"(...) 4- Si lo miramos así, todo empezó en 2012, pero no cuando Mas aceptó
como suya la propuesta de la ANC de hacer un referéndum de independencia
--dominándola de tal manera que, cuando la presentó en el Congreso, ya
era una consulta y no de independencia; Rajoy, un genio, no vio ese
chollo, y eso que en la sesión hasta se le explicó el chiste dos
veces--.
La cosa empezó, en verdad, cuando Mas hizo los recortes más
formidables del Sur --superiores, entonces, a los de Grecia-, y tuvo que
ir al Parlament en helicóptero, como quién se pira de Saigón. Un
Gobierno que se desplaza en helicóptero es un gobierno con los días
contados. Fue entonces cuando decidió acoger el Procés.
5- El Procés, el abuelito de la Cosa, consistió en proponer a la
sociedad abandonar el eje derecha-izquierda --tan proclive a que te
tengas que ir en helicóptero--, y adoptar el eje nacional, a cambio de
un referéndum que un día se haría realidad --no se ha hecho; lo más
parecido fue el 1-O. Funcionó.
Desde entonces, todas las izquierdas que
se han aproximado al Procés han desaparecido. Como, zas, ninjas. Bajo el
eje nacional. El eje nacional es un chollo para la política. Impide
helicópteros. Pero, por el mismo precio, ofrece más servicios.
6- El eje nacional, por sí sólo, no explica ninguna sociedad, sino
que la idealiza. Es decir, la reduce, la parodia, la atonta. El eje
nacional, a palo seco, es incapaz de explicar nada. No puede explicar
Cat. Pero tampoco Esp. No puede explicar, verbigracia, que en el Ulster,
además de católicos y protestantes, hubiera tipos como Van Morrison /
los que no encajan.
7-Llevamos cinco años con eje nacional que te XXXXX. Sin derecha e
izquierda. Es decir, sólo con derecha. Sí, la prensa cat lo llama
horizontalidad. Pero la horizontalidad es algo común desde Thatcher,
cuando se consiguió en el laboratorio que un obrero votara, más contento
que un chinche, para que le chaparan la fábrica.
Visto lo visto,
alguien debería coger a la horizontalidad esa y darle un paseo por el
puerto. Anyway. Si le quitamos el eje nacional, la política
real cat --presupuestos y tal--, es la de no-engraso-los-ejes. Es decir,
la misma que la Esp. La misma que la de la Comunidad de Madrid. Cinco
años es mucho sin izquierda --si bien, el récord local son 40--. Y
demasiado con eje nacional a palo seco.
8- Cinco años de eje nacional tiene repercusiones. Les explico dos.
Una es en el pack catalanismo. El catalanismo eran unas reglas del juego
cívicas. Con sus más y sus menos, funcionaron. Cinco años de eje
nacional, de suspensión de todo pacto social y cívico, de olvidar que el
catalanismo, para existir, no podía avasallar, no podía comportarse
como única opción, han supuesto una crisis del catalanismo atroz. Ya se
la encontrarán los profesionales del catalanismo cuando salgan de esta. Y
vean que tienen un juguete muy averiado, y que puede no compartir ya
toda la sociedad.
9- La otra consecuencia es social. En cinco años se ha relegado un
perfil de ciudadano que no encajaba con el discurso único e ideal. Y al
que un referéndum sin fecha, a cambio de la desaparición de la sanidad,
de la educación y de la corrección de la pobreza, no le ha parecido un
chollo. (...)" (Guillem Martínez , CTXT, 09/10/17)
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