"(...) La fuga masiva de empresas complica el proyecto de
independencia de Cataluña de la Generalitat y desmonta el argumento del
Govern de la solvencia de la hipotética futura república catalana.
Los
expertos y las agencias de rating han comenzado a advertir de que la
hipotética República sería inviable económicamente y Moody's calcula que
la ruptura, que continúa viendo poco probable, hundiría la nota de la
autonomía hasta caa1, lo es igualarla a Bielorrusia, Mongolia o Irak.
Esta inestabilidad está impulsando la fuga de
empresas, que continuó este fin de semana y que se puede prolongar los
próximos días, reduciendo de forma muy significativa los recursos
impositivos con los que el Gobierno catalán pretende financiarse.
Sólo con las corporaciones que hasta ahora han
decidido colocar su sede social fuera de la región y las que han
anunciado que lo harán si se produce la DUI las arcas de ese supuesto
Estado dejarían de disponer de más de 1.000 millones de euros. Esta es
la cuantía que esas veinticuatro empresas abonaron a la Hacienda Pública
en concepto de impuesto de beneficios en 2016 (véase tabla) y los de
Planeta, en 2015, que es el último informe financiero disponible.
Además, con estos movimientos las empresas también se ponen a salvo de
posibles presiones del Govern para pagar los impuestos a Cataluña, si
decide seguir adelante con su locura.
En concreto, todas estas empresas pagaron 1.070
millones de euros, una cifra que se espere que aumente con el paso de
los años ya que en la actualidad muchas de ellas cuentan con
compensaciones fiscales con los activos diferidos o están en pérdidas
debido a la situación económica.
Además en esta factura habría que sumar los impuestos
que sufragan empresas que en caso de que se produjera la DUI
trasladaría su domicilio a otras comunidades autónomas, como el caso de
la automovilística Seat, la constructora FCC o la inmobiliaria Colonial,
que aún no se han pronunciado al respecto, pero que algunas fuentes dan
por hecho que materializarán este movimiento para mantener seguridad
jurídica. Las agencias de calificación están presionándolas,
recordándoles que es improbable que, manteniéndose en Cataluña en caso
de independencia, puedan contar con un rating superior al de su lugar de
sede.
Asimismo, hay una larga lista de sociedades que
durante las últimas jornadas se han puesto en contacto con consultoras y
notarios con el fin de proceder a un cambio de sede de sus negocios.
De esta manera, una parte sustancial de los ingresos
que obtendría la Generalitat en el caso de que Cataluña se independice
se han esfumado. Únicamente con las firmas que se han ido o lo harán
sería una quinta parte de esos recursos de los que pagan en la
actualidad por Sociedades el tejido empresarial de Cataluña al Estado,
que asciende a poco más de 4.600 millones de euros, que representa casi
un 5 por ciento de la recaudación por esta tasa en el conjunto español.
Los inversores, en paralelo, están cada día poniendo
más en duda la capacidad de pago del Govern, lo que se refleja en la
evolución de su deuda, donde la prima de riesgo del bono de la
Generalitat ya marca máximos en un año.
La agencia Moody`s advertía la semana pasada de que
hasta que no se rebaje la incertidumbre Cataluña tendrá cerrado el
acceso a los mercados de deuda mayorista. En paralelo, continúa
dependiendo de los fondos de liquidez autonómicos (FLA) para continuar
financiando sus servicios públicos. (...)
El traslado de domicilio fiscal adía de hoy apenas
tiene repercusiones, ya que estas empresas seguirán como hasta ahora
pagando Sociedades a la hacienda española, que es la parte relevante de
los impuestos que pagan.
Los Ayuntamientos catalanes, en cambio, son los
mayores perjudicados, con el de Barcelona a la cabeza, ya que a partir
de ahora no contarán con la recaudación de el Impuesto de Actividades
Económicas que abonaban por distintas operaciones las empresas que ya se
han marchado.
En los últimos años el Gobierno español ha tenido que
salir al rescate de Cataluña para que pudiera hacer frente a sus pagos y
ante las dificultades de obtener recursos por vías alternativas. " (El Economista.es, 09/10/17)
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