"(...) la destrucción político-cultural de la izquierda catalana, la fuerte
penetración de la cosmovisión nacionalista-independentista en el
interior de sus memes y genes, en los valores más esenciales de sus
tradiciones.
Una ilustración de ello.
En una reunión
relativamente reciente, no de ANC o de Omnium o de alguna otra fuerza
nacionalista-independentista, alguien formuló este “pensamiento”, son
dos relacionados en realidad:
“Catalunya només té una direcció:
la independència. I no només això: aquells que no cooperin en aquest
procés, no poden formar part d'aquest poble” (la casi innecesaria
traducción: “Cataluña sólo tiene una dirección: la independencia. Y no
sólo esto: aquellos que no cooperen en este proceso, no podrán formar
parte de este pueblo”).
¿O Si-SI y no hay más? Si alguien piensa
en otros términos (es además cardinalmente numeroso ese “otros”), ¿ya
no forma parte del pueblo de Cataluña? ¿Ya no es catalán? ¿Qué será
entonces? ¿Un español, un españolista, un botifler, un espía de Madrid?
Del es “català tot aquell que viu i treballa a Catalunya”, ¿hemos
pasado al “es catalán aquel que mantiene y defiende una posición
independentista como la señora Forcadell, el señor Junqueras o Herr
Guardiola? ¿Los demás ya no? ¡Fuera, expulsados del demos! ¿En eso
estamos?
Por cierto, ¿les recuerda algo, les suena a algo esos
“pensamientos” sobre el camino inexorable de Cataluña y el pueblo
verdadero? ¿Alguien puede ver en ello, y en todos sus alrededores, algo
que tenga que ver, aunque sea en muy escasa medida, con la liberación,
con la emancipación de ciudadanos y comunidades? (...)" (Salvador López Arnal, Rebelión, 18/10/2014)
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