"El gran hallazgo de Artur Mas no ha sido descubrir la funcionalidad
del independentismo como instrumento de presión, que forma parte del
libro de estilo de todos los nacionalismos, sino haber identificado una
causa simple y clara de los males que aquejan a la sociedad catalana y
en particular al sector social, las clases medias, más directamente
representado por CiU.
Si el Gobierno catalán tiene que cerrar
quirófanos, reducir horas lectivas, recortar ayudas a guarderías,
despedir empleados públicos, es porque otras comunidades se benefician
de una parte desproporcionada del dinero que España recauda en Cataluña.
El “Madrid nos roba” con que sintetizan su visión muchos manifestantes
catalanes recuerda al “Roma ladrona” de la Liga Norte italiana. Para
remediar esa situación el nacionalismo catalán plantea dos opciones: el
soberanismo fiscal, según el modelo del Concierto vasco, o la
independencia.
Hace un cuarto de siglo, José Álvarez Junco resumió los efectos que
para el discurso y el liderazgo nacionalista tiene la identificación de
un culpable exterior de lo que va mal: une a los propios,
convenciéndoles de que existe una animadversión generalizada contra lo
nuestro, legitima a la élite gobernante, proporciona explicaciones
sencillas de problemas complejos: el Govern solicita una ayuda de 5.000
millones al Fondo de Liquidez Autonómico y su portavoz lo presenta como
reclamación de un dinero que en realidad pertenece a los catalanes." (Patxo Unzueta El País, 19 SEP 2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario