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2/12/24

Afirmar los “pueblos regionales” es negar la existencia del pueblo italiano... «El Norte está cansado de apoyar al Sur». «El Sur no puede seguir viviendo a costa del Norte»... ¿Las regiones pagan realmente impuestos y reciben servicios públicos? ¿Tienen realmente «excedentes fiscales» o «pasivos»? La respuesta a todas estas preguntas es no... Son las personas las que lo hacen y, en cualquier caso, da igual que residan en uno u otro territorio regional. Lo que cada persona paga de impuestos y recibe de servicios depende de su renta, patrimonio, edad, salud, condiciones personales y familiares, etc.: elementos que, por regla general, nada tienen que ver con la región en la que reside... Atribuir a las regiones nociones que se aplican propiamente a los individuos - como están haciendo el Ministro Calderoli y los presidentes de las regiones del norte - es una falacia argumentativa y un clamoroso fracaso de la lógica. Y es también una pretensión jurídicamente insostenible... la Constitución impone deberes recíprocos de solidaridad económica, política y social a los ciudadanos italianos en cuanto tales, y no a los venecianos hacia otros venecianos ni a los piamonteses hacia otros piamonteses. Una vez más, el territorio de residencia no tiene relevancia alguna; de lo contrario, la unidad nacional quedaría hecha jirones, empezando por el pueblo italiano que constituye su base

 "«El Norte está cansado de apoyar al Sur». «El Sur no puede seguir viviendo a costa del Norte». ¿Cuántas veces en los últimos años hemos oído sentimientos semejantes en Italia?
«Los del Sur que luchan contra la autonomía son egoístas comparados con los del Norte, porque ahora mismo, en Italia, hay 12 regiones del Centro-Norte que dan más dinero del que reciben, y otras ocho regiones que reciben más del que dan», según nada menos que el Ministro de Asuntos Regionales, Roberto Calderoli. Se ha llegado a este punto: decir abiertamente que a los que no les va bien y piden solidaridad son unos egoístas que no tienen reparos en perjudicar a los que están bien.

Más allá de ser moralmente espantoso, lo cierto es que aplicar ese razonamiento a las regiones carece de todo sentido. Es un torpe intento de manipulación. El argumento de que las regiones virtuosas «sostienen» a las no virtuosas con su propio dinero se basa en la evaluación de los ingresos fiscales pagados y del gasto público recibido por región. Del hecho de que haya regiones que pagan más impuestos que el valor de los servicios públicos que reciben y otras regiones que reciben servicios públicos en una cuantía superior a los ingresos fiscales que producen, extraen la inferencia de que unas regiones disfrutan de servicios que pagan otras.

 En este sentido, argumentan que las primeras tienen un «superávit fiscal» y las segundas una «deuda tributaria». La implicación es que, si cada región pagara impuestos sólo por el importe exacto del gasto público que recibe, el resultado sería que las regiones más ricas podrían reducir su presión fiscal manteniendo el mismo nivel de servicios, mientras que las más pobres verían disminuir ese nivel. El Presidente de Lombardía calcula que su región paga «demasiado», 54.000 millones de euros; sus colegas del Véneto y Emilia-Romaña cifran el exceso en 18.000 y 17.000 millones de euros, respectivamente; el Presidente del Piamonte dice que la cifra correspondiente a su región es de 11.000 millones de euros. De ahí la acusación de egoísmo contra quienes trabajan para evitar recortes en los fondos que van en beneficio de los demás.

 Pero basta echar un vistazo más de cerca para darse cuenta de lo insustanciales que son tales afirmaciones. ¿Las regiones pagan realmente impuestos y reciben servicios públicos? ¿Tienen realmente «excedentes fiscales» o «pasivos»? La respuesta a todas estas preguntas es no. Las regiones no tienen superávit fiscal, ya que, en realidad, ni pagan impuestos ni reciben servicios públicos. Son las personas las que lo hacen y, en cualquier caso, da igual que residan en uno u otro territorio regional. Lo que cada persona paga de impuestos y recibe de servicios depende de su renta, patrimonio, edad, salud, condiciones personales y familiares, etc.: elementos que, por regla general, nada tienen que ver con la región en la que reside. Yo pago impuestos por mis ingresos como profesor universitario al mismo tipo medio que un colega mío que, con la misma cualificación y antigüedad, da clases en la Universidad de Macerata. Y si ambos tenemos la misma situación familiar, recibimos un subsidio mensual idéntico del INPS por nuestros hijos a cargo.

 Atribuir a las regiones nociones que se aplican propiamente a los individuos - como están haciendo el Ministro Calderoli y los presidentes de las regiones del norte - es una falacia argumentativa y un clamoroso fracaso de la lógica. Y es también una pretensión jurídicamente insostenible. Como reconoce el Tribunal Constitucional en su sentencia nº 83 de 2016, la Constitución, en su artículo 2, impone deberes recíprocos de solidaridad económica, política y social a los ciudadanos italianos en cuanto tales, y no a los venecianos hacia otros venecianos ni a los piamonteses hacia otros piamonteses. Una vez más, el territorio de residencia no tiene relevancia alguna; de lo contrario, la unidad nacional quedaría hecha jirones, empezando por el pueblo italiano que constituye su base.

Afirmar la existencia de «pueblos regionales» es negar la existencia del pueblo italiano. Por ello, el principio constitucional de progresividad fiscal (art. 53) implica la redistribución de la riqueza entre los conciudadanos del Estado, no de la región, como medio para desarrollar los vínculos sociales entre las personas. (...) Reducir la solidaridad redistributiva al nivel de los conciudadanos de una región, en detrimento de los compatriotas, significa (...) sancionar la prevalencia de la pertenencia regional sobre la pertenencia nacional, una reivindicación que procede de un trasfondo abiertamente secesionista, lo que pone a quienes la impulsan en colisión con la unidad y la indivisibilidad de la República, proclamadas como principio fundamental inviolable por el artículo 5 de la Constitución.

 * Del libro Loro loro dicono, noi diciamo. Sobre Premierate, Justicia y Regiones («Lo que ellos dicen, lo que nosotros decimos. Sobre Premierate, Justicia y Regiones») de Gustavo Zagrebelsky, Armando Spataro y Francesco Pallante, ed. Laterza"

(Francesco Pallante , il manifesto global, 27/10/24, traducción DEEPL)

24/11/24

La Corte italiana pide revisar partes de Ley de Autonomía Diferenciada por inconstitucionales... apeló a que se reformulen en el Parlamento según un marco que respete la unidad de la República italiana y la igualdad de derechos entre ciudadanos de todas las regiones. Pidió que la descentralización de funciones se haga según el principio de subsidiariedad... todo debe llevarse a cabo según la preservación de la solidaridad entre regiones

 "La Corte Constitucional italiana instó este jueves a revisar ciertos aspectos de la polémica Ley de Autonomía Diferenciada aprobada meses atrás por el Gobierno de Giorgia Meloni, que da más competencias a las regiones, y que los críticos aseguran que favorece a las zonas más ricas del norte en detrimento del sur.

El Tribunal no tumbó la legislación en su totalidad y consideró que el argumento de que pueda ser considerada inconstitucional en su conjunto es «infundado», pero alegó que algunas disposiciones deben revisarse a nivel parlamentario, según informaron medios locales.

El paso de la Justicia se produce como respuesta a los recursos que presentaron varias regiones del país, las meridionales Apulia y Campania, Toscana (centro-norte) y la isla de Cerdeña.

Esta ley, aprobada en junio, dio mucho que hablar en Italia. La oposición y detractores al Gobierno Meloni consideraron que obedecía a los intereses de la derecha y del norte del país, más desarrollado económicamente en relación a las regiones del sur, históricamente más empobrecidas. Según denuncian, agrava las desigualdades entre estos dos polos del país con ritmos distintos desde su fundación.

La corte aseveró que hay siete aspectos de la ley que no cumplen con las bases de la Carta Magna, y entre otras cuestiones, apeló a que se reformulen en el Parlamento según un marco que respete la unidad de la República italiana y la igualdad de derechos entre ciudadanos de todas las regiones.

Pidió que la descentralización de funciones se haga según el principio de subsidiariedad, el cual establece que las funciones se deben gestionar en el nivel de gobierno que sea más eficaz, ya sea el Estado o las regiones.

El Tribunal también hizo referencia a que se respete el Artículo 116 de la Constitución italiana: este permite formas especiales de autonomía para las regiones, pero remarcó que todo debe llevarse a cabo según la preservación de la solidaridad entre regiones. A su vez, advirtió que la autonomía no puede conllevar desequilibrios o menoscabar la cohesión nacional.

Tras el paso de la Justicia, Elly Schlein, la líder del principal partido de la oposición, el centro-izquierdista Partido Demócrata, celebró la medida e instó al Gobierno de Meloni «a leer mejor la Constitución para evitar este enésimo fracaso con una ley que es inconstitucional».

Por otro lado, la medida del tribunal fue interpretada en el sentido contrario por el vicepresidente Matteo Salvini, y líder de uno de los partidos socios de Gobierno, la ultraderechista Liga, que antes se denominaba Liga Norte y representaba los intereses de las zonas septentrionales del país.

«La autonomía ha pasado el examen de constitucionalidad y ésta es una excelente noticia: las objeciones serán fácilmente superadas por el Parlamento», aseguró Salvini en un comunicado. EFE"                (Swissinfo, 14/11/24)

25/10/24

Manifiesto: 'Por una alianza popular contra la autonomía diferenciada de la ultraderecha y los "falsos amigos" del centroizquierda"... El proyecto de "autonomía diferenciada" permite evaluar los riesgos a los que nos enfrentamos: se produciría una fragmentación cuyo efecto más peligroso residiría sobre todo en el empuje hacia una competencia a la baja, cuyos gastos correrían a cargo de las clases trabajadoras, tanto en el sur como en el norte del país. Hombres y mujeres trabajadores armados unos contra otros. En interés exclusivo de las clases dominantes... ¿Qué significa más autonomía regional? Ya lo hemos visto en la sanidad... ¿Hemos visto mejorar la protección de la salud o 20 centros de poder y enormes clientelas políticas regionales con 20 sistemas sanitarios distintos con servicios y prestaciones sanitarias profundamente diferentes? Por no hablar de los ahora extendidos seguros complementarios que permiten mejores servicios a quienes trabajan en determinadas empresas, especialmente en ciertos territorios económicamente más ricos... Queremos que deje de haber ciudadanos de primera y de segunda en función de las regiones de pertenencia (Contropiano)

 "El proyecto de "autonomía diferenciada" lleva tiempo en marcha. La Liga, primero la de Bossi y luego la de Salvini, lo ha convertido en su bandera. Pero no ha estado ni mucho menos sola. Y si hoy hemos llegado a la aprobación de la ley Calderoli, es sólo gracias a una cadena de complicidades que se remonta a lo largo de los años y llega hasta nuestros días y que implica a casi todo el arco parlamentario, desde el PD -el 'renziano' de ayer y el 'schleiniano-bonacciniano' de hoy- hasta Forza Italia, pasando por los 'nacionalistas' de Fratelli d'Italia. Esos que se llaman a sí mismos "patriotas" y que no pierden ocasión de demostrar que la única patria que conocen es la que puede llenarles la cartera.

Cuatro regiones - Piamonte, Lombardía, Véneto y Liguria, todas ellas gobernadas por la derecha - ya han solicitado oficialmente la autonomía sobre las materias para las que no está prevista la determinación de los LEP (Niveles Esenciales de Rendimiento), prevista en el artículo 117 de la Constitución.

Materias que son todo menos secundarias, empezando por el comercio exterior y terminando por las funciones relacionadas con el bienestar complementario.

Esta petición improvisada permite evaluar los riesgos a los que nos enfrentamos: se produciría una fragmentación cuyo efecto más peligroso residiría sobre todo en el empuje hacia una competencia a la baja, cuyos gastos correrían a cargo de las clases trabajadoras, tanto en el sur como en el norte del país.

Hombres y mujeres trabajadores armados unos contra otros. En interés exclusivo de las clases dominantes.

Oponerse a la autonomía diferenciada es, por tanto, estratégico para evitar un mayor deterioro de las condiciones de vida de las clases trabajadoras.

¿Qué significa más autonomía regional? Exactamente lo que ya hemos visto cuando una materia como la sanidad con la reforma del Título V se convirtió en legislación concurrente entre estado y regiones.

¿Hemos visto mejorar la protección de la salud o 20 centros de poder y enormes clientelas políticas regionales con 20 sistemas sanitarios distintos con servicios y prestaciones sanitarias profundamente diferentes?

Por no hablar de los ahora extendidos seguros complementarios que permiten mejores servicios a quienes trabajan en determinadas empresas, especialmente en ciertos territorios económicamente más ricos, con una buena tranquilidad para los principios universalistas de igualdad de acceso a la asistencia y a los servicios.

Queremos que deje de haber ciudadanos de primera y de segunda en función de las regiones de pertenencia y de la renta personal.

Esto abre una ventana en la que el actor decisivo será la movilización popular. Creemos que este es el camino en el que debemos comprometernos colectivamente.

Pero, al mismo tiempo, no creemos que la alternativa pueda ser ese "campo amplio" -o incluso "muy amplio"- que se está construyendo en torno a la recogida de firmas para un Referéndum contra la Autonomía Diferenciada (lo decimos en preámbulo: apoyaremos el referéndum abrogativo total en caso de que se celebre y para el que sea posible firmar a través de una plataforma digital). De hecho, en este bando hay muchos, demasiados sujetos responsables de este estropicio (de iure, con la Reforma del Título V, y de facto, envileciendo la Carta Constitucional y sus conquistas sociales).

Si se necesita el quórum del 50% + 1 de los habilitados para votar para ganar el eventual referéndum, es porque se trataría de un referéndum ordinario y no constitucional. Responsabilidad de quienes promovieron la reforma del Título V de la Constitución. ¿Quiénes? El centro-izquierda de D'Alema y compañía.

Podría decirse que han pasado 25 años, que agua pasada, y que siempre es bueno cuando se admite un error y se pasa página.

Claro que Bonaccini -ahora eurodiputado y presidente del PD- fue, con Zaia y Fontana, uno de los tres presidentes regionales que pidieron al entonces primer ministro Conte que "se llegara por fin a la firma de los correspondientes entendimientos", es decir, a la aplicación de la autonomía diferenciada. Corría el año 2018. Ayer, políticamente hablando.

Existe la posibilidad de electrocutarse en el camino de Damasco. Pero resulta que los problemas residen en el presente y no sólo en el pasado más o menos reciente.

De hecho, los consejos regionales de cinco regiones administradas por el centro-izquierda han aprobado no una, sino dos preguntas de referéndum. La primera reclama la derogación total de la Ley Calderoli. El diablo, sin embargo, está en la segunda pregunta, con la que el centro-izquierda se limita a exigir una derogación absolutamente parcial.

La propia presentación de esta segunda pregunta debilita indirectamente la primera ante el juicio de admisibilidad del Tribunal Constitucional. Además -y sobre todo- revela la voluntad de fuerzas sustanciales del "campo amplio" de llegar a un acuerdo con la mayoría gubernamental (o partes de ella) sobre la cuestión de la autonomía diferenciada. Recortando los rasgos deteriorantes, pero salvaguardando la sustancia.

Por último, derogar la ley Calderoli sería un paso importante, pero no decisivo. Esta norma, de hecho, no es más que la forma específica ideada por la ultraderecha en el gobierno para declinar la autonomía indebidamente inscrita en la Constitución por un gobierno de centro-izquierda.

Para ser claros: una vez derogada la ley Calderoli, la autonomía diferenciada seguiría sobre la mesa. La petición en 2018 de Lombardía, Véneto y Emilia Romaña de llegar a acuerdos sobre el tema es prueba de ello.

Si queremos relegar al pasado los proyectos de Autonomía Diferenciada, debemos decir la verdad y tener el coraje de movilizarnos para cambiar el Título V de la Constitución.

Creemos que es importante iniciar un razonamiento que no acepte la falsa simplificación entre el gobierno "malo" y un centro-izquierda que de repente ha vuelto a ser "bueno".

Se trata, en realidad, de dos caras de la misma moneda. Las políticas belicistas, apoyadas por ambos polos políticos, las reformas antiobreras, promovidas indistintamente por la derecha y el centro-izquierda, la absoluta subalternidad respecto a EEUU y la OTAN, verdadero freno para cualquier fuerza política que quiera aspirar hoy a gobernar el país, están ahí para demostrarlo.

Es en este marco donde encaja la Autonomía Diferenciada, así como las reformas institucionales en ciernes.

Sobre estas cuestiones, creemos que es fundamental construir un momento de confrontación nacional en septiembre.

La manifestación del 1 de junio en Roma contra el gobierno Meloni demostró que existe un espacio político y social que puede representar una alternativa al bipolarismo liberal que se está reconfigurando en Italia. Es a partir de la capacidad de organizarnos en torno a las necesidades y proyectos que esa plaza expresó, que expresan los muchos momentos y espacios de conflicto que afortunadamente existen en este país, que podemos sentar las bases de una alternativa tanto al gobierno más derechista de la historia de la república, como a la oposición del "campo ancho". Es decir, a las dos caras de una misma moneda.

Primeros adherentes:

Comité Promotor del Primero de Junio, Potere al Popolo!, Partido Comunista Italiano, Resistencia Popular, Movimiento por el Derecho a la Vivienda, Oposición Estudiantil Alternativa, Cambiare Rotta, Unión de Sindicatos de Base, Movimiento de Migrantes y Refugiados, Ex OPG Je So' Pazzo, Spazio Catai Padova, Colectivo Universitario Autorganizado, Estudiantes Autorganizados de Campania."               (Contropiano, diario comunista, 07/08/24, traducción DEEPL)

9/10/24

La Asociación Nacional de Partisanos de Italia (ANPI) reivindica la importante movilización de los últimos meses a favor de un referéndum contra la nueva Ley de la Autonomía Diferenciada (como el cupo vasco o catalán), promovida por La Liga (anteriormente Liga del Norte)... se recolectaron alrededor de 1.300.000 firmas... la Ley de Autonomía Diferenciada debe ser derogada porque “dividirá Italia en muchas pequeñas patrias, aumentará las disparidades territoriales y agravará las ya insoportables desigualdades sociales, en detrimento de toda la comunidad y, en particular, de los trabajadores y los obreros, los jubilados y los pensionistas, los jóvenes y las mujeres” . Al priorizar al norte rico de Italia, en detrimento, esencialmente, del sur menos desarrollado, esta ley “divide al país y perjudica tanto al sur como al Norte... La resistencia a esta ley, según Paolo Banci, tiene una importancia significativa, ya que la misma constituye el primer instrumento jurídico de la gran reforma conservadora que promueve la actual alianza de gobierno

 "(...) Paolo Banci, ex sindicalista, militante social de larga trayectoria de la región toscana y presidente de la sección local de Rignano sull’ Arno de la Asociación Nacional de Partisanos de Italia (ANPI). La ANPI es hoy una de las mayores organizaciones con presencia en todo el territorio nacional. Fue creada en junio de 1944, en Roma, mientras el Norte sufría todavía la ocupación nazi-fascista. El 5 de abril de 1945 se le concedió el estatus de “Ente moral”, lo que le otorgó personalidad jurídica, promoviéndola, de hecho, como la asociación oficial de los partisanos. Independiente de los partidos políticos, la ANPI, según su propia definición, “sigue estando a la vanguardia en la custodia y aplicación de los valores de la Constitución, por lo tanto, de la democracia, y en la promoción de la Memoria de esa gran época de conquista de la libertad que fue la Resistencia”. Para la Asociación de Partisanos la lucha antifascista de ayer va de la mano del combate universal por la memoria, contra la guerra, por los derechos constitucionales y, en particular, las conquistas sociales [1]. (...)

Paolo Banci menciona, a manera de ejemplo, el gran frente asociativo que en Italia se manifiesta a favor del fin de la agresión en Gaza, que apuesta a una salida pacífica de ese conflicto y que promueve el reconocimiento oficial del Estado Palestino. “Actualmente, los partidos de centro e izquierda están adentro de ese frente, pero no tienen la voz cantante ni juegan el rol central”, puntualiza.

En lógica similar, el dirigente de la ANPI y actor comprometido en la solidaridad internacional, reivindica la importante movilización de los últimos meses a favor de un referéndum contra la nueva Ley de la Autonomía Diferenciada promovida por La Liga (anteriormente Liga del Norte). Banci explica que “Hasta ahora — inicios de octubre— se recolectaron alrededor de 1.300.000 firmas, incluyendo muchas digitales, especialmente de jóvenes. Ese número representa más del doble de lo que la ley exige para que un Referéndum sea votado. Y si bien los partidos de centro y de izquierda apoyan esta iniciativa, tampoco juegan el rol protagónico que sí tiene el movimiento socio-cultural y sindical”. Se espera que en los próximos meses la Corte Constitucional reconozca la inconstitucionalidad de la Ley y permita, así, una votación popular, la que será, según el militante social, “un nuevo y gran desafío para conseguir una mayoría contra esa ley en las urnas”.

Según las múltiples asociaciones y organizaciones sociales y culturales que han promovido el Referéndum, la Ley de Autonomía Diferenciada debe ser derogada porque “dividirá Italia en muchas pequeñas patrias, aumentará las disparidades territoriales y agravará las ya insoportables desigualdades sociales, en detrimento de toda la comunidad y, en particular, de los trabajadores y los obreros, los jubilados y los pensionistas, los jóvenes y las mujeres” . Al priorizar al norte rico de Italia, en detrimento, esencialmente, del sur menos desarrollado, esta ley “divide al país y perjudica tanto al sur como al Norte; empobrece la mano de obra; socava las políticas medioambientales; afecta la educación y la salud públicas; penaliza los municipios y las zonas del interior; complica la vida de las empresas y obstaculiza el desarrollo nacional” [2].

La resistencia a esta ley, según Paolo Banci, tiene una importancia significativa, ya que la misma constituye el primer instrumento jurídico de la gran reforma conservadora que promueve la actual alianza de gobierno. Si la Autonomía Diferenciada se acepta sin una oposición popular contundente, le seguirán la ley que impulsa Meloni para concentrar el poder a través la elección directa del primer ministro –debilitando todos los otros poderes del Estado— y, también, la que promueve reestructurar la justicia, iniciativa reaccionaria en la cual está principalmente interesada Fuerza Italia.

Aunque el futuro político italiano está repleto de incertidumbre y desafíos, “no dejamos de apostar a la permanente movilización desde abajo en defensa de derechos sindicales, de apoyo a fábricas ocupadas, de promoción de reivindicaciones sociales, a favor de la paz y contra los aires belicistas, de solidaridad con los inmigrantes, de reactualización de la memoria colectiva antifascista”, reflexiona Paolo Banci. Certezas concretas: “es muy importante que organizaciones como la nuestra, la de partisanos, logre reunir más de 150 mil miembros en todo el país —más que los afiliados de algunos de los grandes partidos— y que constantemente muchos jóvenes que no quieren enrolarse en un partido político pidan integrarse a nuestra asociación”.                    (Sergio Ferrari, CADTM, 07/10/24)

24/9/24

La batalla italiana contra la autonomía diferenciada... en Italia se optó por el federalismo para dividir lo que estaba unido. ¿Por qué se hizo esta elección? Porque el federalismo era el instrumento para limitar el Estado del bienestar y la protección del trabajo... el federalismo es el medio de golpear al mundo del trabajo. Así como el euro fue el medio de sustituir la devaluación de la moneda por la devaluación del trabajo, la autonomía diferenciada quiere exacerbar esta lucha entre trabajadores dentro de las fronteras nacionales... Pensemos en la cuestión de la seguridad en el trabajo, algún presidente regional puede tener la bonita idea de limitar la protección para atraer inversiones. Este es sólo un ejemplo del mayor desmantelamiento del estado del bienestar al que nos arriesgamos. Por lo tanto, es necesario dar la batalla contra la reforma de la Lega

 "Hemos dedicado dos entrevistas, con Ugo Boghetta y Stefano Fassina, al tema de la autonomía diferenciada. Volvemos sobre el tema porque la recogida de firmas para las preguntas del referéndum está dando resultados muy alentadores. Si bien es ya casi seguro que seremos llamados a votar sobre esta «reforma», no es menos cierto que no debemos hacernos demasiadas ilusiones sobre el referéndum.

En primer lugar, aún no sabemos sobre qué cuestiones seremos llamados a votar. Se han recogido firmas sobre dos textos, mientras que el segundo no toca en profundidad el texto de Calderoli, el primero podría estar en peligro por estar vinculado a la ley presupuestaria. Esto sería un precedente peligroso, porque podría utilizarse en el futuro para limitar el instituto del referéndum; una cosa es un referéndum sobre la ley de presupuestos o partes de ella, y otra muy distinta un referéndum sobre una reforma que también afecta al presupuesto (pero hay pocas leyes que no tengan limitaciones de gasto).

Una vez admitidas las preguntas, nos espera una dura batalla. El excelente resultado en la recogida de firmas no debe inducir, por tanto, a un fácil optimismo, también porque, como afirmó Ugo Boghetta, ni siquiera una victoria anularía la cuestión de la autonomía diferenciada, que, gracias a la reforma de centro-izquierda de 2001, está en la Constitución. Esto no sólo debería ponernos en guardia, sino también hacernos desconfiar de algunos improvisados compañeros de viaje (el PD), que durante años han sido grandes defensores de la autonomía diferenciada (Emilia Romagna junto con Véneto y Lombardía pidieron en su momento más competencias) y del federalismo en general.

Desde la década de 1990, nuestro país ha experimentado una borrachera de descentralización. Sin embargo, existe una contradicción evidente, el federalismo está concebido para unir entidades diferentes. Bajo el epígrafe «federar» el Treccani escribe: «unir con un pacto federal», en Italia se optó por el federalismo para dividir lo que estaba unido. ¿Por qué se hizo esta elección? Porque el federalismo era el instrumento para limitar el Estado del bienestar y la protección del trabajo, la Europa de las regiones debía regirse por el mercado y no por los Estados. En Estados Unidos, Reagan libró una batalla encarnizada contra los poderes excesivos del Estado federal. Limitar los poderes del Estado central no sólo significa crear un nuevo centralismo regional, sino que también es el medio de crear una competencia a la baja entre las regiones. Pensemos en la cuestión de la seguridad en el trabajo, algún presidente regional (que con un americanismo que rechazamos se llama gobernador) puede tener la bonita idea de limitar la protección para atraer inversiones. Este es sólo un ejemplo del mayor desmantelamiento del estado del bienestar al que nos arriesgamos.

Es necesario comprender que en la base de la lucha contra la autonomía diferenciada no hay un enfrentamiento entre universitarios sino una cuestión de clase, el federalismo es el medio de golpear al mundo del trabajo. Así como el euro fue el medio de sustituir la devaluación de la moneda por la devaluación del trabajo, la autonomía diferenciada quiere exacerbar esta lucha entre trabajadores dentro de las fronteras nacionales. Por lo tanto, es necesario dar la batalla contra la reforma de la Lega, sabiendo que para ganar hay que construir bases de masas. El riesgo es que si tal reforma fuera llevada a cabo por otro gobierno en el futuro, muchos falsos opositores podrían ser reducidos a consejos más suaves."            

(Marco Pondrelli, Editorial Marx21, 25/08/24, traducción DEEPL)

26/10/23

El peligro de la secesión de los ricos... Se está discutiendo en el Senado un proyecto de ley que allanaría el camino para conceder poderes y recursos financieros mucho más importantes a las Regiones que soliciten una autonomía diferenciada. Esto pondría en peligro la unidad de Italia y constituiría una "secesión de los ricos", empezando por la asistencia sanitaria... La palabra "secesión" se utiliza para recordar una separación que, aunque no sea de derecho, sí lo sería de hecho. Las Regiones con mayor autonomía se configurarían de hecho como Regiones Estatales, aunque formalmente todavía dentro del marco nacional. Disfrutarían de poderes muy amplios y de los recursos para ejercerlos, aunque de diferentes maneras. Al mismo tiempo, se produciría un debilitamiento de la capacidad del gobierno y del Parlamento italianos para abordar cuestiones vitales con las políticas públicas que se consideren más apropiadas... el proceso está impulsado por el deseo de los administradores de estas comunidades de poder disponer de una parte de los ingresos por impuestos pagados en sus Regiones superior a lo que gasta actualmente el Estado. en sus territorios. Recursos que, según la Constitución, deben utilizarse para proporcionar servicios públicos esenciales y, por tanto, garantizar los derechos de ciudadanía, a todos los italianos, independientemente de dónde vivan... El caso español resulta de especial interés, muestra los importantes riesgos de conflicto asociados con estas asimetrías... sin embargo, también hay ejemplos positivos: es el caso de la Lep relativa a las escuelas infantiles, fijada en 2022 y acompañada de financiación adicional para permitir que todos los municipios la apliquen. Un evento que muestra cómo una decidida voluntad política y un cuidado diseño técnico son necesarios para avanzar hacia una mayor igualdad entre los ciudadanos

 "¿Cuáles son el marco y las perspectivas del regionalismo italiano y, más en general, del estado de la descentralización política y administrativa en nuestro país? Ésta es una cuestión importante que concierne al poder y los derechos de los ciudadanos en Italia: los niveles de gobierno que tienen la mayor posibilidad, debido a sus habilidades y recursos económicos, de tomar las decisiones más importantes sobre las principales políticas públicas; y cómo y en qué medida, dependiendo de la organización del poder, se pueden garantizar los derechos constitucionales de los ciudadanos en los distintos territorios del país. 

Cuestiones de gran importancia política, que influyen tanto en los principios de igualdad de derechos ciudadanos de los italianos como en el funcionamiento de algunos grandes servicios públicos nacionales, empezando por las escuelas. La cuestión se analiza en mi volumen Contra la secesión de los ricos, cuyas tesis básicas son dos.  

La primera es que el gran proceso de descentralización de poderes, en particular en favor de las Regiones - iniciado en Italia en los años 1990 y fuertemente consolidado por la reforma constitucional de 2001 - ha resultado en un marco muy insatisfactorio, lleno de conflictos y problemas, lo que merece ciertamente una acción paciente e incisiva de mejora y reforma, sin desviaciones excesivas en direcciones opuestas de mayor centralización o mayor descentralización de poderes. 

 La segunda tesis es que el debate político de los últimos años no apunta a resolver estos problemas, sino a crear otros nuevos y graves. Se centra en las solicitudes de descentralización asimétrica y mayores facultades y recursos, de conformidad con el tercer párrafo del artículo 116 de la Constitución.

 El regionalismo diferenciado, ya que las solicitudes fueron formuladas concretamente primero por tres regiones y luego por otras, es un proceso que debe evitarse porque empeoraría la situación general, concentraría demasiado poder en manos de unos pocos presidentes regionales y haría aún más difícil garantizar los derechos civiles y sociales de todos los ciudadanos. Por lo tanto, tendría consecuencias negativas para todo el país y sus ciudadanos, incluidos, en muchos sentidos, aquellos de las mismas regiones que desean nuevas habilidades. De hecho, no se trata de descentralización, sino de una sustancial "secesión de los ricos".

 "Secesión de los ricos" define el proceso que comenzaría con la concesión de nuevos poderes solicitados a las Regiones. La palabra "secesión" se utiliza para recordar una separación que, aunque no sea de derecho, sí lo sería de hecho. Las Regiones con mayor autonomía se configurarían de hecho como Regiones Estatales, aunque formalmente todavía dentro del marco nacional. Disfrutarían de poderes muy amplios y de los recursos para ejercerlos, aunque de diferentes maneras. Al mismo tiempo, se produciría un debilitamiento de la capacidad del gobierno y del Parlamento italianos para abordar cuestiones vitales con las políticas públicas que se consideren más apropiadas. Se quedarían con sobras de habilidades a cambio de sobras de territorios: Italia se convertiría en un país arlequín, confuso e ineficiente.

 La secesión pertenece a los ricos en dos sentidos. En sentido geográfico, porque los nuevos Estados-Región incluirían inicialmente a los más ricos, que han iniciado el proceso, con una ruptura respecto al resto del país. Es fácil responder a la objeción de que las disparidades territoriales ya son importantes hoy: son un hecho que, según la Constitución, estamos tratando de contrarrestar; con autonomía regional diferenciada se convertirían en disparidades previstas por las normas. Lo es en un sentido económico-social, ya que el proceso está impulsado por el deseo de los administradores de estas comunidades de poder disponer de una parte de los ingresos por impuestos pagados en sus Regiones superior a lo que gasta actualmente el Estado. en sus territorios. Recursos que, según la Constitución, deben utilizarse para proporcionar servicios públicos esenciales y, por tanto, garantizar los derechos de ciudadanía, a todos los italianos, independientemente de dónde vivan. En Italia existe una especie de ius domicilii, que vincula el derecho a la residencia.

 Para argumentar estas conclusiones, en primer lugar es útil una comparación internacional: la realidad de los países europeos es profundamente diferente. En las últimas décadas, el grado de descentralización ha aumentado en general, aunque sigue presentando grandes diferencias entre países como Alemania y España, por un lado, y Francia, por el otro. No es posible identificar un nivel óptimo de transferencia de poder del Estado nacional a las regiones y autoridades locales: existen, en teoría y en la experiencia internacional, ventajas y desventajas que deben tenerse cuidadosamente en cuenta. Luego hay experiencias de descentralización asimétrica, es decir, de diferentes competencias atribuidas a órganos del mismo nivel de gobierno, y éstas también van en aumento. Sin embargo, se refieren principalmente al gobierno de las ciudades y no a las regiones.

 El caso español resulta de especial interés, sobre todo porque en ese país existe una descentralización asimétrica de las competencias y mecanismos financieros de las comunidades autónomas (similar a las regiones italianas); pero precisamente los acontecimientos españoles del siglo XXI muestran los importantes riesgos de conflicto asociados con estas asimetrías. Europa ha visto secesiones reales, pero actualmente, en los países miembros de la UE, las dinámicas que pueden conducir a "secesiones de facto" mediante las cuales la unidad nacional se modifica sustancialmente, aunque no formalmente, son mucho más interesantes.

 En Italia, el papel de las autoridades locales y en particular de las regiones ha crecido fuertemente después de la reforma constitucional de 2001. Pero la estructura resultante es en gran medida insatisfactoria. El marco de poder es confuso y conflictivo; En los primeros veinte años del siglo, el nivel de gobierno nacional se debilitó y el papel de las regiones y sus presidentes aumentó considerablemente, con actitudes de "soberanía regional" encaminadas a aumentar su poder y su capacidad para intermediar recursos públicos. Las provincias y las áreas metropolitanas se encuentran en una situación de gran incertidumbre, mientras que los municipios, históricamente el centro del gobierno local en Italia y los más cercanos a los ciudadanos, se ven aplastados por la falta de recursos y el control que las Regiones ejercen sobre ellos. Además, las autonomías especiales existentes provocan desigualdades significativas e injustificadas. En este marco, los ciudadanos no tienen la oportunidad de conocer y juzgar lo que hacen sus administradores, y el nivel central no interviene para garantizar sus derechos, como es evidente en el caso de la salud. Sin embargo, a finales de los años 20, la pandemia de Covid mostró trágicamente los costes de esta situación, y la iniciativa de política económica más importante, el Pnrr, vio una fuerte centralización del poder en el ejecutivo nacional.

 Los aspectos económicos de la actual descentralización italiana están definidos por la ley 42 de 2009 - cuyo objetivo es aplicar los nuevos artículos de la Constitución relativos a la financiación de las regiones y de los entes locales -, incluidas las piedras angulares de todo el mecanismo: los niveles esenciales de rendimiento , es decir, el núcleo de los derechos sociales y civiles que deben definirse y garantizarse a todos los ciudadanos en todo el territorio nacional; y fondos de equiparación, destinados a determinar la igualdad en el financiamiento de entidades administrativas que operan en territorios con distinta riqueza. Pero la ley ha avanzado muy poco. Casi ninguna en el caso de las Regiones, incluso considerando que la financiación de su principal partida presupuestaria, la asistencia sanitaria, no tiene en cuenta las necesidades sanitarias de la población: en la asistencia sanitaria los niveles esenciales de asistencia existen desde hace mucho tiempo, pero ya no existen. irrelevante para determinar las necesidades y el financiamiento. En cuanto a los municipios, sin embargo, la ley 42 se ha aplicado ampliamente, también gracias a un importante esfuerzo técnico. Pero durante mucho tiempo de forma distorsionada: en ausencia de la Lep, las necesidades estaban relacionadas con el gasto histórico; El fondo municipal de solidaridad avanza muy lentamente y no debería estar en pleno funcionamiento hasta treinta años después de la reforma constitucional. En este contexto, sin embargo, también hay ejemplos positivos: es el caso de la Lep relativa a las escuelas infantiles, fijada en 2022 y acompañada de financiación adicional para permitir que todos los municipios la apliquen. Un evento que muestra cómo una decidida voluntad política y un cuidado diseño técnico son necesarios para avanzar hacia una mayor igualdad entre los ciudadanos.

 Pero estos temas no están en la agenda política. Predominan los acontecimientos de autonomía diferenciada, que tuvieron su origen en las solicitudes de los consejos regionales de Véneto y Lombardía de adquirir todas las competencias posibles manteniendo una parte de lo que definen como su residuo fiscal en su territorio; y que cobró impulso cuando Emilia-Romaña, liderada por el Partido Demócrata, hizo solicitudes similares. A principios de 2018, el gobierno Gentiloni firmó preacuerdos de contenido muy cuestionable con las tres Regiones. El posterior gobierno de la Liga-Movimiento 5 Estrellas estuvo muy cerca de conceder todos los poderes y privilegios financieros solicitados, pero sólo se vio frenado por una reconsideración de la cuestión por parte del Movimiento 5 Estrellas. Tras haber abandonado las prioridades durante el período Covid, la autonomía regional diferenciada volvió al primer plano en 2022 con el gobierno Meloni, que adoptó una ley marco propuesta por el ministro Calderoli de la Liga Norte para favorecer al máximo las solicitudes regionales.

 ¿Por qué es una secesión de los ricos? Italia se transformaría radicalmente con el nacimiento de Regiones-Estados en su seno. De hecho, gozarían de poderes muy amplios en materias fundamentales, desde la escuela hasta la sanidad, desde las infraestructuras hasta el medio ambiente, pasando por las políticas industriales y en muchos otros ámbitos, como se reconstruye detalladamente en el volumen. El sistema de escuelas públicas italiano, el Servicio Nacional de Salud, la infraestructura unitaria y el sistema energético llegarían a su fin. Todo ello en un contexto de extrema confusión, dado que las competencias requeridas por las Regiones, a las que muy probablemente se sumarán inmediatamente todas las demás con estatuto ordinario, estarían en cualquier caso diferenciadas entre sí. El gobierno central tendría poderes residuales y jurisdicción sobre áreas geográficas. Italia se convertiría en un país arlequín, en el que sería imposible llevar a cabo políticas nacionales fundamentales, incluso en línea con las europeas; y en el que el sistema empresarial encontraría dificultades crecientes debido a la fragmentación legislativa y operativa que podría crearse en muchos mercados, desde la construcción hasta los productos alimentarios.

 La secesión de los ricos también se produciría por aspectos económicos. De hecho, las Regiones solicitantes pretenden obtener condiciones ventajosas completamente similares a las de las autonomías especiales. Véneto y Lombardía siempre han vinculado claramente las solicitudes de autonomía al deseo de retener para sí una parte del llamado "residuo fiscal regional", es decir, una cantidad hipotética igual a la diferencia entre los ingresos fiscales y el gasto público que se realizan dentro de sus países. fronteras. Se trata del "dinero del Norte" de la tradición de la Liga Norte: un cálculo engañoso que no tiene en cuenta las disposiciones constitucionales relativas a la progresividad de la recaudación de impuestos y a la universalidad del acceso de los ciudadanos a los servicios públicos: los residuos fiscales pertenecen a los individuos, no a los territorios. El instrumento para obtenerlo es técnicamente complejo, pero políticamente claro: la fijación de un tipo de reparto de los ingresos de los impuestos nacionales, que permitiría a las Regiones disfrutar de recursos garantizados sin tener que gravar a sus ciudadanos. Recursos que podrían crecer con el tiempo, en detrimento de otros italianos. Y no se sabe nada sobre otros posibles efectos financieros a su favor, por ejemplo relacionados con la libre transferencia de partes de los bienes públicos nacionales. El énfasis comunicativo en la determinación simultánea de los niveles esenciales de rendimiento (Lep) tiene poco valor: aparte de las dificultades técnicas, solucionarlos sin garantizar recursos adicionales muy importantes significa cristalizar las disparidades existentes.

 Los ministros de la Liga Norte a quienes se encomendó la cuestión - primero en el gobierno de Conte I, luego en el gobierno de Meloni - intentaron prever métodos procesales para lograr una autonomía diferenciada, lo más favorable posible para las Regiones. Se basan en la centralidad de la negociación entre los ejecutivos nacional y regional, en la marginación del papel del Parlamento, al que se encomendarían tareas de mero testimonio, en el máximo secreto posible sobre los contenidos específicos de los acuerdos Estado- Regiones , que debe mantenerse cuidadosamente alejado de la atención de la opinión pública, sobre la transferencia de decisiones fundamentales y detalladas a comisiones mixtas, siempre Estados-regiones, con decisiones también protegidas de la intervención del Parlamento y del Tribunal Constitucional. El proyecto de ley del gobierno que pretende lograr estos resultados se encuentra actualmente (octubre de 2023) en discusión en el Senado.

 Italia necesita un proceso paciente de reescritura de sus estructuras descentralizadas, sin nostalgia centralista ni escapatorias hacia adelante. Deben rechazarse las solicitudes de mayor autonomía presentadas por las regiones de Véneto, Lombardía y Emilia-Romaña; el artículo 117 de la Constitución revisada, el tercer párrafo del artículo 116 eliminado, o al menos transformado radicalmente (como propone una ley de iniciativa popular impulsada por la Coordinación para la Democracia Constitucional, actualmente también en discusión en el Senado). El futuro de Italia en las próximas décadas depende de ello."          (Gianfranco Viesti , Sinistrainrete,  23/10/23; traducción google)

18/7/23

Meloni, la neofascista, con su colega racista Salvini a favor de la autonomía diferenciada... mientras La izquierda italiana con con discurso con el lema «Una e Indivisible» defendiendo la redistribución dentro de Italia y la igualdad entre ciudadanos... La derecha con el autonomismo, la diferencia y la segregación. La izquierda con la igualdad, la unidad y lo común. En España esos roles andan invertidos

El Jacobino @eljacobinoes

«No a la autonomía diferenciada de #Meloni , divide el país» No os lo perdáis jacobinos.

Meloni, la neofascista, con su colega racista Salvini a favor de la autonomía diferenciada.

La izquierda italiana con con discurso con el lema «Una e Indivisible» defendiendo la redistribución dentro de Italia y la igualdad entre ciudadanos.

A #Meloni le importa Italia para golpear con la bandera y los símbolos a los inmigrantes y definir con su política identitaria el país.

#Salvini, que viene del 'Roma Nos Roba' y del autonomismo de la Padania, es xenófobo con el de dentro y con el de fuera.

El proyecto de la autonomía diferenciada en Italia explica bien los roles a izquierda y derecha que tiene sentido que cada uno adapte. La derecha con el autonomismo, la diferencia y la segregación. La izquierda con la igualdad, la unidad y lo común.

En España esos roles andan invertidos

9:07 a. m. · 17 jul. 2023 27,4 mil Reproducciones
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