............................... las cosas de la clase media ..........................
27/12/10
El argumentario nacionalista... el mismo desde hace 30 años... y las mismas personas
En su presentación Jordi Carbonell, coordinador del número, decía: "Escribir literariamente en castellano en los Países Catalanes ha sido siempre un acto con claras connotaciones políticas; por lo menos tantas como escribir en catalán".
Lo de escribir "literariamente" es sugestivo: el juicio político iba contra los escritores "literarios" porque a los demás no era necesario decirles nada, ya sabían cuál era la orden, aunque no la cumplieran: a pesar de las consignas casi todos los camaradas escribían en español en diarios como La Vanguardia o Tele/Express. Treinta años más tarde sigue sucediendo lo mismo.
Carbonell, medalla de oro de la Generalitat en 2001 y presidente de Esquerra Republicana entre 1996 y 2004, añadía más adelante: "El simple hecho de 'radicar' en Cataluña o en los Países Catalanes sin la voluntad de devenir (esdevenir) catalán no convierte a una persona en 'catalán de radicación".
Esta es la ambición suprema de los nacionalistas catalanes: poseer la capacidad decisoria que determina quién es y quién no es catalán, herramienta totalitaria que nunca han soltado. Treinta años más tarde la segregación sigue intacta.
El propio Montilla lo dijo en más de una ocasión: no basta con nacer y trabajar en Cataluña, hay que manifestar una voluntad pública de "ser catalán" para que el poder te considere catalán. Los comisarios controlan la exclusión y otorgan la integración según un metafísico "querer ser catalán" definido oportunamente por el mando.
El fondo de esta dictadura nacional se sustenta en el mito del invasor. Decía Carbonell en su artículo: "El castellano es justamente la lengua que el poder opresor ha querido imponer en un intento de genocidio cultural consecuencia de una política imperialista". Treinta años más tarde nada ha cambiado, excepto que ahora el mito se enseña en los manuales del Bachillerato.
Aunque nadie dude de que la imposición franquista del español sobre el catalán fuera real, lo del "poder opresor" parece que se refiera al Ministerio de la Gobernación y no a lo que antes se llamaba "la burguesía catalana" (auténticos ejecutores del supuesto genocidio), así como a la llegada de los inmigrantes sureños que cargan con la responsabilidad de ser instrumentos de la opresión.
La deshonestidad de culpar a los "extranjeros" no solo es una forma insidiosa de xenofobia, sino una mentira que descalifica a quien la dice. (...)
La anterior deshonestidad se completaba con la siguiente frase de Carbonell: "No cabe duda de que los escritores que, viviendo en nuestro país, se expresan literariamente en castellano constituyen un fenómeno cultural inimaginable sin la victoria del fascismo en 1939".
No tener ninguna duda de que el español nunca existió en Cataluña antes de 1939 es el fruto de una ignorancia monumental, de un cinismo rotundo, o de ambas cosas. Sin embargo, 30 años más tarde, esta sigue siendo la verdad oficial.
Tras la introducción, la redacción daba la palabra a los inculpados. Pocos fueron los que contestaron. En tono atemorizado, Carlos Barral aseguraba que él había nacido en una familia bilingüe, pero que tras la muerte de su padre le habían impuesto la lengua materna la cual era "el castellano de la Argentina", pero que de todos modos él se consideraba "irreductiblemente nacionalista".
Quienes le conocimos sabemos lo que opinaba Barral sobre el nacionalismo catalán. Más audaz, Gimferrer reivindicaba a los escritores en español siempre que, decía, "hagan suyas las reivindicaciones catalanas" de manera que puedan ser aceptados.
Vázquez Montalbán reaccionó dignamente. Allí escribió aquello de que asumía su papel de "judío que vive en Praga y escribe en alemán" y que la encuesta le parecía de orden zoológico más que ideológico. Treinta años después, nada ha cambiado. (...)
Triadú, comisario del ala más totalitaria, afirmaba que quienes escribían en español eran franquistas, pero también lo decía Montserrat Roig cuya inteligencia era algo superior a la de Triadú. "Estos escritores nunca han ayudado voluntariamente a que la literatura catalana se desarrollara y han caído en la trampa política del franquismo", nos sermoneaba Montserrat.
El más disparatado era Pedrolo: "Querer pasar por escritor catalán mientras se escribe en castellano equivale a aceptar los planteamientos franquistas". ¿Querer pasar? ¿Y quién quería pasar? Treinta años más tarde, todo sigue igual. (...)
Que todo sigue igual quiere decir que continúa habiendo gente que escribe en español aunque viva en Cataluña, pero que solo si muestra su inquebrantable adhesión al Régimen es aceptado por la maquinaria cultural catalana. (...)
La doctrina política oficial solo tiene como consecuencia un gasto desorbitado, el parroquianismo cultural y la ausencia de oposición o competencia. El resultado es que no por ello ha aumentado la lectura de literatura catalana y que la cultura oficial es de uso exclusivamente local y clientelar.
Los sueños de cosmopolitismo cultural, de la Cataluña internacional, de la Barcelona destacada en el mapa europeo y demás quimeras se han fundido en el aire exactamente igual que los miles de millones de euros que ha costado fundirlas.
Hay algo, sin embargo, sobresaliente. Que la así llamada "izquierda catalana" no haya superado ni un milímetro sus posiciones totalitarias de hace 30 años, que mantenga programas culturales que en Europa ya solo defiende la extrema derecha, ofrece algunas indicaciones de por qué el tripartito ha perdido cientos de miles de votos el mes pasado." (Fundación para la Libertad, citando a Félix de Azúa, EL PAÍS, 27/12/2010)
31/1/10
Denuncia, que algo queda... una pasta... que pagan los de Barcelona
Según ha recogido este viernes El Mundo, en 2008 la Agencia Catalana del Consumo recibió 2.364 denuncias por presuntas infracciones de las normativas lingüísticas, casi todas -2.320- relativas a la provincia de Barcelona, de las que investigó 1.075 casos." (lavozdebarcelona.com, 29/01/2010)
Los últimos tres años han superado tan tímida cifra, pero no hay datos solventes para no dar armas al enemigo. Considérese que cada multa obedece a una denuncia previa, ya que hay un número discreto de patriotas (lo mejor de la sociedad, no hay que decirlo) que se sacrifican denunciando al prójimo. Una auténtica élite secreta que constituye el escuadrón de choque del social-nacionalismo de Montilla." (Fundación para la Libertad, citando a Félix de Azúa, EL PERIÓDICO DE CATALUÑA, 31/1/2010)
22/5/09
La independencia de Cataluña, sería como la vasco-navarra... pero Zapatero perdería las elecciones... así que no, que si no...
La ocultación se dirige en primer lugar hacia lo que podríamos llamar pre-catalanes, pues es inevitable que la totalidad de la población catalana acabe siendo nacionalizada. Solo en segundo lugar la ocultación se dirige hacia los españoles. La verdad es que no hace falta, porque ya no merece la pena: la independencia de Catalunya es una realidad de facto aunque no lo sea de iure. ¿Qué falta? ¿Los sellos de correos, el aeropuerto, los trenes? Minucias que se están negociando. Pero, ojo, falta lo esencial. Para los capitalistas locales lo que ha de llegar es la nacionalización de los impuestos a la manera vasco-navarra. Llegará, pero mientras tanto ya hay embajadas, el mapa geográfico que estudian los niños es el del imperialismo catalán y no hay una sola mención a España en el biotopo lingüístico de la Generalitat, como no sea para explicar la guerra civil. Esa sí que es española. El Estado español ha acabado por ser como Bruselas en este periodo inicial de la secesión.
Todo esto está muy bien y no habría problema alguno si se institucionalizara. Sin duda Zapatero así lo desea. Él querría un acuerdo de secesión a la checa y desprenderse de una Eslovaquia cuya clase dirigente no quiere permanecer junto al resto de los españoles. Sin embargo, no puede hacerlo. La causa oficial es que, de concederse el concierto, la caída de ingresos del Estado sería inasumible. No estoy muy convencido: si tras desgajarse el mercado catalán se sorteara el barullo de los primeros años, lo que quede de España subsistiría sin demasiados problemas. No. La causa de que Zapatero no pueda conceder la secesión no es económica, sino política. No puede excluir los votos que un nutrido grupo de nacionalistas reciclados como socialistas le entregan en cada elección. Sin ellos, el poder del Estado caería en manos del partido conservador. De modo que Zapatero, aunque lo desee, no puede dar la independencia. (...)
No creo que sucediera nada irreparable si se pasara de la independencia de facto a la de iure. Que Catalunya se separe de España y forme una Eslovenia del sur no traería muchas consecuencias a quienes no queden atrapados allí dentro. Seguramente cambiaría la filiación catalana al mercado español por una sumisión al mercado francés (idealizado como “mercado europeo”), lo cual daría satisfacción a los fanáticos. Al resto de los españoles les importaría poco, como hasta ahora, por mucho que algunos cabestros salieran a la calle en busca de automóviles catalanes para romperles los faros.
Tener un Portugal a la izquierda y otro a la derecha, ¿qué más da? ¿Habrá menos dinero para subvencionar a extremeños y andaluces? Ya espabilarán. Mientras tanto, la República de Catalunya se pondría a la cola de la Unión Europea a esperar turno. Un par de generaciones y a vivir. Más generaciones se sacrificaron en la URSS. Es cierto que quedarían dentro de esa República sobre un 60% de pre-catalanes que hablan en español, les gusta la zarzuela o van a los toros, pero ellos se lo han buscado. Su propia apatía les ha conducido a donde se encuentran. Así pasó con el partido Ciutadans, que comenzó con 90.000 votos y ha terminado haciéndose el haraquiri. (...)
¿No sería conveniente acabar con este enojoso asunto y pasar a cosas más serias?" (Fundación para la Libertad, citando a Félix de Azúa, EL PERIÓDICO DE CATALUÑA, 22/5/2009) y (Félix de azúa: "¿Alguien sabe en qué país vivimos?. El Periódico de Cataluña, 22/05/2009)
8/3/09
El narcisismo infantil... el nacionalista
‘[…] Algunos de los más desesperados luchadores por la lengua catalana, por ejemplo, suelen escribir (en castellano) que hay que ser más duros, más radicales, más monolingües. Lo que están diciendo es: “Los catalanes son menores de edad, no quieren ser como YO, y hay que obligarles”. El narcisismo de los nacional-estalinistas que identifican territorio y espíritu místico (”no admitiremos la asfixia de Catalunya”, siendo “Catalunya” el periodista del ramo o el Gobierno del mes) conduce a una conclusión melancólica: ¡Qué insumisos son los catalanes con sus gobernantes! ¡Se niegan a hablar la lengua de los jefes! Son infieles que viven entre cristianos.
La consecuencia bruta (y destructiva) es el recurso autoritario. José Montilla acaba de decretar que todas las películas que se exhiban en Catalunya vayan dobladas mitad por mitad en castellano y en catalán. Y los subtítulos, también. Espléndida medida de dirigismo estatal que llenará de gozo al sector de cines comerciales y distribuidoras: ese grupo de ciudadanos que simula ser catalán, pero en realidad es criptojudío. Duro con ellos’. (lavozdebarcelona, 07/03/2009)
10/10/08
La incompetencia de las élites autonómicas
“Unos pocos plumíferos creemos que el periodista debe mantenerse lejos del poder y estar atento a sus atropellos. Lo cual nos convierte en apestados entre la gente que vive a costa del erario público (o asimilados), gozamos de mala reputación y nunca nos regalan entradas para el fútbol. Una verdadera felicidad muy difícil de alcanzar.
“(…) Por eso me ha producido gran regocijo el libro de Xavier Roig titulado con toda exactitud La dictadura de la incompetència (
No conozco a Roig, pero colabora en el diario Avui, así que deduzco que está libre del baldón de españolismo y más bien debe de tirar a nacionalista. Eso no ha impedido que escriba un libro demoledor sobre
Roig, un especialista en nuevas tecnologías que ha ocupado cargos directivos multinacionales y ha vivido en cinco continentes, cuenta que el origen del libro se encuentra en un estupor. Invitado por un ministro de
Xavier Roig expone que nuestra sociedad, adormecida por la subvención, una educación vetusta, las mafias, la incompetencia, la opacidad mediática, la partitocracia, los hermanos y cuñados y un colosal funcionariado clientelista, se está convirtiendo en aquello que los separatistas llevan 30 años diciendo que odian del Estado español.” (FÉLIX De Azúa: Y, aquí, un colega del taller. Elperiódico.com, 4/10/2008. Fuente: lavozdebarcelona, 08/10/2008)
21/7/08
El "Manifiesto por una lengua común" se convierte en el "Manifiesto a favor del castellano"
“El pasado 23 de junio, Fernando Savater presentaba en buena compañía un Manifiesto por la lengua común. El título no ha sido citado en ninguno de los 800 artículos del Tambor del Bruc mediático que de inmediato se publicaron en la prensa catalana, la cual, naturalmente, tampoco reprodujo el texto.
El título no era del gusto de los nacionalistas, de modo que pasaron a llamarlo "Manifiesto en favor del castellano", frase que no figura en ningún lugar ni forma parte del contenido, ya que el castellano no necesita de ningún favor, pero ¿qué más da? (…)
Público, órgano del presidente del Gobierno central, o sea, del Estado. Titulaban a seis columnas: "El nacionalismo español hace de nuevo política con las lenguas". Los nacionalistas con mala conciencia siempre quieren que todo el mundo sea nacionalista para así quedarse más aliviados y compartir la culpa. Cree el ladrón... Para su desdicha, incluían en la doble página las estadísticas de
Como movido por un resorte, el partido de los socialistas catalanes declaró pomposamente que el manifiesto era "innecesario". (…)
Ninguno de los 800 artículos antes mencionados hablaba del contenido del manifiesto, el cual se puede resumir del siguiente modo: si cualquier ciudadano catalán, como el actual presidente de
Como, según el Tambor del Bruc mediático, el asunto del manifiesto no era el que acabo de exponer, los artículos se veían obligados a hablar de temas muy inspirados: la "supremacía del castellano", la "lengua del imperio", el "ataque contra el catalán..." (…)
Un Jordi Sánchez nos llamaba a los firmantes "miserables" en este mismo periódico porque nos negábamos a pagar su hipoteca. Algunos artículos eran deliciosos, como el de un profesor de
Creen tener derecho a suprimir de sus vidas el catalán y pasarse al español cuando les parezca oportuno, con el fin de insultar (y cobrar por ello) a unos ciudadanos que jamás han atacado el catalán ni perderán un minuto de sus vidas en semejante tontería. Así que estos pensadores nacionales pueden eliminar el catalán y hacer uso de la lengua asesina del catalán cuando les viene en gana y pueden poner en peligro la supervivencia de la lengua que dicen proteger, pero que unos ciudadanos pidan educar a sus hijos en la lengua que estos nacionalistas utilizan cuando les conviene, eso es fascismo, franquismo, imperialismo, y no es pederastia porque Dios no lo quiere. (…)
La traca final ha sido de lo más levantina. Animado por tan honradas huestes, el anciano Jordi Pujol ha cogido el alfanje. "[Pujol] llama a combatir 'sin miedo' la falta de respeto a Cataluña", según titulaba el diario de la burguesía catalana el 2 de julio. Lo de "sin miedo", entrecomillado por la redacción, pone los pelos de punta. El texto del patriarca es: "Combatir con decisión y confianza, sin miedo, y sin respeto para quien no nos respeta". (…)
Sobre todo desde que Montilla ha decidido que incitamos a la "catalanofobia". No sus socios separatistas, no las juventudes de la "puta España", no Carod y Rubianes, no: el odio a Cataluña lo inducimos nosotros. Muy honesto.” (FÉLIX DE AZÚA: ¡Socorro!. El País, ed. Galicia, Opinión, 10/07/2008, p. 25)
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Manifiesto, pero en defensa de los derechos individuales
“Rafael Reig aprovechaba su comentario diario (en la misma página del mismo diario (nota: se trata de Público) de una carta de los lectores para pedir que se lea lo que el manifiesto dice, no lo que algunos dicen que dice: “Da lástima que, diga uno lo que diga, siempre haya quien escuche lo que le da gana. Es como si atendieran a voces que vienen del interior de su cerebro cavernoso, en lugar de escuchar lo que suena fuera de su cabeza. Afirma usted, en contra, según parece, de Fernando Savater, que ‘a nadie se le puede imponer una lengua’. Oiga, es justamente lo que dice el manifiesto: reclama que a nadie se le imponga una lengua autonómica; y defiende, como usted, el ‘derecho a hablar en la lengua que considere más suya’; y lo defiende, como usted, para ‘todo el mundo’, incluyendo a los que en Cataluña consideren más suyo el español, por ejemplo. (…)
En esa línea, Félix de Azúa recordaba esta semana en las páginas del “Cultural” de “El Mundo” que no se trata de un “manifiesto en defensa del castellano”, sino en “defensa de los derechos individuales que garantiza
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26/2/08
El catalanismo es el franquismo, a la manera del peronismo
“El asunto de la semana han sido las múltiples agresiones contra candidatos a las elecciones, llevados a cabo por grupos de hombres y mujeres fascistas que los medios de persuasión se empeñan en llamar "universitarios". (…)
Las escuadras han ido creciendo gracias a la impunidad con la que han actuado hasta ahora y recuerdan poderosamente a aquellos grupos de Defensa Universitaria que se dedicaban a partirle la cara a los estudiantes más o menos de izquierdas.
Como ellos, los fascistas actuales son de familia acomodada, se amparan en la patria y la bandera, son los perros guardianes de la oligarquía local y gozan de línea directa con las autoridades. Muchos son parientes de los mandos en plaza, caciques regionales que ya no usan correajes sino chequeras. Todos ellos viven del Régimen y se les paga al contado. Sin embargo, a diferencia de los de Defensa Universitaria a cuyos mandos identificaron unos pocos periodistas valientes con riesgo de sus vidas, no verán ustedes una sola identificación de los actuales paramilitares. Es más: actúan a cara descubierta, persuadidos de que no corren el más mínimo peligro mientras su familia controle los parlamentos autonómicos.
Tal es la diferencia entre el franquismo y el peronismo.” (FÉLIX DE AZÚA: El fascismo, o Godzilla en alpargatas. El Periódico, Opinión, 23/2/2008; fuente: Criterio.es, 24-02-08)
16/11/07
Autodeterminación ¡Por Favor! ¡Cuánto antes mejor! A ver si acabamos de una puñetera vez con el raca, raca...
“Sí, es cierto, la ciudad es ahora un verdadero caos, pero no sólo por los trenes de cercanías. En realidad las cercanías hace decenios que fueron abandonadas por
La vieja política de Pujol fue siempre desarrollar todo lo que no fuera Barcelona y reducir la capital, tan híbrida, tan forastera, tan poco nacional, a una ciudad de provincias. Ahora ya es tarde. (…)
El caos ha traído una exacerbación de la angustia; el fracaso, un incremento de la sensación de impotencia. Nunca como antes los grupos de energúmenos se habían sentido tan justificados y protegidos. (…)
La táctica pujolista de echar la culpa de todo a los españoles sigue dando frutos. (…)
La situación se ha estancado en un punto tedioso… ha llegado el momento de hablar abiertamente con la población sobre la independencia… No creo que quede otra salida. De una parte, la población está hastiada del despilfarro gigantesco que se comete con la excusa de la "identidad" en detrimento de la vida real; otros ya no pueden soportar más sermones y broncas por no parecer sobradamente catalanes según el modelo de las elites; por fin hay una minoría que se angustia frente a un discurso agotado y teme caer en el abismo. Por esta razón, un partido conservador, católico y burgués como Convergència, ha optado por la vía adolescente. El partido converge hacia Ibarretxe. Ahora son separatistas, aunque mantengan los eufemismos habituales: confederación, asimetría, autodeterminación, soberanismo. (…)
Sería de desear que se realizara esa consulta bajo un apelativo que justificara su legalidad, con todas las garantías posibles y mediante un periodo de explicación suficientemente largo. Por ejemplo, un año.
Yo creo que una consulta semejante puede llevarse a cabo perfectamente en Cataluña y estoy, además, seguro del resultado. Excepto en un porcentaje que no debe de llegar ni al 20% de la población, no creo que ni siquiera los separatistas votaran por la independencia: les crearía problemas. Pero es cosa de averiguarlo. (…)
Desde la experiencia catalana, el discurso nacionalista está acabado, como muestra el continuo incremento de la abstención, y sólo queda el recurso populista a la independencia o la negociación para mantenerse dentro de la actual Constitución de una vez por todas. Prolongar la situación privilegiada de irresponsabilidad de los políticos catalanes sólo trae consigo un deterioro progresivo e imparable de las condiciones vitales de la población. Sobre todo, la del barcelonés, la región más nutrida por las sucesivas inmigraciones que han construido la actual Cataluña. (FÉLIX DE AZÚA: ¿Ha llegado el momento?; El País, ed. Galicia, Opinión, 12/11/2007, pp. 29)