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14/7/17

El concejal de HB Ibon Muñoa facilitó la información de los nombres, domicilios, vehículos y horarios de Ramón Sánchez o Regina Otaola, entre otros, para facilitar sus asesinatos

"(...) Yo no sé si el concejal de HB Ibon Muñoa cumple o no condena todavía. Fue colaborador y cómplice para el secuestro y asesinato de su compañero de consistorio Miguel Ángel Blanco, pero pasó datos también del resto de concejales que les estorbaban.

 Ibon Muñoa facilitó la información de los nombres, domicilios, vehículos y horarios de Ramón Sánchez o Regina Otaola, entre otros, para facilitar los asesinatos como ha descrito estos días el gran periodista J. M Zuloaga en el diario La 

Razón. Ibon Muñoa era un agente voluntarioso que también dobló matrículas para ocultar las pistas de los coches que utilizaban los asesinos y los acogió en su casa todo el tiempo que necesitaron. Esto es parte de lo que se sabe y está probado judicialmente.

No es el único caso. Son muchos los concejales de Herri Batasuna que complementaban sus labores de alcaldes o concejales con las de colaboración con ETA. En algunos casos se incorporaban totalmente a la organización terrorista también como asesinos.

 Los líderes de aquel partido Herri Batasuna lo son del legalizado actual, EH Bildu. Arnaldo Otegi y el resto de dirigentes no dan la cara estos días, porque la impostura de las palabras que aparentan avances no colarían ante la imagen del mal absoluto representado en aquellos días que recordamos inevitablemente veinte años más tarde, porque han quedado en la retina de varias generaciones de personas y porque necesitamos contar a los más jóvenes la crueldad calculada con la que se golpeó y debilitó la libertad de conciencia en el País vasco y Navarra. (...)

 Los líderes de la actual formación lobista de ETA no se han jubilado de la política y es por ello que justo estos días son los que deberían haber sido catárticos para hablar por fin. Para afrontar con claridad ante todos los ciudadanos que ellos colaboraron activamente y diseñaron la estrategia de persecución hacia los que no pensábamos como ellos y nos atrevíamos a decirlo en voz alta. (...)

 Deberían hablar con claridad de lo que acordaron hace más de 20 años en las sedes de su partido. Lo llamaron «estrategia de socialización del sufrimiento» para destrozar a los partidos constitucionalistas matando concejales, entre otros. El objetivo era someter y ablandar a los partidos constitucionales para que aceptasen sus palabras tramposas y sus marcos de debate como si fueran legítimas las imposiciones políticas para el fin del acoso. (...)

Pernando Barrena, para evitar la cárcel, reconoció en 2016 su subordinación a ETA en el pasado. No se ha desdicho sin embargo del fondo de su estrategia para el posterrorismo. Señaló en 2007 que «los que hoy son considerados terroristas puede que mañana no lo sean. Depende de quien gane la batalla política». Hasier Arraiz, más recientemente, indicó: «No estamos dispuestos a rechazar y revisar nada de aquello. Reivindicamos lo que fuimos y lo que somos, lo que hemos hecho y lo que hacemos, como no puede ser de otra manera».

 Y añadió: «Lo que hay que combatir es que tengamos que reconocer que nuestra trayectoria ha sido una enorme equivocación, que ellos tenían razón y que nos integramos en el juego democrático que rechazamos hace 35 años».
Éste es el secreto veneno que sigue intoxicando la política vasca. Desenmascararlo sin edulcorar y dárselo a conocer a los jóvenes es un deber que no debería caducar.(...)"                ( EL MUNDO  13/07/17, MAITE PAGAZAURTUNDÚA)

23/10/11

ETA se rinde. Los últimos pistoleros, los herederos de los requetés franquistas, hermanos de los kosovares, han sido derrotados por los demócratas. Por primera vez...

" Un viejísimo chiste de Ramón mostraba a un inflamado orador arengando a las masas: "¡Tenéis que elegir: nosotros o el caos!". La gente balaba: "¡El caos, el caos!", y el vociferante remataba: "Da igual, también somos nosotros".

El comunicado de ETA se apunta a esta línea. Ellos han sido los causantes de los estragos y crímenes durante todos estos años. Ahora es gracias a ellos por lo que vamos a vernos libres de estragos y crímenes. Sin que se les mueva el pasamontañas, nos aseguran que gracias a la lucha armada hemos llegado al feliz momento en que podemos prescindir de la lucha armada. (...)


La simple realidad es que ETA renuncia a lo que ya es inviable, pero ni entrega las armas ni se disuelve. Está encantada de haberse conocido, de haber matado y hasta quiere que se le agradezcan los servicios prestados reconociendo lo acertado de su visión política.

La única pregunta ahora pertinente es: cuando ETA vea que el Estado de derecho no se suicida para complacerla, cuando compruebe que las cárceles no se abren por mágico conjuro y que no hay mesa de partidos, sino el ya establecido juego parlamentario en el marco constitucional... ¿seguirá resignándose a perdonarnos la vida o volverá a las criminales andadas?" (FERNANDO SAVATER: El pirómano ofrece su manguera. El País, ed. Galicia, 21/10/2011, p. 20)


"No hay manuales que orienten sobre cómo se disuelve una organización terrorista. (...)

Pero en todos los casos hay un elemento común: la prolongada eficacia policial en la detención de activistas. La retirada es una decisión de la organización, pero lo que decide a sus jefes a plantearse esa posibilidad son las continuas caídas, las cuales alimentan la sospecha (o paranoia) de la existencia de infiltrados en sus filas. (...)

Otra característica común tanto de los procesos de disolución como de las escisiones con abandono de la violencia es que los motivos invocados suelen ser técnicos o de eficacia política, y no de rechazo moral del terrorismo. (...)

Incluso después del abandono de las armas, lo habitual es reivindicar su necesidad pasada. Es muy raro que esa renuncia sea simultánea a la crítica de la estrategia armada. (...)

Así pues, el papel de los facilitadores (o especialistas en presentación de los hechos bajo un determinado prisma) puede resultar útil para el paso final, pero antes tiene que haber germinado entre al menos un sector del grupo y su entorno la convicción de que no les conviene proseguir la lucha armada; y esto depende sobre todo de la policía y los jueces.

En el caso de ETA, la decadencia que ha conducido a la situación actual se inició hace una década. En 2000, primer año tras la ruptura de la tregua de Lizarra hubo 23 asesinatos, y 15 más en 2001, el año del atentado de las Torres Gemelas. El año siguiente fueron 5 muertos, y 3 en 2003, el año de la ilegalización de Batasuna.

Esa decadencia fue resultado a su vez de los éxitos policiales en la detención de comandos y el descubrimiento de zulos. Factor este último que suele ser importante en la desmoralización de los estrategas de la lucha armada: los poli-milis solo dieron el paso a la disolución tras la captura de un gran depósito de armas subterráneo perfectamente camuflado bajo un caserío del Valle de Asúa, cerca de Bilbao. (...)

Para entonces ya se había producido la ilegalización de Batasuna, el otro factor decisivo para la dinámica que ahora culmina. (...)

Fue una decisión no solo ajustada a derecho, como confirmaría el Tribunal Constitucional y avalaría el de Derechos Humanos de Estrasburgo en 2009, sino plenamente justificada como medida de defensa del sistema democrático. Pues se produjo tras un giro de ETA en la selección de víctimas que hacía imposible la competencia electoral en condiciones de igualdad.

Entre las 623 personas asesinadas por ETA entre 1978, el año de aprobación de la Constitución, y 1995, sólo diez (menos del 2%) eran políticos o cargos públicos. De las 85 personas asesinadas en los diez años siguientes, una treintena, más de un tercio, fueron adversarios ideológicos: concejales, dirigentes de partidos, miembros de asociaciones cívicas.

Ello era resultado de decisiones expresamente tomadas en esa época, en paralelo a la orientación dada al terrorismo callejero: contra sedes, propiedades y militantes de otros partidos. En septiembre de 2002, un comunicado de ETA declaraba “objetivos militares” a todas las sedes y actos políticos del PP y del PSOE. Era imposible mantener en la competición electoral a un partido, Batasuna, asociado a la banda que de esa manera trazaba una frontera entre concejales y otros cargos (o candidatos a serlo) amenazados y libres de amenaza.

Resulta por ello llamativo que Brian Currin considerase en un artículo reciente “una aproximación desconcertante y vana” al problema la “prohibición” de Batasuna; y que se escandalizase de que “Madrid” presente a ETA como una banda criminal y terrorista” (Le Monde Diplomatique, junio de 2011).

Ha sido la ilegalización, junto a la eficacia policial (305 detenidos entre 2008 y 2010) lo que ha puesto en marcha los mecanismos que han llevado a la declaración de ayer. (...)

Este es ahora el problema principal: ETA rechaza disolverse sin dejar encauzado el tema de sus 700 presos y un número indefinido de activistas en el retiro. Seguramente piensa que su presencia latente es una garantía para que se aborde la cuestión; sin embargo, lo que más podría acelerar que ese tema resulte asumible por la democracia española, incluyendo una opinión pública contraria incluso al acercamiento a cárceles de Euskadi, según encuestas recientes, sería que el cese definitivo de las acciones armadas se convierta en disolución." (Patxo Unzueta, El País, 21/10/2011, p. 24/5)

" La policía y la Guardia Civil celebran que ETA anuncie el cese definitivo de la violencia. Lo hacen con cierta desconfianza pero también subrayando, con orgullo unánime, lo que para ellos es una obviedad: que si la banda se acaba no se debe a que ha hecho una reflexión de manera autónoma, sino a que los sucesivos golpes policiales la han llevado a una situación de debilidad y asfixia tal que no le ha quedado más remedio que abandonar. "Que nadie se engañe: a ETA la hemos derrotado", insisten mandos antiterroristas, que exhiben sus éxitos y lamentan tantos muertos, especialmente los de las propias filas. Ayer lo reiteraban sin paliativos: "Hemos provocado la rendición de ETA" (...)

ETA abandona cuando apenas le quedan libres y en activo 50 terroristas (la cifra más baja en décadas); vive en la asfixia económica por la falta de ingresos; tiene a más de 700 de los suyos en la cárcel (el mayor número en toda su historia) y el apoyo popular al terrorismo (entre aquellos que llegaron a considerar a ETA como su ejército de liberación vasco) se ha esfumado a la misma velocidad que crecía el poder de Bildu. (...)

"Que nadie piense que si la lucha antiterrorista hubiera fracasado se hubiese llegado a esta situación. Esto es fruto de la presión constante, de no dejarles respirar, de la colaboración internacional" (...)

Ya el verano pasado, un informe de los servicios contra ETA advertía de que los golpes asestados por las fuerzas de seguridad hacían "muy difícil la vuelta a la actividad armada" y consideraban como prácticamente imposible "el retorno a escenarios pasados, cuando ETA alcanzó su máxima capacidad operativa". (...)

La banda, una vez que renunció a extorsionar a los empresarios, se vio forzada a hacer ajustes al ver cómo se reducían sus arcas al perder su principal fuente de financiación. ETA vive de los ahorros y de las llamadas "aportaciones voluntarias" de quienes simpatizan con ella. Los ahorros no son desdeñables: en el primer semestre del año pasado, la banda recaudó 3,1 millones de euros, según mandos policiales." (El País, 21/10/2011, p. 31)

"La estrategia es ya meridianamente clara: ETA nunca anunciará su disolución y la izquierda abertzale, sea cual fuere el nombre con que se bautice y rebautice, nunca permitirá que nadie se beneficie del fin de lo que continuará siendo su brazo armado por un periodo de tiempo tan indefinido como se anuncia definitivo el cese de la actividad armada, último eufemismo para designar los delitos de terrorismo.

Ha sido una estrategia tenaz y cuidadosamente diseñada por políticos muy dotados para mantener en cada paso la iniciativa, sembrando a su alrededor el desconcierto y la división, mientras acopiaban, en el mercado internacional de resolución de conflictos, suficientes apoyos para situar las futuras negociaciones en el marco de una "confrontación armada". (...)

... negociar las condiciones de "superación de la confrontación armada". Lo cual quiere decir dos cosas: una, que ETA da por supuesto que la confrontación armada no está superada, que no es hora de anunciar su disolución; dos, que para superarla será necesario abrir un proceso de diálogo directo, esto es, que ETA sea reconocida como interlocutor válido de una negociación política que implique a los gobiernos español y francés con vistas a la "resolución del conflicto".
Y por último, habrá que tomar nota de que ETA coincide plenamente con la izquierda abertzale en la convicción de que, mientras dura el proceso, no toca, no ya hablar, ni siquiera mencionar a las víctimas de su larga actividad criminal." (SANTOS JULIÁ: Nunca anunciará su disolución. El País, 21/10/2011, p. 31) 

" En una columna publicada aquí hace un par de semanas, sugerí que de materializarse la mediación de Brian Currin, ETA dejaría de tener razones para desaparecer. Por su parte, el experto de este diario en el tema ha venido insistiendo en que el fin de ETA era "irreversible".

Aunque parezca absurdo, ambas predicciones se han confirmado. ETA declara el "cese definitivo" de su actividad armada, lo cual puede ser interpretado como el preludio a su desaparición -¿de qué sirve una organización terrorista que no practica la violencia?-, pero al mismo tiempo emplaza a los Gobiernos español y francés, siguiendo la pauta previamente trazada por Currin y la izquierda abertzale, a una negociación sobre "las consecuencias del conflicto", lo cual implica su supervivencia, por lo menos hasta que ese aspecto sea resuelto. (...)

"la Conferencia no es ETA". Con los datos de esta semana podemos decir que la conferencia ha sido un perfecto instrumento de la estrategia de la izquierda abertzale, acorde en este punto con ETA, y con la finalidad de que nos habla Currin en el artículo: "Puede temerse -declara- que[una vez desaparecida ETA] el Gobierno español entre en un punto muerto sobre los aspectos políticos del conflicto para proclamar su victoria en la lucha contra el terrorismo (subrayado B.C.)".

Y concluye: "La constitución del Grupo Internacional de Contacto está dirigida, en parte, a impedirlo". Más claro, imposible.

Montada con una técnica propagandística de gran calidad, la conferencia de San Sebastián respondía a ese objetivo: lograr que ETA no se hundiera políticamente con el Gobierno como interlocutor y administrador de su derrota, haciendo en cambio de esta la plataforma para un relanzamiento de la negociación política.

No vale quedarse en la primera frase, aunque sea la principal. La letra, que no es pequeña, tiene importancia de cara al futuro. Por eso Currin anteayer no estaba contento, como también se ha escrito, con el comunicado de ETA: de inmediato se dirigía a los Gobiernos español y francés para que respondieran a la exigencia de Aiete.

Así que ETA irá a desaparecer, pero de momento tenemos enfrente, no solo a los dos conocidos, la exBatasuna y ETA, obrando de concierto, sino a tres, con la voz de Currin aportando la colaboración "internacional".   (ANTONIO ELORZA: Paz o victoria. El País, 2/10/2011, p. 15)

1/6/11

"Quienes han votado a Bildu y han rechazado a Aralar saben perfectamente que han premiado la fidelidad y han castigado a los díscolos"... a ETA

"La irrupción de Bildu en las instituciones vascas ha producido un alarmado estruendo que va a continuar resonando largo tiempo y que producirá sin duda alianzas y desistimientos políticos de nuevo cuño. ¿Puede analizarse semejante sobresalto? (...)

ETA no son ciertas personas, sino el procedimiento terrorista: atentados, amenazas y extorsiones. Si gente que fue de ETA o aledaños renuncia explícitamente a él para entrar en las instituciones, ya no son ETA: son otra cosa, quizá también peligrosa, pero no ETA.

Y como esa renuncia no ha sido espontánea, sino forzada por la resistencia cívica, la Ley de Partidos y las fuerzas del orden, el lado de los ángeles no ha sido derrotado. Sostener lo contrario es hacerle bobamente el juego a quienes finalmente han tenido que doblegarse ante las normas que tanto tiempo conculcaron. (...)

Pero tampoco es cierto que la alarma ante Bildu solo se deba al rechazo conservador de su ideología independentista... Ahí está el caso de Aralar para demostrar lo contrario. La gente de este partido son inequívocamente independentistas y rechazaron la violencia de ETA hace años, condenando sin rodeos los atentados.

Por esa actitud se ganaron la animosidad de la banda terrorista y de Batasuna, exteriorizada en diversas ocasiones. Su legalidad no ha sido discutida por nadie e incluso se les ha puesto como ejemplo a Sortu y Bildu de lo que deberían hacer para disipar justificados recelos.

Sin embargo, han obtenido muy mal resultado electoral. Si es cierto, como aseguran algunos expertos, que los abertzales cosechan más votos cuando renuncian a apoyar la violencia y ETA no actúa... ¿por qué Aralar no se ha beneficiado de ello y en cambio Bildu sí? (...)

La respuesta parece evidente... alarmantemente evidente: porque Aralar rechazó la violencia contra la voluntad de ETA, mientras que Bildu (y Sortu) anuncian que renuncian a ella con permiso de ETA y con su complacencia política. Es esta circunstancia diferencial lo que nos preocupa a muchos de Bildu, no su independentismo. (...)

Cabe preguntarse si esa fidelidad a los medios no violentos se mantendría si ETA no consigue con ellos lo que apetece y vuelve a las andadas. (...)

Quienes han votado a Bildu y han rechazado a Aralar saben perfectamente que han premiado la fidelidad y han castigado a los díscolos. En su mano estaba hacer lo contrario: apoyar el independentismo pero empezando por independizarse de los terroristas... (...)

Belén Altuna lo ha explicado muy bien (Tristelecciones, EL PAIS, 24 de mayo): con Bildu omnipresente en Ayuntamientos y Diputaciones, ¿qué posibilidades reales habrá de llevar a bien la pedagogía antiterrorista que se intentaba en las aulas, en las calles, en los ámbitos festivos?

¿Cuándo se disipará realmente el miedo que las fechorías no condenadas de esa ETA ahora en duermevela han impuesto a los vascos no nacionalistas? Recuerdo muy bien el Chile posterior a la dictadura, cuando Pinochet aún vivía y conservaba mando militar: duraba el temor y la democracia hablaba en voz baja.

Todos sabían que los pinochetistas seguían pavoneándose y no eran pocos: sin duda más que los 313.231 simpatizantes del pasado sangriento que aún tenemos en Euskadi..." (FERNANDO SAVATER: Muerte y transfiguración de ETA. El País, 31/05/2011, p. 45)

24/2/10

El exilio vasco

"Ana Urchueguía, alcaldesa de Lasare-Oria: «Llevo con escolta 26 años por decir lo que pienso sobre ETA y con mi traslado a Chile podré hacer cosas que antes no podía».

La vida de Ana Urchueguía (San Sebastián, 1952) va a cambiar radicalmente en los próximos días. Tras un cuarto de siglo sufriendo el acoso de ETA, la alcaldesa socialista de Lasarte-Oria será a partir de ahora la delegada del Gobierno Vasco en Chile y Perú. «Mi hijo ha sido el primero en decirme que ya era hora de que me fuera», relataba ayer con semblante relajado.

– ¿Por qué da ahora este paso?

– Yo ya manifesté que no me iba a presentar al próximo mandato de alcaldesa. Hay que dar paso a gente joven y a la persona que va a entrar a la Alcaldía, darle un margen de tiempo para que sea conocida. (...)

– Usted ha sido considerada un exponente de la firmeza en Euskadi contra el terrorismo de ETA.

– El sábado voy a hacer 26 años con escolta, sin libertad, dando la cara y diciendo lo que pienso sobre los terroristas y los que les apoyan, que son más peligrosos porque dan la información.

– ETA asesinó a su teniente de alcalde, Froilán Elespe.

– Por esa puerta que esta ahí, entraba y salía. Eso es lo peor que me pudo ocurrir y que siempre temía, tener que enterrar a un compañero. Y fue un cambio muy sustancial en las relaciones de todo tipo en el Ayuntamiento...

– ¿En qué sentido?

– En no tener ninguna vinculación, ni sentarnos ni hablar con los ‘batasunos’, ni con quienes se dicen democráticos y se sientan y negocian con ellos propuestas para mi liquidación personal, y luego alardean de que están en contra del terrorismo. Los hechos son los que valen.

– Entiendo que se ha sentido decepcionada con los partidos nacionalistas democráticos.

– Efectivamente

– ¿Y las relaciones han ido a peor, también en lo personal?

– Sí. En lo personal no existe relación. Hay respeto porque son cargos elegidos por el pueblo pero a nivel personal nadie me obliga a tener que hablarles.

– Pero esta actitud no es la que debe reinar en Euskadi.

– Evidentemente, pero es el país que tenemos. Obviar eso es no decir la realidad.

– Aquel pleno de condena del asesinato de Elespe, con los ediles de EH, fue muy duro.

– De lo más duro de mi vida. ETB me dio la grabación y nueve años después no la he podido ver. Y también es duro que la madre del presunto asesino esté ahora en la corporación municipal.

– ¿Irse al extranjero va a ser una liberación tras el acoso de ETA?

– Creo que voy a tener que empezar a aprender a vivir en libertad. Cosa que no había hecho en mi vida. Me voy a poder sentar de espaldas a un cristal, coger el correo, pasear libremente por las calles, ir al mismo sitio tres veces, bajar la basura... La última vez que salí a bailar con mis amigas en Euskadi fue el 17 de agosto de 1997. Era Semana Grande de San Sebastián pero la gente me miraba y te sentías incómoda. No he vuelto a salir. Te vas encerrando y tu casa se convierte en tu cárcel, donde te sientes protegida. La gente viene a visitarme a mi casa. Para no perjudicar a mi familia nunca he ido a su casa. Ni cuando mis hermanos han tenido niños.

– ¿Y no ha tenido ganas de mandar todo al ‘carajo’?

– Sí, pero prima al final el sentido de la responsabilidad." (Fundación para la Libertad, citando a
EL DIARIO VASCO, 24/2/2010 )

16/1/09

¿Por qué Batasuna está ilegalizada? Porque mata

"Un centenar y medio de periodistas de varios países se acreditaron para seguir el juicio de Bilbao. Las cuestiones invocadas por Ibarretxe y Otegi suelen ser las que más interesan a los reporteros extranjeros cuando hablan con sus colegas locales. Se extrañan (sobre todo si ya han hablado con Otegi o algún otro pico de oro de Batasuna) de que ese partido siga siendo ilegal, provocando situaciones tan llamativas como el procesamiento del presidente vasco y del principal líder de la oposición. También preguntan por qué hay ahora tanta resistencia de los partidos no nacionalistas a admitir la negociación con ETA.

Desde 1968 ETA ha asesinado a 839 personas, de las que 486 (el 58%) eran policías o militares y 353 (el 42%), civiles. Con una singularidad: entre el año de aprobación de la Constitución, en 1978, y 1995 sólo 10 (el 1,6%) de las 623 víctimas mortales eran políticos o cargos públicos; mientras que de las 93 asesinadas a partir de 1995, 26 (casi el 30%) han sido adversarios políticos: concejales (16), dirigentes o ex dirigentes de partidos no nacionalistas (5) o cargos institucionales (5).

En paralelo, grupos juveniles del entorno de ETA practican desde mediados de los noventa una violencia de acoso contra particulares que se signifiquen por su no adhesión a la causa abertzale. En el otoño de 2002, meses antes de las elecciones municipales de 2003, ETA declaraba "objetivos militares" a las sedes y actos políticos del PP y PSOE. Obligados a llevar protección policial, bastantes concejales de esos partidos dimitieron y otros muchos renunciaron a ser candidatos. [Datos tomados de los balances anuales sobre Violencia en Euskadi, de la agencia Vasco Press, y del libro La derrota de ETA, de J. M. Calleja e I. Sánchez Cuenca. (Adhara. Madrid, 2006)].

Era imposible seguir considerando legal, permitir la participación electoral y financiar con fondos públicos a un partido que formaba parte del entramado organizativo dirigido por una banda que se consideraba con derecho a eliminar a sus rivales políticos y electorales. Una vez establecida judicialmente la relación de dependencia de Batasuna respecto a ETA, la ilegalización de tal partido era difícilmente eludible: no puede haber un mínimo de igualdad de oportunidades en esas condiciones." (PATXO UNZUETA: Lo que preguntaban los periodistas en Bilbao. El País, ed. Galicia, Opinión, 15/01/2009, p. 25 )