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19/1/22

Dejemos la lengua en paz... Ha sido el empecinamiento ideológico de la Generalitat –no reconocer también el carácter vehicular del castellano que, de facto, ya se practicaba en las aulas– el factor que ha provocado una cadena de resoluciones judiciales que culminaron con el auto del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya que establecía la cuota del 25% de las horas lectivas en castellano... Cada escuela, en función del contexto sociolingüístico, debería poder determinar el nivel de vehicularidad de cada lengua para alcanzar el objetivo del trilingüismo

 "El círculo vicioso del ‘posprocés’ sigue activo. Ahora la dialéctica acción-reacción entre los dos nacionalismos en escena –el catalán y el español– ha tomado como rehén la lengua.  

La subasta identitaria se adentra así en un terreno sensible que amenaza la convivencia. Lo advertí en mi artículo ‘La lengua de los otros’ (11 de noviembre de 2021): el bilingüismo no es un déficit de la sociedad catalana, sino un superávit. Aprendemos desde pequeños que el nombre de las cosas no se confunde con las cosas –una ‘taula’ es una ‘mesa’– y, a la vez que aprendemos a leer y a escribir, aprendemos también a tener una visión plural de la realidad.

No debemos caer en la tentación –constataba– de ligar el futuro del catalán a la suerte de una determinada apuesta política ni acotar su destino a los límites de un determinado techo institucional. La sociedad catalana es bilingüe, y la política de normalización debe integrar esta realidad. También el Gobierno de España debe respetar el mandato constitucional y promover el catalán como lengua española, a partir de un doble principio: hay lenguas que se ‘aprenden’, como el catalán en Catalunya, y lenguas que se ‘comprenden’: el catalán y su cultura, al igual que las demás lenguas y culturas españolas, en el conjunto de España.

Este es el círculo virtuoso que nos permitiría salir de la actual situación de riesgo, no solo para las lenguas de Catalunya sino para la convivencia. Siempre es mejor un mal pacto que un buen pleito. Si hemos llegado hasta aquí, con los tribunales fijando un porcentaje fijo para el castellano, es porque la política no ha hecho su trabajo. En su día, el Tribunal Constitucional validó la ley de normalización lingüística, con el catalán como “centro de gravedad” del sistema para corregir el desequilibrio histórico que padeció, pero pidió también que el castellano fuera lengua docente, en un grado o en otro. ¿En qué proporción? La que fijase la autoridad académica, es decir, el Departament d’Educació.

 Ha sido el empecinamiento ideológico de la Generalitat –no reconocer también el carácter vehicular del castellano que, de facto, ya se practicaba en las aulas– el factor que ha provocado una cadena de resoluciones judiciales que culminaron con el auto del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya que establecía la cuota del 25% de las horas lectivas en castellano, y su posterior ratificación por el Tribunal Supremo. La inacción de la Generalitat y la sobreactuación de la justicia han acabado por trasladar la patata caliente a una escuela de Canet de Mar.

 La responsabilidad política, sin embargo, es de la Generalitat, en concreto, de su 'conseller' d’Educació. Desde esta perspectiva, como escribía el profesor Albert Branchadell (28 de noviembre de 2021), solo hay tres salidas posibles: obedecer e implantar una cuota que no responde a ningún criterio objetivo, desobedecer y prolongar un conflicto con el Estado que alimenta las posiciones extremas de cada parte o abandonar el inmovilismo que practican las autoridades catalanas y pactar un ‘modus vivendi’ que preserve el catalán como centro de gravedad del sistema y no excluya el castellano como lengua vehicular.

 Albert Branchadell, en un dossier sobre las lenguas de Catalunya que publicó la revista ‘Política&prosa’ (enero de 2019), concretaba aún más una posible tercera vía para salir del actual ‘impasse’: relajar la llamada inmersión lingüística para asegurar el trilingüismo (catalán, castellano e inglés). Cada escuela, en función de su contexto sociolingüístico, debería poder determinar el nivel de vehicularidad de cada lengua para alcanzar el objetico final –este sí, ampliamente compartido– del trilingüismo. Mientras tanto, dejemos la lengua en paz."                          ( Rafael Jorba, El periódico, 13/12/21)

3/1/22

Hay un intento del nacionalismo catalán de transmitir a través de la escuela, la idea de que el castellano es una lengua hostil, extranjera, indebida, y que, por tanto, los castellanohablantes son sospechosos o ciudadanos de segunda... No se sabe muy bien si son catalanes, o si son colonos, o si son castellanos que viven en Cataluña... Y esa jerarquía lingüística apunta a una jerarquía social en la que los catalanohablantes merecen una preponderancia social, que están más en su país que los otros. Y eso me parece profundamente injusto, y hasta supremacista o xenófobo

 "(...) De una entrevista reciente a la escritora Laura Freixas (Barcelona, 1958):
Se le pregunta: “Es inevitable preguntarle, usted que es trilingüe, porque también domina el francés, qué opina sobre el debate sobre la inmersión, la resistencia al bilingüismo.”  

LF: Me parece sintomático de algo que pasando también en otros temas, que es una pérdida de democracia.. CaEn cuanto al tema de la lengua en la escuela, se están mezclando dos cuestiones, por un lado formar al alumnado para que salga de la escuela dominando perfectamente el catalán y el castellano. Yo creo que eso no se está consiguiendo. 

Pero por otro lado, hay un intento del nacionalismo catalán de transmitir a través de la escuela la idea de que el castellano es una lengua hostil, extranjera, indebida, y que, por tanto, los castellanohablantes son sospechosos o ciudadanos de segunda.

 No se sabe muy bien si son catalanes, o si son colonos, o si son castellanos que viven en Cataluña. Y esa jerarquía lingüística apunta a una jerarquía social en la que los catalanohablantes merecen una preponderancia social, que están más en su país que los otros. Y eso me parece profundamente injusto, y hasta supremacista o xenófobo

 La escuela debe transmitir el amor al catalán y al castellano. Y la certeza de que catalanohablantes y castellanohablantes estamos en nuestro país.da vez cuesta más debatir con datos y argumentos sobre determinadas cuestiones, y cada vez se recurre más a acusar al discrepante de odio, de fobia.

Comenta en el libro que en Cataluña hay mucho de “nosotros y los otros”. ¿Haber vivido fuera da distancia para apreciar determinadas cosas?

LF: Yo he vivido un par de años en Francia, otro par de años en Inglaterra. Y desde 1991 vivo básicamente en Madrid. Quiero mucho a Cataluña, tengo muchas amistades y vínculos. Viviendo en Madrid soy consciente de lo bonita que es Barcelona, de su historia y su personalidad, que echo de menos, pero también soy consciente de que es una ciudad donde siguen viviendo 300 o 400 familias que manejan el país y están muy relacionadas entre sí. 

Siempre hago la broma de que cuando conozco a una persona catalana, a los cinco minutos nos estamos preguntando a qué colegio hemos ido y donde veranea nuestra familia. Y con eso ya nos hemos situado. 

Eso no pasa en Madrid, y no digamos en París, eso no pasa. Son ciudades mucho más anónimas, lo cual quizá sea una pena, pero tiene la ventaja de que lo que cuenta es tu aportación, tu trabajo, tus ideas, tu currículum, y no si has ido al Liceo Francés o tu familia veranea en Cadaqués.” (...)"                   (Salvadro López Arnal, blog, 23/12/21)

29/12/21

Inmersión lingüística, ¿todo por el pueblo, pero sin el pueblo?... La criticada sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sobre el porcentaje de horas lectivas en español se acerca bastante a la preferencia del catalán medio... la gran mayoría de catalanes, al ser preguntados, expresa su inclinación por un modelo mixto... los encuestados, lejos de avalar que el catalán sea la única lengua vehicular en la escuela, manifiestan que preferirían que el 48% de las horas lectivas se impartiesen en catalán, 26% en español, 19% en inglés, y 7% en otras lenguas... los electores del PP, Vox y Ciudadanos prefieren una enseñanza con cierta prioridad para el español (entre el 37% y el 40% de las horas). Es destacable que en absoluto abogan por un sistema educativo sin presencia del catalán... la predilección por el modelo lingüístico de inmersión en Cataluña aparece ligada con actitudes de narcisismo colectivo

 "El pasado 23 de noviembre el Tribunal Supremo terminó por dar la razón al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que ya había instado a cuantificar el porcentaje de horas lectivas en español, visto que, de manera efectiva, su uso en las aulas estaba siendo marginal. 

Con ello, las escuelas catalanas tendrán que adaptar sus planes de inmersión lingüística, y el Gobierno de la Generalitat sufre un nuevo revés, al ver truncadas sus esperanzas de perpetuar un modelo lingüístico con una sola lengua vehicular.

Una gran cantidad de políticos, analistas e instituciones han reaccionado enérgicamente equiparando este dictamen a un ataque contra el modelo educativo, y afirmando que el fallo urge un gran consenso social y pedagógico. Además, la decisión de una familia de Canet de Mar de exigir al colegio de su hija de cinco años que se respete el mínimo de 25% de horas lectivas en español ha suscitado una campaña de acoso en redes por parte de organizaciones independentistas, que no ha sido desautorizada por la Generalitat.

 Sin embargo, para poder evaluar lo acertado de estas quejas hay que hacer un esfuerzo por comprender qué opinan los ciudadanos de Cataluña y si realmente la sentencia del TSJC choca con sus preferencias. Entre el 5 y el 25 de octubre pasado, dentro del marco de un proyecto de investigación sobre populismo hemos entrevistado a 1.500 catalanes y preguntado sobre sus preferencias, hallando unos resultados que contradicen los discursos hasta ahora dominantes.

  Globalmente, los encuestados, lejos de avalar que el catalán sea la única lengua vehicular en la escuela, manifiestan que preferirían que el 48% de las horas lectivas se impartiesen en catalán, 26% en español, 19% en inglés, y 7% en otras lenguas.

 Aunque la gran mayoría de catalanes, al ser preguntados, expresa su inclinación por un modelo mixto, las distribuciones de estas preferencias lingüísticas entre los electores de los distintos partidos son bien distintas. Los votantes de los partidos independentistas o favorables a un referéndum de autodeterminación (CUP, Esquerra Republicana de Catalunya, Junts per Catalunya y En Comú Podem) desean que entre un 19% y un 23% de la enseñanza se realice en español. Además, los votantes de estos partidos desean que el catalán se emplee solo algo más de la mitad del tiempo, entre un 50% y un 57% de las horas, y que el resto se divida (por este orden) entre enseñanza en español, inglés y otras lenguas.

Por su parte, los electores del PP, Vox y Ciudadanos prefieren una enseñanza con cierta prioridad para el español (entre el 37% y el 40% de las horas). Es destacable que en absoluto abogan por un sistema educativo sin presencia del catalán (al que confieren entre un 29% y un 31% de las horas). Por último, los votantes del PSOE-PSC proponen un 40% de catalán y 31% de español. Los votantes de este partido son los que, en esta cuestión, expresan unas actitudes más cercanas al votante medio.

Buscando explicar las preferencias de los ciudadanos sobre la cantidad de horas que deben impartirse en español en las aulas encontramos que ni el género del entrevistado, ni la edad ni el nivel educativo importan a la hora de entender estas preferencias. Como era de esperar, quienes tienen como lengua materna el catalán prefieren un menor porcentaje de educación en español (entre cinco y seis puntos porcentuales menos). 

La ideología también parece importar, cuanto más a la derecha se ubican los encuestados, mayor porcentaje de horas prefieren que se impartan en español (cada punto más a la derecha, se prefiere un punto porcentual más de uso del español, con lo que pasar del extremo izquierdo al extremo derecho de la escala supone un aumento de 11 puntos porcentuales).

 Resulta interesante también que la predilección por el modelo lingüístico en Cataluña aparece ligada con actitudes de narcisismo colectivo, tal y como se definen en la escala desarrollada por la profesora de Psicología Agnieszka Golec de Zavala, incluidas en nuestro cuestionario. Encontramos que cada punto más de narcisismo colectivo reduce en casi tres puntos porcentuales las horas de español ambicionadas, con lo que pasar del nivel de menor narcisismo al mayor reduce las horas de español deseadas en casi 12 puntos porcentuales.

En definitiva, nuestro análisis muestra que, aunque hay significativas disparidades en cómo se distribuirían idealmente las horas lectivas en la educación pública en Cataluña, la gran mayoría de los encuestados se inclina por un modelo mixto con más de una lengua vehicular. Paradójicamente, la criticada sentencia del TSJC parece acercarse bastante más a la preferencia del catalán medio, que la postura adoptada por el Govern de la Generalitat y muchas organizaciones catalanistas que han expresado su malestar estos días. Este aparente desconocimiento sobre la realidad social puede ser atribuible a la ausencia de preguntas sobre preferencia lingüísticas en los grandes estudios sociales como los del CIS y del Centre d’Estudis d’Opinió, así como a las inercias adquiridas por ciertas interpretaciones casi hegemónicas de la realidad sociopolítica catalana. 

No es nuestro objetivo emitir ningún juicio de valor sobre el sistema educativo de inmersión, ya para eso sería necesario una evaluación sosegada de indicadores tales como el fracaso escolar y desigualdades en resultados académicos entre alumnos de distinta lengua materna. Sin embargo, sí que pretendemos hacer una llamada de atención sobre la necesidad de fundamentar los debates sobre políticas públicas, tan importantes como este, en evidencia empírica y evaluaciones desapasionadas.

 Aclaración: Esta encuesta en Cataluña es parte del proyecto 'Democracia y actitudes populistas en Andalucía: un análisis comparado multidisciplinar' (PRY025/19), financiado por el Centro de Estudios Andaluces, y coordinado por Manuel Arias Maldonado (Universidad de Málaga) y José Javier Olivas Osuna (UNED y LSE). Las encuestas fueron realizadas por el Área de Estudios Estadísticos de COTESA, en catalán y español, dependiendo de la preferencia del encuestado. Se realizaron a la vez unas encuestas en Andalucía. Los miembros del proyecto están usando los resultados de estas en una serie de artículos académicos. Esta es la primera vez que se comparten con el público resultados de esta ambiciosa encuesta."

(Andrés Santana y José Rama son profesores en la Universidad Autónoma de Madrid y José Javier Olivas Osuna es investigador en la Universidad Nacional de Educación a Distancia y London School of Economics and Political Science (LSE), El País, 16/12/21)

7/12/21

Joaquim Coll: Hay que recordar que durante la Transición, socialistas y comunistas propugnaban que la escuela fuera 'també en català' (sin excluir al castellano), es decir, se quería la normalización de una lengua maltratada por el franquismo. Pero el pujolismo acabó imponiendo el 'només en català'. O sea... bilingüismo catalanista frente a monolingüismo nacionalista. El problema es que, años después, una parte de la izquierda acabó creyendo que ese modelo de exclusión era el suyo y que la promoción de la lengua catalana pasaba por erradicar el castellano del ámbito público. Un disparate pedagógico en una sociedad con dos lenguas oficiales... y un hipocresía de escándalo... porque las élites (también las políticas) han llevado a sus hijos a centros trilingües o a escuelas inglesas, francesas, alemanas o italianas

 "Las fuerzas nacionalistas, soberanistas o separatistas, como quieran que les guste llamarse, intentan convertir la ratificación que ha efectuado el Tribunal Supremo de la sentencia del TSJC sobre la obligatoriedad de que un mínimo del 25% de la enseñanza sea en castellano como un ataque gravísimo a la lengua catalana. Evidentemente, es mentira. 

Como también es falso que haya habido nunca un gran consenso al respecto, ni política ni socialmente: se impuso por la puerta de atrás, a través de los proyectos educativos de centro, porque constitucionalmente tal exclusividad es ilegal. Ahora se pone fin a un modelo de escuela monolingüe, mal llamado de 'inmersión', que excluía a la otra lengua de los catalanes, el castellano, como instrumento vehicular de aprendizaje. 

Hay que recordar que, durante la Transición, socialistas y comunistas propugnaban que la escuela fuera 'també en català' (sin excluir al castellano), es decir, se quería la normalización de una lengua maltratada por el franquismo. Pero el pujolismo, ideológicamente deudor de Òmnium Cultural, acabó imponiendo el 'només en català'. O sea, bilingüismo catalanista frente a monolingüismo nacionalista. 

El problema es que, años después, una parte de la izquierda acabó creyendo que ese modelo de exclusión era el suyo y que la promoción de la lengua catalana pasaba por erradicar el castellano del ámbito público. Un disparate pedagógico en una sociedad con dos lenguas oficiales y un hipocresía de escándalo porque las élites (también las políticas) han llevado a sus hijos a centros trilingües o a escuelas inglesas, francesas, alemanas o italianas. 

El nacionalismo ha convertido -con la ayuda de mucho tonto útil- la inmersión en un tótem intocable, planteando un absurdo 'tot o res'. O todo en catalán, o la lengua de Rodoreda y Espriu se nos muere, se pretende hacernos creer. Lo que realmente le ha hecho daño es su politización con el 'procés' y las imposiciones monolingües de los nacionalistas. La sentencia judicial acabará ejecutándose en todas las escuelas aunque el Gobierno Sánchez no quiera mojarse para no molestar a ERC. "                    (Joaquim Coll, El periódico, 24/11/21)

12/12/19

Inger Enkvist: "La inmersión lingüística es cruel, no tenemos derecho a hacerle eso a los niños"

"La educadora e hispanista sueca Inger Enkvist ha visitado Es la Mañana de Federico para hablar del fracaso del modelo educativo basado en la inclusión y cómo la inmersión en zonas como Cataluña es negativa para el alumno. Ha contado que, actualmente, hay una reflexión y que se están viendo los resultados tras años de implantación de este modelo que llegó a presentarse como científico.

 Cree que "la gente es consciente de que hay que hacer algo, hay un cambio mental, pero todavía no hay un cambio real", porque los pedagogos que impusieron ese modelo "siguen dominando y siguen estando cerca del poder".

Esas consecuencias son, por ejemplo, "un descenso del nivel de conocimientos" y que "estamos en una fase de transición". Enkvist, que se ha mostrado partidaria de "un cambio", ha dicho que éste no se produce porque "los pedagogos que impusieron estas reformas siguen en el poder dominando la formación docente y como consejeros de los gobiernos".


Sin embargo, "está habiendo una reacción por parte de algunos padres" unido a la "reflexión de numerosos colegas, pero hay miedo entre los profesores" quienes "no se atreven decir que eso de la inclusión tal como se acepta no funciona". Además cree que muchos de los responsables políticos piensan que es una cuestión de gasto por alumno. "La inversión es muy importante, pero falta algo", asegura Enkvist sobre la educación actual. En este sentido remarca que "hay algo autodestructivo" en el actual sistema educativo, y que "no es cuestión de dinero, hablan mucho de dinero pero no es cuestión de dinero". (...)


Una de las cosas que más ha criticado ha sido el sistema de inmersión que se lleva aplicando desde hace décadas en algunas zonas de España. En este sentido, Enkvist comenta que el asunto del bilingüismo en Cataluña tiene dos lados: "Uno es si Cataluña tiene derecho a imponer el catalán si no quieren, y luego está cómo funciona tanto para aprender los idiomas como en el aprendizaje en general". Ha recordado la experiencia en Canadá donde se hizo un programa similar, pero que éste era voluntario, "y eso cambia todo".


Cree que "imponer la inmersión a los alumnos con problemas de aprendizaje es cruel porque no aprenden bien ninguna de las dos lenguas ni tampoco los conocimientos en el resto de materias, no tenemos derecho a hacerles eso a los niños".


Además ha puesto el foco en una de las propuestas de partidos como Ciudadanos para intentar acabar con el problema que ha creado el bilingüismo: el trilingüismo. Para la educadora sueca "no tiene sentido la educación trilingüe, es pura política a costa de los niños". Asegura que los colegios con educación trilingüe son "los de élite" en los que se pueden permitir "clases de refuerzo", por lo que "imponer esto en un barrio que no corresponde es una locura y es cruel porque los niños se van a sentir fracasados"(...)"              (Libertad Digital, 01/02/19)

17/7/19

Hay una inmensa mayoría social en las encuestas a favor del trilingüismo en las escuelas catalanas (como en todas partes). La inmersión pudo haber tenido sentido en entornos metropolitanos y por un tiempo limitado pero no como un modelo general y permanente...

"(...) el debate social es contradictorio porque la inmersión se ha convertido en un término salvífico, cuya cara oculta, la exclusión ideológica del castellano como lengua vehicular, a muchos les cuesta reconocer. Aunque nadie dice querer una escuela monolingüe y hay una inmensa mayoría social en las encuestas a favor del trilingüismo, las criticas son a menudo mal comprendidas. 

Son tantas las veces que desde los medios de comunicación, partidos y sindicatos de enseñanza hemos oído afirmar que la escuela catalana era un modelo de cohesión y éxito, que muchos padres y maestros prefieren no hacerse preguntas incómodas.

 ¿Es normal que se diga que el castellano ya lo aprenden en el patio cuando algún tutor se muestra inquieto sobre su aprendizaje en las reuniones con los equipos escolares? ¿Tiene algún sentido que en entornos catalanohablantes se hagan inmersión en lugar de reforzar el dominio del castellano e inglés? ¿El monolingüismo escolar no convierte al catalán en una lengua demasiado formal y hasta antipática entre una parte de los adolescentes? ¿Por qué no se acepta que ambas lenguas sean vehiculares y que su proporción sea variable en función de criterios compensatorios respetando siempre unos mínimos?

 El drama es que la izquierda catalanista, aunque no comparte el objetivo monolingüe del nacionalismo, no quiere dar la batalla sociopolítica y prefiere refugiarse en la “flexibilización” del modelo. Tal vez no sea una mala estrategia porque el debate racional no es posible y la inmersión se ha convertido en un tótem de la catalanidad y un tabú político, reflejo de una sociedad atrapada en el indentitarismo. 

Socialistas y comunes temen que les acusen de comprar las posiciones de PP y Cs, que defienden el bilingüismo y la aplicación de las sentencias del TSJC. La inmersión pudo haber tenido sentido en entornos metropolitanos y por un tiempo limitado pero no como un modelo general y permanente. La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero."                (Joaquim Coll, El Periódico, 07/07/19)

25/2/19

Los nacionalismos son tendencialmente antidemocráticos. Que no se equivoque nadie...

"(...) También ha considerado que democracia y nacionalismo son poco compatibles.

Esto es claro. La democracia liberal tiene su asiento en personas individuales dotadas de derechos. El nacionalismo, por el contrario, presupone la existencia de una entidad colectiva con una suerte de destino histórico que está por encima de los individuos. Llámese nación o pueblo. Para el nacionalista lo único importante es ese destino, y para cumplirlo debe ignorar los derechos de los individuos si eso es necesario.

Los nacionalismos son tendencialmente antidemocráticos. Que no se equivoque nadie: los secesionistas catalanes demandan el derecho de autodeterminación, o el derecho a decidir, no para dar la voz al ciudadano, sino para que el mero reconocimiento de ese derecho implique que Cataluña se ha tornado una entidad independiente que puede decidir su destino político. Si consiguen ese  reconocimiento, habrán logrado su objetivo. 

Después, les dará lo mismo lo que voten los ciudadanos. Si votan que no, pedirán otro referéndum y otro referéndum, hasta que salga el . Y ahí se acabará la democracia, porque no volverán a consultar el tema ni a apelar a ningún derecho a decidir.

Ortega y Gasset señalaba que el problema catalán solo “podía conllevarse”. ¿Sigue siendo un paradigma válido?

No sé qué suponía Ortega que era el problema catalán, pero esa afirmación me parece desalentadora. Creo que los ciudadanos de Cataluña son muy capaces de articular unos criterios positivos de convivencia entre sí, con los demás españoles y con el resto de los europeos. Y todo ello conservando perfectamente sus derechos, su lengua, sus tradiciones y su cultura. Sólo hace falta que no les engañen ni les llenen la cabeza con quimeras absurdas.

Según el académico italiano Mauricio Viroli, la “única forma de vencer al nacionalismo es redescubriendo el patriotismo”. ¿Lo suscribe?


El patriotismo de Viroli es un poco forzado. Es una forma intensa de recordar que uno tiene unas creencias políticas abiertas y un cierto amor a su tierra y sus gentes. Eso es algo muy común y sencillo. Casi todos lo tenemos. Y estamos dispuestos a defenderlo. Pero elevarlo a la temperatura del patriotismo no me parece positivo. Yo tiendo a considerar al patriota como una amenaza potencial por su exaltación. Y hay ciertos episodios de la historia de mi patria que rechazo profundamente.

Lo que debe preocuparnos son los derechos y el bienestar de los conciudadanos que nos ha tocado vivir juntos, no las entelequias que se inventan a partir de un relato impostado.

Por lo que respecta al catalanismo, analistas como Ricardo Dudda lo consideran el “soporte intelectual del independentismo”. ¿Le parece cierto?

Parece que hay dos catalanismos: el catalanismo que subraya la pujanza de la lengua y la cultura catalana, y trata de cuidar sus tradiciones, su historia y hasta su idiosincrasia, pero todo ello en el marco de una convivencia fluida con los demás ciudadanos (tanto si viven en Cataluña como si viven en el resto de España); y el catalanismo excluyente y secesionista que ha inventado esa nueva historia de las incompatibilidades  y ha alentado con ello el procés. Yo creo que sólo esta versión puede servir de soporte al independentismo.

Un estudio reciente demuestra que el modelo catalán de inmersión lingüística lastra el rendimiento de los alumnos castellanohablantes. ¿A una sociedad bilingüe no debería corresponderle una escuela bilingüe?

No conozco ese estudio, pero es plausible. Yo voy más allá: creo que toda escuela contemporánea debe ser plurilingüe. Y no sólo porque parece que el plurilingüismo estimula más la inteligencia de los chicos, sino porque en una realidad tan globalizada no conocer lenguas equivale a ser medio analfabeto.

Enseñar el castellano es enseñar una lengua que hablan 500 millones de seres humanos. La tercera, tras el chino y el inglés. De forma que un chaval que acabe su educación hablando catalán, castellano e inglés es con toda seguridad un ciudadano catalán del futuro. Si se limita al catalán, será un paleto que se queda en la cuneta de la historia. El parroquialismo es siempre pobre como programa escolar. (...)"                            

(Entrevista a Francisco Laporta,  catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid y colaborador habitual en el diario El País, Óscar Benítez, El País, 17/02/19)

4/4/18

Los catalanes rechazan la inmersión lingüística obligatoria en catalán. Prefieren un modelo de enseñanza trilingüe en el que se utilice el castellano, el catalán y el inglés como lenguas vehiculares "a partes iguales"... en el ao 2015 (y ahora, más)

"La mayoría de los ciudadanos de Cataluña apuesta por un modelo de enseñanza trilingüe en el que se utilice el castellano, el catalán y el inglés como lenguas vehiculares "a partes iguales".

Así lo indica un sondeo encargado por Societat Civil Catalana (SCC) y difundido este viernes, según el cual un 33,8% de los encuestados opta por recibir la enseñanza obligatoria (hasta los 16 años) en las tres lenguas citadas de forma equilibrada.

Solo un 14,4% defiende la inmersión

En segundo lugar se sitúan los que prefieren una educación bilingüe con "la mitad en castellano y la mitad en catalán" (28,2%). Y, a continuación, los que se muestran partidarios de que la enseñanza se imparta "la mayor parte en catalán y alguna asignatura en castellano" (19,8%).

Únicamente un 14,4% de los entrevistados es favorable de un modelo de enseñanza como la actual inmersión lingüística obligatoria, con "todo en catalán" (excepto la asignatura de lengua y literatura).

Los defensores de que en la educación se imparta "todo en castellano" (1,3%) o "la mayor parte en castellano y alguna asignatura en catalán" (1,8%) son muy minoritarios.

La mayoría, "tan español como catalán"

El informe se ha realizado en base a 1.500 entrevistas telefónicas efectuadas entre el 1 y el 11 de septiembre pasados, y también recoge otros aspectos sobre la actualidad política catalana.

Entre ellos, el estudio refleja que la mayoría de ciudadanos se siente “tan español como catalán” (34,6%); dice ser no independentista (52,9%) --especialmente entre las clases más humildes, los de orígenes del resto de España y los castellanohablantes--; considera que el 27S está en juego la independencia de Cataluña (54,7%); ha sentido miedo a expresar públicamente sus opiniones sobre la independencia (66%) --fundamentalmente si se oponen a ella--; es contraria a una declaración unilateral de independencia (50,2%); prefiere administraciones bilingües (79,8%); rechaza la afirmación de que “España roba a los catalanes” (49,3%); califica a Cataluña de “nación” (45,5%); cree que “la creación y el desarrollo de las CCAA” ha sido positivo para Cataluña (41%), y se muestra partidaria de reformar la Constitución (80,7%)."            (Crónica Global, 18/09/15)

22/3/18

Director de e-notícies: Hay que renunciar urgentemente a la inmersión lingüística. Con tal que introduzcan el inglés como lengua vehicular en las escuelas, me da igual que pongan también el castellano. Si quieren repartirlo en un 33% para cada lengua ya me está bien...

"Hay que renunciar urgentemente a la inmersión lingüística. No porque lo diga un rapero, que también, sino porque si no quizás salvaremos el catalán, pero hundiremos definitivamente Cataluña. (...)

Pero lo más triste de todo es que llevamos más de treinta años poniendo parches con el inglés. Pujol, de eso hace más de dos décadas, ya hablaba de la Cataluña trilingüe. Seguimos igual en plena revolución digital. Cuando el idioma de Shakespeare ha convertido en imprescindible para los negocios y el turismo.Aunque recuerdo que, el 13 de noviembre de 2013, en la época del gobierno de los mejores (sic), Mas dijo que el "conocimiento de lenguas, especialmente el inglés, es un tema central de país". Hizo estas declaraciones durante la firma de un convenio en Palau entre el Gobierno y la CCMA. (...)

Saben cuánta gente firmó el convenio en cuestión? Cinco personas !: El presidente, hasta tres consejeros (Homs, Rigau y Felip Puig) y el presidente de la CCMA, Brauli Duart. Todos a toda prisa a hacerse la foto. Sólo faltaba el Obama.

El entonces titular de Universidades, Andreu Mas-Colell, ya había anunciado a bombo y platillo unos meses antes de que "los universitarios catalanes deberán demostrar que saben inglés u otra lengua extranjera para poder graduarse".

Pero el nivel exigido era sólo el B2, el equivalente al First Certificate. Además, posteriormente se desdijo: no entraría en vigor el próximo curso sino más adelante. Mascu va ahora publicando libros en plan yo ya lo decía. Como Xavier Trias.

Por ello, con  tal que introduzcan el inglés como lengua vehicular en las escuelas y con profesores nativos me da igual que pongan también el castellano. Si quieren repartirlo en un 33% para cada lengua ya me está bien. En este tema, como en otros, no podemos perder más tiempo.

Sospecho sin embargo, que no es un tema idiomático sino ideológico: lo que quieren es hacer buenos catalanes. La entonces consejera de Enseñanza, Meritxell Ruiz, ya aseguró un día que "la inmersión no es ideológica".

Curiosamente la misma consejera que fue a una escuela privada y trilingüe del Opus en Tarragona. No es precisamente predicar con el ejemplo. En el fondo, cuando dicen "para un país de todos, la escuela en catalán" ya transmiten una idea de país. Su país.

Si no no se entiende tampoco la terquedad, la defensa cerrada, las posiciones inamovibles. Quizás hace treinta años, cuando el catalán salía del franquismo, tocaba la inmersión. Ahora habría que readaptar el modelo a los nuevos tiempos y la Globalización sin que se vea como un casus belli o un ataque a Cataluña.

Desgraciadamente, han convertido la escuela pública en un escuela para los pobres. Lo que se lo puede pagar envía a sus hijos a la privada. Mas ya fue Liceo Francés. Y Junqueras al Italiano. Montilla -el PSC también defiende la inmersión- matriculó las gemelas en el Colegio Alemán. Así cualquiera.

Al final el soberanismo sí tendrá algo de carlismo: de regreso a la tierra, a las esencias. Debería ser un proyecto moderno, transversal, políglota y sobre todo que tocara pies en el suelo. Pero acabarán reivindicando la Cataluña de Torras y Bages, aquella de Cataluña será cristiana o no será."             (Xavier Rius, director de e-notícies, 17/03/18)

9/3/17

Jamás se consulta a los ciudadanos catalanes si preferimos un modelo trilingüe, bilingüe o monolingüe... porque solo el 8,8% de los catalanes opta por un modelo monolingüe con el catalán como única lengua vehicular

"Resulta curioso que sobre lo único que no se pregunta en las variadísimas encuestas oficiales que se efectúan en Catalunya es sobre la lengua en la escuela. Jamás se consulta a los ciudadanos catalanes si preferimos un modelo trilingüe, bilingüe o monolingüe. 

 La inmersión lingüística, que sitúa al catalán como la única lengua vehicular, se ha convertido en un tótem por el que ni tan siquiera se puede preguntar. El primer mito sobre el que se sostiene la inmersión, tal como explica Mercè Vilarrubias en 'Sumar y no restar. Razones para introducir una educación bilingüe en Cataluña' (2012), es que existe un amplísimo consenso social que la avala.

Construido el mito, del que solo discrepan los que son sospechosos de querer dinamitar la cohesión interna, la Generalitat rehúye consultar porque si lo hiciera se encontraría con unos resultados que cuestionarían ese gran consenso. 

Chocaría con unos datos probablemente muy parecidos a los que hace unas semanas conocíamos: solo el 8,8% de los catalanes opta por un modelo monolingüe con el catalán como única lengua vehicular, según un estudio de GESOP (con 1.600 entrevistas) encargado por Societat Civil Catalana. En cambio, el 75,6% de los entrevistados opta por el trilingüismo (enseñanza en catalán, castellano e inglés) y el resto por el bilingüismo (catalán y castellano).

 Son unas cifras demoledoras pero bastante lógicas porque el modelo que se ha implantado en Catalunya es único en el mundo. Es una anomalía absoluta que en una comunidad bilingüe como la catalana, con dos lenguas oficiales, se imponga en la escuela una única lengua vehicular desde el principio hasta el final de la educación no universitaria. 

Contra lo que a menudo se dice es un modelo que no tiene nada que ver con el que se aprobó en 1983 gracias a la iniciativa del PSC y PSUC. Entonces se evitó crear una doble red escolar (en catalán y castellano separadamente), que era la propuesta inicial de CiU, y se optó por un modelo de conjunción lingüística en las aulas, es decir, bilingüe, respetando el derecho a recibir la primera enseñanza en lengua materna y favoreciendo el uso del catalán para compensar la situación de debilidad en la que se encontraba después del franquismo.

 Con el paso de los años, sobre todo tras la ley catalana de educación del 2009, este modelo bilingüe se ha ido transformando en otro que excluye dogmáticamente al castellano como lengua vehicular. 

Lo inexplicable es que la izquierda haya acabado apoyando un modelo de nacionalismo lingüístico que se resume en el lema de Òmnium Cultural, Escola catalana en llengua i continguts. Hagan el favor de poner española donde dice catalana y verán que, además de resultar un disparate pedagógico, rezuma chovinismo.

 Seamos claros: la inmersión lingüística obligatoria la hacen únicamente los alumnos que no tienen el catalán como lengua materna, principalmente los castellanohablantes. Con ello se vulnera un derecho básico reconocido por la Unesco, el mismo que durante la Transición el catalanismo exigía con razón. Sin embargo, hoy la enseñanza exclusivamente en lengua materna a lo largo de todo la etapa educativa no supone ninguna ventaja competitiva para los jóvenes catalanohablantes.

 Es imposible que un modelo en el que solo se da 2-3 horas de castellano a la semana garantice el mismo nivel oral y escrito, con sus diversos registros cultos, que en catalán, tal como afirma la Generalitat sin ningún dato.

 Las famosas pruebas PISA se hacen solo en catalán y, por tanto, no nos dicen nada del castellano de los estudiantes catalanes. La realidad es que no se hace ninguna prueba que permita medir el nivel de castellano en relación al que tienen los alumnos del resto de España. 

 La inmersión lingüística se ha convertido en un tabú sobre el que no se puede discutir, pues en seguida se pontifica que está en juego nada menos que la cohesión social. Se trata de otra idea falsa que, sorprendentemente, los partidos de izquierda han comprado (...)

Si realmente le preocupa la cohesión social, el acento debería ponerlo en la mejora general de la calidad educativa, en la equidad entre las diversas escuelas y, sobre todo, en reducir el alto índice de fracaso escolar que existe actualmente en Catalunya. Y de paso abrirse a debatir el modelo lingüístico escolar en lugar de convertirlo en un tabú intocable."                    (Joaquim Coll, El Periódico, 05/03/17)

21/2/17

Cataluña, ante el desafío secesionista El 75% de los catalanes defiende una educación trilingüe en Cataluña

"(...) preguntados sobre cómo debería ser la enseñanza en Cataluña, un 75,5% considera que trilingue (español, catalán e inglés), un 14% bilingüe (español y catalán) y un 8,8% exclusiva en catalán.

(...) según una encuesta encargada por la entidad Societat Civil Catalana (SCC). El sondeo, realizado por el gabinete de estudios sociales y opinión pública GESOP -en base a una encuesta a 1.600 personas de toda Cataluña- (...)"               (La Voz Libre, 15/02/17)


19/4/16

Recoñecemento internacional para un exemplo de integración lingüística: o Modelo Burela (trilingüe)

"O Modelo Burela, en aplicación desde 2004, foi no seu día tomada como base para a elaboración do Proxecto de planificación lingüística municipal, que foi aprobado por unanimidade de todas as forzas políticas no Concello de Burela no mes de abril de 2008; e que foi aplicado pola primeira institución local entre esa data e o final da lexislatura en 2011.

O proxecto Hitzargiak (Linguas que se iluminan mutuamente) é un proxecto que favorece a diversidade lingüística europea e que creará novas relacións entre as comunidades de idiomas e de falantes que están xa inmersos en procesos de revitalización.

A súa meta é recompilar boas prácticas e mostralas na web, así como poñer en contacto organismos que están traballando na revitalización de idiomas. Eses son o seu punto de mira e o seu obxectivo. As boas prácticas reflectíronse nun mapa como unha luz situada no ámbito de influencia do idioma correspondente.
O eixo do Hitzargiak fórmano as experiencias que utilizaron as comunidades de falantes, unhas experiencias "innovadoras, adecuadas, exitosas ou exemplares, tanto para a comunidade que os creou como para moitas outras comunidades lingüísticas", segundo as palabras da propia organización.

A Fundación Donostia, Capital Europea da Cultura considera que o coñecemento público das boas prácticas poderá ter efectos multiplicadores. "Compartir experiencias, aprender dos demais, alimentarse mutuamente e colaborar nas iniciativas pode reforzar o éxito e, ademais de axuntar o enfoque global e o local, fortalecerá o movemento internacional", aseguran.

Ademais de numerosos premios outorgados pola administración educativa, a intervención educativa "Modelo Burela" xa recibira en 2010 o premio da Fundación Peña Novo, recollido o 30 de xuño daquel ano no Castelo de Soutomaior por unha ampla delegación veciñal á fronte da cal estiveron o alcalde Alfredo Llano e a artista caboverdiana Antonina Semedo."               (Galicia Confidencial, 08/04/16)

"En Burela se enseña en tres lenguas... en Baleares van a la huelga por eso ¿contra los de Burela?.

(...) "El instituto Perdouro de Burela impulsa un modelo único de planificación lingüística en el municipio. Acaban de recoger la experiencia en un documental.
Desde el 24 de abril del pasado año, los 12.500 habitantes de Burela, en A Mariña lucense, también han ordenado sus estrategias colectivas respecto a los idiomas. Pero a través de un Proxecto de Planificación Lingüística.
 "El matiz es importante", explica el profesor del instituto Perdouro Bernardo Penabade, "porque incluye un plan de normalización, pero se basa en alcanzar competencia en tres idiomas". La iniciativa surgió en el centro educativo, fue aprobada en pleno municipal por unanimidad y ahora se explica en un documental de 66 minutos, Modelo Burela, dirigido por Matías Nicieza.
"Nuestro gran reto", señala Penabade, "reside en solucionar la diglosia brutal de la juventud". Con un mapa sociolingüístico donde el gallego aparece en inmejorable situación -el 86% de la mocedad burelense habla en gallego-, los promotores del modelo Burela, el departamento de Lingua e Literatura Galega del Perdouro, constataron que, entre los chavales de Burela, había una lengua de prestigio. Y era el castellano.
 "Decidimos transformar el entorno lingüístico de los chavales y cambiar su valoración del gallego". Se cumplían entonces, 2005, treinta años de la entrada en la enseñanza de la lengua de Galicia. (...)
"Descubrimos una sociedad plural, en la que los usuarios del gallego no responden al tópico del militante de la lengua", afirma Penabade, "y se derrumban ideas preconcebidas". Su proyecto les valió, tres años seguidos, un premio de Innovación Lingüística convocado por la Consellería de Educación y la Secretaría Xeral de Política Lingüística.
 "Legitimaron nuestro trabajo y el Ayuntamiento nos pidió conocerlo", dice, "y convertirlo en plan de normalización". Desde el Instituto de Ensino Secundario Perdouro sólo establecieron una condición, después de reunirse con los tres partidos -PSdeG, BNG y PP-: que se aprobase por unanimidad. Lo consiguieron.
El Modelo de Planificación Lingüística se basa en que la población alcance un uso fluido de tres lenguas, el gallego, el castellano "y una tercera lengua internacional". Y no se trata, remarca Bernardo Penabade, "de un plan de normalización del gallego, eso va dentro del modelo". 
La experiencia parece funcionar. Y, para exportarla -"estoy absolutamente seguro de que funcionaría en ciudades, cuanto más grandes, mejor"-, la imagen en movimiento." (El País, ed. Galicia, Galica, 08/03/2009, p. 8, en Nacionalismo de andar por casa, 26/03/09)

14/8/15

En Europa hay dos sistemas fundamentales de enseñanza del idioma: el de elección de lengua vehicular (mayoritario) y el bilingüe/trilingüe. El de inmersión catalán no será admitido

"(...) Yo comienzo, como hago muchas veces para no engañar al lector, destapando mis cartas: Yo soy opuesto a un sistema de inmersión lingüística como el catalán para la Comunidad Valenciana, como expliqué aquí hace un par de años. 
 
Mi rechazo, más que de carácter “educativo” (pues no tengo experiencia ni conocimientos suficientes en este ámbito), es de carácter “moral” o de conceptualización de sociedad, es producto de una convicción sobre lo que debe ser una sociedad republicana de carácter pluricultural.

Creo que un sistema como el existente en Cataluña se edifica sobre unas bases que no podemos aceptar. La primera cosa que no acepto es esa esa diferenciación entre “lengua propia” y lengua cooficial, que a pesar de ser algo legalmente reconocido con estos términos me parece disparatado.

Un territorio bilingüe no puede tener una “lengua propia”, eso es un absurdo, porque implicaría que la otra lengua sería “no propia”, esto es, impuesta o extranjera. Y no creo que haga falta explicar que el castellano es una lengua igual de “impuesta” que el valenciano, o que el árabe y el latín eran también lenguas “impuestas”.

Todas las lenguas han sido “impuestas” o han sido extendidas por los distintos territorios, no hay lenguas mitológicamente asociadas a los territorios, eso es de un romanticismo que entra directamente en el terreno de lo absurdo.

La otra base que me cuesta aceptar es que la administración, es decir, el gobierno “republicano” de un territorio, deba priorizar una lengua sobre otra por motivaciones no objetivas. Me explico. El gobierno debe ser representación de la sociedad, que es plural, y debe garantizar y potenciar las libertades políticas y sociales, y entre ellas la de que cada uno hable la lengua que quiera.

Pero, a la vez, debe garantizar el derecho de los ciudadanos que hablan cada una de las lenguas oficiales a poder vivir en su propia lengua, obviamente debe ser así en el trato con la administración pero también debe intentar que sea así en la vida social siempre y cuando eso no cree conflictos con otras libertades fundamentales. Y es por eso por lo que los gobiernos deben intentar que la sociedad tenga conocimiento de las dos lenguas y sepa usarlas.

Pero esa potenciación del bilingüismo social no puede ser invasiva y debe tener como única base moral el facilitar la vida de los hablantes. No se pueden aceptar “privilegios” o “discriminaciones positivas” de una lengua en base a teorías románticas, a conceptualizaciones de cuál debería ser la cultura de la sociedad (la cultura es la que es, la que “debería ser” es una conceptualización subjetiva) o criterios nacionales determinados.

Y no se puede coartar, limitar o “forzar” a la gente al uso personal de una lengua. Estos límites no podemos pasarlos porque representaría la violación de los principios de la sociedad republicana en la que firmemente creo.

Fuera de esos principios morales o políticos, hay dos realidades objetivas que los nacionalistas valencianos (y muchos otros que no lo son) resaltan y que son indiscutibles:

Por un lado, es evidente que la gente castellanohablante, que vive en zonas mayoritariamente castellanohablantes y ha ido a líneas en castellano no sabe hablar bien el valenciano. Hay excepciones (yo mismo), pero esa es la regla general que se da no tanto porque no haya suficiente valenciano en la enseñanza como porque no hay necesidad ni incentivo para hablar en valenciano.

En Valencia se puede vivir perfectamente sin hablar palabra de valenciano y en zonas metropolitanas no hace falta ni que lo entiendas. Sólo los que no hemos caído en la comodidad de usar siempre el castellano hemos sabido desarrollar competencia lingüística en valenciano.

Por otro lado también es cierto que el valenciano sigue teniendo un estigma social de lengua de “pueblerinos”. Excepto en determinados círculos culturales y políticos, que suelen usar además un valenciano depurado y normativizado, en las grandes zonas urbanas la mayoría de la población, castellanohablante, considera el valenciano la lengua de los pueblos, sobre todo si este es “popular” y no normativo.

El alcalde Ribó, por ejemplo, habla de “prestigiar” el valenciano y no lo hace por capricho, lo hace sencillamente porque su estigma es una realidad. Un valencianohablante de pueblo encuentra dificultades para poder expresarse en valenciano en la ciudad, y más de una vez he visto cómo se mira al valencianohablante con cierta incomprensión o incluso menosprecio.

Obviamente ahí hay dos problemas que hay que enfrentar, porque esta sociedad “republicana” de la que he hablado debe intentar garantizar el dominio de ambas lenguas y facilitar la vida de los hablantes, evitando el estigma social. El problema es cómo conseguir esto y hasta dónde se puede llegar para que la solución no sea peor que el problema que pretendemos solucionar. (...)

La inmersión lingüística es, básicamente, exponer intensivamente al alumno en una lengua que no domina (porque no es la suya familiar y/o porque no es la del entorno) para que la aprenda mejor y más rápidamente.

Es lo que se hace, por ejemplo, en los típicos viajes al extranjero para aprender inglés o en los colegios “ingleses”: Al alumno, que no domina bien el inglés, se le sumerge en esa lengua muchísimas horas al día para que la aprenda rápidamente. Es un sistema muy habitual y que se sabe que funciona bien.

El problema es que la inmersión no tiene sentido si tu lengua materna es la misma que la de la educación. Un niño de Olot que habla catalán en casa no puede hacer inmersión lingüística en catalán porque es una contradicción, debería hacerla en castellano o en inglés que son las lenguas que debe aprender, no en la lengua que ya sabe de casa.

Es por eso que creo que el sistema catalán no es de inmersión lingüística, tampoco es que sea de “submersión” (sistema en una única lengua que tiene, como objetivo, la asimilación de la lengua mediante la pérdida de la originaria), porque el castellano está presente como asignatura en la educación y no se prohíbe la expresión en castellano, pero digamos que sí que tiene algún toque de aquella. (...)

Pues bien, el sistema de inmersión de EV digamos que es bastante “descentralizado” y se basa mucho en el entorno lingüístico del centro. En un inicio la enseñanza oral es en valenciano, y conforme va avanzando la enseñanza se va aumentando la presencia del castellano en más asignaturas.

Si el entorno es valencianohablante se potencia más el castellano, si es castellanohablante se potencia menos porque se entiende que no hay tanta necesidad. Es un modelo más abierto que el catalán, más descentralizado y menos digamos “agresivo”.

Claro, EV también barre para casa y usa el valenciano como lengua base, por lo que no es un sistema neutral. Yo podría entender este sistema de inmersión lingüística si a los niños de zonas valencianohablantes se les diese esta inmersión lingüística con el castellano como lengua vehicular, mientras a los niños de zonas castellanohablantes se les diese en valenciano.

Eso sí sería un sistema de inmersión neutral. Si me apuras, siendo el castellano la lengua casi exclusiva del entorno formal, se podría potenciar algo el valenciano respecto al castellano sobre todo en ese entorno, pero sin llegar a vehiculizar la enseñanza en valenciano como pretende EV.

¿Es ese el sistema que quiere aplicar Compromís? Pues no. Primero porque no son tontos y saben que sería muy polémico en una Comunidad que tiene el 60% de personas con el castellano como lengua materna, segundo porque saben que no tienen recursos humanos en la educación para hacer este sistema y tercero porque entienden que están en un gobierno de coalición. (...)

De todas formas para mí eso de estar contra las “líneas” porque segregan a los alumnos me parece que no está justificado. Por ejemplo, conozco mucha gente de Xàtiva, ciudad bastante bilingüe cuyos colegios e institutos han tenido línea en los dos idiomas, y no hay segregación social o lingüística alguna.

Hay multitud de grupos de amigos que mezclan gente que han ido a las dos líneas y si acaso lo único que se puede percibir es que la gente eligió línea en función de su lengua materna (y tampoco siempre).

Para mí solo hay una discriminación “real” en este momento con el tema de las líneas: Los hijos de los inmigrantes suelen ir a las líneas en castellano, quedando las de valenciano casi sin hijos de inmigrantes. De hecho en algunos sitios los padres eligen líneas en valenciano por esta razón (sí, es feo pero es una realidad).

Al final si os dais cuenta, entre un sistema de líneas, uno de inmersión lingüística flexible por idioma de la zona o los progenitores y uno trilingüe hay diferencias, pero no tantas. Todos estos sistemas se pueden estirar hasta que lleguen a colindar con el de al lado y al final te preguntas hasta qué punto esto no se ha convertido en un debate de principios y posicionamientos previos más que en uno realmente educativo.

Mi posicionamiento ya lo he explicado alguna vez: Rechazo, por no ser neutral, tener componentes románticos y políticos injustificados, y basarse en cierta forma de discriminación positiva, el sistema de lengua vehicular única y mal llamado de inmersión que existe en Cataluña.

En Europa hay dos sistemas fundamentales, el de elección de lengua vehicular (mayoritario) y el bilingüe/trilingüe, y entiendo que son los sistemas más adecuados.

Un sistema de inmersión lingüística “neutral” que fuese a “contra-lengua” del alumno/zona lingüística también me parecería aceptable si tiene ventajas demostradas, ya que creo que para no mantener la lengua materna del alumno tiene que haber alguna justificación adicional. Si la hay (y sus defensores dicen que la hay), me resultaría un sistema válido.

Al final creo que, fuera de unas bases morales y políticas, deben ser los profesionales quienes decidan. E insisto que en el fondo no son posturas tan irreconciliables como pueda parecer sobre el papel.

Si al final todos asumimos los problemas evidentes que hay con el uso social y aprendizaje del valenciano y los límites “republicanos” de igualdad y neutralidad que no podemos pasar, el debate quedaría acotado a una serie de variables que pueden y deben ser tratadas desde la objetividad, la propia experiencia educativa y el análisis de los medios de que se disponen. (...)" (La república heterodoxa, 21/07/2015)


"(...) en ninguna de las comunidades y países bilingües y trilingües de Europa se aplica el sistema de inmersión catalán.


La razón de ello está en que todos estos países y comunidades integran sus lenguas oficiales en la educación como lenguas vehiculares.

Esta integración la realizan a través de dos modelos. El mayoritario es el de la doble red escolar a partir de la cual los ciudadanos escogen la lengua en la que quieren educar a sus hijos de entre las lenguas oficiales de sus territorios. Este es el caso de Finlandia, por ejemplo, que tiene una red de escuelas en finlandés y otra en sueco.

También existe una doble red en Gales (galés-inglés), en Eslovaquia (eslovaco-húngaro), en Irlanda (irlandés-inglés) o en Bélgica, país en el que, como en España, también existen importantes conflictos lingüísticos. Allí existe una triple red, con escuelas en flamenco en Flandes, en francés en Valonia y en alemán en la parte este del país. En Bruselas, calificada oficialmente como bilingüe, hay una doble red en flamenco y en francés. (...)

De manera más minoritaria existe un segundo modelo lingüístico escolar en Europa: la educación multilingüe, que puede ser bilingüe o trilingüe. Se aplica, por ejemplo, en Luxemburgo, donde existe un modelo trilingüe. Todas las escuelas imparten la educación en las tres lenguas del país, el luxemburgués, el alemán y el francés, que van introduciendo gradualmente en este orden. Todos los alumnos asisten a estas escuelas.

Este es también el caso de Frisia, la región del norte de Holanda, donde el frisón es lengua oficial junto al holandés. En esta comunidad, la mayoría de escuelas son bilingües, impartiendo algunas asignaturas en frisón y otras en holandés dependiendo de la etapa escolar.

Esta práctica escolar europea está fundamentada, además de en las legislaciones nacionales, en la legislación europea e internacional sobre el derecho a la educación en lengua materna. A nivel internacional, existe una amplia legislación sobre esta cuestión porque la lengua materna es un facilitador educativo de primer orden y una necesidad afectiva de todos los alumnos.

El derecho a la educación en lengua materna fue articulado internacionalmente como derecho de la infancia y la adolescencia hace más de medio siglo. (...)

Esta cuestión con respecto a Cataluña ya ha sido señalada por el Consejo de Europa. Véase para ello sus dos informes periódicos European Charter for Regional or Minority Languages: application of the Charter in Spain (diciembre de 2008 y octubre de 2012 respectivamente).

En estos dos informes, los artículos referentes a la educación en Cataluña dicen explícitamente que, así como una educación exclusivamente en catalán es claramente un gran logro para los hablantes de esta lengua, en ningún punto de la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias se requiere que esta educación sea obligatoria para todos los alumnos.

Aquellos que desean una educación a través del español también deberían poder acceder a ella. Alternativamente, el actual sistema podría evolucionar hacia una educación bilingüe para todos los alumnos, con asignaturas en ambas lenguas. Es decir, el Consejo de Europa recomienda para Cataluña los dos modelos ya existentes en Europa.

Finalmente, la filosofía lingüística que rige en la UE es una filosofía abierta, moderna y pro-multilingüismo, con una práctica de respeto y valoración de todas las lenguas europeas. Todos los informes de la Comisión Europea sobre este tema recomiendan el aprendizaje y la activa promoción de todas las lenguas oficiales europeas, las cuales son percibidas como un recurso muy valioso para los ciudadanos y una riqueza cultural de toda Europa. Es por tanto incomprensible que solo una de estas lenguas, el español de Cataluña, deba quedar fuera de la educación como lengua vehicular.

Si algún día el sistema de inmersión es evaluado en términos europeos, será entonces claramente definido como lo que es: un modelo escolar monolingüe, obligatorio para todos los alumnos, en una comunidad bilingüe. Es decir, una excepción en Europa.

En mi opinión, es altamente improbable que Bruselas aceptara mantener este sistema escolar por las tres razones expuestas: la mitad de los alumnos de Cataluña tiene el español como lengua materna y es la lengua de uso habitual del 45% de los ciudadanos catalanes.

Además de esta cuestión, todas las lenguas oficiales europeas son, por el hecho de ser oficiales, lenguas vehiculares en la educación. En tercer lugar, la exclusión del español de la educación es una práctica que se opone claramente al espíritu multilingüe que rige en Europa.

Así, es muy probable que Bruselas pidiera modificaciones sustanciales en el sistema de inmersión a una hipotética Cataluña independiente. (...)" ( Mercè Vilarrubias , El País, 1 ABR 2013)

3/8/15

Rahola quiere la mejor inmersión lingüística para su hija... en inglés, y en Suiza

"Lo cuenta Informalia. Parece que la grouppie del prusés, la bacallanera de Catalunya (Sostres dixit) lleva a su hija Ada al Aiglon College suizo; el mismo colegio de los Alpes donde estudió la hija de Amancio Ortega, la princesa Tatiana de Grecia o Alfonso de Orléans-Borbón. Les classes són en anglès, i el català no el parlen ni per dir “Barcelona és bona quan la bossa sona”.

Resulta que en 2011 la Rahola dijo en una tertulieta de la tele “aquí la única que ha llevado a sus hijos a una escuela pública he sido yo”. Vean aquí la que se armó, con la bacallanera llamando “cerda” a Celia Villalobos por chivarse de lo del colegio suizo.

 Ja ho veuen: la gurú del CATN, la fan d’en Mas, la chillona del Règim i la marianne de laindependència pide la asfixia idiomática en catalán para els fills del Pepet i la Maria, i ella porta la seva filla a estudiar a Suiza en 3 idiomas.

 Igual que Junqueras, que lleva a sus hijos al Liceo Italiano; o Artur Mas, que los educó en el cuatrilingüe Aula y se queja de que los “espanyols” quieren “romperle las piernas a la inmersión”.   (Dolça Catalunya, 30/07/2015)

27/7/15

El Institut d’Estudis Catalans (IEC) ha alertado recientemente de que algunos profesores de centros públicos educativos imparten clases en castellano... ¡No puede ser, es un escándalo!

"(...) El Institut d’Estudis Catalans (IEC) ha alertado recientemente de que algunos profesores de centros públicos educativos imparten clases en castellano, desoyendo de las instrucciones de la Generalitat “que ordena aplicar la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán”, sea cual sea la circunstancia y los problemas de aprendizaje. Adelante con una inmersión que no es una inmersión: a mi hijo le hablaron en la escuela pública el mismo idioma que hablamos en casa. El usual en la poesía de Espriu y Carner.

Durante la presentación del ‘VIII Informe sobre la situación de la lengua catalana (2014)’, Miquel Àngel Pradilla, el director de la Xarxa CRUSCAT del IEC y coordinador del estudio (realizado en colaboración con Òmnium Cultural y Plataforma per la Llengua), ha hecho un llamamiento a la Administración autonómica para que acabe con esos casos.

 ¡No puede ser, es un escándalo! Pradilla ha asegurado que “esto se da” ampliamente y “ha sido un secreto a voces” que conoce “todo el mundo” y que se ha permitido “para evitar la conflictivización” con los alumnos castellanohablantes.

 “Se han puesto una venda en los ojos y cada vez está saliendo más”, ha añadido. Por lo tanto: a por ellos. Quien diga Machado y cite un verso de Hernández lo tiene claro. ¡Pobre de él!

El dirigente del IEC ha lamentado esta situación que, en su opinión, “contraviene la legislación vigente, lisa y llanamente. Dan clases en castellano cuando no les tocaría”. En enero de 2014, el TSJ de Cataluña se pronunció en otro sentido… pero eso no importa. Lo importante es que todo se haga en catalán… y en inglés of course. ¡El castellano está prohibido, es lengua externa a .Cat! Como en otros tiempos, pero al revés. 

Por cierto: ¿qué pasará en Aula, el colegio donde fueron Mas y sus tres hijos donde no se impone ningún tipo de inmersión?

El presidente del IEC, Joandomènec Ros, ha declarado recientemente que “el bilingüismo mata”. ¿A quién mata? También dejó muy clara su posición: “Solo debería haber una lengua oficial”. ¿Adivinan cuál? (...)"      (Salvador López Arnal , Rebelión, 18/07/2015)

17/6/15

La izquierda y la inmersión lingüística. Hay que perder el miedo a ser acusado de anticatalanista y revisar un modelo que no es bueno

"Si algún debate incomoda a la izquierda es el de la inmersión lingüística. Da la impresión de que es prisionera de un relato que le impide hacer un análisis razonado. Incluso hay quien debe creer, escuchando a la diputada Rocío Martínez-Sampere, que la inmersión actual es una herencia de la pedagoga Marta Mata.  (...)

Se cita siempre a la catalanista Mata y se olvida a menudo al otro gran artífice, el también socialista Pepe González, que provenía de la federación catalana del PSOE. Frente al modelo vasco, con cuatro opciones segregadas, en la primera ley de normalización lingüística (1983) se impuso la no separación por lengua, incluyéndose el derecho del niño a recibir la primera enseñanza en lengua materna, la obligación de la Administración de hacerlo efectivo y el derecho de los padres a exigirlo. 

Afortunadamente, hoy ningún grupo político pide la segregación, tampoco PP ni C's, contrariamente a lo que afirma el nacionalismo para descalificar las críticas a la inmersión actual. El debate es otro. La pregunta que nos debemos hacer es si el modelo actual que defiende la consellera Irene Rigau es el mismo que postularon Mata y González. La respuesta es negativa. 

Hemos pasado de un modelo de conjunción lingüística, donde se defendía acertadamente que el catalán estuviera primado en la escuela para potenciar su normalización social, pero sin excluir al castellano como lengua de aprendizaje, a otro de inequívoca voluntad monolingüe, que arrincona el castellano

En la segunda ley lingüística (1998) se introdujo por primera vez el concepto de lengua vehicular, pero se mantuvo el derecho a recibir la primera enseñanza en lengua materna y la garantía genérica de una presencia adecuada de ambas lenguas en los planes de estudio.

 Fue en la Llei d'Educació de Catalunya (2009), que lideró el entonces conseller socialista Ernest Maragall (convertido hoy al secesionismo) y aprobada con el apoyo de ERC y CiU, donde todas esas salvaguardas para el castellano desaparecieron y, en cambio, se incidió solo en el carácter del catalán como lengua vehicular."   (...)       

La inacción del Govern ante las peticiones de algunas familias ha llevado al TSJC a marcar una pauta razonable, avalada por el Supremo: un 25% de castellano para el grupo-clase en esos casos, lo que significa la introducción de una asignatura troncal en la lengua de Cervantes

En realidad, eso no debería ser un problema tan enorme. Bastaría con interpretar de forma flexible el precepto de que el catalán sea «normalmente» la lengua vehicular (según la LEC), en lugar de como lo hace la Generalitat, de forma excluyente. En la reciente campaña electoral estalló la polémica con el ministro Wert porque el decreto de matriculación de la conselleria no preguntaba a las familias sobre esa posibilidad, incumpliendo la normativa estatal. 

Llegados a este punto, la izquierda en general, y concretamente el PSC, debería perder el miedo a ser acusada de anticatalanista y examinar un modelo que ni es el suyo ni es cierto que tenga tantas bondades como se pregona.

Contra lo que se dice, no es cierto que la inmersión disponga de ningún aval internacional ni sea reconocida en el mundo como un modelo de éxito. Fíjense que en los informes PISA Catalunya no aparece ni por asomo en los primeros lugares, y presenta además un abandono escolar escandaloso

Tampoco se ha realizado ninguna prueba objetiva de calidad que permita afirmar que con solo dos horas semanales de castellano es suficiente para dominarlo igual de bien (que no significa solo hablarlo) como los jóvenes que estudian en territorios monolingües del resto de España. 

Los déficits en el aprendizaje de una lengua no se compensan por el entorno social. Por tanto, conviene abordar un debate con menos ideología y más pedagogía, donde la escuela no se convierta en un instrumento político.

La inmersión completa no se puede convertir en una verdad sacrosanta cuyo cuestionamiento pondría en peligro, como se afirma siempre, la cohesión social. De entrada, porque existe una tremenda hipocresía. Las escuelas privadas de élite apuestan por el trilingüismo

 Porque es de cajón que todas las lenguas que queremos que los jóvenes dominen de verdad han de ser vehiculares. Y eso no es contradictorio con seguir mimando al catalán, considerándolo el centro de gravedad del sistema educativo."            (Joaquín Coll, El Periódico, 28/05/2015)

18/5/15

El padre de los niños de Mataró: "Todos deberíamos tener menos miedo y exigir bilingüismo escolar"

Agustín Fernández, el padre de los dos niños de la Escuela Pia Santa Anna de Mataró a los que el TSJC les ha reconocido el derecho a recibir educación bilingüe / FOTO: Antena 3

"No lo han conseguido. A pesar de la despiadada campaña de acoso puesta en marcha por el nacionalismo catalán, los padres de los dos niños de la Escuela Pia Santa Anna de Mataró a los que la justicia les ha reconocido su derecho a recibir una parte de la enseñanza en castellano (el 25% del horario lectivo, que se traduce en la asignatura de lengua y literatura española y una asignatura troncal adicional) no renunciarán a que la sentencia se haga efectiva.

Así lo ha asegurado Agustín Fernández -padre de los niños- en una entrevista para CRÓNICA GLOBAL, desmintiendo de esta forma algunas informaciones que se habían difundido el miércoles pasado, coincidiendo con la concentración realizada a las puertas del colegio -de la mano de CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP- para exigir el desacato a la sentencia.

"Ha habido bulos, como que por miedo nos retractábamos o que incluso habíamos intentado cambiar de escuela. No hay nada de eso en absoluto. Todo eso es radicalmente mentira", ha señalado Fernández, y ha explicado que, simplemente y debido a que el curso está a punto de acabar, han ofrecido al colegio la posibilidad de que la sentencia se aplique íntegramente a partir del próximo curso, en septiembre:

"Yo creo que las cosas se tienen que hacer de forma ordenada y no a trompicones porque estamos hablando de niños que tienen sus hábitos, y nos parecía más razonable empezar en septiembre porque no queda nada de curso. Desde el minuto uno le dijimos al director del centro que nos parece genial que esto sea de obligado cumplimiento".

"Eso no es tener dudas en querer continuar con este tema ni nada de eso. Simplemente es sentido común, no es otra cosa.  (...)

El padre ha denunciado que la concentración del miércoles "es una presión evidentemente para que la gente se retracte de llevar a cabo" iniciativas para exigir el bilingüismo escolar. "A quien se lo cuentes alucina pepinillos", ha lamentado. 

Y ha reconocido que, tras el "revuelo" generado, "los niños vinieron impresionados", hasta el punto de que "uno se puso a llorar" porque "ellos ven las cosas y sufren porque se sienten señalados". "A mí me supo a cuernos", ha indicado.

"Llamé al director para decirle que no iba a tolerar ningún tipo de acoso"

Sin embargo, lejos de amedrentarse -como pretendían los nacionalistas-, Fernández reaccionó con firmeza:

"A raíz de eso, al día siguiente llamé al director para decirle que no iba a tolerar ningún tipo de acoso ni de bullying ni de nada. El director me dio garantías de que eso no ocurriría y que si alguien iba por ese camino, lo pararía rotundamente. Nosotros advertimos al director de que no íbamos a tolerar nada de eso. Y ellos [la dirección del colegio] nos respondieron que actuarían con contundencia".

"Creo que todos deberíamos tener menos miedo"

El padre ha querido dejar claro que no ha tenido miedo por la campaña de acoso que los nacionalistas han lanzado contra su familia: "A mí, que se enseñen las banderitas y demás me da igual. Yo solo tengo preocupación de que los niños estén protegidos. Me han dado garantías de ello y creo que todos deberíamos tener menos miedo".

Y ha insistido: "Estoy convencido de que, si esto lo hicieran más padres, el tema este tendría que ser reglado para el que quiera educar a sus hijos de forma bilingüe tenga esa opción y el que no, no".

El colegio planteó la posibilidad de aislar a los niños

También ha explicado que inicialmente la dirección del colegio le propuso separar a sus hijos del resto de la clase durante la asignatura de matemáticas para impartírsela en castellano, lo que sería un incumplimiento de la sentencia.

Pero entiende que esa opción se ha descartado, puesto que no se lo han vuelto a plantear. (...)

Fernández ha detallado que solo acudió a los tribunales después de que, durante varios años, el colegio rechazase uno y otra vez sus peticiones para que sus hijos recibieran una educación bilingüe.

De hecho, se ha felicitado porque "a veces la ley llega y pone orden en las cosas", pero ha admitido que solo están "contentos parcialmente", puesto que su objetivo es poder recibir las clases de forma equilibrada en catalán y castellano, e incluso "nuestra aspiración sería que hubiera también alguna asignatura en inglés".  (...)

Fernández se ha mostrado comprensivo con otros padres de la escuela que defienden la inmersión en catalán y que ahora no se aplicará al 100% en los grupos que coincidan con sus hijos. "Entiendo que se quejen", ha dicho, pero ha recordado que "durante un montón de años" su familia lo ha estado "sufriendo" al revés, pero de forma más desproporcionada a como ahora se aplicará.

En ese sentido ha subrayado que "el problema lo crea la Generalidad", y se ha mostrado convencido de que la solución no pasa por "parches" de este tipo:

"Esto se soluciona con medidas globales. Que la gente que se sienta agusto con la educación solo en catalán lo pueda hacer con naturalidad, y los que queremos una educación bilingüe podamos hacerlo con la misma naturalidad. Pagamos los mismos impuestos y somos también personas de la misma categoría. Al menos así debería ser. Son los padres los que deben decidir la educación de los hijos, no los políticos. Creo que la Generalidad lleva haciendo dejación de funciones mucho tiempo. No ha arreglado esto de forma honesta, que la gente pueda actuar en libertad, y ha llegado un juez y les ha arreglado el tema. Les ha dicho cómo tienen que hacerlo".

Críticas a la AMPA y a los mensajes insultantes contra su familia

El padre ha criticado la posición de la AMPA del colegio, que se ha puesto en contra de su familia: "Estas asociaciones están politizadas".

Y ha lamentado algunos mensajes en foros sociales que animaban a "arrinconar" a sus hijos y advertían a sus padres de que con su actitud estaban consiguiendo que se les tenga que hacer "un apartheid" o "como los EEUU hicieron con los negros".

"Nos han dicho barbaridades pero no me he preocupado mucho de esos mensajes. No me voy a parar en lo que dice cualquier energúmeno de estos. Pero pagamos impuestos, hay una justicia y a cualquier personaje de estos lo que tendrían que hacer es empapelarlo y meterle una querella con catorce abogados detrás", ha propuesto.

Reproches al nacionalismo de las escuelas católicas

Tampoco han faltado los reproches a la dirección del colegio y a los centros católicos en general por la incongruencia que supone su marcada tendencia nacionalista:

"Aquí [en Mataró] casi todos los colegios concertados están dominados por la Iglesia. Los mayores son la Escuela Pia Santa Anna, los Maristas y los Salesianos. Y todos compiten por ver cuál es más nacionalista. Yo a veces echo un vistazo a la Biblia y en ningún sitio he visto nada de nacionalismo. Es increíble que la Iglesia tenga esta postura cuando debería tener suficiente imaginación para darse cuenta de que hay gente creyente o que participa de la ética humanista cristiana que no es nacionalista. A esta gente también deberían procurarles los medios para que, si quieren tener una enseñanza bilingüe, la puedan tener con la mayor naturalidad del mundo, y no como ocurre ahora, que en todos los estatutos de las escuelas católicas se declaran encantados de la vida con la inmersión lingüistica".

Fernández ha denunciado el desamparo que ha sentido por parte de las instituciones del Estado: "Da la sensación de que quieren arreglar el tema escudándose en los padres que tomen las iniciativas, y luego reglarlo por medio de resoluciones judiciales".  (...)

Finalmente, Fernández -que ha puesto en valor los mensajes de apoyo que ha recibido- ha querido mandar un mensaje de aliento a otros padres que quieran para su hijos una educación bilingüe en Cataluña:

"Que la gente se informe y que se anime a cambiar esto porque el nacionalismo sabe que en la infancia sabe que es donde se forman las personas. Alguien dijo que la infancia era la patria de los hombres. Y no podemos dejar que manoseen a los niños de esta manera".

En ese sentido, ha asegurado que este problema se solucionaría "si el 10% de los que pensamos así tomáramos la iniciativa"."                (Alejandro Tercero, Crónica Global,