"El expresidente catalán Jordi Pujol y el resto de miembros de su familia mantienen en funcionamiento en la actualidad el entramado societario offshore con el que blanquearon las comisiones ilegales que cobraron durante décadas. Los agentes cifran en 3.000 millones de euros la fortuna que el clan logró amasar. A pesar de que ya han pasado nueve años desde que salió a la luz el escándalo la familia aún no ha devuelto el dinero. (...)
El Debate ha podido verificar que las sociedades que usaron para desviar mordidas aún continúan en activo excepto un pequeño porcentaje cuyo dinero está bloqueado por la Audiencia Nacional. Estas sociedades se encuentran en los paraísos fiscales de Panamá y Bahamas y también en Estados Unidos y Reino Unido. La gran mayoría de estas compañías son tapaderas a nombre de testaferros pero también hay mercantiles que figuran a nombre de los Pujol. De los ocho hijos del clan, el mayor de todos, Jordi Pujol Ferrusola es, según los investigadores, el que mayor capital logró sacar fuera de España.
Una de las sociedades que aún continúan operativa es la panameña Ipromar Ocean SA, considerada una de los brazos societarios desde donde entraban y salían las mordidas. Esta empresa fue constituida el 13 de noviembre de 1996 y en estos momentos cuenta con un capital de 200.000 euros. Si bien el objeto social de la empresa es la comercialización de marisco, los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional siempre consideraron la mercantil una tapadera para el desvío de comisiones. Pujol Jr. figura como uno de los propietarios de la empresa. El resto, tal y como figura en los informes policiales, son empresarios que actuaban como pantalla para mover el dinero en la sombra.
Otras de las empresas que usó la familia Pujol para mover el dinero oculto son Molamol Headquarters Corp e Isla Quesito Headquarters Corp, ambas radicadas en Bahamas. Los investigadores, cuando desvelaron la existencia de ambas empresas, determinaron que en realidad se trataba de sociedades instrumentales que eran usadas para, a su vez, controlar fundaciones panameñas que ocultaban más dinero y para abrir y cerrar cuentas bancarias en Suiza. Para la UDEF la creación de estas sociedades tenían como finalidad evadir impuestos y blanquear capitales. Una de las pruebas en las que se apoyan es que fueron constituidas días antes de las operaciones sospechosas que nutrían de fondos económicos las offshore. La primera sociedad de Bahamas lleva consigo la identificación «1533775B» y la segunda «148192B».
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