30/10/15

En el supuesto de una confrontación con el Estado, Catalunya saldrá perjudicada. Entre otras cosas porque actúa sin aliados

"El proceso avanza imparable hacia la ruptura con España sin reparar en las consecuencias de la confrontación entre el Estado y Catalunya. Sin aliados en España, Europa o el mundo, Junts pel Sí y la CUP presentaron una propuesta de resolución al Parlament para que sea debatida con carácter de urgencia antes del próximo día 9 de noviembre. El guión de la CUP parece que va imponiéndose porque tiene la clave de la investidura del próximo presidente. (...)

La anomalía de la propuesta es que se pretende que se apruebe una resolución de esta envergadura sin que haya presidente investido ni gobierno constituido. No encuentro precedentes en la historia de las democracias. ¿Por qué tantas prisas?

No existe una mayoría de votos que avalen esta llamada desconexión democrática. Hay que reconocer que la capacidad de acuñar palabras y conceptos nuevos para significar cosas muy viejas es colosal en el proceso soberanista. Es una propuesta de ruptura con el Estado que, de aprobarse con el texto admitido por la mesa del Parlament, equivaldría a una declaración unilateral de independencia (DUI). (...)

Entre la astucia de Artur Mas y las soluciones imaginativas del conseller Homs nos encontramos con el palo seco de la ley. La política catalana, en todo caso, es irreconocible en comparación a cómo la encontró Artur Mas al ganar las elecciones del 2010. Una trituradora ha destruido los viejos parámetros del catalanismo político y ha situado al frente de instituciones como el Parlament a la señora Carme Forcadell, que sin encomendarse a nadie cerró su discurso de toma de posesión con un “visca la república catalana”.

Pero la parcialidad de la flamante presidenta del Parlament es una anécdota al lado de la propuesta de resolución presentada ayer y que pretende aprobarse en cuestión de días. Y todo ello está previsto hacerlo de “forma pacífica con el Estado español”. 

El documento insta al futuro gobierno a cumplir exclusivamente aquellas normas emanadas del Parlament. La ruptura jurídica con España, por lo tanto, va incluida en el paquete. Un político veterano que tiene escaño en la cámara me decía ayer con ironía y con pesar que en el camino hacia la independencia nos podemos encontrar sin autonomía y sin autogobierno. 

Ojalá se equivoque. A no ser, añadía, que se esté preparando la salida heroica de Artur Mas que ha sido el máximo responsable del callejón sin salida en el que nos encontramos. Europa no se pondrá a nuestro lado y las grandes potencias del mundo, por razones diversas, tampoco.

El conflicto institucional está servido y el choque parece inevitable. La unidad en Catalunya no existe y será difícil reparar los jarrones, la porcelana y la vajilla que pueden caerse a trozos.  (...)

En el supuesto de una confrontación con el Estado, al margen de las razones de unos y otros, Catalunya saldrá perjudicada. Entre otras cosas porque actúa sin aliados, emocionalmente, y como si nada ni nadie pudiera impedir una independencia unilateral.

Desearía equivocarme pero si el proceso pasa por la ruptura con España y sin el apoyo de Europa entraremos en una larga marcha por el desierto de la frustración y las luchas políticas internas que nos harán más débiles."                 (Hacia la ruptura, de Lluís Foix en La Vanguardia, en Caffe Reggio, 28/10/2015)

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