"El último en apuntarse a la hispanofobia ha sido el líder de Esquerra, Oriol Junqueras,
que tras la detención de cuatro independentistas por querer boicotear
la Vuelta afirmó en Twitter: “La policía española contra las libertades
fundamentales”. Hasta Twitter le dio un toque: “La policía no ataca la
libertad de nadie”.
Como se sabe, los detenidos están acusados de tener dos bidones de 400
litros de aceite para “arrojar en la calzada al paso del pelotón”, según
la Policía. Aunque, bien mirado, no sé si esto de Junqueras es
hispanofobia o una patología peor.
El antecedente fue el de la expresidenta del Parlament, Laura Borràs. Lo hizo muy sutilmente. A raíz del ‘caso Rubiales’ hizo un tuit que calificaba de “vergonzoso” el episodio.
“Un
machista orgulloso de ser machista mientras justifica lo
injustificable”, añadía. Pero lo bueno iba final: “España 2023”. ¿Lo
pillan, no? Todos los españoles son iguales: unos machistas.
Lo
de “España 2023” me ha recordado el caso de la Manada. ¿Se acuerdan? Fue
el detonante de la Ley solo sí es sí. (...)
En pleno proceso -los hechos acaecieron en el 2016 y la sentencia fue en
el 2019- yo creo floreció, en Cataluña, esa hispanofobia latente que
nos aqueja. Un poco en plan, todos los españoles son iguales: unos
bárbaros sexuales.
Luego aparecieron otras y me sorprendió el tratamiento de la prensa: hubo una en Molins de Rei (Barcelona)
-luego les cayeron 60 años- y en El Punt-Avui titularon en primera
página por la reacción de los vecinos, no por los hechos: “Molins clama
contra una presunta ‘Manada’ local” (26 de junio del 2018).
Más tarde aparecieron otras como la de Castelledefels, que sospecho se les podía atribuir la condición de “ñordos”. (...)
Este verano ha habido más casos de hispanofobia latente, como el
famoso viaje a Etiopía de unos catalanes. La verdad es que, en materia
de vacaciones,
yo soy casi partidario, no ya de Benidorm, pero cuanto más cerca mejor.
Excepto alguna escapada, pero nunca a países en guerra.
En este
caso también se quejaron de la embajada española, que parece ser que no
hizo nada. No seré yo el que salga en defensa del embajador. Pero la
culpa siempre acaba siendo de España.
Los afectados -o la afectada que se quejó a TV3
y a Rac1- obviaba que el Ministerio de Asuntos Exteriores desaconsejaba
el viaje. Y, ya puestos, tampoco oí al Gobierno catalán -que presume de
red de embajadas- levantar la voz o decir que ellos se encargaban de la
repatriación de los compatriotas. Al contrario, se pusieron con las
autoridades españolas.
O aquel Talgo que descarrillo en Sitges. También salieron pasajeros afectados por TV3
quejándose de que “esto es una vergüenza, esto solo pasa aquí”, que
estamos abandonados “de la mano de Dios” o que era “una tomadura de
pelo”.
Tienen también toda la razón por que el convoy averiado
impidió el servicio normal durante casi dos días en plena temporada
turístico. Pero, a veces, los trenes se averían. O incluso algo peor:
descarrilan. En este caso, por suerte, sin víctimas
Pero por las mismas fechas hubo el incendio de un camión que obligó a cortar la autopista entre Castellet y la Gornal y dejó “atrapados”, en definición de TV3, numerosos conductores. Pues lo mismo: estas cosas pasan.
La
mejor definición de hispanofobia se la oí yo a Alejandro Fernández, que
parece que ahora está en horas bajas en su partido, en un acto en el
Colegio de Abogados organizado el 7 de septiembre del 2022 por Sociedad
Civil Catalana para conmemorar -más bien recordar- los “plenos de la
vergüenza”.
Decía así don Alejandro: “Hay una mezcla de complejo
de inferioridad y de superioridad. Por una parte, nos consideran
inferiores, nos llaman ñordos, colonos, etc. y, por la otra, se
preguntan: ¿Cómo es posible que estos ñordos nos tengan colonizados?”.
Pues eso. Lo que pasa es que aprovechan la mínima para quejarse o culpar
a España. Es pura frustración. Saben que la independencia está difícil.
Incluso aunque tengan a Pedro Sánchez cogido por un sitio." (Xavier Rius, director de e-notícies, 01/09/23)
"El independentismo más recalcitrante ha puesto un foco identitario en el beso robado de Luis Rubiales a Jenni Hermoso.
Atribuyen este comportamiento, que ha recibido críticas inlcuso a nivel
internacional, a una especie de ADN español, obviando que dirigentes
secesionistas como Lluís Salvadó, o que el propio presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, fueron objeto de duros reproches por sus declaraciones sexistas en el pasado.
La tibieza del Barça en su condena a Rubiales, así como el apoyo de la Federación Catalana de Fútbol
han desmontado esa teoría sobre la “españolización” de los abusos
sexuales. Ambas posturas han sido criticadas por el gobierno catalán.
Uno de los dirigentes que se ha sumado a esa politización ha sido el líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall,
quien ha escrito en sus redes sociales que “el caso Rubiales es la
expresión clara de lo que hoy está en juego en España: machismo,
corrupción y poder personal contra feminismo, honestidad y democracia.
Su destitución debe ser solo el primer paso en la profunda
transformación del deporte profesional. También en Cataluña”.
"La que tiene las tetas más grandes"
Las
redes sociales se han encargado de recordarle que su compañero de
filas, Lluís Salvadó, actual presidente del Puerto de Barcelona, es el
autor de la frase: “Coges a la que tiene las tetas más grandes y ya
está”. Salvadó se disculpó por esos comentarios, pero el independentismo
corrió un tupido velo al respecto.
Joan Laporta, cuyo club ha emitido un comunicado poco beligerante con
Rubiales, desató una tormenta mediática cuando espetó a una joven
aficionada: “Cuando tengas 18 años, me llamas”.
También ha hecho uso de esa teoría de que el acoso sexual es “cosa de
españoles” el hombre de confianza de Carles Puigdemont. El jefe de la
oficina del expresidente, Josep Lluís Alay, considera que el acoso
sufrido por Hermoso es "el precio por jugar con la camiseta española" y ha reprochado a su compañera en la selección, Alexia Putellas, que exprese sus quejas en castellano.
El exdiputado de Junts per Catalunya y expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell,
considera que el caso Rubiales “demuestra que en la sociedad catalana
todavía hay mucha mentalidad ‘españolizada’ franquista. Tenemos que
limpiar y no se me ocurre una opción mejor q un proceso constituyente”.
Asimismo, ha asegurado que “Spain is different” y que “en casos así se
va entendiendo”, tras conocer que la Federació Internacional de Fútbol
(FIFA) ha suspendido a Rubiales como presidente de la Real Federación
Española de Fútbol.
El caso Dalmases
Josep Costa,
exvicepresidente del Parlament y exdiputado de Junts, también ha
analizado el caso bajo el prisma procesista. “Es curioso que en un país
donde son capaces de fulminar a un diputado o un presidente sin ningún
miramiento tenga que intervenir una instancia internacional para apartar
de su cargo a un sátrapa que lleva una semana avergüenza a medio
mundo”.
Ni
Canadell ni Costa se pronunciaron sobre el comportamiento que tuvo su
compañero del partido, Francesc de Dalmases, multado por el Parlament
por intimidar a una periodista." (María Jesús Cañizares , Crónica Global, 26/08/23)
"Aparte de los insultos a una familia de Canet por pedir castellano en
la escuela de su hijo, la sentencia del TSJC que considera probado que
la Generalitat discriminó a policias y guardias civil me parece
tremenda.
Además, tengo la sensación de que ha pasado relativamente
desaparecibida. Como se supo el viernes por la tarde todo el mundo tenía
la cabeza en el megapuente.
En el Telenotícies noche de ese día, que duró una hora y siete minutos, Toni Cruanyes le dedicó apenas cuarenta segundos.
Tampoco me extraña porque el presentador del TN tiene un libro (“Un
dels nostres”) en la que la expresión “presos políticos” sale media
docena de veces. Así cualquiera.
La información quedó diluida entre otras piezas judiciales: la citada
sentencia sobre la escuela de Canet, Junqueras pidiendo al TC que
revoque su inhabilitación y Puigdemont que recusa a los nuevos
magistrados del Constitucional.
Por otra parte, hablaron de “pasividad” -no de “trato injustificado y
discriminatorio” como establece la sentencia- y admitieron que, en
efecto, la vacunación de mossos empezó un mes antes pero que “a finales
de marzo” sólo tenína una tasa de vacunación el 3% superior a policías y
guardias civiles. O sea, que no era tan grave según la cadena pública.
Ni que decir que, sobre la escuela de Canet fueron más beligerantes.
Incluyeron declaraciones de padres, altos cargos y representantes
sindicales. Todos, claro, en contra de la decisión judicial. “El
castellano está en todos lados”, se quejaba una madre. Pero como van a
salir padres a favor del castellano por la tele con la que se ha liado.
En toco caso, las consecuencias de la sentencia sobre el retraso de
la vacunación a policías y guardias civiles son mínimas: condena en
costas para la Administración catalana. Apenas 4.000 euros que puede
asumir perfecamente. Pagamos todos.
Por supuesto a nadie se la he ocurrido dimitir ni pedir
responsabilidades. Aquí paz y después gloria. Como las sentencias del TC
sobre los dos estados de alarma, también inconstitucionales. No dejan
de ser rapapolvos judiciales pero con nulo recorrido político.
Aunque a mí me vino a la cabeza tras el fallo, las palabras del
entonces secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, aquel 28 de
abril del 2021 en cuanto estalló la polémica.
El ahora consejero de Salud aseguró que “no discriminamos nunca ni
por género ni por creencia nada”. “Me da igual si es un mosso o un
guardia civil”, insistió. Incluso apeló a su condición de médico.
Pero dejó claro igualmente que, en este caso, “retrasaremos otras vacunaciones” en alusión a a tercera edad.
Recuerdo que Manuel Trallero, en uno de sus programas semanales, se
tomó la molestia de ver cuántos policías y guardias civiles había en
Catalunya: aproximadamente unos 7.000 frente a 700.000 personas de la
tercera edad.
Apenas un 1% ponía en jaque, al parecer, toda la política de
vacunación de la Generalitat e incluso ¡la salud de nuestros abuelos!
La verdad es que, personalmente, tenía muchas esperanzas depositadas
en él porque entre el desbarajuste del Govern durante la pandemia -Budó,
Buch, Vergés- parecía una persona cuerda y sensata.
La cosa empezó a torcerse precisamente el día de esa comparecencia.
Su gestión posterior como consejero también deja mucho que desear aunque
influyen también decisiones de otras consejerías sobre las que no tiene
competencias.
Pero lo peor de todo es que la sentencia del TSJC confirma ahora que mintió. Deliberada o involuntariamente. Pero mintió.
En efecto, queda confirmado que la Generalitat “ incurrió en
inactividad respecto de su obligación de asistencia sanitaria a los
cuerpos de la Guardia Civil y Policía Nacional, en su labor de
suministro de las vacunas frente al covid-19”.
“Esa inactividad -añade- dio lugar a una diferencia de trato
injustificada y discriminatoria respecto de esos cuerpos nacionales en
relación con los cuerpos policiales y de emergencia autonómicos y
locales, a los que se les suministraron las vacunas de manera más rápida
y eficiente”.
Voy a pensar mal: ¿fue un venganza por las cargas policiales del 1 de octubre?
De hecho mis suspicacias se acrecientan al haber encontrado husmeando
en mi archivo fotográfico una foto de Argimon con lazo amarillo. Aunque
entonces ni siquiera había dado el salto a la fama.
Quizá, como dice el refrán, piensa mal y acertarás.
En fin, parece que la política del Govern en esta materia era: policías y guardias civiles, que se jodan." (Xavier rius, director de e-notícies, 09/12/21)
"El Tribunal Superior
de Justicia de Cataluña (TSJC) ha sentenciado este viernes que el plan
de vacunación de la Generalitat a principios de año fue
"discriminatorio" para los agentes de la Guardia Civil y la Policía
Nacional en Cataluña.
El Tribunal ha admitido el recurso de la Asociación de la Guardia
Civil, Justicia Civil (JUCIL) y Justicia Policial (JUPOL). Ha declarado
"nula de pleno derecho la inactividad mantenida por el Departamento de
Salud en el desarrollo de la actividad de vacunación" a los agentes de
ambos cuerpos de seguridad.
La sentencia ordena al Govern "la continuación de esta actividad de
vacunación en igualdad de condiciones de dichos cuerpos, con el resto de
funcionarios que realizan actividades declaradas esenciales".
La Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del
TSJC expone que los mossos, bomberos o policías locales empezaron a
recibir las primeras vacunas contra el coronavirus en Cataluña el 10 de
febrero, mientras las de policías nacionales y los guardias civiles
llegaron "con un mes de diferencia, ya un ritmo, además, extremadamente
lento". (e-notícies, 03/12/21)
"El diputado de Junts por Catalunya Joan Canadell ha cuestiona la vacuna
española contra el coronavirus en un tuit, que ha borrado veinticuatro
horas después de publicarlo ante las quejas de algunos usuarios.
"Vigilad si os ofrecen de participar...", había escrito Canadell después
de compartir una información del 324 "Paran los ensayos en humanos de
la vacuna española contra la covid".
Este miércoles debían comenzar los ensayos en humanos de la vacuna
española contra el covid, pero de momento tendrán que esperar para que
el CSIC, que es quien la desarrolla, todavía no ha recibido la
autorización de la Agencia Española de Medicamentos para administrar -la
en personas.
El informe de la Agencia debe valorar los últimos ensayos clínicos
que se han hecho con la vacuna. El CSIC dice que desconoce por qué se ha
paralizado el proceso y negó que el paro del proceso tenga nada que ver
con los efectos de la vacuna sobre los macacos utilizados en la
investigación. También desmiente que uno de los primates haya muerto por
los daños pulmonares provocados por el fármaco, tal como publican
algunas informaciones.
El Hospital de La Paz de Madrid estaba reuniendo posibles voluntarios
para hacer las pruebas. La fase 1 preveía ensayar el fármaco en 112
voluntarios. En la fase 2 se preveía evaluar los resultados de
inmunogenicidad y la seguridad en 500 voluntarios. Según las previsiones
iniciales, a la fase tres la vacuna se había de probar en 20.000
personas sanas antes de acabar el año." (e-notícies, 02/08/21)
"Ahora que Catalunya es la región europea con más casos de covid de toda la Unión Europea.
Ahora que el gobierno catalán ha decretado el toque de queda para 158
municipios: más de seis millones de personas, casi el 80% de la
población.
Es hora de recordar aquella sabias palabras de la entonces portavoz del Govern, Meritxell Budó, en pleno estado de alarma, que con ellos no habría “tantos muertos”.
O la exconsejera de Educación, Clara Ponsatí -nada menos que de Educación- que hizo aquella bromita en twitter: “De Madrid al cielo”.
En el momento en que la capital del Estado estaba en el pico de la pandemia y tenían el Palacio de Hielo a rebosar.
Sin olvidar tampoco aquel colaborador de Catalunya Ràdio que hizo una broma similar: “De Madrid al hielo”. ¿Lo pillan, verdad?
En cualquier otro medio de comunicación público habría significado su despido fulminante. Pero aquí supongo que no sólo lo han mantenido sino que lo deben haber incluso promocionado. Como se sabe, en los medios de comunicación públicos de la Generalitat, se puede insultar impunemente. El único que no se entera es el director de la cadena, Vicent Sanchis. Claro, han promocionado la conyeta fàcil y ahora ha sortit de mare.
Sin olvidar tampoco Joan Canadell, entonces presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, que dijo que España era “paro y muerte”.
Es cierto que Canadell no era consejero, pero le bastó poco al
entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, para hacerse la foto
con él. Además, unos meses después, los militantes de Jun5s lo auparon en
unas primarias a número dos de la lista. O sea, que debieron aprobar sus
palabras. Obtuvo nada menos que 1.269 sufragios, un 55,2% de los votos. Incluso por delante de Elsa Artadi.
A todos ellos: ¿Ahora qué?
(...) No sólo eso: ahora que los contagios han superado los 46.000 en una
semana y hemos retrocedido hasta mayo -1.200 hospitalizados, 200 en las
UCIs- es hora también de preguntarse al nuevo Govern: ¿Qué esperaban? Hasta el más profano en virología debía intuir que -con viajes de fin
de curso, festivales mutitudinarios y ocio nocturno- se dispararía el
virus.
Acabados de llegar al poder, y ante la presión ambiental, aflojaron
demasiado pronto y se transmitió a la opinión pública que lo peor ya
había pasado. Claro, entre tantos sinsabores alguna noticia buena
querían vender. Además a este gobierno, como a todo gobienro, no le gusta tomar decisones impoluares.
Han hecho como Pedro Sánchez: si el presidente del gobierno traspasó
la responsabildiad a las comunidades autónomas ellos la han traspasado a
los ayuntamientos. El Govern -como decimos en catalán- ha badat
Pero si ha salió el lunes el nuevo consejero de Salud, Josep Maria
Argimon, sobre el que teníamos depositadas tantas esperzas si no fuera
por el episodio de policías y guardias civiles, y declaró que “pensaba
que habría un repunte pero nunca esta explosión de casos”.
Mientras que la portavoz, Patrícia Plaja, reconoció el martes en rueda de prensa que el sistema sanitario está "agonizando”.
¡Pues hagan algo! ¡Gobiernen!
De momento han conseguido cargarse la temporada turística. Ya hay sectores económicos con el agua al cuello. Con una factura sanitaria extra de 4.000 millones -por supuesto serán
más- si hubieran ahorrado al principio de la pandemia ahora podrían
pedir sacrificios pero destinar al menos ayudas directas.
Un día le pregunté a Meritxell Budó por qué no se bajaban el sueldo y
destinaban los ahorros a atención sanitaria, personal médico,
prestaciones sociales e incluso investigación médica. Me dijo que era una medida "populista". Y la segunda vez que se lo pregunté, pasados unos meses, casi me mandó a paseo.
No debía ser tan “populista” cuando lo primero que hizo el nuevo presidente de la Generalitat fue bajarselop un 30%. Aunque pasar de 155.000 a 130.000 tampoco es para tirar cohetes, la verdad. (...)
Disfrutemos todos juntos de lo votado." (Xavier Rius, director de e-notícies, 15/07/21)
"El vicepresident del Parlament y dirigente de JxCat, Josep Costa, en
twitter, ha reprochado a Madrid su gestión del Covidien y ha lamentado
que los catalanes pagarán las consecuencias.
"Con todo el mundo
de vacaciones, las personas hospitalizadas por Covid en Madrid han
aumentado un 170% en sólo 15 días. Me parece que, para variar, de este
descontrol pagaremos todos las consecuencias", ha lamentado." (e-notícies, 29/08/20)
Tenemos una serie de derechos fundamentales y libertades que solo pueden ser restringidas ante determinadas situaciones y ni siquiera el Gobierno puede actuar sin límites de tiempo y sin pasar por el Parlamento. Lo que Torra quiere es actuar sin límites, plazos ni competencias. A la situación de Lleida (y ya también otras ciudades de Catalunya) se llega porque la Generalitat no ha reforzado ni la atención primaria ni el rastreo de contactos de positivos. Como ya es tarde para contener los brotes, solo queda volver al confinamiento, es decir limitar la libertad de circulación de los ciudadanos. Ante esta ineptitud, JxC y ERC optan por el comodín de “la culpa es de Madrid”. En lugar de colaborar y coordinarse con el Gobierno de España, vuelven a enfrentarse a la justicia, aunque esto ponga en riesgo la estrategia de salud pública para el Segrià y Barcelona. Mientras, en Lleida, crece el malestar. Manifestaciones que no respetan la distancia de seguridad, y una completa inseguridad jurídica para los ciudadanos que no saben si pueden salir a la calle, si tienen que cerrar sus comercios de hostelería, ni qué ayudas habrá. Un caos total. 12:21 p. m. · 13 jul. 2020 45 Retweets y comentarios 109 Me gusta
Óscar Guardingo @oguardingo Todo el tiempo que pase hasta que la Generalitat acepte que tiene que pedirle al Gobierno que decrete el estado de alarma en Cataluña corre en contra de la salud de los catalanes. El Govern está preso de sus palabras y hechos, pero los catalanes no deben pagar por sus gobernantes 9:50 a. m. · 13 jul. 2020 92 Retweets y comentarios 238 Me gusta Guillermo Ferrer @fenris1234 · El problema no es estado de alarma por narices si o no. El problema según la propia jueza es que no han justificado la proporcionalidad de la medida. (los datos que han dado por lo visto son un desastre) Y eso también te puede tumbar el confinamiento con un estado de alarma. Luis Soravilla @CuadernodeLuis En respuesta a @fenris1234 y @oguardingo Es que no tienen esos datos porque su estructura de seguimiento no existe. No han hecho nada. Son incapaces e ineptos. No hay más secreto. Raimundo de Lopez Gordievsky i Conesa @DeChomsky En respuesta a @CuadernodeLuis @fenris1234 y @oguardingo Los datos son reportados cada día al Ministerio que a la vez se hacen públicos a los medios. Guillermo Ferrer @fenris1234 · Si, pero ¿que datos? Porque si lo único que tienes son datos medios de toda cataluña, eso no te sirve para justificar un confinamiento en una zona concreta particularmente afectada... Raimundo de Lopez Gordievsky i Conesa @DeChomsky Los datos vienen por regiones sanitarias. Però el tema es cual es la capacidad del juez para interpretar ningún dato cuando no tiene conocimientos de epidemiología? Luis Soravilla @CuadernodeLuis La cuestión es exactamente ésa: no tenía ningún dato. Raimundo de Lopez Gordievsky i Conesa @DeChomsky · Son públicos. Los tenemos todos menos ella? Luis Soravilla @CuadernodeLuis · Los datos aportados a la jueza eran insuficientes. Es lo que hay. No presentaron ni la evolución ni la tendencia. Tal cual. Raimundo de Lopez Gordievsky i Conesa @DeChomsky · Son públicos. Mira la web del Ministerio. Guillermo Ferrer @fenris1234
Los datos que haya en una pagina web no forman parte del procedimiento administrativo. Se tienen que aportar donde se tienen que aportar. Es decir, al hacer la norma, y en el procedimiento contencioso administrativo.
"El catedrático de Derecho Procesal, Jordi Nieva-Fenoll, ha asegurado
en Els matins de TV3 que la Generalitat "no tiene competencias" para
decretar un confinamiento domiciliario. Lo dijo después de que el
juzgado de guardia de Lleida haya acordado no ratificar el acuerdo de
confinamiento ordenado por el Govern para Lleida ciudad y otros siete
municipios.
Nieva ha expuesto que "la Constitución dice que sólo se puede
decretar la restricción del derecho a la circulación de una manera
relevante, como es el caso de cerrar la gente en su casa, a través de la
ley del estado de alarma". "Si esto no se hace, evidentemente la
Generalitat no tiene competencias", ha sentenciado.
Después de que la presentadora contraponer el decreto del Govern con
el que se explicó en la rueda de prensa, el catedrático ha remarcado que
la Generalitat "debe ser consciente de qué competencia tienes sin
discusión para adoptar medidas rápidas".
En este sentido, ha dicho que "puedes hacer cierres perimetrales, lo
de las mascarillas, tareas de mediación policial, puedes explicar
incansablemente lo que tiene que hacer la gente con disposiciones claras
y breves porque mucha gente no sabe lo que tiene que hacer".
Finalmente, Jordi Nieva-Fenoll ha criticado los mensajes que envían a
través de las ruedas de prensa porque "envían un mensaje que no es
exactamente lo que dice la norma, pero, claro, el que tiene en cuenta el
juez es lo que dice la norma". "¿Y la norma que dice? Que te cierres en
casa. ¿Esto lo puedes hacer? No", ha concluido." (e-notícies, 13/07/20)
"Una juez de la capital del Segrià dice que el gobierno catalán
emitió una resolución desproporcionada para evitar "la aplicación de un
estado de alarma parcial", que es una competencia estatal.
La juez de guardia del Juzgado de Instrucción número 1 de Lleida ha
rechazado ratificar el confinamiento domiciliario que había decidido
aplicar el gobierno de la Generalitat en varios municipios de la
comarca del Segrià después de los últimas rebrotes de Covid-19. En su
auto, juzga desproporcionada la resolución del gobierno que preside Quim Torra y considera que el objetivo de la misma es "eludir la aplicación del estado de alarma parcial", que es una competencia estatal.
La misma resolución judicial recuerda al presidente Torra que la Ley
Orgánica 4/1981, que regula los estados de alarma, excepción y sitio, le
permite solicitar al gobierno de España la declaración del estado de alarma. Además, indica que la Generalitat puede adoptar medidas alternativas como el confinamiento domiciliario únicamentede personas contagiadas y las recomendaciones de confinamiento.
La juez, asimismo, rechaza que se pueda esgrimir a favor de la decisión
de la Generalitat los precedentes de confinamiento en la comarca del Segrià y, antes, en la cuenca de Òdena,
ya que las medidas en ambos casos no han incluido confinamientos
domiciliarios generales, por lo que han afectado de manera mucho menos
intensa el ejercicio de derechos fundamentales.
El gobierno de la Generalitat había prohibido desde este lunes las salidas y entradas a los municipios de Lleida, Alcarràs, Aitona, Seròs, Soses, La Granja d'Escarp, Massalcoreig y Torres de Segre, y a las entidades municipales descentralizadas de Sucsy Raimat.
Ahora esta decisión, que obtuvo la conformidad del Plan territorial de
protección civil de Cataluña (Procicat), queda en el aire, si bien la
resolución del juzgado de Lleida puede ser recurrida." (El Triangle, 13/07/20)
"El director de La Vanguardia, en un artículo,
recuerda que “durante muchas semanas, muchos dirigentes de la
Generalitat, especialmente el president Quim Torra, se explayaron en
criticar la labor realizada por el Gobierno central en la lucha contra
la pandemia”.
“Ya no solo se repitió el argumento que en una
Catalunya independiente habría menos muertos, sino que se discutieron
prácticamente todas las decisiones que tomaba Pedro Sánchez. Cuando no
confinaba, se pedía que se hiciera y cuando se inició la desescalada se
le criticó por hacerla demasiado lenta”, asegura.
“Ahora el
Govern de la Generalitat está donde quería. Tiene el control de la
pandemia y la decisión final de si se confina o no depende
exclusivamente de la plaza Sant Jaume. ¿Qué estaría diciendo ahora Torra
con lo que está pasando en Lleida si la responsabilidad fuera del
Ministerio de Sanidad? ¿Se lo imaginan, no?”, pregunta.
“Hoy, en
cambio, no se dice nada. Solo se sabe que Torra y la consellera de
Salut, Alba Vergès, mantienen una agria disputa interna sobre lo que se
tiene que hacer en el Segrià para frenar la propagación del virus. El
president quiere confinar a toda la población de la comarca en sus casas
y los responsables de Salut creen que se puede atajar el virus sin
necesidad de hacerlo”, revela.
“La situación en Lleida se ha
complicado porque no se hizo bien el control del virus: falló la
detección precoz, el aislamiento de los casos positivos y su cuarentena.
Así de claro. Habrá quien seguirá pensando que la culpa es de Madrid.
Pero que nadie se ofenda: no es cierto”, concluye." (e-notícies, 12/07/20)
"El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, han chocado este miércoles en el Parlament a propósito de la gestión de las residencias, tanto en Cataluña como en el resto del Estado, durante la actual pandemia de coronavirus.
En una pregunta a Torra, Iceta ha afirmado que no confían en el Govern porque "intenta derivar las responsabilidades a otros", y le ha afeado que a día 7 de abril el ejecutivo catalán no tuviera datos de dos de cada diez residencias: "¿Cómo confiamos en un gobierno que no sabe lo que pasa en las residencias? La única manera de transmitir confianza es con transparencia y eficacia".
A lo que Torra le ha respondido que "no tenemos ni idea de lo que ha pasado en las residencias españolas", ya que el Gobierno ha sido "incapaz" de dar los datos de muertos en estos centros.
"Algún día saldrá: en España hay el doble de muertos por COVID, porque todavía no han contado los muertos en residencias. Este dato de las residencias no me lo saque a mí", ha aseverado el presidente de la Generalitat.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha acusado a Torra de culpar de todo "a Madrid" por las consecuencias de la crisis del coronavirus en aspectos como la gestión de las residencias.
A lo que Torra ha contestado que "es un axioma que le compro: la culpa es de Madrid, es evidente. Por eso queremos ser independientes". (Cadena SER, 08/07/20)
"La politóloga Ares Casas ha compartido a través de su cuenta de Twitter
todos los disparates que han dicho miembros del Govern y otros sectores
independentistas durante la pandemia después de que el presidente de la
Generalitat, Quim Torra, afirmara en el Parlament que "si algo no hemos
hecho es aprovechar la gestión de esta pandemia para hacer política
independentista".
Casas recuerda que la portavoz del Govern, Meritxell Budó, afirmó que
"con una Cataluña independiente no habría habido ni tantos muertos ni
tantos infectados". También rememora la polémica de las mascarillas
cuando el conseller de Interior, Miquel Buch, manifestó que "se nos han
entregado 1.714.000 mascarillas, una cifra simbólica y nefasta para
Cataluña" o el tuit "de Madrid al cielo" de la exconsellera Clara
Ponsatí.
Esta usuaria también destaca que el presidente de la Cámara de
Comercio de Barcelona, Joan Canadell, afirmó en una entrevista a Nación
Digital que "España es paro y muerte" y que el actor del Polonia de TV3,
Toni Albà, comparó al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, con el
ex presidente de Serbia (1989-1997) y de Yugoslavia (1997-2000),
Slobodan Miloševi?, conocido como el carnicero de los Balcanes; por su
responsabilidad en las guerras de los Balcanes de los años noventa.
También recopila tuits de la consejera de Salud, Alba Vergés; del
consejero de Políticas Digitales, Jordi Puigneró; de la consejera de
Empresa y Conocimiento, Ángeles Chacón; del presidente del grupo
parlamentario de ERC en el Parlamento, Sergi Sabrià; de las diputadas de
Juntos por Cataluña en el Congreso, Laura Borràs y Míriam Nogueras; y
de la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, entre otros." (e-notícies, 09/07/20)
"(...) El cierre de Lleida echa por tierra la afirmación tantas veces
repetida estos meses por los soberanistas de que si Cataluña fuera
independiente la Generalitat habría gestionado la crisis sanitaria igual
o mejor que el Gobierno de España. Si en el confinamiento de la Conca
d’Òdena el Govern ya exhibió incompetencia, desbarajuste con los datos y
desatención hacia los ayuntamientos, cuyos alcaldes se quejaron
amargamente de que habían sido abandonados, ahora ha sido casi igual o peor.
Pero, claro está, los nacionalistas nunca reconocen sus culpas, siempre las externalizan. Para Vergés, en una entrevista este domingo en el programa Via Lliure de RAC1, el problema de fondo es que el Estado no asume sus competencias en inmigración
y ha dejado que Lleida se llenase de trabajadores sin papeles. “Muchas
de las personas que duermen en pabellones no tienen trabajo ni papeles.
En teoría no tenían que haberse desplazado, pero llegaron.
Y la
responsabilidad es del Estado”, relató como si se tratase de un
problema caído del cielo. También el alcalde de la ciudad, el republicano Miquel Pueyo,
que en el mismo programa lanzó ligeras críticas a la Generalitat,
engordaba esa cortina de humo de la consejera y reprochaba que el
Gobierno español no les haya ayudado a gestionar la llegado de los
trabajadores para la campaña de la fruta. Son argumentos que solo pretenden esconder la responsabilidad de los políticos soberanistas
cuando es una situación infame que se repite desde más de 25 años con
una Generalitat que dispone de competencias plenas en inspección de
trabajo, salud, agricultura, servicios sociales y orden público.
El problema sanitario que se vive en la comarca del Segrià no radica en la situación de ilegalidad jurídica
en la que se encuentran esos trabajadores pobres, sino en sus pésimas
condiciones laborales y de alojamiento. Los sindicatos lo han vuelto a
denunciar estos días. Evidentemente, la administración autonómica tiene mecanismos directos e indirectos para intervenir y obligar a los empresarios de la fruta a ofrecerles un hospedaje digno
y unas condiciones que no sean de semi esclavitud. El problema no es
que lleguen miles de personas indocumentadas atraídas por una llamada
laboral que se repite cada año, sino que la Generalitat, dando por bueno
el argumento de que la agricultura catalana necesita mano de obra
barata, no haya hecho los controles sanitarios previos y no exija un alojamiento con todas las garantías para los braceros.
Pero ahí no acaba la cosa, hay más sorpresas. La consejera de Salud no ejerce de máxima autoridad frente a la pandemia, a diferencia del papel que ejerció Salvador Illa como responsable de Sanidad
en relación a los otros ministerios cuando estuvo en vigencia el estado
de alarma. Vergés en la citada entrevista reconocía desconocer qué
dispositivo de control habían habilitado los Mossos para las salidas y
las entradas en la zona confinada. Ignoraba si había poca o mucha
laxitud en los controles, pues de eso se encargaba otro, el consejero de
Interior, Miquel Buch, que es de JxCat. El periodista Xavi Bundó no
salía de su asombro ante un reconocimiento tan explícito de
descoordinación. La ruptura dentro del Govern impide que la titular de
Salud ejerza, seguramente también por incapacidad propia, de mando único
frente a la pandemia.
Por último, pero no menos importante, el cargo de secretario de la
Agencia de Salud Pública de la Generalitat, que hasta el 25 de mayo
ocupaba Joan Guix, sigue sin cubrirse. Para Vergés no
pasa nada porque la responsabilidad se ejerce ahora de forma colegiada. O
sea, que en medio de la crisis sanitaria más grave del último siglo no
la asume nadie. Y es entonces cuando saltan todas las alarmas porque
dicha agencia es la responsable del control epidemiológico y, por tanto,
de garantizar los rastreos. Para controlar el coronavirus es
insuficiente con apelar a la responsabilidad individual como ahora hace
el Govern de Quim Torra, hace falta detectar precozmente los casos,
seguir los contactos y aislar los casos positivos. Son recomendaciones
imprescindibles de la OMS que la Generalitat no está cumpliendo.
En Cataluña no existe un mecanismo real de rastreo y seguimiento de
casos y eso es lo que permitido los rebrotes en Lleida. Para atajarlos
no es suficiente con la atención primaria, ya que los temporeros no tiene tarjeta sanitaria ni CAP de referencia
y, evidentemente, ningún en interés en someterse a una prueba PCR que,
en caso positivo, los aísle y les impida ganarse el jornal. Tampoco los
empresarios desean que se realicen esos cribados porque perderían mano
de obra y necesitan recoger la fruta ahora.
En definitiva, una
problemática compleja pero más que previsible, frente a la cual la
Generalitat no ha hecho nada por evitarlo. Un cóctel explosivo de
incompetencia gubernamental y avaricia empresarial que ha disparado la
infección del virus, los ingresos hospitalarios y en las UCI, obligando a
regresar al temible confinamiento. Pero en la Cataluña nacionalista la culpa es siempre de los otros, de España, por supuesto, y de los pobres temporeros ahora." (Joaquim Coll, Crónica Global, 07/07/20)
"La consejera de Salut, Alba Vergés, en una entrevista en Catalunya
Ràdio, ha afirmado que el Gobierno español tiene "responsabilidad" en el
rebrote de Lleida por la llegada de muchas personas a los municipios de
la comarca para la campaña de la fruta.
"Sólo quieren trabajar y
tenemos que poner condiciones de dignidad, y el primer paso para poder
regularizar estas personas y aquí el Estado tiene un papel importante y
no lo está jugando", ha señalado.
Vergés, por otra parte, no
descartó que el confinamiento en el Segrià se alargue más de 15 días.
"Lo veremos día a día. El análisis se hará a los 7 y los 14 días", ha
dicho. La consellera ha explicado que la trazabilidad de contagios en el
Segrià se mantiene, pero que había que actuar porque hay contagio
comunitario." (e-notícies, 06/07/20)
"A pesar de lo terrible de lo vivido durante estos meses, el Govern en Catalunya sigue anclado en el 'procés'. Parece
que quiere asegurar la libertad de manifestación, no vaya a ser que no
le luzca el 11 de septiembre o que la masa acostumbrada a hacer acciones
a favor de su causa busque otros 'hobbies'.
Es una vergüenza que no se priorice lo que importa: salud, educación, empleo y ayuda social. Creo
que tendrán que aclarar por qué se retrasaron las ayudas del Ejercito,
la gestión de las residencias y el intento constante de ir a la contra.
Está claro que Catalunya, dentro de un equipo, sería la que pone palos a las ruedas (no es la única).
No se puede ver TV-3 sin escuchar un reproche constante a las acciones del Gobierno. Y
siempre sus noticias acaban con una coletilla, a veces directa y otras
sibilina, que muestra la mala baba de sus directivos para acabar
hablando de 'procés', independencia, presos... y ahora dejar bien a
Jordi Pujol. Lo peor es que todos los catalanes seguimos pagando esa
cadena.
Antes del estado de alarma, los miembros del Govern podrían haber actuado como grandes pensadores que son y tener reservas de material, como
grandes inversores que son y tener una sanidad fuerte y no colapsada.
Han de ver el vídeo de 'Generalitat i coronavirus' de YouTube. Y qué
decir de las declaraciones de "España, muerte, sangre y paro", del
ridículo de las mascarillas y de TV-3 señalando a Madrid como el origen
del virus... cuando aquí dos semanas antes mandaban autobuses a
Perpinyà.
También siento vergüenza por una parte de la sociedad catalana que ve la paja del ojo ajeno y
no la viga del propio, que parece incapaz de ver la clase de políticos
que tenemos porque, como son nuestros, parece que hay que defenderlos a
muerte. Es lo que tiene el fanatismo, que todo vale, autocritica cero, y aunque se piense no se dice, no vayan a decir que soy un 'butifler'.
"La pandemia del COVID-19 ha sacado lo peor de muchos nacionalistas,
su bajeza moral y su indignidad como personas: desde pedir ─como el edil
de la CUP en Vic, Joan Coma─ toser en la cara o escupir a los miembros
de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que están desinfectando las
residencias geriátricas donde se hallan sus propios padres o abuelos,
¡sí!, hasta hacer política usando el miserable hashtag #EspanyaMata, muy
representativo del odio lazi generalizado que ha explotado en redes
sociales contra España, sus instituciones y sus abnegados servidores
públicos, pero también contra los catalanes libres de nacionalismo que
osan contradecir el unga unga de la tribu teledirigido por el espacio mediático catalán y sus lacayos de panza en gloria (o panxacontents, como decimos en catalán).
Uno
de los muchos voceros vividores del régimen, Jordi Graupera, cuando
finalmente Ada Colau entró en razón y requirió la ayuda de la UME,
escribió el siguiente tweet el 22 de marzo: “Una de las funciones no
escritas de un alcalde democrático de BCN es evitar a toda costa que el
ejército español haga algo ─hay buscar todas las alternativas posibles e
imposibles. Aquí viven muchas familias perseguidas por esta banda
durante generaciones”.
A lo que Ignasi Guardans respondió dos días
después, definiendo perfectamente a esta clase de personas: “Mi rechazo
a determinados líderes independentistas es porque creo que son personas
moralmente miserables, egoístas, dañinas socialmente, difusores de odio
y bilis. Vamos: desgraciados”.
Sólo le faltó añadir que Graupera,
quizás no sólo estaba preso del odio sino del rencor de haber fracasado
como candidato de la lista separatista Barcelona és Capital (BCap) a la
alcaldía, que no consiguió afortunadamente un solo edil de
representación ya que su programa electoral consistía básicamente en
como ejecutar un golpe de Estado e independizarse.
Por todo ello, ese
odio y rencor es en su caso comprensible, ya que a todos siempre nos
acompañan nuestros fantasmas, y si uno es como Graupera, debe
acompañarlo el Hades entero, encabezado por Companys junto con el resto
de habitantes del Tártaro.
El
nacionalismo es un mal endémico y metastásico que se ha propagado de
manera dirigista por todas las capas de la maltrecha sociedad catalana.
Estamos ya a finales de mayo y este discurso del odio no solo no se ha
detenido sino que se ha acrecentado entre los representantes públicos y
la sociedad civil separatistas para ocultar su pésima gestión económica,
sanitaria y humana en esta crisis, el enorme número de fallecidos
(especialmente las personas mayores y aquellas que moraban en
residencias) y, de paso, usarlo como remedo para grotescamente tratar de
asegurar sus prebendas o sus cargos y sus sueldos, aunque sea a costa
de la ruina económica y de la mortandad, anteponiendo el viaje eterno
hacia la Ítaca independiente, porque esa es la altura moral del
separatismo.
Para aquellos que no me crean, vean un ejemplo más de
esas execrables excreciones por parte de esa grey nacionalista
rebosante de inquina que, un día tras otro, usa lo que sea menester para
transmitir su cansino mensaje y que no decaiga dicho odio: “Cataluña
independiente hubiera salvado miles de vidas… España es paro y muerte,
Cataluña vida y futuro”. Esto es lo que vomitó el presidente de la
Cámara de Comercio de Barcelona en un tweet el 21 de abril, en plena
pandemia, politizando así los muertos en clave identitaria.
En la misma
línea, el vicepresidente primero de la Mesa del parlamento autonómico,
Josep Costa, afirmaba en un tweet de 4 de mayo respecto a la gestión de
la pandemia que “el único caos lo ha provocado esta suma de
centralización e incompetencia [del gobierno español]”, sin reconocer
responsabilidad alguna por parte de su partido y de su gobierno,
encabezado por Torra, de lo sucedido aquí en Cataluña, claro está. En
definitiva, todo es válido si sirve para atacar el concepto de España
como nación y para ensalzar las (imposibles) bondades de una Cataluña
independiente.
¿Y quién está al frente de esta pestilencia
nacionalista y permite que todo esto suceda y se normalice? El mismo que
hoy, 21 de mayo, mientras escribo estas líneas, acaba de espetar en el
parlamento autonómico que “la nueva normalidad tiene que culminar en un
Estado independiente… no tengo ninguna duda de que Catalunya será
independiente… para mí, eso es una cuestión irreversible”.
El infando
Torra, el Nada Honorable President, el Muy Supremacista President de
verbo enfermizo y odio visceral, el intolerante que no debe ser
tolerado, el inhabilitado que debería ser expulsado con urgencia de las
instituciones para preservar la poquísima dignidad democrática que aún
sobrevuela la Generalitat, ese proyecto de adulto que sigue siendo el
niño retraído que leía con fruición aquel libro poblado de bestias
parlantes y cuya imagen ha proyectado en los catalanes libres de
nacionalismo y en el resto de españoles que osan desafiar su ponzoñosa
ideología, está causando un daño irreparable con su actuación como
marioneta de Puigdemont y el resto de líderes procesistas, esos freedoms fighters
de salón, que esconden su responsabilidad cobardemente de manera
sucesiva en otro a modo de una matrioshka rusa, pero en vez de muñecas
usando un sinfín de decrecientes barretinas.
El nacionalismo, como
cualquier otro movimiento totalitario, es siempre antitético respecto
al progreso ya que supone regresión y pensamiento único (y cuando
triunfa, partido único e instituciones al servicio de ese partido, se
convierten en el Estado) y contraviene todos los principios sobre los
que se asienta el desarrollo humano. Por ello, cuanto más avance la
peste nacionalista más se destruirá nuestra sociedad, más dañados
quedarán nuestros derechos civiles y nuestras libertades fundamentales y
cada vez será más difícil recuperarlos, que se produzca el cambio.
Decía
George Bernard Shaw que “el progreso es imposible sin el cambio, y
aquellos que no pueden cambiar sus mentes no pueden cambiar nada”, lo
cual indica que desde el conjunto de España debe existir una
responsabilidad compartida para ayudarnos a aquellos catalanes libres de
nacionalismo (y por ende españoles sin ambages) a luchar no solo contra
un régimen despótico de sátrapas nacionalistas sino a mostrarles, a
nuestros hermanos que han sido abducidos mentalmente por la escuela y el
espacio mediático hipersubvencionado catalán, que España no es paro y
muerte sino paz y vida, garantías y oportunidades, derechos y
libertades.
Shaw afirmaba que la libertad supone responsabilidad y que
por eso la mayor parte de los hombres la temen tanto. Que no la teman,
que es mucho peor el sometimiento a un régimen fascistoide cuyo único
interés es “la nació” y cómo seguir viviendo de ésta, tanto ellos como
sus hijos y sus futuros descendientes, al modo de una nobleza de rancio
abolengo de famiglie separatistas.
Y todo ello es posible
por la connivencia y la bajeza moral del actual gobierno de España, que
dice defender el progreso y la igualdad, y pacta, aprovechando el
estado de alarma, con aquellos que defienden justo lo contrario, con los
nacionalistas de todo pelaje: desde los que practican el laissez faire, laissez passer a los herederos de los terroristas asesinos pasando por los que aspiran a ser como estos últimos y por los extorsionadores
profesionales de competencias.
Lo cierto es que, ante este panorama,
cuando finalmente pase la pandemia del coronavirus, la peste
nacionalista seguirá ahí, y aún más fuerte y resiliente, ya que el
desastre económico sin precedentes será campo abonado para los
populismos y extremismos de todo tipo, el caldo de cultivo ideal para el
excluyente egoísmo nacionalista.
Describe Albert Camus en su novela La Peste
(1947) cómo será la vida después de que la peste haya arrasado la
ciudad de Orán: “Una de las nuevas muestras de que la era de la salud,
sin ser abiertamente esperada, se aguardaba en secreto, sin embargo, fue
que nuestros ciudadanos empezaron a hablar con gusto, aunque con aire
de indiferencia, de la forma en que reorganizarían su vida después de la
peste”.
Pero que nadie se lleve a engaños, nosotros no podremos
permitirnos el hablar con indiferencia de cómo reorganizar nuestras
vidas, porque la peste nacionalista no nos lo va a permitir, porque es
resiliente y refractaria al progreso humano. Camus nos lo expone
claramente en otro párrafo de la novela: “Oyendo los gritos de alegría
que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está
siempre amenazada.
Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba
lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere
ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en
los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las
bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar
un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres,
despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa”.
Y
para que ese bacilo no despierte, les propongo que escuchemos juntos,
por la ventana abierta, como hizo Miguel Hernández, víctima de la
sinrazón de una guerra fratricida que deseamos que no se vuelva a
repetir jamás.
“Soy una abierta ventana que escucha,
por donde va tenebrosa la vida.
Pero hay un rayo de sol en la lucha
que siempre deja la sombra vencida”
Antes
de que sea demasiado tarde, seamos ese rayo de sol que venza para
siempre a las tinieblas nacionalistas, o éstas acabarán inundando
nuestras vidas y todas nuestras ciudades con ratas portadoras de esa
pestilente oscuridad que pacientemente espera decenios dormida para
alcanzarnos cuando menos lo esperemos." ( Pau Guix
"Cuando las cosas se ponen serias, en Cataluña se aparcan las banderas, las identidades y las reivindicaciones. Ha sido siempre así, a lo largo de la historia. Cuando las cosas se ponen serias, en Cataluña, seguro que estamos hablando de dinero.
La crisis del coronavirus muy probablemente hará que este verano apenas venga turismo extranjero, por lo que el sector debe confiar en el turismo español, tal como se ha reconocido desde la administración catalana. Y el turismo es dinero, mucho dinero, exactamente el 12% del PIB catalán. Así pues, la Agencia Catalana de Turismo está a punto de poner en marcha una campaña dirigida a captar turismo español, con quien resulta que ahora «nos unen muchos vínculos emocionales».
La campaña verá la luz dentro de pocos días: en junio. Naturalmente, esto ha obligado a tragarse sapos y ahora ya se habla de «región» en referirse a Cataluña, pero también obligará a tirar de Photoshop y eliminar de las fotos promocionales cualquier referencia reivindicativa, desde estrelladas en lazos amarillos . O encontrar parajes o edificios que no luzcan estos ornamentos, pero esto sería tarea titánica.
Se trata de dar a los potenciales turistas españoles la imagen de una Cataluña acogedora, donde nunca jamás nadie le diría ni «colono» ni «nyordo» a alguien originario de otras regiones de este gran país que formamos entre todos y blablabla . O eso es lo que parece que pretenderá dar a entender la campaña. Una campaña de «aquí paz y después gloria».
Vamos a ejemplos prácticos. Observen las imágenes que acompañan este artículo. En una se ve el puente de Besalú con una feliz pareja que se ha instalado a cenar, imagen que formó parte de una anterior campaña de la Agencia Catalana de Turismo dirigida a los españoles. No parece muy probable que en este lugar se sirvan comidas, pero lo podemos considerar una licencia poética del publicista.
Lo que sería más extraño, al menos hoy, es que el puente no haya símbolos independentistas, tal como se ve en la otra fotografía, tomada ayer mismo. También se podrían ver muñecos colgando boca abajo. Hace poco más de un año estaban los de Llarena, Franco y el Rey en un muro de la misma población. Se hará difícil la nueva campaña, si lo que se quiere es dar imagen acogedora. Si en lugar del magnífico puente de Besalú opta por la imagen de una playa, deberá ser también cuidadoso, no sea que aparezca alguna de las que los CDR sembraron de cruces amarillas, con pancartas que rezaban «Catalonia is not Spain ».
O por la de alguna carretera o autopista cortada con neumáticos ardiendo, otra original forma de dar la bienvenida a los visitantes. Quizá los turistas españoles no captarían el peculiar sentido del humor catalán a la hora de recibir y honrar los visitantes, nuestra manera de hacerles sentir como en su casa.
La campaña, según explicaron los responsables de la Agencia Catalana de Turismo cuando la presentaron -en Madrid, como no podía ser menos-, irá dirigida a resaltar los «vínculos emocionales» entre los catalanes y el resto de españoles, que al menos este verano dejarán de ser unos fascistas que nos roban, o incluso que nos matan porque nos traen aquí sus virus.
Más que las orejas del lobo, los dientes
La campaña fue anunciada a inicios de mayo, cuando ya más que ver las orejas al lobo, los responsables de turismo en Cataluña le veían incluso los dientes. Con las fronteras cerradas, con la amenaza de cuarentena por los turistas extranjeros que quieran venir a España, y con la certeza de que otros destinos están poniendo muchas más facilidades a la llegada de visitantes extranjeros, el turismo español es el clavo ardiendo al que agarrarse -se para, si no salvar la temporada, al menos subsistir en espera de mejores tiempos.
Si para lograr esto, Cataluña debe pasar de país a región, debe elogiar España y los españoles, y debe olvidar supuestos expolios y antiguas reivindicaciones, se hará sin problemas." (Albert Soler, Diari de Girona, 25/05/20)
"La portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha relacionado la gestión en las
residencias de gente mayor durante la pandemia con la “deuda histórica
del Estado”, porque incumple con sus compromisos de financiación en el
ámbito de la dependencia.
“Un incumplimiento del Estado español que debería aportar el 50% de
los recursos de la financiación de la ley de atención a las personas con
dependencia y que sólo aporta el 20%. Por tanto, el 80% lo tiene que
cubrir la Generalitat”, ha explicado la dirigente republicana este
jueves en el Parlament.
Esquerra ha votado a favor de la comisión de investigación
parlamentaria sobre la gestión de los geriátricos, pero ha pedido
“hablar de todo”.
“Hablemos de las residencias. Y hablemos también de la
deuda histórica del Estado en el ámbito de la dependencia, del mando
único y la decisión errónea de centralizar la compra y distribución del
material y de la herencia de un sistema fundamentalmente privado”, ha
indicado Vilalta.
La portavoz de ERC también ha reclamado debatir en la comisión de
investigación sobre el modelo de las residencias. “Un modelo de atención
a la gente mayor que pase por el fortalecimiento del sistema público y
por la promoción de la autonomía.
Un modelo que reconozca la labor de
los profesionales con condiciones sociales y laborales a la altura del
trabajo”, ha defendido Vilalta.
El Parlament ha aprobado este jueves por unanimidad la creación de la
comisión de investigación que fue pedida inicialmente por los partidos
de la oposición. Casi 4.000 personas han muerto en las residencias desde
el inicio de pandemia, según los datos de las funerarias facilitados
por el Departamento de Salud." (e-notícies, 21/05/20)
"La alcaldesa de Vilanova del Camí, Noemí Trucharte (PSC) es una de los
alcaldes que han cogido la crisis del coronavirus por los cuernos. Junto
a Marc Castells (JxCat), de Igualada; Maria Savayera (ERC), de Òdena; i
Jesús Miguel 'Schummi' Juárez (Ara Montbui, de Santa Margarida de
Montbui) decidieron poner en marcha un hospital de campaña que final y
felizmente no ha tenido que utilizarse.
Al frente de un municipio de más de 12.000 habitantes en el que ha
habido unos 80 fallecidos, Trucharte afirma que “no me he sentido
apoyada por la consejera de Salud” y que, entre otras cosas, “ha faltado
información” porque las decisiones sobre el confinamiento se las
comunicaban con muy poca antelación.
La alcaldesa también
considera que “culpar a una enfermera del hospital fue un grave error”
en alusión a la versión oficial que dio la consejería y que al día
siguiente rectificó. Evita hacer más cábalas sobre si el virus fue
importado por unos empresarios que viajaron al norte de Italia y sobre
los doce autocares que fueron después al míting de Perpiñán pero espera
que todo “salga a la luz”
“Los alcaldes asumimos retos que no nos
correspondían”, añade respecto al mencionado hospital pero recuerda que
más vale “trabajar todos a la una” y es muy crítica con la actitud del
Gobierno español por “hacer política con este tema”. También considera
“súper absurdo” decir que en una Cataluña independiente hubiera habido
menos fallecidos." (e-notícies, 22/05/20)