18/3/19

En TV3 se burlan del riñón donado por Millo a su mujer... el PP debería buscarle urgentemente una salida: su vida corre serio peligro en Catalunya. Y si no es el PP, el próximo Gobierno sea cual sea...

 "Ahora que lo tratan como a un apestado voy a decir una cosa: Enric Millo es amigo mío. Incluso a pesar de las diferencias ideológicas.

Bueno, no es que hayamos ido nunca de copas juntos. Ni siquiera a comer.
Procuro no comer con dirigentes políticos. Por prescripción facultativa.

Los últimos con los que compartí mesa y mantel fue con Joan Puigcercós y con Josep Antoni Duran i Lleida. (...)

O sea que imaginen cuánto tiempo ha pasado.
Pero a Enric Millo lo conozco al menos desde hace 20 o 25 años.

Los mismos que ahora lo dejan como un trapo sucio han olvidado que fue diputado de CiU en el Parlament durante varias legislaturas.

Tampoco ha cambiado tanto. Más bien los que han cambiado han sido los otros.
El contacto personal no ha impedido por otra parte -y él lo sabe- alguna pregunta cabrona en rueda de prensa. (...)

Dicho todo esto, hay que decir que Millo ejerció el cargo de Delegado del Gobierno en Catalunya en momentos difíciles con tacto y diplomacia. Después del 155 no se le vio por Palau.
En el bien entendido también de que era el Delegado del Gobierno español en Catalunya no el delegado de la ANC o de Òmnium Cultural.

Siempre intentó convencer a Carles Puigdemont -ambos se conocen de Girona- de que no lo hiciera, intentó mantener los puentes y buscar una salida del atolladero como explicó durante su declaración judicial.

A mí, la verdad, me dio la sensación de que contaba la verdad. En realidad, su declaración no dista mucho de lo que dijo el jueves el ex mayor de los Mossos, José Luis Trapero.  (...)

Pero Millo ha sido -desde entonces- vilipendiado, demonizado, crucificado.
En algunos casos incluso desde TV3 con la excusa de que es sentido del humor. No, no es sentido del humor. Es algo peor: es meterse con la dolencia de su esposa.

Lo que hacen algunos en teoría humoristas de la cadena es simple y llanamente impunidad.
Parece que, para Toni Soler y Jair Domínguez, los del PP sólo tienen de humano el riñón.
Partido que, nos guste o no, ganó las últimas elecciones generales con casi ocho millones de votos, incluido el de 460.000 catalanes.

Hay que decir que la vida de Enric Millo -y la de su familia- desde su acceso al cargo no ha sido fácil.
Yo coincidí con él en un programa de TVE-San Cugat poco después de la aplicación del 155 -foto que ilustra esta columna- e iba ya con doble protección. Coche oficial y otro de escolta.
Cuando fue cesado -después de la moción de censura a Rajoy- le envié un whatsapp en el que decía que había algo que peor que ser Delegado del Gobierno en Catalunya: ser exdelegado.
Sospecho que no me equivoqué.

No sólo por las circunstancias que contó en el juicio -una de sus hijas limpiando con sus propias manos una amenaza de muerte- sino por el desgaste personal y familiar sufrido.
No voy a entrar en detalles pero me consta que su esposa sufrió otro problema de salud durante aquellos meses de tensión.

Sin ir más lejos, el otro día hizo un retuit de un video de Jordi Cuixart y fue sometido a un linchamiento público. ¡Hasta se apuntó un jugador del FC Barcelona!
Es cierto que el video era incompleto y que el presidente de Ómnium pedía "hacer un pasillo" para que pudieran salir la comisión judicial del Departamento de Economía.

Pero me temo que hay una frase demoledora a efectos judiciales: “se irán de aquí cuando nosotros lo digamos”.
En Catalunya, lamentablemente, hemos vivido muchos registros judiciales: el caso Palau, diversas sedes del PDECAT.
¿Ustedes se imaginan diciendo algo semejante a una comisión judicial? Se te cae el pelo. Y eso que Cuixart hizo el discurso de su vida en el Supremo.

Tengo la sensación, por otra parte, que el PP de Pablo Casado ha dejado tirado a Enric Millo.
Es verdad que jugó la baza de Soraya Sáenz de Santmaría en el congreso del partido.

Pero el PP debería buscarle urgentemente una salida: su vida corre serio peligro en Catalunya.
Y si no es el PP, el próximo Gobierno sea cual sea porque Millo prestó un servicio al Estado en momentos difíciles.

Desde luego al Estado español, no a un eventual Estado catalán. Pero es que Enric Millo -y eso hay que entenderlo- no es un independentista catalán ni està a favor de los Països Catalans.

El independentismo se queja con frecuencia de la falta de sentido de estado de sus dirigentes.
Él lo tiene. Pero de servicio al Estado español. No a una hipotética -y parece que cada vez más lejana- República Catalana.

En Francia sería un enarca, los altos funcionarios que salen de la Escuela Nacional de Administración."                      (Xavier Rius, director de e-notícies, 15/03/19)


"El presentador del Està Passant a TV3, Toni Soler, bromeó en el programa de este jueves con el riñón que el ex delegado del Gobierno, Enric Millo, dio a su mujer el año 2012 para solucionar una enfermedad renal crónica.

Después de un corte de Antena 3 donde Susanna Griso le recordaba el episodio Millo, Soler ha dicho que "el lado humano de Millo está en el riñón". "Perdón, perdón, perdón", ha añadido entre las risas del co-presentador Jair Domíngez.

Sin embargo, el presentador ha continuado: "es como la serie aquella de" Los Ricos también lloran ", pues 'los de PP también dan Riñones". "Está bien, es como el lema de campaña", puntualizó entonces Domínguez.

Finalmente, Toni Soler lo ha intentado suavizar y manifestó que "es una lástima que la familia tenga que sufrir lo que hace un político o quien sea".                    (e-notícies, 14/03/19)


"Enric Millo: "Me obligaron a marcharme de un restaurante en Cataluña".

Enric Millo ha roto el miércoles su silencio. El exdelegado del Gobierno en Cataluña ha salido al paso de la campaña de intimidación que ha lanzado parte del independentismo contra él tras su declaración ante el Tribunal Supremo, en la que apuntó al expresidente catalán, Carles Puigdemont, como artífice del referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre de 2017 pese a las advertencias de posible violencia.

En declaraciones al programa Espejo Público de Antena 3, Millo ha admitido un aterrador episodio de acoso por parte de secesionistas. Ha reconocido que tuvo que abandonar un bufé porque los clientes conminaron al dueño del establecimiento a no servirle.

Ante dicha presión, el comensal se vio obligado a abandonar el establecimiento, ha explicado a Susana Griso, presentadora del espacio. Hechos como el narrado convencen al expolítico que "como consecuencia de todo lo que hemos vivido, se ha fracturado la sociedad [en Cataluña]; hay que trabajar para que haya convivencia como en el pasado".

Tras desvelar los pormenores de este episodio, Millo ha puesto otro ejemplo de la fractura social que habría provocado el desafío independentista en Cataluña. Ha recordado que varios "tertulianos de medios públicos y de medios privados pero subvencionados" por la Generalitat de Cataluña se cebaron con el comisario de los Mossos d'Esquadra, Manel Castellví, tras declarar este en la Sala Segunda del Supremo.

En particular, tuiteros independentistas cargaron contra el alto mando de la policía autonómica tras apuntar también a Puigdemont como vector de presión para celebrar la consulta pese a la sombra de la violencia.

Por lo que respecta al episodio del grafiti que le deseaba la muerte y que un desconocido pintó en su casa --un acto de intimidación que el exdelegado del Gobierno ya explicó en la sede del alto tribunal--, Millo ha hecho hincapié en que "tengo una familia muy fuerte, educada en el respeto a los demás y a pesar de estos disgustos seguimos adelante porque nos sentimos queridos".

Cabe recordar que el mensaje vandálico lo tuvo que borrar su hija, tal y como relató el ex alto cargo gubernamental en sede judicial.

Carta abierta

Ante la "enorme avalancha de insultos y amenazas" que ha recibido tras su declaración ante el tribunal presidido por Manuel Marchena, Millo ha colgado en su página web una carta abierta como muestra de agradecimiento a "todas las personas e instituciones que me han mostrado estos días su apoyo" tanto de forma pública como en privado, "que son muchas y apreciadas", destaca el político.

En ella muestra un rechazo absoluto a la injuria hacia el que piensa diferente y vuelve a destacar que en su declaración ante los jueces no hubo espacio para la mentira. "Todo lo que dije es cierto, como no podría ser de otra manera", asegura, "pero es evidente que mis respuestas no gustaron a quienes hubieran preferido escuchar la ratificación de sus opiniones".

Aprovecha esta misiva a la ciudadanía para recordar que era su "deber moral" transmitir aquello que vio y vivió durante el procés y, sobre todo, los hechos que desembocaron en el referéndum del 1-O y la posterior declaración unilateral de independencia, así como que las consecuencias de tales decisiones políticas se hubieran evitado si el Govern liderado por Puigdemont se hubiera atenido a la ley.

 "No se trataba de plantear una guerra de imágenes extremas con el objetivo de señalar al responsable de las mismas, sino de entender y aceptar que aquella indeseada situación podría haberse evitado perfectamente sólo con respetar la legalidad democrática vigente y las resoluciones de nuestros tribunales, ambas piezas clave para la verdadera defensa de la libertad, el estado de derecho y la pacífica convivencia".               (Ignasi Jorro, Crónica Global, 13/03/19)

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