"Suena a ocurrencia, a recochineo, a ironía. Pero es posible que, sin dejar de usar el humor, hayamos encontrado la criptonita para derrotar definitivamente al nacional-catalanismo.
Tabarnia es una propuesta antigua y muchos la rechazábamos porque
contenía aparentemente toda la filosofía nacionalista del
nacional-catalanismo. Es terrible que con la razón no hayamos conseguido
derrotar los planteamientos xenófobos y supremacistas de los
autodenominados independentistas.
El problema estriba en que nuestra
sociedad funciona más por sentimientos reduccionistas que por razones.
Hoy es el meme, la idea simple, la idea fuerza lo que mueve socialmente.
Y Tabarnia ha resultado de una eficacia sintética admirable.
Hace unos días, mi comentario en Twitter fue: El monstruo ante el espejo. #Tabarnia
como vacuna contra el nacional-secesionismo y como antiviral en caso de
que la infección del “derecho a decidir” se asiente. Aviso a navegantes.
Con ello quería decir que la propuesta, entre bromas y no bromas, era
un intento de asustar a los secesionistas y lo cierto es que lo ha
conseguido. Pero una cosa es que se ofendan por la propuesta y otra muy
distinta que reconsideren su postura.
La experiencia de los últimos
treinta y pico de años nos demuestra que la hoja de ruta está trazada y
que con altibajos, propios de una mente bipolar –si es que, haciendo
caso a Boadella, concluimos que la sociedad catalana está enferma–,
seguirán adelante en sus proyectos de ingeniería social. La otra parte
de mi comentario se refería a la aplicación de Tabarnia como antiviral
en caso de que el secesionismo consiguiera llevar a cabo su referéndum
de secesión.
Pero, tal vez, es hora de pasar de ser reactivo a ser proactivo, o lo
que se dice coloquialmente tomar la iniciativa. O, con símil guerrero:
no hay mejor defensa que un buen ataque.
El 155 ha sido un gatito y el coste para el gobierno alto. Su aplicación no ha removido ni un ápice el poder omnímodo del catalanismo segregador. Los directores generales siguen en su puesto de las Conselleries,
los medios de comunicación intactos, la escuela sigue haciendo su labor
asimiladora, la presión social la siguen gestionando desde las
instituciones los secesionistas, todo sigue al servicio del Procés… Ha sido una pausa. ¡Nada más!
Tabarnia
Ciertamente, no parece una propuesta muy concretizada pero incluye 13
comarcas completas, que son las que se utilizan para realizar los
cálculos (Ver cuadro 1), y parte de otras 4 (Selva, Bages, Moianès y
Anoia)
Lo cierto es que la propuesta incluye más de 4.000.000 de
ciudadanos/electores, más del 75% de la población catalana en edad de
votar, en un territorio relativamente pequeño pero con alta
concentración de tejido industrial. En la página web de Tabarnia encontrarán multitud de datos.
Como podemos intuir a partir de las opciones votadas en las últimas
autonómicas, esta propuesta podría tener gran aceptación en el conjunto
del territorio propuesto ya que contaría, virtualmente, con casi el 58%
de votos no independentistas si el nivel de participación es similar.
Sin embargo, hay tres comarcas donde la mayoría es secesionista:
Maresme, Alt Penedès y Alt Camp. Sucede lo mismo en las cuatro que se
quieren incluir parcialmente, pero en conjunto la opción
no-independentista es mayoritaria.
Una nueva comunidad autónoma española
La pregunta es: ¿Es posible crear una nueva comunidad autónoma en España?
La respuesta está en los artículos 143, 144 y 146 de la Constitución, y es afirmativa. En su segundo apartado, el 143 dice
“La
iniciativa del proceso autonómico corresponde a todas las Diputaciones
interesadas o al órgano interinsular correspondiente y a las dos
terceras partes de los municipios cuya población represente, al menos,
la mayoría del censo electoral de cada provincia o isla. Estos
requisitos deberán ser cumplidos en el plazo de seis meses”.
Dado
que la propuesta es la suma de partes de territorios de dos provincias,
las Diputaciones no podrían, en principio, iniciar dicho proceso. En
cambio, dicho proceso sí se podría iniciar para toda la provincia de
Barcelona o para toda la de Tarragona. Véase los datos para toda la
provincia de Barcelona:
De nuevo nos encontramos con casi un 75% del censo de toda Cataluña
(3.975.943) y de nuevo con un porcentaje no-independentista alto,
superior al 55% del voto registrado el 21D. En este caso, la Diputación
de Barcelona podría perfectamente iniciar el proceso. También podrían
iniciarlo un número suficiente de municipios, a partir de 210, ya que en
la provincia hay 316 y los municipios de las comarcas
no-independentistas (Baix Llobregat, Barcelonès, Garraf, Vallès Oriental
y Vallès Occidental) suman 103.
Raro sería no conseguirlo, y el tema de
mayoría del censo electoral quedaría debidamente resuelto, ya que tan
solo el Barcelonés supone casi la mitad del censo.
Ello implicaría una fuerte campaña de cara a las municipales de 2019,
donde se disputará la mayoría en la Diputación de Barcelona y el
control suficiente de municipios.
Pero confiar en que los actuales partidos promuevan la iniciativa
autonómica para Barcelona es esperar en balde. La opción más pausible
sería una iniciativa en el Congreso de los Diputados, que, por mor del
artículo 144 y “mediante ley orgánica, podrán, por motivos de interés nacional:
a) Autorizar la constitución de una
comunidad autónoma cuando su ámbito territorial no supere el de una
provincia y no reúna las condiciones del apartado 1 del artículo 143.
b) Autorizar o acordar, en su caso,
un Estatuto de autonomía para territorios que no estén integrados en la
organización provincial.
c) Sustituir la iniciativa de las Corporaciones locales a que se refiere el apartado 2 del artículo ”
Solo queda explicar por qué es de interés nacional
la creación de una comunidad autónoma coincidiendo con el proyecto
Tabarnia, con la provincia de Barcelona, con las dos provincias
Barcelona y Tarragona o con el antiguo condado de Barcelona.
Queda descartada la Iniciativa Legislativa Popular, ya que ésta no
sirve para la redacción de Leyes Orgánicas. Eso no quita que un fuerte
movimiento y una recogida de firmas, tanto presenciales como
telemáticas, no pudiera animar a nuestros legisladores a iniciar el
proceso.
No está en mi ánimo defender derechos diferenciales, ni étnicos, ni
culturales, y menos, xenófobos o supremacistas. Soy consciente que los
promotores de Tabarnia tampoco y que es un fino ejercicio intelectual
para oponer a la barbaridad nacional-secesionista.
Pero ya que estamos en ello la reflexión debe ir más lejos y
plantearse claramente que el fenómeno separatista no es reducible ni a
corto, ni medio, e incluso, ni a largo plazo. Aquí no estamos hablando
del falso “derecho a decidir” ni tampoco del derecho de
“autodeterminación de los pueblos” –aunque alguien podría argüir que el
pueblo “charnego” (obrero) está oprimido dentro del territorio catalán,
pero eso es otro debate social, y de calado, que habría que hacer en
otro momento–.
No: aquí hablamos de algo más tangible, y es la
estrategia para cohesionar España y conseguir avanzar en la igualdad de
sus/nuestros conciudadanos.
Con ello no estoy diciendo que se conceda la independencia o un
referéndum para la Cataluña secesionista. Los criterios que hacen
ilegítima la secesión siguen igualmente vigentes. No existe el derecho a
la secesión en España.
Sin Tabarnia, el nacional catalanismo quedaría tocado de muerte
Es evidente que crear una Comunidad Autónoma para Barcelona,
provincial o metropolitana, tendría efectos muy beneficiosos para la
convivencia en toda Cataluña y en toda España. El nacional catalanismo quedaría tocado de muerte: sin la joya de la corona –Tabarnia– no es nada. ¡Jaque mate!
La Comunidad de Madrid responde a criterios de racionalidad
organizativa. Puede gustar más o menos, pero lo cierto es que los
madrileños no han dejado de ser ni castellanos ni españoles. Tal pasaría
con Tabarnia, donde la cooficialidad del catalán y el castellano sería
por fin real, desaparecería la mal llamada inmersión lingüística y por
fin la escuela se dedicaría a formar ciudadanos libres y críticos, sin
asimilación identitaria de ningún signo; una escuela laica en lo
religioso y en el sentimiento de pertenencia. TV3 por fin sería bilingüe
y no un aparato de propaganda sectario.
Y –lo más importante– los
“tabarneses” no querríamos ningún privilegio respecto al resto de
catalanes y españoles. Un sistema fiscal al servicio de la ciudadanía en
toda España.
Hay quien puede afirmar que sería una imposición crear esa nueva
comunidad autónoma, pero nada más lejos de la realidad. La única
imposición que se pretende y se pretenderá es la secesión de Cataluña
que es ilegitima e ilegal, aparte de insolidaria y antidemocrática.
Si se realizará un referéndum en toda Cataluña para la secesión es
evidente que habrá municipios de Cataluña que su voto será en contra de
tal secesión y, por tanto, aquellos que reclaman el “derecho a decidir”,
si es que realmente se creen su propia mentira, deberían aceptar que
dichos municipios permanecieran en España. Es lo que la ley de claridad
canadiense estipula en caso de nuevas consultas en Quebec.
Por ello, si
en algún momento el gobierno español cediera a la demanda de un
referéndum las condiciones deberían ser claras: independiente de la
participación en dicho referéndum los “síes” deberían superar el 60% o
65% del censo electoral, respetando en todo caso la permanencia de
aquellas poblaciones donde gane la unidad.
Así, pues, la creación de una nueva autonomía en torno a la Barcelona
Metropolitana dentro de la legalidad y con el referéndum al que se
refiere el artículo 151 de la Constitución nunca podría ser considerada
una imposición; en todo caso, será el resultado de una voluntad
democrática dentro de la legalidad y la legitimidad.
Antes de aplicar otro 155, mejor apliquen el 143 y el 144. Los
españoles podríamos soñar con hablar de temas importantes para todos:
acabar con el paro, mejorar la educación y la sanidad, erradicar la
pobreza, elevar la formación de todos, acabar con la corrupción,
redistribuir la riqueza, etc. etc. etc.
¡Y, sobre todo, dejar de mirarnos tanto el ombligo!"
(Vicente Serrano, Presidente de Alternativa Ciudadana Progresista y miembro del Foro de las Izquierdas No Nacionalistas, Crónica Popular, 05/01/18)
(Vicente Serrano, Presidente de Alternativa Ciudadana Progresista y miembro del Foro de las Izquierdas No Nacionalistas, Crónica Popular, 05/01/18)
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