"Ian Blackford (Edimburgo, 58 años) es extremadamente respetuoso con
el independentismo catalán, pero no quiere dejar el menor margen de
duda. Hasta cuatro veces repite, como señal de advertencia, que el
Gobierno escocés del SNP (Partido Nacional Escocés) “nunca haría eso”
cuando se le pregunta por la vía unilateral del procés.
“Una de
las claves para tener éxito es obtener el reconocimiento internacional,
y para lograrlo debes usar métodos constitucionales. Tan simple como
eso”, afirma este banquero de inversión metido a político que en los
últimos tres años se ha convertido en la voz del nacionalismo escocés en la Cámara de los Comunes.
Se reúne con un grupo de corresponsales europeos el mismo día en que
Boris Johnson ha enviado una carta a la ministra principal de ese
territorio, Nicola Sturgeon,
para decirle que no respaldará la celebración de un nuevo referéndum de
independencia. “No aceptamos que la carta de Johnson sea el final de
todo este asunto.
A partir de ahora, lo que vamos a hacer es emprender
una campaña por toda Escocia para convencer a la ciudadanía de que se
sume a nuestra determinación de defender el derecho a decidir. Y al
final, sea Johnson o cualquier otro al frente de un Gobierno
conservador, no podrán esquivar esa petición. No pueden detener el deseo
del pueblo escocés de tener algo que decir sobre su futuro”, defiende
Blackford. (...)
“Lo que yo he propuesto a mi partido es que a partir de ahora debemos
concentrarnos en construir un consenso dentro de Escocia, y convencer a
todos aquellos que en el referéndum de 2014 votaron en contra de la
independencia. Pero que quede claro, somos un partido constitucional. No
creemos que Johnson pueda zanjar este asunto con una simple negativa.
Este es un asunto político, y queremos resolverlo políticamente. Pero
venceremos también en todas las discusiones legales. Estamos dispuestos a
ganar esta batalla”, afirma.
Y para ganarla, dice Blackford, las manifestaciones en la calle no
son la clave. Se trata de implicar en la discusión a cada ciudadano
escocés, a cada pueblo, en una campaña puerta a puerta. Y de implicar
también a las instituciones internacionales, comenzando por la Unión
Europea.
¿Y qué le lleva a pensar que la UE acogería con los brazos
abiertos a una nación segregada? ¿No le preocupa la reacción, por
ejemplo, de España? “Ya ha habido muchas declaraciones del ministro de
Exteriores español (en referencia al exministro, Josep Borrell) en las
que reconoce que la situación de Escocia es claramente diferente de la
de Cataluña. Y el hecho de haber insistido una y otra vez en que solo
haremos esto con métodos constitucionales marca una clara distancia con
lo sucedido en España. Agradezco las declaraciones positivas que han
hecho nuestros amigos en Madrid”, explica con insistencia el político
nacionalista." (Rafa de Miguel, El País, 15/01/20)
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