"La dualidad de Cataluña se aprecia bien en las balanzas
fiscales internas, esto es, en la comparación en las diversas comarcas
de Cataluña de los ingresos impositivos regionales con el gasto público
regional.
A este propósito, por ejemplo, Dolça Catalunya escribe: “Juguem a les balances fiscals, Srs. nacionalistes? [Los
separatistas] nos han explicado hasta la extenuación el expolio fiscal
que sufre Cataluña a manos del resto de España. Poco importa que el
bueno de Borrell les haya explicado mil y más veces que sus cálculos son
absurdos. Poco importa que si Cataluña es
expoliada, más lo sea Madrid. Pero como estos separatistas son de ideas
fijas, quizás sea bueno pagarles con la misma moneda y recordarles
que siCataluña es expoliada, más lo es Barcelona por la propia Cataluña.”
La
estimación de las balanzas fiscales provinciales dentro de Cataluña, de
acuerdo con el enfoque de “carga-beneficio”,muestra que la provincia de
Barcelona sufre un significativo déficit fiscal mientras que Girona, Lleida y Tarragona, muestran un importante superávit fiscal.
El gobierno catalán aplica proporcionalmente a la
provincia de Barcelona un déficit fiscal muy superior al que Cataluña
tiene con el resto de España.
De este modo, según se ve en la Figura 1, la Generalitat obtiene de Barcelona el 82,8 % de sus ingresos propios, pero destina a esta provincia sólo el 65,9 % de sus gastos.
La diferencia entre ambas magnitudes es un déficit fiscal de Barcelona
del 16,9 % de su PIB provincial. De cada 100 € que los ciudadanos y las
empresas residentes en la capital pagan en impuestos al gobierno
catalán, 17 € no retornan a la provincia.
Los sujetos
fiscales residentes en las provincias de Gerona, Lérida y Tarragona
aportan porcentajes muy pequeños del total de ingresos de la Generalitat
(entre el 4 y el 7 % cada una) pero reciben hasta tres veces más en gastos.
Por otra parte, la inversión por habitante del gobierno catalán en la provincia de Barcelona, cifrada en 115 € por persona, es un 36% inferior a la del resto de catalanes, 180 € por persona.
La Generalitat practica, pues, dentro de Cataluña una redistribución
territorial con transferencia de flujos de solidaridad desde las zonas
más dinámicas económicamente a las menos dinámicas, y lo hace de manera
semejante no muy distinta a lo que ocurre entre Cataluña y el resto de
España.
Por consiguiente, además de muy desafortunado,
es incoherente calificar como “expolio” y “maltrato fiscal” a la
relación de Cataluña con el resto de España cuando el mismo gobierno de
la Generalitat aplica en Cataluña un trato fiscal mucho peor a la provincia de Barcelona.
Considerados
los saldos fiscales con la Generalitat de Cataluña por comarcas (según
se observa en el Panel B de la figura 1), las aportaciones se concentran
en 6 comarcas (Barcelonès, Vallés Occidental y Oriental, Maresme, Baix Llobregat y Garraf) mientras que las 36 restantes comarcas reciben aportaciones de las primeras a través del presupuesto de la Generalitat.
Retomando los dulces y sabios términos de Dolça Catalunya, ¡Catalunya ens roba als barcelonins! Efectivamente:
- El saldo fiscal de Barcelona con la Generalitat es de -17 %. Gerona (+5 %), Tarragona (+5 %) y Lérida (+7 %) tienen un saldo fiscal positivo gracias a Barcelona.
- La Generalitat invierte 44 € por habitante en el resto de Cataluña, pero sólo 27 € por barcelonés.
- Barcelona recibe de la Generalitat el 80 % de lo que aporta, mientras que el resto de Cataluña recibe el 82 % de lo que contribuye.
- Cada barcelonés tendría disponibles 829 € más al año si no tuviera que pagar a la Generalitat más de lo que recibe de ésta.
- Las comarcas con más proporción de voto nacionalista son las que más transferencias reciben de la Generalitat.
Se
comprenderá el sentimiento de frustración de los barceloneses con la
Generalitat y que se elucubre con una secesión de Barcelona (Tabarnia)
en caso de ruptura.
La Cataluña costera barcelonesa y
tarraconense aporta el 73 % de los ingresos a la Generalitat, pero solo
recibe el 59 % de los gastos. En concreto, Barcelona aporta a la
Generalitat 22.468 M €, pero sólo recibe 17.888 M € de ésta: el saldo
fiscal negativo es de 4.580 M €. Y es que el 80 % del PIB catalán se hace en comarcas donde el separatismo no llega ni al 41 %.
La Cataluña
profunda sólo aporta el 27 % pero recibe el 41 % del dinero que reparte
la Generalitat. Y es que las 10 comarcas más separatistas sólo suman el
4 % del PIB catalán. Igualmente, las comarcas con mayoría separatista
reciben 10 veces más subvenciones de la Generalitat que las comarcas
constitucionalistas. Conclusión: la resta de Cataluña ens roba o, por mejor decir, la Generalitat ens roba!
Conclusiones
Al territorializar los ingresos propios y los gastos de la Generalitat
en forma de balanzas fiscales internas de Cataluña se observa un
importantísimo déficit fiscal (aportación neta) de la provincia de
Barcelona y un importante superávit fiscal (subvención neta) de las
otras.
Los sujetos fiscales (personas y empresas) residentes en las zonas costeras catalanas de mayoría constitucionalista financian a los habitantes residentes en las zonas interiores de mayoría separatista." (Ferran Brunet, El Liberal Cat, 20/01/20)
No hay comentarios:
Publicar un comentario