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17/3/21

Un informe de la red europea Epicenter detalla el coste económico de la independencia de Cataluña

 " Un informe de la red europea Epicenter plasma la preocupación existente en la Unión Europea por la independencia de Cataluña y efectúa una previsión de los costes que su salida tendría en diversos ámbitos, como las finanzas públicas, el turismo o el comercio exterior. 

 La posible independencia de Cataluña podría causar unos preocupantes costes económicos, derivados de su salida de España y de la Unión Europea (UE), según un informe realizado por la red de think tanks europeos Epicenter, avalado por Antonio Tajani, ex presidente de Parlamento Europeo, y por Juergen Donges, ex del Consejo alemán de Expertos Económicos.

 El estudio concluye que el impacto se notaría especialmente en las finanzas públicas, la política monetaria y, dentro del sector privado, en el comercio exterior, el turismo y la inversión extranjera. Además, la trayectoria institucional de Cataluña en los últimos años permite prever que su marco regulador se caracterizaría por un mayor intervencionismo y por altos impuestos.

 En cuanto a las finanzas públicas, el informe remarca que Cataluña tiene la deuda pública más alto de todas las comunidades autónomas: este representa un 6,48% del total nacional y, si se independizara, su ratio deuda / PIB se dispararía hasta llegar entre el 112% y el 126%. 

En este contexto, le costaría más pedir préstamos en los mercados financieros, dado que su salida de la Zona Euro implicaría que tuviera que utilizar otra moneda, devaluada, con lo pagar esta deuda. Además, el coste de asumir competencias que ahora son estatales, como Defensa, Justicia, o Asuntos Exteriores, supondría un gasto adicional de entre 37.900 y 39.800 millones de euros.

 En relación con el comercio exterior, Cataluña depende bastante de él, ya que el 71% de su PIB, a fecha de 2019, procedía de sus importaciones y exportaciones, y, con un 25,6%, se trata de la comunidad autónoma con más peso en el total de exportaciones españolas. Pero, según apunta el informe, este gran volumen se da en el contexto de una Cataluña integrada en España y en la UE. 

Así pues, el mercado comunitario es el destino del 80% de sus ventas en el exterior (17 de sus 20 principales socios comerciales se encuentran dentro de este). Por ejemplo, vende una cantidad similar de productos en Cantabria que en Estados Unidos, cuando el PIB de este último es 1.300 veces mayor. Ahora bien, una Cataluña independiente y fuera de la UE podría sufrir aranceles, lo que pondría a sus exportaciones en riesgo de encarecerse un 15%, y perdería su acceso preferente al mercado nacional y comunitario.

 En cuanto al turismo, este sector representa el 12% del PIB catalán y el 14% de su población activa. Además, se trata de la comunidad autónoma más visitada en España (atrae uno de cada cuatro turistas) y donde mayor gasto se realiza (21.325.000 de euros en 2019). A pesar de este inmejorable punto de partida, estos ingresos se vieron frenados durante el proceso: la patronal hostelera estimó unas pérdidas de 319 millones de euros en 2017. Entre octubre y noviembre de ese año, los ingresos por habitación en Barcelona cayeron un 9,6% respecto al 2016, y un 15,2% en diciembre, en medio de la campaña electoral del 21-D. 

 En referencia a la inversión extranjera, un 78% de la que recibió Cataluña 2019 procedía de Europa, así que su salida de la UE podría frenar completamente la entrada de capitales, a lo que habría que sumar la deslocalización de empresas (se calcula que ya han trasladado su sede unas 6.000). Para corroborarlo, el informe subraya que la inversión extranjera experimentó un comportamiento negativo en los trimestres posteriores al referéndum de 2017. Entre 2016 y 2018, esta bajó un 12%, mientras que Madrid, en ese mismo período, pasó concentrar el 44% de la inversión total española en un 85%.

 Por otra parte, a partir de la situación de los últimos años en Cataluña, el informe efectúa un posible retrato del marco regulador e institucional que quedaría tras la secesión. Así, indica que, con toda probabilidad, los ingresos fiscales con los que contaría serían, a corto plazo, más grandes que con el sistema de financiación autonómica, ya que dispondría íntegramente de lo recaudado, pero esto no implicaría que los catalanes disfrutaran de una mayor renta disponible.

 Para ello, el Ejecutivo catalán debería bajar los impuestos en la misma proporción en que se incrementaron los ingresos fiscales. Actualmente, Cataluña es la comunidad que en mayor medida grava a las rentas más altas y también en la más bajas, ostenta la peor puntuación en competitividad fiscal y tiene el mayor número de tributos propios, con un total de 15. Todo ello apunta a que la escenario resultante tras la independencia se caracterizaría por un gran intervencionismo.

Sobre Epicenter: 

Epicenter es una red independiente de nuevo think tanks líderes de toda Europa. Busca informar el debate político de la UE y promover los principios de una sociedad libre."            (Epicenter, 01/02/21, ASEC, 07/02/21)

22/3/18

Cataluña perdió 31.400 millones en depósitos durante lo peor del procés

"Una semana de procés costó 31.400 millones en depósitos a las entidades financieras. Éste es el balance que se desprende de las primeras cifras oficiales que se publican al respecto del Banco de España. Los depósitos de clientes y administraciones públicas en Cataluña se redujeron de 184.734 a 153.335 millones de euros en el cuarto trimestre, un 17% menos.  (...)

El grueso de este impacto es por la fuga de empresas, 3.000 según el último balance, y por las cuentas espejo que abrieron muchos catalanes para protegerse de la declaración unilateral de independencia (DUI), por el riesgo de que sus depósitos dejaran de estar protegidos por el Banco Central Europeo (BCE).

Según explican banqueros catalanes, la mayor parte de este movimiento se produjo en la primera semana de octubre, tras los resultados del referéndum ilegal y la tensión que empezó a registrarse en bolsa con las cotizaciones de CaixaBank y Banco Sabadell.


Las dos entidades reaccionaron en cuestión de días moviendo su sede a la Comunidad Valenciana. Lo hizo primero Sabadell, ya que CaixaBank necesitó un real decreto exprés del Gobierno por no tener a punto sus estatutos. Con ello estabilizaron la salida de clientes con destino a otras entidades. Aunque el movimiento siguió a nivel interno: clientes de una oficina en Cataluña abriendo cuentas espejo en otras comunidades.

Sólo CaixaBank abrió 100.000 cuentas espejo, en una tendencia que se trasladó al resto del sector financiero catalán, no sólo las entidades originales de la comunidad. Sucursales de BBVA, Santander y Bankia también tranquilizaron a sus clientes en Cataluña con las cuentas espejo.  

(...) los mayores beneficiados de la debacle de los depósitos catalanes fueron: la Comunidad Valenciana, que atrajo 7.217 millones; Andalucía, que captó 3.527 millones; Aragón, que consiguió 2.546 millones; y País Vasco, con 2.158 millones más."               (Jorge Zuloaga, Vox Populi, 20/03/18)

21/3/18

El Govern preveía un descenso del PIB de un 20% en caso de independencia. "Las ventas de Catalunya a España se verían afectadas a largo plazo por el efecto frontera"




"Los correos electrónicos intervenidos al ex consejero de Empresa de la Generalitat catalana Santi Vila revelan que disponía de informes económicos que contemplaban una caída del Producto Interior Bruto (PIB) de Cataluña de hasta el 20% en caso de independencia. Estos análisis en poder de los líderes secesionistas concluían además que el nuevo estado independiente no sería viable fuera de la Unión Europea.

La Guardia Civil destaca en el informe que analiza los correos electrónicos de todos los cabecillas del procés, al que ha tenido acceso EL MUNDO y que obra ya en poder del Tribunal Supremo, que «la Generalitat, y más concretamente Santiago Vila, tenía conocimiento del riesgo y el peligro financiero de las empresas en Cataluña tras la votación del 1 de octubre». «A pesar de eso», subrayan los investigadores, «no se informó a la población y se declaró la independencia de forma unilateral».

Vila recibió por correo electrónico el 18 de octubre pasado a las 18.19 horas un «argumentario de la situación empresarial y listado de empresas de Cataluña que han cambiado su sede social» bajo el encabezamiento de Confidencial. Implicaciones económicas de una Cataluña independiente.

Este documento, que le fue remitido desde el propio Gobierno catalán, refleja como el peor de los escenarios posibles «una Cataluña fuera del espacio económico europeo». «Un escenario poco probable y sólo contemplado por aquellos contrarios a la independencia tendría efectos negativos mayores», precisaba. «La salida supondría unos efectos muy negativos para las exportaciones (descensos del 45%-50% de las ventas al Estado español y del 18% de las exportaciones a la Unión Europea) y la economía catalana».

Asimismo, establecía como escenario probable «una reducción alrededor del 20% del PIB». A renglón seguido constataba que «no se debería contemplar como una opción viable (la salida de la Unión Europea) de una futura independencia de Cataluña».
 

También analiza el informe referido el denominado «efecto frontera» que se produciría en una eventual secesión. «Las ventas de Cataluña a España se verían afectadas a largo plazo por el efecto frontera, el fenómeno por el cual el comercio de un territorio dentro de un estado es más intenso que el comercio del mismo territorio con los territorios de otros estados». 

«En caso de independencia, las ventas catalanas a las diferentes comunidades autónomas del estado español bajarían por la desvinculación, cosa que implicaría un descenso importante de las ventas totales, teniendo en cuenta que Cataluña comercializa productos con el estado español por valor de 38.861 millones de euros (el 37,4% del total de las ventas en el exterior)».

Continúa el documento señalando que, «debido al boicot, se estima una reducción a corto plazo de las ventas de Cataluña con España de entre el 18% y el 25%». A su vez indicaba que, según estimaciones de la Dirección General de Comercio de la Generalitat, «Cataluña es la comunidad que más vende en el resto del Estado». 

Por lo tanto, «si el resto del Estado dejara de comprar el 100% de los productos catalanes, implicaría una reducción del 17,6% del PIB». «A largo plazo estos efectos podrían ser mayores», aventuraba.

Tras analizar este informe la Guardia Civil concluye que «se puede observar que se ha realizado un estudio pormenorizado en el que se muestran los efectos negativos de la declaración de independencia en diferentes escenarios, que no se explicaron a la población catalana».

Junto a este primer análisis, ha sido encontrado en el buzón de correo de Vila un segundo informe en el que la Generalitat realizaba un estudio de la evolución de las empresas desde el referéndum del 1 de octubre. Según sostiene este nuevo documento, «el número de empresas que han trasladado su sede fuera de Cataluña asciende a 691 y en conjunto suman una facturación anual superior a los 100.000 millones de euros».

En este análisis se dejaba constancia de «las empresas que habían comunicado la posibilidad de cambiar su sede social». Citaba a Danone, Pronovias, Seat, Siemens, Almirall, Grifols y adelantaba que «la Fundación Mobile World sólo había asegurado la edición de 2018». Asumía además que la Agencia Europea del Medicamentose establecería en otra capital con motivo del proceso independentista y tildaba de «inversiones perdidas» estos eventos.

31/10/17

Las 24 horas que tumbaron (económicamente) el ‘procés’: la estampida del Sabadell y de la Caixa (con todo su grupo de empresas)

"Siempre hay un día ‘D’. Aparece como punto de inflexión en toda historia que merezca tener su hueco en un libro de historia. El procés se ha salpicado de varios días ‘D’. Pero sólo ha habido uno en lo económico: aquel miércoles 4 de octubre. 

El día en que Caixabank y Sabadell decidieron poner un cortafuegos al barco económico a la deriva y contra las rocas que dibujaban los líderes del destituido Govern. Una hoja de navegación argumentada entre mentiras, promesas falsas y un total desconocimiento de cómo funcionan las tripas del mundo económico y financiero, por parte de Carles Puigdemont.

 “Si mantenéis la sede, tras proclamarse la república catalana, vuestros clientes seguirán protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos español. ¡Qué no os cuenten mentiras desde Madrid!”, le espetó el frustrado ‘Mesías’ a un banquero en la reunión que mantuvo ese 4 de octubre de marras. 

“Pero, president”, le contestó el banquero, “tras la independencia, Cataluña sería otro Estado y quedaríamos fuera del paraguas del Fondo de Garantías español que se nutre de la aportación de la banca española”. “Pues entonces”, respuesta de traca de Puigdemont, “ya os salvará Europa como salvó a los bancos españoles en 2012”.

El encuentro de este banquero con Puigdemont se celebró después de una charla previa con Oriol Junqueras. El tono y los argumentos fueron radicalmente opuestos con el hombre que llevaba las finanzas en el destituido Govern. “Entiendo que os llevéis la sede fuera de Cataluña, porque no os podéis quedar fuera del paraguas del Banco Central Europeo”, llegó a decir Junqueras en ese encuentro. 

Su visión independentista nunca le llegó a nublar, como a Puigdemont, el sentido común. Junqueras siempre supo que la independencia era inviable desde el punto de vista económico. Lo demuestra ese pinchazo telefónico, recogido en un informe de la Guardia Civil, en el que Josep Lluís Salvadó, su número dos, reconoce a uno de sus colaboradores –la conversación se celebró el pasado 30 de agosto- que la independencia de Cataluña era “del todo inviable ya que aún carecía de muchas cosas necesarias, como control de aduana o banca propia”.

Aquel 4 de octubre, y sus circunstancias, los dos bancos catalanes acordaron el cambio de sede. La sangría en depósitos, mucho más que los 4.000 pírricos millones que anunció la ministra de Sanidad, prendió la mecha. Inició la primera de las varias conversaciones que mantuvieron Josep Oliu e Isidro Fainé, presidentes de Sabadell y el mandamás del universo La Caixa, ese día. “Nosotros nos vamos”, le dijo Oliu a Fainé, por la mañana.

 “Nosotros también queremos pero no podemos”, le respondió Fainé, en la primera conversación del día. Fue un día de muchas llamadas y contrallamadas entre Barcelona y Madrid. Pero también entre Barcelona y Barcelona. Y de Madrid a Madrid. 

 Fainé comenzó entonces una negociación exprés con el Gobierno para conseguir esa puerta de escape con la que poder trasladar la sede de Caixabank, el banco cotizado, sin necesidad de tener que esperar a aprobarlo vía Junta de accionistas. Su negativa, hace dos años, a cambiar los estatutos para que el asunto fuese una mera decisión del Consejo de administración le situó entonces en ese brete.

El asunto entre los mundos de la Moncloa y La Caixa se desatascó por la tarde mediante un real decreto ad hoc para La Caixa. De nuevo, funcionó el ‘too big to fail’. El Gobierno no podía permitirse ningún tipo de tormenta alrededor de Caixabank, una de las entidades sistémicas del sistema financiero, después de la liquidación exprés de Popular. 

Y Fainé no podía permitirse mantener la sede de Caixabank en ese entorno lleno de incertidumbres que es ahora Cataluña. El Gobierno sólo puso una condición para la redacción del RD: el traslado fuera de Cataluña de todo el universo empresarial de La Caixa. Ergo la salida de las empresas que soportan el pedigrí del PIB catalán: la Fundación La Caixa, Caixabank, Gas Natural y Abertis.

 Pero también de otras empresas con las que La Caixa mantiene otro tipo de vinculación menor como es el caso de Suez, propietaria de Aguas de Barcelona. Fainé trasladó a Oliu el contenido del acuerdo durante la tarde de ese miércoles 4 de octubre. “¿Y qué vas a hacer?”, le preguntó Oliu. “He dicho que sí”, respondió Fainé.

Despejado el marrón que tenía La Caixa, las salas de máquinas de ambas entidades se pusieron a trabajar en el anuncio del cambio de sede. Ya no era sólo la importante salida de depósitos, sino el enorme volumen de órdenes de venta de acciones de sabadeles y caixas amontonado tras el cierre del mercado y que ejercerían de guillotina en los primeros instantes de cotización al día siguiente. 

La preocupación era máxima. Todas las alarmas encendidas. Había llegado el momento de pulsar el botón rojo. Y ambas entidades iban a hacerlo de forma conjunta. Así se viene pactando entre ambas cúpulas desde hace un par de años, cuando la escala secesionista ha ido tomando más peso.

 “No se podía aguantar más. El miércoles todos nos fuimos a casa con la sensación de que el enorme esfuerzo realizado para sacar adelante la entidad desde 2012 se vendría abajo si no tomábamos rápido la decisión del cambio de sede”, explica otro directivo bancario del mundo financiero catalán.

El anuncio del jueves 5 de octubre calmó el ataque en Bolsa y revertió la tendencia de la millonaria fuga de depósitos a los pocos días. Nunca conoceremos la cifra exacta de los miles de millones que se les escaparon a Sabadell y Caixabank en los cinco días siguientes al 1-O. 

Fugas de dinero por despecho, por castigo o, simplemente, por miedo. Será difícil encontrar la concreción exacta hasta en las estadísticas que aportan periódicamente las patronales bancarias o el propio Banco de España. El pacto silencioso del sector financiero es claro para no deslizar ningún tipo de cifra. 

Todos los consejeros delegados que presentaron resultados, la pasada semana, se apostillaron en la dificultad para conocer el movimiento de saldos para responder a la pregunta de cuántos depósitos captaron (Santander, Bankinter y BBVA) o cedieron (Sabadell y Caixabank) durante esos días. Una pirueta dialéctica –y nada creíble- que contrasta con la intensa monitorización que efectuaron todas ellas (perjudicadas y beneficiadas), oficina a oficina, durante esos días.

Aquel día ‘D’, cualquier mínima posibilidad de que el procés saliera adelante quedó totalmente enterrada. ¿Por qué Sabadell y Caixabank no tomaron antes la decisión del cambio de sede? “Hacerlo significaba que los inversores de todo el mundo daban por bueno el escenario de una posible independencia.

 Hace un año la situación no era, ni por asomo, la que se ha vivido en las últimas semanas”, asegura la fuente. No le falta razón. Desde entonces, comenzaron a rubricarse múltiples informes de bancos de inversión sobre los impactos en la economía catalana y española de la posible independencia de Cataluña. Un castigo que quedará en parte suavizado tras la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno."                   (Miguel Alba , Vox Populi, 30/10/17)

26/10/17

Fernando Trías de Bes: me preguntan si la fuga de empresas supondrá fuga de empleos y de PIB y mi respuesta es muy clara... sí, si se produce DUI

"(...) El economista nacionalista de las chaquetas de domador replicó a Trías de Bes su artículo en Ara desmontando las trolas de Junqueras. Trías de Bes le replica … y es tremendo: 

Estimado Xavier,

Gracias por tus tuits comentando mi artículo. Sabes que te tengo un enorme respeto y admiración como colega y economista. Hay algo que especialmente aprecio y es que contigo se puede hablar desde la razón y los hechos, y no desde las emociones. Y estamos en unos momentos con las emociones tan a flor de piel que queda poca gente que lea y escuche o, por lo menos, trate de cuestionarse sus propias ideas.

Contesto rápidamente tus tuits, uno por uno. 

1. En el primero me preguntas que si afirmo que se han ido empresas que totalizan el 20% del PIB catalán, cómo es que no se ha ido ni un solo puesto de trabajo.

Dos matices antes de responder. El primero es que son el 30% y no el 20%. El segundo es que fui especialmente cuidadoso en el artículo de decir que “las empresas que habían cambiado de sede totalizan una facturación equivalente al 30% del PIB”. 

Obviamente, sé lo suficiente de economía como para saber que el 30% del PIB no se ha ido. Vamos, es que si se hubiese ido el 30% del PIB ya, la leche en empleo se habría escuchado hasta en Japón. El artículo trata únicamente de exponer una falta de rigor en el dimensionamiento del problema por parte de Oriol Junqueras.

Dicho esto, sería incluso correcto decir que la empresa se va como sí digo en la primera ocasión porque una empresa que cambia de sede social deja de ser una empresa sita en su localidad. Puede tener sus trabajadores o sus operaciones en Catalunya, pero la empresa, como persona jurídica que es, se ha ido

 Pero como no se trata ahora de entrar en una discusión semántica, lee bien el artículo y verás que matizo DOS VECES que son cambios de sede y que su total de cifra de negocio equivale al 31% del PIB. 
En ningún momento he dicho que ese PIB se haya ido ya ni que se hayan ido operaciones y personal. Lo digo dos veces bien claro: “han canviat de seu el 20% de les empreses grans, que sumen una xifra de negoci equivalent al 30% del PIB”.

Coincidirás conmigo en que soltarle a un centenar de empresarios que no pasa nada si 800 empresas cambien de sede porque se quedan 250.000 cuando las que han movido sede totalizan el 30% del PIB es un insulto a la inteligencia de cualquiera. O Junqueras lo sabía, y su cinismo no tiene límites, o lo ignoraba y quizá sea más preocupante.

Por otro lado, afirmar que no se ha ido ningún puesto de trabajo al día siguiente o a los pocos días del cambio de sede de una empresa es hacer trampas porque todavía no ha habido tiempo. Es como si yo te digo que me voy de viaje a China, doy un paso y me dices que no me he ido porque todavía estoy aquí. Espera un poco y verás. En esto es lo mismo: el tiempo irá produciendo estos desplazamientos de personal. Más adelante te lo explico.

La cuestión que mucha gente está preguntándome en redes sociales es si esto realmente supondrá fuga de empleos y de PIB y mi respuesta es muy clara al respecto. Puedes leer mi artículo de la semana pasada en el ARA. 

La respuesta es que si se produce DUI sí que lo habrá. Es inútil analizar los efectos del cambio de sede sin producirse la DUI porque las empresas, mientras no haya DUI, no tienen por qué mover ficha. El cambio de sede es el paso previo a tener libertar para mover personas y actividad si se produce una DUI.

Pongamos que sí se produce la DUI. ¿Se irán personas y operaciones? Sin duda alguna. Pero para responder es esencial considerar el sector de actividad. Sería muy largo de exponer aquí, pero te recomiendo que examines la Ley del Medicamento, por ejemplo, que vincula sede social (debe ir impresa en la caja del medicamento) y su impacto en actividad. Las farmacéuticas se verían obligadas a desplazar parte de su actividad mientras Catalunya no fuese reconocida por un puro tema de costes derivada de la Ley del Medicamento.

Habla con directivos de multinacionales. Yo lo he hecho y todos coinciden: están obligados a respetar la legalidad vigente. Si Catalunya no es reconocida, no pagarán impuestos a la Agencia Tributaria Catalana y si ésta les requiere a hacerlo, desplazarán sus actividades por entero para no tener problemas.

 Por eso están moviendo ya la sede. Pero no porque no sean independentistas o unionistas. Porque sus multinacionales no les permiten operar fuera de una legalidad internacional.
Te recomiendo también que leas lo que dice la ley de Sociedades sobre sedes sociales. La sede social no solo es una dirección en la escritura notarial porque podrían darse fraudes de ley.

 La ley obliga a que haya toda una serie de funciones directivas y administrativas en la sede social o no podrá ser considerara como tal. Por tanto, puedes estar seguro que el cambio de sede, para estar dentro de la ley, les obligará a desplazar personas. Lo van a hacer seguro porque si no, no es válido.

Tema homologaciones. Sector alimentación, cárnico, bebidas… Muchas empresas perderían sus homologaciones europeas si Catalunya no es reconocida por la UE, por lo que estarán obligadas a desplazar operaciones. Sé de primera mano que algunas ya lo están haciendo.

Sector textil. Los aranceles que supone estar fuera de la UE equivaldría a que Turquía vendiese a un país de la UE. Los empresarios del textil con los que he hablado estiman un 20% de aumento de precios de sus productos fuera de Catalunya. Me dicen que es inviable, que habrían de producir fuera. 
 
Luego está el tema “compliances”. Cada vez está más duro. No puedes trabajar para ciertas empresas ni para el sector público si, por ejemplo, no estás al día en pagos a la Seguridad Social. Una empresa a la que sus trabajadores le pidan que ingrese la SS en la Agencia Tributaria Catalana estaría tal vez obligada a hacerlo, pero la española le diría que está faltando a esa obligación, y quedaría fuera como posible proveedor de sus principales clientes. 

A nivel “compliance”, los impactos de una DUI son tremendos y provocaría muchísimos desplazamientos de operaciones.

Sector asegurador. El viernes hablé con directivos del sector asegurador. El 32% de las pólizas se hacían en Catalunya. Los cambios de sede de empresas aseguradoras, debido al sistema legal de registros, hará que a partir de ahora las estadísticas muestren que solo el 5% de las pólizas sean catalanas, según sus estimaciones. ¿Sabes las consecuencias que tiene esto a nivel financiero? ¿Reaseguros? ¿Colaterales? ¿Ubicación de las cuentas financieras que dan soporte a los riesgos actuariales?

Este es un ejemplo del impacto de los cambios de sede sobre las estadísticas, que es un capítulo aparte. ¿Sabes cuántos inversores tomarán decisiones de inversión distintas a las que habrían tomado a partir de ahora por culpa de las estadísticas alteradas sobre Catalunya al estar tanta facturación domiciliada fuera? El cambio de sede también afectará a muchas estadísticas empresariales y Catalunya va a perder enteros ahí.

Sería muy largo continuar. Dependerá de cada sector, pero una DUI, estimado Xavier, conllevará fuga también de personas y de operaciones. No tengo duda alguna. Este no es un asunto ni teórico ni académico. Es un asunto de prácticas empresariales en relación a vacíos jurídicos.
No entro a valorar el impacto fiscal en Impuesto de Sociedades. 

Una empresa con operaciones en un territorio y sede social en otro lo tiene chupado, caso de Irlanda lo conoces bien, para derivar beneficios a la sede y no tributar en origen. Pero este es otro capítulo.

O sea, que si queremos medir el riesgo que supone un cambio de sede para la economía catalana, coincidirás conmigo que hemos de cuantificar cifra de negocio en relación al PIB como unidad de medida de riesgo, que es lo que he hecho en mi artículo. Mientras no haya DUI que nadie me diga que no se han ido personas ni operaciones porque ESE NO ES EL DEBATE. El debate, por lo menos económico, es cuánto PIB y empleo se puede ir si hay DUI. Si no hay DUI tira mi artículo y tus contestaciones a la papelera porque son absurdas.

He oído decir a personas que todos estos riesgos de los que hablo son falsos porque si España no reconoce a Catalunya entonces las empresas tienen cobertura jurídica y siguen perteneciendo a la UE. Esto equivale a decir que declaramos la independencia pero no la hacemos efectiva, que la declaramos pero nada cambia. Es absurdo. ¿Para qué se declara entonces? Dejemos de jugar a las contradicciones.

En resumen, el asunto, como podrás leer en mi artículo de la semana pasada, es un tema de vacío jurídico mercantil y comunitario. Y creo que los economistas debemos dejar hablar a los empresarios de cada sector para que expliquen y clarifiquen a la población cómo les afecta.

2. En el segundo tuit (y ulteriores) dices que culpo al niño de que le roben la moneda. Y que la culpa no la tiene Junqueras, sino la respuesta virulenta de Rajoy. Y pones un ejemplo: “La violé porque llevaba minifalda”. Me pides que no caiga en eso. 

Caray, Xavier, somos buenos amigos y sabes que soy incapaz de pensar ni decir algo así. No me gusta la analogía pero con el máximo respeto para quien haya sufrido esta agresión alguna vez en la vida, déjame decirte que la minifalda se la ha puesto Rajoy y quien está a punto de violarle es Junqueras. 

Es muy sencillo. Los empresarios no trasladan sus sedes sociales porque Rajoy aprobase un Real Decreto. Las trasladan para protegerse de una DUI. Sé de empresarios catalanes que han llorado en el notario el día que firmaban. Lo hacían contra su deseo pero porque tenían que preservar su seguridad jurídica. Rajoy, su decreto y sus respuestas les importa un comino. 

Solo temen la declaración unilateral. Es más, el Real Decreto solo era para agilizar trámites de La Caixa y alguna empresa del IBEX. El resto de empresas tienen Consejos de Administración que representan a la totalidad del capital. Además, la Junta de Accionistas puede revocar la decisión.

Míralo al revés. Sin DUI a la vista, ¿se habría cambiado de sede alguna empresa? No. Modifican su sede social por el riesgo de DUI. ¿Entramos a valorar si la DUI es una respuesta a un 155 de Rajoy? Tengo mi opinión al respecto, pero no me quiero alargar: la unilateralidad, sea una respuesta o no a una provocación, es la madre del problema empresarial que se nos avecina. Sino no se irían empresas. La unilateralidad es una barbaridad porque nos sitúa un vacío jurídico empresarial de impacto directo en la actividad local.

Los empresarios son (somos) supervivientes. No son (somos) políticos. Solo quieren (queremos) que sus (nuestros) negocios sobrevivan y se van (nos vamos) ante la amenaza de una independencia no acordada y unilateral. Para los empresarios, que sea más o menos legítima la DUI, les da igual. La ley, primero. La democracia, después.

Artur Mas dijo hace varios años que quería una Catalunya business friendly. Escribí un artículo al respecto en el ARA sobre ello. Pues esto que estamos viviendo es lo opuesto. Las empresas e inversores huyen de la inseguridad jurídica como de la peste.

Nada más, perdona la extensión. Me dejo cosas en el tintero. Cuando quieras comentamos. Sobre todo, no quiero perder a un amigo a quien, aparte de la economía, me unen, nos unen tantas cosas personales que aquí no toca airear en público.

Te tengo un gran respeto y admiración profesional, y espero que todo esto que estamos viviendo en Catalunya se reconduzca a través de la política y no de la confrontación entre ciudadanos. Porque esto no es un problema solo contra el PP, Rajoy o los españoles. Es con la otra mitad de los catalanes.

Yo personalmente he sido totalmente dialogante y comprensivo con el procés, porque, como tú, soy un liberal y creo que todo se puede y debe hablar, y dirimir y votar. Pero lo que no puedo aceptar es que cuando no consigues lo que quieres, ni que sea una solicitud de referéndum, se vulnere la ley. Los días 6 y 7 de septiembre fueron los días más tristes de la historia jurídica de Catalunya

Aquel día se violó el llamado Principio de Jerarquía Normativa, un principio esencial en la convivencia entre ciudadanos y que garantiza la paz y la estabilidad de cualquier sociedad. Violado el Principio de Jerarquía normativa, no queda nada, Xavier. Ni siquiera democracia. 

Yo he respetado, y respeto, a los independentistas porque tenéis derecho a vuestra dignidad. También la dignidad de los que quisieron votar y los aporrearon, por supuesto. Lo condeno totalmente.

Pero los no independentistas también tenemos derecho a nuestra dignidad. Y desde el día 6 y 7 de septiembre se traspasó la línea de la reivindicación democrática y se vulneró la dignidad de, por lo menos, la mitad de la ciudadanía de Catalunya. La violación del Principio de Jerarquía Normativa del Derecho es más sagrado que el derecho de voto porque es la única garantía que tenemos de que nos tenemos todos en cuenta cuando nos gobernamos.

Y por ahí no paso. Por eso mi artículo tan contundente con Junqueras. Sabes que no soy así, pero han pisado mi dignidad y he decidido decir basta.

No reconozco ya a Puigdemont ni a Junqueras como mi presidente o vicepresidente porque han violado mi dignidad, del mismo modo que muchos independentistas no sentís a Rajoy como presidente porque consideráis que ha violado la vuestra. 

Te envío un afectuoso saludo, Xavier. Desde el aprecio enorme que sabes que te tengo.
Fernando Trias de Bes 

P.S. He decidido dejar Twitter, así que he entrado solo para responderte. Te agradecería que menciones este tuit para que tus seguidores puedan leer mis respuestas. Sé que no te habré convencido de nada pero en estos momentos tan duros me has dado al menos una oportunidad para desahogarme y expresarme. Gràcies i fins aviat!”                    (Fernando Trias de Bes, Dolça Catalunya, 24/10/17)

Si Puigdemont declara la independencia unilateral, ¿puede existir un corralito en Cataluña?¿Qué hago con mis ahorros y deudas? ¿Cómo afectaría a mi hipoteca el cambio de moneda?

"(...)  En las siguientes líneas, responderé públicamente a las preguntas que más me han hecho en privado durante los últimos días.

1) ¿Puede existir un corralito en Cataluña? Un corralito supone la fijación de un límite a la retirada del dinero que los ciudadanos tienen en cuentas corrientes y plazos fijos. En el de Grecia (2015), el importe máximo diario fue de 60 euros. 

Es una opción que podría darse si los gastos de la administración son sustancialmente más elevados que los ingresos y la financiación exterior disponible es insuficiente o excesivamente onerosa. Si tuviera lugar, la mayoría de los comercios no aceptarían pagos con tarjeta, sino solo con monedas y billetes.

2) ¿Lo peor que le puede pasar a mis ahorros es un corralito? No. En la mayoría de los casos, los corralitos tienen una escasa duración y la pérdida de poder adquisitivo de los ahorros a la que conducen es escasa o nula. El problema radicaría en que, en el de Cataluña, sería el preludio de la creación de una nueva moneda y de una devaluación de ésta con respecto al euro.

3) ¿Por qué Cataluña necesitaría una nueva moneda? El primer Gobierno de una Cataluña independiente debería elegir entre consentir que el país cayera en una gran recesión o crear una nueva divisa y devaluarla en una elevada medida con respecto al euro. 

Ante dicho dilema, optaría muy probablemente por la segunda opción. Ésta le permitiría amortiguar significativamente las negativas repercusiones económicas de la independencia y financiar, a través del nuevo banco central catalán, el elevado déficit público existente.

4) ¿Cómo afectaría a mis ahorros la creación de una nueva moneda? El valor de la nueva divisa sería menor que el del euro. Su tipo de cambio dependería de numerosos factores y sería bastante volátil, al menos en los primeros meses. No obstante, no constituye una exageración estimar una depreciación del 30% durante su primer año de vida. El valor en euros de su ahorro disminuiría debido a dicha depreciación.

5) ¿Cómo puedo evitar los efectos del corralito y de la devaluación de la moneda? En primer lugar, es recomendable que tenga en su casa más efectivo del habitual. En segundo lugar, constituye una excelente medida la generación de una cuenta espejo. Para crearla, no necesita cambiar de banco ni eliminar su actual cuenta corriente o de ahorro principal, sino generar una nueva en una oficina de la misma entidad situada fuera de Cataluña. La gestión de las dos la seguirá llevando su persona de confianza en el banco.

La nueva cuenta debe estar estrechamente relacionada con la antigua. Así, si llega un cargo a ésta, el pago pueda realizarse automáticamente a través de la otra. Si lo que entra es un ingreso en la segunda, éste pueda ser traslado en segundos a la primera. 

No obstante, algunas entidades lo único que le ofrecerán es la creación de una nueva cuenta fuera de Cataluña. Lo hacen por comodidad, pues su sistema informático les permite operar tal y como he explicado anteriormente. Les aconsejo que no acepten la explicación y pidan lo que les he indicado.

Si hubiera un corralito y necesitara dinero, ni la cuenta espejo, ni ninguna otra, le permitiría obtener más del tope diario establecido en Cataluña. Para conseguir el importe deseado, debería trasladarse a una oficina o cajero situado en otro país.

6) ¿Qué pasaría con el dinero que tengo en fondos de inversión y en el plan de pensiones? Ambos tienen una divisa de referencia, generalmente el euro, en la que se procede a calcular diariamente su valor liquidativo, con independencia de si las acciones o bonos cotizan en dólares o en la moneda europea. Por tanto, no sufrirían ninguna pérdida por la creación de la moneda catalana.

No obstante, si poseen en abundancia deuda pública española o valores del Ibex, es posible que, la incertidumbre que generaría la nueva coyuntura política y sus negativas repercusiones económicas para España, provocara una disminución significativa de su valor liquidativo. La pérdida sería más elevada cuanto mayor fuera el riesgo de la inversión realizada.

7) ¿Cómo afectaría a mi hipoteca el cambio de moneda? El Gobierno catalán tendría tres posibilidades: hacerle perder dinero a su banco, a usted o a ambos. Para hacer la explicación más sencilla, supondré que la nueva moneda adopta el nombre de peseta, en honor a su origen catalán. Si la divisa recién creada se depreciara el 30%, el nuevo tipo de cambio sería 1 peseta = 0,7 euros. Existirían tres posibilidades de traslación de la deuda en euros a pesetas:

a) No se tiene en cuenta el nuevo tipo de cambio. En este caso, si usted debía 100.000 euros, ahora lo que debería serían 100.000 pesetas. Aunque percibiera su salario en la nueva moneda, no saldría perjudicado. En cambio, su banco sí que resultaría damnificado, pues en sus balances debería reflejar que tiene el derecho a que usted le devuelva 70.000 euros. Por tanto, su préstamo le habría supuesto una pérdida de 30.000 euros.

b) Se aplica el nuevo tipo de cambio. En este caso, una deuda de 100.000 euros se convertiría en otra de 142.857 pesetas (100.000 x 1/0,7). Su importe, traspasado a moneda nacional, habría aumentado considerablemente. Si el poder adquisitivo de su salario no lo ha hecho en la misma medida, le costaría mucho más esfuerzo devolverla.

c) Se utiliza un tipo de cambio intermedio para repartir las pérdidas entre bancos y deudores. Una posible tasa de intercambio sería 1 peseta = 0,85 euros, a pesar de que en el mercado la primera cotizara a 0,7 euros. En este marco, usted cambiaría una deuda de 100.000 euros por otra de 117.647 pesetas (100.000 x 1/0,85). El banco debería hacer frente a una pérdida de 15.000 euros, pues en sus balances el préstamo de 100.000 euros se convertiría en uno de 85.000.

Ninguna de las tres alternativas es descartable. Les recuerdo que en la reciente crisis económica, la Comisión Europea, con el beneplácito de los distintos gobiernos nacionales, decidió que los intereses de los bancos tenían prioridad sobre los de los ciudadanos.

 Por tanto, recomiendo a aquellos que tengan deudas con las entidades financieras, y a la vez dinero en cuentas corrientes y plazos fijos, que utilicen una parte importante del depositado en ellas para reducir su endeudamiento. Es simplemente una medida prudente.

8) ¿Pueden quebrar los bancos españoles por la independencia de Cataluña? Indudablemente, les podría causar importantes pérdidas, pero difícilmente llevar a la quiebra. Su exposición a Cataluña es limitada para los bancos nacidos en ella, como es el caso de La Caixa y el Sabadell, y escasa para los más grandes, como el Santander y el BBVA. A estos últimos les afecta mucho más lo que suceda en América Latina que lo que pase en Cataluña.

A diferencia de lo que probablemente pensaban Òmnium y la ANC, al impulsar el pasado viernes un campaña de retirada de dinero, un problema de liquidez en un sistema bancario moderno nunca conduce a una entidad a la quiebra. El motivo es que el banco central está dispuesto a prestarles el capital que necesiten a cambio de activos (créditos, bonos, etc.) de buena calidad. 

El Popular no quebró por falta de liquidez, sino porque no ofreció el suficiente importe de dichos activos al BCE.

En definitiva, con las anteriores líneas, espero haberles solucionado una gran parte de las dudas que tenían. En los próximos meses, si no hay una solución política consensuada, es muy probable que la incertidumbre continúe y ustedes tengan que tomar importantes decisiones. Antes de hacerlo, infórmense, y eviten actuar en base a su sentido común.(...)"                 (Gonzalo Bernardos , Crónica Global, 24/10/17)

11/10/17

Me dicen, si ibas a La Caixa a clausurar tu cuenta, te ofrecían otra, domiciliada en Mad. Y un juego de sartenes, espero

"(...) 3- Me dice un lector, por otra parte -que puede ser la misma: el patrimoni-, que ayer en Vinarós -frontera cat con el País Valencià; en caso de indepe, sería uno de los puntos donde irían los cats a comprar porno-, estaba repleta de patriotas y agnósticos de los dos bandos para abrir cuentas de ahorro fuera de la proto-República. Lo mismo ha sucedido, me dicen, en todas las zonas limítrofes del continente cat. 

En BCN, me dicen, si ibas a La Caixa a clausurar tu cuenta, te ofrecían otra, domiciliada en Mad. Y un juego de sartenes, espero. Importante para intuir lo que pasa: antes de ayer, el presi del Banc de Sabadell telefoneó a un político cat para explicarle que la semana que vienen se piraban. Al final, se fueron ayer. Hay prisa. 

Supongo que más que seguir al miedo, siguen algún consejo gubernamental.
4-Se están pirando empresas. Un bufete informa que, en un solo día, tramitó el Catexit de una veintena. Se dice rápido.

5- ¿Se intuye un yuyu económico? No. O no necesariamente. Hay terror histérico del pequeño ahorrador -no sé quién es ese tipo, pero nunca me ha gustado; es como el chivato de clase; no quiere que nadie la líe cuando sale el profe-, de que en caso de DUI efectiva y, por tanto, de ausencia de marco legal bancario ad-hoc, desaparecerían los fondos de garantía de las cuentas. Me parece, al menos hoy, que eso es un miedo exagerado. Y, tal vez, en cierta medida provocado. 

6- En todo caso, como todos ustedes saben, el capital no tiene patria. El IBEX -una joya sin paralelo en el mundo, salvo en Corea del Sur, que cualquier día va y se llama Samsung DF- diría que, y a la espera de lo que me contestara Rubén Juste, no es patriota. Es peor incluso. Es, glups, feudal. 

El capitalismo financiero -un psicópata; no dudaría en actuar a fondo en caso de riesgo para el sistema; el sistema bancario, no necesariamente el del 78, quiero decir-, a través del FMI, hoy se ha descolgado pidiendo al Estado que espabile con lo de Cat, que prolongar la espera es un riesgo de inversión. Lo que, se mire por donde se mire, es una salvajada. (...)"               (Guillem Martínez , CTXT , 06/10/17)

29/9/17

Tras la independencia catalana, España mejoraría notoriamente su balanza comercial, al desprenderse de los 65.000 millones de importaciones catalanas...

"(...) Trataremos de analizar distintos aspectos económicos que consideramos relevantes sobre el problema catalán. Desde las balanzas fiscales, donde las cifras aportadas por los independentistas tienen truco; hasta un aspecto del que se olvidan los nacionalistas, las balanzas comerciales, mucho más relevantes para su devenir económico que su situación fiscal.  (...)

Pero empecemos por reconocer algo obvio. Los economistas independentistas hicieron, a través del Col.lectiu Wilson, un trabajo muy didáctico a la hora de aportar argumentos para justificar el proceso de independencia. Lo peor es que se lo permitimos desde el resto de España, porque en su análisis hay trucos y olvidos importantes. 

El Col.lectiu Wilson, que engloba a Doctores por Hardvard o el MIT, ha publicado distintos comunicados explicando su punto de vista alrededor de una hipotética independencia de Cataluña. Obviamente saben que a corto plazo serán mayores los costes que los beneficios, por eso se centra más en el medio y largo plazo.

 Es cierto, cómo dice el documento Wilson, que Cataluña a largo plazo puede ser una nación perfectamente viable y que además parte de una buena posición económica. Sin embargo no por los argumentos que ellos aportan.

Manipulación de las balanzas fiscales

Uno de los aspectos que más han utilizado los defensores de la independencia es que el saldo de la balanza fiscal catalana con España es deficitario, alrededor del 8% de su PIB. Llegaron a hablar incluso de diezmo, 10%. De ahí viene la famosa frase “España nos roba”. El problema es que hay truco y lo saben, o deberían saberlo. 

Para desmontar estas cifras acudiré al análisis de dos buenos amigos, Félix López Martínez y Javier López Bernardo que en su blog “ The Beauty Contest, A blog on Spanish and international affairs, macroeconomics and finance ” publicaron una excelente nota que titularon parafraseando el libro de Josep Borrell, “Las cuentas y los cuentos de las balanzas fiscales catalanas.

Las balanzas fiscales, como señalan Félix y Javier, son instrumentos contables aparentemente no politizados que recogen las relaciones económicas de Cataluña con el resto de España. El problema es que la manera en cómo se ha venido calculando en España es metodológicamente incorrecta.
No existe una metodología mundialmente aceptada para la realización de las mismas, como las que existen para la elaboración de las cuentas nacionales o la balanza de pagos. 

Si bien los enfoques son diversos, los investigadores se decantan en su mayoría por el enfoque llamado “carga-beneficio”, que es una balanza de transferencias. Se entiende por transferencia los ingresos y gastos sin ninguna relación a pagos por bienes y servicios por operaciones de mercado. A nivel español, dichas transferencias se agrupan en tres partidas. 

Por un lado, las transferencias de particulares de una región al gobierno central, como los impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social. Por otro lado, las transferencias más o menos directas del gobierno central a particulares o gobierno regional. Finalmente, las transferencias imputadas en especie, como el prorrateo de los servicios públicos centrales (defensa, justicia, etc.) 

En este enfoque, si uno recibe más transferencias de las que paga, el saldo es una balanza fiscal positiva. En Cataluña, dicho saldo ha venido siendo negativo, alcanzando aproximadamente la cifra de 11.000 millones de euros anuales, lo que representa un 5% del PIB catalán.


Sin embargo, dicho saldo no es el que declaran los independentistas catalanes como el correcto. Según ellos, el saldo es de 16.000 millones, o alrededor de un 8% del PIB catalán. Este nuevo saldo es el resultado derivado de otra metodología: el enfoque “flujo monetario”.

 Dicho enfoque consiste en asignar las transferencias imputadas en especie del método beneficio (fundamentalmente servicios de defensa y organismos centrales) no a quién se beneficia de las mismas (toda la sociedad española), sino a quién las recibe en forma de ingreso (en el caso del ejército en función de su distribución por España, mientras los organismos centrales se sitúan la mayoría en Madrid).

 Bajo esta metodología, Cataluña recibe menos pagos directos que las transferencias imputadas bajo el método carga-beneficio, con lo que el déficit de su balanza fiscal es mayor, un 2,5% del PIB mayor que respecto al enfoque carga beneficio.

Pero hay truco. El enfoque monetario solo contempla los pagos que realiza el gobierno central, pero no incluye los pagos entre las diversas autonomías. Sin embargo, en un país como España, la mayor parte del gasto público lo realizan las Comunidades Autónomas y los Entes Locales (CCAA y CCLL).

 Como recalcan Félix y Javier, “buena parte del gasto de las CCAA y CCLL es para la provisión de servicios de sanidad y educación (medicinas, equipamiento médico y escolar, equipos, productos y servicios para los proyectos de I+D, equipamiento urbano, etc.), cuyos ingresos los recibe desproporcionadamente el sector empresarial catalán.

 En total, calculamos que pueden ser entre 14,000 y 16,000 millones de euros.” De acuerdo con estas cifras, el saldo correcto que debería computarse bajo el enfoque flujo monetario sería cercano a cero. Es decir, utilizando el criterio de flujo monetario adecuadamente, el que tanto les gusta a los independentistas, el sector público español es neutro con respecto a la cantidad de ingresos que se inyectan y se detraen de Cataluña. Curioso, ¿verdad?

Las balanzas comerciales: el talón de Aquiles de una hipotética independencia

Pero hay algo de lo que apenas hablan desde el lado independentista. Nos referimos a la balanza comercial de bienes y servicios de Cataluña. Para ello nos remitimos a las estadísticas de comercio exterior DataComex, aportadas por el Ministerio de Economía y que nos permitirán aproximarnos a la balanza comercial de Cataluña con el resto del mundo; y las cifras de comercio interregional español, aportadas por el proyecto C-intereg. Conviene hacer alguna consideración.

 Los datos de DataComex se refieren exclusivamente a bienes. Los ajustaremos a partir las cifras de turismo. El proyecto C-intereg tiene actualizados los datos de bienes, pero con bastante retraso algunas cifras de servicios.

La idea fundamental es que Cataluña tiene un brutal superávit comercial de bienes y servicios con el resto de España, el mayor superávit del mundo de una región de un país con el resto de las regiones del mismo. Por el contrario presenta una situación deficitaria en el comercio de bienes con el resto del mundo compensada en parte con su balanza de turismo. 

Las cifras serían las siguientes. El superávit comercial de bienes y servicios de Cataluña con el resto de España alcanzó en los últimos años cifras entre los 20.000 y 24.000 millones de euros. La mitad de ese comercio interregional se perdería y afectaría muy negativamente al tejido de la pequeña y mediana empresa catalana por los enormes costes hundidos que les supondría montar una actividad exportadora.

 Por el contrario, el saldo comercial de bienes de Cataluña con el resto del mundo es profundamente deficitario, entre los 10.000 y los 15.000 millones de euros, compensados en su mayoría por su saldo turístico. En una hipotética independencia, España mejoraría notoriamente su balanza comercial, al desprenderse de los 65.000 millones de importaciones catalanas. Paradójico, ¿verdad?

Cataluña y el Euro

Una declaración unilateral de independencia no consensuada llevaría a la UE a tomar una decisión política muy similar a la tomada con Grecia. Cataluña si declara una independencia unilateral se queda fuera de la Unión Europea y del Euro. A corto plazo los catalanes perderían poder adquisitivo, y habría una parálisis económica. 

A largo plazo, es cierto, podría ser una ventaja competitiva una vez que pasen los años y la situación se normalice. No se entiende muy bien la obsesión por ser un país independiente y renunciar a la muestra de soberanía más importante de todas, la independencia monetaria. Enésima contradicción.

Si los independentistas deciden declarar la independencia unilateral de Cataluña deberían tener diseñado un sistema financiero propio y haber acumulado reservas de divisas internacionales, Euro y dólares básicamente, porque si no la marcha atrás que tendrán que dar si los dejan fuera del euro y de la UE será similar a la de los griegos. Obviamente no han hecho nada de esto.

 Es imposible que el BCE acepte inyectar liquidez al nuevo sistema bancario catalán si no se está dentro del euro. Por lo tanto, su sistema bancario quedaría desconectado del interbancario europeo.

 La única solución es que transitoriamente los bancos con sede en Cataluña, básicamente CaixaBank y Sabadell, trasladen su sede a Madrid para poder seguir conectados al Euro Sistema y de esa manera sobrevivir. Además habrá que recordarles a los independentistas que las inyecciones de liquidez entre filiales de diferentes países de un mismo banco no están permitidas.

En resumidas cuentas, asumiendo que en el largo plazo una Cataluña independiente podría ser viable, en el corto plazo los costes serían elevadísimos y mucho me temo que de ello no se ha hablado a los ciudadanos catalanes. De nuevo, al igual que en el resto de España, las medias verdades, sino las mentiras, como moneda de trabajo."                  (Juan Laborda, vox Populi, 21/09/17)

28/9/17

¿Pero cómo que no va a haber frontera? Pues claro que va a haber. Y aduana. Ese es el problema, que la gente no quiere verlo, pero aquí aparecería una aduana y tendríamos que pagar aranceles. ¿Atravesar una frontera para irte a un centro comercial a Lleida? Es que lo veo absurdo

"Francisco Juste está cambiando las ruedas a un tractor. Lo hace a las puertas de su taller, a la salida de Massalcoreig, un pueblo catalán de 500 habitantes en la provincia de Lleida. Es el último pueblo de Cataluña antes de entrar en Aragón. 

El taller de Francisco está a cuatro kilómetros del límite autonómico. Desde su entrada se puede ver el río Cinca que sirve de frontera y, detrás, los primeros pueblos aragoneses.

Además de mecánico, Francisco ejerce también como alcalde de esta localidad. “¿Ves todo esto?”, dice mostrando su taller, repleto de motores, piezas y herramientas. “Todo está comprado en Aragón y es todo para clientes de los pueblos de Aragón. Si mañana a mí me plantan una frontera aquí, me hunden”.

Francisco es uno de los cientos de vecinos que está siguiendo con preocupación -con verdadera preocupación- el proceso de tentativa de independencia de Cataluña. “Sí, en Madrid y en Barcelona hablan mucho y dicen que les preocupa mucho, pero aquí estamos pendientes porque nos cambiaría la vida de un día para otro. 

Aquí hay gente trabaja en Aragón y vive en Cataluña, o al revés. O vecinos que van de compras de un lado a otro, o que tienen una finca. Agricultores que venden de un lado a otro, estudiantes universitarios, comerciantes… Aquí no hay frontera, estamos conectados de todas las maneras. Si meten una división aquí, no quiero ni imaginar las consecuencias”.

 

La Franja


La frontera entre Cataluña y Aragón es conocida como La Franja (La Francha, en aragonés). La mayoría de pueblos aragoneses que se sitúan cerca de la frontera son catalanófonos. Un paseo por cualquiera de ellos sirve para darse cuenta de que, a pesar de estar en Aragón, aquí las conversaciones, los carteles y las señales son en catalán. La Franja es como una extensión de Cataluña fuera de sus límites autonómicos.  (...)

Magda, la alcaldesa de Mequinenza, lo resume: “Nosotros somos aragoneses. Y la mayoría de gente aquí se siente aragonesa, aunque hable catalán y aunque haya una parte que sí es catalanista. El sentir general es que estamos vinculados a ambos territorios, así que tenemos el corazón partido”. (...)

A cuatro minutos en coche, del otro lado de la frontera, las localidades catalanas como Granja d’Escarp, Massalcoreig y Seròs son de mayoría independentista. Sus calles lucen banderas esteladas y llamadas al referéndum.  (...)

Cada parte, pues, se quedaría en su lado. Pero José Vilella, vecino de Mequinenza, da una vuelta de tuerca más: “Yo me quedaría en Aragón, pero nací en Lleida. ¿Tendría nacionalidad catalana también, no? ¿Y tendría derecho a votar en el referéndum como catalán que soy, no? Lo digo porque a mí no me ha llegado ninguna información para votar”, dice con una mueca cínica. 

La pregunta se repite a la inversa en el lado catalán. Mauricio, vecino aragonés residente en Seròs (Lleida) se pone serio y cuestiona: “¿Y si mañana esto es una república catalana, los vecinos de nacionalidad española tenemos nuestros derechos garantizados? A mí nadie me ha explicado nada. Pasaría a pertenecer a una minoría de nacionalidad española y, como tal, tendrían que garantizarme que mis hijos puedan estudiar en español y que yo pueda seguir usándolo. Pero nadie habla de esto”, afirma.

Jaume Navarra es el otro lado del espejo. Es un jubilado catalán que se ha trasladado a vivir a una finca en Aragón. “Pasaremos a ser dos Estados distintos, pero entiendo que podré seguir viniendo y podré vivir aquí. Lo que no sé es si cruzar la frontera sería más complicado. Espero que no”.

 

La vida divididos


Si en algo coinciden todos los vecinos de ambos lados de La Franja es que no quieren una frontera separando sus pueblos, separando sus vidas. Eso sí, coinciden desde perspectivas diferentes.

Los vecinos independentistas se niegan a creer que vaya a existir una frontera o una aduana entre una hipotética República de Cataluña y España. “¿Frontera? Aquí no habría frontera, hombre. Si somos el mismo país. Lo que pasa es que pasaríamos a ser dos estados distintos”, dice José, vecino de Granja d’Escarp. Jaume, el vecino catalán residente en Aragón, coincide: “No queremos fronteras, no tiene que haber ninguna separación, somos pueblos hermanos y no queremos alejarnos”.

Pero Francisco Juste, el alcalde que abre este relato desde su taller, adopta un tono de incredulidad cuando se expresa: “¿Pero cómo que no va a haber frontera? Pues claro que va a haber. Y aduana. Ese es el problema, que la gente no quiere verlo, pero aquí aparecería una aduana y tendríamos que pagar aranceles. 

La gente que hoy comercia con Aragón, las cooperativas de fruteros que venden en Huesca, los agricultores que van de un lado a otro… Todos tendrían que atravesar frontera, pagar aranceles, aduanas… Es que nadie está pensando en esto seriamente”.

Sí lo ha hecho Francisco Jové, vecino de Seròs, quien, a pesar de ser independentista, admite que la vida sería más difícil. “Se me haría muy raro que hubiera una frontera aquí”, dice apoyado en su bastón, frente a una enorme estelada que cubre la fachada del Ayuntamiento. “Mi hija trabaja en Aragón, mi yerno también y ambos viven aquí en Cataluña. Me preocupa lo que podría pasar con ellos”.

La otra perspectiva es la de los aragoneses. José Vilella, de Mequinenza, reflexiona sobre el daño que haría una división. “Habría que reorganizar los estudiantes que están en Lleida. También las cooperativas que venden fruta y hasta la gente que va de compras. ¿Atravesar una frontera para irte a un centro comercial a Lleida? Es que lo veo absurdo”.

El sentido común lo pone en forma de conclusión la alcaldesa de Mequinenza: “Es que todo esto es tan hipotético... Es que no hay elementos ni información para imaginar el escenario que resultaría. Por eso estamos tan preocupados. Porque no entendemos cómo se ha llegado hasta aquí y tenemos miedo del deterioro que pueda dejar esto”.                ( , El País, 24/09/17) 

21/9/17

ING: “El resultado (de la independencia catalana) será incertidumbre, hundimiento del poder de compra de las familias, reducción de la inversión directa y de la demanda exterior”. las ventas de las empresas catalanas a España caerían en unos 54.000 millones. En conjunto, cerca del 30% del PIB

"(...) “El déficit fiscal con el conjunto de España destruye 250.000 empleos, la electricidad sería un 60% más barata, se crearían 70.000 puestos de funcionarios...”. 

Nada más lejos de la verdad. Cataluña perdería un tercio del PIB, nacería con una deuda pública insostenible, su moneda se depreciaría en torno al 30%, la fuga de capitales obligaría a implantar un 'corralito' y los 1,68 millones de jubilados perderían un 21,5% de sus pensiones. Y estos son hechos y cifras indiscutibles, son matemáticas.

Pero antes de entrar en el detalle, debemos resaltar dos hechos que sirvan de guía a los desinformados catalanes sobre las consecuencias de la locura suicida de la secesión. El primero son los cálculos realizados hace ya algunos años por el mejor estadístico español y uno de los grandes de Europa, Julio Alcaide, sobre las consecuencias económicas de la independencia: estos demostraban que Cataluña perdería más del 25% del PIB y su nivel de renta personal sería similar al de Portugal. Pero entonces la deuda era la cuarta parte de la actual.

 El segundo es el reciente análisis del impacto económico de la secesión realizado por el banco europeo ING: “El resultado será incertidumbre, hundimiento del poder de compra de las familias, reducción de la inversión directa y de la demanda exterior”. “La salida del euro llevará a una situación crítica al sector privado”. 

“Las encuestas muestran que el 62% de los catalanes está preocupado por el futuro si se independizan. De ahí solo hay un paso para que moderen su consumo, y si esa preocupación se convierte el pánico, como en Grecia, será necesario intervenir los bancos e instaurar un control de capitales”.

 Es el primer engaño al pueblo catalán de los sediciosos totalitarios: brutal, absoluto, masivo. No se van porque no les da la gana, “no pueden echar a 7,5 millones de personas”, pero ellos sí pueden privar de la nacionalidad española a cuatro millones de catalanes. La salida de la UE está prevista y tasada en los tratados, y es automática

(...) luego tendría que pedir el reingreso para lo que se necesitaría la unanimidad.
Ni España, ni Italia, ni Bélgica, ni Alemania, ni Hungría, ni varios más lo aceptarían. No cabe perder el tiempo desmintiendo lo obvio. Quien desee profundizar, que lea el libro de Josep Borrell, que fue presidente del Parlamento Europeo: 'Las cuentas y cuentos de la independencia'. Se irán sí o sí, y no volverán.

 Las exportaciones de Cataluña en 2016 ascendieron a 65.160 millones de euros, las mayores de España, pero mucho mayores aún son las importaciones: 78.344 millones. Cataluña es la principal responsable del déficit comercial de España: el 6,2% de su PIB, tres veces más que el déficit del resto de regiones, que es del 2,1%. ¿Y qué va a pasar cuando Cataluña sea expulsada de la UE? Las pérdidas del Brexit se estiman en el 3% del PIB, pero aquí será mucho peor.

Así, las multinacionales de alimentación y farmacia abandonarían la región al perder la oportunidad de abastecer al resto de España (entre el 50 y el 80% de sus ventas) y estar sometidas a arancel sus exportaciones a la UE. Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España, afirma: “Lo único que tiene sentido es un mercado de 46 millones que es España, y no uno de 7,5 millones que es Cataluña”. 

Cataluña perdería unos 6.000 millones solo de estas dos industrias, y en el resto una cifra similar a la de Reino Unido con el Brexit. En total, una pérdida de 10.000 millones o el 4,7% del PIB, y unos 180.000 empleos.

 No existe ninguna región en el mundo que tenga un excedente tan enorme con el resto del país como Cataluña. De los 20 principales mercados de Cataluña, 11 son regiones españolas. Venden a Aragón más de lo que exportan a Francia o Alemania, y a Andalucía, más que a Italia. En 2016, las 'exportaciones' catalanas al resto de España ascendieron a 61.000 millones de euros, y las 'importaciones', a 43.000 millones, lo que representa un superávit enorme de 18.000 millones, y eso sin incluir los servicios, donde la balanza es más desfavorable aún por los servicios financieros (Sabadell, CaixaBank). ¿Y qué va a pasar con estas 'exportaciones'?

Lo mismo que en los procesos de secesión europeos, que van desde lo ocurrido en separaciones amistosas —el caso de República Checa y Eslovaquia (separación de terciopelo)— y las no realizadas, pero sí muy estudiadas, entre Escocia y Reino Unido, y Quebec y Canadá, a separaciones no amistosas, como en el caso de los Balcanes y Rusia.

 Las relaciones comerciales entre las partes separadas se desploman, desde un 70% en las amistosas a más de un 90% en las no amistosas. Esto significaría que las ventas de las empresas catalanas a España caerían en unos 54.000 millones. Los servicios financieros pasarían a cero. En conjunto, cerca del 30% del PIB.

Deuda pública y privada

Empezando por la pública, la afirmación de los prepotentes totalitarios del CCN resulta delirante: “Nuestra deuda se la come España con patatas”. En todas las separaciones europeas ha regido el principio de sucesión de deudas. Según el derecho internacional, los acreedores tienen como garantía jurídica los activos y el territorio, por lo que es imposible rechazar la responsabilidad en la deuda del Estado. Pero es que además quienes exigirían el pago de esta deuda son los acreedores (BCE, bancos, inversores), no solo el Estado español.

La deuda pública total de España (no solo la PDF) es de 1,54 billones de euros. Y se ha repartido en todos los procesos de separación o en función del PIB (República Checa y Eslovaquia; Balcanes y Rusia), o en función del PIB per cápita (lo previsto con Escocia y Quebec). Para Cataluña, serían 291.000 millones de euros por el PIB o 347.000 millones por el PIB per cápita. Es decir, ¡el 135% o el 161% de su PIB! El banco francés de negocios Natixis acaba de estimar esta deuda en 235.000 millones, pero considera solo la deuda PDF.

(...) si el nuevo Gobierno se negara a asumir su pago, serían excluidos de todos los mercados financieros primero y serían embargados todos los bienes que fuera posible. Este es el gran engaño que los sediciosos totalitarios están perpetrando al pueblo catalán, ya que esto lleva directamente a Cataluña a la suspensión de pagos.

En cuanto a las deudas privadas, las empresas catalanas deben 321.000 millones de euros y las familias, 102.000 millones. Pero peor aún, porque Cataluña saldría del euro y tendría que emitir una moneda propia, que se devaluaría de inmediato respecto al euro.

 Durante la crisis griega y su eventual salida del euro, se hicieron numerosos estudios sobre el comportamiento del dracma en caso de salida, fundamentalmente por los grandes bancos suizos, y la conclusión fue clara: el dracma se devaluaría en un 50% frente al euro en dos años; una depreciación del 30% para la nueva moneda sería un mínimo, lo que llevaría la deuda pública al 175% (reparto por PIB)/209% (reparto por PIB per cápita) del PIB catalán.

Fuga de capitales: el corralito

En los procesos de secesión, “cuando la viabilidad de un nuevo país se cuestiona, los flujos financieros y de capital son el mayor elemento de incertidumbre”. En Escocia, a pesar de ser una región con unos enormes recursos petroleros y con una renta per cápita superior a la de Cataluña, y con expectativas de entrar en el euro, se estimó una fuga de capitales entre 20.000 y 100.000 millones de libras (Credit Suisse, HSBC, Citigroup, UBS).

En Cataluña —cuyo PIB es el doble y que además saldría del euro—, estaríamos hablando como mínimo de entre 44.000 y 220.000 millones de euros. El control de capitales sería inevitable. O sea: el corralito.

Balanzas fiscales

(...) Los economistas separatistas han 'calculado' un déficit fiscal del 9,8% de su PIB, saltándose todos los gastos del Estado en Cataluña que les ha dado la gana. Hecho correctamente, el déficit es del 2,5%. ING lo resume así en su reciente análisis: “A pesar de que Cataluña es un contribuyente neto, la secesión no mejorará en nada la situación de los contribuyentes”.

Sistema de pensiones

Este es otro de los engaños, el más canallesco si cabe, de los separatistas totalitarios a los 1,68 millones de jubilados catalanes. “Si pagamos entre el 60% y el 70% de las pensiones españolas, ¿cómo no vamos a poder pagar las nuestras?”, dicen los sediciosos totalitarios de la CCN. Un disparate oceánico. Su déficit fiscal no llega a 5.000 millones, y el 60% de las pensiones contributivas son 80.000 millones. Así calculan todo. Cataluña gastó 23.159 millones en pensiones en 2016, e ingresó por cotizaciones 18.159 millones, un déficit de 4.934 millones, el 21,5%.

Cataluña es la región donde más gasta la Seguridad Social en pensiones: representa el 15,9% de la población española, pero en ella se cobra el 17,9% de las pensiones contributivas. La pensión media de la región es un 3,7% superior al promedio nacional. Andalucía, con un millón de habitantes más, tiene 180.000 pensionistas menos. 

En el conjunto de España, el déficit de las pensiones se cubre con deuda gracias a la barra libre del BCE; en una Cataluña independiente, eso sería imposible. Sepan pues los pensionistas catalanes la ruina que les espera con la independencia: perderían el 21,5% de sus pensiones.

Efecto económico total

El efecto económico total es similar al calculado en su día por Julio Alcaide, solo que agravado por una deuda muy superior y la salida de la UE y el euro. El PIB caería un 34%, por la caída del comercio exterior e interior. La nueva moneda perdería un 30% de su valor, lo que llevaría la deuda pública al 175-209% del PIB, y a las familias y empresas endeudadas en euros, a la ruina.

 La fuga de capitales sería tan enorme que obligaría a implantar controles, es decir, el corralito. Finalmente, los pensionistas perderían un 21,5% de sus pensiones, igual que los sueldos de los empleados públicos, que obviamente no podrían mantenerse. (...)"                   (ROBERTO CENTENO , El Confidencial, 18/09/17)