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20/6/24

La revista Social Science Research ha publicado un trabajo titulado 'Who is the majority group?', que analiza la discriminación laboral en Cataluña... Tener un nombre catalán confiere ventajas en el mercado laboral en esa comunidad... los nombres informan de una percepción de competencia lingüística, que está ligada a una expectativa de productividad... los solicitantes de empleo con apellindo no catalanes no fueron considerados igualmente productivos debido a los estereotipos preexistentes... las creencias de los empleadores sobre las habilidades lingüísticas de los solicitantes condicionan directamente las decisiones de contratación... se premia a aquellos que se consideran “de dentro”

 "(...) La revista Social Science Research ha publicado un trabajo de Mariña Fernández-Reino y Mathew J. Creighton titulado Who is the majority group?, que analiza la discriminación laboral en Cataluña. El paper, que combina dos estudios, identifica la influencia de los nombres en el proceso de contratación y “evalúa las asociaciones entre nombres y percepciones de origen geográfico, clase social y competencia lingüística”. Tener un nombre catalán confiere ventajas en el mercado laboral en esa comunidad a través de tres mecanismos. 

En primer lugar, se asocia a una percepción del dominio del lenguaje. 

Dicen los autores: “Los solicitantes [de uno de los estudios] no se consideraban igualmente productivos a causa de prejuicios preexistentes de los empleadores sobre el dominio del idioma catalán de diferentes perfiles de nombres”. La mayoría de la población catalana es bilingüe: el 36,1% prefiere el catalán y el 48,6% el castellano, una diferencia influida por los orígenes familiares. 

En segundo lugar, los apellidos catalanes indican una clase social más elevada (los 10 apellidos más comunes de Cataluña son “castellanos”). 

En tercer lugar, los investigadores apuntan que se premia a aquellos que se consideran “de dentro”. 

El enfoque adoptado en este artículo, explican, se puede comparar con otras investigaciones sobre discriminación étnica en contextos multilingües. La lucha contra la discriminación y la defensa de los derechos lingüísticos son causas no solo de la izquierda, sino de cualquier proyecto heredero de la Ilustración. Pero ya sabemos que estos son tiempos confusos."            (Daniel Gascón, El País, 21/03/24)

 

 "¿Quién es el grupo mayoritario? Señalar la pertenencia a grupos mayoritarios con tratamientos basados en nombres en contextos multilingües: el caso de Cataluña.

 Resumen

Cada vez son más los trabajos que muestran cómo la selección de nombres determina los patrones de discriminación étnica y racial en la contratación observados en estudios de auditoría de correspondencia. Una clara limitación de la investigación existente sobre la percepción de los nombres y la discriminación étnica en el empleo es que se basa predominantemente en los EE.UU., lo que limita su aplicabilidad a contextos con una gran diversidad lingüística entre la población mayoritaria. Estos territorios se enfrentan a una realidad en la que las preferencias y los usos lingüísticos, la clase social y la ascendencia se asocian a nombres específicos entre el grupo mayoritario nativo. El resultado es una notable diversidad en las (des)ventajas laborales que confieren los distintos nombres dentro de la población mayoritaria. Para llenar este vacío, este artículo se centra en Cataluña, una región multilingüe diversa y la segunda zona más poblada de España. Mediante dos estudios complementarios, este trabajo identifica la influencia directa de los nombres en el proceso de contratación (Estudio 1) y evalúa las asociaciones entre los nombres y las percepciones de origen geográfico, clase social y competencia lingüística (Estudio 2). 

Los resultados muestran que tener un nombre catalán confiere una ventaja en el mercado laboral a través de tres mecanismos. 

 En primer lugar, los nombres informan de una percepción de competencia lingüística, que está ligada a una expectativa de productividad. 

En segundo lugar, los nombres señalan la clase social y ciertos nombres del grupo mayoritario (solicitantes con dos apellidos catalanes, una minoría dentro de la región), indican una clase social más alta, lo que supone una ventaja.

En tercer lugar, cierta ventaja podría estar vinculada a gustos que favorecen a un intragrupo por razones de supuesta compatibilidad cultural, histórica o política. El enfoque adoptado en este artículo tiene una relevancia significativa para otras investigaciones sobre discriminación étnica realizadas en contextos multilingües con una diversidad autóctona comparable.

Introducción

Los experimentos de campo sobre prejuicios étnicos y discriminación en el mercado laboral se han basado a menudo en los nombres para señalar la pertenencia a mayorías y minorías étnicas. Cada vez hay más pruebas de que los nombres también pueden transmitir la pertenencia a una clase social (Crabtree et al., 2022; Gaddis, 2017a), la edad (Johfre, 2020), el estatus migratorio (Gaddis et al., 2022; Landgrave y Weller, 2022) y ciertos rasgos psicológicos (Mitchell Elder y Hayes, 2023). Como resultado, el nivel de discriminación étnica medido en los experimentos de campo depende en gran medida de los nombres seleccionados para señalar la condición de grupo mayoritario y minoritario. Con algunas excepciones (véase Martiniello y Verhaeghe, 2023), la investigación sobre la percepción de los nombres se ha centrado en gran medida en Estados Unidos (Crabtree et al., 2022, 2023; Gaddis, 2017b; Landgrave y Weller, 2022; Mitchell Elder y Hayes, 2023).

Este desfase, al menos en parte, es atribuible a la realidad de que, cuando existe efectivamente una única lengua dominante, todos los nombres nativos mayoritarios deberían transmitir altos niveles de competencia en la lengua principal, independientemente de las percepciones de clase social. Sin embargo, cuando hay dos o más lenguas reconocidas oficialmente y/o habladas ampliamente por la población mayoritaria nativa, la selección de nombres para señalar el estatus de grupo mayoritario se vuelve más compleja. Esta complejidad surge de la frecuente correlación entre conocimientos lingüísticos, clase social, identidad y ascendencia dentro de la población nativa. En las últimas décadas se ha producido una explosión de la literatura sobre lenguas minoritarias y nacionalismo, política territorial y gobernanza multinivel que ha examinado la gestión de la diversidad cultural y lingüística en países con regiones con identidades nacionales y lenguas distintas (Gagnon, 2021; Guibernau, 1999; Hroch, 2000; Keating, 2001, 2008; Kymlicka, 1996; Requejo, 1999; Tierney, 2005), por ejemplo, Cataluña y el País Vasco en España, Quebec en Canadá o Flandes en Bélgica. En estas regiones subestatales, las distintas comunidades lingüísticas dentro del grupo mayoritario autóctono no se perciben como etnias diferenciadas en la misma medida que los inmigrantes internacionales y sus descendientes, pero tampoco se perciben como culturalmente homogéneas. Tres factores principales contribuyen a la complejidad de la selección de tratamientos basados en el nombre para los experimentos de campo sobre el mercado laboral realizados en contextos multilingües.

En primer lugar, se ha demostrado que los conocimientos lingüísticos son relevantes para la productividad (Chiswick y Miller, 1995, 2015). Por lo tanto, las percepciones del dominio lingüístico derivadas del nombre pueden influir en el comportamiento de contratación de los empleadores. La variación en las percepciones del dominio de una o más lenguas relevantes para un contexto puede (des)favorecer a los solicitantes en el mercado laboral que son nombrados de forma que señalan el dominio o la preferencia lingüística. Esto afectará directamente a los niveles de discriminación medidos en los estudios que se basan en los nombres para señalar la pertenencia a un grupo.

En segundo lugar,
los nombres de los nativos mayoritarios en geografías subnacionales lingüísticamente diversas suelen reflejar distintos antecedentes ancestrales asociados a divisiones políticas contextualmente específicas (Keating, 2001; Tierney, 2005). Las lenguas tienen un valor instrumental como medio de comunicación, pero también sirven para expresar la identidad personal y política, lo que explica la frecuente tensión en torno a las políticas lingüísticas y los derechos lingüísticos entre el Estado central y los gobiernos regionales (Cetrà, 2019; Pujolar, 2007). El solapamiento entre las asunciones basadas en el nombre sobre la ascendencia, el uso de la lengua y las identidades políticas y nacionales da lugar a que algunos nombres de grupos mayoritarios se asocien a determinadas posiciones políticas (por ejemplo, el apoyo a las reivindicaciones sucesorias). Estas asociaciones, que son distintas de las vinculadas a la productividad, podrían dar lugar a dinámicas de inclusión e inclusión arraigadas en preferencias de contratación vinculadas a la compatibilidad ideológica percibida.

Por último, los nombres de grupos mayoritarios que reflejan distintas ascendencias regionales pueden asociarse a distintos orígenes de clase social. Las diferencias de clase social en la asignación de nombres son un fenómeno bien estudiado (Lieberson y Bell, 1992), y la asociación de ciertos nombres a clases sociales más bajas puede afectar negativamente a la trayectoria en el mercado laboral de sus portadores (Crabtree et al., 2022). En territorios multilingües con identidades culturales diferenciadas, a menudo se produce un solapamiento entre la ascendencia regional (evidente en nombres y apellidos) y la clase social; por ejemplo, en Bélgica, la población flamenca solía ser más pobre que la francesa hasta la segunda mitad del siglo XX; como consecuencia, la lengua y la cultura francesas gozaban de mayor prestigio (Vogl y Hüning, 2010). En Montreal (Quebec), los anglófonos constituían la élite económica antes de la década de 1970; en consecuencia, los francófonos tenían que aprender inglés al entrar a trabajar para comunicarse con sus jefes, pero los anglófonos no aprendían francés (Lieberson, 1965). Los usos y el estatus de las distintas lenguas en los territorios multilingües reflejan la dinámica de poder entre las comunidades lingüísticas, es decir, el grupo que controla los valiosos recursos económicos y políticos es capaz de imponer las normas lingüísticas de comunicación, incluidas las políticas lingüísticas (Heller, 1992). En otras palabras, el valor que tiene en el mercado laboral el bilingüismo o el dominio monolingüe de una lengua concreta depende de qué lengua o lenguas dominan las comunicaciones en los entornos formales.

Uno de los objetivos principales de este artículo es demostrar que la ventaja de algunos nombres en el mercado laboral no se debe únicamente a las percepciones de clase social sobre la productividad ligada a nombres específicos, sino también a las percepciones de competencia lingüística, que están determinadas contextualmente. Para ello, nos basamos en los datos de una auditoría de correspondencia (Estudio 1) y una encuesta en línea sobre percepciones de nombres (Estudio 2), ambos realizados en Cataluña, una región multilingüe del noreste de España con 7,8 millones de habitantes en 2022 (Instituto Nacional de Estadística, 2022). Un aspecto crucial para los objetivos de este trabajo es que el grupo mayoritario nativo es muy diverso en términos de uso de la lengua (el catalán y el castellano son lenguas ampliamente habladas y reconocidas como oficiales) y ascendencia (una parte sustancial de la población ha nacido o tiene padres/abuelos nacidos en otras regiones de España). Cataluña también es étnicamente diversa, con un 21,2% de residentes nacidos fuera de España en 2022 (ibíd.), principalmente de Marruecos, Colombia, Ecuador, Rumanía y Pakistán.1

Los resultados de la auditoría de correspondencia (Estudio 1), muestran que el nivel y el grado en que detectamos discriminación en la contratación contra los solicitantes de minorías étnicas depende de los nombres seleccionados para identificar al grupo mayoritario nativo de referencia. Es más probable que los empresarios abran las solicitudes de candidatos con nombres que indican una ascendencia catalana "exclusiva" (nombres y apellidos catalanes) en comparación con los solicitantes nativos que transmiten ascendencias españolas (castellanas) o de minorías étnicas. La encuesta sobre la percepción de los nombres (Estudio 2) arroja luz sobre las causas de este trato diferenciado. Encontramos que los nombres que indican la pertenencia a un grupo mayoritario -diferentes combinaciones de nombres y apellidos catalanes y castellanos2 - difieren ampliamente en términos de clase social percibida y competencia lingüística en catalán. Los resultados se interpretan a la luz de las teorías de la discriminación estadística y atencional (Aigner y Cain, 1977; Arrow, 1974; Bartoš et al., 2016) y del favoritismo de los grupos internos (Tajfel y Turner, 2004).

En primer lugar, argumentamos que los solicitantes del grupo mayoritario en el Estudio 1 no fueron considerados igualmente productivos debido a los estereotipos preexistentes de los empleadores sobre el dominio de la lengua catalana de los diferentes perfiles de nombres nativos. Dado que el dominio de la lengua es un componente clave de la productividad (por ejemplo, Chiswick y Miller, 1995, 2015), las creencias de los empleadores sobre las habilidades lingüísticas de los solicitantes condicionan directamente las decisiones de contratación. 

En segundo lugar, sugerimos que las percepciones de los empresarios sobre la clase social de los candidatos influyen en su comportamiento a la hora de contratar. Esta idea se deriva de los resultados del Estudio 2, que relaciona los apellidos catalanes con una percepción de ser de clase media-alta en relación con otras combinaciones de nombres en el grupo mayoritario.

 En tercer lugar, reconocemos que los resultados podrían deberse en parte al favoritismo dentro del grupo, que en este contexto se entiende como tener una conexión con Cataluña, por ejemplo, haber crecido en la región y/o estar familiarizado con la cultura catalana, incluida la lengua catalana. El Estudio 2 muestra que los solicitantes con nombres y apellidos de minorías étnicas o españoles eran percibidos como nacidos fuera de Cataluña y sin dominio del catalán, mientras que los solicitantes con al menos un nombre o apellido catalán eran vistos como nacidos en Cataluña y con un alto dominio de la lengua regional.

Nuestras conclusiones son de clara relevancia para la investigación sobre la discriminación en el mercado laboral realizada en territorios multilingües. Países occidentales como Canadá, Bélgica, España y Suiza han sido lingüísticamente diversos mucho antes de la llegada de la migración internacional a gran escala, que dio lugar al establecimiento de poblaciones étnicas minoritarias identificables (Pettigrew, 1998; Van Mol y de Valk, 2016). La diversidad lingüística entre la mayoría nativa no se limita a un puñado de países europeos, ya que muchos países no occidentales albergan minorías étnicas considerables de ascendencia inmigrante que conviven con poblaciones nativas mayoritarias lingüística y culturalmente diversas, por ejemplo, China, India, Rusia o Sudáfrica. Por tanto, los investigadores que utilicen tratamientos basados en nombres para transmitir los estatus de mayoría y minoría en contextos multilingües deben tener en cuenta (1) los patrones de uso y destrezas lingüísticas entre la población nativa mayoritaria en función de su ascendencia, clase social e identidad política; y (2) las ideologías lingüísticas dominantes en una sociedad determinada, es decir, las creencias y actitudes predominantes sobre el papel, los usos y el valor de las distintas lenguas, que a menudo son un reflejo de las desigualdades de poder entre comunidades lingüísticas (Woolard y Schieffelin, 1994).
Fragmentos de secciones

Señalización de la pertenencia a grupos mayoritarios y minoritarios con nombres en países multilingües

Los nombres son el principal tratamiento utilizado en las auditorías de correspondencia y los experimentos con encuestas para medir la prevalencia de comportamientos discriminatorios y actitudes prejuiciosas hacia las minorías étnicas en una serie de situaciones (Crabtree et al., 2022; Gaddis, 2017a; Johfre, 2020; Mitchell Elder y Hayes, 2023). Aislar el efecto de la etnia en los resultados de comportamiento y actitud puede, sin embargo, plantear un reto, ya que los nombres también transmiten otros atributos como la clase social (Crabtree et al., 2022; Enfoques teóricos para explicar el comportamiento discriminatorio en el mercado laboral)

Se han desarrollado múltiples teorías para explicar el comportamiento discriminatorio y tendencioso. A continuación, se examinan dos corrientes principales que han evolucionado en paralelo. La primera se basa en la teoría de la discriminación estadística (Aigner y Cain, 1977), mientras que la segunda tiene sus raíces en perspectivas sociopsicológicas, como la teoría de la identidad social (Tajfel, 1982; Tajfel y Turner, 2004), las teorías basadas en el estatus (Ridgeway, 2001) y las teorías de los estereotipos (Cuddy et al., 2007; Fiske et al., 2002). Existen solapamientos
Caso de estudio

Cataluña se ha considerado un ejemplo clásico de nación sin estado o minoría nacional en la literatura sobre nacionalismo (Guibernau, 1999; Keating, 2001; Kymlicka, 1996) debido a un alto grado de autonomía política y a una fuerte identidad nacional definida por una historia, una lengua y una cultura comunes que se distinguen del resto de España. Sin embargo, la población de la región dista mucho de ser homogénea en cuanto a ascendencia y lengua. En cuanto a la ascendencia, la diversidad de la población catalana

Estudio 1: Una auditoría por correspondencia sobre la discriminación de las minorías étnicas

Los datos del Estudio 1 están a disposición del público (Lancee et al., 2021) y proceden de la primera auditoría de correspondencia armonizada transnacional -el estudio GEMM- que se llevó a cabo de noviembre de 2016 a mayo de 2018 en cinco países europeos: Alemania, Países Bajos, Noruega, España y Reino Unido. El estudio GEMM también representa la primera auditoría de correspondencia sobre discriminación étnica en el mercado laboral español que permite una evaluación independiente de la región de Cataluña. El estudio GEMM utilizó
Estudio 2: Una encuesta en línea sobre las percepciones del nombre

El Estudio 2 es una encuesta en línea prerregistrada10 sobre percepciones del nombre con una muestra de 789 individuos de entre 18 y 64 años residentes en la región de Cataluña. El estudio se diseñó para abordar las tres posibles explicaciones de los resultados del Estudio 1 comentados anteriormente. Pedimos a los encuestados que valoraran distintas combinaciones de nombres y apellidos en términos de
Conclusión

Este artículo se ha centrado en el caso de Cataluña, una región de España con una gran diversidad lingüística y ancestral entre su población autóctona mayoritaria. El caso de Cataluña pone de relieve la complejidad de interpretar los resultados de los experimentos de campo sobre discriminación étnica en la contratación en contextos multilingües. El enfoque adoptado aquí nos ayuda a comprender mejor las sociedades multilingües como Cataluña, en las que la lengua sirve como marcador de ascendencia, identidad y clase social. En consecuencia, una

Declaración de contribución a la autoría del CRediT

Mariña Fernández-Reino: Conceptualización, Curación de datos, Análisis formal, Adquisición de fondos, Investigación, Metodología, Administración del proyecto, Recursos, Software, Supervisión, Validación, Visualización, Redacción - borrador original, Redacción - revisión y edición. 

Mathew J. Creighton: Adquisición de fondos, Recursos, Investigación, Redacción - revisión y edición."

(Science direct, Vol. 119, marzo, 2024, traducción DEEPL, notas en el original)

27/2/24

La visita de un grupo de eurodiputados para analizar la inmersión lingüística escolar obligatoria y la posible vulneración de derechos fundamentales ha levantado una reacción de urticaria en el nacionalismo... El problema con la inmersión es que todo es mentira. La escuela catalana no es ningún de modelo éxito, sino de fracaso palmario, los datos son irrefutables, aunque evidentemente no solo por culpa del monolingüismo... La defensa y promoción del catalán no pasa por la exclusión del castellano como lengua vehicular... la salud del catalán es buena, y no necesita del monolingüismo forzado. La finalidad de la inmersión es solo política: extranjerizar al castellano... Es contradictorio reclamar el plurilingüismo en España y no aceptar el bilingüismo en Catalunya

 "La visita de un grupo de eurodiputados para analizar la inmersión lingüística escolar obligatoria y la posible vulneración de derechos fundamentales ha levantado una reacción de urticaria en el nacionalismo. Para esquivar el fondo del problema, la imposición de una escuela “solo en catalán”, con exclusión del castellano como lengua vehicular, los argumentos se centran en la adscripción política de los visitantes, que mayoritariamente son de derechas, y en la repetición de una serie de consignas.

 El artículo de las consejeras Simó y Serret es un ejemplo de ese discurso, según el cual, el cuestionamiento del monolingüismo es una ofensiva nada menos que “contra Catalunya”. Seguidamente se enumeran los mantras de siempre, “modelo de éxito”, “consenso social, político y pedagógico”, “garantía de cohesión”, etc. El problema con la inmersión es que todo es mentira. La escuela catalana no es ningún de modelo éxito, sino de fracaso palmario, los datos son irrefutables, aunque evidentemente no solo por culpa del monolingüismo. 

La inmersión es una aberración pedagógica y un contra sentido en una sociedad que quiere ser bilingüe. La defensa y promoción del catalán no pasa por la exclusión del castellano como lengua vehicular. La cerrazón de los nacionalistas al impedir un mínimo del 25%, tal como estableció el TSJC, lo que revela es una profunda hispanofobia. Es evidente que se están vulnerando derechos lingüísticos. Qué no diríamos con razón si fuera al revés. No se trata en ningún caso de separar a los alumnos por lengua materna, sino de que ambos idiomas se utilicen con normalidad. La exclusividad del catalán no le favorece, pues se convierte en una lengua antipática, de imposición.

 Afortunadamente, la salud del catalán es buena, y no necesita del monolingüismo forzado. La finalidad de la inmersión es solo política: extranjerizar al castellano, cuando es la otra lengua de los catalanes, al igual que el catalán es tan español como el castellano. Es contradictorio reclamar el plurilingüismo en España y no aceptar el bilingüismo en Catalunya, que también pasa por la escuela."                    (Joaquim Coll , El Periódico,  24/12/23)              

22/1/24

Despiden a músico sevillano por no acreditar un nivel C1 de catalán tras 27 años en la banda municipal de Barcelona... El músico explica que entiende "perfectamente el catalán" y recuerda en 2006 consiguió el nivel A2 tras realizar, voluntariamente, una formación. Sin embargo, el consistorio, dirigido entonces por Colau, le exigía un dominio superior de la lengua que no ha sido capaz de acreditar... Óscar Guardingo: es cinismo argumentar que un empleado público en Cataluña tiene que entender catalán (A1 que se saca en un par de meses), pero exigir un C1 (varios años) para dificultar que otros españoles accedan al empleo público de tu comunidad autónoma... El mérito del pujolismo y de Junts es haber construido un país donde una mayoría social prefiere un sistema sanitario con déficit de enfermeras antes que rebajar el nivel exigido de catalán a un B1

Óscar Guardingo @oguardingo

Deberían exigir el C1 de catalán a los intensitos que justifican que se despida a un musico por no tener el C1. Hacen unos errores ortográficos y gramaticales horrorosos, por no hablar del desprecio a la lengua catalana que supone pensar que un C1 te lo sacas con la chorra.

El mérito del pujolismo y de Junts es haber construido un país donde una mayoría social prefiere un sistema sanitario con déficit de enfermeras antes que rebajar el nivel exigido de catalán a un B1.

 Argumentar que un empleado público en Cataluña tiene que entender catalán (A1 que se saca en un par de meses), pero exigir un C1 (varios años) para dificultar que otros españoles accedan al empleo público de tu comunidad autónoma. El cinismo.

12:32 p. m. · 20 ene. 2024 23,6 mil Reproducciones


"Este viernes será el último día del sevillano José Joaquín Sánchez como clarinetista de la Banda Municipal de Barcelona después de 27 años. 

El músico de 53 años será despedido por el Ayuntamiento de Barcelona. La razón: no saber catalán.

Según informa el diario 'El Mundo', el clarinetista debía acreditar, al menos, un nivel C1 de catalán y, tras no lograrlo, se verá forzado a abandonar la Banda de la que ha formado parte durante más de la mitad de su vida. Se trata de una exigencia lingüística que ya denunció una enfermera gaditana en un vídeo compartido en sus redes sociales y por el que fue expedientada.

"Para muchas profesiones es desproporcionado y absurdo, pero en el caso de la música... El lenguaje musical es universal", asegura al diario citado anteriormente José Joaquín Sánchez. Además, considera que "esta utilización de la lengua es un esperpento, una aberración".

Asimismo, el músico censura que "se está empleando el catalán como un arma política de discriminación". Tras pasar casi 30 años como interino, José Joaquín Sánchez fue empujado por el Ayuntamiento de la Ciudad Condal a participar en un concurso de méritos para regularizar su plaza, en el que en 2020 la Generalitat incluyó la exigencia de "estar en posesión de los conocimientos del nivel de catalán" de, al menos, un C1.

Finalmente, forzado por la ley estatal 20/21 de estabilización del sector público, el clarinetista se presentó en 2022 y tras haber fallado en la prueba del catalán "obligatoria y eliminatoria", será despedido.

El músico explica que entiende "perfectamente el catalán" y recuerda en 2006 consiguió el nivel A2 tras realizar, voluntariamente, una formación. Sin embargo, el consistorio, dirigido entonces por Colau, le exigía un dominio superior de la lengua que no ha sido capaz de acreditar.

En Cataluña estamos viviendo una dictadura lingüística

"En Cataluña estamos viviendo una dictadura lingüística", denuncia el músico. "En lugar buscar un fomento amable del catalán, lo están usando como una herramienta de marginación", lamenta.

Además, Sánchez lo compara con "un virus que se está extendiendo a todas las capas de la sociedad: la educación, la sanidad la cultura... Estamos llegando a un grave problema dentro de un país que tiene una lengua común, que es el español", dice., lamenta el músico.
Vía judicial

La esperanza del músico está puesta en la vía judicial. José está a la espera de sentencia después de haber impugnado las bases del concurso de mérito al considerar los requerimientos lingüísticos "excluyentes y desproporcionados".

"Alegamos que se trata de un despido nulo por venir motivado exclusivamente por motivos de lengua. Se le echa del trabajo por no acreditar un requisito lingüístico que la práctica diaria ha demostrado que no era necesario para realizar sus funciones. Es una discriminación clara. Es evidente que para tocar el clarinete en la Banda Municipal no se requiere un nivel C1 de catalán", comenta Ángel Escolano, abogado del clarinetista." (Onda Cero, 19/01/24)

19/1/24

Dos experimentos evidencian discriminación laboral severa contra solicitantes de empleo “castellanos” en Cataluña durante el procés... esta discriminación fue elevada en el conjunto de Cataluña y pudo llegar a ser extraordinariamente elevada en el caso de las empresas ubicadas en las regiones de mayor apoyo a la independencia (Javier G. Polavieja, estudio presentado en la V Conferencia Anual de Sociología Experimental)

 "(...) Las dinámicas de construcción de barreras étnicas son dinámicas universales, cuyos patrones y consecuencias son bien conocidos por los estudiosos del conflicto étnico. Una vez desatadas, estas dinámicas dan lugar a procesos de polarización identitaria a menudo difíciles de embridar (sobre todo si se azuzan en sociedades con altos niveles de desafección política y baja confianza en las instituciones, como es el caso de nuestra peculiar “Dinamarca del Sur”). A pesar de los esfuerzos iniciales de las elites soberanistas por presentar el procés como un movimiento amable e inclusivo (“la revolució dels somriures”), las dinámicas endogrupo-exogrupo generan fracturas sociales que pueden llegar a ser profundas -y, en algunos casos, definitivas. Por fracturas debemos entender, no sólo conflictos en el plano simbólico-discursivo, sino, sobre todo, procesos objetivos (y, por tanto, mensurables) de exclusión o cierre social. La discriminación en el ámbito económico, especialmente en los mercados laborales, es uno de los principales mecanismos que conocemos de cierre social, pues dificulta el acceso de los miembros del exogrupo a recursos materiales escasos, como es el empleo, fuente principal de ingresos en las sociedades contemporáneas.

La existencia de discriminación en los mercados de trabajo resulta, sin embargo, particularmente difícil de contrastar empíricamente. El problema es que la mera evidencia de brechas (diferencias) observables en cualquier dimensión objetivable del logro laboral entre diferentes grupos sociales no constituye en sí misma evidencia de procesos de discriminación –pues dichas brechas podrían deberse a una distribución desigual de recursos, preferencias y/o capacidades no observables para el investigador. Por eso, para demostrar la existencia de barreas étnicas objetivas, no basta con encontrar brechas (en empleo, salarios, trayectorias laborales, etc), sino que es necesario identificar la existencia de procesos discriminatorios contra el exogrupo y esto último es metodológicamente mucho más costoso. Tal vez por esta razón –y también porque plantear la posibilidad de que exista discriminación contra poblaciones autóctonas ha sido poco menos que anatema en nuestro país–, apenas existe investigación empírica sobre esta cuestión en las ciencias sociales españolas. 

Hoy podemos empezar a rellenar esta laguna gracias a los datos aportados por dos experimentos de campo: el experimento GEMM y el experimento CAT-H, cuyos hallazgos principales he tenido ocasión de presentar en la V Conferencia Anual de Sociología Experimental, conferencia internacional celebrada recientemente en Madrid. Siguiendo las recomendaciones de nuestra principal entidad financiadora, el Consejo Europeo de Investigación, comparto a continuación dichos hallazgos con el fin de contribuir a su difusión pública.

El proyecto GEMM: una ventana única para el estudio de la discriminación laboral contra solicitantes de empleo “castellanos” en Cataluña

Entre 2016 y 2018, un equipo de investigadores de las universidades de Ámsterdam, Utrecht, Oxford, Oslo, Carlos III de Madrid y el Centro de Ciencias Sociales de Berlín (WZB), completamos el trabajo de campo del mayor estudio sobre discriminación laboral realizado en Europa, el proyecto GEMM (Growth, Equal Opportinities, Migrations and Markets). El estudio GEMM es un experimento de campo (test de correspondencia online) armonizado, diseñado para detectar discriminación en el acceso al empleo en cinco países europeos (Alemania, España, Noruega, Países Bajos y Reino Unido). En este tipo de experimentos, los investigadores enviamos currículos ficticios a vacantes laborales reales, aleatorizando aquellos “tratamientos” de interés para nosotros (en este caso, el ancestro étnico de nuestros solicitantes), mientras mantenemos idénticas el resto de características curriculares. Esto nos permite averiguar si nuestros tratamientos influyen (o no) sobre la probabilidad de que las empresas se interesen por nuestros solicitantes, así como estimar cuánto influyen –dentro de unos márgenes de error estadístico que también podemos calcular.  Los experimentos de campo son la herramienta más avanzada para el estudio de procesos de discriminación laboral. Aunque GEMM no fue diseñado expresamente para identificar discriminación entre grupos étnicos autóctonos, la coincidencia temporal entre el procés catalán y el trabajo de campo del experimento en España nos ofrece una ventana de observación única para estudiar si hubo discriminación laboral contra solicitantes de empleo “castellanos” en Cataluña entre 2016 y 2018.

¿Cómo medimos la discriminación contra los “castellanos” en Cataluña?
En su diseño original, el experimento GEMM sólo incluía un “tratamiento” para la población autóctona en cada país. En el experimento español, este tratamiento corresponde a jóvenes solicitantes de empleo nativos (descendientes de padres españoles) con nombres y apellidos “castellanos”. Como explico con más detalle en este anexo técnico, para identificar la discriminación en el empleo contra este grupo “castellano-descendiente” en Cataluña, utilizamos como grupo de referencia a solicitantes de empleo curricularmente idénticos en todas las características relevantes (incluida la nacionalidad española), pero cuyos padres nacieron en cinco países de Europa occidental (Alemania, Italia, Grecia, Países Bajos y Reino Unido). Al utilizar a este grupo de ascendencia europea como grupo de referencia (que llamamos altergrupo), capturamos exclusivamente la parte de la discriminación laboral que se debe al rechazo étnico (o discriminación negativa) contra el grupo castellano-descendiente, pero no capturamos la parte de la discriminación que se pudiera deber a la llamada homofilia étnica, que es la tendencia de los empleadores a preferir candidatos de su mismo grupo étnico (discriminación positiva). Precisamente para estudiar este segundo componente potencial de la discriminación, realizamos el experimento auxiliar CAT-H (que explico más abajo). 
¿Hubo discriminación negativa contra los “castellanos” en Cataluña?

Utilizando una submuestra de datos provenientes de unas tres mil empresas testadas a lo largo del territorio español, hemos calculado la probabilidad de respuesta positiva (muestra inequívoca de interés en el candidato) por parte de los empleadores para solicitantes españoles  de ancestro europeo o altergrupo (en adelante, “euro-descendientes”), solicitantes españoles de padres españoles y apellidos “castellanos” (en adelante, “castellano-descendientes”) y solicitantes españoles descendientes de padres del Magreb, África Subsahariana y Oriente Medio (en adelante, “África-Magreb-OM”) para ofertas de empleo en la Comunidad de Madrid, Cataluña, País Vasco-Navarra y otras comunidades catalanoparlantes (Valencia y Baleares). En el experimento GEMM, todos los solicitantes ficticios tienen experiencia laboral en Madrid, ciudad en la que residen en el momento de cursar su solicitud de empleo online. Sin embargo, cuando la oferta de empleo corresponde a una comunidad con lengua propia, señalizamos en los currículos que el candidato/a es originario/a de dicha comunidad y que conoce su lengua propia (en el caso del catalán, señalizamos dominio de la lengua, en el caso del vasco, sólo conocimiento). Incluimos en el análisis a los descendientes de África-Magreb-OM porque sabemos, por trabajos previos, que este colectivo sufre las tasas más altas de discriminación en España (y en Europa) y esto nos permite utilizarlos como categoría “baliza”, para calibrar mejor la intensidad de la posible discriminación contra los castellano-descendientes en Cataluña. Las probabilidades de respuesta positiva las hemos calculado utilizando un sencillo modelo de regresión que incluye controles por el tipo de vacante ofertada, por lo que deben entenderse como promedio de las seis ocupaciones analizadas en GEMM (véase anexo técnico). Pues bien, ¿qué encontramos?

(...) presentamos los resultados para la Comunidad de Madrid y Cataluña. Estas dos regiones son muy similares en niveles de PIB y estructura económica y concentran el mayor número de ofertas vacantes en el experimento GEMM español (un quinto y un cuarto del total respectivamente). El contraste en las respuestas de los empleadores en ambas regiones resulta revelador: En Madrid, los solicitantes euro-descendientes y los castellano-descendientes presentan probabilidades de respuesta positiva muy parecidas, de en torno al 27 y 29 por ciento respectivamente, una diferencia mínima que no resulta estadísticamente significativa. Es obvio que ninguno de estos dos grupos está discriminado negativamente en Madrid. Sin embargo, en Cataluña la situación es distinta, pues, si bien la tasa de respuesta positiva para los euro-descendientes es estadísticamente indistinguible de la que observamos en Madrid, la tasa de respuesta para los castellano-descendientes baja casi diez puntos porcentuales, hasta el 20 por ciento. Esta sí es una tasa significativamente menor en términos estadísticos que la que observamos para los euro-descendientes en Cataluña. En los estudios de discriminación laboral utilizamos el llamado Ratio de Rellamada (CBR, en sus siglas en inglés) como medida estándar de discriminación. Si usamos a los euro-descendientes como grupo de referencia (altergrupo) y dividimos su tasa media de respuesta positiva por la de los castellano-descendientes, obtenemos un CBR de 1.43 en Cataluña. Esto significa que, para obtener una respuesta positiva por parte de los empleadores catalanes, un solicitante castellano-descendiente, que buscara empleo desde Madrid entre 2016 y 2018, habría tenido que enviar un cuarenta por ciento más de solicitudes que un solicitante idéntico (que también buscara empleo desde Madrid) pero descendiente de padres europeos.

 Esta tasa de discriminación (que no incluye el posible efecto de la homofilia étnica en Cataluña) estaría prácticamente en la media de las estimaciones de discriminación observadas para los Afroamericanos en EE.UU. cuando se los compara con candidatos anglo-descendientes curricularmente idénticos (CBR=1.45). En Cataluña, los niveles de discriminación contra los castellano-descendientes no llegan a ser tan severos como los que observamos contra los descendientes de África-Magreb-OM, quienes tendrían que mandar el doble de solicitudes que los euro-descendientes para obtener una respuesta positiva. Nótese, sin embargo, que los niveles de discriminación contra los “castellanos” en Cataluña son muy similares a los que observamos contra los descendientes de África-Magreb-OM en Madrid (CBR= 1.43 vs CBR=1.46, diferencia que no llega a ser estadísticamente significativa). En conclusión, estos hallazgos sugieren que, entre 2016 y 2018, en Cataluña hubo discriminación significativa contra los solicitantes de empleo con apellidos castellanos y residencia postal en Madrid, a pesar de que en sus solicitudes se indicara procedencia catalana y dominio del catalán

Es importante destacar que este tipo de discriminación parece darse exclusivamente en Cataluña, pues, al igual que ocurre en la Comunidad de Madrid, tanto en el País Vasco-Navarra como en Valencia-Baleares, los castellano-descendientes obtienen tasas de respuesta positiva estadísticamente indiferenciables de la de los euro-descendientes (excluimos Galicia de este análisis por carecer de suficiente número de ofertas vacantes en esta comunidad). Más allá de Cataluña no encontramos, por tanto, evidencia significativa de discriminación negativa contra los castellanos-descendientes (... ). 

¿Hubo (además) homofilia étnica en Cataluña?El experimento CAT-H

Como ya se ha explicado más arriba, el diseño original del proyecto GEMM no incluía solicitantes nativos que no tuviesen nombres y apellidos castellanos. Por eso, para estudiar la homofilia étnica en Cataluña, desde el Laboratorio de la Desigualdad y la Discriminación (D-Lab), realizamos un segundo experimento, que llamamos CAT-H (Catalan Homophily), como experimento auxiliar del estudio GEMM. Entre marzo y mayo de 2018, enviamos casi trescientos nuevos solicitantes ficticios a vacantes reales ofertadas en Cataluña, siguiendo el mismo diseño de GEMM. Estos nuevos candidatos eran idénticos a los candidatos ficticios de GEMM en todas sus características curriculares, incluidas la experiencia laboral y la residencia postal madrileñas, pero esta vez utilizamos nombres y apellidos reconociblemente catalanes. Nos interesaba saber cuál sería la respuesta media a estos candidatos en Cataluña y, más específicamente, contrastar las posibles diferencias en las respuestas entre las empresas ubicadas en las provincias mayoritariamente pro-independentistas del norte (Girona y Lleida) y aquellas ubicadas en las provincias mayoritariamente no independentistas del sur (Barcelona y Tarragona) (nota: los datos para el sur reflejan fundamentalmente el comportamiento de las empresas de Barcelona, donde se concentran el noventa por ciento de todas las ofertas de empleo de la región sur y el ochenta por ciento del total de ofertas en Cataluña). Utilizando de nuevo una regresión con controles por tipo de vacante ofertada (ocupación), podemos calcular las probabilidades media de respuesta positiva a solicitantes catalano-descendientes en estas dos zonas geográficas. ¿Qué encontramos?

Como podemos observar en la Figura 3, las probabilidades medias de respuesta positiva para los castellano-descendientes no difieren significativamente entre el norte y el sur de Cataluña, por lo que cabría concluir que el rechazo al exogrupo castellano es probablemente similar a lo largo del territorio catalán (datos GEMM, 2016-2018). Sin embargo, la tasa de respuesta positiva para los catalano-descendientes que encontramos en el experimento CAT-H sí difieren notablemente entre ambas zonas: en Barcelona-Tarragona, los solicitantes catalano-descendientes tienen una probabilidad media de respuesta positiva de en torno al 29 por ciento, mientras que en Girona-Lleida esta probabilidad se dispara por encima del 40 por ciento, lo cuál sugiere una fuerte homofilia étnica en el norte del país.

 Suponiendo que la probabilidad media de respuesta positiva a los castellano-descendientes observada en el experimento original GEMM  (realizado desde noviembre de 2016 a finales de febrero de 2018)  se hubiese mantenido inalterada en Cataluña en los meses de marzo a mayo de 2018 (suposición que no nos parece excesivamente temeraria), podríamos concluir que, en Girona-Lleida, los solicitantes de empleo con nombres castellanos y residencia en Madrid tendrían que mandar el doble de solicitudes de empleo que solicitantes con idénticos currículos (incluida la dirección postal madrileña) y nombres catalanes, a pesar de que ambos reportan idénticos niveles de competencia lingüística; mientras que en Barcelona-Tarragona “sólo” tendrían que enviar un 40 por ciento más. La discriminación medida en todo su rango (rechazo al exogrupo + homofilia étnica) podría haber alcanzado así niveles extremos en Girona-Lleida, siendo el segundo componente de la discriminación (la homofilia) lo que marca la diferencia con las provincias del sur (nota: conviene tener en cuenta, no obstante, que los márgenes de error son amplios en las provincias del norte, pues contamos con poco más de cien empresas que ofertaran vacantes en el periodo estudiado y esto reduce la precisión de nuestros estimadores). 

 A modo de conclusión

Los hallazgos presentados en este artículo permiten concluir, con una alta probabilidad estadística, que en la Cataluña del procés hubo discriminación laboral significativa contra solicitantes de empleo con nombres y apellidos castellanos (y residencia postal en Madrid), a pesar de que en sus currículos se indicaba procedencia catalana y dominio del catalán. Nuestras estimaciones sugieren que esta discriminación fue elevada en el conjunto de Cataluña y pudo llegar a ser extraordinariamente elevada en el caso de las empresas ubicadas en las regiones de mayor apoyo a la independencia. Que sepamos, estos son los primeros estimadores de discriminación laboral para poblaciones autóctonas españolas reportados desde las ciencias sociales. Aunque los experimentos de campo no nos permiten demostrar un vínculo directo entre barreras simbólicas (discursos públicos) y barreras objetivas (pues no podemos observar los procesos mentales que guían las decisiones de contratación de los empleadores), nuestros estimadores evidencian la existencia de cierre social con efectos claros –y preocupantes– sobre la igualdad de oportunidades

Esta evidencia plantea, en mi opinión, cuatro preguntas ineludibles: Primera, ¿cuáles hubieran sido nuestros estimadores de discriminación si el estudio se hubiera realizado antes del procés o si se realizara hoy? Es decir, ¿hasta qué punto son coyunturales los niveles de discriminación encontrados? Segunda, ¿pudo haber también discriminación contra solicitantes catalano-descendientes en el resto de España? Es decir, ¿podríamos haber encontrado efectos simétricos resultantes de la polarización étnica fuera de Cataluña durante el procés? ¿Y antes? ¿Y hoy? Tercera, ¿hasta qué punto nuestros hallazgos dependen de la residencia postal y la experiencia laboral madrileñas? ¿Hubiéramos encontrado niveles de discriminación similares para solicitantes castellano-descendientes nacidos en Cataluña y con residencia postal y experiencia laboral catalanas? ¿Y antes del próces? ¿Y hoy? Y, cuarta, ¿por qué no ha habido investigación empírica sobre discriminación contra minorías autóctonas en regiones con fuerte identidad nacional en España? Es decir, ¿por qué no podemos, a día de hoy, responder a ninguna de las tres preguntas anteriores? ¿Hay algún investigador serio que considere, honestamente, que estas preguntas no son relevantes?

La investigación sobre discriminación contra minorías autóctonas en regiones con fuerte identidad nacional constituye material políticamente inflamable en nuestro país. Esto ha hecho que se convierta poco menos que en un tema tabú para las ciencias sociales. Sin ponernos demasiado solemnes, convendría recordar que las ciencias sociales, que se nutren fundamentalmente de fondos públicos, tienen como deber fundamental el ayudarnos a comprender mejor el funcionamiento de nuestras sociedades. Para ello, es imprescindible poder explicar cuáles son –y cómo funcionan– los mecanismos implicados en la producción y reproducción de las desigualdades sociales, de todas las desigualdades sociales, moleste a quien moleste. Necesitamos urgentemente más investigación –y menos escurrir el bulto. "               (Javier G. Polavieja, Agenda Pública, 13/09/23)

18/9/23

Esto sí que es "represión"... Francia juzga a cuatro alcaldes por permitir el catalán en los plenos municipales... no es por comparar, pero hay diferencias

 "Francia juzgará el próximo martes a los alcaldes de los ayuntamientos de Elna, Els Banys, Portvendres y Tarerac, de la Catalunya Nord, por haber cambiado el reglamento municipal para permitir debatir en catalán en los plenos municipales. De este modo, la "represión" del Estado español denunciada por el independentismo se extiende también al Estado francés.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, junto con el diputado en el Parlament y secretario de Organización, Pau Morales, asistirán el próximo martes al Tribunal Administrativo de Montpellier para darles apoyo, informa ERC.

El alcalde de Elna, Nicolas Garcia, que es el secretario general del Partido Comunista Francés en el Rosellón, se mostró favorable de la independencia de Catalunya en una entrevista en 2012. Afirmó que la independencia "se vería como algo positivo" en el sur de Francia y que es un proceso lógico a raíz de la evolución histórica de los hechos.

Igualmente defendió que Francia reconozca oficialmente las lenguas minoritarias, entre ellas el catalán, lo contrario de lo que defienden la mayoría de partidos franceses, también de izquierdas."  
            (e-notícies, 17/04/23)

23/5/23

El 'conseller' de Salud justifica el despido de la enfermera que criticó el C1 de catalán... ha tildado el contenido de "ofensivo" hacia el procedimiento de oposiciones

Ver:  "Puigdemont exige al Govern el despido de una enfermera, gaditana, por "lingüicidio" del catalán después de que ésta se quejase de su obligatoriedad para trabajar... así que la Generalitat anuncia sanciones contra la interina... pero Xavier Rius la apoya "Bego, estamos contigo"... y acusa a la Generalitat de tener una doble vara de medir... con los insultos de TV3 (el "puta España" o que había que "oler españoles") no dice nada"   (Nacionalismodeandarporcasa, 03/03/23)

 

 "Al conseller de Salud, Manel Balcells, no le quita el sueño que se haya quedado sin trabajo la enfermera del Hospital Vall d'Hebron que criticó el C1 de catalán

Así lo han evidenciado sus declaraciones en El Matí de Catalunya Ràdio, donde ha justificado que no se le haya renovado el contrato al considerar "intolerable" que se quejase de la obligatoriedad de acreditar el nivel C1 de catalán para acceder a una plaza pública en Cataluña. 

"No era tolerable, no solo por el contenido de las declaraciones sino porque una enfermera no puede hacer un Tik Tok en horas de trabajo, con la bata, etcétera", ha expresado el consejero, que ha tildado el contenido de "ofensivo" hacia el procedimiento de oposiciones.

El hospital no renueva el contrato

El vídeo de Begoña Suárez, una profesional sanitaria andaluza proveniente de Cádiz, alcanzó la viralidad a principios de marzo y despertó reacciones negativas en redes sociales así como de instituciones como el propio Govern, que acabó abriendo un expediente contra la joven. El hospital le abrió expediente, y el propio conseller apoyó la propuesta de sanción al considerar "intolerables" sus palabras, prometiendo que llegarían "hasta el fondo de la cuestión". 

Tras las imágenes, la enfermera fue víctima del linchamiento por parte de varias figuras públicas como el expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, entre otros representantes. Finalmente, aunque no se han aplicado contra ella las medidas disciplinarias que se anunciaron en un primer momento, el centro sanitario ha decidido no renovar el contrato de la profesional.

 Algo que el consejero ha justificado este lunes: "Ha decaído el procedimiento porque ya ha completado el tiempo de contrato, no se le ha renovado porque eran suficientes todos los motivos por los que se le abrió el expediente". 

El C1, "una necesidad"

En este sentido, Balcells ha defendido que se la haya expulsado del hospital porque "la población necesita que se le pueda atender con su lengua, sea cual sea". (...)"                   (Noelia Carceller, Crónica global, 03/04/23)

 

 

12/4/23

"Es un linchamiento": el Sindicato Médico arropa a la enfermera del C1 de catalán Simecat censura la presión del consejero de Salud y pide recibir a sanitarios de toda España "con los brazos abiertos"... también llama a "no vulnerar el derecho constitucional a trabajar en cualquier comunidad autónoma" sin "ser discriminados por razón de lengua"... El Sindicato admite que el catalán es "recomendable" para ofrecer una mejor atención de calidad a los pacientes, "pero no puede ser una obligación de entrada que impida acceder a una plaza laboral"

 "El Sindicato Médico Catalán (Simecat) ha arropado hoy la enfermera del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona que ha perdido su trabajo tras quejarse del requisito del nivel C1 de catalán en una oferta de empleo público. La parte social ha censurado la presión a la que la sometió el consejero catalán de Salud, Manel Balcells, y ha emplazado al Departamento 

En un comunicado público, Simecat ha "censurado" las palabras del conseller Balcells sobre la joven profesional porque la plataforma "ha defendido reiteradamente" que el catalán en la sanidad "debe ser un mérito y no un requisito obligatorio" para trabajar en la región. El Sindicato recuerda que el territorio tiene "dos lenguas oficiales" y que los profesionales que vienen "ya acreditan una de entrada". Todo ello en un contexto de "déficit importante de médicos y enfermeras". 

"Silencio del Colegio de Enfermería y el de Médicos"

La agrupación recuerda que "esta cuestión ya se ha normalizado en las Islas Baleares", donde el catalán "es un mérito y no una imposición obligatoria". 

No ha ocurrido en Cataluña, donde Salud no ha renovado el contrato a la joven sanitaria por criticar el requisito del nivel C1 de catalán. Ante el "silencio de los Colegios de Enfermería y de Médicos". 

"No vulneren derechos constitucionales"

A renglón seguido, Simecat llama a "no vulnerar el derecho constitucional a trabajar en cualquier comunidad autónoma" sin "ser discriminados por razón de lengua". El Sindicato admite que el catalán es "recomendable" para ofrecer una mejor atención de calidad a los pacientes, "pero no puede ser una obligación de entrada que impida acceder a una plaza laboral". 

Frente a estos derechos, la asociación laboral detecta un "linchamiento" en el que habría participado el consejero Balcells "para quedar bien con el sector separatista". Por este motivo, la joven "se ha ido a su tierra natal por la presión social, una vez finalizado el contrato, no tenia interés en seguir en un lugar donde se le vilipendiaba, con un director de orquesta operando desde la Consejería". 

"Recibidles con los brazos abiertos"

La plataforma enfatiza que "en Cataluña necesitamos médicos y enfermeras", por lo que se impone "recibir con los brazos abiertos a cualquier profesional formado del resto de España con títulos homologables y de gran nivel formativo de reconocido prestigio internacional". "No obligarles de entrada a disponer de un C1 de catalán", opina. 

Lo contrario a esto, argumenta la misma voz, es dar "mayor relevancia a la política lingüística nacionalista que a la necesidad de profesionales sanitarios y a la salud de la ciudadanía". Es algo que estaría haciendo el Govern, detecta Simecat, y que perjudica la atracción de talento, como ocurre con las plazas del MIR, donde la región está siendo castigada año tras año. "              (Ignasi Jorro, Crónica Global, 05/04/23)

10/4/23

"El puto C1 de catalán se lo va a sacar mi madre", grabó Begoña Suárez, enfermera con inconfundible deje gaditano, entre risas y opiniones contrarias de sus compañeras a principios de marzo. Pues, de patitas en la calle... la joven tampoco pretendía levantar ninguna campaña política. Simplemente expresó su contrariedad y enojo. Porque, en efecto, es contradictorio que la contrataran sin que supiera ni una palabra de catalán, y ahora le exijan un nivel tan elevado para opositar. Para entender y atender al público catalanohablante es suficiente con tener conocimientos orales (certificado B1), un deber que nadie cuestiona. A la joven enfermera no le han perdonado el desparpajo con el que hablaba de "el puto C1 de catalán"... En Cataluña, la política lingüística se rige por una "dictadura blanca", término que ya utilizó Josep Tarradellas en los ochenta refiriéndose al pujolismo, que no mata ni asesina, ni mete a la gente en la cárcel, pero que marca los límites de lo que se puede o no decir. Y si traspasas ese límite, te vas a la puta calle

 "El puto C1 de catalán se lo va a sacar mi madre", grabó Begoña Suárez, enfermera con inconfundible deje gaditano, entre risas y opiniones contrarias de sus compañeras a principios de marzo. Pues, de patitas en la calle. Eso es lo que le ha pasado. Trabajaba en el Hospital de la Vall d’Hebrón de Barcelona y grabó en Tiktok esa queja sobre el requisito de pasar una prueba de conocimientos avanzados de catalán para poder opositar. Las imágenes se hicieron virales, 700 mil descargas en Tiktok y 2 millones de visualizaciones en Twitter. La denuncia suscitó la reacción colérica del mundo nacionalista, del Govern de Pere Aragonès, particularmente del consejero de Sanidad, Manuel Balcells, que ordenó la apertura de un expediente. Se agitó el fantasma de la catalanofobia. Y en redes, insultos y amenazas contra la chica.

A la enfermera, que entró a trabajar en el hospital sin ningún requisito lingüístico, se le acababa el contrato a finales de marzo, y el Departamento de Salud de la Generalitat ha decidido no renovárselo por tener abierto ese expediente disciplinario. Es un caso de clara represalia por cuestionar con tanto desparpajo esa exigencia (el certificado de C1 de catalán) para opositar, que equivale a haber cursado la educación secundaria en Cataluña. En la polémica hay que diferenciar las formas y el fondo. La joven utilizó un lenguaje inadecuado y grabó las imágenes en el centro sanitario en horas de trabajo con la bata puesta. 

Sobre lo primero, no hay que rasgarse las vestiduras. Ese es el vocabulario que utilizan coloquialmente muchos jóvenes. Y en cuanto a lo segundo, no es tan grave en la medida que se trataba de una noticia que ella comenta tras haber recibido la información de los sindicatos sobre los requisitos para las oposiciones. Además, la joven tampoco pretendía levantar ninguna campaña política. Simplemente expresó su contrariedad y enojo. Porque, en efecto, es contradictorio que la contrataran sin que supiera ni una palabra de catalán, y ahora le exijan un nivel tan elevado para opositar. Para entender y atender al público catalanohablante es suficiente con tener conocimientos orales (certificado B1), un deber que nadie cuestiona.

A la joven enfermera no le han perdonado el desparpajo con el que hablaba de "el puto C1 de catalán". Eso es lo que dolió a los que hacen de la lengua el nuevo juguete del independentismo. En Cataluña, la política lingüística se rige por una "dictadura blanca", término que ya utilizó Josep Tarradellas en los ochenta refiriéndose al pujolismo, que no mata ni asesina, ni mete a la gente en la cárcel, pero que marca los límites de lo que se puede o no decir. Y si traspasas ese límite, te vas a la puta calle."           (Joaquim Coll, 20Minutos, 01/04/23)

13/3/23

¿Quién mató a Alana? Por respeto a los muertos, se debe decir toda la verdad sobre su muerte: sufrieron acoso por parte de ciertos compañeros de escuela que “las rodeaban e insultaban” a menudo, en una triple vertiente: transfóbico (Alana había pensado en transitar a Iván), xenofóbico (las llamaban “las argentinas”) y etnolingüístico (se reían de ellas porque no aprendían catalán)... Por respeto a los muertos, se debe decir si sus profesores toleraron el acosos criminal por simpatías independentistas

Vídeo de la tía de Alana y Leila:

 

"Nos sobrecoge, y quizás lo haga para siempre como un recuerdo indeleble, el haber tenido conocimiento del triste suceso acaecido en Sallent de Llobregat (Barcelona) el día 23 de febrero de 2023; cuando dos adolescentes gemelas, Alana y Leila, se precipitaron voluntariamente al vacío desde el tercer piso del inmueble que habitaban con su familia.

La cosa en sus vidas no empezó bien por el hecho fortuito de haber nacido en el seno de una familia humilde en un país, Argentina, en bancarrota y hundido en el pozo de la desigualdad.

Como para otros tantos argentinos –doy fe de ello porque estuve recientemente en ese país de ciudadanos hermanos– su esperanza de mejora viene dada por la emigración. España es vista como una tierra acogedora, la Madre patria, con unos vínculos que la propia Constitución española reconoce explícitamente en su artículo 11. Así que, la familia de las gemelas se vino para nuestro país.

No debieron tener conocimiento hasta ya instalados de que el destino les tenía reservado un entorno hostil. Así que a sus dificultades económicas debieron añadir otras inesperadas que hicieron la vida insoportable para la fragilidad de aquellas personas en crecimiento y formación.

De los hechos que venimos conociendo se deduce claramente que ambas (también su hermano más pequeño) sufrieron bullying (acoso) por parte de ciertos compañeros de escuela que “las rodeaban e insultaban” a menudo, al menos, en una triple vertiente: transfóbico (Alana había pensado en transitar a Iván), xenofóbico (las llamaban “las argentinas”) y etnolingüístico (se reían de ellas porque no aprendían catalán).

En un grito desesperado de madrugada, una de las menores llegó a llamar a su abuelo pidiendo el retorno. Sin embargo, no disponían ni de las fuerzas ni de los medios que si tuvo hace años la hermana pequeña de Lionel Messi, en parecidas circunstancias, para poder volver a su país.

Frente a lo anterior se alzan preguntas a la que exigimos respuestas inmediatas o la asunción de responsabilidades en su caso: ¿Favoreció el Ayuntamiento de Sallent la acogida de la familia en condiciones de libertad e igualdad que preservase su dignidad humana de acuerdo con los Derechos Humanos? ¿Hizo un seguimiento el Instituto de Sallent de la especial situación de los hijos de esta familia de lengua materna castellana o española, de origen extracomunitario y con un miembro planteándose un tránsito sexual; lo que hubiera llevado ineludiblemente a aplicar el protocolo antiacoso? ¿Ha hecho todo lo posible la Generalidad de Cataluña para propiciar que los ciudadanos de esta comunidad autónoma vivan en el respeto a sus culturas de origen propiciando el uso vehicular de la lengua común de todos los españoles? Me temo que la respuesta a las tres preguntas sea un rotundo no. 

Solo hay que ver la fotografía de la concentración por estos hechos que se hizo ante la Casa de la Vila (Ayuntamiento) donde pende una pancarta ilegal pro amnistía e independencia para entender que este pueblo del interior de la comunidad autónoma catalana vive intensamente en el delirio nacionalista con todo lo que ello comporta.

El Observatorio contra la homofobia ya ha calificado la muerte de Alana como “asesinato social”. No puedo estar más de acuerdo; pero, por las tres razones esgrimidas (la transfóbica, la xenofóbica y la etnolingüística).

Frente a lo anterior ya han surgido las voces tramposas (...), la del alcalde de Sallent que pretende tapar su vergüenzas pagando el entierro de Alana; y, la del consejero de Educación de la Generalidad de Cataluña que, aunque inicialmente negó el acoso, ha tenido que recular por la fuerza apabullante de los hechos.

Uno no es creyente; pero, estima las buenas enseñanzas y las buenas obras vengan de donde vengan. Se da la circunstancia de que Sallent tiene como uno de sus hijos más ilustres al declarado santo por la Iglesia Católica, Antonio Mª Claret -en uno de sus colegios estudié hasta el bachillerato- que fue arzobispo de Cuba y confesor de la reina Isabel II de España. Cuenta la anécdota que allí a un hacendado que maltrataba a los negros le mostró un día un papel blanco y otro negro. Los quemó y le mostró las cenizas: «Señor, -le dijo- ¿podría decir qué diferencia hay entre las cenizas de estos dos papeles? Pues así de iguales somos los hombres ante Dios». Quizás que los ciudadanos del pueblo lo recuerden.

Es cierto que en este triste asunto algunas personas tienen más responsabilidades que otras (y deberán asumirlas donde corresponda); pero, en realidad, por acción o por omisión, a Alana, como sociedad la matamos entre todos.

Sería bonito pensar que la razón de la muerte fuera la justicia… aunque solo fuera por esta vez; por Alana y por el amor que su hermana Leila le profesaba."               

(Antonio Francisco Ordóñez , Abogado y letrado del Ayuntamiento de Barcelona. Ha sido profesor de Derecho Administrativo, El Papel, 27/02/23)

6/3/23

Linchamiento de una enfermera... ¿Una chica en TikTok puede hacer perder los nervios de algunos dirigentes catalanes? Libertad de expresión significa escuchar cosas que no nos gustan. Algún manager chino (TikTok) se estará muriendo de risa... Puigdemont acusa a la enfermera nada menos que de “linguicidio”, que suena a “homicidio” pero en materia lingüística. Como si la situación del catalán dependiera de ella... En el TN noche han asegurado que es un “vídeo contra el catalán”, no contra el certificado C-1 de catalán o contra el requisito de pedirlo para hacer unas oposiciones en Catalunya... Magda Oranich, antaño defensora de causas feministas, ha dicho que la enfermera en cuestión “tiene una pinta de tonta”... Lluís Llach llama a expulsar a la enfermera: "echémosla"... o sea, que una pareja de Mossos la esposen y la pongan 'en la frontera'

Enric Juliana Ricart @EnricJuliana

Traducido del catalán

¿Una chica en TikTok puede hacer perder los nervios de algunos dirigentes catalanes? La política se equivoca cuando se deja llevar por la ira mediática. Libertad de expresión significa escuchar cosas que no nos gustan. Algún manager chino (TikTok) estará haciendo un harto de risa.

Una noia a TikTok pot fer perdre els nervis d’alguns dirigents catalans? La politica s’equivoca quan es deixa emportar per la ira mediàtica. Llibertat d’expressió vol dir escoltar coses que no ens agraden. Algún manager xinès (TikTok) deu estar fent un fart de riure.

"La joven pide disculpas por si "alguien se ha podido sentir ofendido", pero se ve víctima de un "señalamiento nacionalista"" (La Vanguardia, 03/03/23)



11:54 a. m. · 3 mar. 2023
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 "Voy a contarles una experiencia personal. 

Hace años un hijo mío se rompió un dedo. Estando de vacaciones por la zona de Tarragona, en plena Semana Santa, le saltó el yeso de la mano. Fuimos al CAP.

Nos derivaron al hospital de Reus, el más cercano. Tras seis horas en la sala de espera nos atendió un médico. En apenas un periquete volvió a meter el yeso en su sitio.

Eso sí: Era alemán. No hablaba ni una gota ni de catalán ni de castellano. No me quejé.

Fue una de las primeras medidas que hizo Marina Geli tras ser nombrada consejera de Salud: despedir a médicos veteranos. Entonces tuvo que contratar, deprisa y corriendo, facultativos extranjeros.

En medicina la veteranía debería considerarse un grado. (...)

Un último detalle sobre la experiencia: en la sala mi hijo y yo éramos los únicos autóctonos en el sentido exacto del término. Los hay que elogian la sanidad pública -como la escuela- pero luego se van a la privada o a la concertada.

Viene todo esto a cuento por el caso de Begoña Suárez, la enfermera interina de Cádiz a la que le exigen para unas oposiciones, el puto C-1 de catalán en declaraciones suyas.

Desde luego ha hecho mal. Y además colgarlo en las redes.

Pero varias cosas:

1) No sé si algunos de los que vociferan tanto lo sacarían. Incluido el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al que suspendieron tres veces en la carrera por faltas de ortografía.

Me lo contó un día una fuente tan fidedigna como su exprofesor, Salvador Oliva, el mejor especialista en Shakespeare que tenemos, motivo por el que tuvo que trasladar el expediente de Girona a la UAB. Aún así acabó dejando la carrrera.

Carles Puigdemont acusa a la enfermera en cuestión nada menos que de “linguicidio”, que suena a “homicidio” pero en materia lingüística. Como si la situación del catalán dependiera de ella. Espero que, en el futuro, no necesitemos a enfermeras -como les está pasando en Inglaterra o en Holanda- y las tengamos que importar sin el C-1.

Puigdemont, además, retuitea un fotógrafo que la acusa, entre otras cosas de “catalanofobia” y exige su despido inmediato. El mismo que le dijo en su día a un diputado de Ciudadanos -en este caso Jordi Cañas- “chuloputas”, “prepotente” y “maleducado”. Un parlamentario -sea de Ciudadanos o de la CUP, da igual- con la ley en la mano representa a la soberanía popular, no sólo a sus votantes.

La reacción del conseller de Salut, Manuel Balcells, ante la queja de Puigdemont, ha sido también fulminante: declaraciones "intolerables”. Balcells, por cierto, retuitea Rac1, no Catalunya Ràdio. (...)

Mientras que en TV3 y medios afines no han parado de echar leña al fuego por una chica que -vistas las apariencias está en la veintena. En el TN noche han asegurado que es un “vídeo contra el catalán”, no contra el certificado C-1 de catalán o contra el requisito de pedirlo para hacer unas oposiciones en Catalunya.

La presentadora del Planta Baixa, Agnès Marquès, ahora entiendo por qué la pusieron, ha dejado claro que el vídeo “hace mucho daño” a “una realidad que es la nuestra" mientras que una tertuliana, Magda Oranich, antaño defensora de causas feministas, ha dicho que la enfermera en cuestión “tiene una pinta de tonta”. Nadie en la mesa la ha replicado.

 Es curiosa esa doble vara de medir en Catalunya porque ninguno de los citados dijo nada cuando las estrellas de TV3 -en las redes o en programas en directo- decían aquello de “Puta España”, se metían con los españoles o incluso hacían alusiones sexuales sobre la Reina o sobre alguna menor. Y me de igual que sea princesa o infanta. Ante todo era una menor.

Entonces, en efecto, no oí a Carles Puigdemont ni a Manuel Balcells ni a Jordi Borràs ni a Toni Cruanyes ni a Agnès Marquès ni Magada Oranich ni siquiera a la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, decir nada.

Un día le pregunté a esta última sobre el tema y contestó que no haría "valoraciones" sobre el tema. Parece que, desde los medios públicos, se puede ir insultando y no pasa nada.

Poco antes la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, había comparado el citado "Puta España" con hacer una "bromita" sobre esa tradición tan catalana de golpear un leñor por Navidad. Los medios han de "entretener", decía y ser "transversales".

Que la enfermera obró mal, sí. Que, además, lo colgó en las redes; también. 

Pero se agarran al catalán porque es lo último que les queda acabado un proceso que no nos ha llevado a ningún parte excepto a la mala leche y el cabreo. Incluso reaparece Pujol para pedir una gran movilización, que es también una manera de blanquearlo además de invitarlo a calçotades. (...)"        (Xavier Puig, director de e-notícies, 03/03/23)

 

 "La enfermera denuncia amenazas. "Me da mucho miedo salir a la calle".

 Begoña Suárez, la enfermera andaluza de 25 años que ha criticado tener que obtener "el puto nivel C de catalán" para poder opositar, ha manifestado en un mensaje a un amigo recogido por El Mundo, que "ahora mismo me da mucho miedo salir a la calle, por las consecuencias más allá del hospital".

"Hay gente que está muy loca y puede venir a darme una paliza. He recibido un montón de amenazas", añade. También afirma estar en estado de "ansiedad" tanto por los mensajes recibidos en las redes como por la reacción de la Generalitat.

"No voy a dejar el contrato, pero estoy tramitando la baja por estrés", cuenta después esta gaditana que lleva trabajando en el área de Pediatría del Hospital de Vall d'Hebron desde el pasado mes de julio. También admite que está recibiendo "apoyo psicológico".

El consejero de Sanidad, Manel Balcells, manifestó que "declaraciones como estas son intolerables en una servidora pública. Desde el centro hasta el Departamento de Salud llegaremos hasta el fondo de la cuestión. Abrimos un expediente. El sistema sanitario debe garantizar la atención en la lengua propia de Cataluña".     (e-notícies, 03/03/23)


"Lluís Llach: "echémosla". El cantautor llama a expulsar a la enfermera.

 El cantautor y ex diputado de Junts pel Sí, Lluís Llach, en un tuit en twitter, se ha manifestado también en torno a la polémica por la enfermera del Vall d'Hebron, de 25 años, que se quejó por tener que obtener "el puto nivel C de catalán" para poder opositar a una plaza fija.

"Ejerzamos los derechos que nos quedan y echémosla. Tan sencillo como eso", ha comentado Llach al respecto. De este modo ha contestado un tuit que se quejaba de "¿una trabajadora pública haciendo videos de contenido catalanófobo insultando y menospreciando la lengua en horas de trabajo?". 
    (e-notícies, 03/03/23)

3/3/23

Puigdemont exige al Govern el despido de una enfermera, gaditana, por "lingüicidio" del catalán después de que ésta se quejase de su obligatoriedad para trabajar... así que la Generalitat anuncia sanciones contra la interina... pero Xavier Rius la apoya "Bego, estamos contigo"... y acusa a la Generalitat de tener una doble vara de medir... con los insultos de TV3 (el "puta España" o que había que "oler españoles") no dice nada

 "La Generalitat ha puesto el grito en el cielo por el vídeo de una enfermera en la que se quejaba porque le pedían el certificado C de catalán para las oposiciones. Puigdemont la ha acusado de "linguicidio" y el consejero de Salud, Manel Balcells, se ha apresurado a decir que declaraciones como estas son "intolerables".

Pero no oí a nadie de la Generalitat criticar cuando en TV3 decían el "puta España" o que había "oler españoles". Ah, no: eso es sentido del humor y libertad de expresión. He aquí algunos ejemplos de esa doble vara de medir"              (Xavier Rius, director de e-notícies, 02/02/23)

 

"Tres jóvenes enfermeras del Hospital de la Vall d'Hebron se han convertido en protagonistas en las redes sociales tras colgar un vídeo donde, una de ellas, se quejaba -insultos incluidos- de que la Generalitat le exigiese "el puto nivel C de catalán" para poder trabajar en Catalunya. 

"Se va a sacar el C1 de catalán mi madre porque yo no", explicaba la enfermera, natural de Cádiz.

 El programa Tot es Mou de TV3, que presenta Helena García Melero, ha querido tratar a fondo el citado vídeo, colgado en Tik Tok. "Una enfermera ridiculiza al catalán en las redes", ha titulado el espacio de la televisión pública.

García Melero ha condenado la "desihinibición, chulería, aquel descaro que parece que todo queda bien, que será aplaudido este comentario. Que por eso lo hace. Porque si supiera que no será aplaudido ya no se atrevería a hacerlo. Pero sabe que tendrá toda una parroquia a favor".

"Se trata de despreciar a la lengua catalana para ganar popularidad, para ganar likes y este es el problema. Que alguien piense que ir contra nuestra lengua es ser guay", ha añadido la presentadora, además de recordar que la obligación de la enfermera es "acercarse" a los ciudadanos de la ciudad donde vive.

La polémica ha obligado al Hospital de la Vall d'Hebron a emitir un comunicado donde prometen investigar los hechos. "No podemos tolerar que dentro de nuestras instalaciones, en horario laboral y con el uniforme de la institución se hagan vídeos que no tienen nada que ver con la actividad asistencial. Es evidente que no representan al centro".

Incluso el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha querido intervenir en el asunto para exigir a la Generalitat que tome medidas contra la citada enfermera.  

"El odio a la lengua catalana es una constante entre muchos españoles. Algunos (jueces, policías, funcionarios) militan en la catalanofonía y se protegen entre ellos. Nos ofenden, nos insultan y les pagamos el sueldo. Hay un lingüicidio en marcha. Espero que @salutcat actúe de inmediato", ha escrito el ex president."                  (e-notícies, 02/03/23)


"El consejero de Salud, Manel Balcells, mostró en twitter su indignaría por el vídeo de la enfermera del Vall d'Hebron que se quejaba de que le exijan el "puto nivel C" de catalán para poder trabajar en Catalunya.

"Declaraciones como estas son intolerables en una servidora pública. Desde el centro hasta el departamento llegaremos hasta el fondo de la cuestión. Abrimos un expediente. El sistema sanitario debe garantizar la atención en la lengua propia de Cataluña, en eso trabajamos cada día ", ha dicho el conseller.

"Ejemplo de buenas prácticas de nuestros profesionales son los que viniendo de donde vengan tienen interés y se forman para aprender, conocer y hablar el catalán. Estos son la mayoría y queremos ponerlos en valor", ha añadido.

"El sistema de salud ofrece formación gratuita en catalán por sus profesionales porque el objetivo final es siempre el bienestar del ciudadano y garantizar los derechos de los pacientes. Comprender al paciente es clave por su seguridad", ha sentenciado."       
            (e-notícies, 02/02/23)

20/2/23

Un periodista argentino denuncia acoso de la Generalitat. Tacha al Govern de "xenófobos y fascistas" por querer retirarle una beca tras un artículo crítico

Bruno Bimbi @bbimbi

Hace cinco meses que me mudé a Madrid, pero la Generalitat de Cataluña sigue castigándome por aquel artículo que escribí en @ctxt_es. Ahora quieren que devuelva una beca de hace dos años. Estoy en el último semestre de la carrera en la UB y mi promedio es 9,1. Es de locos.

Lo que pasó con aquel artículo en @ctxt_es fue espantoso. Fue la primera vez en mi carrera periodística que, por la presión de un gobierno, un medio pide disculpas por un artículo mío. He escrito sobre cosas mucho más peligrosas y denunciado a gente poderosa y nunca había pasado.

Desde entonces, en la UB me bajaron notas de los exámenes promediándolos con una nota por “actitud”, me sacaron del expediente los créditos de dos materias aprobadas con matrícula de honor, me duplicaron el NIUB y me rechazaban la beca por eso, entre mil maldades más.

Cuando, en la pandemia, estuve sin trabajo y la pasé mal, la Generalitat me bloqueó por más de un año el pago de la ayuda al alquiler diciendo que faltaba un documento que tuve que presentar CUATRO veces. Dos veces me negaron la beca diciendo que no estaba matriculado en la UB.

Ahora que me fui a vivir a Madrid, inventan esto. Quieren que devuelva la beca que me pagaron en 2021 después de cuatro apelaciones presentando el certificado de matrícula una y otra vez para probar que sí estaba matriculado. Eso empezó ni bien salió el artículo en
@ctxt_es.

Ojalá que esto sirva por lo menos para que los medios (sobre todo medios que se presentan como progresistas e independientes) empiecen a proteger a sus periodistas en vez de soltarles la mano cuando desde el poder político los acosan por un artículo aprobado y editado por ellos.

Ojalá que este tipo de cosas ayuden a reflexionar también a tanta gente de izquierda (inclusive dirigentes a los que respeto mucho por otras muchas razones) que sigue defendiendo o justificando a esta banda de xenófobos y fascistas que son la versión catalana del trumpismo.

Lea recuerdo que lo primero fueron quince días de (cientos de) insultos (inclusive homofóbicos y xenófobos) y asedio moral en las redes, sumados a la intimidación de medios independentistas. Luego las “disculpas” de @ctxt_es y por fin las maniobras académicas y administrativas.

3:47 p. m. · 17 feb. 2023 desde Madrid, España·
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 "El periodista argentino Bruno Bimbi ha escrito un hilo en twitter donde denuncia acoso de la Generalitat como represalia a un artículo escrito en noviembre de 2020 en ctxt que se hizo viral y en el que acusaba de "xenofobia" a la universidad catalana.

Bimbi, que es también Doctor en Estudios del Lenguaje y activista LGTBI, se encontraba en aquel momento realizando un curso en la UB. En el citado artículo el periodista se quejaba de que los profesores se negaban a dar una sola clase en castellano a pesar de que muchos de los alumnos desconocían el catalán al ser latinoamericanos y orientales.

"El fanatismo, la xenofobia y hasta la falta de gentileza gobiernan Cataluña”, afirmaba. El artículo corrió por las redes sociales y ahora el periodista afirma que la Generalitat quiere retirarle la beca a modo de 'castigo'.

"Hace cinco meses que me mudé a Madrid, pero la Generalitat de Cataluña sigue castigándome por aquel artículo que escribí en @ctxt_es. Ahora quieren que devuelva una beca de hace dos años. Estoy en el último semestre de la carrera en la UB y mi promedio es 9,1. Es de locos", explica.

"Lo que pasó con aquel artículo fue espantoso. Fue la primera vez en mi carrera periodística que, por la presión de un gobierno, un medio pide disculpas por un artículo mío. He escrito sobre cosas mucho más peligrosas y denunciado a gente poderosa y nunca había pasado", asegura.

"Desde entonces, en la UB me bajaron notas de los exámenes promediándolos con una nota por 'actitud', me sacaron del expediente los créditos de dos materias aprobadas con matrícula de honor, me duplicaron el NIUB y me rechazaban la beca por eso, entre mil maldades más", afirma.

"Cuando, en la pandemia, estuve sin trabajo y la pasé mal, la Generalitat me bloqueó por más de un año el pago de la ayuda al alquiler diciendo que faltaba un documento que tuve que presentar cuatro veces. Dos veces me negaron la beca diciendo que no estaba matriculado en la UB", señala.

"Ahora que me fui a vivir a Madrid, inventan esto. Quieren que devuelva la beca que me pagaron en 2021 después de cuatro apelaciones presentando el certificado de matrícula una y otra vez para probar que sí estaba matriculado", añade.

"Ojalá que esto sirva por lo menos para que los medios (sobre todo medios que se presentan como progresistas e independientes) empiecen a proteger a sus periodistas en vez de soltarles la mano cuando desde el poder político los acosan por un artículo aprobado y editado por ellos", apunta.

El periodista pide que "ojalá que este tipo de cosas ayuden a reflexionar también a tanta gente de izquierda (inclusive dirigentes a los que respeto mucho por otras muchas razones) que sigue defendiendo o justificando a esta banda de xenófobos y fascistas que son la versión catalana del trumpismo".

"Les recuerdo que lo primero fueron quince días de (cientos de) insultos (inclusive homofóbicos y xenófobos) y asedio moral en las redes, sumados a la intimidación de medios independentistas. Luego las 'disculpas' de @ctxt_es y por fin las maniobras académicas y administrativas", concluye."  
           (e-notícies, 17/02/23)