13/10/17

Los obreros que ahora cuelgan la bandera española no lo hacen porque se hayan convertido en unos nacionalistas españoles del copón, sino que lo hacen para defender la convivencia entre todos los ciudadanos españoles, el "demos común"

"(...) Creo, y espero no estar demasiado errado, que muchos -la inmensa mayoría, me atrevo a decir- de los obreros que ahora cuelgan la bandera española no lo hacen porque, de pronto, y sin ningún tipo de adoctrinamiento previo, se hayan convertido en unos nacionalistas españoles del copón, sino que lo hacen para defender el Estado de derecho, la legalidad, la convivencia entre todos los ciudadanos españoles, el "demos común". 

Seguramente muchos no os lo podrán explicar así porque quizá carezcan del vocabulario adecuado, pero, en el fondo, cuando hablas con ellos, es lo que piensan. ¿Cuántos te dicen que quieren seguir juntos porque tienen familiares en otros puntos de España, por ejemplo? Es uno de los argumentos más dados por los "espanyolistes" de clase obrera. 

Y, respecto a la descripción que se hace de la manifestación del domingo 8 de octubre, convendría hacer un poco más de crítica a los partidos políticos supuestamente de izquierdas y que se dicen contrarios al independentismo, que han dejado huérfanos a todos esos ciudadanos (¡y asociaciones a las que ni tan siquiera se nombra muchas veces!) que somos de izquierda y a los que no nos resulta cómodo tener que ir con la derecha (PP y Ciudadanos). En absoluto. Robert Tallón (2017 (...)

 Económicamente ha sido demostrado hasta la saciedad que los argumentos de «España nos roba», de la descompensación de unas balanzas fiscales que no tienen por qué estar «compensadas» ya que el federalismo fiscal, basado en la renta personal, deriva del principio de solidaridad territorial. 

Socialmente, el secesionismo ha originado la mayor fractura social que se ha perpetrado no sólo entre Cataluña y España (lo cual por lo demás es una falacia) sino entre los habitantes de Cataluña, al ser considerados fascistas y represores quienes no concordamos con los postulados del secesionismo.  (...) Teresa Freixes (2017).

 Las imágenes de la intervención policial del 1-O han producido un shock. Porque partimos del supuesto de que la violencia debe ser la ultima ratio. Su efecto ha sido doble: uno benéfico, en cuanto que ha mostrado una fina sensibilidad colectiva ante el uso de la fuerza; otro perverso, porque ha ocultado la secuencia de ilegalidades y atropellos que han venido cometiendo las instituciones autonómicas de la última legislatura. 

Y las ha ocultado de tal manera que ahora estamos en una fase en que todas esas irregularidades se han convertido en irrelevantes; por no recordar a Ester Quintana o Juan Andrés Benítez. Martín Alonso (2017). (...)

Un escritor y filósofo catalán, cuyo nombre no es necesario citar, escribió en un tuit, poco después de las intervenciones policiales (salvajes) de los Mossos desalojando a los concentrados 15M en la plaza de Cataluña, yo fui uno de ellos, que a él le gustaban “las ciudades limpias”. Nada que objetar, desde luego que no, a los Mossos, als notres Mossos, y sus bravas y valientes actuaciones .

 En cambio, ahora, con razones atendibles pero acaso no consistentes con su postura anterior, ha criticado muy duramente la actuación policial del pasado domingo. ¿Vale todo? Ya sé que cada cosa es cada cosa y que no todo es igual y lo mismo, pero, ¿va la cosa de esto? Si los polis son catalanes, la cosa es disculpable; si son polis son españoles, el horror se encarna. ¿Es eso más o menos?  (...)"          (Salvador López Arnal , Rebelión,  07/10/17)

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