"(...) En su blog hacía referencia a cómo Cataluña se convirtió en
"fábrica de España" gracias al proteccionismo económico y al mercado
interior. ¿Se está sobrevalorando el peso de las exportaciones fuera de
España?
Cataluña se empieza a hacer fuerte y a modernizar su
economía gracias a las reformas que inicia Felipe V. Nacionaliza el
sistema fiscal, permite a la Corona de Aragón el acceso al comercio con
Las Indias, y además consigue que un mercado que tenía aproximadamente
un millón y medio de personas se amplíe a siete millones al eliminar las
fronteras entre territorios y los llamados puertos secos.
Esto lo
afirman los historiadores catalanes Jordi Nadal y Albert Carreras en Pautas regionales de la industrialización española (siglos XIX y XX).
En el capítulo dedicado a la España mediterránea, en particular a la
Corona de Aragón, leemos cosas como: "Una de las consecuencias del fin
de la Guerra de Secesión fue la supresión de las aduanas entre Aragón y
Castilla". Fue muy importante en ese tiempo.
Y gracias a ese mercado
interior, que se forja en el XVIII y que fue mejorándose en el XIX con
el transporte, se consolida "La fábrica de España". Cataluña es el lugar
de donde salen la gran mayoría de productos industriales que luego se
utilizaban en el resto de España.
Todo ello gracias a una protección
arancelaria muy fuerte. Eso quiere decir que los españoles estaban
pagando precios más elevados por productos que podían haber traído de
Inglaterra o de Francia sin perjuicio de la calidad. (...)" (Entrevista a Clemente Polo, Jordi Bernal, Crónica Global, Miércoles, 19 de febrero de 2014)
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