en la buena dirección.

Sémper: Es una buena noticia comparado con lo que decía hasta hace poco. Falta que la izquierda abertzale desmonte el discurso de odio y que haga cuanto esté en su mano para que no haya ongi etorri [recibimientos públicos a presos excarcelados].

Pregunta: ETA se disolvió hace diez años, pero sigue muy presente en la bronca del Congreso. ¿Qué se les pasa por la cabeza cuando escuchan ese tipo de discursos?

Madina: Escucho a dirigentes criticar la posición del PP vasco, dando lecciones, y siento indignación y asombro porque a algunos los vi por allí, pero a otras no.

Pregunta: ¿Se refiere a Cayetana Álvarez de Toledo [la diputada del PP acusó a los populares vascos de “tibieza”].

Madina: Son varios. He discrepado mucho con dirigentes del PP vasco, también con Borja, y a veces con mucha intensidad, pero estábamos en la misma barricada. ETA se ha convertido en una especie de icono en la conversación política, pero quien conoce el asunto no lo banaliza.

Pregunta: Se habla de ETA hasta en debates sobre coronavirus.

Sémper: ETA no puede ser protagonista de la dialéctica política para tirarse los trastos a la cabeza entre demócratas. Lo que deberían estar haciendo es construir un discurso superador y desligitimador que nos una a todos.

Pregunta: Ambos explican en el libro que no tienen problema con la presencia de Bildu en el Congreso, pero sí con su influencia en la gobernabilidad. En la convención del PP, Casado les comparó con los terroristas de Bataclan. ¿Son comparables?

 Sémper: Yo no puedo más que aceptar inequívocamente lo que ha dictaminado el Tribunal Constitucional, que legalizó a EH Bildu. El mundo de la izquierda abertzale representa una parte muy oscura de la democracia española y probablemente, si para su legalización hubieran tenido que cantar el himno de la Legión lo habrían hecho. Una vez que eso se produce operan en el Congreso y las instituciones con la misma legitimidad que los demás. Me gustaría que no fueran un actor relevante en lo que afecta a la gobernabilidad de mi país, pero eso no quita para que yo acepte con normalidad que Bildu opere en el Congreso de los Diputados y tenga su interlocución entre partidos. Y puedo tener la mayor censura ética hacia quienes han tenido un recorrido determinado, pero los diputados no han entrado en una discoteca con un fusil, no les puedo equiparar a los terroristas de Bataclan.

Madina: En las calles y en las instituciones que nosotros soñamos para el País Vasco cuando reivindicábamos que había que acabar con el terrorismo siempre había sitio para todo el mundo. La diferencia es que en las calles e instituciones que ellos, ETA y su entorno, soñaban no había un sitio para nosotros. Rubalcaba utilizó durante mucho tiempo una frase mágica: ‘o bombas o votos’. En el campo de los votos tienen que tener un espacio, otra cosa es que formen parte de una lógica en la que no están. Yo nunca les metería en lógicas de gobernabilidad de España.

Memoria y futuro

Pregunta: En el libro comparan el secuestro y el asesinato de Miguel Ángel Blanco con el de Federico García Lorca y Eduardo cuenta que cuando tenía 14 años y le preguntó a su abuelo por la Guerra Civil, este le preguntó qué sabía él. Ahora hay jóvenes que nos saben quién fue Miguel Ángel Blanco y un plan, muy cuestionado por la derecha, para que la represión franquista se enseñe en las escuelas. ¿España tiene un problema de memoria o de conciencia? ¿Por qué resulta tan problemático hablar del pasado?

Madina: España tiene un problema con la memoria de los hechos más traumáticos del pasado. Corremos demasiado rápido a pasar página y el pasado tiene a veces lecciones que extraer para construir un proceso mejor. Yo acabé el instituto y estudié Historia Contemporánea en la universidad y nadie me explicó la Guerra Civil. Mi abuelo quería saber qué conocimiento teníamos de hechos que marcaron su vida. A mí esa pregunta me gustaría hacérsela algún día a Unax [su hijo] para que me cuente él a mí dentro de 15 años qué nos pasó en Euskadi.

Pregunta: ¿Les produce amargura que muchos jóvenes no sepan quién fue Miguel Ángel Blanco?

Madina: El motivo del libro es ese, hacer una aportación a la memoria porque existe un riesgo claro de olvido. En sociedades que han pasado traumas de esta naturaleza el olvido es un atajo que no conduce a ningún lado. Las sociedades que se construyen de una manera sólida son aquellas que lo hacen sobre el recuerdo y la memoria. Algo va mal cuando la gente más joven no conoce diez años después esa realidad.

Pregunta: ¿Y cómo se evita?

Sémper: Al final cada uno en su ámbito de responsabilidad puede hacer algo. Nosotros hemos hecho este libro que no pretende señalar a nadie aunque si alguien de nuestra generación se asoma a él es probable que se sienta incómodo, que se haga preguntas. Y sobre todo sirve para explicar a la gente joven que esto sucedió en una sociedad con niveles de renta más que notables, porque incluso en esas circunstancias puede prender la llama del totalitarismo, con lo cual no estamos inmunizados. Eso nos obliga a estar siempre alerta.

Pregunta: ¿Cómo creen que será la conversación de sus hijos sobre ETA dentro de 10 años? ¿Cómo les gustaría que fuera?

Madina: Me gustaría que fuera una conversación con conocimiento.

Sémper: Nuestra responsabilidad es transmitirles bien los hechos y que hay actitudes que están mal independientemente de quien las haga, esté en tu órbita ideológica o más lejos."            (Natalia Junquera,  El País, 20/10/21)