"(...) Me ha enternecido ver entre esas creaciones donadas para ensalzar esa
gran falacia del derecho a decidir, la de Javier Mariscal. Tengo
razones fundadas.
En 1988, sirvió de modelo a muchos con su rectificación ante el altar
del nacionalismo por haber osado profanar al Dios que lo presidía,
nuestro Honorable Jordi Pujol, presidente de la Generalidad. Lo recogí
en “Extranjeros en su País” cuatro años después (1992). Aquí lo
transcribo tal cual:
Era el bueno de Mariscal,
el autor de la mascota olímpica que tuvo la desgracia de comentar a un
amigo periodista en un bar nocturno de Valencia, sus “apreciaciones”
particulares sobre Pujol: “Jordi Pujol es munta una pel.lícula que no
existeix i això s’ha de dir, perquè ningú no ho fa i ens està fotent
moltíssim”; “Pujol és horrible. No fa més d’1,40 m. i, si fos per ell,
tots hauríem de fer catalanisme, patria i aquestes coses. Cultiva el
sentit pueblerino, el tancament, el seny”. (Declaraciones al periodista
Rafa Marí del diario Las Provincias de Valencia. 21/01/1988)
El 29 de enero, la Crida informó que emprendería una campaña de
presión al COOB para boicotear la mascota de Xavier Mariscal hasta que
fuese sustituida por otra. Por una vez, los nuevos inquisidores de la
sociedad catalana no tienen éxito y el COOB ratifica la elección del
perrito Cobi. Pero Mariscal nunca volvería a ser el mismo. Su pasotismo
ingenuo, comprendió de golpe que hasta los creadores extravagantes deben
postrarse ante el altar nacionalista.
Semanas después -el 3 de febrero de 1988-, aparecía un “mea culpa” en
las páginas del Avui, bajo el título “No sóc anticatalanista” que las
malas lenguas aseguraron por aquel entonces, haber sido dictada por la
dirección del Avui. (...)
Hoy, 14 de octubre de 2014 cuando transcribo lo publicado en 1992, veo
con nitidez cómo han quebrado tantas voluntades. De un pensamiento
espontáneo, en un bar de Valencia, en el que traspira un rechazo
transparente contra todo lo que representa el nacionalismo (“si fos per
ell, [Pujol] tots hauríem de fer catalanisme, patria I aquestes coses”,
pasó a plegarse al nacionalismo.
Y ahora, a la estrategia de éste para
colar la independencia en nombre del derecho a decidir. Cuántas
renuncias íntimas durante todos estos años. Y lo peor es que seguramente
se mienta, haciendo ver que lo hace en nombre de la libertad y la
democracia. Eso es lo patético.
Sigo sintiendo ternura, es un buen tío.
Ni él, ni yo, ni tantos otros nos hemos merecido vivir bajo esta
presión. Como no merecieron nuestros padres y abuelos vivir la anterior.
¿Cuándo vamos a aprender en esta España cainita a respetar la opinión
de los demás sin querer alistar a los ciudadanos en rebaños? No importa
cuál. (...)" (Antonio Robles, Crónica Global, Martes, 14 de octubre de 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario