7/1/19

A nivel político, la identidad es una noción de carácter radicalmente dañino. Dado que siempre es un instrumento de jerarquía, división y opresión por parte de los estados, es, cuando dice ser apropiado dentro de la sociedad, la marca misma de una orientación de carácter fascista...

"Respecto a la identidad, adelantaremos dos tesis.

Por un lado, la identidad se refiere a la capacidad y la intensidad de la apariencia de un sujeto en un mundo. La posibilidad de construcción simbólica del tema, que es muy difícil en el mundo actual, y por lo tanto su capacidad de identificación, es esencial. De ahí la importancia del acceso a la historia.

Por otro lado, a nivel político, la identidad es una noción de carácter radicalmente dañino. Dado que siempre es un instrumento de jerarquía, división y opresión por parte de los estados, es, cuando dice ser apropiado dentro de la sociedad, la marca misma de una orientación de carácter fascista, desplegada o en desarrollo, en el sentido fuerte o en el débil sentido de una solicitud de reconocimiento especial por parte de un estado. Toda política emancipatoria se basa en nociones de justicia, ya sean verdaderas o falsas, y está dirigida a todo el pueblo.

 Pero ninguna identidad es más o menos verdadera, más o menos justa que cualquier otra. Si es correcto oponerse a cualquier opresión de identidad, no puede ser adoptando esta determinación.

En una asamblea popular, la autoridad debe proceder del contenido, de la verdad del sujeto y no de las características de identidad del hablante. (...)"                                      
 
(Cécile Winter, médico y activista político desde 1968. Charles Cédric Tsimi, Licenciado en Ciencias Políticas y Autor,  Sociología Crítica 13/12/18 )

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