17/10/14

A una catedrática de literatura española en una Universidad de Barcelona: “¿Y tu enseñas el idioma del enemigo?

"(...) Apenas obtenido el poder se suceden las quejas de los Pujol, reproducidas por los medios de comunicación, que pronto serán asumidas por los demás partidos —recordemos el tono vindicativo de Montilla—  contra el Estatuto de Cataluña recién aprobado. 

Nunca son bastantes las competencias, nunca tienen suficiente dinero ni transferencias ni libertad de lengua ni de expresión. Organizando una campaña de victimismo, perfectamente diseñada, los convergentes y los de ERC consiguen que los catalanes, e incluso los no tan catalanes como los “charnegos” que quieren integrarse como única manera de salir de los guetos de emigrantes en donde los han metido los burgueses, creen que efectivamente desde España, esa entidad tan abstracta que le llaman Estado Español, les persiguen, les insultan, les desprecian y les maltratan.

Son proverbiales ya las comparaciones con Kosovo o Lituania y la isla de Timor, los saharauis, los puertorriqueños o incluso los palestinos. Hace pocos meses Alfred Bosch de ERC se solidarizó con el gobernador de Gibraltar contra el opresor Estado Español.  Con este discurso no se habla de la quiebra de Banca Catalana ni de las apropiaciones de Pallerols y del Palau de la Música. 

Se desmovilizan las protestas por el desmantelamiento de la sanidad pública, la baja calidad de la enseñanza o el déficit de servicios sociales, incluida la atención que se debe a las mujeres en las situaciones de crisis. Al fin y al cabo cuando Cataluña sea independiente todos los catalanes y todas las catalanas percibirán los beneficios de repartir las inmensas cantidades de dinero que hoy les expolia España.

Inmediatamente después de que se publicase el primer manifiesto del Foro Babel los ataques de los nacionalistas se sucedieron contra los firmantes. A Victoria Camps le pintaron las paredes de su casa con la palabra “fascista”, a Miguel Riera se le ha criticado en las redes sociales tachándole de traidor y de explotador de sus trabajadores.

 Esta campaña ha ido subiendo de tono hasta hacerle la vida amarga a muchos profesionales. Son varias decenas los intelectuales que se han exiliado en otras partes de España. A una catedrática de literatura española en una Universidad de Barcelona le reprochan: “¿Y tu enseñas el idioma del enemigo?” A los profesores que enseñan inglés ni se les ocurre criticarlos.

La apoteosis ha llegado con el Govern de Artur Mas y sus socios y su propósito de independizar Cataluña. Durante cuatro años todas las televisiones públicas catalanas, los periódicos en catalán, subvencionados por la Generalitat, los comentaristas de otros medios, han realizado una eficaz campaña asegurando que “España roba a los catalanes”, que en la independencia se encuentra el remedio de todos los males del país,  desprestigiando a España y a los españoles y menospreciando el castellano, por ser “el idioma del enemigo”.

A partir de aquí aseguran que la democracia pasa por organizar un referéndum, que organizará, supervisará, controlará y contará el Govern, para decidir si los catalanes quieren que Cataluña sea independiente.

Y a esta política los independentistas la llaman democrática."           (Lidia Falcón, 16/10/2014)

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