"(...) Apenas obtenido el poder se suceden las quejas de los Pujol,
reproducidas por los medios de comunicación, que pronto serán asumidas
por los demás partidos —recordemos el tono vindicativo de Montilla—
contra el Estatuto de Cataluña recién aprobado.
Nunca son bastantes las
competencias, nunca tienen suficiente dinero ni transferencias ni
libertad de lengua ni de expresión. Organizando una campaña de
victimismo, perfectamente diseñada, los convergentes y los de ERC
consiguen que los catalanes, e incluso los no tan catalanes como los
“charnegos” que quieren integrarse como única manera de salir de los
guetos de emigrantes en donde los han metido los burgueses, creen que
efectivamente desde España, esa entidad tan abstracta que le llaman
Estado Español, les persiguen, les insultan, les desprecian y les
maltratan.
Son proverbiales ya las comparaciones con Kosovo o Lituania y la isla
de Timor, los saharauis, los puertorriqueños o incluso los palestinos.
Hace pocos meses Alfred Bosch de ERC se solidarizó con el gobernador de
Gibraltar contra el opresor Estado Español. Con este discurso no se
habla de la quiebra de Banca Catalana ni de las apropiaciones de
Pallerols y del Palau de la Música.
Se desmovilizan las protestas por el
desmantelamiento de la sanidad pública, la baja calidad de la enseñanza
o el déficit de servicios sociales, incluida la atención que se debe a
las mujeres en las situaciones de crisis. Al fin y al cabo cuando
Cataluña sea independiente todos los catalanes y todas las catalanas
percibirán los beneficios de repartir las inmensas cantidades de dinero
que hoy les expolia España.
Inmediatamente después de que se publicase el primer manifiesto del
Foro Babel los ataques de los nacionalistas se sucedieron contra los
firmantes. A Victoria Camps le pintaron las paredes de su casa con la
palabra “fascista”, a Miguel Riera se le ha criticado en las redes
sociales tachándole de traidor y de explotador de sus trabajadores.
Esta
campaña ha ido subiendo de tono hasta hacerle la vida amarga a muchos
profesionales. Son varias decenas los intelectuales que se han exiliado
en otras partes de España. A una catedrática de literatura española en
una Universidad de Barcelona le reprochan: “¿Y tu enseñas el idioma del
enemigo?” A los profesores que enseñan inglés ni se les ocurre
criticarlos.
La apoteosis ha llegado con el Govern de Artur Mas y sus socios y su
propósito de independizar Cataluña. Durante cuatro años todas las
televisiones públicas catalanas, los periódicos en catalán,
subvencionados por la Generalitat, los comentaristas de otros medios,
han realizado una eficaz campaña asegurando que “España roba a los
catalanes”, que en la independencia se encuentra el remedio de todos los
males del país, desprestigiando a España y a los españoles y
menospreciando el castellano, por ser “el idioma del enemigo”.
A partir de aquí aseguran que la democracia pasa por organizar un
referéndum, que organizará, supervisará, controlará y contará el Govern,
para decidir si los catalanes quieren que Cataluña sea independiente.
Y a esta política los independentistas la llaman democrática." (Lidia Falcón, 16/10/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario