"(...) Las cifras reflejan que el concierto o convenio económico que rige en
el País Vasco y Navarra resulta especialmente beneficioso. Los últimos datos oficiales del Ministerio de Hacienda
muestran que la financiación por habitante en el País Vasco alcanzó en
2012 los 4.292 euros a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal
en 2012. En el caso de Navarra, los recursos sumaron 3.677 euros.
Son
importes muy superiores a la media de 2.049 euros de financiación per
cápita de las autonomías de régimen común. La comunidad peor financiada
es Valencia, que cuenta con 1.805 euros, un 60% menos que el País Vasco.
Cuando se tienen en cuenta los tipos impositivos y la normativa tributaria
de cada comunidad, la distancia en financiación per cápita entre las
regiones forales y el resto se acorta. Ello es así porque País Vasco y
Navarra tienen margen para imponer una presión fiscal muy inferior al
resto. Así, gozan de más ingresos y, al mismo tiempo, de tipos
impositivos menores (ver el primer gráfico).
El concierto económico tiene dos vertientes: permite que las regiones
forales recauden todos los impuestos y les ofrece autonomía a la hora
de configurar su sistema fiscal con la salvedad del IVA. Parte del
dinero recaudado por las haciendas forales se transfiere a la
Administración central para sufragar las competencias no asumidas como
el gasto en defensa o exteriores, entre otras.
También hay una
aportación, mínima, al fondo de compensación interterritorial. El dinero que el País Vasco abona al Estado recibe el nombre de cupo y, en el caso navarro, se denomina aportación.
El investigador y director de Fedea,
Ángel de la Fuente, señala que la fórmula para calcular el cupo vasco o
la aportación navarra es muy ventajosa para ambas comunidades y “supone
una violación flagrante del principio constitucional de igualdad”.
Así
lo defendió en un informe publicado en 2012, en el que alertó de la
incongruencia que supone que la segunda y tercera comunidad con mayor
renta per cápita registren un saldo fiscal positivo respecto a la
Administración central. Ello significa que “ambas comunidades están
siendo subvencionadas por territorios que en promedio son más pobres”.
En su opinión, el concierto económico no supone en sí mismo un
privilegio, pero sí lo es su funcionamiento actual. De la Fuente estima
que si el cupo se calculara de forma correcta, el País Vasco contaría
con 4.500 millones menos, que estarían en manos de la caja común.
La
prácticamente inexistente aportación a la solidaridad interterritorial,
el cálculo a la baja del coste de las competencias estatales no
asumidas por el País Vasco y la fórmula de territorializar los ingresos
por IVA son los elementos que explican que el País Vasco goce de mayores
recursos. De hecho, por renta, las comunidades forales deberían ser
aportadoras netas al sistema como sucede en el caso de Cataluña o
Madrid.
(...) el catedrático de Hacienda Pública Ignacio Zubiri
sostiene en un estudio que precisamente el sistema foral ha ofrecido
ventajas para superar la crisis económica. Defiende que la caída de la
recaudación ha sido menor que en el resto de comunidades y, en cambio,
el cupo a pagar al Estado se ha reducido.
Además, los sucesivos aumentos
del IVA aprobados por el anterior y al actual Gobierno han engrosado
las arcas forales y los residentes en ambas comunidades no han sufrido
el incremento impositivo en el IRPF que entró en vigor en 2012. En su
estudio Un análisis del sistema foral de la comunidad autónoma del País
Vasco, incluido en un libro publicado por Funcas, Zubiri señala que el
régimen de financiación particular del País Vasco y Navarra explica que
ambas comunidades cuenten con mejores servicios sociales.
El gasto por
estudiante en el País Vasco o alcanza los 7.229 euros frente a los 4.995
euros de media. También lidera el desembolso per cápita en sanidad y
servicios sociales. (...)
¿En qué se diferencian el concierto económico y el modelo de financiación común?
En el País Vasco y Navarra, los impuestos son recaudados íntegramente
por las diputaciones forales. Posteriormente, las comunidades pagan un
cupo o aportación al Estado para sufragar competencias de la
Administración central y gastos de instituciones comunes como el
Congreso o la Corona.
En las comunidades de régimen común, la Administración central
ingresa la mayor parte de los tributos y luego transfiere parte a las
autonomías. Existen impuestos que recaudan directamente las comunidades
de régimen común, pero su importancia es menor.
Otra diferencia es la autonomía. Con la salvedad del IVA, País Vasco y
Navarra tienen competencia para fijar su propio modelo fiscal. En
cambio, la capacidad legislativa en las comunidades de régimen común es
más limitada.
¿Por qué se dice que el concierto económico supone un privilegio?
El concierto económico no necesariamente debería suponer un
privilegio, pero en la práctica sí que lo es porque su funcionamiento
permite que la financiación por habitante de País Vasco y Navarra
duplique al resto.
¿Cómo se calcula la aportación o cupo que realizan las comunidades forales?
Analistas como Ángel de la Fuente o Ignacio Zubiri coinciden en que
la fórmula de cálculo del cupo es muy opaca. En el caso del País Vasco
se aplica un índice de imputación del 6,24% sobre la estimación del
gasto del Estado en competencias sufragadas por la Administración
central. Sin embargo, hay opacidad a la hora de determinar a cuanto
asciende el gasto sobre el que se aplica el índice de imputación. De la
Fuente asegura que el País Vasco aporta 4.500 millones menos de lo que
debería.
¿Colaboran el País Vasco y Navarra a la solidaridad interterritorial?
Colaboran a través del fondo de compensación interterritorial, sin
embargo, su aportación a la redistribución es mínima en comparación con
Madrid o Cataluña. De hecho, las regiones forales deberían con su nivel
de renta registrar déficit fiscal (ser aportadoras netas al sistema). En
cambio, disfrutan de superávit.
¿Es exportable el modelo foral a otras comunidades?
Un sistema como el concierto económico beneficiaría a comunidades
ricas como Madrid o Cataluña, sin embargo, implicaría una pérdida de
recursos para la caja común y el resto de comunidades difícilmente
asumible." (Jaume Viñas
, Cinco días, Madrid, 13-10-2015)
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