"El desafío secesionista
del presidente de la Generalidad, Artur Mas (CiU), no está pasando
desapercibido en la prensa internacional. La estrategia del
nacionalismo, consistente en crear un conflicto inexistente para después
difundirlo incluyendo la pertinente dosis de victimismo, ha tenido
éxito, pero no ha conseguido la esperada adhesión incondicional a la causa por parte de los medios extranjeros.
Los principales diarios británicos y estadounidenses coinciden en destacar que la negativa del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al concierto económico planteado por el presidente de la Generalidad generará un aumento de las protestas independentistas.
‘A menos que [Rajoy] pueda hacer un gesto plausible hacia las demandas catalanas, el separatismo se convertirá en imparable, diga lo que diga el Rey’, señalaba este miércoles Financial Times
en su editorial. Y, tras acusar a Rajoy de falta de ‘habilidad
política’, concluía que ‘para hacer frente a la situación de emergencia,
España necesita un acuerdo nacional de partidos como los Pactos de la
Moncloa de 1977 que marcaron el camino de España hacia la democracia’.
En otro artículo, Financial Times
también apunta que el no de Rajoy al concierto ‘intensificará’ en las
próximas semanas ‘los conflictos políticos y fiscales’ entre ambos
gobiernos -nacional y autonómico-, pero considera que, si Rajoy hubiese
aceptado la propuesta de Mas, ‘habría aumentado aún más la brecha entre los diferentes grados de autonomía
de las regiones españolas’, una situación que ‘regularmente obliga al
Gobierno central a renegociar los términos de la autonomía con varias
regiones’.
La prensa internacional considera que la estrategia de Mas se le
puede haber ido de las manos, y no le ha quedado otro remedio que
subirse al carro del secesionismo para no quedarse atrás. ‘El presidente
[autonómico] Artur Mas, del partido conservador CiU, que hasta la semana pasada defendía la autonomía pero no la independencia, se ha apuntado finalmente a seguir a la opinión pública’, añade Reuters. Mientras que The Economist considera que Mas ‘se ha visto superado por los acontecimientos’.
El Telegraph es más preciso:
‘La velocidad de los acontecimientos ha cogido a casi todo el mundo por sorpresa, incluido el propio Mas. CiU, hasta ahora, ha aplicado una política de calculada ambigüedad respecto a la secesión. Mas ha girado rápidamente, abrazando como suyo lo que denomina el clamor popular‘.
Todos dan por descontado que habrá adelanto electoral en Cataluña, y advierten de los riesgos que se avecinan. ‘El impasse
sobre el pacto fiscal está creando el impulso para unas elecciones
anticipadas en Cataluña que pueden ser ganadas por las fuerzas
independentistas y provocar una crisis constitucional en toda regla en España’, indica Financial Times.
Las elecciones ‘podrían ser vistas como un referendo sobre la autonomía, aumentando la presión sobre el Gobierno central’, augura la BBC. Y The Guardian admite que ‘una mayoría separatista en el Parlamento [autonómico] catalán podría provocar una crisis constitucional’.
‘Mas podría adelantar las elecciones regionales que podrían convertirse en un referendo sobre la independencia y generar más problemas al Gobierno central’, indica Associated Press.
El discurso falaz del España nos roba, repetido una y otra
vez en los últimos años desde las terminales mediáticas nacionalistas,
sin que prácticamente nadie se haya molestado en replicarlo, ha calado
entre buena parte de la ciudadanía de Cataluña.
‘El recrudecimiento del
separatismo catalán se basa en la convicción de que Madrid está drenando económicamente a la región’, constata la agencia Reuters.
En ese sentido, The Economist advierte de que el independentismo podría estar sobrevalorado:
‘Los separatistas están entusiasmados, aunque las encuestas son engañosas. Mientras un tercio de los catalanes son separatistas convencidos, muchos otros están simplemente enfadados por el dinero de sus impuestos que apoya a otras regiones’.
La salida de Cataluña de la Unión Europea (UE) en caso de una
hipotética secesión también supone un freno a las aspiraciones
independentistas. “Se tome la decisión que se tome, sea cual sea el
proyecto catalán, yo defenderé que tiene que ser un proyecto europeo, de
UE y de euro”, aseguró este jueves Mas, lo que, sin duda, supone una moderación en su discurso.
Especialmente después de que el propio Jordi Pujol haya reconocido públicamente que con la secesión “te quedas fuera [de la UE], eso está claro”.
Hace una semana un portavoz de la Comisión Europea subrayó que la independencia de Cataluña la situaría fuera de la UE, y este miércoles
el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha
circunscrito el debate de los movimientos secesionistas en la UE a una cuestión interna de los estados miembros en los que la UE no debe “interferir”, a pesar de los movimientos que han iniciado varios eurodiputados independentistas en el Parlamento Europeo.
Así lo reitera Reuters: ‘La secesión compliraría la relación de
Cataluña con Europa. La UE dice que una Cataluña independiente
secesionada tendría que solicitar el ingreso en el grupo’.
En esa línea, The Economist avisa de que ‘una transición tranquila para dividir un miembro de la UE requeriría cambios legislativos en Bruselas y en Madrid, que puede que nunca lleguen’. Y llega a una conclusión contundente:
‘Las causas directas de los problemas económicos de Cataluña son la recesión y la administración ruinosa de los gobiernos regionales anteriores. La independencia no cambia eso. No está claro aún si los separatistas son, como el Rey de España dice, perseguidores de quimeras‘.
Sin embargo, el análisis más crítico con la promoción del independentismo llevada a cabo por Mas lo hace Jonathan Blitzer desde The New York Times:
‘Los líderes regionales no tienen prisa en moderar el sentimiento [secesionista]. Mas ha estado jugando con ello hasta antes de la reunión con Rajoy para discutir sobre el pacto fiscal pendiente. Pero Mas debería ser más cuidadoso con no exagerar las expectativas populares. Cataluña se encuentra en una situación financiera difícil, y a pesar de la efervescencia de las manifestaciones populares, no está en condiciones de llevar la batuta’.
Y añade:
‘El malestar entre los catalanes es real y necesita ser tenido en cuenta. Pero Mas se arriesga forzando en exceso sus bazas con Rajoy. Ha insinuado, con deliberada ambigüedad, que si no se alcanza un acuerdo financiero se abriría el ‘camino a la libertad’ para Cataluña. Pero, para que Cataluña se separe de España, la Constitución debería ser modificada (lo que es poco probable) y la independencia de la región debería ser aprobada por un referendo entre todos los españoles, no solo los catalanes (lo que es también altamente improbable)’." (lavozdebarcelona.com, 21/09/2012)
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