9/1/20

Xavier Rius: Queridos indepes: Ahora a tragar. A la revolución de la sonrisas, felizmente, siempre le faltaron cojones. Fui consciente el día que Jordi Sánchez se quejó en un tuit de que no le dejaban subir las escaleras del TSJC... y ahora hasta ERC ha acabado pactando con los del "bloque del 155. A ver si Pedro Sánchez les saca las castañas del fuego. El autogobierno ha entrado en la fase de de “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”. Y que Pedro Sánchez dure...

"Queridos indepes: Ahora a tragar. A la revolución de la sonrisas, felizmente, siempre le faltaron cojones. Fui consciente el día que Jordi Sánchez se quejó en un tuit de que no le dejaban subir las escaleras del TSJC. Y eso que estaban custodiadas por los Mossos.

 La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, prestaba declaración junto al resto de la Mesa y no sólo no les dejaron subir sino que además obedecieron. Como no podía ser de otra manera.

O aquel otro en el que Raül Romeva, tras ser nombrado consejero, cambió el nombre de su departamento a instancias del TC. La consejería había sido bautizada como de "Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia" y fue astutamente renombrada de "Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia"

¡Otra jugada maestra! Eso sí, el susodicho iba por Europa con una tarjeta en la que se presentaba como “minister”. "Ministro" en inglés.

Aquí no había un Braveheart, un Lenin, un Trotski. Como mucho una Rahola, una Terribas o un Basté.

Que conste que yo con Jordi Basté tengo buena relación personal. Y espero seguir teniéndola. Ya debe ser el último. Pero supongo que sabe que, fuera de las ondas, le llaman “imán Basté”.

Los que forzaron la puerta del Parque de la Ciudadela el pasado sabádo debieron pensar que aquello era el Palacio de Invierno en plena revolución bolchevique. ¡No, era un parque! Mientras que el arriado de la bandera española en Palau -la última gesta del independentismo- duró apenas quince minutos. Otra travesura. Nadie se hace responsable. ¡Ni Torra! Escurrió el bulto en TV3. Y eso que ya está inhabilitado

Como el Tsunami, que es anónimo. Nadie da la cara.

Deben estar en estado de shock. Ni siquiera han reaccionado al pacto Esquerra-PSOE. Eso significa que son los mismos. Tot plegat ya se vio el día que Puigdemont hizo el cambiazo del coche debajo de un puente para despistar a la Guardia Civil.

Era el día de la votación y en vez de irse a recibir hostias a Sant Julià de Ramis se fue a otro pueblo.
¡En TV3 lo vendieron como una hazaña! Un cagao, sin duda.

Los hechos posteriores no han hecho más que confimar aquella primera impresión. En el Parlament no tomó la palabra para desesperación de Carme Forcadell. Luego hizo el discurso de la independencia desde la escalera. A ver si, con suerte, no tenía valor jurídico. Tampoco se quedó en Palau a verlas venir. Como Companys tras el 6 de octubre de 1934. Ni publicaron la independencia en el DOGC. Ni siquiera en el Boletín Oficial del Parlament. Nada.  En política lo que no se publica no existe. Al contrario, se fueron de fin de semana. Algunos consejeros a casa rurales del sur de Francia por si acaso.

Y me ahorro los detalles de la fuga del Vivales porque no ha trascendido todavía si iba oculto en el maletero o en el asiento posterior del vehículo tapado con una manta. Sin olvidar, por otra parte, que anunció que si ganaba las elecciones volvía. Hasta lo dijo su directora de campaña, Elsa Artadi. O que se presentaría en Estrasburgo el día de la constitución del Parlamento Europeo. Ahí dio su palabra hasta su abogado, Gonzalo Boye. Pero sin duda lo máximo fue cuando besó la bandera española en un aeropuerto. Y no una sino dos veces. No lo amenazaba un comando del CNI para secuestrarlo ni un grupo de fachas armados hasta los dientes. No, se lo pidió un friki.

En fin, indepes, habéis tragado tanto que ya no viene de aquí. ¿Os acordáis del cuento de la independencia a los 18 meses?

Era el compromiso de Convergencia y Esquerra para las elecciones del 2015. Junts pel Sí, llamaron al invento. El plazo terminaba el 27 de marzo del ... ¡2017! Han pasado casi tres años. Ahora hasta Torra pide un referéndum pactado. ¡Él que renegaba de los referéndums!  ICV lo pidió en el 2014 y los dejaron verdes. El referéndum era de pusilánimes, decían. "No ens tremolaran les cames", proclamaba Puigdemont antes de darse el piro.

¡Pero si hasta ERC ha acabado pactando con los del "bloque del 155"! A ver si Pedro Sánchez les saca las castañas del fuego.

Que lejos quedan, Gabriel, los días en que anunciabas que estaría 18 meses en el Congreso. Ni un minuto más. Aunque el escaño no lo sueltas, ¿eh? Entiendo que el acuerdo entre PSOE y Esquerra levante la natural excitación en PP, Vox y Ciudadanos.

Tengo más bien la sensación que el líder socialista se los ha llevado al huerto. Ya dejó claro en el debate de investidura que el diálogo será “dentro del marco constitucional”.

Y hay una diferencia fundamental, un antes y un después: ahora el Estado no dejará pasar ni una.
De momento, los Mossos se han quedado sin competencias marítimas. No tenían pero se las habían agenciado. Bueno, con buena voluntad se pueden conseguir muchas cosas. Ya lo decía Tarradellas.
Otra cosa es un ataque frontal. Luego acaban pasando factura.
 
Mientras que el consejero de Interior, Miquel Buch, está siendo investigado por enviar escoltas a Puigdemont. También se lo habían advertido. Han estirado demasiado la cuerda y ha acabado rompiéndose.

El autogobierno ha entrado en la fase de de “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”. Y que Pedro Sánchez dure. La cosa todavía puede empeorar. Porque tras el PSOE, gobernará el PP. Es ley de vida. Sólo o en coalición.

Aunque sospecho que en realidad es lo que quieren: el cuanto peor, mejor. Para poder decir después a su electorado: “¿véis? todos los españoles son unos fachas".          (Xavier Rius, director de e-notícies, 06/01/20)

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