"En un día como hoy quiero tener un recuerdo para los presos independentistas. Especialmente para las mujeres. Al fin y al cabo, algunos llevan ya tres navidades en la cárcel entre la prisión preventiva y la sentencia.
Nunca, nunca, nunca debiéramos haber llegado a esto. Ahora dicen que hay que afrontar el “conlicto” desde “la política” y piden una "mesa de diálogo".
¡Haberlo dicho antes!
Aquellas notificaciones del TC. Las advertencias del Consell de
Garanties Estatutàries, de los letrados del Parlament, del propio
sentido común. Por eso, sobre todo, querría tener un recuerdo para los que salieron huyendo. Deben tener remordimientos de conciencia.
Comín ya decía el lunes, en una entrevista en el Ara, que “ahora se verá que sabíamos muy bien que buscábamos con el exlio”.
¡Los presos que se jodan! Menuda jeta.
La cosa ha mejorado un poco porque en una entrevista anterior, esta
en El Periódico, pedía a la gente que si hacía falta perdiera el empleo. ¡Que fácil es dar lecciones desde Bruselas!
Por eso mi recuerdo va más por los que se quedaron que por los que salieron de estampida.
Como Puigdemont que, en su última rueda de prensa en Bruselas -tras
el fallo del TJUE- decía que toda la estrategia de defensa iba
“coordinada” con Esquerra. ¡No me lo creo! ¿Te puedes creer a un hombre que se va sin avisar?
A los hechos me remito.
El día de la votación pegó el cambiazo del coche debajo de un puente
en vez de ir a votar a Sant Julià de Ramis como estaba previsto. En TV3 lo vendieron como una hazaña pero en el fondo fue el primer síntoma. Lo he he dicho siempre, Puigdemont con la cara ensangrentada o a un
palmo de un guardia civil enfurecido habría sido portado en el Time o en
la CNN. Entonces quizá sí que Catalunya hubiera conseguido la independencia.
Pero éste no tiene madera de líder.
No se atrevió a convocar elecciones porque Marta Rovira estaba histérica por Palau. Y Junqueras no la hizo callar. Tras la declaración de independencia se fue primero a Gerona y luego a Waterloo. Tampoco ha quedado claro si oculto en el maletero o en el asiento trasero.
¡Companys al menos se quedó en Palau tras el 6 de octubre! Le cayeron 30 años pero fue amnistiado.
Dijo que volvería si ganaba. No volvió. Hasta lo dijo su directora de campaña, Elsa Artadi.
En la constitución del Parlament jugueteó en Insta con que estaba en Barcelona. Hasta colgó una foto de las baldosas. No estaba. Tras la aplicación del 155 había hecho lo mismo. Hacer ver que estaba en Palau. Un héroe, un valiente, un braveheart.
Y cuando se constituyó el Parlamento Europeo no se atrevió a pasar de la frontera a pesar de haberlo también dicho. ¡Eran fundados sus temores pero entonces no alardees!
Lo dicho.
Feliz Navidad. Sobre todos a los presos en la medida de sus posibilidades.
Los historiadores del futuro -y la mayoría de catalanes- se
preguntaran como 900.000 votantes pudieron creerse a este hombre en las
últimas y verlo casi como la encarnación del mesías que tenía que
llevarnos a la independencia. Están en su derecho pero el resto también lo estamos para dedicar todas nuestras energías a desmontar el personaje.
Puigdemont es el ejemplo de una Catalunya fallida." (Xavier Rius, director de e-notícies, 25/12/19)
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