26/5/22

Xavier Rius: Me dirijo a los críticos, a los escépticos, a los tibios, a los moderados, a los incrédulos, incluso a los desesperados... Estamos solos... El independentismo nos ha llevado al abismo... El proceso se ha convertido ya sólo en un business. Un vivir del cuento. ¡Cuantas recolocaciones hemos visto!... Ni siquiera hay oposición... En fin, lamento amargarles el día. Pero no está mal un baño de realidad. Para salir del agujero hay que hacer primero un buen diagnóstico. Yo soy agnóstico pero si fuera creyente diría aquello de: "¿Dios mío, por qué nos has abandonado?"...

 "Buenas.

Me dirijo a los críticos, a los escépticos, a los tibios, a los moderados, a los incrédulos, incluso a los desesperados.

A los que, en definitiva, todavía tienen la cabeza encima de los hombros y los pies en el suelo.

Tan difícil en la Catalunya actual.

Estamos solos.

El independentismo nos ha llevado al abismo.

No sólo eso sino que siguen en sus trece,. No ha hecho autocrítica. Ni examen de conciencia. Ni tiene propósito de enmienda. Al contrario, siguen mareando la perdiz. Y lo que es peor: sin decir la verdad.

El proceso se ha convertido ya sólo en un business. Un vivir del cuento. ¡Cuantas recolocaciones hemos visto! Basta estar investigado por la justicia para que te den una consejería o una canonjía.

Ni siquiera hay oposición.

El PSC ni está ni se le espera. Illa levita. Lo único que quieren los socialistas catalanes es que Sánchez permanezca en La Moncloa, no arreglar el lío de Catalunya. El PSC aprieta pero no ahoga porque saben que la única manera de alcanzar la Generalitat es un pacto con Esquerra y los Comunes.

El resto de constitucionalistas está igual o peor.

Arrimadas se fue a Madrid. Su partido pasó de 36 escaños a seis. De primera a séptima fuerza política. Dan la sensación que está -a pesar de los esfuerzos de Carrizosa y compañía- en vías de desaparición. Si se hubiera quedado tendría opciones de llegar a la Generalitat. Mitterrand alcanzó la presidencia a la tercera.

Manuel Valls ha hecho una espantada digna de un torero acobardado. Se ha vuelto a París tras pegar el braguetazo del siglo. Ahora -todo un exprimer ministro- intenta hacerle la cama a un parlamentario del partido de Macron para volver a la Asamblea Nacional como diputado raso.

Cada vez que un dirigente de Ciudanos o del PP se va a Madrid (me vienen a la cabeza un montón: Levy, Espejo Saavedra, Villegas, Santiago Fisas) es como tirar la toalla.

No se vislumbra a nadie en el horizonte. Ni siquiera en Barcelona donde Ada Colau se apresta a un tercer mandato ante la falta de oposición cívica y municipal.

Por lo que respecta al catalanismo -los grupúsculos surgidos tras la implosión de Convergencia- no tienen ni liderazgo político ni autoridad moral.

En resumen: no quiero desanimarles pero estamos más solos que la una.

Y el lío catalán sólo lo arreglaremos los catalanes.

Ni siquiera el Estado -encarnado ahora por Pedro Sánchez- está cuando se le necesita. Como cuando la Meridiana. Basta ver que la delegada del Gobierno -antes Teresa Cunillera y ahora Maria Eugènia Gay- son invisibles.

En fin, lamento amargarles el día. Pero no está mal un baño de realidad. Para salir del agujero hay que hacer primero un buen diagnóstico.

Yo soy agnóstico pero si fuera creyente diría aquello de: "¿Dios mío, por qué nos has abandonado?""           (Xavier Rius, director de e-notícies, 22/05/22)

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