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25/9/12

El Parlament catalán surgido de las elecciones que se van a celebrar proximamente, y que Ciu espera ganar por mayoría absoluta, ¿proclamará la independencia? ¿Sin referéndum? No vaya a ser que la gente se asuste. ¿Y la izquierda? ¿Dónde está la izquierda?

"El president neoliberal Artur Mas, el de EuroVegas, tras su reunión con don Mariano, saludando a sus partidarios a la entrada del edificio de la Generalitat en la Plaza Sant Jaume, la antigua plaza de la República en tiempos añorados. (...)

y a pocos metros de él, cinco o seis, no más, saltándose el cordón policial, un filósofo aplaude entusiasmado. 

No sólo aplaude sino que su cara muestra una admiración ilimitada por el gran político institucional y por lo que su figura encarna en estos momentos. Vitorea al líder, a su líder. Es Xavier Rubert de Ventós, el amigo de Felipe González, el que negoció con la Administración Reagan la permanencia otánica, el que habló hace una década de la conveniencia pragmática de la apuesta por la independencia, el consejero áulico de Pasqual Maragall, el compañero del sector catalanista-neoliberal del PSC.

 Ese mismo. Con su cara transpuesta, su entusiasmo ilimitado y su más sincera admiración por un líder carismático para sectores influyentes de las clases medias catalanas muy bien ubicadas en eso que se llama “sociedad civil”.

¿Ese es, ese tiene que ser el compromiso del filósofo? ¿No deberían otras veces argumentar que otro mundo político-filosófico es posible, que otras vías transitables son más razonables, que otras finalidades son más justas, más solidarias y, sobre todo, tienen más en cuenta los intereses y sentimientos de los desfavorecidos de la tierra catalana que no son pocos?

 ¿No hay filósofos e intelectuales catalanes que deban alertar a la ciudadanía de qué muy poco –y nada bueno- se puede esperar de un gobierno que ha sido líder destacado en hachazos al demediados Estado de bienestar catalán, que ha argumentado que la salud no es un derecho, que ha atacado –y ataca- gravemente la educación pública y las partidas sociales más básicas, que ha apostado por un infamia como Eurovegas y, que para acabarlo de arreglar, ha puesto su manto neoliberal en una Barcelona World en beneficio de La Caixa y de un empresario blavero subido a la ola de la estafa y burbuja inmobiliaria? 

Eso sí, para que las cosas empiecen a quedar claras el senyor Francesc Homs, el portavoz del gobierno catalán, el que llamó macarra a Montoro, ha declarado que quizás -que tal vez, que posiblemente, que podríamos hacerlo mejor así, que es una vía a explorar y a tener muy en cuenta-, que acaso la decisión de la independencia no se haya de tomar en un referéndum. Que nada de eso. Hay mucha ciudadanía y las cosas pueden desmadrarse un pelín. Hay otra vía.

 ¿Se la imaginan? Efectivamente: que el Parlament catalán surgido de las elecciones que se van a celebrar el próximo octubre o noviembre, y que ellos esperan ganar por mayoría absoluta y aplastante, la proclame. Sin que la ciudadanía se moleste en manifestar abiertamente su posición. Ya están ellos para eso. 

¿Así entienden los líderes de Convergència el ejercicio del derecho de autodeterminación? ¡Qué demócratas tan admirables! ¿Acaso piensan que la vía de la consulta ciudadana no es tan segura y que alguna encuesta de última hora ha señalado algún riesgo en la operación diseñada? 

¿Piensan tal vez que quitan de este modo todo atisbo de protagonismo a los minoritarios sectores de la izquierda independentista?   (...)

en uno de los últimos pasos de la sutil y calculada estrategia de la Asamblea Nacional de Catalunya, uno de los múltiples tentáculos de CiU, puede leerse (ayudo en la interpretación): 

"En els casos en què es preveu l'impediment d'un plebiscit pel govern espanyol, el full de ruta proposa de seguir, com a complementaris de l'acció dels càrrecs electes [de los cargos elegidos], els procediments establerts per l'Agència del Cens Nacional del Poble Català” [3].

La Agència ha abierto un censo en el que se pueden ya inscribir voluntariamente todos los que se consideren miembros de la “nación catalana”. Sólo ellos.
El censo, prosiguen, ha de servir “perquè voti sobre la independència 'el poble català' i no 'la població' de Catalunya”. 

¿Queda claro? Sólo el pueblo catalán que se reconoce como tal y se inscribe en el censo, y no, en cambio, la heterogénea y diversa población de Catalunya, se considere parte o integrante o no del pueblo catalán. Es decir, los nacionalistas-independentistas se constituyen en pueblo catalán y ellos, únicamente ellos, los que cocinan, guisan y comen su propio marco político, deciden la independencia. ¡Un diez y medio!  (...)

¿Y la izquierda? ¿Dónde está la izquierda? ¿Paseando por el Pisuerga?"         (Salvador López Arnal, Rebelión, 22/09/2012)

25/9/08

"En Francia, en francés, en Cataluña en catalán" En Francia solo saben francés, en Cataluña todos saben español ¡Viva la discriminación!

“A eso nos llevan los propios argumentos de Fernando Savater: "Porque el busilis de la cuestión -nos dice- no es el bilingüismo, desde luego, sino el biestatismo que los nacionalistas pretenden imponer a sus autonomías".

Y esto es lo que tácitamente entienden tantos nacionalistas españoles que no se asombraron ni escandalizaron cuando al ir a vivir a Francia tuvieron que aprender francés, italiano en Italia o alemán en Alemania. ¿Y en Catalunya? En Catalunya no, Catalunya es otra cosa. Ahora que los funcionarios españoles tienen que aprender lenguas europeas para trabajar en la Comunidad, sigue pareciéndoles un agravio o un atentado a sus derechos adquiridos el que aquí, en Catalunya, deban aprender el catalán.” (XAVIER RUBERT DE VENTÓS: El español, ¡qué gran Lengua!. El País, ed. Galicia, Opinión, 23/09/2008, p. 27)

En Francia, los inmigrantes tuvieron que aprender francés porque nadie entiende el español. En Bruselas, los funcionarios tienen que aprender inglés porque nadie sabe el español. En Cataluña, en Galicia, en el País Vasco, todos saben español, por tanto, un inmigrante sudamericano, o gallego, un funcionario, pueden entenderse con todo el mundo (y los catalanes se entienden en catalán, los gallegos, en gallego, y los vascos en vasco; así están las cosas).

Si los inmigrantes, después de trabajar 10 horas diarias, quieren hacer otras cosas antes que aprender un idioma que para ellos es superfluo (catalán, vasco o gallego), porque en la realidad pueden desenvolverse perfectamente en español (lo cual es una ventaja para todos, y para su integración), están en su derecho. No traicionan a Cataluña.

En cambio, exigirles que aprendan catalán sí que atenta contra sus derechos (al menos, el de hacer lo que quieran con su tiempo libre, después de trabajar 10 horas diarias).

Que un profesor catalán, que entiende el castellano, le conteste en catalán a un niño charnego que le pregunte en español, supone el mismo comportamiento fascista del profesor franquista que imponía el castellano humillando al alumno catalanofalante (un profesor francés no puede entenderse en español, no hay humillación)

Que un charnego o un inmigrante sudamericano haga una pregunta en español, y la persona a la que se la hace, le conteste en catalán, es un insulto (un francés ya no entiende la pregunta en español, no hay comunicación).

Que un médico le exija a un charnego, o a un inmigrante, que le hable en catalán, es un crimen (un médico francés necesita un interprete para entenderse con un enfermo español). Así que no es lo mismo hablar español en Francia que en Cataluña (o Galicia, País Vasco).

Porque todos saben hablar español, es por lo que es absurdo, y discriminatorio, que se exija, como paso previo para poder ser profesor de universidad o funcionario, tener el nivel C de catalán (antes de evaluar su capacidad profesional). ¿O es que saber catalán hace a un médico mejor que otro?

Posteriormente, si esa persona aprueba esa oposición, es lógico que aprenda después catalán (o gallego, vasco) para facilitar la comunicación con los catalanofalantes, no para hacerla posible.

Porque todos se entienden en español. Y en Francia no. Convertir el catalán (o el gallego, o el vasco) en la única lengua de la administración, es una imposición política, de los nacionalistas, que impedirá la comunicación con los charnegos e inmigrantes. Que entonces sí que tendrán que aprender catalán.

Lo que se pretende es llegar a tener estado, como dice Savater, un estado independiente catalán, en el que la exigencia del catalán para todo, llevaría a Cataluña a igualar la discriminación político/lingüística que sufrirían los charnegos, con la de los rusos en Lituania.

¿Tendría que intervenir, entonces, la ONU para defender los derechos lingüísticos de los charnegos? Para que se puedan examinar en español para ser funcionarios, para que se les conteste en español en escuelas ¿Y en la calle?

16/11/07

Del federalismo asimétrico al independentismo en unos meses por culpa de RENFE

Dice Xavier Rubert de Ventós: “Lo único que me atrevería a añadir es que esta crítica a la religión dogmática y doctrinaria debiéramos seguir aplicándola también a los otros dogmatismos -al del Mercado y al del Estado-… Y me limito a las del Estado democrático: aquel que, en nombre de la Voluntad Popular, sacraliza el ámbito y las fronteras dentro de las cuales esta voluntad tiene derecho a expresarse.”

Habla de Savater para caer simpático y aborrecer (lógicamente) el Totalitarismo de la Religión, que equipara al del Mercado, al del Estado y a la Voluntad Popular, y es que todos están sacralizados. O sea que la Democracia y el Estado (de bienestar) están sacralizados porque se vota dentro de unas fronteras europeas…

“El perfil de los Estados actuales pocas veces resultó dibujado por ninguna Constitución o voluntad popular: Montesquieu nos dejó una teoría del dintorno democrático (separación del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, etcétera) pero no de su contorno.”

Para él, la cuestión no es que se habite en un estado democrático o en una dictadura, la cuestión es el “contorno”.

Lo importante es que cada vez mas gente, más tierras, sean democráticas, existan mas "entornos" democráticos, unidos por formas democráticas, uniéndose para desarrollar el bienestar entre todos, cuantos mas mejor; es que es mas barato. Como en Europa. Al revés que en Yugoslavia.

Se pide la autodeterminación (la piden las colonias), porque sus habitantes no tienen derechos. Si los habitantes tienen los mismos derechos en Cataluña y en Madrid, no hay derecho a la autodeterminación, porque no hay señores y vasallos, sino ciudadanos con los mismos derechos. Y un ciudadano en Madrid es igual a un ciudadano de Barcelona. Y hay un estado de bienestar que distribuye los impuestos.

Por eso sólo las colonias tienen derecho a la autodeterminación, en la doctrina de la ONU. Que es lo que dijo el Tribunal Constitucional de Canadá; Québec no es una colonia (pero lo fue), no debería haber derecho a la autodeterminación, pero como se emperran, que la haya pero con claridad…La politica de la claridad.

¿O es que la lucha por la democracia tiene contornos? Se adapta a los moldes políticos, pero es universal, no es de mi barrio o nación.

En Québec los quebeçoises estaban discriminados, eran ciudadanos de segunda, desde su derrota ante las tropas inglesas. Por eso, aunque en el momento del fallo ya no se diera esa discriminación, el Tribunal Constitucional de Canadá acepta la tesis de la autodeterminación.

A destiempo, pero el sentimiento de discriminación de los quebecoises tenía una base histórica, por eso se acepta el referéndum de autoderminación, aunque Québec no era, desde luego, una colonia; y no porque el territorio de Québec tuviera derechos históricos por hablar otra lengua, sino porque sus ciudadanos estuvieron discriminados.

Por eso una colonia tiene derecho a autodeterminarse, porque sus ciudadanos sufren algún grado de discriminación, no porque su territorio tenga algún derecho especial inherente al territorio, lengua o cultura.

Por eso, si no hay diferencia alguna en los derechos de los ciudadanos de Madrid y Barcelona, no hay derecho a autodeterminación, ni de Madrid, ni de Barcelona. La discriminación es social, entre los pobres y los ricos de Barcelona, entre los pobres y los ricos de Madrid.

Pero si hay derecho a la autodeterminación para el territorio de Cataluña, ergo, también lo hay para el Gran Barcelona, Madrid o para el pequeño Vic.

Y si un charnego de Vic quiere independizar su barrio y unirse a “Madrit” cuando Cataluña sea una nación ya independizada de España ¿Podrá hacer un referéndum de autodeterminación en Vic? En su contorno… ¿Absurdo? El mismo absurdo (bobada según Gellner) que la campaña de las élites catalanas y vascas para independizarse de Europa. ¡Habráse visto chorrada a la manera!

No hay relación Derechos-Territorio, los derechos los portamos las personas, no los entes jurídicos o territoriales. Los ricos... y los pobres. Los listos ... y los tontos...

“Ir desacralizando mitos fundacionales y proponer un referéndum sin violencia como forma de definir este ámbito me parece un fenomenal avance democrático. Y considerar por principio una aberración antidemocrática el que pueblos como el vasco o el catalán puedan decidir sobre su futuro votando "a la canadiense" me parece el mayor abuso que pueda hacerse de las palabras Constitución, Democracia o Libertad.”

Los mitos fundacionales de la Constitución española de 1978 es la lucha contra el fascismo franquista y no Isabel la Católica. Los mitos fundacionales vascos son fascistas, racistas y pre-republicanos (de antes de la Revolución francesa), y también los catalanes. Y los que lucharon contra Franco lo hacían por la libertad y la igualdad.

Ahora el votar “a la canadiense” me parece hipergarantista, o sea absurdo, pero válido (autodeterminación por mayoría absoluta).

“Del sueño en un Estatut de corte bilateral, votado por nuestro Parlament, hemos despertado ante la cruda realidad de tener que seguir mendigando una infraestructura de más, un peaje de menos, una balanza fiscal equitativa, por el amor de Dios. El equilibrio de fuerzas y nuestra capacidad de negociación con España no parecen dar mucho más de sí. Ni tampoco parece que vaya a permitirnos superar el procedimiento humillante, entre pícaro y servil, del peix al cove, el pescado al cesto. Desde perspectivas distintas, tanto Roca como Maragall tropezaron contra este hecho tozudo, contra este meme bien injertado en el hipotálamo de los españoles y con el que Pujol nunca dejó de contar. De ahí que algunos catalanes puedan ir llegando a la conclusión de que, en aras de la cordialidad entre unos y otros, y por el bien de todos, debiéramos invertir así los términos: "No queremos más peix al cove; queremos simplemente el cove". Una variante del conocido dicho mexicano: "Ahora ya no quiero queso; sólo salir de la ratonera". Así de simple; así, por ahora, de imposible.” (XAVIER RUBERT DE VENTÓS: Ya no quiero queso; sólo salir de la ratonera; El País, ed. Galicia, Opinión, 15/09/2007, pp. 13)

En unos meses, del federalismo asimétrico del Nou Estatut (votado por el 48% de los catalanes) a la independencia, que la votará un 30% (¡Pero como son los verdaderos patriotas, su voto vale por dos!).

Y es que el hipotálamo de los españoles se las trae.

“La misma, si no mayor, pérdida de masa crítica puede explicar la radicalización última de los nacionalistas catalanes, lanzados también ellos a tácticas sarkozyanas de ocupación de espacio. Los resultados son ya desalentadores para ellos y puede que lo sean más en el futuro, por lo que no entiendo muy bien esas críticas tremendistas de quienes ven un peligro en lo que más bien huele a crisis. Decía Xavier Rubert de Ventós que las aspiraciones actuales de los nacionalistas catalanes se podrían resumir en que "ahora ya no quiero queso; sólo salir de la ratonera". Bien podría ocurrirles que con el queso se vayan a quedar otros, y que queriendo salir de la ratonera española vayan a caer en otra insignificante.” (LUIS DANIEL IZPIZUA: Ratoneras; El País, 20/09/2007)