15/9/22

Los hechos parecen ser estos, según ABC: una profesora de Música se va al paro tras 35 años de interina por no tener el título de valenciano... inda por riba, es valencianahablante. De hecho, habla indistintamente a sus alumnos en la lengua que cada uno prefiere... posee un título de valenciano oral, pero no aprobó el exigido por la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte... Otros colegas suyos se sacaron el diploma en verano, con un cursillo intensivo que costaba 2.000 euros, pero con una familia tan numerosa, Encarna lo descartó, no se lo podía permitir... y protesta... ante esto Joan Baldoví argumenta: "¿Alguien se imagina que un profesor valenciano no supiese hablar en castellano?"... Señor Baldoví, el despido es un hecho gravísimo, que sólo puede aceptarse cuando el desempeño profesional del trabajador es pésimo... el trabajo de directores, inspectores y consejeros de Educación de la Generalitat es resolver este problema, perfectamente subsanable... basta con que se enteren de si era buen o mal profesor, eso es lo esencial, y ni se le ocurre mencionarlo... le recuerdo que en Cataluña directores e inspectores persiguen a quién enseñe en castellano... aunque todos lo hablen... el problema, señor Baldoví, es cuando se expulsa a quién tenga que hablar en determinada lengua, castellano, valenciano, catalán, gallego, sin más

 "Joan Baldoví ha lanzado una contundente lección este martes sobre la convivencia de dos lenguas oficiales en el ámbito educativo. El portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados ha asegurado en su comparecencia ante los medios de comunicación que en Xàtiva una profesora, con una carrera de 35 años en la educación pública de la localidad, no ha querido aprender la lengua oficial de la tierra a pesar de que sus alumnos se lo demandan.  

“¿Alguien se imagina que un profesor valenciano no supiese hablar en castellano?”, se ha preguntado. Con esta premisa, Baldoví ha querido poner en valor, con una experiencia propia, la importancia de conocer la cultura y el lenguaje de allá dónde se vive y trabaja.

“Mi madre me enseñó valenciano. Cuando he tenido que salir fuera he tenido que aprender el idioma de cualquier país. Cuando una persona está 35 años en un sitio donde hay dos lenguas oficiales, creo que, si ama esa tierra que le está dando la posibilidad de tener un empleo, lo mínimo que puede hacer es sacarse el título de la otra lengua oficial”, reivindica."  (...)"                (Raquel Martínez, El Plural, 13/09/22)   

Joan Baldoví ;) @joanbaldovi

¿Alguien se imagina que un profesor valenciano no supiese hablar en castellano? En Xàtiva una profesora que lleva 35 años en la educación pública no ha querido aprender la lengua oficial de la tierra donde trabaja y que le demandan sus alumnos.

2:17 p. m. · 13 sept. 2022
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 "Una profesora de Música se va al paro tras 35 años de interina por no tener el título de valenciano.

Encarna Grau tiene siete hijos y no llega a fin de mes: «Es injusto, discriminatorio y dramático, me quitan mis derechos de toda una vida».

 (...) Encarna Grau tiene 62 años de edad y fue la primera profesora de música de trompa con título en España, en 1980, pero ahora después de casi cuatro décadas de docencia como interina, se queda sin empleo por no tener el título de valenciano. Y ha presentado una «denuncia» a la Generalitat para reclamar su puesto.

«Es dramático, injusto, discriminatorio: me han quitado mis derechos de toda una vida, para que ahora me digan 'vete a tu casa'«, se lamenta esta luchadora »peleona«, como ella misma se autodefine, a quien no se le acaban los adjetivos para desahogarse por verse en el paro.

 Su impotencia después de ver su nombre, como tantas veces antes al arrancar el curso, la primera de la lista de la bolsa de trabajo, pero por primera vez sin plaza adjudicada. «Ha participado», figura en el documento oficial. (...)

Para más paradoja, Encarna nació en Alzira, vive en Xàtiva y es valencianohablante. De hecho, habla indistintamente a sus alumnos en la lengua que cada uno prefiere, entre ellos una estudiante rumana. «El lenguaje de la música es universal, y si no tengo el título de valenciano, no me lo puntúes, pero si he estado trabajando y lo he intentado, me he presentado al examen, pues puntúalo a quienes lo tengan y valóraselo, mientras para mí que cuenten otras cosas», plantea a la Generalitat Valenciana, como decisión más ecuánime.

Aunque posee un título de valenciano oral, no aprobó el exigido por la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte, que aprobó hace unos años una moratoria para los profesores que no lo tienen. «Para hacer el curso lo ponen muy difícil, hay gente que ha terminado en el instituto y ha tenido el valenciano como asignatura siempre, y los echan para atrás», subraya. De hecho, por su edad, ella nunca aprendió valenciano ni en el colegio ni en el Bachillerato o la Universidad. Otros colegas suyos conocidos se sacaron el diploma en verano, con un cursillo intensivo que costaba 2.000 euros, pero con una familia tan numerosa, Encarna lo descartó, no se lo podía permitir.

«También hay profesores que vienen de otras comunidades, aprueban el título solo porque se lo exigen y luego hablan siempre en castellano en clase, no tiene sentido», compara.

Su situación es prácticamente única por el instrumento, la trompa, solo hay una plaza a tiempo completo en la región, que ella ha venido ocupando por antigüedad, mientras que a violinistas y otros profesores sí los han mandado a Requena y más zonas castellanohablantes, una opción imposible para Encarna. (...)

Mi abogado me dice que el año que viene me puedo jubilar y que ahora tendré el paro, pero yo hablo de leyes injustas para los que vienen detrás, las siguientes generaciones», se rebela Encarna, tranquila un poco porque al menos por su edad, esta situación de desamparo no se prolongará en exceso. Aun así, confiesa que no llega a fin de mes, porque cobrar del desempleo «todavía está en el aire», no lo tiene confirmado, y siempre sería una retribución inferior a su sueldo, con el que siempre ha tenido que arreglárselas con tino para sacar adelante a siete hijos, cuatro de los cuales todavía están a su cargo y de su marido.

«Solo por presentarte al examen de valenciano, ya son unos cien euros, y con familia numerosa yo tampoco pude plantearme como otros hicieron marcharme a otras comunidades de España sin el requisito lingüístico«, apostilla, mientras espera respuesta de la Generalitat a su denuncia presentada a principios de agosto. »Sabemos que todo es legal, pero las leyes no siempre son justas«, opina."          (J. L. Fernández, ABC, 12/09/22)

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