"(...) Pero en Cataluña, en estas europeas, la corrección se impone por razones
obvias y excepcionales. Y así debe entenderse que el marco comparativo
sean las autonómicas de 2012.
Tomándolo se advierte la repetición de la
foto con la única diferencia significativa del trasvase entre CiU y
Esquerra (Izquierda). La suma de los dos dio 44,4 en 2012 y ahora da
45,4. El resto de partidos se mantiene con leves variaciones arriba o
abajo.
Excepto el PP, que baja 3 puntos: un resultado que puede
depender, más que de ningún otro, de la abstención, y que reduce el
porcentaje del voto constitucional. En 2012 la abstención fue del 32% y
ahora ha sido del 53%.
La notable abstención de estas europeas ha
invalidado uno de los objetivos de los soberanistas, que era demostrar
cómo las masas catalanas, ávida de urnas, se situaban por encima de las
medias españolas y europeas. Y así ha sido; pero con una insignificante
diferencia porcentual.
Que, además en el caso de España, tiene una
dolorosa lectura para los nacionalistas, tan europeístas de boquilla. El
hecho diferencial catalán respecto de las europeas y España se ha
acabado: en Cataluña ya votan solo un poquito menos que en La Rioja o
Valencia. Hossana.
Dada esta foto fija la peor noticia para el
soberanismo es que la participación no haya rebasado ni de lejos el 50%.
Lo que al menos les hubiera permitido sostener que están construyendo
un país contra la mitad del otro." (Arcadi Espada, El Mundo, 26/04/2014)