29/2/16

Lo inaudito es que la izquierda asuma el derecho a convertir a conciudadanos en extranjeros, por ser “diferentes”, por ser excluyentes sus identidades

"(...) El género tiene sus clásicos. Con paciencia mineral lo han cultivado los nacionalistas, cuando presentaban como “franquista” cualquier medida de fortalecimiento del Estado, incluida la simple mención a España. 

Una práctica que la izquierda adquirió en el mismo lote en el que les compró el viciado relato que tanto ha contribuido a su desbarajuste ideológico: la vida política no era una relación entre iguales ciudadanos con identidades múltiples y mudadizas, sino un conflicto entre pueblos dotados de graníticas identidades, discontinuas y excluyentes. 

Los rivales, cualquiera: fachas. El último, Joaquín Sabina, según Tardá. 

No sorprende que ese guion, que ha encanallado nuestra vida civil, lo alienten quienes aspiran a romper la comunidad política, a convertir a conciudadanos en extranjeros, por ser “diferentes”. 

Lo inaudito era que la izquierda asumiera una mirada que erosionaba la unidad de los trabajadores y debilitaba potenciales herramientas de justicia social e intervención pública. (...)"                   ( , El País ,21 FEB 2016)

No hay comentarios: