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2/1/20

La corriente "rojos" del PSC: "si el objetivo es el bilingüismo, lo que se observa es un concienzudo afán de hacer desaparecer la lengua española, la mayoritaria en las clases populares, del espacio público, educativo y social. Algo habría que decir desde la izquierda"

"El XIV Congreso del PSC tendrá lugar del 13 al 15 de diciembre

 (...) hay corrientes internas, como "rojos" que exigirán a sus dirigentes posicionamientos claros frente a temas de rabiosa actualidad.

(...)  HAY QUE REVISAR EL MODELO DE BILINGÜISMO EN CATALUNYA



Para esta corriente socialista, "en la actual situación política, la relación lengua y clase no es precisamente un indicador que se pueda mantener fuera del análisis y menos para cualquier fuerza que se considere de izquierdas. De hecho, el actual modelo educativo está sometido a lo que en definitiva son consignas y dogmas provenientes de una determinada ideología, no precisamente de izquierdas".



De hecho, afirman que "si el objetivo es el bilingüismo, entonces hemos de plantear la necesidad de cuestionar todo, en cuanto que lo que se observa es un concienzudo afán de hacer desaparecer la lengua española, la mayoritaria en las clases populares, del espacio público, educativo y social. Algo habría que decir desde la izquierda. 

Y desde esta óptica, el modelo denominado 'de inmersión' debe ser adaptado a la realidad actual, que recoja la voluntariedad como premisa, y que busque la consecución de seguir con el bilingüismo como objetivo". Así, afirman que con  "nuevos modelos, de inmersión incluida, y voluntaria, se deben tener en cuenta características lingüísticas poblacionales territorializadas".



Porque afirman "solo desde un cambio paulatino pero profundo podremos hacer frente a una situación interna que es caldo de cultivo de fuerzas que utilizan la identidad, en este caso lingüística, para poder plantear cuestiones excluyentes que acaban convirtiéndose en un sistema retroalimentado negativamente y nos conduce a las puertas del abismo de la confrontación civil entre las diferentes identidades existentes en cualquier sociedad plural". (...)"                         (Purificación González, CatalunyaPress, 10/12/19)

13/12/19

La corriente "rojos" recordará a la cúpula del PSC que Catalunya "no" es una nación... "el movimiento nacionalista en Catalunya, se tornó en independentista en 2012 para tapar su corrupción y su propio enriquecimiento personal, a costa de vaciar las arcas públicas"...

"El XIV Congreso del PSC tendrá lugar del 13 al 15 de diciembre en un momento de máxima expectación política. Todos los ojos estarán puestos en sus conclusiones que aparentemente nadan sobre una balsa de aceite. Pero nada más lejos de la realidad porque hay corrientes internas, como "rojos" que exigirán a sus dirigentes posicionamientos claros frente a temas de rabiosa actualidad.

Entre las consignas con las que llegan, quieren recordarle a su primer secretario, Miquel Iceta, que "Catalunya NO es una nación" y que hay que apostar por un modelo territorial estatal, federal y republicano, frente a posturas "plurinacionales".

De esta manera, el Congreso calienta motores con voces dispuestas a hacerse oír con fuerza. Porque siguen siendo muchas las "almas" que cohabitan en el PSC. Y algunas no tienen complejos a la hora de hablar de que SÍ se produce "un adoctrinamiento escolar" en Catalunya y que es necesario una "recentralización de la dependencia política de los Mossos". Además creen que este gobierno tiene que apostar claramente por el "laicismo" en su forma de actuar y que el PSC debe seguir impulsando Barcelona desde "un modelo de gobernanza metropolitano". (...)

EL INDEPENDENTISMO HA ENGAÑADO A LA GENTE

Frente al independentismo, muchas corrientes socialistas catalanas lo tienen claro: "Los movimientos secesionistas de las modernas naciones del siglo XX y XXI, están fundamentados en el egoísmo económico y en el supremacismo social. En la insolidaridad explícita entre las comunidades".

Es decir, para ellos, claramente "los movimientos secesionistas rompen la cohesión social y la convivencia pacífica entre los ciudadanos y los pueblos. Y precisamente por fidelidad a sus principios fundacionales, el Socialismo como ideología es contrario a todo movimiento político que pretenda la división entre los pueblos".

De hecho, hablan de que "el movimiento nacionalista en Catalunya, se tornó en independentista en 2012 para tapar su corrupción y su propio enriquecimiento personal, a costa de vaciar las arcas públicas". De hecho, afirman que "este movimiento secesionista en Catalunya ha conseguido paralizar la vida pública en España, imponiendo su agenda de conflicto social, desde hace 8 años".

Dejando incluso eclipsada "la clásica diferencia programática sobre políticas sociales entre las fuerzas de la derecha e izquierda política", porque "el foco desde entonces está centrado en cómo resolver el conflicto político provocado por la burguesía nacionalista catalana" que en algún momento "tendrá que acabar reconociendo su derrota, después de haber engañado y frustrado a una buena parte de los ciudadanos de Catalunya, con falsas promesas en el camino hacia una insolidaria e inexistente 'Tierra Prometida'".

LA DEFINICIÓN DE NACIÓN INDEPENDENTISTA NO ES LA ACEPTADA INTERNACIONALMENTE

Para esta parte del socialismo catalán "la visión que el nacionalismo tiene de la nación no permite en un mismo espacio la existencia de más de una nación. Y, desde la izquierda, no podemos seguir aceptando entrar en el paraguas de un marco mental nacionalista. Hay que definir bien las palabras y sus significados. Y en un mundo global, el término nación está reconocido cuando contiene 3 elementos jurídicos: territorio; población y soberanía. Si falta alguno de esos 3 elementos, la comunidad internacional no les puede reconocer como naciones”.

De ahí que reivindiquen con insistencia ante la cúpula del PSC que ha coqueteado públicamente con la "plurinacionalidad" que "Catalunya entendida como un territorio con población y soberanía no es una Nación porque no contiene estos 3 elementos jurídicos básicos"; por el que sí se reconocen los 194 países que conforman la ONU. (...)

ANTE EL INDEPENDENTISMO, FEDERALISMO

La receta frente al "independentismo" desde la izquierda, la centra ésta corriente interna del PSC, en la idea de que "no se puede permanecer al margen ni en posiciones tibias ante el gravísimo desafío democrático y político que supone el independentismo catalán. La estructura federal de facto que ya posee el Estado español debe consolidarse".

Porque "los nacionalismos periféricos no pueden seguir dividiendo la sociedad española en sus territorios de influencia y, al mismo tiempo, determinando la vida política de todo el Estado mediante chantajes en las Cortes Generales". (...)" (Purificación González, CatalunyaPress, 10/12/19)

15/5/19

Xavier Rius: Del PSC salen muchos conversos al independentismo: Ernest Maragall, Ferran Mascarell, Joan Ignasi Elena, Toni Comín. ¿Lo hacen por convicciones ideológicas? Yo no les oí a ninguno de ellos una palabra a favor de la independencia mientras tuvieron cargo oficial...

"(...) - Del PSC salen muchos conversos al independentismo: Ernest Maragall, Ferran Mascarell, Joan Ignasi Elena, Toni Comín. ¿Lo hacen por convicciones ideológicas? Yo no les oí a ninguno de ellos una palabra a favor de la independencia mientras tuvieron cargo oficial. Usted escribe que “unos pocos piensan más en sus salidas profesionales o personales”.

Sí, yo creo que hay diferentes evoluciones personales. Y en algunos casos, no voy a concretar nombres, tiene que ver la búsqueda de salidas personales, de búsqueda de protagonismo en un determinado partido o de falta de protagonismo por parte de aquellas fuerzas en las que estaban. Los tres primeros hacen un recorrido parecido, unos con más celeridad y otros con menos. El cuarto hace un recorrido aún más prolijo, de Ciutadans pel Canvi, después al PSC, luego a ERC y ahora a Junts per Catalunya, heredera de la antigua Convergència.

- ¿El PSC padeció miedo escénico? Decidieron abstenerse en todo lo que era derecho a decidir.

Para un partido socialista que en su día defendió el derecho de autodeterminación resultaba difícil argumentar el rechazo al referéndum. Es que realmente es complicado convencer a la gente de que no siempre un referéndum es la mejor fórmula para resolver un conflicto político. A ello hay que unir que entre sus cuadros intermedios había sensibilidades de todo tipo. Realmente fue uno de los partidos que más sufrió internamente el desgarro del debate independentista (...)

- Incluso ICV se mantuvo en el bloque independentista hasta la consulta del 9-N.

Por el mismo motivo. Es difícil para cualquier partido, pero aún más para uno de izquierdas, combatir la idea de un referéndum.

- No sabía que habían manipulado la votación en la que Oriol Pujol fue elegido secretario general de CDC.

Era una época en la que en Convergència estaban acostumbrados a dirigir el debate interno desde arriba, con mano firme y segura. Ahora sería imposible algo así.

- ¿Cree que el famoso empate de la CUP también fue manipulado? Aquellos 1.515 votos en la asamblea de Sabadell cuestan de creer.

No tengo fuentes que me hayan corroborado eso, pero realmente es bastante increíble. (...)"

(Entrevista a Lala García, director adjunto de La Vanguardia, Xavier Rius, director de e-notícies, 09/05/19)

4/12/18

Militantes del PSC piden que se evite un futuro ‘tripartito’ para tapar la fuga hacia Ciudadanos También reclaman que se lancen a recuperar el cinturón rojo a través de acuerdos "programáticos" con otras nuevas formaciones de izquierdas. “El socialismo es absolutamente incompatible con el nacionalismo"; reflexionan...

"(...) Un grupo de militantes del PSC, llamados los Roj@s, pide a la formación que dirige Miquel Iceta que no reedite un nuevo tripartito en la Generalitat y se lance a recuperar el cinturón rojo a través de acuerdos “programáticos” con otras nuevas formaciones de izquierdas. 

El grupo Roj@s está formado por un centenar de militantes que el viernes pasado organizaron una conferencia para analizar la actualidad política. Aunque consideran que la situación ha mejorado tras la moción de censura y la llegada de Sánchez a Moncloa, también advierten de que un futuro ‘tripartito’ (con la suma de En Comú Podem, PSC y ERC) podría hacer que la formación se desangrase de nuevo electoralmente, ya que “sigue beneficiando la fuga” hacia Ciudadanos

Por ello, le animan a que recupere la iniciativa para que los votos perdidos del cinturón rojo vuelvan a la formación socialista. 

 Por ello, Roj@s pide una estrategia clara contra “las derechas”, tanto la que representan PP y Ciudadanos como la de los nacionalistas catalanes. “El socialismo es absolutamente incompatible con el nacionalismo. Los socialistas nacimos reclamando la unión de la clase obrera, cuyo enemigo es el capital monopolista. 

El nacionalismo busca atomizar sociedades, dividirlas”, explica Xavier Marín, uno de los miembros de esta corriente del ala izquierda del PSC. Para este veterano socialista, es un “oxímoron” decir que “crees en la solidaridad internacional, pero al mismo tiempo no querer compartir nada con los murcianos”, ejemplifica. 

Esta corriente tiene su propio diagnóstico sobre por qué el PSC ha ido perdiendo votos de manera gradual y fundamentan sus conclusiones políticas en la propia experiencia. “En 2003, cuando firmamos el tripartito, pensábamos que iba a haber grandes transformaciones sociales tras desalojar a Pujol de la Generalitat”, recuerda. 

Sin embargo, quince años después el balance es muy distinto. Consideran que fue ERC el que capitalizó el Gobierno para su propio proyecto: “En 2003, solo había un 14% de independentistas en Catalunya y en 2010 el índice había aumentado a 43%”, una subida que achaca a las dos legislaturas de pactos de gobierno a tres. 

La deriva del PSC en los últimos años ha pasado por todas las fases y se ha caracterizado por una continua tensión entre el ala más soberanista y la autonomista. La primera acabó manchándose del PSC tras varios episodios de enfrentamiento con el PSOE. Sin embargo, Marín cree que ese coqueteo con el derecho a decidir, que se produjo antes de la llegada de Miquel Iceta a la secretaría general, les ha pasado factura electoral. 

Por eso, apuestan porque el PSC recupere la iniciativa y se lance a la conquista del cinturón rojo ante el avance de Ciudadanos, sellando “pactos programáticos” con otras fuerzas de izquierdas no nacionalistas como Asamblea Social de la Izquierda de Cataluña (ASEC/ASIC), Recortes Cero o  Izquierda en Positivo.  

Marín recuerda que Ciudadanos tenía 3 escaños en el año de la firma del primer tripartito y ahora basan la mayor parte de su discurso en la batalla contra el nacionalismo. Según su diagnóstico, durante los últimos años al PSC “le han salido dos hijos ilegítimos” a izquierda y derecha: Podemos, fruto de las malas políticas económicas del Gobierno de Zapatero, y Ciudadanos, que ha crecido a costa de fagocitar el voto contra el independentismo en Catalunya.

Si el adversario electoral son las derechas, en un contexto de polarización (nacionalismo catalán-constitucionalismo), los Rojos creen que ahora lo prioritario es hablar de las necesidades sociales de Catalunya y, por tanto, distanciarse de manera clara de cualquier fuerza independentista. 

Marín, que también es miembro de Societat Civil Catalana, aboga por posicionarse sin complejos en el bloque constitucionalista con PP y Ciudadanos de manera coyuntural, al igual que la CUP y PDeCat integran la Asamblea Nacional Catalana siendo fuerzas opuestas.

 “No puedes decir que vas a hacer reformas en la Constitución sin hablar con el PP. Tienes que hacerlo te guste o no porque como político es tu obligación”, explica. Aboga por arrastrar a los ‘populares’ a una solución federalista. Si se prometen cambios, hay que ser capaces de conseguirlos en el Congreso para recuperar la credibilidad. Para él las negociaciones son un ejercicio de “coherencia con el discurso oficial”.                   (Sara Montero, Cuarto Poder, 20/11/18)

17/11/17

En España continuará la lenta, consciente e imparable subida de las aguas antinacionalistas entre los militantes y votantes de izquierda

"Cuando Josep Borrell se dirigió a la multitud que le escuchaba el 8 de octubre pasado y dijo aquello de que “l as fronteras son las cicatrices que la Historia ha dejado grabadas a sangre y fuego […] no levantemos más ” no hacía más que recuperar un discurso que la izquierda española abandonó en la propia transición y que desde entonces ha permanecido siempre silenciado. 

Menos se recuerda que el ex ministro socialista, ex presidente del Parlamento Europeo y breve líder del socialismo español, dijo también en aquella misma tribuna que “todos tenemos culpa por haber callado demasiado”. Tal cual. Y se le entendió muy bien.

Como se le entendió fenomenal a Francisco Frutos cuando se presentó como un “botifler, un traidor a las mentiras que os inventáis todos los días” “un botifler contra el racismo que estáis creando”. 

Muchos izquierdistas españoles le agradecieron de corazón esas palabras, especialmente Justiniano Martínez Medin, ex secretario general del Partido Comunista, ex parlamentario catalán, ex guerrillero, que agradeció a su camarada Paco que recordase que “las instituciones catalanas democráticas no fueron producto de apaño”

Joan Coscubiela ya había protestado semanas antes en el Parlament, en el día aciago de la aprobación tramposa de las leyes de ruptura, manifestando que para él “Los derechos de los demás son mis derechos”, en una expresión muy propia del liberalismo político del que siempre bebió la izquierda no integrista.  (...)

Volviendo a Borrell y su reconocimiento de culpa, es obvio que la izquierda cayó en los 70s y 80s en la trampa nacionalista de confundir con progresía todo lo que sonase a antifranquismo y bajo los efectos de esa adormidera política ha pasado hasta hoy, en que el independentismo, destapado y desaforado, ha comprobado que entre sus muchas torpezas ha estado la de despertar el sentimiento unitario de la izquierda en España, que creía no anestesiado sino muerto.

Abandonado por la izquierda cabal, que poco a poco se espabila del sopor antiespañol y que empieza ya a decir España, en lugar de “el Estado”, al independentismo se le cuartea el barniz de progresía que injustamente mantuvo durante décadas y solo le queda ya a la vista su supremacismo. Es por eso que, para desesperación del expresident huido, nadie con mando en plaza le escucha y solo encuentra en Europa el apoyo de la extrema derecha racista y xenófoba, justamente los amigos con los que no querría ser visto.  (...)

La jugada del líder catalán es audaz para Cataluña, pero en el resto de España continuará la lenta, consciente e imparable subida de las aguas antinacionalistas entre los militantes y votantes de la izquierda española, entre los que los que pocos habrán dado ya el paso de sacar a su balcón la bandera constitucional que compraron para el mundial, pero que a casi ninguno habrá causado rechazo, si acaso algo de pudor, y eso de momento."               (Carlos Gorostiza  , Vox Populi, 15/11/17)

24/10/17

Comunicado de Roj@s, ala izquierda del PSC: respaldaremos las medidas necesarias para el restablecimiento de la legalidad constitucional...

"(...) Para los Socialistas de todo el mundo, luchar por la unidad de la clase, y por la cohesión social, es una parte fundamental de nuestros principios y valores ideológicos.

El secesionismo, como ideología burguesa egoísta e insolidaria, ha sido desde siempre un enemigo objetivo de la clase trabajadora, en tanto que fragmentador de nuestra unidad.

Su objetivo principal es el control económico de las zonas más ricas de un país, para eludir la cooperación y solidaridad interterritorial con las zonas geográficas más desfavorecidas, y poder lograr así cierta equilibrio territorial y cohesión social, por medio de la redistribución económica, que defendemos desde el Estado Social y Democrático de Derecho.

Los reiterados intentos de secesión en Euzkadi y Cataluña, a lo largo de la Historia, han sido siempre impulsados y liderados por los representantes de la burguesía, aliados con las clases medias acomodadas, cuyos valores se reflejan en el liberalismo económico y el Darwinismo social; en definitiva la selección natural de la especie, la ley de la selva, o el “campi qui pugui”

En las actuales circunstancias políticas, la deriva independentista del Govern de la Generalitat de Catalunya, nos quiere llevar a la ruptura con el Estado Social y Democrático de Derecho, que basa su ordenamiento jurídico en la preeminencia de las leyes, y en su pirámide jerárquica, la Constitución y L’Estatut. Normas que están vulnerando reiteradamente, promulgando leyes autonómicas que las contravienen y que quedan invalidadas inmediatamente por el Tribunal Constitucional.

Desde Roj@s queremos posicionarnos rotundamente en contra de estos intentos de secesión, y manifestar abiertamente nuestro apoyo para que el Govern vuelva a la legalidad y abandone sus intentos de proclamar una DUI (Declaración Unilateral de Independencia).

Con la misma rotundidad denunciamos al Gobierno del PP, que desde siempre ha aprovechado las tensiones territoriales de forma vergonzosa e irresponsable para explotarlas en su propio beneficio electoral; llevando las legítimas reivindicaciones de mayor autogobierno y mejor financiación que se hacen desde Cataluña, a un callejón sin salida, que ha polarizado la situación y ha generado el actual conflicto social.

Ante esta explosiva situación de conflicto, abogamos, sí, por el diálogo, la negociación y el pacto; pero si finalmente no fuera posible, respaldaremos las medidas necesarias para el restablecimiento de la legalidad constitucional, sin la cual, la vida en comunidad devendría en pura anarquía."

(Comunicado de Roj@s , corriente de los socialistas catalanes que se define como “el ala izquierda del PSC”)

25/11/16

Los dirigentes del PSC llevan el socialismo en la biografía y el nacionalismo en los genes

"(...) Desde que se formó el mal avenido matrimonio de valores tan reñidos, socialismo y nacionalismo, en aquel verano fundacional de 1978, la asimetría de la colaboración política y orgánica ha reverdecido planteamientos formulados en su día por históricos dirigentes como Alfonso Guerra, el expresidente del Congreso José Bono y otros respecto a la refundación de un PSOE catalán de estricta obediencia a la dirección y la línea política emanadas de los congresos federales.

Volvió a estar suelto el fantasma de la ruptura en vísperas de la reunión Fernández-Iceta de hoy. Nada nuevo desde que en el sentir del viejo PSOE se instaló la incómoda verdad de que los dirigentes del PSC llevan el socialismo en la biografía y el nacionalismo en los genes.

 “Hace tiempo que el PSC dejó de ser socialista”, decía en 2012 el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra. Era su forma de describir el carácter esquizoide del socialismo catalán, antes de sugerir la refundación de un partido político en Cataluña “socialista” y “español”, que no tenga la menor duda a la hora de pronunciarse sobre el dogma civil de la soberanía nacional y el derecho a decidir sobre su eventual fraccionamiento. (...)"               (Antonio Casado, El Confidencial, 14/11/16)


25/10/16

El PSC de Iceta es el PSC de siempre, pero peor. Iceta está acomplejado, debe demostrar que es un buen catalán

"El PSC siempre ha sido un partido bastante raro, ya desde su nacimiento en plena Transición política. Allí se juntaron dos sectores sociales y culturales de procedencia muy distinta.

Por un lado, un sector obrero, pero obrero obrero, de aquellos obreros que ahora ya no existen: pelo negro, tez morena, manos callosas, nacidos en familias campesinas de la España del centro y del sur, emigrados a Cataluña en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, que vivían hacinados en ciudades cercanas a Barcelona o Tarragona que, en estos mismos años, habían visto multiplicar, como mínimo, su población por diez. 

Era la Barcelona metropolitana, políticamente denominada entonces como “el cinturón rojo”. Esta fue una componente del PSC, exactamente la que aportaba los votos.

El PSC siempre ha sido un partido bastante raro, ya desde su nacimiento en plena Transición política. Allí se juntaron dos sectores sociales y culturales de procedencia muy distinta.

Por un lado, un sector obrero, pero obrero obrero, de aquellos obreros que ahora ya no existen: pelo negro, tez morena, manos callosas, nacidos en familias campesinas de la España del centro y del sur, emigrados a Cataluña en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, que vivían hacinados en ciudades cercanas a Barcelona o Tarragona que, en estos mismos años, habían visto multiplicar, como mínimo, su población por diez. 

Era la Barcelona metropolitana, políticamente denominada entonces como “el cinturón rojo”. Esta fue una componente del PSC, exactamente la que aportaba los votos.

 El nacionalismo ha dictado desde hace años que el enemigo a batir es el PP; pues a combatir al PP. 

El PSC de Iceta es el PSC de siempre, pero peor. Iceta está acomplejado, debe demostrar que no es el que piensan, sino un fiel servidor de la tribu, debe cumplir las exigencias de quienes mandan y demostrar que el PSOE es España."                 (Francesc de Carreras, El País, 18/10/16)

5/6/15

El PSC se convierte, poco a poco... en el PSOE. Pues haber empezado por ahí...

"(...) el Partit dels Socialistes de Catalunya posee cada vez más la fisonomía, el perfil de Federación Catalana del PSOE. Quizá no en el discurso oficial, ni en la actitud de una parte de sus dirigentes, pero sí en la sociología de los votantes que le quedan y en la geografía de sus reductos institucionales, que es lo que termina prevaleciendo.

Aquello que, durante una treintena de años, hizo del PSC un partido distinto del PSOE no eran tanto los textos estatutarios, ni el voto diferenciado de sus respectivos diputados en el Congreso —que no se produjo nunca—, ni el espíritu rebelde y respondón de sus líderes, sino la capacidad del PSC para conciliar en una síntesis bastante estable a dirigentes, cuadros, militantes y electores de culturas políticas distintas: la cultura clásica del PSOE jacobino que se embelesaba con Felipe y, en su momento, adoró a figuras como Pepe Borrell o Carmen Chacón; y la cultura profundamente catalanista de quienes, sobre todo en las demarcaciones de Girona y Lleida, añoraban a Josep Pallach, creían en un federalismo plurinacional y consideraban al PSC una apuesta pragmática gracias a la cual se podía gobernar no sólo en L’Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià, Sabadell o Barcelona, sino también en Girona, Banyoles, Igualada, Manresa o la Seu d’Urgell.

Dicha síntesis, la que amalgamaba a Celestino Corbacho con Joaquim Nadal, a Manuela de Madre con Antoni Dalmau, a Jesús María Canga con Joan Solana, se ha deshilachado por completo, y los resultados del 24 de mayo lo certifican de modo implacable. En aquellos lugares donde domina la cultura PSOE (L’Hospitalet, Tarragona, Santa Coloma, Cornellà, Sant Boi, Viladecans, Rubí, Sant Adrià, etcétera) el PSC aguanta —generalmente a la baja— de modo parecido al conjunto del socialismo español.

Por el contrario, allí donde el PSC destacó —y a menudo poseyó la alcaldía— gracias a un perfil marcadamente catalanista, el hundimiento es espectacular. Si lo cuantificamos poniendo tras el nombre del municipio las cifras de concejales socialistas obtenidos en 2007, 2011 y 2015, los guarismos son los siguientes: Lleida, 15-15-8; Reus, 10-8-4; Girona, 10-7-4; Igualada, 10-5-3; Vic, 4-2-1; Berga, 6-4-1; Vilafranca del Penedès, 8-6-4; Sitges, 10-7-3; Vilanova i la Geltrú, 10-8-5; Manresa, 8-4-3; Olot, 9-6-3.  (...)

De manera que sí, con 530.909 votos (el 17,06 % de los emitidos) y 1.278 concejales, el Partit dels Socialistes sigue siendo la segunda opción más votada en Cataluña, y la tercera en número de ediles electos. Y, desde luego, el voto de un elector de Singuerlín, en Santa Coloma, tiene el mismo valor que el de uno del centro de Girona. Pero el PSC ya no es, como quince años atrás, el partido más parecido a la Cataluña real. Uno y otra han cambiado mucho."                  (   , El País 5 JUN 2015)

28/5/15

Ante los exiguos resultados electorales obtenidos ayer, nos vemos en la obligación de plantear al PSC el abandono de su incomprensible seguidismo respecto de las tesis del nacionalismo identitario

"(...) Muchos de los miembros de nuestra asociación, Ágora Socialista, hunden sus raíces en las de la propia creación del PSC pues sus fundadores formaron parte de la Federación Socialista de Cataluña FSC (PSOE) y por ende de los máximos representantes del PSOE y de la UGT en Cataluña. 

Actualmente, los que conformamos la dirección de esta organización, dentro de nuestras posibilidades y con un entorno hostil a nuestro desarrollo como representantes del socialismo no identitario, seguimos defendiendo la unidad del socialismo catalán con los del resto de España, aún a sabiendas de tener que aceptar algunos postulados contrarios a nuestros planteamientos, recibiendo en numerosas ocasiones el calificativo de “españolistas” por el hecho de sentirnos identificados tanto con las tesis del PSOE como las que inicialmente llevaba el PSC en su génesis. 

Es por este motivo que nos sentimos legitimados para reclamar de la dirección del PSOE, a la vista de los resultados electorales y de la regresión representativa de nuestro partido ante su electorado natural, la máxima implicación posible junto con el PSC para dar salida a esta deriva ideológica en la que nos sentimos inmersos en Cataluña, proponiendo un cambio de rumbo en la dirección del PSC diferenciado del actual que identifique de nuevo a nuestro electorado potencial no identitario con el mensaje propuesto desde el PSOE y alejado como es evidente de la línea confusa que proyectamos en la actualidad. (...)

Es por todo ello que nos vemos en la obligación de plantear al PSC y al conjunto del PSOE la necesidad de:

1 – Recuperar la defensa real de un proyecto socialista e inequívocamente vinculado al de los socialistas del resto de España.

2 – El abandono por parte del PSC de su incomprensible seguidismo respecto de las tesis del nacionalismo identitario implementado en Cataluña con la complicidad y el entreguismo de la anteriormente mayoritaria izquierda catalana.

3- La más absoluta convicción de lo errónea que resulta la estrategia de remitirnos a un indefinido estado federal no solamente porque será rechazado por las demás fuerzas políticas sino porque tampoco darían satisfacción a los nacionalistas, ya que su fin último es la destrucción de España como país y como Estado.

Lamentablemente, creemos que la ignorancia de estas realidades por parte de la dirección federal y la del PSC, de cuanto aquí exponemos y proponemos, podría significar el fracaso final de la unidad de los socialistas catalanes y hacer inevitable la recuperación y puesta en marcha de la histórica Federación Socialista Catalana (PSOE). (...)

Por la vigencia del Estado de Derecho en Cataluña. Por un PSC libre de hipotecas identitarias.

Comunicado de ÁGORA SOCIALISTA"                       (Somatemps, 27/05/2015)

15/2/15

Susana Díaz: Quien plantee una reforma de la Constitución para que unos ciudadanos tengan más que otros, me va a encontrar enfrente

"La presidenta de la Junta de Andalucía y líder del PSOE en esa Comunidad, Susana Díaz, ha rechazado el denominado "derecho a decidir", ha hecho un llamamiento a la unidad de España, y ha advertido de que no aceptará una reforma constitucional para satisfacer al nacionalismo catalán o para otorgar derechos diferentes a unos españoles.

"Si entendemos que la reforma de la Constitución tiene que ser para encajar un solo territorio [en referencia a Cataluña], entonces no estaremos entendiendo que lo que necesita España es vertebrarla para 20 años. 

En la que todos tenemos que estar cómodos. Quien plantee en estos momentos una reforma de la Constitución para que unos ciudadanos tengan más que otros, me va a encontrar enfrente", ha señalado durante una entrevista en Tele 5.

"El ser diferente no quiere decir que se sea desigual", ha subrayado en relación a una posible reforma constitucional. Y ha añadido: "Yo reconozco una lengua distinta en Cataluña, y que eso es riqueza para España. Y reconozco una estructura territorial distinta -sus comarcas-. He puesto ejemplos: ellos quieren los Mossos d'Esquadra, yo quiero la Guardia Civil en mis pueblos. Es decir, esas cosas son distintas, pero no nos hacen desiguales".

"Lo que no voy a permitir nunca es que haya elementos de ninguna índole que provoquen que un ciudadano en La Coruña, en Zaragoza, en Sevilla o en Barcelona tenga circunstancias distintas, financiación diferente, derechos distintos o libertades distintas", ha destacado.

Díaz ha indicado que ella "nunca" ha sido "ambigua" en estas cuestiones. "Siempre he defendido la unidad de España, siempre he defendido la soberanía nacional, no estoy a favor del derecho a decidir, no lo he estado nunca, no me habrá escuchado ni una sola vez dudar porque sé en qué equipo juego. Y en esta batalla juego en el equipo que defiende la unidad de mi país. Y creo que eso es lo que tenemos que hacer los socialistas", ha añadido.

La presidenta de la Junta de Andalucía ha señalado que "defender" su Comunidad es su "responsabilidad", pero eso no quiere decir que sea nacionalista porque "los socialistas no somos nacionalistas". "Y estoy convencida de que los compañeros del PSC defenderán a Cataluña, pero dentro de España", ha considerado.

La dirigente socialista ha asegurado que "el derecho a decidir es una trampa, y eso habría que haberlo desmontado hace mucho tiempo". "Era la trampa de decidir dividir España, dividir la soberanía nacional. Y eso habría que haberlo desmontado entre todos", ha reiterado.

"En este país ha faltado liderazgo. Y se lo he dicho al presidente del Gobierno, en público y en privado. [Ha faltado] coger el toro por los cuernos, ponerse al frente y decirle a los catalanes que este proyecto que es España tiene presente y tiene futuro, y que tenemos que estar todos juntos. Eso es lo que creo que ha faltado. Estamos en un momento muy difícil en España y no tenemos a los dirigentes políticos que merecen los españoles", ha explicado.

Díaz ha confesado que eso "también se lo he dicho a mis compañeros [del PSC] en público y en privado".

"No soy ambigua en casi nada, pero en esto especialmente todo el mundo sabe que defiendo mi país y la unidad de España porque creo en ella, y porque creo en el futuro de mi país", ha concluido. Previamente también le había reprochado a Podemos que "no me garantiza la unidad de España".             (Crónica Global, 28/01/2015)

23/9/14

L’Hospitalet, Cornellà, Badalona y Castelldefels no cederán locales municipales ni policías locales mientras la consulta no sea legal

"Varios alcaldes del PSC de las pri ncipales ciudades del área metropolitana de Barcelona han negado a la Generalitat su apoyo para la consulta del 9-N. Los ediles anuncian que no prestarán los medios materiales y personales que les solicitó la vicepresidenta, Joana Ortega, ni cederán el padrón para usarlo como censo electoral.

Núria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet (la segunda ciudad catalana en número de habitantes) respondió por escrito que la petición de la Generalitat le provocaba “desconcierto, perplejidad y preocupación”. 

 También recordó que su preocupación máxima de colaboración institucional no radica en la consulta, sino en hacer un frente común contra las leyes del Gobierno del PP que laminan las haciendas locales o en fijar un calendario para que el Gobierno catalán pague lo que debe a los Ayuntamientos.

Antonio Balmón, alcalde de Cornellà y secretario de acción institucional del PSC, también respondió que no cederá locales municipales ni policías locales mientras la consulta no sea legal y acordada. Mientras tanto, pidió a Ortega que, como el referéndum no va a celebrarse, destine a finalidades sociales la partida destinada al 9-N.

También los alcaldes del PP, como Xavier Garcia Albiol, de Badalona (tercera ciudad catalana en habitantes), o el de Castelldefels han negado cualquier colaboración a Ortega."             ( / , El País, Barcelona21 SEP 2014)

16/6/14

Se busca a alguien que quiera hacerse cargo de un partido político con 20.000 afiliados y 358.539 votos... socialista o catalán, nin se sabe

"Partido político con 20.000 afiliados, que sacó 358.539 votos en las europeas (y 1.672.777 en 2008, el mejor resultado de su historia) y dispone de 20 diputados en el Parlamento, 17 federaciones extendidas por toda Cataluña, con una situación económica difícil, pero convencional. 

Responde al nombre de Partido de los Socialistas de Cataluña y acredita 36 años de historia, siete de ellos al frente del Gobierno de Cataluña. En estos momentos busca alguien que quiera hacerse cargo de él. (...)

El PSC no ha podido resistir el fin de la ambigüedad. Quizá porque, para empezar, no ha sabido reconocer que el tiempo de la ambigüedad ha acabado en Cataluña. Los socialistas catalanes siempre fueron un partido ambiguo: baste para explicarlo su famoso oxímoron federalismo asimétrico. 

Es decir, que se adaptaron plácidamente al mainstream diseñado por Convergència i Unió, epítome de la ambigüedad, que aquí se llamaba, ¡en tus tiempos!, la puta i la ramoneta. Durante muchos años eso les reportó una posición secundaria en Cataluña, pero con algunas ventajas no desdeñables: alcaldías y diputaciones importantes. 

Y la garantía de ser el vencedor en las elecciones generales, que le supuso ser un factor clave en las sucesivas hegemonías del socialismo español. Sin embargo, cuando a partir del 11 de septiembre de 2012 Mas dio por acabada la era de la ambigüedad, el partido socialista no supo darse por enterado. 

A la clara y terminante reivindicación nacionalista que pretende convertir a Cataluña en un sujeto político soberano, y por lo tanto facultado para decidir entre su permanencia en España o su independencia de España; el pobre, triste, patético Partido Socialista sólo dijo en voz muy bajita: «…mientras sea legal…».  (...)

En Cataluña la ambigüedad se ha terminado, y alguien va a perder y alguien va a ganar el próximo 9 de noviembre y cualquier otro 9 de noviembre, más o menos plebiscitario, que pueda plantearse. Las opciones en juego no se organizan en torno al Estado autonómico, la independencia y el derecho a decidir, sino entre las dos primeras.

Es evidente que la independencia es un proceso y que éste comienza, precisamente, con el ejercicio del derecho a decidir, o sea, con la liquidación del derecho a decidir de una gran parte de los ciudadanos de un Estado sobre lo que deba ser el futuro de ese Estado. 

La ejecución del derecho a decidir es el primer acto de la independencia, y así lo entienden, más o menos directamente, toda las constituciones del mundo; salvo las de Canadá, Gran Bretaña y Etiopía. 

Con su absurdo e ilógico alojamiento en el derecho a decidir y su simultáneo rechazo de la independencia, el PSC ha perdido las dos únicas oportunidades políticas que tenía: convertirse en l’esquerra nacional o convertirse en la izquierda nacional.

Es muy probable, querido amigo, que en nuestro mundo ya no se sepa muy bien qué es y qué significa la izquierda. Pero pretender que sobreviva un partido que ni sabe lo que es la izquierda ni sabe lo que es lo nacional me parece un virtuosismo por completo al margen del alcance humano."                   (ARCADI ESPADA, EL MUNDO – 14/06/14, en Fundación para la Libertad)


"(...) El PSC se ha suicidado. 

Lo peor es que deja huérfanos a miles de catalanes y catalanas que a pesar de todo siguen siendo progresistas, de izquierdas, catalanistas y federalistas. Excepto las ratas que se irán corriendo a los partidos soberanistas para sentirse queridos por esa "mayoría" que copa los medios de comunicación del régimen, el resto va a empezar su travesía del desierto.

 De momento, no hay nuevo líder. No hay nuevas ideas. No hay nuevo programa. Pero los electores socialistas seguirán ahí a la espera.

El espacio socialista catalán no se ha suicidado y la gran mayoría no se llama ni Albert Batlle, ni Ferrán Mascarell, ni Toni Comín, ni Ernest Maragall, ni Jordi Martí, ni Montserrat Tura... La gran mayoría seguirá fiel a su espacio aunque ahora reine la tundra."               (Toni Bolaño. Crónica Global, Domingo, 15 de junio de 2014)


"(...)  Creo que, en el actual contexto, el PSC afronta un dilema trágico, una situación de la cual no puede salir indemne. 

¿En qué sentido? No digo nada nuevo si afirmo que el PSC es la conjunción de dos tradiciones políticas, pero también sociales, distintas: por un lado, las oleadas migratorias provenientes de otros lugares de España, de clase trabajadora y que consideran, mayoritariamente y de buena fe, que su lugar de origen no es un país distinto al que han ido a parar; y, por otro lado, una clase social media catalana, catalanista, culta y progresista. El PSC no solo consiguió, durante décadas, armonizar estas dos tradiciones, sino que, de alguna manera, se fundó sobre la posibilidad de armonizar estas dos tradiciones.


Sin embargo, ahora el PSC ha pasado a ser una fuerza menor. ¿Por qué ha ocurrido esto? El PSC consiguió ser un partido mayoritario durante décadas porque las circunstancias no le obligaban a elegir entre sus dos tradiciones. Pero esto ha cambiado desde hace dos años.

Ya no es posible armonizar esas dos tradiciones en el seno del PSC porque ahora lo que domina la escena política catalana no es, como a veces se dice, el “derecho a decidir”, sino la “obligación de decidir”.

El independentismo ha conseguido marcar la agenda política de tal manera que ya no es posible no decidir, ya no es posible no tomar partido entre España y Cataluña, no hay tertium datur. 
Esta situación, traducida a la idiosincracia propia del PSC, significa que están obligados a decidir entre una de las dos tradiciones que lo componen. La percepción general es que el PSC ha elegido la tradición españolista, ha elegido la lealtad al alma más jacobina del PSOE en detrimento de la más catalanista. 
 Yo creo que no es una percepción del todo equivocada, pero sí exagerada.
 De todas formas, lo que, en mi opinión, no consiguen ver con toda claridad los partidarios de la tradición catalanista es que, en el actual contexto, el PSC afronta un dilema trágico: si opta por el ala catalanista, pierde apoyos en el lado españolista; si opta por esta, pierde apoyos en el ala catalanista.

Buena parte de los votos que acumula Ciutadans se deben, creo, a lo molestos que están algunos exvotantes del PSC por el coqueteo socialista con el nacionalismo tradicional. Sería inteligente que el ala catalanista —los llamados críticos— también se diera cuenta de este punto, quizás esto le permitiría tener una representación ecuánime de la situación actual. (...)

¿Puede salir de esta encrucijada el PSC? En mi opinión, mientras sea “obligatorio decidir”, no. Si llega el día —y esperemos que llegue, para nuestra salud mental y para nuestros castigados oídos— en que no sea obligatorio decidir, entonces el PSC quizá consiga reconciliar de nuevo las dos tradiciones que lo constituyen. (...)"            ( , El País, 14 JUN 2014)

12/6/14

El PSC... en proceso terminal

"La prensa de papel coincide en advertir la gravedad de la dimisión irrevocable del primer secretario del PSC, Pere Navarro. Incluso en los periódicos de Madrid la situación del socialismo catalán no pasa inadvertida  (...)

El momento socialista es terminal. El proceso soberanista, la presión de ERC, la revuelta de las agrupaciones del interior, la falta de apoyo del cinturón rojo, el desgobierno socialista central y los resultados de las últimas elecciones europeas han barrido el último foco de resistencia del socialismo catalán a embarcarse en el crucero a Ítaca de Mas, Junqueras y Forcadell.

 "Navarro se va, la crisis se queda", titula el Avui; "Sin dirección", se lee en la primera de Ara. En El Periódico afirman que "Navarro se borra", con una fotografía del púlpito socialista de la calle Nicaragua de Barcelona vacío tras el velatorio. En La Vanguardia la cosa es que "Navarro tira la toalla y deja al PSC sumido en la división".

El boquete es enorme. El PSOE pierde el referente catalán y el PSC queda fagocitado por la fuerza de absorción del proceso soberanista, otro punto para Junqueras. Sobre la espalda de Navarro eran visibles las puñaladas desde hace meses y el linchamiento mediático no ayudaba precisamente a la causa de un PSC independiente y renovado tras el tripartito.

En La Vanguardia es Iñaki Ellakuría quien traza el perfil del personaje y las aristas del tránsito:

"Acostumbrado a la política municipal, en una alcaldía de Tarrasa en la que se sentía cómodo y fuerte, Pere Navarro asumió en diciembre de 2011 la dirección del PSC sin hacer ruido, de forma accidental, casi por obligación y lealtad a un partido que, entonces, ya empezaba a otear su negro porvenir tras el deprimente epílogo de la etapa Montilla. (...) 
El ocaso político de Navarro y su pérdida de apoyo territorial no se entiende sin el proceso soberanista. Su oposición a la consulta, apostando por una vía federal que tras arduas negociaciones asumió el PSOE, ahondó su divorcio con los críticos, quienes en dos ocasiones decidieron romper la disciplina de voto en el Parlamento [autonómico] y que han llevado a cabo una dura campaña de oposición. 
La debacle de las europeas hizo sonar todas las alarmas y precipitó los acontecimientos. Navarro intentó consensuar la renovación del partido, un clavo ardiendo donde agarrarse, pero sólo halló críticas a su gestión".

En La Razón Toni Bolaño afirma que "el PSC está hundido. Las elecciones europeas lo dejaron en apenas 350.000 votos cuando había llegado a conseguir en unas generales 1.600.000. La división interna y las tensiones soberanistas lo tenían abierto en canal. Algunas situaciones habían sido además mal gestionadas porque 'Navarro cada vez se encerraba más en sí mismo y sólo se fiaba de unos pocos". 

La suma de dimisiones, renuncias y pasos en falso del socialismo en general plantea de entrada escenarios poco o nada esperanzadores, dice el editorial de La Vanguardia:

"El futuro, hoy por hoy, no es nada halagüeño para el PSC, como tampoco lo es para el PSOE tras la renuncia de Rubalcaba a seguir dirigiéndolo, tal como se ha visto con el rechazo de Susana Díaz a liderar el partido. 
Son interrogantes trascendentales que penden sobre una situación preocupante por el descenso de los partidos centrales y la emergencia de los extremos ante la falta de soluciones eficaces a la crisis económica y política. La dimisión de Navarro cae en un terreno abonado para la incertidumbre. 
La importancia del PSC en Cataluña y del PSOE en España obliga a sus líderes actuales y futuros a una reflexión en profundidad y a demostrar coraje para tomar las decisiones pertinentes. 
En momentos como estos hay que tener la inteligencia y la valentía de afrontar cambios en el partido y propiciar que la sociedad vuelva a confiar en unas organizaciones que han sido fundamentales para el país en los últimos 39 años".

Rubalcaba ha rendido el último servicio al Sistema y está a punto de entrar en los altares de la altura de miras y el sentido de Estado. Sin embargo, la que ha liado en el PSOE aboca al PP a enfrentarse a los expedientes del tipo catalán en solitario.  (...)"           (Pablo Planas, Crónica Global, Jueves, 12 de junio de 2014)

1/6/14

El PSC entra en barrena y solo sobrevive en el área metropolitana de Barcelona

"(...) El análisis que tenía pensado hacer el PSC era que, pese a la contundente derrota, las elecciones de ayer habían parado el desangre electoral que viven los socialistas desde hace años y se habían mejorado los resultados en relación a los últimos comicios autonómicos catalanes, en que obtuvieron el 14,43%. 

Pese a que no se logró a ese resultado por unas décimas Navarro sí recordó que ese porcentaje es muy similar al logrado por el PSC en las últimas autonómicas.

La dirección del PSC sí se aferró al hecho de que el partido había ganado las elecciones en casi todas las ciudades más importantes del área metropolitana, como L’Hospitalet de Llobregat, Cornellà, Santa Coloma de Gramenet, Sant Boi, El Prat o Viladecans, todas ellas con alcalde del PSC, además de en otras plazas menos favorables, como Badalona, donde gobierna el PP.

Por el contrario, los socialistas se hunden en las cuatro capitales de provincia, pero no era precisamente esan plazas las que perseguían con el diseño de campaña electoral que hicieron, muy focalizado en conservar el granero de votos que siempre han tenido en el área metropolitana de Barcelona, por donde desfilaron los dirigentes del PSOE y los principales nombres de la candidatura, como Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano o Ramón Jáuregui.

El mantenimiento del electorado metropolitano es el principal objetivo de la estrategia que ha diseñado el PSC, a un año de las municipales, pese a que eso tensione aún más las costuras internas del partido. Los críticos reprochan a la dirección esa renuncia a ser el partido transversal en Cataluña y la dirección replica que el debate soberanista les situó en una encrucijada y que tenía que optar por el camino menos perjudicial para el PSC. (...)"                (El País, 26/05/2014)

13/5/14

Navarro: los sindicatos lo que han de hacer es denunciar una reforma laboral que es terrorífica, y no la secesión

"El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha lanzado este sábado una advertencia a los principales sindicatos por considerar que sus acciones en defensa de los derechos sociales y laborales están quedando "ensombrecidas" por su defensa prioritaria de la celebración de un referéndum para la secesión de Cataluña.

En declaraciones al programa Converses de COPE Cataluña, Navarro ha insistido en que los sindicatos "lo que han de hacer es denunciar una reforma laboral que es terrorífica para los trabajadores de este país".

No es la primera vez que un dirigente del PSC da un toque de atención a los sindicatos por su deriva independentista. Hace un mes, el portavoz en el Parlamento autonómico, Maurici Lucena, cargó contra CCOO y UGT por centrar su discurso "demasiado" en la consulta secesionista y "poco" en las cuestiones que interesan a los trabajadores. "Siempre y solo son noticia por lo mismo", lamentó entonces Lucena, en referencia a los continuos actos en defensa del referéndum que vienen protagonizando. (...)"       (Crónica Global, 26/04/2014)

4/5/14

Esas gentes votaban al PSC porque en éste encontraban a su gente

"(...) En Cataluña el proyecto socialdemócrata ha tenido problemas para penetrar en el mundo rural o semi-rural y ha sido entendido como un proyecto urbano; es decir, en el área metropolitana de Barcelona aparece como algo atractivo y fuera de ella apenas puede competir con otras propuestas alternativas. 

Algunos dirán, sin embargo, que esto no es del todo exacto, que la socialdemocracia ha gobernado en algunos municipios de fuera del área metropolitana. Esto es cierto y falso a la vez. Es cierto porque, en efecto, en muchos ayuntamientos pequeños los socialdemócratas alcanzaron el poder y lo mantuvieron durante años. Pero es falso en el sentido de que ganaran únicamente porque fueran socialdemócratas. 

En algunos pueblos de Cataluña ganaban, en parte, porque uno de sus grandes caladeros de votos provenía de las gentes venidas de otros lugares de España. 

Esas gentes encontraban en la mayor de estas fuerzas, el PSC, su partido, pero no necesariamente porque estuvieran particularmente comprometidos con el ideal de la redistribución de la riqueza, sino porque el PSC —y, por un periodo, también el PSUC— ejerció durante décadas de partido transversal desde el punto de vista de la identidad, de forma que en él esas gentes encontraban también a su gente.

 De esta manera, aquellos que provenían de otros lugares de España votaban socialdemócrata siempre o casi siempre y con independencia de las circunstancias políticas del momento.

Dicho con otras palabras: el voto español no era condición suficiente para vencer, pero sí condición necesaria. Sin embargo, muchas de esas personas están empezando a desaparecer, simplemente por una cuestión de senectud. Y sus hijos y sus nietos ya no les votan siempre o casi siempre, al menos no con independencia de las circunstancias políticas del momento.

 Durante años, los socialdemócratas del PSC no tuvieron que esforzarse demasiado —estoy exagerando, por supuesto— para ganar en esos lugares porque les votaban fielmente. Cuando esas gentes empiezan a desaparecer, la socialdemocracia queda confinada a las grandes urbes. (...)

Por otro lado, el actual clima soberanista tampoco ayuda a la socialdemocracia, sobre todo porque, cuanto más lejos de Barcelona, más acentuado es aquél. Sin embargo, y contra el actual sentir mayoritario, no todas las cuestiones políticas en Cataluña están necesariamente ligadas al famoso procés: la socialdemocracia seguiría siendo percibida como un proyecto urbano aunque no existiera tal clima. De hecho, es lo que ocurre en otros lugares donde la cuestión nacional pesa menos."     ( , El País, 21 ABR 2014  )

14/4/14

Un federalista no habría de dudar a la hora de saberse catalán y español

"(...) Un federalista no habría de dudar a la hora de saberse catalán y español, y en el mismo momento en que esa dualidad estuviera amenazada, salir a la calle con una bandera en cada mano. Ese ha sido uno de los mensajes que el canadiense Stéphane Dion, un federalista cabal, ha dejado en su reciente paso por España.

 Sin la doble y desacomplejada reivindicación, la de ser español y la de ser catalán, no se puede salir del marco mental nacionalista. Cuando un partido no falta a su cita el 11 de septiembre para poner flores a la estatua de Rafael Casanova, héroe improbable y mártir imposible de 1714, en una ceremonia de añejo nacionalismo romántico, pero siente temor de salir a la calle el 6 de diciembre para festejar una Constitución moderna, democrática e inclusiva como la de 1978, es hora de hacer examen de conciencia… federal.

He dicho antes que el federalismo es posiblemente la forma natural de comunidad política en España. Con ello quiero decir que tanto el centralismo como la ruptura son aberrantes. Pero, ante todo, federar es unir, y no hay unión sin tramas en común, y lo común está cifrado en los símbolos. 

Tras siglos de convivencia, hay en España densas tramas de elementos comunes que necesitan ser puestas en valor si cualquier proyecto federalista ha de prosperar. Déjense los federalistas fotografiar con la bandera constitucional española, participen en los actos que festejan la Constitución más exitosa de nuestra historia, defiendan la presencia equilibrada de la lengua española en las escuelas, sacúdanse los complejos y su federalismo resultará creíble y viable. Verán, además, lo rápido que surgen aliados y recuperan el terreno perdido.

En España somos muchos los que sentimos una firme y afectuosa lealtad a los rasgos propios de Cataluña. Pero necesitamos saber que al otro lado hay federalistas que no se avergüenzan de ser españoles.

 El PSC ha sido valiente posicionándose contra un discurso hegemónico asfixiante. Ahora toca combatir esa hegemonía abogando resueltamente por lo común. Sé que no es fácil: 40 años después, los españoles, incluso los nacidos en democracia, tenemos dificultades para sostener una idea sustantiva de España sin ver el espantajo franquista. (...)"            ( , El País, 4 ABR 2014)

12/3/14

Un tercio de los catalanes prefiere una educación bilingüe en castellano y catalán

"Uno de los argumentos esgrimidos de forma recurrente por los defensores de la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán es que se trata de un sistema aceptado por la práctica totalidad de la ciudadanía, y que la educación bilingüe apenas es demandada por una docena de familias en toda Cataluña.

Sin embargo, según una encuesta realizada por GESOP y publicada este lunes por El Periódico, un tercio de los catalanes aseguran estar "más bien de acuerdo" con las últimas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que ordenan a cinco centros escolares impartir, al menos, el 25% de su horario lectivo en castellano.

Según este sondeo, consistente en 800 entrevistas telefónicas efectuadas entre el 26 y el 28 de febrero, el 33,4% de los contactados estarían a favor de restablecer el bilingüismo en las escuelas, frente a un 59,9% que optaría por mantener el actual modelo monolingüe únicamente en catalán.

La encuesta destaca que no solamente la mayoría de los simpatizantes del PP y de Ciudadanos están de acuerdo con una escuela en castellano y en catalán -como defienden oficialmente estos partidos-, sino que la mayoría de los que dicen ser votantes del PSC (el 47,3%) también apuesta por una enseñanza bilingüe, en contra de lo que propugna la dirección socialista, que incluso presume de que el partido fue uno de los impulsores de la inmersión.

Por otra parte, un 20,1% de los votantes de CiU y un 27,5% de los de ICV también prefieren un sistema educativo en castellano y catalán.

Esta distancia entre las familias que de forma efectiva reclaman una enseñanza bilingüe -alrededor de 1.300- y la realidad social -un tercio de los ciudadanos- podría responder a la "falta de libertad" que algunos sociólogos atribuyen a la "presión ambiental" existente en Cataluña. Una presión que, entre otras cosas, hace que los no independentistas confiesen sentirse más "incómodos" que los independentistas a la hora de expresar sus opiniones políticas."              (Crónica Global, 10/03/2014)

26/1/14

Los ciudadanos de Cataluña se merecen una izquierda laica que huya de la teología y los intereses nacionalistas

"(...) Lo que resulta francamente sorprendente es que esta Santa Alianza entre nacionalismo y socialismo catalán se empaquetara y vendiera como una manifestación del progreso. 

¿Cómo es posible que el socialismo catalán abandonara –tanto da que fuera por convicción u oportunismo- el pensamiento ilustrado en favor de la farfolla nacionalista ofreciendo gato por libre? El resultado de tan singular metamorfosis: los derechos individuales y la idea de ciudadanía, pierden; el exclusivismo nacionalista, gana.

Y en eso que el 16 de enero de 2014 –la negativa del PSC a votar "sí" a una consulta sobre "el futuro político colectivo de Cataluña": una petición planteada para recibir el "no" del Estado y desencadenar así una nueva oleada de victimismo que beneficiará al independentismo- el Partit dels Socialistes de Catalunya dice "basta".

Y en eso que un grupo de ilustres socialistas reacciona con un manifiesto titulado Crida socialista pel referéndum. Otra vez la Santa Alianza. Otra vez el socialismo catalán –en este caso, una parte del mismo- utiliza el mismo lenguaje que el nacionalismo. Otra vez las mismas propuestas. Otra vez una mercancía averiada vendida –como si el socialismo no tuviera ya suficientes problemas de definición, programa y discurso- bajo la etiqueta del progreso.

Los abajo firmantes hablan de "objetivo nacional más inmediato", "reto nacional", de "constantes vitales de la nación catalana", de "construcción nacional de Cataluña", de "causa nacional de Cataluña", de "intereses nacionales de Cataluña". (...)

Los abajo firmantes hablan de una "divisoria ineludible": "la gran mayoría que, en los parámetros del catalanismo político, exige el referéndum" frente "a quienes se oponen desde los parámetros de la política española y, en algunos casos, tratando de hacer de ello un factor de división de la sociedad civil catalana". Unos "a un lado" y otros "al otro lado", dicen. La misma topografía construida por el nacionalismo catalán. (...)

Ese es su lenguaje, esa es su alternativa, esa es su concepción de la democracia, esa es la visión de trinchera que tienen de la sociedad catalana, esa es su opción, esa es su posición, esas son sus prioridades. Y a todo eso lo llaman "poner Cataluña al frente de la lucha por la libertad, la justicia y el progreso".

 Y se proclaman socialistas. Y se permiten el lujo de dar lecciones de honestidad, moralidad y bondad. Los ciudadanos de Cataluña se merecen una izquierda laica –no un sucedáneo, comparsa, muleta o propagandista del nacionalismo- que huya de la cosmogonía, la concepción del mundo, la teología y los intereses nacionalistas."                   (Miquel Porta Perales, Crónica Global, Martes, 21 de enero de 2014)