23/10/15

Una Cataluña independiente sustituiría al Estado español como titular de los derechos y de las obligaciones de un sistema de pensiones de reparto que en la actualidad es deficitario

"(...) Las pensiones son otro ejemplo que ilustra las complejidades del proceso. Una Cataluña independiente sustituiría al Estado español como titular de los derechos y de las obligaciones de un sistema de pensiones de reparto que en la actualidad es deficitario.

En el corto plazo, el sistema de pensiones catalán tendría que hacer frente al pago de las pensiones de todos los jubilados que hubieran devengado derechos pensionables en Cataluña, vivieran donde vivieran, y de todas las pensiones no contributivas de sus pensionistas residentes. 

Para financiarlas, contaría con las cotizaciones de los trabajadores que siguieran residiendo en Cataluña después de la secesión y con la parte que le correspondiera a Cataluña del fondo de reserva de las pensiones. 

 Cuantificar estos ingresos en una Cataluña inmersa en un proceso de independencia —del que desconocemos cómo afectará a la tasa de crecimiento, los movimientos migratorios, etcétera— es pura especulación.

Además, los sistemas de reparto de los países pequeños son más vulnerables que los de los países grandes ante las perturbaciones económicas y demográficas porque sus principales ingresos provienen del territorio del Estado que los garantiza. Por ejemplo, cuando España, Grecia o una Cataluña independiente van bien, sus pensiones de reparto también van bien. 

Pero apostar a que las cosas le van a ir bien a las economías española y catalana durante el periodo transitorio de una secesión disputada es una apuesta arriesgada. Desafortunadamente, sobre las pensiones se pueden hacer pocas promesas y menos ante tal incertidumbre. (...)"                                           ( / / /   , El País, 26 SEP 2015)

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