12/4/22

Xavier Rius: Puigdemont, Comín y Ponsatí... El trío calavera... Antes iban de héroes, pero tengo la sensación de que poco a poco descubren que son sólo tres gruñones. Comín no tiene ninguna credibildiad porque ha pasado ya por cuatro partitos... Clara Ponsatí pidió el sacrificio de vidas humanas para alcanzar la independencia. Incluso una “insurrección civil”. ¡Desde Bruselas! Pero en cuanto el Reino Unido salió de la UE por el Brexit, se apresuró a desplazar su residencia de Escocia a Bélgica, no sea que la fueran a entregar... Ya no se les ve como “exiliados” o paladines por la libertad, sino como tres cascarrabias. Lástima que, en Catalunya, no lo diga nadie excepto tres o cuatro desgraciados entre los que modestamente me incluyo. Un día veremos la luz... les aseguro que, a estas alturas, ya me da igual que nos los devuelvan o se queden berreando en Bruselas. Casi prefiero que se queden en Bélgica. Dan vergüenza ajena

 "A ustedes no sé, pero a mi como catalán Puigdemont em fa vergonya. Me da vergüenza.

No de ahora, de hace tiempo.

Lo que pasa es que sus última intervenciones en el Parlamento Europeo han aumentado todavía más, si cabe, está desazón. La de él, Comín y Ponsatí.

El trio calavera.

Como habrán visto ya les cortan hasta el micro.

Antes iban de héroes, pero tengo la sensación de que poco a poco descubren que son sólo tres gruñones. Al fin y al cabo el Parlamento Europe es especialista por acoger a frikis. A finales de los 80 hasta Ruiza Mateos salió de eurodiputado.

Pero, como decía, sus últmas intervenciones me producen sonrojo.

Puigdemont echando balones fuera sobre su relación con Putin. Comín hablando de franquismo. ¡Él, que es nieto del que le llevo las armas a Mola! 

Además, no tiene ninguna credibildiad porque ha pasado ya por cuatro partitos. Primero Iniciativa pero como no salió de diputado se pasó Ciutandas pel Canvi, el partido creado ad hoc por Pasqual Maragall. Luego cuando se le acabó el mandato -había limitación a dos legislaturas- se pasó al PSC. De ahí a Esquerra. En cuando le pidieron que dejara el escaño -tenía excedencia como profesor de Esade- se acercó a Puigdemont.

Igual que Clara Ponsatí.

Sus últimas intervenciones en los medios de comunicación -aquí que todavía le damos cancha- fue pedir el sacrificio de vidas humanas para alcanzar la independencia. Incluso una “insurrección civil”. ¡Desde Bruselas!

De hecho, en cuanto el Reino Unido salió de la UE por el Brexit se apresuró a desplazar su residencia de Escocia a Bélgica -no sea que la fueran a entregar- entre reproches de las propias autoridades judiciales británicas.

Por eso. Ni siquiera son conscientes que, con la guerra de Ucrania, el clima internacional ha cambiado.

Ya no se le ve como “exiliados” o paladines por la libertad -no lo fueron nunca- sino como tres cascarrabias.

Lástima que, en Catalunya, no lo diga nadie excepto tres o cuatro desgraciados entre los que modestamente me incluyo. Un día veremos la luz.

El periodista Quico Sallés, declarado indepe, dijo hace unos meses que Torra no debería haber llegado nunca a presidente.

Lástima no haberlo dicho antes, Quico, porque lo sabíamos todos.

Pero con estos tres pasa lo mismo.

Y les aseguro que, a estas alturas, ya me da igual que nos los devuelvan o se queden berreando en Bruselas. Casi prefiero que se queden en Bélgica. Dan vergüenza ajena.

Puigdemont se ha convertido en un estorbo. Incluso para los suyos."               

(Xavier rius, director de e-notícies, 09/04/22)

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