9/10/14

La inmersión lingüística es siempre algo excepcional y limitado, salvo en ciertos contextos de conquista política

“De forma generalizada la pedagogía recomienda la enseñanza en la lengua materna, tanto por razones mentales como afectivas. La inmersión lingüística es siempre algo excepcional y limitado, salvo en ciertos contextos de conquista política. 

La inmersión se reduce a la de minorías en países extraños o a la de minorías sociales que, con fuerte seguridad cultural y lingüística, invierten en una lengua de "prestigio"; pero nunca es masiva ni obligatoria ni dirigida a las clases populares, que, por lo general, no pueden ofrecer a sus hijos un refuerzo compensador del trauma mental y afectivo.

 En Cataluña, sin embargo, en contra de la ley de normalización lingüística, a miles de niños de extracción popular se les da el cambiazo lingüístico. Esta situación la sufre una mitad de la población infantil, pues la otra ve respetados sus derechos lingüísticos. Sin embargo, esa otra mitad no "goza" de la inmersión en castellano. No hay razones que justifiquen tal discriminación”.

ISIDRO CABELLO HERNANDORENA Licenciado en Filología Hispánica, Clásica e Inglesa. Terrassa” (Carta de un lector de La Vanguardia de 3 de enero de 1993

(...)  Lector habitual, entre otros diarios impresos, de esa denostada y decadente publicación diaria que es La Vanguardia, llamó mi atención 'La Contra' aparecida en la misma el 23 de mayo de 2007 en la que se entrevistaba a un coronel del ejército israelí y editor catalán, Miquel Salarich, el cual a la pregunta sobre si sabía hebrero, contestaba (sic): 
“Lo aprendí después en los ulpan, una especie de kibutz, en los que hacíamos inmersión lingüística en hebreo; además de trabajar. Era duro, pero eficaz: hasta que sueñas en hebreo no te sueltan. Fue el modelo que copió la Generalitat después para su inmersión lingüística escolar en catalán”. (...)"            (Antonio-Francisco Ordóñez, Crónica Global, Jueves, 18 de septiembre de 2014)

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