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4/6/20

Miquel Vilanova, exdirigente de Unió: “el proceso ha generado un hundimiento anímico. La falta de autoestima es el origen del proceso”




"El abogado Miquel Vilanova, que fue primer teniente de alcalde de Banyoles durante ocho años (2007-2015) considera que “el proceso ha generado un hundimiento anímico” en esta entrevista con e-notícies.

Vilanova, exmilitante de Unió, opina también que “el catalanismo no ha muerto” pero que hay que “eliminar los dos bandos” y recuperar la empatía. Partidario de la mesa de diálogo, afirma que “el proceso se arregla con paciencia y diálogo”. “Yo ya soy catalán, no quiero serlo más”, añade.

También que “deberíamos generar empatía hacia el resto de España”. “Catalunya, cuando mejor le ha ido, es cuando se ha olvidado de mirar hacia dentro”, prosigue. En su opinión “cuando nos ha mirado el mundo ha sido durante los Juegos Olímpicos”.

Antiguo militante de UDC, afirma finalmente que “Unió es el único parido que no tiene las manos manchadas de sangre durante la Guerra Civil”. “El odio no lleva a ninguna parte”, insiste.
En esta entrevista explica por último que, durante un mitin de Mas en Banyoles en el 2015, se levantó y se fue porque ya no estaba de acuerdo con el derrotero que iba tomando el proceso."            (Entrevista a Miquel Vilanova, Xavier Rius, e-notícies, 02/06/20)

10/7/19

Los españoles seguimos siendo muy poco nacionalistas. En cualquier caso, no existe un sentimiento nacionalista en España que tenga la densidad del sentimiento nacionalista catalán. Cuando afirmas esto en Cataluña nadie te cree, pero es una realidad...

"(...) Según las encuestas, los españoles se sienten menos nacionalistas que el resto de países de la Unión Europea. ¿Cree que esto ha cambiado tras la aparición de Vox?

No, seguimos siendo muy poco nacionalistas. Por supuesto, siempre ha existido ese 10 o 15% que a la primera de cambio saca la bandera y proclama sentirse muy español. Pero a esas personas habría que preguntarles: ¿Qué quiere decir sentirse español? Lo importante no es el territorio, sino la comunidad: el convenio que uno establece con el resto de ciudadanos. 

Y si ese contrato es bueno, uno puede sentirse, más que orgulloso, a gusto. En cualquier caso, no existe un sentimiento nacionalista en España que tenga la densidad del sentimiento nacionalista catalán. Cuando afirmas esto en Cataluña nadie te cree, pero es una realidad. (...)"

(Entrevista a Álex Sàlmón, Director de El Mundo-Barcelona, Óscar Benítez, El Catalán.es, 26/06/19)

16/3/12

Pujol se quiere independizar... ahora

"La cuestión es que el expresidente Jordi Pujol acaba de publicar el tercer tomo de sus memorias y ha aprovechado el foco para decir que votaría sí en un referéndum por la independencia catalana.

La declaración no tiene mayor importancia, y solo refleja el carácter de los nacionalistas: Pujol tuvo más de dos décadas para darse el gusto de hacerse la pregunta, pero prefiere responderse sin pregunta, que trae menos problemas y además un bel morir tutta una vita onora.(...)

 Es un momento más adecuado que cualquier otro para decirlo. Si este es hoy un Estado inviable es, en gran medida, por la acción obstinada y duradera de Pujol y por la complacencia que todos los presidentes, salvo Adolfo Suárez, mantuvieron frente a él.

En esta hora de déficit al gran estadista y a sus cómplices políticos y mediáticos hay que homenajearles por tres motivos. El primero por la instalación en la lógica de la duplicidad. A pesar de que su retórica maniobrera quisiera a veces desdecirlo, Pujol construyó un Estado catalán y no el Estado en catalán. (...)

El segundo es por el tipo de negociación, paz por territorios, que se impuso en la construcción del Estado. Cualquier gobierno central en dificultades a la hora de aprobar una ley supo siempre que podía hablar con Pujol.

 Era secundario el sesgo que tuviera la ley: Pujol se adaptaba. Lo importante para él era obtener concesiones estructurales a cambio de favores políticos circunstanciales.

 La política del gran estadista, por último, exhibió otra característica indeleble: nunca se vio obligado a vincular el ejercicio del poder con la responsabilidad fiscal. Él gastaba, pero los odiosos recaudadores siempre fueron, siempre son, los otros."        (Diarios de Arcadi Espada, 15/03/2012)

28/5/09

Nacionalismo blando

"La historia del nacionalismo vasco es un canto a la banalización: tanto más aceptable para amplios sectores de la población vasca cuanto menos radical en sus pretensiones. Las escisiones en todos los movimientos nacionalistas responden al mismo patrón: a la banalización que asegura una socialización suficiente le sigue la radicalización para preservar la pureza, una radicalización cada vez más asentada en lo subjetivo. Pero esta es otra cuestión.

Todas las banalizaciones van acompañadas de rituales aparentemente radicales que hacen llevadera la conciencia de la renuncia: o bien se producen etnificaciones sin sustento cultural --ponga una K en su nombre o apellido, o ponga un nombre que suene a vasco en su familia, aunque siga hablando exclusivamente en castellano y consumiendo cultura castellana con toda normalidad--, o bien se crean espacios en los que la radicalidad se manifiesta ritualmente, pero con total impunidad. Y no se trata de la impunidad ante la ley y las fuerzas de seguridad del Estado, que también --es poca o ninguna la valentía que requiere silbar al Rey y al himno nacional--, sino la impunidad ante las consecuencias de un nacionalismo vivido en toda su radicalidad.

En términos freudianos, podríamos hablar de sustitución simbólica: no puedo, ni tengo demasiado interés, ni sé qué significaría optar en la realidad, con todas sus consecuencias, por la ruptura de todas las relaciones con el Estado, con España, salir del entramado de derechos y obligaciones simbolizados por el Rey y por el himno nacional. Pero juego a ello en un ámbito que no comporta consecuencia alguna: en un campo de fútbol --según la máxima foral que rige el fútbol y casi todos los demás deportes: lo que sucede en el campo de fútbol queda allí y no puede salir al ámbito de la jurisdicción ordinaria-." (La Fundación para la Libertad, citando a
Joseba Arregi, EL PERIÓDICO DE CATALUÑA, 28/5/2009)