"(...) - Revancha contra la lengua rusa. El parlamento ucraniano
anula la ley que regula la cooficialidad de la lengua rusa, vigente
desde hace dos años en la mitad oriental del país y que fue clave en la
victoria electoral del huido y depuesto presidente saliente, Viktor
Yanukovich, en las elecciones de 2010.
La decisión, sumamente
desestabilizadora, afecta a los derechos básicos de millones de
ucranianos de habla rusa, y contribuirá a los preocupantes procesos de
cisma y división que los cambios políticos han abierto en el país.
El 26,6% de los más de 45 millones de ucranianos declaran el ruso
como lengua materna en el último censo disponible. En zonas
históricamente rusas y de gran población rusa ese porcentaje es
mayoritario, por encima del 60% en Crimea. Ucrania contiene además
minorías que hablan otras 17 lenguas, entre ellas las más importantes el
rumano y el húngaro.
La ley que se ha derogado permitió a los gobiernos locales y
regionales dar estatuto de cooficialidad a todas esas lenguas allí donde
fueran usadas por más del 10% de la población. Había entrado en vigor
en agosto de 2012 y desde entonces ha sido aplicada con gran éxito a
favor de la lengua rusa en cinco regiones y nueve grandes ciudades del
país, y en otras ciudades y localidades en beneficio del rumano
(moldavo) y el magiar.
Ha sido anulada por 232 votos sobre los 334
diputados registrados en la sesión, es decir por un margen mucho menos
mayoritario que las otras decisiones votadas en la cámara al amparo del
cambio político que ha desarbolado al Partido de las Regiones, que era
el más numeroso de la cámara y representaba mayoritariamente a la
mayoría ucraniana más vinculada a Rusia. La Casa Blanca aplaudió ayer
el “trabajo constructivo” del nuevo parlamento de Kíev. (...)" (Rafael Poch, La Vanguardia, en Rebelión, 26/02/2014)
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