"No nos quieren”, se oye a uno y otro lado del Ebro en alusión a
quienes habitan la orilla opuesta. Y de ahí el “Nos vamos”, que dicen
muchos en un lado, y el “Que se vayan”, que responden cada vez más en el
otro.
Pero una cosa es el ruido de la calle y otra la realidad generalmente silente de los sentimientos personales.
El actual sondeo de Metroscopia para EL PAÍS viene a confirmar otra
vez que ni el desafecto y recelo hacia España es mayoritario en Cataluña
ni el desafecto y recelo hacia Cataluña es mayoritario en el resto de
España. Los datos parecen claros.
El 54% de los catalanes no percibe la existencia en su tierra de
sentimientos negativos hacia España. Cierto que hace dos años este
porcentaje era el 64%: 10 puntos menos que pueden quizá ser explicados
por la actual oleada soberanista y por el recurrente endoso a España
(con tan claro éxito como variable razón, según los casos) de los males
actuales del Principado.
Lo mismo ocurre fuera de Cataluña: la respuesta todavía mayoritaria
(49%) es que no existe malquerencia hacia ella. Este dato se refiere a
lo que los españoles perciben en su entorno y en el discurso público (en
el sentido más amplio posible de esta siempre vaporosa expresión).
Por eso reviste mayor interés aún que, al mismo tiempo, un llamativo
74% declare que, personalmente, no alberga sentimiento alguno de
desafecto o prevención hacia Cataluña." (El País, 07/10/2012)
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